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España: La universalización de la educación infantil, a debate en el primer encuentro de Educación Transformadora

Europa/España/25 Diciembre 2018/Fuente: ABC

La educación infantil, la que va de los 0 a los 5 años, ha cobrado especial relevancia en los últimos tiempos. Desde el anuncio del Gobierno de su universalización, ha vuelto a la palestra el debate: ¿cómo debería ser la educación para los más pequeños?, ¿qué modelos son los que mejor preparan para los retos del mañana? ¿quién o quiénes son los responsables del fracaso o del éxito escolar?

Este ha sido el eje central de una mesa redonda organizada por la escuela infantil « English for Fun» (que actualmente celebra su 10º Aniversario). Esta escuela americana con sedes en Madrid y Pozuelo de Alarcón tiene como pilares fundamentales la educación de las primeras etapas del desarrollo y otro de los clásicos suspensos de la educación española: el inglés.

Mediante un método propio desarrollado por su fundadora, la norteamericana Jill Stribling, esta escuela enseña inglés y forma en valores a niños y niñas desde hace 10 años en Madrid. Desde su punto de vista, la educación y los que se dedican a ella tienen el honor y el deber de cambiar el mundo: «Si no amas tu profesión y no consideras que tu trabajo puede cambiar el mundo a través de la educación, déjalo», señala Jill.

En esta mesa redonda se han dado cita profesionales de la innovación y del marketing, políticos, educadores y pedagogos para debatir sobre el presente y futuro de la educación. Se han planteado cuestiones como el fracaso de los métodos tradicionales, el papel de la tecnología en las nuevas formas de educar y enseñar, los retos a los que se enfrentarán los líderes del mañana y qué proyectos se están llevando a cabo para afrontar y preparar a los más pequeños para estos retos.

En este sentido, José Luis Arbeo, director del proyecto «Aprendemos juntos» de BBVA y director de Marketing operativo de la entidad, ha arrojado luz sobre el asunto. Ha dejado patente que las marcas son actores con una deuda con la sociedad. «Las grandes marcas tenemos un deber. Debemos realizar una aportación contributiva a la sociedad». El primer objetivo del proyecto de la entidad ha sido «poner la educación de moda». Y en una segunda fase, ya han comenzado a proveer de recursos a docentes de toda España, poniendo talentos nacionales e internacionales a disposición de la educación.

Otro de los temas que no podían pasar por alto los ponentes es el de la ya mencionada universalización de la educación infantil. María Luz Martínez Seijo, diputada del PSOE, secretaria ejecutiva de Educación y Universidades de la CEF-PSOE, comentaba lo «fundamental que es apostar por un ambicioso plan de formación del profesorado». Integrar la tecnología en el aula será también una prioridad en el presente y el futuro: «Los alumnos deben de tener una alfabetización digital absoluta». Por último, María Luz señalaba la necesidad imperiosa del esfuerzo que debería realizar la Administración Pública para disponer de los recursos humanos necesarios en favor de la educación infantil.

¿Y qué papel deberían jugar los propios niños en la educación? Beatriz Lucas, coordinadora de programas educativos de Radio Escuela M21 del Ayuntamiento de Madrid comentaba «hay que darle más fuerza a los docentes, empoderarles y reforzar la función tan vital que desempeñan y esto pretendemos desde nuestro programa ‘Cero en Conducta’. A su vez, hay que darles voz a los niños, escucharles, saber cuáles son sus intereses». De eso trata precisamente uno de los programas que ella coordina, Alumnos-Radioactivos, en el que «ellos son poderosos, ellos eligen qué música escucha Madrid, ellos sienten que tienen un altavoz desde el que se les escucha de verdad».

David Cervera, subdirector de innovación de Educación de la Comunidad de Madrid, ponía de manifiesto la importancia de aprovechar la tecnología en favor de la educación. No dejar que el valor que aportan los docentes se quede en la clase: «Lo que hagan tiene que salir de las aulas, darse a conocer, interconectarse con familias y con otros centros». De igual forma, «estamos ante la primera generación con educación bilingüe y aún así faltarían seis años para finalizar con el plan a 20 años desarrollado por la Comunidad de Madrid», matizaba David Cervera.

Otra de las grandes conclusiones de esta mesa ha sido que la innovación y la creatividad jugarán un papel fundamental para la superación de los retos de hoy y del mañana. Juan Pastor Bustamante, que lleva más de 20 años investigando y desarrollando estas áreas, afirmaba que necesitamos y más aún necesitaremos «gente que piense en soluciones creativas en diferentes sectores. La creatividad debería incorporarse en la enseñanza de materias como las matemáticas y las ciencias». Y no sólo desde el punto de vista de la educación: la creatividad, según Juan, es la industria del futuro.«El motor económico de las sociedades del s.XXI será la creatividad».

Las norteamericanas April Stout Heather Porteous han aportado también un punto de vista diferente sobre la educación española. Con su experiencia en el sistema educativo de los Estados Unidos y el contraste con su rodaje en nuestro país, Heather comentaba «nos han querido inculcar que no todos somos inteligentes, y eso no es verdad».

Por último, y después de hablar tanto sobre tecnología, salía el tema de la naturaleza. ¿Hasta qué punto es importante que los más pequeños no pierdan el contacto con ella? A esta cuestión respondía April «la cuestión es: ¿cuánto puede enseñarnos la naturaleza?». Y en lo que todos los ponentes coincidían es en que la naturaleza puede enseñarnos mucho. «La fragilidad de la vida y el desarrollo, la interacción y la importancia del entorno, entre otras tantas cosas», puntualizaba April.

En lo que han coincidido todos los invitados a esta mesa redonda, es en que el paradigma educativo debe cambiar, en la misma medida en la que la sociedad ha cambiado en las últimas décadas. Sin que ello signifique defenestrar absolutamente todo lo que hace referencia a la escuela tradicional, sino quedándonos con lo mejor del modelo que ha imperado en los últimos 50 años. Para combinarlo de igual manera con lo mejor de los métodos alternativos. Los líderes del mañana van a hacer frente a problemas totalmente nuevos, industrias que aún no existen, tecnologías disruptivas que todavía ni imaginamos. Y para ello deben de disfrutar de una educación centrada en el pensamiento crítico, las competencias, la creatividad y la inteligencia emocional. Y por lo expuesto en esta mesa redonda, parece que esa es la dirección en la que vamos.

Fuente: https://www.abc.es/sociedad/abci-universalizacion-educacion-infantil-debate-primer-encuentro-educacion-transformadora-201812220244_noticia.html

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“Los datos de PISA nunca me van a ayudar a solucionar un problema con un alumno de mi barrio». Entrevista a Francesc Llorens

Entrevista/25 Noviembre 2018/Autor: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: El diario la Educación

Tecnología, datos, evaluaciones, nuevas metodologías… Todo forma parte de un sistema que las asume de manera acrítica, dice Llorens, sin preguntarse por su conveniencia y necesidad. «Vivimos fascinados por la aceleración», asegura.

Hablar con Francesc Llorens es acabar la entrevista con más preguntas de las que uno tenía antes de empezarla. Filósofo y profesor de Filosofía, “que no son la misma cosa”, a Llorens, “con cierta modestia”, le gusta “hacer una cierta reflexión teórica más allá de lo profesional”. Parte de estas reflexiones se pueden leer en su libro (de libre descarga) Postecnología, donde reflexiona sobre las tecnologías de la información y la comunicación y la sociedad.

Llorens se muestra crítico con la rapidez con la que se funciona el mundo y lo poco que reflexionamos sobre nuestras vidas y acciones, en general y en concreto en la educación. También alerta sobre los nuevos actores que están entrando en el mundo educativo y sus objetivos, las nuevas metodologías (o métodos) y el papel de la administración en la educación.

¿Reflexionamos poco en general sobre nuestra vida? ¿Sobre qué hacemos, por qué lo hacemos?

Estoy convencido de que como sociedad pensamos poco, y sobre todo pensamos mal. Estamos al socaire de muchos mensajes simplificados y nos consideramos como gregarios de mensajes tipificados, vengan del mundo que vengan. Somos voceros de otros, que por cierto es lo que interesa, que seamos nodos, que amplifiquemos la información de otros, antes que pensemos por nosotros mismos.

¿Qué cuenta su libro?

El último artículo del libro es de una fecha en la que no han eclosionado aún las redes y menos aún el mundo de los datos, los algortimos y la IA, que creo que son la clave en la redefinicíon cultural del mundo. Pese a esto, yo intento hacer una prognosis sobre qué cambios se han producido en el paradigma tecnológico que hagan pensar que nos están redefiniendo como sujetos. Como seres antropológicamente únicos estamos siendo modificados por la tecnología. En lugar de responder a nuestras necesidades, estamos siendo construidos, definidos, por las necesidades de un sistema que funciona solo debido a la alianza con lógica económica. Esta inversión es lo que creo que puede considerarse como postecnología. No creo que el término sea soberbio. Como epígonos de estas transformaciones que el capitalismo tardío obra a partir de finales de la Segunda Guerra Mundial, hay un cambio en la relación que tenemos con el medio, con los objetos. Esa relación, que antes era mediada por la tecnología, ahora la tecnología se ha convertido en un código en sí misma. No es posible esta entrevista sin concebirla tecnológicamente: por medio de esta conversación hay electrónica, matemáticas, datos que son cuantificaciones de lo que decimos y que pueden ser analizados como metaconversación. De esto vive el capitalismo de datos. Esto intento explicar en el libro.

¿El cambio del que habla en las personas es reversible o ya es permanente?

No hay reversibilidad posible. Lo que hay en común entre este nuevo estado de cosas y el anterior es que la lógica de fondo es muy sencilla, es una lógica de inversión-beneficio, lineal. El paradigma postecnológico disuelve el tiempo como tal porque anula el tiempo entre una acción y su consecuencia debido a la rapidez de nuestros mensajes. La lógica de fondo es de inversión beneficio, controlada por instituciones, fundaciones, por modelos e, incluso, personas con nombres y apellidos. Creo que no hay reversibilidad. Lo que puede haber, como en cualquier movimiento, son resistencias parciales o locales. Me gusta dividir las tecnologías entre las de de descubrimiento, de colonización y de resistencia. La colonización y la resistencia son el momento en el que debido a la viralización y la globalización, un nuevo invento, una app, una ocurrencia, es convertida en un hecho global y adoptada por gente de todo el mundo. Esto supone entrar en un circuito de generación de datos. En general estas tecnologías no nos liberan, nos esclavizan un poco más, y ahí entran, las tecnologías de resistencia. El propio sistema tecnológico genera sus propias tecnologías de resistencia, pero estas vuelven a estar sometidas a la lógica del beneficio. Un ejemplo, tenemos un procesador de texto que hace de todo, distrae, enseguida saldrá un procesador no distractivo, sin tantas opciones, para escribir solo. Esto lo crea alguien, son apps y parte del modelo de negocio. La lógica de fondo es que para que esto exista alguien tiene que sacar beneficio. Entonces considero irreversible la lógica, lo que considero posible son resistencias. Por ejemplo, el movimiento slow, que está penetrando en muchos ámbitos. Significa repensar, parar, intentar deshacernos de lo superfluo y abordar la realidad con otra mirada.

“Alguien tiene que ganar dinero con ello”. ¿No cree en el altruismo de internet?

Se lo han cargado. Esto lo he discutido con mucha gente. Internet nació con unas credenciales concretas: un sistema descentralizado, neutro respecto a la información y libre. Estas señales han desaparecido por completo. Algunos gobiernos han declarado la muerte de la red en este sentido. ¿Hay movimientos altruistas? Los hay en general, los movimientos open son así. ¿Tienen el impacto que deberían? No. Basta con mirar el ámbito educativo para ver la contradicción entre el uso de software libre y la resistencia que genera entre la mayoría del profesorado porque lo considera inapropiado u obsoleto. Uno se pregunta de dónde sale el negocio en las apps. Esto es gratis. ¿Dónde está el truco? ¿Quién gana? En otra parte. En mi experiencia personal, el altruismo se manifiesta en localismos, no en tendencias globales.

Me interesa esta parte de “la resistencia” entre el profesorado a utilizar software libre.

Frente a un hábito de uso y desarrollo de herramientas que ha supuesto una formación, la introducción de este cambio de mentalidad hacia lo libre a veces supone un desarreglo por la conversión de formatos, etc. Dado que esto es un esfuerzo metaeducativo, tengo la sensación de que para la mayoría del profesorado esta cuestión del paso a lo abierto es secundaria, aunque está cambiando. Se percibe como un obstáculo a la hora de la rapidez con la que quiero cambiar un documento, continuar un trabajo que hago en casa en el centro y que me respete el formato… Son cuestiones cuyo fondo es importante, hablamos de modelos económicos al final, pero esta reflexión no es prioritaria. Se tiene una concepción puramente instrumental de la herramienta.

¿A la administración le correspondería meterse en estos debates?

Si hablamos de administración, hablamos de políticas educativas. La educación como tal no existe, existen sistemas educativos. Unas cosas son posibles y otras no. Unas políticas tienen impacto, otras no. Una política clara en materia de tecnología en educación nunca la he visto. Ha habido políticas de dotación de materiales, de formación en lo que en cada momento se pensaba importante. Todo esto a partir de una lógica deductiva, de modelos. Nunca a partir de un estudio de necesidades y menos de objetivos. Ahora la preocupación ya no es tanto si el software debe ser libre o propietario, si no qué metodologías queremos que rijan la escuela del futuro inmediato. En Catalunya se ha firmado un acuerdo por el que las metodologías innovadoras de Escola Nova 21 van a ser adoptadas como metodologías generales educativas del sistema catalán. La idea no parece mala si son innovadoras. Pero, ¿de qué metodologías hablamos? ¿Qué requieren para implantarse? Ese éxito que las respalda, ¿en qué contexto se ha dado? ¿Hay una evidencia científica o una base de las metodologías implicadas en esta transformación? No es un crítica al sistema catalán, que no conozco. Pero sí observo que las instituciones educativas están alegremente ofertando formación en cosas como la flipped classroom, escape rooms, gamificación, etc. ¿Qué respalda estas decisiones? Esa pregunta debe hacerse y explicarse. Este tipo de formación derivada de estas metodologías, ¿cómo se evalúa, qué tipos de datos produce? ¿Produce datos de tipo conductista, es decir básicamente resultados tipo test? ¿Produce datos que son simples respuestas a preguntas que no tienen una reflexión detrás? ¿Son aplicables a cualquier ámbito? En el mío, la Filosofía, lo veo prácticamente imposible y, sin embargo, se está apostando por ellas en mi comunidad. Me pidieron que hiciera vídeos cortos, de 2 minutos, para una flipped classroom. Me negué. La administración está dando entrada a una serie de nuevas metodologías que necesitan contestar muchas preguntas antes de ser aceptadas. Y, debido al marketing en este mundo, van juntos administración, editoriales, instituciones-fundaciones, capital riesgo. Ahí hay una alianza que propone un modelo educativo y que está utilizando a muchos profesores entusiasmados con estas novedades como medios de viralizar esta “revolución”. Yo soy de un área que fomenta lo contrario, una reflexión más pausada, más discursiva, reflexionada, etc. Aunque no soy especialmente beligerante contra quien quiera hacerlo, me posiciono siempre a favor de que, al menos, se explique si tenemos casos de éxito, si son extrapolables a nuestra realidad socioeducativa y si los objetivos son o vienen impuestos por un marco neoliberal que está dirigiendo la manera en que hay que rediseñar los currículums.

Pero, por seguir con el ejemplo concreto, el consejero valenciano, Vicente Marzà, es profesor, viene del mundo educativo. Y, sin embargo, por lo que cuenta parece apostar por estas metodologías (o métodos) cuestionables.

Necesitamos mucha reflexiones sobre el para qué y sobre el fondo. ¿Qué hay debajo de esta neoeducación tan brillante, tan profiláctica, tan de apps que está subyugando a mucha gente joven, sobre todo, y que está siendo soportada por políticas administrativas? Estas preguntas ni siquiera se plantean.

Le traslado su propia pregunta. ¿Qué hay debajo de todo esto?

El resultado de esta neoeducación de la que hablamos es la producción de datos. Esto requeriría una conversación por sí misma. ¿De qué vive el sector educativo? De la entrada de capital especulativo, de la voluntad de instituciones privadas de determinar los currículos de los gobiernos y de obtener datos de pruebas estandarizadas (TIMMS, PISA) que sirven para dividir, para crear rankings y de los que luego se toman decisiones políticas como recursos, dinero, profesorado, etc. Pero no se obtienen datos a través del sistema tradicional de evaluación. Se obtienen datos si todo lo que sucede en educación (interacciones con contenidos, bancos de libros digitales a través de tabletas, Google classroom). En el fondo, no hablamos tampoco de algo nuevo sino de una evolución de lo que pasa cuando evaluamos los centros. Uno de los debates preferidos del profesorado es la diferencia entre evaluar y calificar. Nos estrujamos la cabeza sobre cómo evaluar a un alumno con una nota que es un número entero de 1 a 10. Ese paso de lo cualitativo a lo cuantitativo nos ha obsesionado siempre. Las leyes educativas insisten cada vez más en evaluar de una manera más sistemática. Pero todo esto, que al final es burocracia, se convierte en un número. ¿Qué es PISA? Son números explotados. ¿Qué utilidad real tiene? Me diga lo que me diga PISA de una serie de distribución de datos o dónde sitúe a mi país, a mí PISA nunca me va a ayudar a solucionar un problema con un alumno de mi barrio, porque la auténtica aproximación a la educación debe ser inductiva, no deductiva. Toda la educación, todas las nuevas plataformas, apps, el almacenamiento y procesamiento de datos tiene por objeto crear unas divisiones artificiales que se quiere que tengan una traducción inmediata en políticas, eso dice la OCDE. Pero el convencimiento real es que esto no va a transformar la educación, va a alimentar informes, pero no transformará la vida de nadie de mi clase.

¿Hay una cierta resignación de la Administración respecto a esta realidad que comenta? No parece que haya nadie combatiéndola, en el mejor de los casos uno diría que la estamos navegando, pero nada más.

Me parece tan evidente… La discusión a nivel de administración nunca es esta, nunca es la real. ¿Cómo nos cubrimos las espaldas, cómo hacemos que todo esté atado a nivel del documento? Nos machacan a documentos. Al final son todo puertas de entrada para una colonización neoliberal de la labor educativa. Tengo la impresión de que la administración no se toma en serio esto. Hace unos días se votó “no” en el Parlamento a una reducción de ratios de alumnos por aula a 20. Para mejorar el sistema educativo hay que empezar por ahí, por las cosas que mejoran el rendimiento. Hablaba antes de las características de los sistemas. Es teoría elemental que las relaciones de un sistema son sistémicas. Hay que pensar en un conjunto. Ciertas cosas son complicadas por definición. ¿Por qué no intentamos dirigir los recursos a aquellas cosas que permitan mantener el sistema como uno público potente y no que lo vayan desmoronando a través de invertir en cosas que no acaban de funcionar y van devaluando la imagen que tenemos del sector público ante personas que no tienen problemas en este sentido y por tanto salen bien paradas? No puedo creer que la administración se tome en serio la educación si hay una mayoría del Parlamento que vota “no” a estas ratios. ¿No hay dinero? El tema económico es de prioridades, no me lo creo.

“¿No creen que deberíamos, por lo menos poner en debate lo aprendido?”. La educación, ¿funciona de una manera un tanto mecánica?

En tanto sistema, hay una parte que ha funcionado siempre así y siempre lo hará. Hay unas lógicas pragmáticas. La administración de los centros, los horarios, las materias… La cuestión es: ¿Qué debe ser cambiado para mejor, previo debate sobre qué es “mejor”? El cambio como principio creo que se podría sostener en sociedades que carecen de cambio, pero en sociedades hiperaceleradas en las que estamos viendo, en las que los cambios son maneras de volver a convertirnos en consumidores de productos (educativos), quizá toca lo contrario, parar. El slow que mencionaba. Si miro la oferta formativa de los tablones de mi centro y la comparo con la de hace cinco años, hay una invasión de novedades. Novedades de las que tenemos referencia porque son un efecto amplificado de redes sociales o salen de estas jornadas o congresos auspiciados por capital, por instituciones que no son esencialmente educativas que van colonizando. Me planteo si eso tiene como objetivo atraer más, reafirmar la idea de que somos clientes y, por tanto, hay que darnos de comer algo nuevo o realmente hay una base para promover estas metodologías o métodos. Leo estudios del impacto de estos, y veo que no ganan los que le dan una ventaja de rendimiento. En definitiva, estoy anonadado de la manera acrítica o poco cuidadosa con la que estamos tragándolo todo. Estamos en una estetización del mundo, en el libro hablo de un “manierismo tecnológico” que nos ha fascinado por su capacidad de retorcer las formas, etc., pero hay un pensamiento que proviene de las humanidades que es crítico con esto. Vivimos fascinados por la aceleración y en realidad acelerar es la forma más espectacular de la amnesia.

Fuente e imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/12/20/los-datos-de-pisa-nunca-me-van-a-ayudar-a-solucionar-un-problema-con-un-alumno-de-mi-barrio/

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Banco Mundial califica al sistema educativo de Cuba como el mejor de América Latina y del Caribe

Centro América/Cuba/24 Diciembre 2018/Fuente: Aporrea

De acuerdo con el Banco Mundial, “ningún sistema escolar latinoamericano, con excepción de Cuba tiene parámetros globales”. De los mayores problemas que afecta a América Latina y el Caribe es la educación, la cual en su mayoría es muy baja en cuanto a calidad y esto impide que estas naciones tengan un desarrollo y un progreso más elevado.

El Banco Mundial publicó un informe sobre la problemática de la educación en América Latina y el Caribe. Llamado Profesores excelentes. ¿Cómo mejorar el aprendizaje? la investigación analiza los diferentes sistemas educativos públicos de los países del continente y los principales desafíos a los que se enfrentan.

En América Latina, los decentes de educación básica (preescolar, primaria y secundaria) componen un capital humano de 7 millones de personas, o sea el 4 por ciento de la población activa de la nación, y más del 20 por ciento de los trabajadores técnicos y profesionales. Sus sueldos absorben el 4 por ciento del PIB del continente y sus condiciones de trabajo varían de una lugar a otro.

Los educadores, mal remunerados, son en su mayoría mujeres -un promedio del 75por ciento– y pertenecen a las capas sociales modestas. A parte, el cuerpo docente pasa los 40 años de edad y se considera que esta “envejecido”.

El Banco Mundial recapitula que todos los diferentes gobiernos del mundo examinan con atención “la calidad y el desempeño de los educadores”, a la hora en que las metas de los sistemas educativos se acostumbran a las realidades. Ahora, el eje se pone en la adquisición de competencias y no solo la sencilla acumulación de conocimientos.

La conclusión del documento es implacable. El Banco Mundial destaca “la baja calidad promedio de los docentes de América Latina y el Caribe”, lo que forma el principal obstáculo al avance de la educación en el continente. Los contenidos académicos son inadecuados y las prácticas ineficientes.

Poco y mal formados, los educadores consagran solo el 65 por ciento del tiempo de clases a la instrucción, “lo que equivale a perder un día completo en instrucción cada semana” Por otro lado, el material didáctico sigue siendo poco empleado, especialmente las nuevas tecnologías de información y comunicación. A parte, los docentes no consiguen imponer su autoridad, mantener la atención de los estudiantes y motivar la participación.

De acuerdo con la institución financiera internacional, “ningún cuerpo docente de la región puede considerarse de alta calidad en comparación con los parámetros mundiales”, con la notable excepción de cuba.

Cuba, donde la educación ha sido la principal prioridad desde 1959, cuenta con un sistema educativo eficiente y de docentes de alto nivel. La isla no tiene nada que envidiar a las naciones más desarrolladas. Cuba es además el país del planeta que dedica la parte más elevada a la educación con un 13% del presupuesto nacional.

No es la primera vez que esta institución financiera elogia el sistema educativo cubano. En un informe anterior, la organización recordaba la excelencia del sistema social del país “Cuba internacionalmente reconocida por sus logros alcanzados en los campos de la salud y la educación, con un servicio social que sobrepasa el de la mayor parte de las naciones en vías de desarrollo y en ciertos sectores se compara al de los países más desarrollados.

“Desde la Revolución Cubana en 1959 y el siguiente establecimiento de un gobierno comunista con partido único, el país a creado un sistema de servicios sociales que garantiza el acceso total a la educación y a la salud.

“Este modelo ha permitido a la Isla lograr una alfabetización universal, acabar ciertas enfermedades, acceso general al agua potable y salubridad pública de base, una de las tasa de mortalidad infantil más bajas de la región y una de las más largas esperanzas de vida”.

Fuente: https://www.aporrea.org/internacionales/n336076.html

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Migración en México y Derecho a la Educación

Por: Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia

El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el Campo estratégico en modelos y políticas educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticias del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales con relación a la agenda educativa vigente.

A raíz de las caravanas de migrantes centroamericanos, que partieron en su mayoría de Honduras y El Salvador el 13 de octubre de este año, se suscitaron acciones encontradas en torno a la migración: actos de apoyo, de xenofobia, de empatía y enojo contra de las más de siete mil personas que han caminado al interior de nuestro país y que ya se encuentran en la ciudad fronteriza de Tijuana, en Baja California, buscando ingresar a los Estados Unidos. Como documenta ADN Político (2018), familias enteras viajan con el fin de solicitar asilo político, huyendo del panorama de violencia y pobreza de sus países.

El fenómeno de la migración es parte de la historia de la humanidad, porque las fronteras políticas nunca han sido impedimento para detener las aspiraciones económicas, humanas y sociales que motivan el traslado de los seres humanos, a territorios distintos del de su origen.

Un antecedente muy importante en nuestro país se dio a principios de la década de los ochenta del siglo pasado, cuando la guerra civil de baja intensidad en Guatemala generó un desplazamiento a Chiapas de 46 000 personas, oficialmente registradas ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (aunque el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados estima que huyeron más de 250 000 personas). Posteriormente, el gobierno mexicano reubicó a los refugiados en campamentos en Quintana Roo y Campeche, donde les ofreció, durante 15, años seguridad migratoria y apoyos económicos.

En estos 15 años, la infraestructura educativa de los estados sureños fue creciendo, en respuesta a las necesidades de los menores refugiados, resultando interesante la integración de comunidades guatemaltecas y mexicanas; ya que en 1996 (cuando se firmaron los tratados de paz en Guatemala), el gobierno de México creó programas para otorgarles visas laborales y programas de naturalización entre otros apoyos (Burguete, 2000).

A partir de estos hechos, y sin perder de vista que nuestro país se ha preocupado históricamente por los refugiados, diversos medios de comunicación informaron que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció un programa de visas laborales, para ofrecer otras salidas a la crisis humanitaria, y no nada más la deportación. Con esta noticia, se incrementa la posibilidad de que una buena parte de los dos mil 377 niños y niñas centroamericanos que viajan en la caravana (Vanguardia, 2018) ingresen al Sistema Educativo Mexicano (SEM).

Cabe subrayar que no está en duda que toda persona, de cualquier origen (bien sea naturalizada, refugiada, migrante, asilada política o desplazada) es titular del derecho humano a la educación. Sin embargo, ejercerlo se torna complicado, puesto que existen otros procesos sociales y culturales que intervienen. Así lo demuestra Muñoz (2016) en su estudio, que concluye “que la comunidad internacional tolera fácilmente la violación de este derecho… cuando los y las niñas y jóvenes migrantes y refugiados buscan oportunidades de educación y trabajo, a menudo son víctimas de trabajo forzoso, de explotación…”.

En este contexto complejo, surge la pregunta ¿tiene el SEM la capacidad de proporcionar educación a los menores migrantes centroamericanos que, finalmente, se queden en nuestro país? Según Vargas y Aguilar (2017), al analizar el caso de los migrantes mexicanos deportados en el último quinquenio, al menos en los niveles de primaria y secundaria, podría tenerla. No así en el nivel de educación media superior, ya que en 2012 el artículo 3º constitucional fue modificado para establecer su carácter de obligatorio, pero aún no alcanza la cobertura universal.

Otro aspecto a tomar en cuenta, de llevarse a cabo la integración de menores migrantes centroamericanos al SEM, es que el gobierno atienda la inserción educativa con especial énfasis, como lo ha hecho en el caso de hijos de migrantes mexicanos deportados, para asegurar el éxito en el proceso de adaptación (como el Programa Binacional de Educación Migrante, entre otras acciones).

De acuerdo con datos oficiales, en el año escolar 2017-2018, el municipio de Tijuana atendía a 339 427 niños en educación básica, que es prácticamente la mitad de los 684 189 alumnos de los tres niveles en toda la entidad. Tijuana tuvo el año escolar anterior 12 090 grupos en 1 572 escuelas. Desglosado por nivel, los 50 677 niños que asisten al preescolar en Tijuana van a 603 escuelas en 2 226 grupos, lo que da un promedio de 23 niños por grupo y 84 por escuela. En primaria y secundaria los promedios se incrementan. Los 197 589 alumnos de nivel primaria van a 7 040 grupos en 683 escuelas, lo que significa 28 alumnos por grupo y 289 por escuela. En secundaria, los 91 161 estudiantes participaban en 2 825 grupos y 286 escuelas, que a su vez representaban 32 alumnos en cada grupo y 319 por escuela.

Si se comparan estos datos con las cifras educativas del año escolar 2012-2013, se puede ver que las proporciones son prácticamente las mismas: 22 niños por grupo en prescolar, 28 en primaria y 33 en secundaria.
En síntesis, el sector educativo ha hecho esfuerzos por atender a la población local, y sin duda, la intención de apoyar a los migrantes que se han estacionado momentáneamente en esta ciudad fronteriza, requerirá un trabajo adicional. Por otro lado, es cierto que no se trata de una cantidad exorbitante de estudiantes y que sí puede absorberse con esfuerzo y creatividad. Adicionalmente, habría que señalar que las condiciones materiales se puedan acoplar a las necesidades coyunturales, pero lo más importante es que los actores escolares y la sociedad civil vean el asunto migratorio como algo que requiere solidaridad y atención constante.

Ante este fenómeno cabría preguntarnos, como sociedad mexicana, ¿seremos capaces de integrar positivamente a nuestras comunidades, a los centroamericanos que decidan instalarse en nuestro país? y ¿El Sistema Educativo Mexicano está preparado para resolver las crisis de convivencia escolar que se pueden suscitar en las aulas?

Referencias
ADN Político. (18 de Octubre de 2018). ¿Qué es la caravana del migrante y por qué ha confrontado a Trump con México? Recuperado de ADN Politico.com : https://adnpolitico.com/sociedad/2018/10/18/que-es-la-caravana-del-migrante-y-por-que-ha-confrontado-a-trump-con-mexico
Burguete, J. C. (2000). Integraión de los refugiados guatemaltecos en Campeche. Esudios Sociológicos, 555-580.
Gobreino de Baja California (2018) Cifras estadísticas. Documento en línea: http://www.educacionbc.edu.mx/publicaciones/estadisticas/
Muñoz, V. (2016). El derecho a la educación de las personas migrantes y refugiadas. Journal of Supranational Policies of Education, 25-51.
Vanguardia. (21 de octubre de 2018). Son en total 7 233 los integrantes de la Caravana Migrante. Obtenido de Vanguardia.com: https://vanguardia.com.mx/articulo/son-en-total-7233-los-integrantes-de-la-caravana-migrante
Vargas, E. D., y Aguilar Zepeda, R. (2017). Inmigrantes y educación en México. Los nuevos desafíos en la era de Trump. Revista de evaluación para docentes y directivos, 37-51.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/migracion-en-mexico-y-derecho-a-la-educacion/

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Comunicación Educativa (II) ¿Cuántos maestros y maestras de educación básica hay en México?

Por: Sonia del Valle Lavín

Aunque parezca increíble, la respuesta al título de este texto, entraña una enorme complejidad.

De acuerdo con el Sistema de Información y Gestión Educativa (SIGED) de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en el ciclo escolar 2016-2017 (la cifra más actual), había 1 millón 11 mil 589 docentes de educación básica.

Hasta aquí la cosa pinta relativamente bien si aceptamos que la autoridad educativa es la encargada de allegarse de la información sobre la planta docente en el país. Información que recaba a través del Formato 911 que entregan los directivos de las escuelas al inicio y al término del ciclo escolar a la autoridad educativa estatal, y de ahí pasa a la autoridad educativa federal para conformar los indicadores educativos.

Insisto, hasta aquí todo bien. De acuerdo con el SIGED, que concentra en una plataforma la información que envían las autoridades educativas estatales a la Federación, hay 1 millón 11 mil 589 “docentes”, y en su mayoría son mujeres, 712 mil 487, en contraste con la minoría que son hombres, 299 mil 102.

Pero el SIGED también advierte al pie de página que cuando se refiere a “docentes” significa el “conjunto de individuos adscritos a un centro de trabajo, de acuerdo a la función que realizan en el mismo. A cada uno se le considera tantas veces como en centros de trabajo esté adscrito”.

Esta acotación cambia la respuesta sobre el número de maestros y maestras que hay en México, pues si un docente trabaja en dos escuelas o tres, no se puede saber cuántos maestros y maestras hay en México.

La misma estadística señala que hay 1 millón 874 mil 775 “personal” que trabajan en la educación básica, pero quien consulta no puede saber si todas esas personas trabajan como docentes en las escuelas; si trabajan todos en las escuelas o en cualquier tipo de centro de trabajo, porque para la SEP y sus homólogas, un centro de trabajo puede ser una escuela, una supervisión escolar, las oficinas de la burocracia estatal o las oficinas de los maestros comisionados a cuestiones sindicales.

Así que de la cifra anterior no se puede saber cuántos son docentes y lo otro que no se puede saber es si la SEP y yo entendemos lo mismo por esa categoría, para mí el docente es una persona que trabaja con un grupo de alumnos; hay otras personas que tienen plaza de maestro, pero que son supervisores escolares, asesores técnicos pedagógicos, subdirectores, jefes de sector, directores de área, y hasta líderes sindicales, pero que no están frente a grupo.

Además de la definición, se advierte otro asunto. Cuando la SEP desagrega la información señala lo siguiente:

Directores con grupo: 90, 303

Educación Física: 101,824

Educación Artística: 53,180

Educación Tecnológica: 56,237

Idiomas: 68,551

En total tenemos 370,095 “docentes” que realizan labores de enseñanza con las y los estudiantes en diversas asignaturas de educación básica, pero desconocemos cuántos dan clases frente a grupo en preescolar y primaria y cuántos dan clases en secundaria de las asignaturas clave, como Español, Matemáticas, Ciencias.

También la estadística de la SEP al referirse al “personal” que trabaja en la educación básica, arroja otros dos datos: 359,477 realizan funciones administrativa y 106,164 son directores sin grupo.

Tomando en cuenta los datos que desglosa la SEP, tanto de docentes con asignatura, directores y administrativos, hablamos de 835,736, lo que significa que hay 1,039,039  que no están en estas categorías y que podrían ser maestros frente a grupo.

Lo interesante de la información estadística de la SEP, es que el dato no cuadra.

Si lo comparamos con la categoría “docentes”, que eran 1,011,589, la diferencia son 27 mil 450 y la cuestión se complica, con otro dato que proporciona la SEP. Dice que hay 1,071,950 grupos de educación básica.

Si tomamos como cierto el dato de 1,011,589 de la categoría “docentes”, la diferencia con respecto al número de grupos revela un problema de grandes proporciones, pues hablamos de 60 mil 361 grupos sin maestros.

Si tomamos como referencia el dato del 1,039,039, el cual se infiere al descontar de la categoría “personal” a quienes son docentes de asignatura, directores y administrativos, el drama disminuye a casi a la mitad, pues habría 32 mil 911 grupos sin maestros.

Este ejemplo de las estadísticas de la SEP muestra claramente que no hay el más mínimo esfuerzo por parte de la autoridad educativa por informar sobre el principal activo del sistema educativo mexicano que son las y los maestros.

No solo desconocemos cuántos maestros y maestras hay en México; cuántos son hombres y cuántos son mujeres en el caso de los directores, los maestros de educación física, artística, idiomas, o del personal administrativo.

Tampoco sabemos nada sobre lo que la SEP llama “docentes”. Y esto es quizá lo que me parece más grave. ¿Todos los docentes están frente a grupo, tienen las mismas condiciones de trabajo o perciben el mismo ingreso?

No sabemos, igualmente, si todos los grupos están cubiertos y si entendemos lo mismo al hablar de un grupo. Si un grupo, por ejemplo en primaria, solo requiere de un docente o requiere, además, del docente de educación física y de idiomas.

No sabemos como sociedad cuántos grupos debe atender un docente, una vez definido el mejor esquema posible. Es decir, un grupo de primero de primaria debe tener: un docente frente a grupo, un docente de idiomas, un docente de tecnología y un docente de educación física o no, con uno es suficiente.

Navegamos a ciegas en el sistema educativo mexicano y lo seguiremos haciendo e  insistiendo sobre lo mucho que falta por hacer o sobre el avance o el fracaso de una reforma, mientras no sepamos, si son todos los que son, son los que están y los que necesitan estar.

Por ello, la necesidad de contar con una política de comunicación educativa, que es mucho más que emitir un boletín de prensa, lanzar un video, hacer un informe o subir un conjunto de números inconsistentes en una plataforma web.

Una política de comunicación educativa podría centrar sus esfuerzos en explicarle a la sociedad mexicana cada parte del sistema educativo nacional, para construir un diálogo informado, y una base de conocimiento público común sobre el sistema educativo mexicano. Y bien podría empezar por explicarnos la estadística educativa, y sus categorías.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/comunicacion-educativa-ii-cuantos-maestros-y-maestras-de-educacion-basica-hay-en-mexico/

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“El ApS forma vínculos entre el alumnado y la realidad que la escuela tradicional no genera”. Entrevista a Nieves Tapia

Entrevista/23 Diciembre 2018/Autor: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: El diario la Educación

Nieves Tapia es un referente mundial de Aprendizaje-Servicio. Hablamos con ella en una entrevista a tres bandas con dos medios más, sobre los beneficios del ApS, que define como «la única reforma educativa que crece de abajo arriba».

Nieves Tapia, uno de los principales referentes en el mundo cuando se habla de Aprendizaje-Servicio (ApS), ha venido a España invitada por la Red Española de Aprendizaje Servicio, la fundación Educo y la Editorial edebé para participar en el XI Encuentro Estatal de ApS y en la entrega de los Premios ApS, que tendrán lugar este viernes en Coslada. Tapia atiende a El Diario de la Educación junto a otros dos medios.

Esta mujer polifacética ha visto la educación desde casi todos los ángulos. Fue docente, pasó por el Ministerio de Educación y es la actual directora del programa de ApS argentino. Tapia, entusiasta del ApS, va salpicando su discurso con ejemplos para ilustrar lo que cuenta, y se deshace en alabanzas para el ApS, al que apenas ve aspectos negativos. “Se aprende mucho más al servicio de los demás y haciendo cosas para los demás que sentados aburridos en un aula”, explica. Y le da una vuelta a un argumentario tradicional y universal para explicar por qué las escuelas deberían practicarlo. “Como padres siempre nos preocupamos de qué futuro le vamos a dejar a nuestros hijos. Pero también tenemos que preocuparnos de qué hijos les vamos a dejar al futuro de nuestros países, que van a enfrentar problemas que requerirán mucho conocimientos y muchas herramientas para solucionarlos”.

¿Cómo de distinto o similar es el ApS en España y Argentina?

Creo que son muy semejantes. Básicamente, España tomó inspiración de lo que se venía haciendo en Argentina y América Latina y lo adaptó a su contexto cultural, distinto. La historia educativa de nuestros países también es distinta, pero las prácticas de ApS son muy semejantes. Hay una diferencia que tiene que ver con los contextos. En América Latina hay una mayoría de proyectos ApS protagonizados por niños y adolescentes de contextos muy vulnerables que desde su propia pobreza y sus situaciones límite generan respuestas a la comunidad. Quizá en España sea más fácil que lo hagan niños con sus necesidades satisfechas, al menos las principales. Pero también hay experiencias de adolescentes con situaciones muy complejas. Nosotros optamos por enfatizar el aprendizaje servicio solidario, quizá porque cuando empezó este movimiento en Argentina y otros países de América Latina a finales de los años 90 había una necesidad de tomar distancia con el modelo service learning norteamericano, porque “servicio” en castellano no es lo mismo que “solidaridad”. Había una necesidad de enfatizar que no estábamos promoviendo las usuales beneficencias asimétricas y verticales contribuyentes al mantenimiento del status quo. Queríamos educar en una auténtica solidaridad de encuentro, de transformación, de búsqueda de una sociedad más justa.

Las autoridades argentinas, ¿se toman en serio y respaldan estas prácticas?

En Argentina había estas experiencias de ApS en algunas escuelas, aunque no supieran que los pedagogos las llamaban así. La iniciativa partió del Ministerio de Educación, con una recomendación de hacer proyectos de ApS que inició una línea de políticas de capacitación docente, formación, etc. En Argentina hay una larga tradición desde el estado federal, y muchas provincias tienen sus propios programas. Hay muchas universidades que, poniéndole distintos nombres, tienen ApS. Incluso la Universidad de Buenos Aires está empezando a implementar que sea obligatorio pasar por algún curso o proyecto antes de graduarse. Dicho esto, como sucede en política, ha habido altibajos. Cuando la crisis el Ministerio redujo sus presupuestos y no hubo. Pero uno de los logros importantes del ApS es que, siendo una política que empezó en 1996, ha tenido continuidad. No siempre es una política central, por tanto, pero es una política de Estado a estas alturas.

En el caso de España es muy interesante cómo empezó fortaleciéndose en las distintas comunidades autónomas y ha tenido historias distintas en cada una. Una fortaleza del caso español es que hay muchos municipios directamente involucrados. De hecho, en los inicios en el País Vasco fue Portugalete quien empezó. El apoyo ha sido muy fuerte en las comunidades. Que el secretario de Estado de Educación venga a la entrega de los premios me parece una señal interesante.

La ministra de Educación, Isabel Celaá, ha sido criticada por rebajar la exigencia en su anteproyecto de reforma de la Lomce por permitir obtener la secundaria con un suspenso. Ella ha replicado que no hay nada peor que quebrar la autoestima de un chico y muchos se lo tomaron a broma. ¿El ApS ayuda con esto?

Cualquiera que sepa de pedagogía sabe que la autoestima es el elemento indispensable para que un niño se crea capaz de aprender, de tener un proyecto de vida con una escolaridad eficaz y que se sienta capaz de hacer cosas. Cualquiera que sepa de educación sabe que es importante. En el caso del ApS, si hay algo que quedó demostrado desde los primeros estudios que se hicieron, en los años 70, es que tiene impacto en todos los estudiantes, sean del nivel social que sean y tengan las condiciones que tengan. Obviamente, esto es más impactante en los niños y adolescentes en situaciones de mayor vulnerabilidad. Una de las primeras sorpresas que tuvimos en Argentina cuando se convocaba el Premio Presidencial es que se presentaban muchas escuelas especiales, que prestaban servicio a su comunidad. ¡El taller de panadería de un barrio abastecía de pan a la residencia de ancianos! Hay más ejemplos. Este cambio de rol, dejar de ser beneficiarios, acompañados, de recibir servicios de otros para pasar a darlos, da una dignidad enorme y fortalece enormemente la autoestima. Lo mismo pasa con los niños más pobres, que en general son vistos por las políticas educativas como beneficiarios. En cambio, en los proyectos ApS son protagonistas, y hay mucha investigación que muestra el impacto en la disminución del abandono, en un mayor compromiso con el aprendizaje, incluso en pensar en continuidad en estudios posteriores. En la experiencia de Argentina, Chile o Uruguay, donde se ha focalizado el ApS en poblaciones vulnerables, ha habido resultados muy positivos.

¿Especialmente interesante entonces para la última etapa de Secundaria, que es cuando se da más el abandono escolar?

La primera experiencia de Chile se centró en los institutos que tenían más abandono y tuvieron resultados muy significativos.

En España se habla mucho, se hizo sobre todo cuando se instauró la Lomce, de que la educación tiene una orientación muy economicista. ¿El ApS va en dirección contraria?

Una de las magias del ApS es que permite en el mismo proyecto abordar simultáneamente contenidos disciplinares, competencias para la ciudadanía y para el mundo del trabajo también. Antes hablábamos de bajar los listones… La realidad es que se necesita saber mucho más para cambiar un poco la realidad que para aprobar un examen. Todos tenemos la experiencia de los alumnos que estudian para aprobar. Y eso es una motivación muy débil que para muchos niños no tiene sentido. Pero cuando tienes que aprender a hacer algo porque eso tiene que servirle a otro y tiene que funcionar, el aprendizaje se convierte no solo en más motivante, sino en más exigente. Se hizo un estudio que decía que incluso en los test estandarizados los alumnos que han hecho ApS sacaban notas un 10% mejor que sus compañeros que no. No hay contradicción entre la legítima búsqueda de darles a los jóvenes herramientas para su inserción en el mundo laboral con que necesitamos gente que sepa usar sus servicios para el bien común. Que sepan ser buenos trabajadores, pero también buenos ciudadanos. El ApS da este plus en el que sí, aprendemos lo que dice el currículo, pero además formamos en valores y para la ciudadanía, formamos vínculos entre los estudiantes y la realidad que la escuela tradicional no genera. Incluso en las universidades los estudiantes se quejan de que las instituciones educativas son más teoría que práctica y que a la hora de aplicar los conocimientos en el mundo laboral puede ser complicado. Por eso una de las ventajas del ApS es este vínculo tan directo entre teoría y práctica.

¿El ApS es extrapolable a cualquier situación y/o alumno?

Es muy maleable el ApS y cumple funciones distintas según el contexto. A los adolescentes y jóvenes más privilegiados, como me dijeron unos alumnos de una escuela privada, el ApS les obliga a salir del tupper. A quien vive en una realidad aislada, que incluso se relacionan más de manera virtual que real, el ApS le es muy útil. Sea en los niveles sociales que sea, siempre funciona. En los sectores más vulnerables se apunta a fortalecer la autoestima y su capacidad de resiliencia frente a las dificultades y en los sectores más privilegiados se incide en que asuman responsabilidades de su condición de privilegio.

En cuanto a las asignaturas, no he encontrado ningún campo en el que no pueda aplicarse. En una universidad que visité tenían un proyecto en la asignaturas Pavimentos. Habían hecho un estudio muy interesante demostrando que la fórmula que había desarrollado la ciudad para pavimentar no era la más adecuada para ese clima y estaban desperdiciando dinero. Era un proyecto maravilloso.

Ha hablado de metodologías activas. ¿Cuál es el plus que ofrece el ApS frente a otras que están de moda ahora? ¿O queréis huir de la etiqueta, precisamente?

Hoy parece que todos necesitamos hablar de innovación educativa. Si somos honestos intelectualmente, muchas de las grandes cosas que se presentan como innovación… El aprendizaje basado en proyectos está cumpliendo un siglo. Es innovador porque los sistemas educativos arrastran una inercia tremenda del SXIX. Pero de ahí a que sea nuevo… Hay una familia de innovaciones pedagógicas que ya tienen un siglo que estamos redescubriendo y readaptando a las condiciones del sistema educativo del SXXI porque vemos que funcionan y son útiles. En ese sentido ubicaría el ApS está emparentado con otras pedagogías. Comparto mucho una cosa que dice José Puig, de la Universidad de Barcelona, que dice que es una innovación que articula cosas muy familiares. La realidad es que las escuelas, las universidades, históricamente han desarrollado actividades vinculadas al entorno. Lo novedoso es cómo se articula lo que se hace dentro de la escuela y lo que se hace fuera. Lo que es innovador, original, que revoluciona muchas cosas es que la comunidad se vuelve espacio de aprendizaje, desafía lo que pasa en el aula y lo que pasa en el aula no se queda en el aula. En ese sentido, la diferencia del ApS no es solo lo que pasa en el aula, también pasa en el territorio. Y eso cambia muchas cosas: cambia su impacto en cuanto a la formación ciudadana, en cuanto a la formación en valores, pero también cambia su impacto educativo.

Hablamos mucho de las ventajas y aspectos positivos del ApS. ¿Tiene aspectos negativos?

Hay algunas prevenciones y algunos riesgos. El principal riesgo es que la sociedad vea estos proyectos como una forma de usar a los jóvenes como mano de obra barata. Pero para que sea ApS tienen que aprender haciendo la tarea. El otro riesgo que tiene es que si no hay una buena reflexión sobre la práctica, y toda la bibliografía sobre la cuestión recomienda mucho incorporar momentos de reflexión sobre el tema, se puede caer en un activismo ingenuo que lleve a encarar las problemáticas sociales de manera equivocada.

En cuanto a las prevenciones, diría que el ApS se puede hacer en ámbitos rurales o urbanos, escuelas ricas o pobres. Pero siempre se necesitan docentes convencidos. Es muy difícil imponer que se desarrolle un proyecto de ApS si los docentes no están convencidos. Se puede hacer ABP porque te lo manden, y mientras sigas las instrucciones probablemente funcione. Pero un proyecto solidario exige un acompañamiento personal del docente y transmitirlo, y eso no se puede hacer si no se cree en ello. Es una opción personal. Hay un autor que dice que el ApS es la única reforma educativa que siempre crece de abajo para arriba. Aunque sea importante el apoyo del estado, si no están los docentes dispuestos a abrazar esta propuesta y decir: “Me interesa formar ciudadanos”, no sucede. La buena noticia es que los docentes que se implican en estas cosas las encuentran muchos más enriquecedoras que la docencia tradicional.

¿Cómo casa esta no imposición con la obligatoriedad de la que hablaba antes?

En todos los casos en los que se impone, la obligatoriedad es para los alumnos, no para los docentes. Siempre hay margen. En Argentina, tras la nueva ley de educación de 2006, se abrió la opción de poner proyectos obligatorios para al menos un curso. Quién es el docente coordinador de esto es un acuerdo entre la dirección de la escuela y los docentes. Dicho esto, un factor crítico en el momento de establecer políticas de obligatoriedad es formar a los docentes y darles a conocer la pedagogía, darles herramientas. Cuando se acerca la propuesta y se muestran buenas prácticas, para los docentes es muy entusiasmante. Pocas cosas convencen tanto a un docente como ver que a otro docente le funcionó. En general el ApS se difunde no tanto a través de los grandes catedráticos como difundiendo las buenas prácticas. El Premio, por ejemplo, es una forma mucho más eficaz que todo lo que podamos escribir los especialistas porque un docente lo ve y puede pensar: “Esto lo puedo hacer en mi clase, con mis alumnos”. Pero es verdad que la obligatoriedad plantea desafíos, como mantener la motivación, y que no sea una tarea a hacer solo porque es obligatorio.

¿Cómo bajaría el ApS al aula?

A nivel internacional hay modelos muy distintos y depende mucho del sistema educativo. El ApS tiene que funcionar dentro de un sistema y de una institución. Si un centro educativo tiene mucha tradición de investigaciones científicas, el tránsito más lógico para el ApS sería ver cómo las investigaciones científicas pueden proponer soluciones concretas para problemas de la comunidad, y utilizar la misma infraestructura que usa para la investigación científica para ello. Somos muy reacios en general al modelo enlatado. Pero los modelos varían mucho. En EEUU el modelo habitual era, por el currículum flexible que tienen ellos, generar cursos de ApS. En sistemas más tradicionales o disciplinares, como en América Latina, el ApS entra dentro de una de las disciplinas, aunque entronque con otras.

Hablaba antes del no mantener el status quo. ¿Se crean redes entre centros o se da que un centro que pueda ser etiquetado de gueto, por ejemplo, pero con un buen proyecto de ApS atraiga otro tipo de alumnado?

El ApS puede ayudar a cambiar una cierta cultura. Doy un ejemplo muy argentino. Hay toda una tradición de la ciudad de Buenos Aires de apadrinar escuelas rurales. Es horriblemente paternalista. El ministerio desarrolló un programa llamado “Escuelas Hermanas”, en el que se hacía intercambio y se aprendía mutuamente del proyecto solidario del otro. Conocer otras circunstancias, este intercambio, fue muy beneficioso para ambas escuelas.
Nosotros llevamos haciendo el seguimiento de algunas escuelas que llevan 25 años haciendo ApS. Una de esas escuelas, en la provincia de Mendoza, estaba en la franja de escuelas en peor situación educativa de Argentina por su tasa de abandono, de rendimiento. Empezó a hacer ApS y lo más llamativo fue que bajaba el abandono. Después lo que empezó a pasar, y esto es un ciclo que hemos visto en muchos casos, empezó a aumentar la matrícula porque la comunidad empieza a ver que ir a esa escuela tiene sentido. También porque empieza a atraer estudiantes de familias que ven que es una buena escuela. Ahora mismo es una de las cinco mejores escuelas de su provincia y ha ganado varios premios. Pero no es un proceso que pase en 15 días, pero los resultados son significativos.

Ha mencionado antes que el ApS es de abajo arriba y que por eso funciona muy bien. Ahora estamos en España con una reforma de arriba abajo con el cambio de ley. Usted ha trabajado en el Ministerio. ¿Qué impacto tienen las reformas desde arriba?

Antes del Ministerio fui docente. Pasaba en el autobús por delante del Ministerio y pensaba: “Si el Miniserio fuera mejor…”. Luego, cuando estuve en él, me di cuenta de que si las políticas no convencen a los docentes, muchas veces quedan en los papeles. Los funcionarios nos podemos hacer ilusiones de que hicimos grandes cosas, pero sin los docentes no tienen impacto. Mi experiencia como funcionaria fue que es muy importante aprender lo que pasa en las escuelas, y el Premio Presidencial y las buenas prácticas fue una manera de reconocer que muchos docentes hacían ApS antes de saber nada de los pedagogos norteamericanos. He aprendido mucho más de acompañar esas experiencias que de leer teorías. Cuando las políticas logran aunar lo que pasa desde abajo con lo que hay arriba, funcionan. Porque también he visto que lo de abajo, sin apoyo desde arriba, es endeble. Para el ApS son necesarias estas alianzas.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/12/14/el-aps-forma-vinculos-entre-el-alumnado-y-la-realidad-que-la-escuela-tradicional-no-genera/

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Chile – Ecuador: La poesía de Mistral visitará las escuelas

Ecuador – Chile / 16 de diciembre de 2018 / Autor: Marco Antonio Piza / Fuente: El Telégrafo

‘Cielo, Mar y Tierra’ presenta varios textos (en español y quichua) de la reconocida poeta chilena, recopilados por el escritor Manuel Peña Muñoz. 

“El futuro de los niños siempre es hoy, mañana será tarde”, decía la reconocida poeta chilena Gabriela Mistral (1889-1957). Y esta frase fue como un mantra que ejerció en el campo pedagógico, tanto en su país, como en México, donde participó en la reforma del sistema educacional.

Con ese lema, el escritor chileno Manuel Peña Muñoz realizó una antología de varios textos poéticos de Mistral que resultó en el libro Cielo, mar y tierra (2015) para los estudiantes escolares de su país.

“El objetivo fue divulgar textos de un modo sencillo en los planteles para que los alumnos tuvieran acceso a la poesía y prosa de Gabriela Mistral”, afirmó Peña, quien también es investigador de literatura infantil.

La traducción del libro al quichua llega al Ecuador como Hawapacha, Kucha mama y Alpa Mama (Cielo, mar y tierra) en una edición bilingüe (español y quichua),  por iniciativa de la Embajada de Chile y el Ministerio de Educación.

Es la primera vez que una premio Nobel (1945) es traducida a ese idioma.

Cielo, mar y tierra

Para Peña, el nombre de la publicación surge de la misma inspiración de los poemas de Mistral, lo que le tomó cerca de ocho meses en recopilar.

“Ella vivió en el Valle de Elqui, al norte de Chile, conocido por tener los mejores cielos. En sus escritos se refiere a los dos cielos (natural y celestial). También realizó poemas al mar, con referencias a los pescadores, la ballena. Y la tierra”.

Los textos poéticos reflejan el entorno natural que los niños de cualquier país pueden identificar. “La intención es que el niño bilingüe de las escuelas rurales pueda leer el libro, tanto en español como en quichua”, señaló Peña.

Para su portada se rescató la clásica guarda que usaba “Rapa Nui”, la primera editorial para libros de niños en Chile, creada por el escritor Hernán del Solar.

“La fundó junto a un escritor catalán que venía de Barcelona con una estética distinta en las ilustraciones”.

La presentación del libro Cielo, mar y tierra se hizo mediante una gira la semana pasada por distintos planteles en Quito, Otavalo, Ibarra, Cotacachi, Riobamba, Ambato y Latacunga.

Cielo, mar y tierra reivindica la identidad intercultural de la región porque desde hace 20 años no había libros con lenguas nativas.

El texto también incluye el cuento de “Caperucita Roja”, versión de Charles Perrault, pero en un manuscrito y mecanografiado por la propia Gabriela Mistral en 1924.

Y es que la poetisa también le dio identidad latinoamericana a los relatos clásicos, como Caperucita Roja, La Bella Durmiente, La Cenicienta y Blanca Nieves.

“Es el resultado de una investigación porque Mistral escribe estos cuentos usando paisajes y animales locales, como vicuñas o llamas”.

Textos infantiles

En ese sentido y luego de una investigación, Peña encontró que Mistral publicó estas historias en revistas literarias de la región, por ello el también catedrático se animó a publicar estos relatos infantiles versificados en cuatro libros con el sello Amanuta, de Chile.

Paloma Valdivia, Carmen Cardemil, Bernardita Ojeda, y Carles Ballesteros son los talentosos ilustradores que trabajaron estos cuatro libros.

“Son creaciones de Gabriela Mistral. No tiene un final feliz, por eso yo añadí  un comentario crítico en la publicación”.

“El futuro de los niños siempre es hoy, mañana será tarde”, decía Mistral y con estos libros continuará enseñando en las escuelas a través de su poesía. (I)

El perfil 

Manuel Peña Muñoz  

Nació en Valparaíso, 1951. Autor de libros para niños y jóvenes, novelas, ensayos y crónicas literarias. Profesor de Castellano (Universidad Católica, Valparaíso 1974). Investigador de textos literarios.

8 meses le tomó al escritor Manuel Peña realizar la investigación y recopilación de los textos poéticos.

Obras publicadas  
Peña ha presentado libros como Mágico Sur, Dorada Tour, El Niño del Pasaje, Alas para la infancia, Había una vez…en América, Historia de la Literatura Infantil Chilena.

El libro Cielo, mar y tierra, de Gabriela Mistral, contribuye a la labor pedagógica de los docentes y la creatividad de los estudiantes. Foto: Álvaro Pérez / El Telégrafo

Fuente de la Noticia:

https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/cultura/10/poesia-gabrielamistral-escuelas-ecuador

ove/mahv

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