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Elevan la calidad de la educación pública en Panamá

Panamá/25 septiembre 2017/Fuente: Día a Día

Este jueves se llevó a cabo la final del Concurso por la Excelencia Educativa 2017, en el Teatro Anayansi, del Centro de Convenciones Atlapa.
De unos 288 centros educativos que participaron, sobresalieron seis colegios, gracias al resultado de las pruebas de  lenguaje, ciencias y matemáticas.
Del total inscrito de participantes, otras 201 escuelas fueron preseleccionadas y avanzaron a la primera ronda de evaluación. De esos, solo unos 22 centros educativos llegaron a la fase final.
La Fundación Excelencia educativa busca crear en la sociedad, la expectativa de la educación de calidad para que ésta, sea cada vez mejor.
Las escuelas que resultaron ganadoras fueron:
Primer Lugar:
Sexto grado: Reino de los Países Bajos de Holanda de Panamá
Noveno grado: Centro Bilingüe de Formación Integral Nuestra Señora de la Merced de Panamá
Duodécimo grado: Colegio Félix Olivares de Chiriquí
Segundo Lugar: 
Sexto grado: Centro de Educación Básica General José Nadal Silva de Coclé
Noveno grado: Colegio Pablo Emilio Corsen de Chiriquí
Duodécimo grado: Instituto Nacional de Panamá
La Fundación Excelencia Educativa destacó en mención honorífica a otros 6 colegios:
Reconocimientos especiales:
Sexto grado:
Escuela La Esperanza-Región Occidental Chiriquí
Simral Colman-Región Oriental Comarca Guna Yala
Noveno grado: 
Telebásica El Limón-Región Central Herrera
Centro de Educación Básica General Manuel Urbano Ayarza- Región Oriental Colón
Duodécimo grado:
Escuela Secundaria Ángel María Herrera-Región Central Coclé
Colegio Secundario Zapallal-Región Oriental Darién
Los estudiantes de estas doce escuelas públicas destacaron entre un total de 288 centros educativos que se inscribieron al concurso y que fueron puestos a prueba en lenguaje, ciencias y matemáticas.
Del gran total de inscritos, otras 201 escuelas fueron preseleccionadas y avanzaron a la primera etapa de evaluación. De aquí, solo 22 centros educativos llegaron a la fase final revelada esta noche con gran entusiasmo en la ceremonia que se llevó a cabo en el Teatro Anayansi, del Centro de Convenciones Atlapa.
Solo en los primeros lugares se estiman premios por un aproximado de 208 mil dólares, estos premios incluyen equipo tecnológico para estudiantes y docentes, además de capacitaciones. En tanto que, los segundos lugares se hicieron acreedores a premios por un total de 95,285 dólares.
La Fundación Excelencia educativa impulsa este galardón con el propósito de crear en la sociedad, la expectativa de la educación de calidad para que ésta, sea cada vez mejor.

Fuente: http://www.diaadia.com.pa/el-pais/elevan-la-calidad-de-la-educacion-publica-en-panama-325190

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Destino del país, educación y la cuarta revolución industrial (6)

Uruguay / 24 de septiembre de 2017 / Autor: Renato Opertti / Fuente: El Observador

En los dos artículos anteriores identificamos cuatro ejes fundamentales de una propuesta educativa que incentive formar y aprender sin umbrales. Estos son: personalización de los aprendizajes, un currículo ligado al mundo real, ambientes de aprendizaje innovadores y flexibles, y relaciones de mentor entre docentes y estudiantes. Los cuatro ejes son en gran medida el cimiento de la propuesta impulsada por Eduy21 de una educación unitaria de 3 a 18 años que se compone por: (i) una educación de la niñez y la adolescencia que integre los niveles inicial, primario y medio – una educación básica de 3 a 14– y (ii) una educación de jóvenes de 15 a 18 que amplíe, integre y potencie componentes tradicionalmente identificados como de educación secundaria, así como de técnico-profesional y vocacional.

La propuesta de una educación básica y de jóvenes se sustenta en un enfoque por competencias como uno de los criterios orientadores de los procesos de enseñanza y aprendizaje que no excluye, en absoluto, otras miradas complementarias y necesarias del currículum – sobre el para qué y qué de educar y aprender-, de la pedagogía – cómo educar y aprender – y de la docencia – orientar y facilitar al aprendiz y a los aprendizajes-. Las propuestas educativas más eficaces tienden a ser más una combinación de enfoques, que la sola adscripción a una corriente de pensamiento (Eduy21 & El Observador, 2016).

Según surge de la evidencia mundial, la introducción progresiva de un enfoque por competencias supone repensar el sistema educativo en su conjunto (Amadio, Opertti y Tedesco, 2015). No puede reducirse a un cambio, o a un ajuste puntual en el funcionamiento del mismo. Lo que proponemos es un cambio sistémico y progresivo que se plasma en una educación unitaria de 3 a 18 años que resulte vinculante para todos los niveles y las ofertas educativas, sectores públicos y privados. Reafirma la concepción y el rol del Estado garante como igualador de oportunidades de aprendizaje.

En el marco de un enfoque por competencias, la transición desde propuestas educativas estructuradas en niveles –inicial, primaria, secundaria y técnico profesional– a grupos etarios –educación de 3 a 18 años– implica entender y priorizar el desarrollo del niño/a, adolescente y joven integrando aspectos volitivos, valóricos, emocionales y cognitivos. En efecto, implica hacerse cargo que es al mandato y al cerno de los sistemas educativos adaptar sus estrategias de formación a las maneras en que los alumnos aprenden, partiendo de su reconocimiento como sujetos y no como objetos del aprendizaje, así como entender sus necesidades, ritmos de progresión y motivaciones con los propios aprendizajes. Se trata, en efecto, de una renovada forma de organización de la educación, alternativa a la actual fragmentada en niveles.

Teniendo claridad en la magnitud e implicancias que supone avanzar de manera progresiva y ordenada en un enfoque por competencias, nos parece importante realizar cinco puntualizaciones.

En primer lugar, se deben diferenciar dos maneras complementarias de entender las competencias. Por un lado, la identificación de las competencias que son necesarias desarrollar en alumnas/nos a la luz de los imaginarios de sociedad, la formación en ciudadanía, los planes de desarrollo económico y social y el bienestar colectivo que son definidos y consensuados por el sistema político y educativo. Por otro lado, las competencias visualizadas como herramientas metodológicas –por ejemplo, pensamiento crítico, creatividad y trabajo en equipo– que se apropian los alumnos para responder a desafíos que plantean situaciones de aprendizaje y de la vida real. Mientras que la primera es más una discusión sobre las concepciones de sociedad y educación –podría denominarse enfoque programático que debe ligar las competencias a objetivos transformacionales de la sociedad-, la segunda es más de uso de herramientas por parte de los alumnos– enfoque pedagógico-. Ambas son necesarias y complementarias.

En segundo lugar, las competencias no son solo aplicación de conocimientos a contextos específicos, sino esencialmente la capacidad de cada persona de discernir qué conocimientos son necesarios usar para que conjuntamente con movilizar valores, actitudes, emociones y habilidades, poder responder a diversidad de situaciones problematizadas como desafíos. La aplicación de conocimientos es parte del proceso de desarrollo de una competencia, pero no la agota. No se aplican conocimientos vaciados de referencias solo como un ejercicio cognitivo, desconociendo que las emociones son la base del desarrollo de los aprendizajes y que los valores están implicados en su desarrollo.

En tercer lugar, el conjunto de desempeños definidos como competentes para apoyar el desarrollo de la persona, la vida en sociedad, el ejercicio de la ciudadanía y el trabajo, no son construcciones en abstracto, sino que tienen a la vez la pretensión de estar conectadas a realidades locales y de ser indicativas de desempeños universales que pueden transferirse a otros contextos a escalas global y local. En efecto, lo global y lo local están en relación de mutua dependencia.

En cuarto lugar, los temas transversales de formación, comunes a la educación de 3 a 18 años – por ejemplo, inclusión, educación Steam (por sus siglas en inglés, Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas), enfoque de género y educación para la ciudadanía global y local – orientan la selección y el desarrollo de las competencias, pero no son competencias como tales. Por ejemplo, la transversalidad de la educación Steam, priorizada como política educativa desde la educación inicial en adelante, no se traduce ipso facto en competencias Steam, sino que ayuda a la identificación de los desempeños competentes que requiere una persona para desarrollar, lograr y evidenciar la alfabetización Steam.

En quinto lugar, el desarrollo y la evaluación de las competencias, liga coherentemente el para qué y el qué de educar y aprender con el cómo, cuándo y dónde hacerlo y evidenciarlo. Las competencias son evaluadas para apoyar y potenciar los aprendizajes. Más aún, implica asumir que hay maneras múltiples y escalonadas, de ir evidenciando cómo el alumno va progresando en el desarrollo de las competencias, y que existen variedad de formas alternativas para demostrar “maestría” en proyectos y saberes específicos y relevantes por parte del mismo (Eduy21, 2017).

Los alumnos pueden lograr un desempeño competente eligiendo diversidad de caminos para responder a situaciones problema, que no son fácilmente encasillables en las categorías de “correcto e incorrecto”. Esencialmente, la evaluación por competencias plantea el desafío para el docente de retroalimentar las producciones de los estudiantes en un sentido constructivo, e identificando/explicando matices, más que en señalarle a los mismos que “está bien o mal”. Usar acertadamente la evaluación como soporte de los aprendizajes, es una manera efectiva, entre otras necesarias, de contrarrestar la expulsión de los jóvenes del sistema educativo.

Fuente del Artículo:

http://www.elobservador.com.uy/destino-del-pais-educacion-y-la-cuarta-revolucion-industrial-6-n1122200

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Destino del país, educación y la cuarta revolución industrial (4)

Uruguay / 24 de septiembre de 2017 / Autor: Renato Opertti/ Fuente: El Observador

 

En el artículo anterior se señalaba que una agenda de cambios educativos en diálogo con las necesidades de desarrollo del país y las implicancias de la cuarta revolución industrial, implica revisar el concepto de educación y de sistema educativo, de cara a ampliar y democratizar oportunidades de aprendizajes desde cero a siempre. Ahondando en los aspectos conceptuales, entendemos que dicha agenda se sustenta en cinco ejes fundamentales en la dirección de formar y de aprender sin umbrales, a saber: aprendizaje personalizado, protagonismo de los estudiantes, un currículo ligado al mundo real, ambientes de aprendizaje innovadores y flexibles, y relaciones de mentor entre docentes y estudiantes. Analizaremos hoy el primero de los cinco ejes que es el fundamento de los otros cuatro.

Aprendizaje personalizado implica básicamente dos aspectos complementarios: (i) que los estudiantes, entendidos y respetados como seres singulares, aprenden con herramientas de estudios / recursos de aprendizaje adaptados a sus capacidades (Dunwill, 2016; Henny, 2016; McClure, 2016) y (ii) que los docentes abordan el desafío que los estudiantes aprendan en un ambiente de aprendizaje flexible y personalizado que puede implicar clases más enfocadas en la apropiación de la tecnología como medio de instrucción común a diversas áreas de aprendizaje y asignaturas, y su uso extendido, para contribuir a que los procesos formativos tengan mayor sentido y entusiasmen al estudiante (USCRossierOnline, 2014; EDUY21, 2017).

La personalización de los aprendizajes está crecientemente respaldada en los desarrollos de la psicología cognitiva y de las neurociencias que abonan la idea que cada cerebro es un mosaico único de características (Joel, 2015). Todas las personas a diferentes edades tienen un potencial de aprendizaje a descubrir y fortalecer, que es el correlato que cada uno es un ser especial/único que aprende de manera singular en interacción con sus pares, docentes, familias y otras personas/instituciones relevantes.

Nacemos con aproximadamente 85 billones de neuronas y uno de los mayores desafíos que enfrenta el sistema educativo yace en estimular el crecimiento y la conexión entre las mismas, así como su intensidad, fortalecimiento y eficiencia. El grado de solidez de la propuesta educativa va a marcar fuertemente a diferentes edades las posibilidades de desarrollo del alumno en un conjunto de saberes y competencias que son claves para su desempeño competente en la sociedad como persona, ciudadano y miembro de la comunidad.

Hoy se dispone de evidencia concluyente que la calidad de la experiencia del entorno de una persona –en este caso, si los estímulos del ambiente educativo son adecuados y enriquecedores– están modificando constantemente nuestra sinapsis –básicamente el mecanismo de comunicación entre dos o más neuronas – y remodelando nuestro cerebro. Lo que se conoce como neuroplasticidad implica que el cerebro cambia físicamente cuando aprendemos algo nuevo (Reigosa-Crespo et.al., 2012; Moll & Lent, 2016; Ribeiro, et.al., 2016; Book of the Brain, 2017). Si bien la neuroplasticidad del cerebro es mayor en los inicios de la vida – aproximadamente a la edad de 6 años se tiene el 90% de las neuronas de un adulto– ocurre a lo largo de la vida, lo cual argumenta en favor de la necesidad de facilitar oportunidades de formación sin fronteras etarias.

El cerebro incide pues en los aprendizajes, pero asimismo los aprendizajes estimulados por sus entornos inciden en el desarrollo del cerebro. Es una relación de ida y vuelta que demanda por los menos dos tipos de consideraciones básicas. Por un lado, la necesidad de un conjunto coordinado de políticas sociales y familiares vinculadas a estimulación temprana, licencias de maternidad para madres y padres, modalidades integrales de atención a la infancia, asignaciones familiares con contraprestaciones verificables, estilos saludables de vida y nutrición. Su objetivo principal es apoyar un desarrollo integrado de la persona en los períodos críticos de la infancia, la niñez y la adolescencia.

Por otro lado, un sistema educativo que encare decididamente los desafíos de aprendizajes asociados a diferentes edades. Por ejemplo, se sabe que, durante la niñez, la memoria, las competencias sociales, así como la alfabetización básica en lectura y matemática se desarrollan largamente entre las edades de 4 a 8 años, mientras que el uso de estas competencias para sostener mayores y más complejos aprendizajes tienen lugar entre los 8 y 12 años (Filgueira & Porzecanski, 2017). Básicamente estas competencias y conocimientos se traducen en un crecimiento de la conexión entre neuronas (sinapsis) denominada materia gris. La educación inicial y primaria son claves como base de todo el andamiaje del desarrollo del alumno. Si no lo hacen bien, simplemente los problemas se trasladan al nivel siguiente.

Asimismo, el período de la adolescencia es crecientemente caracterizado como una ventana de oportunidades ya que el cerebro que sigue en período de crecimiento es particularmente receptivo a las influencias ambientales positivas. Lo que sucede es que el número de conexiones sinápticas –materia gris– alcanzan su pico a la edad de 11 años para la niña, y de 12 para el niño. A posteriori se verifica un proceso de depuración quedando aquellas conexiones entre neuronas que son más estimuladas su uso. El sistema educativo cumple un rol crítico en contribuir a ampliar, fortalecer y hacer más rápidas las conexiones entre las neuronas en los adolescentes –denominada materia blanca– lo cual es fundamental para un desarrollo integrado y equilibrado de las competencias emotivas, sociales y cognitivas. Precisamente, el desarrollo y la maduración de la corteza prefrontal que está asociado a la capacidad de planificación, control y empatía, ocurre primariamente durante la adolescencia y es logrado plenamente a la edad de 25 años (Filgueira & Porzecanski, 2017; Book of the Brain, 2017).

Un sistema educativo como el nuestro, con altas tasas de expulsión de la educación media, puede, sin intención alguna, contribuir a transformar la adolescencia de una ventana de oportunidades en una ventana de vulnerabilidades que afecten y en muchos casos, sentencien su desarrollo en un sentido negativo.

En suma, la personalización de los aprendizajes en ambientes educativos enriquecidos y apoyados por políticas sociales y familiares robustas, es una respuesta adecuada al reconocimiento de la singularidad de las personas en sus maneras de aproximarse a y de efectivamente educarse y aprender.

Fuente del Artículo:

http://www.elobservador.com.uy/destino-del-pais-educacion-y-la-cuarta-revolucion-industrial-4-n1115739

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Chile: Debate sobre Educación: ¿Y la calidad, cuándo?

Chile / 24 de septiembre de 2017 / Autor: Nicolás Vergara y Matías del Río / Fuente: Radio Duna

Nicolás Vergara y Matías del Río en la sección “Temas País”, conversaron con Harald Beyer, Director del Centro de Estudios Públicos; Ricardo Paredes, rector del Duoc UC; y Cristián Bellei, investigador del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la U. de Chile; sobre la necesidad de ampliar el debate en temas educacionales más allá del lucro y la gratuidad.

 

 

La educación es uno de los temas que más controversia ha generado, no solo a nivel de colegios, sino que también a nivel político.

Si bien existen universidades como la Católica y la Chile que encabezan los rankings a nivel internacional, como el de la revista Times Higher Education (THE)a nivel escolar el país tienen uno de lo peores niveles de los 35 miembros de la Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico (OCDE) .

Frente a esto, en Hablemos en Off , el rector del Douc UC, Ricardo Paredes, aseguró que “hemos perdido mucho tiempo y dinero, y no hemos discutido los temas importantes en educación”.

Por su parte, el director del Centro de Estudios Públicos y ex ministro de Educación, Harald Beyer, se refirió a los proyecto que no han logrado avanzar en el Congreso y aseveró que “el país en los temas educacionales se ha demorado mucho”.

Según el miembro del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile, Cristián Bellei , “el país ha perdido la convicción sobre la necesidad de tener el sistema público como la columna vertebral de la educación”.

Los tres expertos concordaron que no solo el lucro y la gratuidad son los temas que hay que discutir en educación, sino que hay que ampliar el debate sobre calidad, tecnología y la forma en la que se está enseñando.

Fuente: 

Debate sobre Educación: ¿Y la calidad, cuándo?

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El lado oscuro de la OCDE (II): de regreso al analfabetismo

Colombia / 24 de septiembre de 2017 / Autor: Julián López de Mesa Samudio / Fuente: El Espectador

Una de las deficiencias más graves y serias del actual sistema educativo promovido por la OCDE, adaptado por el Ministerio de Educación y forzado sin mayor reflexión en colegios y universidades, es aquella que tiene que ver con la progresiva disminución y atraso en las aptitudes básicas de lectura y escritura de los estudiantes en todos los órdenes de la educación.

De unos años para acá, las instituciones de educación superior se han visto en la necesidad de cubrir las muy serias deficiencias en habilidades comunicativas de los estudiantes de primeros semestres, a quienes reciben cada vez peor preparados en estas competencias. Esta carencia, que con el tiempo se vuelve cada vez más difícil de superar (como con las operaciones matemáticas básicas, lo ideal es aprenderlas más pronto que tarde pues de éstas dependen otras competencias), se desprende del poco interés que los colegios le ponen a la lectura y a la escritura, debido en parte a la presión estatal que condiciona sus sellitos de “alta calidad” a hacer énfasis en materias y habilidades matemáticas, fácilmente mensurables y por tanto necesarias para los tales rankings y las absurdas exigencias de pseudocalidad aparejadas a aquellos (a su vez mecanismos de control, homogenización y nivelación por lo bajo de la educación como parte del plan OCDE para Colombia).

De otra parte, dicha carencia también se debe a que el Gobierno se ha encargado de privatizar aún más la educación, fomentando los monopolios de empresas privadas que se lucran de la misma —dentro de las que sobresale la Editorial Santillana—, entregándoles los procesos que tienen que ver con el acceso a la lectura y la escritura, así como la preparación de las pruebas estandarizadas que exige la OCDE, atando a colegios y padres al mediocre y costosísimo “plan lector” que liga la lectura y las habilidades académicas dependientes de ésta a los obscuros títulos y aún más obscuros escritores cuyos derechos de autor manejan esas mismas editoriales.

¿Cuánto nos cuesta a los padres el anodino plan lector atado a una serie de servicios obligatorios y restricciones absurdas, como la imposibilidad de que otros niños puedan usar los libros ya usados debido a que cada plan tiene un “código de acceso” personal para entrar a la plataforma virtual de Santillana, por ejemplo? En algunos casos, el precio supera el de las matrículas.

Mientras que sería fácil para colegios, muy barato para padres y de infinita mayor pertinencia para los estudiantes crear un plan lector con autores y obras que pertenezcan al dominio público, textos cuya calidad ha sido probada por el tiempo —los cuentos de los hermanos Grimm o las poesías de Rafael Pombo, por ejemplo, de seguro estimulan más la lectura en los niños que ¡Hola!, que me lleva la ola—, nuestro Gobierno prefiere seguirle apostando a subirle los costos a la educación, bajando la calidad de la misma y privilegiando a pocas empresas cuyo interés no es educar sino lucrarse.

El pésimo contenido de los planes lectores, sumado al escaso estímulo para seguir leyendo y escribiendo por la baja calidad del plan lector, del tiempo y de los recursos dedicados por los colegios a estimular y a fomentar la lectura y la escritura, está creando una generación entera que no se puede comunicar de manera adecuada ni profesional ni personalmente, con la infinitud de problemas a todo nivel que esto desencadena, además de generar costos para las instituciones de educación superior que han de asumir una falencia en la educación básica que no les corresponde.

La paulatina vuelta al analfabetismo, otra de las herencias de la OCDE.

Fuente del Artículo:

http://www.elespectador.com/opinion/el-lado-oscuro-de-la-ocde-ii-de-regreso-al-analfabetismo-columna-714122

Fuente de la Imagen:

http://ediciones-sm.com.mx/?q=blog-Las-aulas-mexicanas-tienen-exceso-de-alumnos-OCDE

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La formación continua de docentes desde sus prácticas pedagógicas

Nicaragua / 24 de septiembre de 2017 / Autor: David Otero Mendieta / Fuente: El Nuevo Diario

Diversos estudios nacionales e internacionales nos informan sobre los desafíos que tiene nuestro sistema educativo respecto a la calidad de lo que aprenden y cómo están aprendiendo los estudiantes. Múltiples encuestas, exámenes de conocimiento, investigaciones, diagnósticos, sistematizaciones y diversas formas de indagación nos proveen de evidencias sobre los bajos resultados referidos a conocimientos y habilidades cognitivas y no cognitivas que deben dominar las personas para superar su estado de empobrecimiento y alcanzar prosperidad.

Los niveles de logros de aprendizajes en lectura, escritura, cálculo matemático  y uso de métodos de investigación científica son aún insuficientes en correspondencia con las competencias deseadas en el currículo para que nuestros estudiantes sean aptos en desempeñarse como ciudadanos emprendedores e innovadores.

Uno de los factores relacionados con la calidad educativa es la formación docente. El Informe de resultados del TERCE sobre factores asociados considera que: “La formación inicial y continua, junto con la experiencia del profesor, constituyen la base sobre la cual se sostiene cualquier innovación curricular o pedagógica… La preparación del docente se concibe como un proceso permanente dentro de una concepción de aprendizaje constante” (Unesco, 2015, p.92).

Es importante entender las contradicciones ocurridas entre la tradicional y novedosa formación docente que necesitamos los educadores para que los estudiantes logren aprendizajes significativos. Sin embargo, el mayor desafío es cómo hacemos para solucionar los problemas identificados. ¿Qué aportes ofrecer desde las instituciones educativas (escuelas, institutos, centros educativos, colegios, universidades, entre otros) para que suceda una formación continua docente exitosa desde su práctica pedagógica? ¿Cómo hacer puentes que conecten entre las políticas educativas diseñadas por el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, que tienen la intención de mejorar la calidad educativa, y las practicas pedagógicas que realizan los docentes en las instituciones educativas desde sus propias realidades etnográficas?

Hace cinco meses, un equipo de investigadores en educación, nicaragüenses y de otros países, iniciamos un proyecto de investigación en un centro educativo de Managua, y desde esta experiencia, estamos validando un modelo de formación continua docente en didáctica sobre el método de aprendizaje basado en proyectos; en tecnologías de la información y las comunicaciones como herramienta de apoyo a las actividades didácticas; en evaluación de los aprendizajes basado en evidencias para el mejoramiento continuo; en gestión de las emociones orientadas hacia el aprender a convivir.

Desde los enfoques de investigación – acción y de experimentación, hemos constatado que en la medida que los docentes entienden cómo funciona en ellos este tipo de aprendizaje, cómo se organiza, planifica y evalúa, cómo utilizan las herramientas tecnológicas para lograr los objetivos de aprendizajes deseados y cómo los investigadores, les acompañamos, aumentan su  inquietud y pasión en implementar las nuevas formas de aprender con sus estudiantes y compartirlo entre sus compañeros docentes. La pasión del docente se evidencia en su fuerte interés a seguir aprendiendo y en el nuevo clima de aprendizaje que ocurre con sus estudiantes, colectivo docente y familias.

Entre lo nuevo que han incorporado los docentes en sus prácticas pedagógicas, están las siguientes: i) Un espacio y tiempo organizado en la escuela para su formación continua, ii) la planificación de unidades didácticas con el método de aprendizaje por proyectos, iii) la realización y participación en clases abiertas hacia otros docentes y retroalimentación de esas clases, iv) uso de la rúbrica como método de evaluación de aprendizajes cualitativos y formativos, v) dosificación de la evaluación en proceso y la evaluación sumativa, vi) práctica de la coevaluación estudiante–estudiante y estudiante–docente, vii) realización de clases utilizando teléfonos celulares, Tablet, computadoras de escritorio y datashow con aplicaciones tecnológicas.

El método Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) que aplicamos en el proceso educativo es definido en “www.aulaplaneta.com”, como: “… una metodología que permite a los alumnos adquirir los conocimientos y competencias clave en el siglo XXI mediante la elaboración de proyectos que dan respuesta a problemas de la vida real”.

Esta metodología es diferente a la metodología tradicional, en la que el docente se ocupa de un rol transmisor de información y asume una autoridad formal. Sin embargo, desde ABP, el docente se  preocupa y se ocupa en tener un rol de facilitador, tutor, guía, mentor o asesor, quien acompaña a los estudiantes en abrir la llave de sus talentos para entrar en sus conocimientos previos y descubrir  nuevos conocimientos; en probar y no en aprobar. Además, mientras que en el Aprendizaje tradicional, los docentes organizan solo el contenido en exposiciones de acuerdo a su disciplina, desde el ABP, estos diseñan sus planes en equipo con otros docentes y áreas de conocimiento en base a dosificar problemas abiertos, que los vinculan a productos, competencias, contenidos y actividades de lengua, literatura, matemática, ciencias sociales, inglés, entre otras, generando sentido e interés por los estudiantes para resolver problemas reales de sus vidas y su entorno de vida. La participación protagónica de los estudiantes en el ABP supera a la participación pasiva de los estudiantes en clases tradicionales.

Fuente del Artículo:

http://www.elnuevodiario.com.ni/deportes/440623-formacion-continua-docentes-sus-practicas-pedagogi/

Fuente de la Imagen:

http://www.uniremington.edu.co/facultades-uniremington/facultad-de-educacion-y-ciencias-sociales/noticias/463-ruta-de-formacion-docente.html

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Pedagogía de la abundancia y la escasez

República Dominicana / 24 de septiembre de 2017 / Autor: Félix Bautista / Fuente: Listin Diario

Las enciclopedias y diccionarios de economía definen la abundancia y la escasez como términos económicos de significados contrapuestos. Se considera abundancia cuando la existencia de bienes disponibles satisface plenamente las necesidades de la sociedad. La abundancia nunca será absoluta, pues aunque se considere disponer de una cantidad ilimitada de bienes y servicios, los consumidores siempre tendrán deseos insatisfechos, lo que implica que en la vida cotidiana es una utopía considerar la abundancia en términos de bienes económicos.

En realidad, la abundancia solo es posible atribuirla a los llamados “bienes libres”, es decir, aquellos no económicos que se disfrutan sin ningún costo; como por ejemplo el aire, la energía solar, el viento, entre otros.

Los modelos económicos tienen por objeto el estudio de la forma en que las sociedades administran sus escasos recursos para producir bienes y servicios, y satisfacer las necesidades crecientes de la población. En este orden, el concepto de abundancia se analiza a partir de la denominada Ley de la demanda.

Cuando la demanda supera la oferta, o lo que es lo mismo, cuando las necesidades son superiores a la disponibilidad para satisfacerla, tiene lugar el problema de la escasez. Esta última tampoco es absoluta, pues se manifiesta cuando la oferta de un bien económico determinado es limitada.

Extrapolar estos conceptos de abundancia y escasez al ámbito de la educación y de manera específica, en lo relativo a la pedagogía, implica necesariamente, tomar en cuenta los cambios exponenciales experimentados en la red global con la digitalización de contenidos y la apertura de intercambio de información, lo que ha transformado de manera radical la demanda de la industria pedagógica.

El modelo económico que ha sustentado muchas industrias, dedicadas al contenido en la red, lo han hecho fundamentado en la escasez. Actualmente, en los portales virtuales existe una abundancia de contenidos y se desarrollan múltiples modelos económicos en beneficio de la industria. De acuerdo con el especialista en educación y sociología de la Universidad Nacional de Colombia Víctor Manuel Gómez, «la sociedad requiere que su sistema educativo se oriente a dar respuesta a las exigencias y necesidades que hoy demanda la sociedad.»

La sociedad del conocimiento se caracteriza por la era digital, que implica abundancia de contenidos en la red, relevante para el proceso enseñanza-aprendizaje. En economía, la disponibilidad de bienes y servicios y los precios que pagan los consumidores, induce el modelo económico. En cambio, cuando los bienes digitales están disponibles en la red, esto produce un efecto en la disminución de la escasez. Se puede tener acceso a cualquier contenido en línea y siempre estará disponible para otros de manera gratuita.

Eric Schmidt quien fuera el director general ejecutivo de Google hasta el año 2011, expresó que en dos días se produce más información de la que se generó desde el inicio de la historia humana hasta el año 2003, indicando que “el verdadero problema es el contenido generado por los usuarios.”

De este modo, las industrias del conocimiento han tenido que enfrentarse al dilema de transitar de la economía de la escasez a la abundancia de la información. Las publicaciones periódicas que antes se presentaban en contenido físico, con acceso escaso y cuya impresión se generaba según la demanda, hoy se encuentran disponibles en portales digitales. Solo es necesario disponer de un ordenador y la información está al alcance de un “click”. “Las respuestas a la era digital pueden clasificarse como de abundancia y de escasez.”, argumenta Manuel Gómez.

La inteligencia colectiva hoy es universal, lo que ha incidido de manera directa en una reducción de la escasez de conocimientos. En el entorno de la globalización del conocimiento, tiene lugar un desafío que enfrenta la población mundial, y es lograr que más personas tengan acceso a expertos a través de la red; elemento que constituye hoy en día la mayor preocupación, ante la falta de conectividad en el contexto de la llamada brecha digital.

En el año 2016, solo el 43% de la población mundial tuvo acceso a la internet (3,200 millones de personas), lo que significa que el 57% de los habitantes del planeta no tiene acceso, lo que equivale a 4,047 millones de habitantes. De estas cifras, Asia tiene la mayor conectividad (1,622 millones), lo que representa el 51% de los que tienen acceso; Europa 604 millones (19%); África 331 millones (10%); Oriente Próximo 123 millones (3.4%);  Oceanía 27 millones (0.8%); América del norte 341 millones (11%); América Latina y el Caribe 345 millones (11%).

Estas cifras nos conducen a la afirmación de que la pedagogía de la abundancia es el aprendizaje en línea. Este esquema, conocido en inglés como “E-Learning,” ha explorado varios modelos pedagógicos, “las teorías de aprendizaje, como el constructivismo, el constructivismo social y, más recientemente, el conectivismo, forman el cambio teórico de instrucción controlada por un instructor o una institución a un mayor control por parte del alumno.”, según explica George Siemens, experto en enseñanza digital.

De modo que, la “pedagogía de la escasez,” cuyos fundamentos se basan en el establecimiento de conexiones a través de la red, entre un experto y estudiantes ubicados en distintas latitudes, se antepone al tipo de pedagogía instructiva, que contribuye a reducir la escasez de contenidos.

La pedagogía de la abundancia se caracteriza entonces, por contenido abundante, gratuito, variado, económico, viable, benéfico y cercano, donde la información puede ser generada por el propio usuario, permitiendo, una participación en la construcción social del conocimiento.

En la pedagogía de la abundancia, el aprendizaje y el conocimiento, tienen lugar dentro de una red; se alimentan de la diversidad de opiniones; es una conexión especializada de fuentes de información; reside en aparatos inanimados; en fin, hoy día la capacidad para aprender es mayor y más crítica, por el crecimiento exponencial del conocimiento.

Fuente del Artículo:

https://www.listindiario.com/puntos-de-vista/2017/09/20/483168/pedagogia-de-la-abundancia-y-la-escasez

Fuente de la Imagen:

http://jaaapedag.blogspot.mx/2010/12/pedagogia-y-su-relacion-con-otras.html

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