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Cien instituciones educativas extranjeras buscan estudiantes colombianos

www.eluniversal.com.co/27-03-2016/Bogota

Por primera vez Colombia recibe a más de 100 instituciones educativas extranjeras reunidas en un solo lugar durante el mes de abril, en una nueva edición de Eduexpos.

Se trata de una de las ferias de estudios en el exterior más grandes del mundo que, en 2015, tuvieron 3500 expositores, en más de 100 ferias, en 48 ciudades, 24 países en cinco continentes. Además, el número de estudiantes interesados en estudiar en el exterior que visitaron estas ferias fue de 165.374.

Colombia, en los últimos años ha despertado el interés de las instituciones educativas extranjeras y esto se ve gracias a un mayor aumento de los asistentes, que crece semestre tras semestre. Valela pena mencionar que Eduexpos, durante el primer semestre de 2015, tuvo una asistencia en nuestro país de 13.449, cifra que los organizadores del evento esperan superar ampliamente este primer semestre de 2016.

La gira de esta feria comenzará en la ciudad de Cali, el jueves 7 de abril, de tres de la tarde a ocho de la noche, en el Hotel Intercontinental. La siguiente estación de la feria será en Bogotá los días sábado 9 y domingo 10 de abril, de dos de la tarde a siete de la noche, en el Centro de Convenciones Torre AR.

A la siguiente semana el turno será para Bucaramanga, el martes 12 de abril, en el mismo horario en el Hotel Dann Carlton; mientras que el turno para Medellín será el jueves 14 de abril en el Centro de Eventos El Tesoro, ubicado en la Loma El Tesoro con Transversal Superior Carrera 25A No. 1A Sur – 45.
Asistir a las Eduexpos no tiene costo, todos los interesados en estudiar en el exterior deben registrarse en la página: http://www.eduexpos.com/colombia.  El día de la feria, para el ingreso, solo hay que presentar, a través del smartphone o tablet, la invitación que llega al e-mail de registro.

Los asistentes a la feria tendrán la oportunidad de conversar directamente con los directores y representantes de las principales universidades e instituciones educativas del mundo, junto con las agencias de estudios del país. Igualmente, podrán participar de las conferencias que se realizan de manera simultánea a la Eduexpo.

INVITADO ESPECIAL

Australia tendrá un pabellón exclusivo en Bogotá y Medellín, con 23 instituciones educativas. Este pabellón estará encabezado por el Australian Trade Commission – Austrade, agencia del gobierno de Australia encargada de la promoción del comercio, la inversión y la educación.

Se destaca además la presencia de cinco universidades consideradas entre las mejores 100 del mundo: la University of Melbourne, University of Sydney, University of Queensland, Monash University y University of New South Wales.

En total, la feria reúne a 26 universidades que están entre las mejores 500 del mundo, destacándose la University of Toronto, la mejor de Canadá, y top 19 a nivel mundial. También estará la University of California San Diego, que ocupa el puesto 39 a nivel mundial y la Universidad Bocconi de Milán, Italia, especializada en economía y ciencias sociales, la cual ocupó el séptimo lugar en el Financial Times European Business School ranking de 2015.

Otra alternativa es la Universidad de Ohio, Estados Unidos, que está clasificada por el Center for World University Ranking entre el 2,2% de las instituciones que otorgan títulos con una alta calidad de educación. Esta ofrece más de 250 áreas de estudio de licenciatura, idiomas, cursos cortos y posgrados.

Adicionalmente, estarán otras instituciones de Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, España, Italia, Suiza, Suecia, Francia, Irlanda, República Checa, Brasil, México y Argentina, quienes presentarán las mejores ofertas educativas en Cursos de Idiomas, Cursos de Verano, Pregrado, Posgrado, Maestrías, MBA, Estudios Virtuales, además de Programas de Estudio y Trabajo, todo en un mismo lugar.

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¿Qué nos enseña la crisis brasileña?

 

29 de marzo de 2016/ Una crisis política enorme se cierne sobre ese gigante que es Brasil. Una investigación judicial, denominada operación «Lava Jato», ha puesto en evidencia un esquema de corrupción que compromete a altos funcionarios de Petrobras, a grandes empresas constructoras, entre ellas la conocida Odebrecht, y a políticos brasileños de una multiplicidad de partidos.

 

Todos los grandes partidos están salpicados por la corrupción

Las denuncias de corrupción involucran no solo del Partido de los Trabajadores (PT), como quieren hacer ver los medios de comunicación, sino que incluyen al Partido Progresista (PP) y al Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), ambos de ideología de derecha. Otras investigaciones anticorrupción ya habían señalado a gobernadores del partido socialdemócrata PSDB («tucano»), como Geraldo Alckim en el estado de San Pablo. Con lo cual, todos los grandes partidos del sistema electoral brasileño están manchados por la corrupción.

Pero la derecha, que no ha ganado las elecciones federales durante tres períodos consecutivos, maniobra con ayuda de los medios de comunicación burgueses, encabezados por la red Globo, y el guiño cómplice de la embajada de Estados Unidos, para enfilar las acusaciones únicamente contra la presidenta Dilma Rousseff, contra el ex presidente Ignacio Lula Da Silva y el PT. El objetivo es evidente, sacar a Dilma antes de finalizar su mandato e impedir la nueva postulación de Lula a la presidencia en las próximas elecciones, porque Lula tendría posibilidades reales de ganar según diversas encuestas.

 

La maniobra golpista de la derecha y los medios de comunicación de masas

El objetivo es imponer un golpe de estado parlamentario, como el que se hizo contra Lugo en Paraguay, forzando el juzgamiento («impeachment») de la presidenta por el Congreso, a cuya cabeza está el evangélico de extrema derecha, Eduardo Cunha, acusado de recibir más de 5 millones de dólares de sobornos («propinas») de Petrobras.

La maniobra golpista consistiría en sacar a Dilma, mediante un juicio amañado del Congreso corrupto, para hacerse con el poder imponiendo al vicepresidente, Michel Temer, del derechista PMDB, aliado al gobierno del PT,  sin convocar nuevas elecciones, ni un referéndum revocatorio, ni mucho menos una Asamblea Constituyente, ni ningún tipo de consulta popular.

Este golpe parlamentario contra Dilma embona con la ofensiva de la derecha latinoamericana, teledirigida desde Washington, para sacar del poder o debilitar todo lo posible a gobiernos «progresistas» que ganaron el voto popular durante los últimos 15 años.

La maniobra parlamentaria brasileña hace parte del esquema que se ejecuta simultáneamente en todo el continente:  tratar de sacar a Nicolás Maduro de la presidencia de Venezuela antes de cumplir su mandato;  hacer fracasar el plebiscito por la reelección de Evo Morales en Bolivia; debilitar el gobierno de Rafael Correa en Ecuador; incluso acusar de corrupción a la moderada socialdemócrata Michelle Bachelet en Chile.

 

¿Cómo operaba la corrupción en el caso brasileño?

La crisis tiene como actores centrales a directivos de la empresa petrolera estatal, Petrobras, nombrados por el gobierno del P.T., Renato Duque (ex tesorero del partido) y Pedro Barusco, y un ex senador de ese partido, Delcidio Amaral,  ex director de Petrobras con el gobierno de Fernando Herique Cardoso, pero captado para el P.T. en esos juegos de «alianzas» con la derecha, que tanto gustan a los socialdemócratas y estalinistas.

El esquema corrupto consistía en que la petrolera estatal brasileña, Petrobras, vendía a precios inferiores a los de mercado internacional, principalmente gasolina, a la subsidiaria de Odebrecht, llamada Braskem.  Las ganancias millonarias de Braskem y, por contra, la lesión contra el patrimonio de Petrobras, se estima en 6 mil millones de reales, o 1600 millones de dólares, entre 2009 y 2014.

Luego Odebrecht, a través de sus oficinas y empresas de maletín, en paraísos fiscales, como Suiza y Panamá, pagaba «propinas» a los funcionarios que le habían facilitado estos lucrativos negocios a costa de la empresa estatal. Estas «propinas» servían tanto para enriquecimiento personal de los corruptos, como para financiar a los partidos políticos.

La página 147 de la denuncia del Ministerio Público Federal, muestra el organigrama que seguía el dinero saqueado a Petrobras para beneficio de Odebrecht. A través de varias  subsidiarias y luego a «empresas de maletín» en Suiza y Panamá. Con la banderita panameña, aparecen mencionadas, en los niveles de lavado del dinero 2 y 3: «Del Sur», «SAGAR», «QUINUS», «PEXO», «MILZART» y «SYGNUS».  Por ayudar a facilitar ese esquema aparece mencionado en Brasil el bufete del abogado Ramón Fonseca Mora, dirigente del Partido Panameñista y hasta hace poco consejero del presidente Varela.

La investigación estima que la «propina» de Duque y Barusco era aproximadamente del 2% del valor de cada contrato. Al ser Duque tesorero del PT, se estima que parte del dinero se usó para financiar al partido. Pero como se ha dicho, la corrupción también salpica al jefe de la oposición derechista del Senado, Eduardo Cunha, acusado por el Supremo Tribunal Federal de recibir coimas por 5 millones de dólares.

También se acusa a los directivos de Odebrecht y al «operador» del PMDB, Fernando Falcón Soares o Fernando Baiano. Al igual que al directivo de Petrobras, relacionado con el Partido Progresista, Paulo Roberto Costa (Hora Do Povo, No. 3.366, 29 a 30 de julio de 2015). Como ya se sabe, Marcelo Odebrecht, cabeza de la empresa, ya ha sido condenado a 20 años de prisión por estos delitos.

 

Lo que los medios callan: el sistema político es la madre de la corrupción

La descripción de cómo operaba la corrupción en torno a Petrobras es interesante porque podemos suponer que el mismo esquema se utiliza en otros países de Latinoamérica, incluyendo el nuestro. Aquí siempre se ha rumorado acerca del pago de «propinas» a funcionarios por contratos de parte de empresas privadas o pagos a la deuda pública a bancos. Supuestamente, en Panamá eso no es ilegal.

Lo que no dicen los medios de comunicación, es que los sistemas políticos supuestamente «democráticos» requieren millonadas crecientes de dinero para poder participar en los procesos electorales con alguna opción de «ser elegido». Como la médula del sistema «democrático» es la capacidad de gastar millones en publicidad, los partidos y políticos buscan la manera de obtener el financiamiento de sus campañas. Ahí es donde aparecen empresas dispuestas a financiar a cambio de jugosos contratos con el estado.

Dónde más claramente la intromisión del poder económico determina los resultados electorales es en Estados Unidos, donde los políticos son financiados directamente por poderosas empresas y multimillonarios, tanto en las campañas, como en sus funciones mediante el llamado «lobby». Para los medios de comunicación afiliados a la SIP, eso no es corrupción, sino una virtud democrática norteamericana.

En el caso panameño, aunque los partidos y candidatos están obligados a informar de sus fuentes de financiamiento privado, estas se convierten el secreto mejor guardado por los magistrados del Tribunal Electoral, con lo cual se hacen cómplices de este tipo de manejos corruptos. Aquí también entran fuentes de financiamiento que rayan en el delito, como el uso arbitrario y sin control de fondos públicos como el del Programa de Ayuda Nacional (PAN), que regaló 400 millones de dólares entre los diputados de todas las bancadas en las últimas elecciones.

Los medios de comunicación de masas, especialmente los afiliados a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), también esconden que ellos y sus dueños, teniendo el monopolio absoluto sobre los medios de comunicación, e imponiendo los precios sobre las pautas publicitarias, son los principales beneficiaros de los costos millonarios de las campañas electorales y, por esa vía, son cómplices directos de la corrupción.

Lo dicho no pretende justificar los manejos corruptos de funcionarios de ningún partido, los cuales, comprobados los cargos deben ser sancionados, pero sí pretende explicar las dimensiones extraordinarias del fenómeno de la corrupción, que atraviesa todos nuestros países y partidos políticos. En el caso de Odebrecht, se rumora la posibilidad de que pronto salgan a relucir nombres de políticos financiados con esquemas semejantes en otros países del continente, incluyendo Panamá.

 

Lula y Odebrecht

Ha trascendido recientemente, la relación estrecha entre el ex presidente Lula Da Silva y las empresas constructoras brasileñas Odebrecht, Camargo Correa y OAS. Las investigaciones han sacado a la luz que, entre 2011 y 2013, Lula recibió «patrocinios» de esas empresas y donaciones de hasta 20,7 millones de reales (unos US$ 5 millones) al «Instituto Lula» (fundación) y 10 millones de reales (US$ 3 millones) le fueron pagados en regalías por sus conferencias en el extranjero.

Lula aduce que esos pagos son legales, y que otros ex presidentes también viajan por el mundo promoviendo empresas de sus países y cobran fuertes emolumentos por dictar conferencias. Esto lo hacen desde Clinton hasta Álvaro Uribe. Pero los medios de comunicación también callan sobre este asunto y solo atacan a Lula.

No sólo es creíble la versión de Lula de la legalidad de esos emolumentos, sino que es público que él no se ha negado nunca a declarar ante los jueces sobre el tema. Por eso es repudiable el manejo político del juez que lo mandó a conducir detenido para escarnecerlo ante la jauría derechista y para beneplácito de sus enemigos políticos.

Sin embargo, desde el punto de vista de clase obrera, a la que Lula ha representado por décadas, la relación tan estrecha con una empresa transnacional como Odebrecht, sí presenta dilemas ético – políticos que pueden y son debatidos en Brasil.

Desde el primer gobierno encabezado por Lula, hacia 2003-2004, se produjeron en el Partido de los Trabajadores varias rupturas de los sectores más consecuentes y revolucionarios, que acusaban a la dirección del partido y a Lula de traicionar sus compromisos con la clase trabajadora y gobernar para beneficio de los grandes bancos, empresas constructoras y el agronegocio.

De esa manera surgieron partidos ubicados a la izquierda del PT, como el Partido del Socialismo y la Libertad (PSOL), y otras rupturas posteriores, como por ejemplo la de Marina Silva, antes Partido Verde y ahora Partido Socialista Brasileño (PSB).

 

La política económica de Dilma le enajena la base social obrera de su electorado

 Aplastada entre una creciente crisis capitalista, la caída de los precios de las materias primas, las crecientes luchas sociales, en especial de los jóvenes y estudiantes, que salieron a las calles con fuerza previo al Mundial de Fútbol de 2014, así como la campaña mediática en su contra, la presidenta Dilma Rousseff y el PT, en vez de ir hacia la izquierda, ceden a las políticas neoliberales, con lo cual debilitan su base social. Ese mirar a la derecha en busca de respaldo lo demuestra su alianza con el PMDB.

Si bien el gobierno del PT inauguró en América Latina las llamadas políticas sociales de «transferencias» con el «Plan de Hambre Cero», de Lula, como una forma de atenuar los males sociales de 20 años de neoliberalismo, lo cierto es que no ha habido cambios de fondo en ninguno de los aspectos que se esperaban de un gobierno que decía ser de los trabajadores. Por el contrario, el gobierno de Dilma se inclina cada vez más hacia medidas de carácter neoliberal.

La situación social se deteriora: en 2015, se perdieron millón y medio de puestos de trabajo. En 2016, la tasa de desempleo nacional es del 7,6% y creciendo. El desempleo juvenil en la zona metropolitana de San Pablo supera el 28%. La inflación el año pasado bordeó el 11%.

Este año, la presidenta Dilma Rousseff, adoptó dos acuerdos que le han ganado repudio sindical: por un lado, en acuerdo PT, PSDB y PMDB decidió entregar al sector privado reservas petroleras de PETROBRAS; por otro, decidió el congelamiento del salario mínimo y de los sueldos de los empleados públicos, si primero no se superaba el mínimo para garantizar el pago de la deuda a la banca.

 

Por una salida democrática y popular a la crisis

Para hacer frente a la crisis social, algunas corrientes de izquierda han propuesto la necesidad de un Plan de Emergencia, de grandes inversiones públicas para recuperar el empleo, así como un ajuste salarial acorde con el costo de la vida, y la ruptura del PT con las medidas neoliberales.

 Frente a la crisis política de envergadura que se cierne sobre Brasil y frente a la maniobra de la derecha que pretende un golpe parlamentario para sacar a Dilma y sustituirla por su vicepresidente, importantes sectores de la oposición de izquierda denuncian la jugada contra la democracia y contra el pueblo, proponiendo que no puede haber ninguna salida que no contemple la participación popular.

Por eso algunos han empezado a denunciar que el Congreso no tiene moral para juzgar a la presidenta y que en todo caso habría que convocar a nuevas elecciones generales (Partido Patria Livre). Incluso se habla de la convocatoria a una Asamblea Constituyente Popular (MES-PSOL), a la que el PT se había comprometido, y que junto con otras cosas olvidó por el camino.

 

Algunas lecciones de la crisis brasileña

1. La «democracia» burguesa es profundamente corrupta ya que su base es el poder económico. La corrupción es el alma de los sistemas electorales basados en campañas multimillonarias.

2. Los medios de comunicación de masas hipócritamente se disfrazan de adalides morales de la sociedad, pero son los principales beneficiarios del sistema político corrupto por la vía de las pautas millonarias en publicidad política.

3. La izquierda que aspiramos a ejercer nuestros derechos democráticos de participación política y electoral, debemos ser especialmente cuidadosos con la manera en que financian los proyectos electorales, so pena de ser escarnecidos en público al menor error, incluso los que los medios y las autoridades perdonan en partidos de derecha.

4. Como principio, nadie que se defina como progresista, de izquierda o revolucionario puede justificar ninguna forma de corrupción y robo al estado, por ende, debemos exigir investigación y esclarecimiento total, junto con la debida sanción penal a los responsables, sin importar la procedencia política de los involucrados.

5. Pero lo anterior no significa que avalemos ningún intento de golpe de estado parlamentario en Brasil, menos para beneficio de un Congreso y unos partidos de derecha demostradamente corruptos y al servicio de los intereses del imperialismo yanqui.

6. Con diferencias o sin ellas, hay que partir por reconocer que Dilma Rousseff es la presidenta legítima de Brasil, electa por el pueblo. Si la investigación y las circunstancias forzaran su dimisión, es inaceptable que sea sustituida por una jugarreta de políticos venales, encabezados por su vicepresidente, Michel Temer.

7. Si la presidenta Dilma debe o no renunciar debiera salir de una consulta democrática al pueblo brasileño, mediante un referéndum revocatorio, como únicamente se hace en la Venezuela bolivariana, y al que en su momento se sometió Hugo Chávez, saliendo victorioso en unas circunstancias golpistas semejantes. Y, en caso de caer el gobierno de Dilma Rousseff, la única alternativa legítima sería la participación del pueblo brasileño mediante la convocatoria de nuevas elecciones o una Asamblea Constituyente Popular.

8. La experiencia latinoamericana en general, y la brasileña en particular, demuestran que la única manera de salvar procesos políticos progresistas de los embates de la derecha y el imperialismo, no es tratando de pactar y ceder a sus requerimientos, sino convocando la movilización popular y radicalizando las medidas de carácter socialista.

 

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Determinando la calidad para que la escuela sea mejor

(Texto para “Otras Voces en Educación”. Caracas, 27/03/2016)

 

Aurora Lacueva

 

Tratar de determinar, aun de manera aproximada, la calidad del trabajo que se realiza en las escuelas puede ayudarlas a avanzar y es así un esfuerzo valioso. Sin embargo, hay procedimientos e instrumentos que resultan poco útiles, poco incisivos e incluso perjudiciales; por ejemplo, el uso de pruebas estandarizadas para medir conocimientos estudiantiles o las clasificaciones jerarquizadas (rankings) entre países, zonas o escuelas. De ellos hablamos en anterior artículo para este portal web. Hace falta desarrollar procedimientos más integrales y profundos, y también más participativos,capaces de iluminar verdaderamente logros e insuficiencias del quehacer escolar con miras al mejoramiento/transformación de la escuela.

Por nuestra parte, proponemos cuatro estrategias que se complementan(las presentamos más extensamente en Lacueva, 2015b, ver también Lacueva, 2015a): autoevaluación de cada plantel con apoyo experto externo, estudios de caso por parte del ente rector en educación, estudios muestrales grandes para problemas específicos, a cargo del mismo organismo y, finalmente, recolección de información estadística pertinente, veraz y completa.

El núcleo de la determinación de calidad debe estar en la autoevaluación desarrollada en cada escuela, con orientación y apoyo externos,que suponemos normalmente ofrecidospor el ente nacional rector en educación o -según países- el local.Así se abre la “caja negra” de la acción escolar, gracias a la colaboración protagónica de los propios involucrados –única manera de lograrlo a cabalidad. Nos interesa conocer a la escuela, a cada escuela, por dentro, para poder luego tomar e implementar decisiones que les permitan ser mejores. ¿Qué considerar en esta evaluación? Sería algo a discutir en cada país, llegando a consensos. Creemos que los aspectos a tener en cuenta no deben conformar una larga lista, sino que conviene centrarse en asuntos clave y proponer mecanismos de evaluación factibles, evitando exigirde las y los participantes un exceso de tiempo y esfuerzo. Entre esos asuntos clave deben estar el local, la dotación (tanto la dirigida al centro como la que llega directamente a cada estudiante), las actividades pedagógicas que se desarrollan, los logros estudiantiles, el cogobierno y la gestión escolar, el clima institucional, las interrelaciones con la comunidad, y los programas sociales (como los de alimentación, salud o vestuario, entre otros).

En la autoevaluación de cada escuela es importante utilizar procedimientos variados, naturalísticos y flexibles, que estudien la vida de la institución sin alterarla demasiado y que permitan adentrarse en la complejidad de sus situaciones y devenir. Ejemplos de procedimientos adecuados seríanobservaciones (de clases, reuniones, patio…); análisis de documentos (cuadernos y trabajos de estudiantes, planificaciones docentes, evaluaciones, minutas de reuniones de cogobierno…); estudio de portafolios (de estudiantes, docentes, directivos…); entrevistas; grupos focales; cuestionarios sobre opiniones y experiencias; y recopilación y análisis de datos estadísticos del plantel y de cada estudiante.

El ente rector en educación debe colaborar con las escuelas ofreciéndoles pautas e instrumentos para su autoevaluación, pues resultaría demasiado arduo generarlos en cada centro y, además, ello haría imposible la consolidación de información, necesaria para visiones de conjunto del sistema educativo.También debe enviar a cada plantel a un pequeño grupo de asesores que acompañen el proceso. No proponemos estudiar necesariamente a cada docente ni, mucho menos, a cada estudiante: en la mayoría de los casos basta con una selección sistemática entre ellos, que permita caracterizar la situación de cada institución educativa, sus logros y sus necesidades. Y es que la evaluación de la calidad educativa no es sinónimo de supervisión o de evaluación del rendimiento, se trata de tres procesos distintos que deben mantenerse diferenciados.Además, una autoevaluación a fondo anual representa una carga fuerte, difícil de asumir tanto para el gobierno como para cada centro educativo, es suficiente  con cumplirla cada tres o cuatro años, en turnos anuales por grupos.

La autoevaluación de cada plantel necesita complementarse con estudios de caso desarrollados de modo, si se quiere, más metódico: en el sentido de uniformidad en la aplicación de procedimientos, atención a los detalles, sistematicidad, reducido involucramiento de las y los evaluadores con la realidad evaluada, etcétera. Se trata de estudios a profundidad realizados “desde afuera” de las escuelas, conformando de manera científica un grupo pequeño de casos, que exprese la variedad de planteles existentes en el país. Estos estudios permiten controlar, contrastar y ampliar los resultados de las autoevaluaciones de centros. En su implementaciónpor parte del ente rector educativo pueden ser importantes colaboradoras las universidades del país.

También el ente rector en educación puede realizar por sí mismo o encargar a universidades o a expertos ad hoc grandes estudios muestrales. Así, mientras los estudios de caso ofrecen profundidad y abordaje de la complejidad, los grandes estudios muestrales permiten amplia cobertura: los dos tipos de investigación se apoyan uno a otro. Desde luego, no es posible ni tampoco necesario atender a muchos factores a la vez con esta modalidad de evaluación, ni aplicarla de forma permanente para cada asunto considerado. La misma puede utilizarse cuando se quieran calibrar mejor las características e incidencia de un determinado problema o situación, que puede incluso haber sido detectado por las autoevaluaciones y los estudios de caso. No sólo lo negativo puede estudiarse, también es útil conocer más sobre lo que parece funcionar de manera positiva.

Por su parte, una pertinente y efectiva consolidación de datos estadísticos ofrece a gobierno y ciudadanía información valiosa para las decisiones de política educativa: tasa de escolaridad, repitencia, nivel de formación del profesorado… así como otros datos hoy menos destacados y que conviene relievar, por ejemplo, días de inasistencia docente o número de estudiantes por espacios laboratorio y taller. La propia autoevaluación de escuelas puede generar nueva información capaz de expresarse numéricamente en las tablas estadísticas, sería el caso de los tipos de actividades pedagógicas predominantes o las modalidades de participación del estudiantado en la vida escolar.

Progresivamente, las autoevaluaciones y los estudios de caso y muestrales pueden complejizarse y conducir de lo descriptivo y evaluativo a locorrelacional, lo interpretativo crítico, y lo explicativo, ramificándose así hacia investigaciones de punta dentro del ámbito educativo, generadoras de nuevas visiones pedagógicas, nuevas elaboraciones teóricas y estimulantes propuestas teórico-prácticas. Así mismo, de ellas pueden derivar poderosas investigaciones en la acción e innovadoras producciones de materiales educativos, como libros, simulaciones, videos, manuales de actividades, etcétera.

Estas cuatro vías de determinación de la calidad educativa escolar se complementan y refuerzan mutuamente, ofreciendo una alternativa a los toscos procedimientos predominantes en el presente. Al iluminar los procesos que se viven al interior de los centros educativos y al incorporar masivamente, junto al ente rector en educación, a profesorado, alumnado, familias y personal de apoyo en la evaluación y en la reflexión sobre resultados, sientan las bases para productivos procesos de diseño y aplicación de cambios. Cambios que podrán ser tanto realistas como ambiciosos, apuntando a superar dificultades y alcanzar una escuela cada día mejor.

(Incluimos en este artículo algunos planteamientos que estamos desarrollando para un trabajo en la revista Temas de Educación de la Universidad de La Serena, Chile).

Referencias

Lacueva, A. (2015a). Evaluación de la calidad educativa: democrática y para avanzar. Revista de Pedagogía. 36(99): 51-67. Disponible: http://saber.ucv.ve/ojs/index.php/rev_ped/issue/view/1246.

Lacueva, A. (2015b). La Determinación de la Calidad de la Educación Escolar: ¿Tecnocrática o Democrática? ¿Parcial o Integral? Informe preparado para el Ministerio del Poder Popular para la Educación de la República Bolivariana de Venezuela, en el marco de la Consulta Nacional por la Calidad Educativa. (Versión revisada y actualizada). Recuperado dehttp://saber.ucv.ve/jspui/handle/123456789/10853.

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«Europa sigue siendo un continente colonialista»

A continuación publicamos la entrevista que a Boaventura de Sousa Santos le hiciera Sergio León y la cuál publicó el periódico publico.es

El sociólogo portugués defiende la necesidad de cambiar la forma de hacer política para poder rescatar a la Unión Europea de su «contexto totalitario». «Las ideas de izquierda tienen que ser defendidas en las calles, aunque eso suponga asumir riesgos», sostiene.

MADRID. – Se define así mismo como un «optimista trágico». Y ya es bastante con la que está cayendo. Llama a dejar el pesimismo y la apatía a un lado, a ser combativos, revolucionarios. Su mensaje cala, por su forma de expresarse, por la pausa que da a sus frases, y, sobre todo, por sus propuestas. El sociólogo Boaventura de Sousa Santos(Coimbra, 1940), uno de los académicos e investigadores más reconocidos en todo el mundo, se ha convertido también en una de las voces de la izquierda europea más importantes.

De Sousa es especialmente crítico con lo que se ha convertido la Unión Europea. Para él, el proyecto europeo no sólo ha fracasado, sino que ha servido para, a través del euro, imponer el modelo neoliberal en Europa. Además, la crisis de refugiados ha acabado por desenmascarar a una UE con, todavía, un gran «prejuicio colonial».

P – ¿Qué piensa del acuerdo de la UE con Turquía?

R – La crisis de refugiados es un espejo cruel de lo que es Europa como potencia colonial. Europa, cuando no puede resolver sus problemas, siempre encuentra países satélites que le puedan ayudar. Tenemos el ejemplo del caso saharaui. Un pueblo que no logró su independencia porque España lo abandonó a la suerte de Marruecos, que fue el intermediario para continuar el colonialismo europeo. Con Turquía es lo mismo. De repente ya no parece importante la cuestión de los kurdos, el control de la prensa que hace el Gobierno turco, etc. Todo se resuelve con dinero.

«Si quisiéramos asumir nuestra responsabilidad histórica, tendríamos que abrir las fronteras»

La gente que trata de llegar a Europa es gente cuya tierra fue invadida, destruida en nombre del imperialismo del Norte. Europa decidió aliarse de pleno con EEUU. En base a eso surge la crisis de refugiados. Es un retrato muy cruel de un fin no resuelto. Europa nunca ha querido enfrentarse a su pasado colonial. Europa sigue siendo un continente muy colonialista. Si quisiéramos asumir nuestra responsabilidad histórica, tendríamos que abrir las fronteras.

P – ¿Se puede considerar que la postura de la UE es una postura racista?

R – Sí, sin duda. En el contexto europeo siempre ha existido la idea de que hay grupos sociales que tienen una minusvalía natural, que son considerados subhumanos, por decirlo de alguna manera. Antes eran los obreros y las mujeres. Eran grupos que debían tener más deberes que derechos. Ahora es así con los refugiados. Esta situación configura una situación de racismo, por supuesto.

P – Desde Bruselas se están buscando todas las fórmulas posibles para que la expulsión de refugiados sea legal. ¿La UE se ha desenmascarado del todo?

R – El proyecto europeo murió con Grecia, cuando se comprobó la imposibilidad de una solidaridad en Europa a través de un proyecto común. Lo que está pasando es, de alguna manera, una venganza. La crisis de la deuda ha afectado a países como Grecia, Portugal y también España, y ha sido muy buena para Alemania. Ahora, con la crisis de los refugiados, cuando ve que los migrantes tratan de llegar hasta allí, Alemania pide el apoyo de todos, cuando no tuvo ninguna solidaridad con los griegos, los portugueses o los españoles. Todo este refleja que el proyecto europeo es una simple geoestrategia de intereses que dominan Francia y, obviamente, Alemania y que sólo sirve para que las élites dominantes de los países del Norte sigan sacando beneficio sin sufrir ningún coste.​

¿Los refugiados son considerados ciudadanos de segunda?

El currículum del sociólogo portugués habla por sí solo. Es doctor en Sociología del Derecho por la Universidad de Yale y catedrático de Sociología en la Universidad de Coímbra. Es además profesor distinguido de la Facultad de Derecho de la Universidad de Wisconsin-Madison y actualmente es director del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coímbra. También es poeta y aficionado al rap.

De Sousa Santos está convencido de que si hay alguna solución a la crisis económica, debe llegar por la izquierda. Durante la conversación, de cerca de una hora, explica su idea de un proceso constituyente transnacional y la necesidad de ofrecer alternativas que sean capaces de plantar cara al «autoritarismo difuso», como lo llama él, implantado en Europa.

El profesor Boaventura, autor del blog ‘Espejos extraños’ en este diario, atiende a ‘Público’ en un hotel del centro de Madrid. Desde ahí se ha desplazado para participar en el seminario ‘Máquinas constituyentes: poder constituyente, biopolítica, democracia’ celebrado en el Museo Reina Sofía. Sus dos ponencias estaban abarrotadas. 

P – ¿El sistema del euro está condenado al fracaso?

R – Yo creo que sí, pienso que no va a durar mucho tiempo. Sólo hace falta saber de qué manera, bajo qué términos acabará y quién pagará los costes del proceso. Ahora sabemos que es una moneda que ha servido para imponer el modelo neoliberal en Europa. Introducir con cuenta gotas una especie de autoritarismo difuso, no por ello menos intenso, mediante las directivas e informes del Eurogrupo o de la Comisión Europea. Para eso se creó el euro sin una política fiscal común, sin una misma política monetaria. Puede haber una UE sin euro, pueden existir varias monedas dentro de la UE.

P – Usted sostuvo que la crisis económica podría ser una oportunidad para proyectar una Europa socialista que abandonara sus expresiones neoliberales. ¿Qué ha pasado?

«Lo que quiere la prensa controlada por los grandes intereses económicos es que los españoles se convenzan de que si no hay una solución de izquierda, si se vuelven a repetir las elecciones, la culpa es de Podemos»

R – Lo que pasó en Grecia fue devastador, de una violencia total. Los griegos llegaron a la conclusión de que la austeridad era una fatalidad y quisieron que fuera Syriza y no los corruptos anteriores quien condujera una nueva política. En Europa es muy importante que Syriza se mantenga, no por Grecia o por la propia Syriza, sino por proponer una alternativa a la crisis. Ahora tenemos el caso de Portugal, donde los comunistas han apoyado por primera vez al Partido Socialista para sacar a la derecha del Gobierno. La izquierda española no ha hecho eso. Hay diferencias entre ambos países, sí, pero que una coalición de izquierdas haya echado a la derecha del poder es un cambio muy significativo en el contexto europeo.

La solución como la veo hoy, y que pienso que es lo que puede pasar en España, si no ahora, más adelante, es una unión de las izquierdas para tener Gobiernos que desde el Consejo Europeo puedan alterar las políticas europeas y que Alemania ya no pueda actuar con tanta arrogancia. Vamos a pasar por un periodo muy difícil, por eso pienso que las fuerzas de izquierda tienen que prepararse para atravesar este periodo de una manera que realmente garantice su superviviencia y su florecimiento. Si hay alguna solución para esta crisis, viene de la izquierda. Son los únicos que hablan de la necesidad de regular los mercados financieros.

P – ¿Ve posible, entonces, un Gobierno de izquierdas en España?

R- Lo que quiere la prensa controlada por los grandes intereses económicos es que los españoles se convenzan de que si no hay una solución de izquierda, si se vuelven a repetir las elecciones, la culpa es de Podemos. Los lobbystas de Bruselas están actuando secretamente, y a veces de forma no tan secreta, para decir a los españoles, a las instituciones, a la prensa, a los grupos conservadores: izquierda en España nunca. Hay una gran presión porque tienen miedo de España, que no es sólo un país más grande económicamente que Grecia o Portugal, es el país del 15-M.

«Hay una gran presión porque tienen miedo de España, que no es sólo un país más grande económicamente que
Grecia o Portugal, es el país del 15-M»

La izquierda española no lo va a tener fácil. Ya no es sólo que los barones del PSOE, que están a otros negocios, ni la UE quieran un Gobierno de izquierdas. Hay otros dos motivos. Uno de ellos es el temor de la gente que ha luchado por llevar a la izquierda al poder en algunas ciudades a ver amenazada la posibilidad de lograr un cambio tan novedoso e interesante. El segundo motivo es Catalunya. La gente quiere un referéndum porque Madrid lo rehúsa. Si llegara a celebrarse, estoy seguro de que ganaría el no y eso daría paso a una reforma constitucional. El proceso constituyente en España tiene que ser nacional, tiene que resolver lo que no se permitió en el 78. Dentro de un Estado federal plurinacional, Catalunya debería tener su propia Justicia. ¿Por qué no la tiene? Obviamente porque solamente se concibe la unidad con uniformidad y no con diversidad.

P – Usted defiende la importancia de unos movimientos sociales fuertes para controlar la calidad de la democracia. ¿La solución está en articular estos movimientos en partidos políticos como Podemos?

R – Los movimientos sociales tienen una dinámica propia. El problema es que no tienen recursos ni tiempo para dedicarse a las tareas de unir a los movimientos de España, Portugal, Italia y Grecia a través de un proceso constituyente transnacional. Existe la idea de que los movimientos no tienen escrito un guión muy definido. Es cierto que sus luchas están muy divididas, pero también tienen convergencias, a mi juicio, interesantísimas. Hay un problema y es que existe una cierta aversión hacia los políticos, incluso hacia aquellos que salieron de movimientos sociales, a los que se les critica que se comporten como los viejos políticos. Hay una gran desconfianza y eso es algo que los políticos de izquierda de nueva generación tienen que entender.

¿Es necesario cambiar la forma de hacer política?

Creo que la única manera de rescatar la política en este contexto totalitario es cambiar la manera de hacer política, que combine la democracia representativa con la participativa. Podemos nunca se perdonará a sí mismo si pierde la dinámica de democracia participativa y para eso hay que cambiar promesas. Veo a mucha gente que está con Podemos, pero, ¿qué hacen para defenderlo, darle su voto? Eso no es suficiente. Las ideas de izquierda tienen que ser defendidas en las calles, aunque eso suponga asumir riesgos. Creo que en España hay condiciones. Como sabes, soy un optimista trágico, como digo siempre.

El último plan del profesor se llama ALICE, un proyecto de investigación financiado por elEuropean Research Council (ERC). Comenzó en 2011 y se basa en las experiencias e innovaciones que se han dado y tienen lugar en países del Sur global para renovar los desafíos en el Norte relacionados con la justicia social, ambiental, intergeneracional, cultural e histórica. Un proceso ambicioso, desde luego, pero no imposible para un revolucionario como Boaventura de Sousa Santos.

P – ¿Es posible cambiar el sistema? ¿Es necesaria una revolución?

R – Mucha gente piensa que no es posible y eso genera, sobre todo entre los más jóvenes con una vida cómoda, mucho pesimismo. Pero la gran mayoría de la gente vive sin saber si seguirá viva mañana. Tiene que haber una solución, ¿pero cuál? En estos momentos no se puede hablar ni de revolución ni de socialismo. Los 70 años del socialismo soviético no fueron suficientes para que vuelva a la imaginación popular una idea socialista, que además es una idea eurocéntrica.

«Lo más importante es sacar ideas de donde normalmente no las vemos, de nuestros barrios, de nuestras comunidades, de lo que yo llamo las zonas liberadas del capitalismo»

Tenemos que aprender de los indígenas y no centrarnos en una economía de crecimiento ilimitado, pero sí de crecimiento, de ecología política. El socialismo algún día podrá ser una palabra que de nuevo integre todo eso. Quizás se llame de otra forma, el nombre no importa, pero estamos en un periodo de transición donde realmente las condiciones para una sociedad de este tipo se están reuniendo, sin embargo, el pasado pesa demasiado.

P – Y el capitalismo se aprovecha de ello…

R – Claro. El capitalismo lo sabe porque fue justo a partir de la caída del Muro Berlín cuando la socialdemocracia también se vino abajo, no sólo fue el mundo soviético. El capitalismo se encuentra ahora en un momento de acumulación infinita, sin límites, sin ninguna regulación y espera que los Estados sean los que solucionen las crisis.

P – ¿Cómo se puede responder a eso?

R – Yo soy pacifista, pero el otro día en Barcelona un joven me preguntó: “Profesor, ¿estamos a punto de volver a la lucha armada?”. Me quedé impactado. Tras la revolución cubana era un horizonte legítimo. Hoy no lo tenemos. Estamos en un momento en el que necesitamos pensar alternativas y para mí lo más importante es sacar ideas de donde normalmente no las vemos, de nuestros barrios, de nuestras comunidades, de lo que yo llamo las zonas liberadas del capitalismo.

¿Hay que volver a la lucha armada?

En la izquierda siempre pensamos en grandes alternativas porque creíamos que había unas leyes históricas que nos llevarían a grandes soluciones para toda la gente. No. Quizás hay que ir despacio, con radicalidad localizada y que al mismo tiempo pueda crear raíces, pueda crear articulaciones y, sobre todo, no nos olvidemos, puedan ser centros de educación revolucionaria.

P – ¿Nos falta mayor movilización social en Europa?

R – Sí. Deberíamos habernos solidarizado con los miles de refugiados que fueron desalojados en Francia. Son nuestros compañeros. Son más europeos que nosotros. Siempre estamos hablando de que necesitamos internacionalismo, un proceso constituyente transnacional. ¿Cuáles son los pueblos con más experiencia internacional en Europa? Los refugiados, los gitanos, los inmigrantes. Han estado en otras sociedades y tienen una mayor experiencia internacional, pero debido al prejuicio colonial de Europa no aprovechamos lo que pueden aportar. Cuando lo hacemos, los resultados son buenos.

P – ¿Cómo lo ve la situación en América Latina? ¿Se acaba el ciclo progresista?

«Estoy absolutamente convencido de que hay una intervención muy fuerte para desestabilizar al Gobierno de Dilma Rousseff»

R – Es muy difícil de decir. Lo que sí se puede decir es que estos países están pasando por una crisis y veremos si consiguen reinventar sus procesos. Hay un aspecto importante que hay que destacar. Cuando estos Gobiernos lograron sus éxitos, EEUU estaba distraído en Oriente Medio con las guerras de Irak y Afganistán. Ahora EEUU está de regreso en su continente, en su patio trasero. Empezaron por Honduras, después Paraguay, neutralizaron a Cuba y ahora están con muchas otras intervenciones.

P – ¿En Brasil, por ejemplo?

R- Sí. Estoy absolutamente convencido de que hay una intervención muy fuerte para desestabilizar al Gobierno de Dilma Rousseff. Obviamente, las razones de las crisis en los Gobiernos progresistas no son sólo por factores externos, también hay internos, por supuesto, se han cometido muchos errores. Uno de ellos fue creer que como las izquierdas ganaron las elecciones, la respuesta de la derecha ya no sería tan reaccionaria como antes porque iba a partir de un centro político que se había desplazado a la izquierda. Error. Macri ha entrado en Argentina con una violencia oligárquica enorme. En Brasil, lo mismo, como está pasando en Venezuela.

Publicado en publico.es

http://www.publico.es/internacional/boaventura-sousa-europa-continente-colonialista.html

 

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Balance de medio tiempo

Balance de medio tiempo

No estamos frente a un gobierno que tenga razones fundadas para sostener expectativas de éxito o un discurso relativamente autocomplaciente. Más bien, por el contrario, el gobierno se halla a mitad de su periodo y parece encontrarse en una zona oscura porque (pudiera ser que) su ruta se ha extraviado.

José Joaquín Brunner, Publicado 16.03.2016 en Foro Líbero

Al cumplirse dos años del mandato de la Presidenta Bachelet, justo en la mitad del camino, hay motivos para sentirse desorientado. No puedo dejar de recordar los versos iniciales del Canto 1 del Infierno: “A mitad del camino de la vida, en una selva oscura me encontraba porque mi ruta había extraviado”.

Los medios de prensa, la radio y la TV dan cuenta de esa confusión y la multiplican. Véase, por ejemplo, la siguiente selección de titulares publicados durante los últimos días:

  • Balance de gobierno: “hemos convertido promesas en realidades”
  • Bachelet busca recobrar la popularidad perdida
  • Segundo año de mandato de Bachelet en Chile sin festejos
  • Bachelet, dos años de reformas y escándalos
  • Bachelet llega a la mitad de su segundo mandato con uno de sus índices más bajos de aprobación
  • Fundación Ciudadano Inteligente: Cumplimiento del programa llega a 25%
  • Oposición chilena descalifica primeros 2 años de presidenta Bachelet
  • Bachelet defiende logros de su mandato: Algunos interesadamente no quieren que se conozcan
  • Michelle Bachelet, en busca de la popularidad perdida

La pauta del gobierno durante esos días para inclinar la balanza de esos ambiguos balances en su favor, aparece claramente manifestada en las siguientes muestras tomadas verbatim de algunos de los medios informativos.

Primer caso. Desde la región de Antofagasta, la Presidenta Michelle Bachelet realizó un balance de la mitad de su mandato, donde –según ella– desde el gobierno se ha puesto “fuerza y corazón, no sin dificultades”. Bachelet indicó que “es comprensible que algunos logros de estos dos años se desconozcan, porque han sido muchos, la lista es larga. Vamos a trabajar para comunicar… pero tengo que decir que hay algunos que no quieren que se sepan”.

Segundo caso. La Mandataria destacó también la aprobación de reformas clave como la tributaria y educacional. “Ha valido la pena cada reforma que hemos estado dando. Porque la gente me lo dice… hay pájaros de mal agüero, pero nosotros tenemos confianza que vamos a cumplir”, enfatizó. “Nadie dijo que iba a ser fácil, nadie dijo que iba a ser miel sobre hojuelas. Pero vamos a seguir cumpliendo lo que Chile nos ha demandado. Hay cosas que hay que perfeccionar, pero en eso estamos trabajando”, dijo.

Tercer caso. El ministro vocero de La Moneda, Marcelo Díaz, resaltó los compromisos cumplidos de la administración como la reforma tributaria y la gratuidad en la educación. “Los compromisos están cambiando significativamente la vida de los chilenos. Es un gobierno que es capaz de impulsar transformaciones que prometimos a los chilenos y que por lo tanto esas promesas hoy día se están convirtiendo en realidad”, señaló. En esta línea, el secretario de Estado sostuvo que “el balance para nosotros está marcado con esta frase: hemos convertido promesas en realidades”.

Cuarto caso. Desde la sala de Prensa del Palacio de La Moneda, el vocero de Gobierno, Marcelo Díaz, realiza balance al cumplirse dos años del período de la Presidenta Michelle Bachelet. “[…] Estamos iniciando el tercer año de gobierno y quiero muy brevemente decirles que la mejor forma que tenemos de conmemorarlo es trabajando con mucho compromiso, consolidando lo que hemos hecho y avanzando en lo que falta por hacer”.

II

Tanta insistencia en logros, consolidación y su proyección, así como en el compromiso de cumplir lo que falta, chocan con las percepciones que transmite la opinión pública encuestada.

La más reciente encuesta CADEM, dada a conocer el lunes 13 de marzo, revela que la aprobación presidencial (“Independientemente de su posición política, ¿usted aprueba o desaprueba la forma como Michelle Bachelet está conduciendo su gobierno?”) que al inicio, el 13 de marzo de 2014 era 52% por la aprobación y 20% por la desaprobación, evolucionó a 33% y 58% respectivamente un año más tarde y ahora es de 23% aprueba versos 68% desaprueba. Esto es, una caída libre por la pendiente de la opinión pública encuestada, para terminar a mitad del camino con dos tercios del lado negativo y menos de un cuarto positivo.

La desaprobación del gabinete presidencial alcanzó a un 71% por ciento al final de la semana pasada, casi tan alta como la manifestada frente al anterior gabinete (de Peñailillo y Arenas) la semana anterior a su fin en mayo pasado.

La percepción de las reformas –que el gobierno autoevalúa tan positivamente– es de escaso entusiasmo entre la población encuestada. Están de acuerdo con la reforma tributaria un 24%, con la reforma educacional un 45% y con la reforma laboral un 24%. La lectura de otras encuestas distintas de la CADEM, revela que la percepción negativa se extiende a otras áreas claves de la gestión gubernamental como seguridad, salud, transporte y, en general, al comportamiento de las personas y las instituciones directivas del Estado y la sociedad, con pocas excepciones.

Preguntadas las personas si considerando todos los aspectos políticos, económicos y sociales creen que el país va por un buen camino o por un mal camino, la caída libre en el tiempo es aún más llamativa. En marzo de 2014, 78% respondía por buen camino y apenas 14% por mal camino, confirmando las ilusiones y expectativas que acompañaron a la elección de la actual Presidenta. Un año más tarde, las cifras correspondientes eran 39% y 47%. Y en marzo de 2016, la ecuación es 21% por buen camino y 64% por mal camino. La idea de que el país pudiera estar progresando ha caído por esa misma escalera de 52% a 28% a 13%, mientras que por la escalara ascendente de los que piensan que el país está estancado y retrocediendo, transitaba un 44% de los encuestados en 2014, un 70% en 2015 y un 84% la semana recién pasada.

Es decir, a la mitad del camino, para una significativa mayoría de la gente la ruta parece haberse extraviado.

El gobierno no lo estima así y cree, por el contrario, que la lista de sus logros es tan extensa que no resulta extraño que la población no alcance a reconocerlos, especialmente a la vista de los pájaros de mal agüero que solo ven malos caminos por delante y un país sin progresos.

¿A quién hemos de creer?

III

Por lo pronto, ni a los pájaros de mal agüero ni a quienes autoevalúan sus logros como interminables y atribuyen sus problemas a los media o a quienes adoptan una visión crítica que se aparta de las versiones oficiales.

Más bien, hemos de creer “en” y no “a”; en la deliberación pública, en los argumentos racionalmente expuestos, en el debate plural sobre la evidencia disponible, en la posibilidad de generar consensos interpretativos que articulen la diversidad de interpretaciones.

El gobierno sostiene su punto de vista sobre tres pilares argumentativos: (i) estaría cumpliendo con los compromisos de su Programa, (ii) confía en que las reformas adoptadas estarían cambiando estructuralmente o paradigmáticamente la economía y la sociedad chilenas, y (iii) espera que sus efectos serán beneficiosos para la gente y estarían desde ya siendo percibidos.

El primer argumento –del cumplimiento fiel– es altamente subjetivo y discutible. Si partimos del supuesto (razonable) de que las reformas se hallan contenidas en los correspondientes proyectos de ley enviados al Congreso, en cada caso, uno por uno, dichos proyectos han sido modificados en partes sustantivas durante la discusión y, por lo mismo, aprobados por la mayoría de la Nueva Mayoría (NM) y de la oposición. Incluso, como ocurrió con la reforma tributaria, ésta debió ser revisada y corregida a menos de un año de su aprobación.

En seguida, y más importante, parece una ingenuidad creer que las reformas pueden declararse cumplidas una vez que se han aprobado en el Congreso. En verdad, en ese momento están recién en condiciones de comenzar a implementarse. Y, en democracia, el destino de cada reforma se juega, efectivamente, hasta el último detalle, en su aplicación. Incluso, hemos visto reformas que una vez aprobadas en el Congreso, como la del fin del copago, el lucro y la selección académica, tienen un largo plazo de aplicación y ésta depende de múltiples reglamentos que tardan meses y a veces más de un año en dictarse.

Por último, no parece efectivo que se esté cumpliendo con el programa, incluso en materias esenciales para el gobierno como la gratuidad universal en la educación superior, pues hay metas que no podrán alcanzarse y cambios que quedarán a medio camino.

En cuanto a que las reformas adoptadas estarían cambiando estructuralmente o paradigmáticamente la economía y la sociedad chilenas no parece ser más que una consigna y manifestación de entusiasmo discursivo.

Para partir por lo más general, ¿acaso puede sostenerse seriamente que la administración Bachelet está llevando a cabo una revolución anticapitalista o de sustitución de dicho modo de producción o que está logrando instalar alguna versión (cualquiera) de algún socialismo del siglo XXI que ni siquiera parece nombrado en el Programa, o que está en la práctica definiendo “otro modelo” económico o echando las bases de un Estado de Bienestar en forma? Quienes así piensan son solo algunos trasnochados defensores del orden neoliberal autoritario en su expresión máxima de comienzos de los años 1980, o bien algunos voluntarioso, fogosos, jóvenes technopols o dirigentes optimistas cuya noción de cambio de paradigma o de revolución es sin duda una noción pop o una ironía posmoderna.

Tampoco aparecen reformas de tal envergadura o radicalidad en ninguno de los sectores donde el gobierno ha puesto su atención: educación, laboral, salud, provisional, tributario, constitucional. En efecto, en cada uno de los sectores mencionados, los cambios propuestos buscan o producen –más allá de toda retórica– un perfeccionamiento y (por ende) un potencial fortalecimiento de regímenes mixtos de provisión de servicios, o una mayor competencia en los mercados, o la creación de cuasi mercados, o comprometen al Estado en acciones más decisivas, y es de esperar más transparentes y eficientes, de mayor equidad. Incluso ahora último podemos descubrir cómo el discurso oficial busca combinar crecimiento y equidad “en la medida de lo posible”, aunque sin decirlo y haciendo de la necesidad, virtud.

Respecto de los cambios impulsados, el gobierno anuncia que sus efectos son beneficiosos para la gente, lo que desde ya estaría siendo percibido así por los beneficiados y la sociedad en general. Demás está decir –a la luz de las encuestas mencionadas más arriba– que la opinión pública ahí manifestada desmiente masivamente las expectativas oficiales en este punto. En seguida, el número de (posibles) beneficiados suele ser bastante menor que el computado por la administración, como ha ido quedando claro con la gratuidad universitaria; o bien el beneficio prometido es de baja intensidad de manera tal que no llega a producir realmente un cambio de posición en los (potenciales) beneficiados.

Mientras tanto, aquellos efectos de la acción (o inacción) gubernamental que la gente suele percibir con mayor fuerza –como ocurre con la atención de salud, el delito en las calles, el mediocre funcionamiento del transporte público de superficie, por ejemplo– pesan mucho más en el balance de costos y beneficios a nivel personal, transformándose en un mentís del discurso oficial.

Además, como muestran el ánimo de país estancado o en retroceso y la baja credibilidad y confianza en la conducción gubernamental, hay suficientes motivos para pensar que la gente está colectivamente mal dispuesta frente a sus gobernantes y élites en general, lo que resta también sustento al despliegue de un discurso afirmativo y autolaudatorio como el que proclama el gobierno.

La onda de escándalos que recorre nuestro escenario medial es un factor adicional de repliegue de la opinión pública encuestada que, al final del día, comienza a extender un velo de escepticismo sobre la clase política en general. Por último, las dudas respecto al futuro –si acaso la economía crecerá o no, si habrá más o menos oportunidades de empleo, si la educación de los hijos mejorará o no, si la atención de salud se acerca o aleja, si la clase media emergente retrocederá o no en los próximos dos años, si el Transantiago se recupera o no– todo eso agrega otro elemento a la falta de entusiasmo que la gente muestra frente la administración y que la lleva a evaluaciones repetidamente negativas desde hace 12 meses.

En suma, no estamos frente a un gobierno que tenga razones fundadas para sostener expectativas de éxito o un discurso relativamente autocomplaciente. Más bien, por el contrario, el gobierno se halla a mitad de su periodo y parece encontrarse en una zona oscura porque (pudiera ser que) su ruta se ha extraviado.

 

José Joaquín Brunner, Foro Líbero.

http://www.brunner.cl/?p=13903

 

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En India el Ministerio para el Desarrollo del Recursos Humanos emitió avisos a 279 instituciones en funcionamiento sin la aprobación de la AICTE

El Rajya Sabha considerado como la cámara alta del Parlamento de la India, fue informado el jueves 10 de marzo, que el consejo de la India para la educación técnica (AICTE) ha enviado un aviso a 279 institutos alrededor del país que están funcionando sin la aprobación pertinente.

La ministra Smriti Irani del Minister of Human Resource Development del Gobierno de la India, dijo que los avisos se han enviado a todos los institutos desautorizados que no han satisfecho los requisitos necesarios definidos por el Consejo Tecnico de Educación (AICTE), con el objetivo de cerrar los programas o  instarlos a cumplir con los requisitos obligatorios y el enfoque AICTE para su aprobación.

Por otra parte , dijo que en la Ley de AICTE , no existe ninguna disposición para crear una lista negra de colegios de educación superior, sin embargo, dijo que la acción en caso de que las normas no se cumplen pueden incluir la suspensión de la homologación de asientos supernumerarios, la suspensión de cursos respectivos por un año académico, retirada de la autorización en el curso respectivo, la reducción en la asignación de cupos, la retirada de la aprobación de la institución y su completo cierre.

Fuente de la noticia: http://indianexpress.com/article/education/hrd-ministry-issued-notices-to-279-institutions-running-without-approvals/

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La formation des enseignants en France

En el marco del 8vo Foro Internacional de Diálogo de Políticas Docentes la Sra. Brigitte Marin Videpresidenta de R-Espe expuso respecto a la experiencia de formación de profesores en Francia. Dada la importancia de los debates que se dieron en la reunión de México que recién acaba de concluir, en OVE continuamos publicando los esquemas de las intervenciones. En esta oportunidad estamos divulgando la exposición de la Sra.  Brigitte Marin en el siguiente link

La formación de docentes en Francia

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