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Uruguay: Advierten un clima político para privatizar la educación

www.elpais.com.uy/24-04-2017

Informe de la Universidad de Barcelona pone de ejemplo las PPP y acceso gratuito a liceos como Jubilar.

La Universidad Autónoma de Barcelona alertó que en Uruguay hay un «clima político propicio» para ir hacia la privatización de la educación. Señala que a través de los proyectos de Participación Público-Privada (PPP) para la construcción de nuevas instituciones públicas, y de colegios privados de acceso gratuito como el Jubilar, se atenta contra la tradición de educación pública que tiene el país.

El trabajo sostiene que «la centralidad adquirida por las propuestas pro-privatización» y el apoyo a estas por parte del gobierno y la oposición, «podría traducirse en cambios significativos a mediano plazo».

La institución española lanzó el estudio «La privatización educativa en América Latina: Una cartografía de políticas, tendencias y trayectorias». Este se compone por 98 páginas en las que se desagrega país por país.

El estudio sostiene que la «privatización latente (…) tiene en Uruguay su caso más emblemático». Esta se caracteriza «por un limitado desarrollo de la oferta privada, pero con una incipiente cooperación público-privada en forma de iniciativas experimentales y de alcance limitado, susceptibles de ser consolidadas y expandidas en un clima político propicio».

El informe apunta a los centros privados de acceso gratuito que se financian a través de donaciones, e incluso los nombra uno por uno. «Se trata de instituciones ligadas a órdenes religiosas y/o mantenidas con donaciones privadas, dirigidas a un alumnado en situación de vulnerabilidad socioeconómica, y que se caracterizan por una amplia oferta extracurricular así como por una jornada escolar extendida. Esta modalidad de escuela, sin embargo, tiene un carácter experimental y acogía en 2015 únicamente a 470 estudiantes, concentrados en tres liceos (Impulso, Providencia y Jubilar) y correspondientes a un 0,3% de la matrícula en secundaria elemental», sostiene la Universidad.

El trabajo dice que la «privatización latente» también se nota en la generación de proyectos a través de PPP. La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) tiene en sus planes la construcción de 165 nuevos centros a través de la modalidad de PPP. Se espera que las obras estén prontas en 2019, para inaugurar en pleno año electoral.

Salida de Mir y Filgueira.

La Universidad alerta una avanzada hacia la privatización sobre todo desde 2013, cuando el senador colorado Pedro Bordaberry presentó un proyecto para que las instituciones «de gestión privada que ofrezcan un servicio educativo a tiempo completo acompañado de servicio de alimentación en zonas desfavorecidas», reciban un financiamiento público.

Para la institución una posible «alianza» entre el sector privado y el Estado también es vista con buenos ojos incluso desde el Frente Amplio, por figuras como el exsubsecretario Fernando Filgueira y el exdirector de Educación, Juan Pedro Mir.

El trabajo, que fue hecho a pedido de sindicatos de la educación de varios países, incluidos los uruguayos, señala que el afán de algunos miembros de gobierno por generar planes de cooperación público-privada en el sistema tienen un fuerte rechazo gremial. Y alerta que «el nivel de conflictividad derivado de este debate habría contribuido a la salida de Filgueira y Mir». También dice que la fundación EdUy21, que ambos lideran, intenta imponer «una agenda marcadamente eficientista», junto con «actores del tejido empresarial».

El documento destaca que el porcentaje de alumnos en la educación privada se ha mantenido entre el 10% y el 15% a lo largo del siglo XX y que «hasta la fecha (el documento se publicó este mes) no existe ningún programa de subsidios a la educación privada en sentido estricto, si bien sí se identifican otras formas de transferencias de recursos al sector privado», dice en referencia a las exoneraciones impositivas.

Colegios como formadores de dirigentes.

La Universidad de Barcelona dice que «la educación privada tiene un claro componente de élite (en Uruguay), quedando reservada a las clases más acomodadas a razón de cuotas de acceso». Agrega que colegios católicos «coexisten con establecimientos vinculados a otras tradiciones religiosas o culturales (escuela alemana, italiana, judía), cumpliendo en cualquier caso una función similar y vinculada a la formación de dirigentes».

*Fuente: http://www.elpais.com.uy/informacion/advierten-clima-politico-privatizar-educacion.html

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La buena educación: Diálogo con Fourier, Montessori y Morin

Por:  Emma Rodríguez

Hablemos de lo que hablemos, siempre acabamos refiriéndonos a la educación. Cuando analizamos el presente: la crisis de valores, las políticas neoliberales, los daños ecológicos, el conflicto migratorio, la banalización del pensamiento, de la cultura, y tantos y tantos otros asuntos preocupantes que reclaman nuestra atención, siempre terminamos siendo conscientes de la importancia de la educación. No puede haber transformaciones profundas sin cambios en el sistema educativo; no podemos avanzar hacia sociedades más solidarias si no se enseña a los jóvenes a valorar y respetar a los otros; no es posible acabar de raíz con la corrupción si se siguen poniendo como ejemplos a seguir a quienes son capaces de saltar por encima de la ética, de la dignidad, con tal de enriquecerse; no se puede alcanzar la igualdad entre los sexos sin una enseñanza que la reivindique abiertamente y la promueva. En todo esto coinciden Charles Fourier, María Montessori y Edgar Morin, protagonistas de este artículo, tres voces que dialogan desde tiempos y circunstancias diferentes.

A los tres he llegado convencida de que la educación nos atañe porque es algo que nos toca muy de cerca, porque nos preocupan nuestros hijos y el devenir de las próximas generaciones. Porque valoramos a quienes ejercen la enseñanza con pasión y entusiasmo, saltando por encima de recortes y nefastos planes educativos en la medida de sus posibilidades. Porque no podemos evitar llevarnos las manos a la cabeza y firmar las peticiones y manifiestos que haga falta cuando se elaboran leyes que pretenden arrinconar, silenciar, las Humanidades.

Hemos apoyado las reivindicaciones de la Marea Verde en los últimos años, hemos defendido la Educación Pública, su mejora, sabedores de que es una causa común, una causa que nosotros, la gente corriente, enarbolamos con orgullo. Y cada vez tenemos más claro que para construir un mejor futuro hacen falta ciudadanos activos, críticos, con capacidad de reflexión, no dormidos, no adocenados, no sumisos, no obedientes en demasía; sí respetuosos, sí honestos.

Fotografía © Enrique de la Peña

Todo pasa por la educación. No nos cabe duda. El tema está en la calle, a todos los niveles. No dejo de percibirlo en mi entorno: en las conversaciones que mantengo con amigos y conocidos, en las entrevistas que realizo. “No hay forma de salir de la la monstruosa educación deformadora de los exámenes constantes. La idea del control permanente es algo absolutamente inquisitorial, y por supuesto castrante, aniquilante, porque el conocimiento, el “bienser”, se educa desde la libertad y la libertad se educa desde el diálogo, desde la apertura del diálogo con los otros y sobre todo con los libros. La lectura es el ejemplo más clásico de la libertad de inteligencia, de pensamiento. Leer es libertad, nos permite salir de nosotros mismos, de nuestro entorno pequeñito, y abrirnos a un universo nuevo”, indica el filósofo Emilio Lledó, a quien ahora recurro como telonero, telonero de Fourier, de Montessori, de Morin.

El ser humano es lo que la educación hace de él. Si a ti de pequeño te meten únicamente frases hechas en la cabeza; si te introducen lo que yo llamo grumos pringosos, ya no vas a poder pensar, ya no vas a poder ser libre, ni tener un espíritu creador, ni siquiera racional…”, prosigue el pensador. Y a su lado, interviene, también preparando el terreno el profesor italiano Nuccio Ordine, autor del revelador manifiesto La utilidad de lo inútil.

Emilio Lledó: “El ser humano es lo que la educación hace de él. Si a ti de pequeño te meten únicamente frases hechas en la cabeza; si te introducen lo que yo llamo grumos pringosos, ya no vas a poder pensar, ya no vas a poder ser libre, ni tener un espíritu creador, ni siquiera racional…”

“No se va a la escuela, al instituto, a la universidad, para conseguir un diploma, una licenciatura, sino que se estudia en primer lugar para mejorar como personas. Debemos ayudar a los jóvenes a eliminar esa idea, propia de estas sociedades utilitarias, de que se estudia con el objetivo de conseguir algo material”, declara. “Los chicos deben escoger en la universidad las disciplinas que aman. Hay que evitar esa degeneración de la enseñanza dirigida a obtener resultados como única meta, olvidando que el saber debe llevar a los estudiantes a entenderse mejor a sí mismos y al mundo que les rodea, amar el bien común, a ser tolerantes, a comprender que la solidaridad es una de las cosas más importantes de la vida de un ser humano”, seguimos sus palabras, dando paso a otros dos participantes en este debate abierto: el también filósofo Santiago Alba Rico y la catedrática y académica Aurora Egido.

Actualmente, como consecuencia de las políticas privatizadoras, de la reducción de presupuestos, la educación ha quedado en manos de profesores y maestros heroicos y desautorizados que están haciendo una labor que muchas veces no tenemos en cuenta y que hay que recordar para también cambiar de políticas y de gobiernos que se preocupen de proporcionarles los medios que les podrían permitir descansar un poco de su heroísmo. No puede ser que en una sociedad el mantenimiento de la civilización repose en el heroísmo y la abnegación de unos cuantos maestros, de unos cuantos médicos, de unas cuantas enfermeras…”, seguimos la argumentación del primero, con quien coincide ampliamente Egido: “Los profesores de enseñanza media son los verdaderos héroes de nuestro tiempo, sin descontar, por supuesto, a los de la primera enseñanza, a los maestros. Ahí es donde el vacío es enorme, empezando porque la literatura se ha convertido en una “maría”, como se decía antes. La han ido denigrando cada vez más en los sucesivos programas. Se ha optado por fragmentarla, por transmitirla  a través de una serie de textos, de fragmentos, donde a pequeñas dosis se intenta suplir lo que es la lectura de una obra completa…”

Fotografía © Enrique de la Peña

Son muchos los diálogos mantenidos en “Lecturas Sumergidas” en los que los protagonistas opinan sobre la educación. Y también son muchos los libros leídos, tanto de ficción como de no ficción, que acaban transitando por la misma senda o cruzándose con ella. Oigamos, por ejemplo, lo que dice Erich Fromm, una de las referencias de esta publicación al respecto: “La educación generalmente intenta preparar al estudiante para que tenga conocimientos como posesión, que por lo general se evalúan por la cantidad de propiedad o prestigio social que probablemente tendrá más tarde (…) Las escuelas son las fábricas que producen estos paquetes de conocimientos generales, aunque usualmente afirman que intentan poner a los estudiantes en contacto con los logros más elevados del pensamiento humano (…)  En el modo de ser, el conocimiento óptimo es conocer más profundamente. En el modo de tener, consiste en poseer más conocimientos”.

Erich Fromm: “Las escuelas son las fábricas que producen estos paquetes de conocimientos generales, aunque usualmente afirman que intentan poner a los estudiantes en contacto con los logros más elevados del pensamiento humano”

Podría seguir recopilando aquí pareceres e ideas –os animo a repasar nuestro sumario–, pero mejor no extender más este prólogo y abrir las puertas a nuevas voces. Enlazando con lo anterior os digo que, muy atenta a lo que pasa a mi alrededor, inspirada por tantas reflexiones enriquecedoras, me animé a seguir indagando, desde mi posición de lectora inquieta, nunca de especialista en la materia. Y me alegró enormemente encontrar en las librerías, publicado por Errata Naturae, un ensayo con un atractivo interrogante como título: ¿Cómo educar para la libertad y la felicidad?, de Charles Fourier (1772-1837), pensador francés libertario, crítico a ultranza del capitalismo, defensor del cooperativismo y de un tipo de enseñanza absolutamente visionaria en su tiempo  e inspiradora hoy de proyectos renovadores, alternativos, como bien indican los editores en la contraportada, citando como ejemplos a Waldorf, Montessori y todo tipo de Escuelas Libres, Escuelas Democráticas y colegios públicos excepcionales que apuestan por proyectos heterodoxos.

En pocas líneas, a modo de resumen, los responsables de Errata dicen mucho acerca de todas estas experiencias que trabajan por promover nuevos valores: “educar desde la empatía, desarrollar la inteligencia emocional, favorecer en todo momento las decisiones y el libre juicio de los alumnos, adaptar a los educadores al ritmo de los pequeños y no al revés, transformar los espacios educativos para facilitar la creatividad y la interactividad entre niños de todas las edades, establecer la conciencia ecológica y el respeto de la diferencia como valores pedagógicos centrales, educar por igual el cuerpo y la mente, dedicar tanto tiempo a la supuesta “inteligencia práctica” como a la sensibilidad y la apreciación estética, y, por supuesto, sin distinción de género…”

¿De verdad todo esto es nuevo? se nos pregunta en este breve texto que, sin duda, consigue el efecto deseado: que vayamos al principio, a la fuente de la que siguen brotando muchas de las teorías educativas más avanzadas ahora mismo. La utopía de Fourier, su idea de comunidades autosuficientes (falanges o falansterios) más allá de las normas y reglas morales de la sociedad de su época, dentro de un estado al que daba el nombre de “Armonía” sigue cautivándonos y sorprendiéndonos. La educación para él es una parte esencial de esa aventura integradora. En muchas de sus líneas básicas coincide con la pedagoga italiana María Montessori, otra adelantada a su época con la que, asimismo, en muchos de sus principios está de acuerdo Edgar Morin, quien nos habla desde la más inmediata actualidad. Pero vayamos paso a paso, por partes.

CHARLES FOURIER: LA SIEMBRA DE PASIONES

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Charles Fourier

Si algo se permitió Charles Fourier fue imaginar, soñar, poner en acción su energía creativa. Os advierto que para acceder a sus teorías, a sus ideas, hay que dejar fuera los zapatos, entrar en su mundo descalzos de prejuicios, de verdades preconcebidas, y estar dispuestos a aprovechar sus indicaciones. Al leer a este hombre nos asombra que hayamos avanzado tan poco. Si sus ideas escandalizaron a la gente bienpensante de su tiempo, muchas siguen haciéndolo ahora. En un presente en el que el poder y los medios de comunicación tradicionales se afanan por imponer discursos homogéneos y en apariencia políticamente correctos –aunque en el fondo les anime el interés y les afee el cinismo– Fourier sigue siendo un provocador, un espíritu a contracorriente.

Confieso que a mí me han resultado extrañas algunas de sus propuestas y de sus terminologías; que me he movido por las páginas del ensayo entre anonadada y sumamente atraída, tanto por su contenido como por el estilo jovial, no exento de humor, de ironía, del autor. Reconozco que precisamente esa extrañeza, esa sensación de estar ante un libro agitador, ante una obra que a ratos me hacía sentir identificada y a ratos me sumía en el desconcierto, resultó ser un aliciente para seguir adelante, un estímulo añadido. Las ideas de Fourier, expresadas hace ya dos siglos, resultan desafiantes. Este ensayo que tengo entre las manos es capaz, tanto tiempo después, de abrir un debate necesario e inteligente. No se trata de creer a pies juntillas en todo lo que se expone, pero sí en tomar en consideración sus planteamientos, en tirar de su hilo para iluminar el presente e intentar mejorarlo.

Uno de los primeros consejos que recibe todo padre o madre que se decida a abrir las páginas de ¿Cómo educar para la libertad y la felicidad? es que hay que huir de inculcar a los hijos los propios deseos, de animarles a realizar lo que no pudo ser cumplido. “Los padres condenan las inclinaciones más loables si parecen alejadas de sus propios puntos de vista. De ese modo, orientan a sus hijos hacia profesiones incompatibles con su naturaleza, lo que les conduce con frecuencia al desastre tras obligarles a languidecer de mediocridad”, señala el pensador, quien, a partir de ahí, considera que los niños no deben ser sometidos a la voluntad de padres ni de preceptores; que basta con guiarlos a través de la atracción, de la pasión por aprender, para que, guiados por su propia naturaleza, por sus gustos y capacidades, alcancen los objetivos básicos de “vigor, destreza e instrucción”.

A grandes rasgos, en las escuelas de Fourier, organizadas en grupos, los más pequeños aprenden trabajos y conocimientos emulando a los de más edad. Van pasando de una escala a otra, de una cuadrilla infantil a otra, según adquieren habilidades, fomentándose entre ellos la colaboración y también una sana competencia que les conduce a avanzar mientras la función de los adultos es de mera vigilancia. No hay órdenes ni castigos; las amonestaciones proceden de sus iguales. Lo único que se precisa es “ofrecer a los niños trabajos capaces de excitar en ellos la atracción” para que nunca más haga acto de aparición la pereza o la desgana.

En las escuelas de Fourier, organizadas en grupos, los más pequeños aprenden trabajos y conocimientos emulando a los de más edad. Van pasando de una escala a otra, de una cuadrilla infantil a otra, según adquieren habilidades, fomentándose entre ellos la colaboración y también una sana competencia que les conduce a avanzar mientras la función de los adultos es de mera vigilancia.

Las manualidades, la artesanía, la agricultura, la cocina, entran en este modelo educativo en el que desde un primer momento los niños participan en el bienestar de la comunidad con sus pequeñas aportaciones al trabajo colectivo, recibiendo incluso gratificación material, “una parte de los beneficios societarios”. ¿Niños, trabajo, salario? ¿Cómo puede ser? He aquí uno de esos puntos ante los que no podemos evitar sentirnos contrariados. Pero los trabajos de los que habla Charles Fourier, las labores múltiples en huertos, jardines y talleres, nada tienen que ver con la obligación, ni con el esfuerzo, sino con el placer, incluso con el juego, con la diversión, con el gusto por participar, por compartir tareas. Hacer conservas, recoger fresas, dar de comer a los animales, limpiar los gallineros… Se trata de fomentar, de estimular,  el interés por estas actividades, que se compaginan con otras como el ejercicio físico o el ballet. No sólo una ocupación, sino muchas ocupaciones, lo más variadas posibles, convertirán a los niños en seres autónomos, adaptados a los cambios, capacitados tanto para la vida práctica como para la creativa e intelectual, que se desarrollará en etapas más avanzadas de su formación.

Hay términos (“sectas”, “pequeñas hordas”…) e imágenes en la obra de Fourier que, como os decía antes, nos llevan a sentir cierta desconfianza. Como indica el profesor y filósofo francés René Schérer en el preámbulo de la edición de errata naturae, en algunas de sus descripciones (desfiles, movimientos de grupos, niños a caballo…)resuenan ecos marciales, evocadores, en varios sentidos, de las escuelas napoleónicas, los colegios militares, las paradas gimnásticas, las juventudes hitlerianas, los pioneros soviéticos, los voluntarios iraníes, etc”. Pero “tal objeción”, nos dice,”debe abordarse de frente, pues no se trata sino de un prejuicio. Sólo si la educación armonista (o unitaria) de Fourier implicase cierto alistamiento, entonces pasaría efectivamente a prefigurar un tipo de educación totalitaria, siendo mucho menos utópica de lo que se cree (…)”

Fotografía © Enrique de la Peña

He aquí algunas de mis extrañezas. Frente a ellas la luz y el estímulo que me abren conceptos como “siembra de pasiones”, con el que se alude a lo ya señalado anteriormente, la atracción, el resorte del trabajo atrayente, como fuente fundamental del aprendizaje, así como la defensa a ultranza de la igualdad, de la eliminación de clases en el acceso a una enseñanza que ha de proporcionar los mismos medios y gratificaciones tanto a pobres como a ricos. Fourier habla de “una educación para todos” (“un monarca civilizado no podría, ni siquiera derrochando sus tesoros, proporcionar a su hijo una educación equivalente a la que la Armonía ofrecerá gratuitamente al niño más pobre”, le leemos) y aboga por librar a los jóvenes de todo temor, por alejarlos de preceptos religiosos que introducen en su vida la noción de mal, de pecado, de castigo. El Creador es visto como una figura luminosa, benéfica, que procura el bien, en esta pedagogía, mejor antipedagogía, como la denomina René Schérer, que hace saltar por los aires los resortes tradicionales y se adelanta tanto a su tiempo que algunos de sus argumentos resultan absolutamente actuales y están en el centro de debates como el feminista.

“Un monarca civilizado no podría, ni siquiera derrochando sus tesoros, proporcionar a su hijo una educación equivalente a la que la Armonía ofrecerá gratuitamente al niño más pobre”, leemos a Fourier, quien aboga por librar a los jóvenes de todo temor, por alejarlos de preceptos religiosos que introducen en su vida la noción de mal, de pecado, de castigo.

Así cuando aún no hemos superado la imagen ideal y tópica de la buena madre, nos encontramos a Fourier señalando que no todas las madres tienen que dedicarse al cuidado de sus hijos o sentirse culpables por preferir otras ocupaciones. “Hay mujeres que se creen modelos de las virtudes republicanas porque les complace cuidar a los pequeños, mujeres intolerantes que difaman y condenan a aquellas otras que, demostrando gustos diferentes, dejan a los críos para acudir a reuniones de carácter placentero”, seguimos sus palabras, entendiendo que cuando habla de reuniones placenteras se refiere a los distintos trabajos que, siempre por gusto, por elección, se desarrollan en las comunidades (falanges), donde el reparto necesario de las labores es otro de los argumentos que demuestran que, también a nivel práctico, organizativo, lo mejor no es que todas las mujeres se dediquen a lo mismo.

Resulta muy recomendable este capítulo para todas aquellas profesionales que sufren por no dedicar todo su tiempo al cuidado de sus pequeños. No es el tiempo lo que importa, sino el disfrute y la calidad de ese tiempo, el amor, los mimos, la capacidad de alentar los apetitos y pasiones de los hijos, se extrae de la lectura de Fourier, sin duda un precursor del feminismo, algo de lo que no cabe ninguna duda cuando le escuchamos decir: “Nuestros civilizados, cuando enganchan en el mismo carro a la mujer y al burro, están lejos de pensar que el creador ha destinado a la mujer a competir con el hombre en todas las funciones sociales y a funcionar como contrapeso de la influencia del hombre, siempre ruda y opresora, puesto que no se basa sino en la fuerza”. O más adelante: “El salvaje envilece a la mujer por necesidad, el bárbaro por envidia y el civilizado por equivocación. La segmentación industrial, al originar una enormidad de tareas domésticas, destina a las mujeres a las labores más insulsas, de las que son apartadas por la naturaleza”.

La Civilización, con sus normas, con sus condicionamientos, distorsiona por completo el orden natural. La Civilización no es más que “una prisión política concebida para fastidio y tormento del género humano”, señala este hombre al que no le convencían nada los dogmas de la Iglesia ni las rigideces de instituciones como el matrimonio y que se manifestó ferozmente contra los males del capitalismo. “Sin duda resulta especialmente peligroso inspirar el gusto por la riqueza en una sociedad en la que normalmente sólo puede amasarse una fortuna recurriendo al engaño”, nos dice Fourier. Y también que a los niños hay que enseñarles a “amar sin hipocresías la riqueza, pero ganándosela honradamente”.

“Sin duda resulta especialmente peligroso inspirar el gusto por la riqueza en una sociedad en la que normalmente sólo puede amasarse una fortuna recurriendo al engaño”, nos dice Fourier. Y también que a los niños hay que enseñarles a “amar sin hipocresías la riqueza, pero ganándosela honradamente”

Es, repito, absolutamente sugerente, revelador, este ensayo que da cuenta de las distintas etapas de la educación, hasta llegar a la adolescencia, con la aparición del sentimiento amoroso y el despertar sexual (aquí se introduce la figura de los jóvenes de ambos sexos que postergan ese momento en aras de la amistad y la orientación de los menores) y que desgrana los objetivos de Armonía en comparación con la educación convencional y civilizada, como la denomina Fourier.

Para finalizar, un último extracto: “El niño societario de tres o cuatro años comprenderá, en una sola lección, que Dios ha provisto para hacerlo feliz, para llevarlo a desempeñar, gracias a la atracción, veinte trabajos útiles, cuyos beneficios siempre acaba recogiendo (…) Creerá en la providencia universal de Dios porque verá su bendición recaer sobre él y sobre cuanto le rodea. Tal doctrina resultaría incomprensible para un niño civilizado que se ve oprimido, condenado al trabajo y fustigado en la escuela bajo pretexto moral, y que ve cómo a los demás niños a su alrededor les falta el pan y el vestido. ¿Cómo podría creer en una providencia benefactora o formarse de ella una idea justa?”, se planteaba Charles Fourier. Os queda mucho por descubrir. Apenas os he puesto en antecedentes.

MARÍA MONTESSORI, EL VALOR DE SER UNO MISMO

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María Montessori

Mucho más conocidas sus ideas pedagógicas que las de Charles Fourier, la pedagoga italiana María Montessori (1870-1952), cuyas escuelas siguen siendo una corriente educativa innovadora en nuestros días, coincide en muchos de sus principios con el pensador francés. También en este caso partimos de la formación del niño en libertad, identificando sus potencialidades y encauzándolas en un ambiente adecuado, con la figura del maestro en segundo plano, consciente de que su papel debe ser el de guiar a los jóvenes desde la humildad, en la construcción de sí mismos, enseñándoles a utilizar correctamente los materiales de aprendizaje y limitando sus intervenciones a lo meramente necesario.

Aunque, frente a la visión global de Fourier, la de nuestra segunda protagonista se limita al ámbito educativo, también ella creyó firmemente en la importancia de la educación para transformar las sociedades, también soñó con colectivos formados por mujeres y hombres conscientes, críticos, coherentes, comprometidos. Ahora que  se conmemora la apertura de la primera escuela Montessori en 1907 en el barrio romano de San Lorenzo, bajo la denominación de “Casa dei bambini”, la editorial Herder pone en las librerías dos volúmenes que recuperan y analizan las ideas de esta mujer inquieta, abierta a múltiples intereses y actividades: Dios y otros escritos inéditos, muy interesante para profundizar en la fe religiosa que animó todo su trayecto, y De la casa de los niños y la morada del ser, un estudio de Juan Carlos Mansur Garda, catedrático del Instituto Tecnológico Autónomo de México, que nos acerca a su aventura pedagógica.

Humanista por encima de todo, católica, pacifista y feminista, Montessori, que se procuró una formación esmerada en los campos de la filosofía y la medicina, con especial atención a la psiquiatría y la psicología, señalaba que la educación es “poner al individuo en condiciones de labrarse en la vida su propio camino”. He aquí, sin duda, una de las ideas más enriquecedoras de toda su filosofía, una base de la que tan necesitados estamos hoy, cuando las voluntades tienden a uniformarse y la disidencia se combate. Al hablar de la búsqueda del propio camino se refiere la educadora a la formación de seres capaces de vivir en plenitud, de pensar por sí mismos, de tomar decisiones propias, en base a sus convicciones, aunque muchas veces no se correspondan con las imposiciones de la sociedad, con los discursos oficiales.

Humanista por encima de todo, católica, pacifista y feminista, María Montessori, que se procuró una formación esmerada en los campos de la filosofía y la medicina, con especial atención a la psiquiatría y la psicología, señalaba que la educación es “poner al individuo en condiciones de labrarse en la vida su propio camino”

Ella misma demostró poner en práctica estos principios cuando la Italia de Mussolini, que la había alabado en un principio por la labor de sus escuelas, quiso utilizarla para promover la formación de jóvenes adictos a los principios del régimen. Entonces hubo de negarse a colaborar y optó por exiliarse. Sus centros, abiertos a la alegría, a la sana creatividad, que tanto habían hecho por el bien de los niños más pobres, fueron cerrados en 1933, y no fue hasta mucho más tarde, en 1947, cuando regresó a Italia y siguió desarrollando su labor pedagógica.

En ese “labrarse su vida propia” nos habla Montessori del valor de ser uno mismo, de la congruencia y del desarrollo de la personalidad, retos a los que la educación debe tender en un presente en el que parece que gozamos de más libertad que nunca, pero donde la toma de decisiones no resulta fácil; en un mundo cada vez más complejo y lleno de posibilidades, donde tan complicado resulta atisbar la senda a seguir, interpretar correctamente la realidad. De ahí la importancia de anclar profundamente los principios, de armarse de auténticos valores que den sentido a la vida en medio de las contradicciones inherentes al ser humano. De ahí la necesidad de seguir escuchando la voz de María Montessori cuando nos dice que la educación debe formar a seres humanos en unidad, sin dobleces, decididos, maduros y responsables de sus propios actos; cuando nos habla de apertura y generosidad hacia los otros, de la búsqueda del bien común, punto en el que, como indica el profesor Mansur Garda, “el ser humano trasciende o asume la vida material y penetra en el mundo espiritual y moral”.

Consciente de que los estudios convencionales eran “áridos, fatigosos, sin altura, con la única finalidad de ayudar a encontrar un trabajo, a pesar de todo incierto e inseguro”, la pedagoga se afanó en la tarea de imponer el ser al tener, de fomentar la creatividad y la sensibilidad, dando mucha importancia a la socialización de los niños, porque es en el contacto con los demás, con personas de distinta condición y edad, donde cada cual acaba comprendiendo y comprendiéndose. Un recorrido rápido por los conceptos básicos de su modelo de enseñanza nos lleva a asumir nociones como la de la “espontaneidad de la vida interior del niño” y nos aparta de los principios tradicionales de la obediencia, el exceso de deberes, los premios y los castigos.

Fotografía © Enrique de la Peña

Montessori se refiere a los diversos períodos sensitivos de la edad infantil y recomienda respetar los tiempos, los ritmos de aprendizaje de cada pequeño en particular, aludiendo a la construcción amorosa de su yo y del entorno, así como a la necesidad de la concentración y a la felicidad, la alegría, que surgen como resultado de la autocreación. ¿Y en cuanto al papel de los padres? Hay verbos que definen muy bien el espacio que deben ocupar: Animar, acompañar, amar, respetar… “El adulto podría realizar una especie de misión: la de ser inspirador de las acciones infantiles, un libro abierto en que el niño pudiera descubrir las directrices de sus propios movimientos y aprender todo lo necesario para obrar bien”, seguimos las palabras de Montessori.

A partir de ellas el autor del ensayo que tengo entre las manos señala la importancia del papel de la familia para desarrollar felizmente la personalidad del niño y servirle de puente en su relación con los otros, en su desarrollo en sociedad. Aquí cabe detenerse en una interesante reflexión que hace el profesor Mansur Garda sobre la dificultad para encontrar en la actualidad ideales, modelos, ejemplos adecuados para orientar la educación de los más jóvenes. “¿Qué decir del modelo de poder económico que es tan atractivo como peligroso? ¿Qué decir del hombre que vive en la irrealidad y demencia del poder, donde el éxito económico es el único motivo de su felicidad? Emparentado con éste está el modelo de poder político, donde se puede justificar cualquier medio con tal de lograr el fin último, el vasallaje de los ciudadanos y su nación”, argumenta, y se refiere también a la presión social” a la que se ven sometidos los educadorespara formar a los niños hacia alguno de estos modelos e imágenes y terminar por convertirlos en un producto “vendible” para el mercado laboral”.

“El adulto podría realizar una especie de misión: la de ser inspirador de las acciones infantiles, un libro abierto en que el niño pudiera descubrir las directrices de sus propios movimientos y aprender todo lo necesario para obrar bien”, seguimos las palabras de la pedagoga italiana.

Situar todos estos valores propios del neoliberalismo y huir de ellos en la medida de lo posible no es tarea sencilla en estos tiempos que vivimos. Se trata de retos que deben ser asumidos en familia, convirtiéndose las familias, como señala el filósofo Santiago Alba Rico, en núcleos de resistencia fundamentales, en impulsoras de las sociedades transformadas (sociedades de la empatía, de la igualdad, de los cuidados) que tantos anhelamos. Es importante dar ejemplo en el modelo educativo de María Montessori, pero siempre con prudencia, evitando la tendencia a la imitación, alentando que los niños manifiesten sus propias ideas y pareceres, aplaudiendo las iniciativas y acciones donde expresan el criterio propio, el carácter que les hace únicos e irrepetibles.

El poder de desarrollar la propia persona se debe a que somos seres libres. Hay un “secreto” en el niño que permitirá que se desarrolle y se construya de acuerdo con su vida interior y con cómo reacciona frente al medio ambiente”, ponía de manifiesto María Montessori. En el durísimo tiempo que le tocó vivir, tiempo de entreguerras, esta mujer entregada trabajó por la educación de jóvenes capaces de vivir en plenitud, dispuestos a la paz. “En una época en que la humanidad sigue sufriendo la explotación laboral, la violencia, el deterioro ecológico y la transmutación de valores, producto por un lado de la ignorancia de la gente, pero también de la proliferación de sistemas educativos que explotan y reducen todo a precio y riqueza, María Montessori ayuda a dar luz sobre cómo educar en la verdadera libertad centrada en la coherencia, la responsabilidad, el amor a la verdad y el bien, así como la dignidad y el valor de las cosas, no por cuánto cuestan, sino por ser dignas de aprecio”, señala Juan Carlos Mansur Garda. Tomemos sus palabras a modo de resumen y como puente de paso hacia Edgar Morin y su Enseñar a vivir (Manifiesto para cambiar la educación), publicado por Paidós.

EDGAR MORIN, EL COMBATE POR LA LUCIDEZ

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Edgar Morin. Créditos: Despatin&Gobeli / Opale / Ediciones Fayard

La enseñanza, la ecología, el rumbo de Europa, están en el centro de las reflexiones del veterano pensador francés Edgar Morin (París, 1921). En realidad, se trata de ramas de un mismo árbol, la preocupación por la deriva del presente. La necesidad de preparar a las jóvenes generaciones para adaptarse a vivir en sociedades cambiantes, caracterizadas por la incertidumbre, es el punto de partida de Enseñar a vivir, un ensayo, que, en este caso sí, nos sitúa en la inmediata actualidad, una actualidad que conocemos bien, pero que no siempre acabamos de comprender. “¿Se puede llevar una vida razonable en un mundo desquiciado? ¿Dónde podemos hallar la sabiduría en el seno de nuestra civilización de la desmesura?”, se pregunta quien parte de la propia experiencia para argumentar que es esencial dudar, aprender de las equivocaciones, huir en la medida de lo posible de los conocimientos parciales y reductores, no aceptar ninguna verdad como absoluta, aprender a moverse entre las múltiples opciones de una realidad compleja.

Lo que yo aporto no es una receta, sino medios para despertar y estimular las mentes en su lucha contra el error, la ilusión, la parcialidad y, sobre todo en esta época nuestra de desorientación, de dinamismos incontrolados y acelerados y de oscurecimiento del porvenir, contra errores e ilusiones que en la crisis actual de la humanidad y de las sociedades pueden ser peligrosos y tal vez mortales”, deja claro desde un principio, desde su postura de observador, pues en este caso no estamos ante un visionario como Fourier, capaz de imaginar una sociedad mejorada y de poner el modelo en práctica, ni de una pedagoga sobre el terreno como Montessori. Su perfil es el de un filósofo de la proximidad que ofrece su privilegiada, esclarecedora, visión de hombre reflexivo, de testigo privilegiado del siglo XX y de los bruscos inicios del XXI.

“¿Se puede llevar una vida razonable en un mundo desquiciado? ¿Dónde podemos hallar la sabiduría en el seno de nuestra civilización de la desmesura?”, se pregunta Edgar Morin, quien parte de la propia experiencia para argumentar que es esencial dudar, aprender de las equivocaciones, huir en la medida de lo posible de los conocimientos parciales y reductores, no aceptar ninguna verdad como absoluta, aprender a moverse entre las múltiples opciones de una realidad compleja.

Morin hace suyas las teorías de otro analista del hoy, Patrick Lagadec, sobre la actual “civilización del riesgo”, capaz de “fabricar” catástrofes económicas, políticas, ecológicas y culturales de manera sistémica”, y, a partir de ahí, nos dice que para enseñar a vivir también hay que enseñar a afrontar las incertidumbres y los riesgos. Son muy sugerentes, atractivos, los puntos de vista que nos ofrece el filósofo en esta breve e intensa obra cargada de preguntas, tras cuya lectura salimos aún más convencidos de que la buena educación es algo mucho más profundo de lo que se suele enseñar en las aulas, que su sentido está más allá del conocimiento de las distintas materias, de la superación de pruebas y exámenes.

La tendencia tecnoeconómica, cada vez más poderosa e influyente, tiende a reducir la educación a la adquisición de competencias socioprofesionales en detrimento de las competencias existenciales, que pueden regenerar la cultura e introducir temas vitales en la enseñanza”, señala el pensador, poniéndose del lado de Rousseau, quien le inspira con la propuesta de su célebre Émile: “Debemos enseñar a vivir”. “Ciertamente no hay recetas de vida”, prosigue Morin, “pero se puede enseñar a relacionar los saberes con la vida. Se puede enseñar a desarrollar lo mejor posible una cierta autonomía y, como diría Descartes, un método para conducir bien la mente, lo cual permite afrontar de una forma personal los problemas del vivir. Y se puede enseñar a cada individuo aquello que ayude a evitar las trampas que permanentemente nos tiende la vida”.

La comprensión, la solidaridad, son palabras que se repiten una y otra vez en la escuela ideal de Morin, una escuela no sólo para jóvenes; también para adultos interesados en graduarse en el buen vivir. El filósofo, que se adhiere a la vía de la sobriedad feliz propugnada por Pierre Rabhi (de quien ofrecemos otro amplio artículo en “Lecturas Sumergidas”), señala que “la palabra bienestar se ha degradado al identificarse con las comodidades materiales y las facilidades técnicas que produce nuestra civilización”; que no se trata solo del “bienestar de los sillones mullidos, del mando a distancia, de las vacaciones exóticas, del dinero siempre disponible”, que “existe una clara oposición, tantas veces señalada entre ser y tener”; que no todo es cálculo y cantidad; que no todo se paga y tiene un valor monetario; que debemos abrir una senda que tenga en cuenta valores de tipo psicológico y moral; que, más allá de la necesaria razón, la vida también requiere goce, amor, estética, pasión y un mínimo de insensatez.

Señala Morin que no se trata solo del “bienestar de los sillones mullidos, del mando a distancia, de las vacaciones exóticas, del dinero siempre disponible”, que “existe una clara oposición, tantas veces señalada entre ser y tener”; que no todo es cálculo y cantidad; que no todo se paga y tiene un valor monetario; que debemos abrir una senda que tenga en cuenta valores de tipo psicológico y moral.

La sabiduría moderna debe ser un poco loca. O mejor dicho, debe ser reemplazada por un arte de vivir continuamente renovado, continuamente inventado”, escuchamos a Morin, quien también pone de manifiesto el rechazo de las ideas de venganza y castigo; la necesidad de aprender a distanciarse de uno mismo, objetivarse, descubrirse, examinarse, criticarse y aceptar las críticas de los demás. Todo eso, del mismo modo que la introspección, la meditación, la reflexión, resulta indispensable para la comprensión propia y de los demás, “algo vital, pero que actualmente no se enseña”, nos dice.

He aquí lo que una filosofía renovada podría aportar a los alumnos desde la edad más temprana”, le seguimos. Le seguimos cuando declara: “La filosofía debe dejar de ser considerada como una asignatura para convertirse en motor y guía de la enseñanza para la vida. Debe volver a ser socrática, es decir, diálogo y debate constantes. Debe volver a ser aristotélica, es decir, “poner en ciclo” (enciclopediar) los conocimientos adquiridos y las ignorancias descubiertas por nuestra época. Debe volver a ser platónica, es decir, ha de interrogarse acerca de las apariencias de la realidad. Debe volver a ser presocrática y lucreciana, reinterrogando al mundo a la luz y la oscuridad de la cosmología moderna”.

Fotografía © Enrique de la Peña

Mostrar tanto las certidumbres como las incertidumbres de la ciencia, el carácter cambiante de las teorías científicas, es otro de los aspectos sobre los que pone el foco Edgar Morin, insistiendo en la importancia de enseñar a cultivar la duda. “La necesidad de la duda se ve incrementada en esta época nuestra, en que falsas informaciones, rumores y habladurías no sólo circulan a través del boca a oreja, sino que se propagan a una velocidad y con una amplitud inauditas por Internet. No obstante, también es preciso saber que la duda incontrolada e ilimitada se transforma en la certidumbre paranoica de que todo es falso o simplemente mentira. También hay que saber dudar de la duda”.

La buena educación debe alentar la formación de niños despiertos, de jóvenes capaces de pensar por sí mismos, de contrastar las informaciones, de reflexionar profundamente y no dejarse confundir, de no tener miedo a manifestar sus opiniones en libertad, de tomar decisiones en la medida de lo posible libres de presión, de contaminación mediática. La buena educación ahora debe partir de los principios de riesgo, incertidumbre e imprevisibilidad que definen el siglo XXI, un siglo en el que no puede haber una enseñanza que de la espalda al daño ecológico, al peligro nuclear. Edgar Morin nos habla desde el hoy, pero en muchos aspectos coincide completamente con Fourier, con Montessori. Como ellos insiste en la que debe ser la misión básica de toda educación: la autonomía y la libertad mental. Una misión donde la cultura es fundamental, y que, me atrevo a añadir, los gobernantes mediocres se afanan en obviar, porque no interesa la formación de ciudadanos capaces de desenmascarar los intereses, las mentiras, las trampas, del poder.

“La necesidad de la duda se ve incrementada en esta época nuestra, en que falsas informaciones, rumores y habladurías no sólo circulan a través del boca a oreja, sino que se propagan a una velocidad y con una amplitud inauditas por Internet. No obstante, también es preciso saber que la duda incontrolada e ilimitada se transforma en la certidumbre paranoica de que todo es falso o simplemente mentira. También hay que saber dudar de la duda”, argumenta Edgar Morin.

En política la libertad es un riesgo (…) Enunciar una idea no conforme con la convicción colectiva (la de las inteligencias engañadas o ignorantes) es un peligro. La libertad puede ser peligrosa desde el momento que contradice las verdades establecidas”, escribe el pensador, para quien el fondo de la enseñanza de la libertad consiste en “aprender a ser consciente de lo que uno elige, consciente de los peligros, de las incertidumbres, de los cambios de sentido de la acción (…), de la apuesta que entraña toda elección…”

En línea con todo lo expuesto hay una dura crítica en este manifiesto para cambiar la educación a la reducción de las humanidades en los actuales planes de estudio. Muy cercano a lo que expone el profesor italiano Nuccio Ordine en su libro La utilidad de lo inútil, Morin declara: La vulgata tecnoeconómica hoy dominante considera las humanidades como algo carente de interés o como un lujo, lo cual lleva a reducir las horas de historia, de literatura, y a eliminar las clases de filosofía por tildarlas de mera cháchara. El imperialismo de los conocimientos calculadores y cuantitativos progresa en detrimento de los conocimientos reflexivos y cualitativos”, constata, poniendo el foco en la universidad, donde se imponen cada vez más los criterios empresariales, alertando del grave peligro que todo esto supone para la cultura y haciendo un llamamiento a recuperar los puentes, las comunicaciones rotas, entre la rama científica y la humanística, que están en la base de la crisis de la enseñanza.

Son muchos los puntos de interés de este ensayo que desemboca en la visión de la crisis de civilización en la que estamos inmersos; que no elude temas tan problemáticos como la violencia en las escuelas o el conflicto de la integración entre distintas culturas, especialmente llamativo en Francia, donde hace poco estalló la polémica por la utilización del velo islámico en las aulas. La incomprensión, la insolidaridad, la falta de empatía, de diálogo… ¿Puede hoy una buena educación dar la espalda a tantos conflictos y carencias? ¿Puede dejar de lado a las humanidades, puertas de entrada necesarias para luchar contra todo esto, para fomentar la proximidad?

El filósofo apuesta por todo lo contrario. Por más humanidades. Somos muchos los que lo secundamos. Sugiere recurrir cada vez más a la literatura, a la poesía, al cine, como medios para impartir lecciones de la comprensión humana. Y también a superar los compartimentos estancos que impiden una comunicación entre las distintas disciplinas comunicación esencial para acceder a un conocimiento global, integrado de la realidad. Morin aboga por la ética del diálogo y alerta, del mismo modo que Emilio Lledó, contra el mal del sistema de evaluaciones asfixiantes, cuantitativas. En un momento el pensador nos dice que de lo que se trata es de “armar las mentes para el combate vital por la lucidez”. El camino es, pues, luchar por reformar el conocimiento, el pensamiento, la educación. “Promover algo más que una reforma, algo aún más rico que una revolución, una metamorfosis”, propone nuestro protagonista. Impliquémonos pues, desde todas los ámbitos, como educadores, como padres, como ciudadanos comprometidos, en la formación de hombres y mujeres capaces de “saber vivir, pensar, actuar en el siglo XXI”.

Fotografía © Enrique de la Peña

En este artículo se habla de los siguientes libros:

  • ¿Cómo educar para la libertad y la felicidad?, de Charles Fourier, publicado por Errata Naturae. Introducción y selección a cargo de René Schérer. Traducción: Javier Palacio Tauste.
  • De la casa de los niños a la morada del ser. Conocer a la persona a partir del pensamiento de María Montessori, de Juan Carlos Mansur Garda. Editorial Herder.
  • Enseñar a vivir. Manifiesto para cambiar la educación, de Edgar Morin, editado por Paidós. Traducido por Núria Petit Fontserè.
  • Todas las fotografías en B/N de los niños son de © Enrique de la Peña, a quien podéis seguir en blogscriptum.

Fuente: https://lecturassumergidas.com/2016/10/30/la-buena-educacion-dialogo-con-fourier-montessori-y-morin/

 

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Entrevista: Los culpables de lo que pasa en educación no son los maestros, es el sistema

Entrevista a: Alain Touraine

El sociólogo francés Alain Touraine reflexiona sobre del papel de la educación, la escuela y los maestros en el modelo social que describe para nuestros tiempos.

Sus 91 años no le impiden seguir pensando y compartiendo con claridad y lucidez sus ideas acerca de la sociedad que viene. El sociólogo francés, uno de los máximos representantes del pensamiento europeo y premio Príncipe de Asturias 2010 junto a Zygmund Bauman, advierte que hemos pasado de una sociedad posindustrial a un modelo postsocial donde la sociedad, tal y como la conocemos, se descompone en favor de un sistema donde predomina el individualismo. Durante su visita a Barcelona con motivo de la conferencia Encuentros BCN reflexiona en exclusiva para AIKA acerca de la educación que viene:

Ayer pensaba que no podría dar una conferencia en español, estaba casi seguro de que me iban a salir puras palabras italianas, porque actualmente hablo italiano todos los días y español casi nunca. Estaba un poco asustado, la verdad, pero ha funcionado.

Le escuché y se le entendió perfectamente. Ha explicado que lo social ha desaparecido, y que hemos de pensar en términos individuales.

¿Cómo encaja la educación en el paradigma que usted plantea?

Es muy sencillo. La educación en nuestras sociedades era definida como socialización. ¡Eso era horrendo! Es horrendo utilizar la educación como una manera de incorporar los individuos a la sociedad, que es un sistema de poder. La cuestión es reemplazar la socialización, como meta de la educación, por la famosa subjetivación. El papel de la educación es aumentar el grado de autonomía, de iniciativa y de crítica de cada individuo, especialmente de cada joven. No solamente, pero la población más importante es esa.

“El papel de la educación no es socializar, sino aumentar el grado de autonomía, de iniciativa y de crítica de cada individuo”

Yo fui educado en un liceo público, pero también en mi familia, con los métodos antiguos. Es decir, el profesor, el maestro —una palabra clave: ¡el maestro!—, transmitía ideas universales: la ciencia, la patria, la familia, la cultura (con una C grande), los grandes valores, etc. a jóvenes que vivían en un espacio limitado. Hay que eliminar eso. Entonces, la idea era realmente muy buena: frente a un mundo campesino donde la gente estaba dominada por una burguesía local rentista, se podían acercar temas universales a través de la escuela pública (y contra la Iglesia católica prácticamente, en el caso francés). Yo he vivido eso durante muchos años, largos años de guerra, y no era el momento para discutir órdenes, pero recibir esa educación para mí fue realmente un sufrimiento. Yo fui muy infeliz en la escuela.

¿La escuela de hoy en día está preparada para este cambio?

No. Yo creo que está muy atrasada, pero ha cambiado un poco. Lo que he descubierto, en el caso francés, es que un porcentaje relativamente alto de los maestros han cambiado. No son un 10% los que hacen otras cosas sino que hay un 30 o 40% que están tratando de cambiar la capacidad de expresión y de iniciativa de los jóvenes.

También he descubierto, con más distancia, que no son los maestros realmente los culpables de lo que pasa, es el sistema. El sistema es el ministerio centralizado y los sindicatos que viven del sistema. Aumentar el grado de autonomía e iniciativa para mí es fundamental. Primero, de los maestros, y segundo, y en consecuencia, de los alumnos. La burocratización de la escuela, de la educación, es responsable de este tipo de reproducción social. Cuando se discute sobre educación y hacen huelga en Francia, los sindicatos dicen que con 25 alumnos no se puede hacer nada, pero con 22 es muy fácil. ¡Es estúpido! No quieren cambiar nada. Cambiar cosas es difícil, pero cambiar ideas cuesta más.

“Cambiar cosas es difícil, pero cambiar ideas cuesta más”

El cambio no consiste en transformar la abstracción en actividades prácticas y de trabajar en una máquina. No se trata de eso, sino de dar más importancia, incluso en las notas de los alumnos (aunque hay que eliminar las notas lo máximo posible) a los medios técnicos y tecnológicos. Usando las palabras del mejor especialista en educación en Francia: hay que realizar un trabajo más cercano, más vinculado con la experiencia. Experiencia significa tecnología, pero también emociones y comunicación. No se puede aislar el conocimiento matemático, o a Platón, o la teoría de la relatividad, sino que es necesario vincular la experiencia, la interpretación y el análisis, no romper a favor de la abstracción, que es la reacción a lo concreto. No se debe eliminar lo concreto. Hay que pensar, por ejemplo, en colores, en formas, en movimiento…

 ¿Cómo encajan las nuevas tecnologías en ese marco?

Yo creo que las tecnologías como tales no son tan importantes. Lo importante es si la tecnología favorece la reintroducción de la experiencia, incluso en el aspecto de la comunicación y el aspecto afectivo. No hay que aislar el mundo escolar, no aislar al maestro del padre, de la madre, del amigo, de la amiga o del estudiante.

¿Las nuevas tecnologías ayudan a socializar o a desocializar, en el mundo educativo?

Depende de las tecnologías. La mayor parte de las tecnologías son colectivas, son máquinas. Yo diría que lo importante en las tecnologías es la información, porque no hay conocimiento sin información. Pero la información no tiene que estar aislada de la comunicación, que es fundamental, ni de las emociones, de lo afectivo. Es una idea clásica muy elemental pero fundamental.

“Hay que realizar un trabajo más cercano, más vinculado con la experiencia”

Del mismo modo, no se debe aislar lo mejor de lo inferior, que no hable solo la elite científica. No es fácil, porque necesitamos una elite científica, y no cualquier persona puede estudiar, por ejemplo, matemáticas a un nivel alto. Pero lo importante es que esta gente tenga la capacidad de ascender en su imaginación y no oponerse, no decir: “si tu eres bueno en matemáticas, no pierdas tu tiempo con pintura, juegos, amistades, conflictos o peleas”. Hay que subir hacia la abstracción y la creación científica o intelectual, pero en relación con toda la vida, como conjunto de experiencias afectivas y de comunicación. El éxito de una nación o un individuo está en la capacidad de pensar de forma abstracta y científica, pero eso no puede eliminar lo concreto, porque eso es una motivación de clase social.

Hablando de clase social, había dicho usted que la escuela era importante para disminuir las desigualdades…

No en el momento actual. La escuela, y hablamos de la escuela pública, aumenta las desigualdades. No las mantiene o las reproduce, sino que las aumenta. Hay que respetar la experiencia del alumno o de la alumna. Eso es importante. Por ejemplo, en Francia, no sé en España, está prohibido hacer estadísticas según el origen étnico de los estudiantes. Se hace por buenas razones, es muy respetable, pero el resultado es que cuando se habla en sociología de sectores especiales de la escuelas, de gente en situación difícil, son todos árabes. Ahí el efecto es absolutamente negativo por no utilizar las palabras, los datos, lo que todo el mundo sabe. ¡En el barrio todo el mundo sabe que en esa escuela son todos árabes!

“La escuela pública no mantiene o reconduce las desigualdades, sino que las aumenta”

Lo interesante es que la discriminación étnica es muy fuerte con los hombres y casi nula con las mujeres. Las mujeres, si buscan un empleo, dicen “yo me llamo Leila no se qué” y pueden conseguir el empleo. Si dices “Mohamed”, nunca lo vas a tener. La discriminación y la segregación afectan a los hombres, porque los hombres son considerados superiores.

¿La falta de escolarización no suele afectar más a las mujeres?

No. Incluso para los inmigrados, el nivel de escolarización es más alto para las mujeres que para los hombres. Hay que hablar de forma precisa. Las alumnas, las mujeres, obtienen un nivel de escolaridad más alto, pero tienen un nivel de expectativas más bajo. Hay un viejo estudio muy conocido de estudiantes de química. Las niñas estudiantes de química han resultado mejores y estudian más que los hombres, pero ¿cuánto ganarán dentro de cinco años como ingenieras químicas? Las expectativas de las mujeres son más bajas, a pesar de que hay más escolarización o mejores resultados escolares. La contradicción es impresionante, es una demostración de la sociología. Es evidente que no es un problema de competencia, de calidad o de inteligencia, es un puro mecanismo de interiorización, de discriminación. Las expectativas han resultado.

¿Qué papel le queda al profesor?

Más y más, se ve una relación inversa. En general, el alumno utiliza la tecnología para dar solución a los problemas, y el papel básico del maestro es ayudar al alumno o la alumna a incorporar un conocimiento o una técnica dentro de la experiencia multidimensional, afectiva y comunicativa del joven.

Touraine, durante su conferencia en la Universidad de Barcelona. Foto: Anna Montero.

A lo largo de su larga carrera profesional ha escrito usted muchísimos libros. En la era de la tecnología, permítame la curiosidad, ¿escribe usted a mano?

(ríe) Es cierto que en mi caso hay dos cosas. Primero, es un aspecto físico o emotivo, tengo una relación del tipo amorosa-erótica con la escritura. Es hermoso, es un poco como hacer nacer, es una visión femenina, de crear. Segundo, empecé en la profesión muy joven, como profesor. Cuando escribí mi primer libro tenía 28 años.

Yo hablaba mucho con un amigo, y él me decía que en matemáticas el 10 % produce el 90 % del conocimiento. Le dije que lo mismo pasa con las ciencias sociales, solo que aquí no es el 10 sino el 5 % quién produce el 95 % del conocimiento. Yo creo que esa lógica es un mundo que atrae a los mediocres. Es un trabajo mal pagado, realmente muy mal pagado y con un estatus social muy limitado, pero te da mucha libertad. Ninguna persona me ha dado en toda la vida una orden.

¡Qué afortunado!

Es una suerte, he hecho absolutamente lo que quería hacer.

¿En este mundo en el que se valora tanto la ciencia y la tecnología, cree que se le da poco valor a las ideas de pensadores, de filósofos o sociólogos como usted?

Yo creo que en el momento actual hay un cambio de mundo, y tratar con ideas es difícil. Yo tenía un amigo físico que recibió un premio Nobel y decía: “Yo era incapaz y fui a un colegio experimental”. Y no le fue tan mal, ¡ganó un premio Nobel!. Es un poco lo mismo. La sociología no es un mundo exacto, es un trabajo de imbéciles muchas veces, aunque no siempre.

Hay muchos sociólogos hoy aquí…

¡Pues seguramente muchos de ellos son tontos!

Fuente: http://webdelmaestrocmf.com/portal/alain-touraine-los-culpables-lo-pasa-educacion-no-los-maestros-sistema/

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Un sistema, ¿el sistema educativo panameño?

José A. Guilbauth G.

La Teoría General de Sistema (TGS) desarrollada por Bertalanffy, en los años 40, surgió como el marco teórico y filosófico en que toda ciencia natural o social debía desarrollarse y hacer posibles los objetivos propuestos en cada sistema que se estableciera en un determinado contexto.

Según un grupo de psicólogos madrileños UE, ‘un sistema es un conjunto de elementos en interacción’, por lo tanto todo sistema se compone de un aspecto estructural (límites, elementos, red de comunicación e informaciones) y un aspecto funcional. Así mismo, un sistema posee niveles entre los que se componen los subsistemas.

Los sistemas poseen unas características que los hacen una estructura particular sin importar el medio, los componentes y fines del mismo. Entre las características de un sistema podemos señalar: la totalidad, la entropía, la sinergia, la finalidad y la retroinformación.

Partiendo del marco teórico anterior, nos trasladamos al Sistema Educativo Panameño, el cual, al llamarse ‘Sistema’, debe diseñar, aplicar y evaluar todas las acciones inherentes al logro de los resultados previamente planificados; es decir, retroalimentarse todo el año escolar de aquellas limitaciones del proceso en cada subsistema educativo y establecer un Plan de Acción, que debe contener una serie de estrategias urgentes a implementar; algunas de ellas serían:

1. Establecer el monto presupuestario para hacer frente a las necesidades apremiantes del 2016.

2. Identificar las necesidades apremiantes que limitan el buen funcionamiento del Sistema Educativo y así lograr sus metas.

3. Reorganizar los proyectos de continuidad y aquellos nuevos que, según lo planificado y adjudicado, deben arrojar resultados.

4. Asignar profesionales a comisiones específicas, según proyectos, responsables de dar cuenta de los avances alcanzados.

5. Organizar el equipo de seguimiento estrecho a los proyectos inmediatos y de mediano plazo.

6. Elaborar y desarrollar un cronograma de Informe Semanal de Avance de cada proyecto que pueda ayudar, en caso necesario, a subsanar de inmediato las limitantes.

Este conglomerado de acciones deben asegurar el cumplimiento de las finalidades del sistema, manteniendo las características de totalidad, entropía y la sinergia entre todos los componentes y subsistemas cuyo aporte hará posible la efectividad del sistema o el reajuste del mismo, pero siempre preservando la calidad del producto ofrecido, la enseñanza.

Todo lo anterior debe aplicarse al Sistema Educativo Panameño en donde la primera semana, luego de conocer la Aprobación del Presupuesto General del Estado hasta el domingo 28 de febrero, se produzca una ‘FUERZA DE TAREA’, que conlleve a que el Sistema inicie ese año escolar con paso firme rumbo al optimismo de un proceso configurativo de miles de estudiantes panameños que requieren lograr las mejores competencias en su futuro profesional.

Deseamos que el lunes 29 de febrero todos los estudiantes y docentes del país estén en sus aulas iniciando una fase segura, placentera y exitosa. Para ello se requiere que todas las escuelas y edificios cuenten con las infraestructuras e insumos listos para desarrollar una jornada de actividades, prácticas y vivencias con las mejores estrategias metodológicas y recursos innovadores que lleven al docente a ofrecer a sus alumnos experiencias pertinentes para la adquisición de las competencias que exige su desenvolvimiento personal, social y laboral.

Si todo lo anterior se ha lleva a cabo y continua aplicándose una planificación educativa basada en la teoría general de sistemas en beneficio de la comunidad educativa panameña, evitaremos lo que cada inicio del año escolar escuchamos a docentes, padres de familia y estudiantes en una serie de protestas por no contar el sistema con la infraestructura básica, con docentes, material didáctico y tecnologías para iniciar el acto didáctico.

Cualquier limitación que presente el sistema educativo panameño obstaculizará la formación de calidad de sus estudiantes y el pobre desempeño en su futuro laboral. No podemos dejar que el sistema se atrofie de tal manera que los resultados queden entredichos, al contrario, debemos obtener estudiantes con altas competencias en el desempeño de sus futuros puestos dentro del desarrollo nacional.

Fuente del articulo: http://laestrella.com.pa/opinion/columnistas/sistema-sistema-educativo-panameno/23921691

Fuente de la imagen: http://laestrella.com.pa/media/news/image/126039_800x600_crop_5542e66090145.jpg

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Perú: Consejo Nacional de Educación será el encargado de diseñar Proyecto Educativo Nacional al 2036

Perú/22 abril 2017/Fuente: Redaccionlamula

El Ministerio de Educación, a través de la resolución ministerial 226-2017-MINEDU, encargó al Consejo Nacional de Educación (CNE) la elaboración del nuevo Proyecto Educativo Nacional (PEN) al 2036.

Como lo señala el CNE, este proyecto educativo es un documento con miras a largo plazo que define el conjunto de políticas que apuntan a ser el marco estratégico de las decisiones que conducen al desarrollo de la educación en el país.

La Ley General de Educación, del 28 de julio de 2003, institucionalizó al CNE para promover, entre otras funciones, la concertación entre el Estado y la sociedad civil. Dentro de esa labor, se incluye la formulación, seguimiento y evaluación del PEN, y en las políticas y planes educativos a mediano y largo plazo.

Es por eso que ellos evalúan (anualmente) el PEN 2021, desarrollado por ellos. Si bien se puede interpretar, en ese sentido, que son juez y parte, cabe aclarar que la aplicación y materialización del mismo depende del Estado peruano y las partes involucradas.

En el plan vigente participaron participaron maestros, autoridades regionales, educativas y de otros sectores, así como empresarios y productores, profesionales de diversas especialidades, líderes de opinión, jóvenes, dirigentes de organizaciones sociales y del mundo de la cultura.

Se espera que para el nuevo plan que se viene también participen estos actores sociales y políticos.

¿Quiénes son?

En la actualidad, el Consejo está conformado por 22 consejeros -y un equipo técnico conformado por 20 personas-, personalidades con experiencia en el sector educativo y renombre en el rubro. Compartimos la biografía de cada uno, compartida en la misma web del CNE.

Ramón Barúa Alzamora

Licenciado en Economía Pura por la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica). Bachiller en Ingeniería Industrial por la Universidad Nacional de Ingeniería. Experto en Comercio Exterior por la Escuela de Administración de Negocios (ESAN). En la actualidad se desempeña como Gerente General de Intercorp Perú Ltd., y es miembro del directorio de Interbank, Interseguro, Inteligo Bank, Urbi Propiedades, Supermercados Peruanos, Homecenters Peruanos, Tiendas Peruanas, Financiera Uno, Inkafarma, Universidad Tecnológica del Perú entre otras. Es miembro del Consejo Ejecutivo de Transparencia.

Manuel Burga Díaz 

Historiador por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) donde se graduó de bachiller y licenciado en Educación(1967) y bachiller en Letras(1969). Doctor por la Université de Paris I – La Sorbonne (1973). Ha sido rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (2001-2006), rector fundador de la Red de Macro Universidades de América Latina y el Caribe y Vicerrector Académico de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Autor de 12 libros de su especialidad y coordinador de la Colección Pensamiento Educativo Peruano (Derrama Magisterial). Recibió las Palmas Magisteriales en el grado de Amauta (2014) y actualmente es miembro del Consejo Directivo del Consejo Nacional de Educación para el periodo mayo 2014-mayo 2017.

Andrés Cardó Franco

Doctor en Educación por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Se ha desempeñado como profesor, director de escuela y profesor universitario. Director Superior, Jefe de la Oficina Sectorial de Planificación Educativa, Viceministro y Ministro de Educación en el período 1984-1985. Fue Senador de la República de 1990 a 1992. Recibió las Palmas Magisteriales en grado de Amauta. Presidió el Consejo Nacional de Educación en el periodo 2008 -2011. Socio fundador de Foro Educativo. Actualmente, es Director de Estudios Superiores del Centro Peruano de Audición, Lenguaje y Aprendizaje.

Dante Córdova Blanco 

Abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Desarrolla en la actualidad diversas actividades en el ámbito empresarial y educativo. Es: Presidente de Directorio de IVER S.A. Miembro del Consejo Directivo de Cedro. Miembro del Consejo Consultivo de la Fundación Santillana. Miembro del Centro de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Lima, Ha sido: Miembro de la Comisión para un Acuerdo Nacional por la Educación. Miembro del Consejo Directivo de FORO EDUCATIVO.-Director de la Comisión FULBRIGTH. Presidente de los Centros Académicos de ADEX. Ministro de Transportes y Comunicaciones, Vivienda y Construcción y Ministro de Educación y Presidente del Consejo de Ministros. Presidente de la empresa Helisur y a través de esta empresa promovió y coordinó proyectos de escuelas de Alternancia en zonas de extrema pobreza en la región Ayacucho.Ha sido distinguido con las Palmas Magisteriales en el grado de Amauta. Actualmente es miembro del Comité Directivo del Consejo Nacional de Educación para el periodo mayo 2014-mayo 2017.

Santiago Cueto Caballero

Licenciado en Psicología Educacional por la Pontificia Universidad Católica del Perú y Doctor en Psicología Educacional por la Universidad de Indiana, Estados Unidos. Actualmente es Director de Investigación en Grade, desde donde es representante por el Perú para el Estudio Internacional Niños del Milenio y Profesor Principal en el Departamento de Psicología de la PUCP. Es también Miembro del Consejo Consultivo del Informe Global de Monitoreo de la Educación (GEM Report) de la UNESCO. Ha sido consultor de organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y la Unesco, así como investigador visitante en la Universidad de California en Davis y en la Universidad de Oxford. También se desempeñó como Presidente de la Sociedad de Investigación Educativa Peruana (SIEP) y miembro del Consejo Técnico del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) en México. En el 2003 fue ganador de la Medalla del Global Development Network (GDN) en Investigación, Categoría Educación, Conocimiento y Tecnología, y el 2010, obtuvo el Premio Nacional de Psicología del Colegio Nacional de Psicólogos del Perú.

Hugo Díaz Díaz 

Administrador de Empresas, con postgrado en Planificación de la Educación y Planificación del Desarrollo Económico y Social. Consultor internacional especialista en el estudio y evaluación de políticas educativas. Vicepresidente del Instituto de Investigación para el Desarrollo y la Defensa Nacional (Iniden). Presidente del Centro de Innovaciones y Evaluaciones Educativas. Asesor principal de la Fundación Telefónica. Ha sido Director General de Planificación Educativa del Ministerio de Educación y Miembro fundador de la Escuela de Directores y Gestión Educativa de la Escuela Empresarial – IPAE. Ha recibido las Palmas Magisteriales del Perú en grado de Amauta y el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Femenina del Sagrado Corazón (Unifé.) Ha sido vicepresidente del Consejo Nacional de Educación del Perú en el periodo 2008-2011 y actualmente su Presidente para el período mayo 2014-mayo 2017.

Efraín Gonzales de Olarte

Es Economista por la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco (USAAC). Magister en Ciencias Económicas por la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) y Doctor en Economía del Desarrollo por la Universidad de París I, Panteón-Sorbona. Actualmente es Vicerrector Académico de la PUCP y Profesor Principal del Departamento de Economía de la PUCP. Recibió el Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa, es Profesor Honorario de la Universidad San Cristóbal de Huamanga; y Profesor e investigador visitante en: University of Toronto, York University, University of California at San Diego, University of Miami, Université de Paris III, Sorbonne Nouvelle. Ha recibido la Beca Guggenheim, ha sido Fellow del Woodrow Wilson Center (Washington). Ha publicado 25 libros y más de 150 artículos en revistas académicas y capítulos en libros.

César Guadalupe Mendizábal 

Profesor y jefe del Departamento Académico de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad del Pacífico. Director de Acreditación y Aseguramiento de la Calidad en esta casa de estudios. Es Non-resident Fellow de la Institución Brookings, en Washington, D.C. Entre 1992 y 2012 trabajó en el establecimiento de conexiones entre las preguntas de política y el diseño de investigación, así como entre los resultados de investigación y los procesos de toma de decisiones en el servicio civil en Perú y en Unesco. Hasta el 2012, condujo el Programa de Medición y Seguimiento del Alfabetismo (LAMP). Actualmente es miembro del Consejo Directivo del Consejo Nacional de Educación para el periodo mayo 2014-mayo 2017.

Jorge Luis Jaime Cárdenas

Licenciado en Educación especialidad de Ciencias Sociales y Filosofía por la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, con sus estudios de Maestría en Docencia Universitaria y Doctorado en Ciencias de la Educación en la Universidad Nacional de Educación. Coordinador académico del Programa de Atención Educativa para niños con facultades talentosas sobresalientes/ PAENFTS. Presidente del Directorio de Derrama Magisterial en dos oportunidades 1995 -1996 y 2006- 2007. Actualmente es miembro del Comité Editorial de la Colección Pensamiento Educativo Peruano, obra monumental de 15 volúmenes y colaborador en la Revista Palabra de Maestro.

Fabiola León Velarde Servetto 

Estudió Biología en la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) graduándose como DSc. en Ciencias en 1986. Ha sido Vicepresidenta de la International Society for Mountain Medicine (ISMM). Es Académico de Número de la Academia Nacional de Ciencias, miembro de la American Physiological Society, y miembro del Consejo Directivo de la Academia Latinoamericana de Ciencias (ACAL). Ha recibido la Orden de la Legíón de Honor del Gobierno de Francia por su trayectoria científica. Actualmente es Rectora de la UPCH.

Patricia McLauchlan De Arregui

Socióloga egresada de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Obtuvo el grado de Maestría y concluyó sus estudios doctorales en Sociología en la Universidad Johns Hopkins de Baltimore. Es Investigadora Principal del Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE), desde donde dirige el Proyecto ¨Fortalecimiento de la Gestión de la Educación en el Perú – FORGE¨ apoyado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio y Desarrollo de Canadá. Coordinó el Grupo de Trabajo sobre Estándares y Evaluación del PREAL, componente del Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina del Diálogo Interamericano. Lideró la creación y el desarrollo del Consorcio de Investigación Económica y Social del Perú. Ha sido integrante del Directorio de la Comisión Fulbright en Perú. Participó en el Comité de Gestión de la Escuela de Directores y Gestión Educativa del IPAE y en el Consejo Consultivo del IPEBA. Recibió las Palmas Magisteriales en grado de Amauta.

Angel María Manrique Linares 

Abogado por la Universidad Nacional de San Agustín. Magister en Estudios Sociales y Políticos Latinoamericanos por la Universidad Jesuita Alberto Hurtado de Santiago de Chile. Ha realizado cursos de Post- grado en gestión pública en el Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social- ILPES y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe CEPAL. Asimismo, cuenta con estudios de postgrado en la Universidad Carlos III de Madrid, en la especialidad de procesos de integración Unión Europea- América Latina. Ha trabajado en las áreas de planificación y asesoría jurídica de la Agencia Peruana de Cooperación Internacional- APCI. Ha sido consultor del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD en el Marco de Fortalecimiento de Gobierno Regionales en el Perú. Ha sido Gerente Regional de Educación de Arequipa y asesor del Gobierno Regional de Arequipa en temas de educación. Fue Miembro del Directorio del Fondo Nacional para el Desarrollo de la Educación Peruana- FONDEP, en representación de los gobiernos regionales del Perú y actualmente es Director del Instituto de Gobierno y Desarrollo Humano, con sede en Arequipa.

Paul Neira Del Ben

Educador, candidato a Doctor en Educación por Columbia University, con una Maestría en Sociología en la Universidad Católica del Perú. Profesor de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, consultor del Banco Interamericano de Desarrollo, UNESCO y del Banco Mundial. Fundador y Director Ejecutivo de The Learning Factory. Es director de Enseña Perú, CARE Peru y consejero de Crea Más. Ha sido Director General del Instituto Apoyo, Investigador Asistente en Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE) y en el National Center for Restructuring Education, Schools and Teaching (NCREST).

Grover Pango Vildoso 

Profesor de Humanidades por la Universidad Enrique Guzmán y Valle, La Cantuta. Con estudios de Alta Dirección y Planeamiento Estratégico en Venezuela, Costa Rica, España y Chile. Ha sido profesor de aula y director de estudios. Alcalde provincial y Diputado por Tacna, Ministro de Educación (1985-1987), Secretario de Descentralización y Asesor de la Presidencia del Consejo de Ministros (2007-2011). Ha integrado los directorios de IPEBA y del Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN). Es profesor invitado del Instituto de Gobierno y de Gestión Pública de la Universidad San Martín de Porres. Socio fundador de Foro Educativo y consultor independiente. Autor de varios títulos sobre educación, gobiernos locales, literatura e historia regionales. Ha recibido las Palmas Magisteriales en grado de Amauta.

Teócrito Pinedo Arévalo

Profesor de Educación Primaria por la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, con estudios concluidos de Maestría en Gerencia Social en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Sus campos de especialización son los procesos de reforma educativa, la gestión descentralizada y participativa de la educación básica y la promoción del desarrollo socio educativo en zonas rurales. Fue subdirector del Programa Aprendes de la Región San Martín y coordinador regional del Proyecto USAID/PERU/SUMA en la mencionada región.

Mario Rivera Orams 

Ingeniero Mecánico de la Pontificia Universidad Católica, magíster en Administración de Empresas de Incae y la Universidad Adolfo Ibáñez. Ha sido Director Ejecutivo de Tecsup y Vicepresidente de la Universidad de Ingeniería & Tecnología (UTEC). Es Asociado de Foro Educativo.

León Trahtemberg Siederer

Estudios de Ingeniería Mecánica, Administración Educativa, Maestría en Administración de Empresas y Maestría en Educación. Experiencia como director escolar y docente en educación básica y superior, así como en formación de docentes y directores. Miembro fundador de la Escuela de Directores y Gestión Educativa de IPAE, Foro Educativo y Consejo Nacional de Educación, del que sigue siendo miembro. Co-promotor del colegio Aleph. Columnista y comunicador social en educación, consultor y conferencista internacional. Ha recibido las Palmas Magisteriales en grado de Amauta.

Rosario Valdeavellano Roca Rey

Docente. Fue Directora de formación y coordinadora de la Pastoral Rural directora del Instituto de Educación Superior Pedagógico de Tinta. Y directora de Asuntos Sociales del Comité de Defensa de los Derechos Humanos en el Cusco y miembro fundador de la Junta Directiva de la Asociación “Ayuda a la Niñez”. Miembro del Foro Educativo. Ha sido Directora General de la Dirección General de Formación y Capacitación Docente del Ministerio de Educación (2001-2002). Actualmente, es coordinadora general de la I.E. San Ignacio de Loyola – Fe y Alegría N° 44 de Andahuaylillas (Quispicanchi – Cusco). Ha recibido las Palmas Magisteriales en grado de Amauta.

José Martín Vegas Torres

Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y magister en Enseñanza y Aprendizajes Abiertos y a Distancia por la Universidad Nacional de Educación a Distancia de España. Especialización en gestión y políticas educativas en la Oficina Regional de Educación de Unesco. Ha sido Viceministro de Gestión Pedagógica en el Ministerio de Educación del Perú; director del Instituto de Investigación y Políticas Educativas de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya; Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Educación coordinando el proceso de formulación y concertación del Proyecto Educativo Nacional al 2021; asesor de la Comisión de Educación del Congreso de la República durante la promulgación de la Ley General de Educación y director ejecutivo de Foro Educativo. Actualmente Coordinador de la Maestría en Educación con mención en gestión de instituciones educativas de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM.) y miembro del Consejo Directivo del Consejo Nacional de Educación para el periodo mayo 2014-mayo 2017.

Walter Velásquez Godoy 

Hijo predilecto de la provincia de Tayacaja. Educador, doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad Nacional del Centro del Perú. Becado por la Fundación SM en Informática Educativa, concluyendo estudios de Logopedia en la Universidad de Nebrija España. Profesor de la I. E. Santiago Antúnez de Mayolo, Colcabamba distrito del Vraem – Huancavelica. Profesor investigador visitante en: Ifses de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Guadalajara – México, C.E. Raúl Pujol de Cuba, Ciencap en Paraguay. Recibió los premios nacionales El Maestro que Deja Huella de Interbank, y Conectarse para crecer de Telefónica. Fue reconocido como investigador e innovador por el centro de educación Raúl Pujol Arancibia – Cuba, e impulsor de las ciencias en el Perú por el Concytec donde fue finalista nacional y ganador regional de la XX Fencyt.

Idel Vexler Talledo

Educador profesional. Bachiller en ciencias de la Educación, Profesor de Educación Secundaria en Ciencias, con estudios de Maestría en Calidad Educativa. Docente, consultor y asesor pedagógico en diferentes instituciones educativas públicas y privadas. Fue director del Colegio León Pinelo y Viceministro de Educación en tres gobiernos democráticos. Posee las Palmas Magisteriales en los Grados de Educador y Maestro. Tiene varios libros publicados sobre educación. Ha sido condecorado por sus servicios distinguidos a la Patria en el grado de Gran Oficial por la cancillería y el Congreso de La República. Actualmente es asesor de varias instituciones de enseñanza básica y universitaria, profesor del Instituto de Gobierno y Gestión Pública (USMP) y Presidente de la Comisión de Educación de la CCL.

Gustavo Yamada Fukusaki 

Doctor Ph.D. en Economía de Columbia University. Profesor e investigador de la Universidad del Pacífico. Ha sido viceministro de Promoción Social, economista fiscal del Fondo Monetario Internacional y economista senior del Banco Interamericano de Desarrollo. Tiene publicaciones en revistas científicas y libros sobre temas de empleo, pobreza, políticas sociales y desarrollo económico. Es Decano de la Facultad de Economía de la Universidad del Pacífico. Actualmente es miembro del directorio del Banco Central de Reserva (BCR).

Fuente:https://redaccion.lamula.pe/2017/04/21/consejo-nacional-de-educacion-sera-el-encargado-de-disenar-proyecto-educativo-nacional-al-2036/danielavila/

Imagen: http://www.chimbotenlinea.com/sites/default/files/styles/grande/public/field/image/ninosestudian.jpg?itok=dWebuLZh

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La mitad del alumnado siente ansiedad ante los exámenes

Por: Pablo Gutiérrez del Álamo 

De PISA pueden extraerse miles de conclusiones relevantes. La OCDE, además de analizar los datos de rendimiento del alumnado, así como su posible relación con su estrato socioeconómico, también pone el foco sobre el bienestar de chicas y chicos a la hora de enfrentar el estudio, en general, en su vida.

De hecho, lo relacionado con lo escolar es uno de los principales indicadores, dice la OCDE, de insatisfacción para los y las jóvenes en España. Y cuantas más horas le dedican al estudio, más frecuente es la ansiedad. Según los datos que recogió en PISA 2015, es mayor en los centros en donde chicas y chicos estudian, dentro y fuera de clase, más de 50 horas semanales. En estos centros los alumnos están más preocupados, 11 puntos porcentuales más.

En la presentación de los datos, Andreas Schleicher, máximo responsable del PISA, aseguró que esta ansiedad no se debe tanto a que haya muchas tareas escolares, sino al tipo de trabajos que se les plantean a los estudiantes. “Los deberes deberían complementar lo que se hace en la escuela, no ser un sustituto. Deberían ser experiencias de aprendizaje diferentes. Por ejemplo, si enseño la gravedad, que los alumnos hagan algún experimento en casa”.

Y las chicas más

Si se desagregan los datos de ansiedad, las chicas destacan, lamentablemente, por sufrir más ansiedad que sus compañeros.

Mientras que en el caso de los chicos de bajo rendimiento el 60% se siente muy tenso al estudiar, en el caso de ellas el porcentaje sube al 69%. En el otro extremo, entre las chicas con un mejor rendimiento en PISA 2015, el 92% se preocupa por las calificaciones. Eso sí, explica el informe, el apoyo de las familias reduce esta tensión.

En la otra punta, se encuentra el hecho de que ellas quieren estudiar una carrera 14 puntos porcentuales más que ellos y que, al mismo tiempo, son menos ambiciosas que los chicos. También 14 puntos.

Destaca la OCDE el grado de sentimiento de pertenencia del alumnado en general en España en los centros educativos. Aunque no encuentra diferencias significativas entre chicas y chicos, sí las encuentra en función del origen de las y los estudiantes.

El alumnado de origen inmigrante de primera generación siente menos pertenencia (17%) que el nativo (9%) pero, matiza a OCDE, el de segunda generación (12%) tiene unos niveles más cercanos a los de los y las chicas nativos. La organización internacional lo achaca a una buena política de integración y destaca, a su vez, que España ha sido uno de los países de mayor acogida en la última década.

Acoso escolar

Este es otro de los puntos a los que mira este documento. Y a cómo influye en los resultados del alumnado. En centros en los que hay más acoso, más del 10% de las chicas y chicos dicen sufrirlo, tienen 21 puntos menos de puntuación en Ciencias en PISA que en los centros en donde menos del 5% del alumnado dice haber sufrido acoso entre iguales.

Parece haber relación, además, entre la implicación de las familias en el proceso educativo y el acoso. Quienes no sienten esta ayuda de sus familias en sus dificultades están dos veces más sometidos a una exposición frecuente a cualquier tipo de acoso.

Y claro, las situaciones de acoso inciden negativamente en la percepción que chicos y chicas tienen no solo de sus vidas, si no de su relación con el instituto. El 28% de los acosados aseguran no estar satisfechos con sus vidas; el 35% declaran sentirse ajenos al centro educativo. Estos porcentajes, en el caso de alumnado que no ha sido acosado, desciende al 8% en ambos casos.

Niño rico, niño pobre

El alumnado que pertenece a las familias más adineradas están más contentos con sus vidas. Solo el 7% informa de que no lo está. En el caso de las familias más pobres, el porcentaje de las y los chicos descontentos se duplica. Lo mismo ocurre con quienes declaran estar muy satisfechos con sus vidas. En el caso de quienes más tienen, su número es 11 puntos porcentuales mayor que entre quienes menos tienen.

En una línea relacionada, los chicos y chicas menos favorecidos practican menos deporte en el tiempo libre que lo más favorecidos. Seguramente porque lo hagan en actividades extraescolares que no pueden costearse.

Mención aparte necesita el dato sobre los desayunos. El 19% de las chicas no desayunan antes de ir a clase. El porcentaje es del 11 en el caso de ellos. Además de los posibles problemas físicos que esto pueda suponer, al mismo tiempo, la OCDE establece una relación entre esto y los datos de satisfacción con la vida. En una escala de 0 a 10, quienes no desayunan están un punto menos satisfechos con su vida.

Internet

Entre 2012 y 2015 ha crecido en número de adolescentes que utiliza móviles con Internet en casa. Un 25% en el caso de España, frente al 17 medio de la OCDE. Indudablemente, la Red ocupa buena parte del tiempo libre de chicas y chicos hasta el punto de que el 40% del alumnado navega en Internet, fuera del horario lectivo, más de 4 horas diarias entre semana. De hecho, el 22% del total lo hace más de 6 horas.

Estos últimos obtuvieron en PISA 2015 35 puntos menos que sus compañeros que se conectan menos tiempo a Internet. También declararon están menos satisfechos con su vida y son menos participativos en la escuela: “Se observa, dice la OCDE, 16 puntos porcentuales más de probabilidades de llegar tarde a clase y 10 puntos porcentuales más de haber faltado un día que en otros estudiantes”.

En los últimos tres años, ha aumentado el tiempo en Internet hasta 65 minutos más los fines de semana y 59 minutos entre semana. El 69%, explica la OCDE, asegura sentirse “realmente mal” si no tienen conexión a Internet.

 Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/04/19/la-mitad-del-alumnado-siente-ansiedad-ante-los-examenes/
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Nicaragua: Realizan encuentro con centros educativos para reforzar uso de tecnologías

Centro América/Nicaragua/22 Abril 2017/Fuente: Tn8

En el Auditorio Elena Arellano del Ministerio de Educación de Nicaragua se realizó este miércoles el segundo encuentro con directores de centros educativos privados de Managua para abordar el tema: «Tecnologías educativas, creatividad e innovación», con el fin de obtener un aprendizaje de calidad en las aulas de clases.

El propósito de este encuentro es promover la vinculación de la currícula educativa con recursos multimedia como video, página web y aplicaciones que están disponibles para docentes y estudiantes.

«Las tecnologías en sí, no son un fin, es un medio, es el medio que el maestro va utilizar de alguna manera un aprendizaje más efectivo y significativo para sus estudiantes», dijo la subdirectora del Colegio La Salle, Mélida Moncada.

Según el Asesor Presidencial para temas educativos, Salvador Vanegas, los temas abordados de este encuentro complementan la estrategia de los próximos cinco años para mejorar mejorar aún más el sistema educativo.

«Hemos estado trabajando un proceso de fortalecimiento de intercambio de experiencias con los directores de los centros educativos del país, un esfuerzo de complementariedad para enriquecer el avance hacia la calidad educativa. Desde la experiencia de los centros educativos públicos y centros educativos privados, tenemos una agenda para encontrarnos cada dos meses, para analizar e intercambiar experiencias, aportar a esta iniciativa para diferentes temas educativos, en esta oportunidad para intercambiar sobre el uso de la tecnología y procesos, para promover la innovación y la creatividad educativa del docente en los estudiantes», agregó Vanegas.

El funcionario destacó que esta iniciativa se ha venido trabajando con el área de tecnología educativa, para vincular con el currículo las diferentes teleclases que se han venido produciendo con un material de mucha calidad, de modo que obtenga un mejor aprendizaje en el aula de clases.

Fuente: http://www.tn8.tv/nacionales/417938-nicaragua-realizan-encuentro-centros-educativos-reforzar-tecnologias/

Fuente de la imagen: http://www.tn8.tv/media/cache/ce/66/ce66ce599ba8980f6984151c62a182dc.jpg

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