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Ciencias del aprendizaje en el desarrollo de la nueva generación de maestros

En el portal OVE, dada la importancia de las exposiciones, hemos venido publicando cada uno de los esquemas de intervención de los ponentes en el 8vo Foro Internacional de Diálogo en Políticas Docentes. En esta oportunidad publicamos la presentación del Sr.  Alexey Semenov, Rector of Moscow State University of Education, Moscow, Rusia sobre Science of Learning in development of the new generation of teachers .  Pueden acceder a la misma en el siguiente link:

Ciencias del aprendizaje en la nueva generación de maestros

 

 

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Africans Deans of Education Forum

En el marco del 8vo Foro Internacional de Diálogo de Políticas Docentes la Sra  Irma Eloff, docente e investigadora de la Universidad de Pretoria expuso la experiencia del Africans Deans of Education Forum. En razón de la importancia de las exposiciones y los debates que ellas generaron en OVE decidimos publicar los esquemas de las intervenciones de cada uno de los participantes en la cita de México.  En esta oportunidad estamos divulgando la exposición de la Sra, Eloff en el siguiente link

ADEF

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Competent teachers in SDG context: Critical reflection and systemic support

Marzo 21 de 2016/ OVE Noticias/ El Sr.  Jinhee Kim del Korean Educational Development Institute intervino en el 8vo Foro Internacional de Diálogo de Políticas Docentes para hablar sobre las competencias de los docentes en el contexto de la meta 4 de los Objetivos de Desarrollo Sustentable 2030: reflexión crítica acordados por las Naciones Unidas en septiembre de 2015.  En el portal OVE continuamos publicando los esquemas de las intervenciones de los panelistas en tan destacada cita que recién acaba de concluir en México.  Pueden acceder a lo expuesto por el Sr. Kim ingresando al siguiente link:

Competencias de los maestros en el contextos de lo ODS 2030: reflexión crítica

 

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Sylvia Schmelkes; Desempeño docente, El estado de la cuestión

En el marco del 8vo Foro Internacional de Dialogo de Políticas Docentes la Dra. Silvia Schmelkes directora del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) de México expuso la experiencia mexicana en el monitoreo de la calidad educativa.

Dada la importancia del debate realizado por el International task force on teachers en el marco del seguimiento de la Meta 4 de los Objetivos de Desarrollo Sustentable aprobados en Naciones Unidas en septiembre del 2015, hemos decidido en otrasvoceseneducacion.org publicar las distintas exposiciones que alli se realizaron.  En esta oprtunidad publicamos la intervención de la Dra. Schmelkes.

 

Desempeño docente El Estado de la cuestión

 

Desempeño Docente: El Estado de la cuestión

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La pedagogía del opresor: educación por competencias

Por Olmedo Beluche

 

A los docentes que aún no comprenden la lógica subyacente a la «educación por competencias», les recomiendo el artículo «Educando para el fracaso» (Opinión, La Prensa), del ingeniero Juan Planells, quien lleva muchos años trabajando el tema educativo desde las perspectivas del sector empresarial. Planells va directo al grano: «¡Que se sepa: sacar buenas calificaciones no garantiza que al terminar sus estudios el graduado tenga un trabajo asegurado!«.

Todos sabemos que un título no garantiza automáticamente el empleo, pero lo novedoso del planteamiento de Planells, y lo que es el centro de las competencias, es que lo importante para las empresas no son los conocimientos adquiridos, sino las actitudes del trabajador.

Veamos: «Hoy, lo primero que hace la empresa cuando evalúa un candidato, incluso antes de considerar sus competencias laborales, es revisar cuáles son sus valores. Los departamentos de personal someten a los aspirantes a las vacantes a una serie de pruebas que muestren su comportamientos frente a diferentes situaciones emocionales críticas, para ver si las aptitudes que presentan en su historial estudiantil fueron adquiridas sobre la base de actitudes frente a la vida que le den un claro objetivo de desarrollo personal y social sano«.

¿Qué evalúan lo departamentos de recursos humanos de las empresas en esas pruebas? «Estos exámenes evalúan aspectos como el autocontrol, independencia, agresividad, dinamismo, liderazgo, así como prioridades y motivaciones, entre otras llamadas competencias no cognitivas o emocionales«, dice Planells.

Mucho más claro todavía: «La escuela parece no haber entendido ese mensaje y sigue apostando a evaluar seriamente solo las competencias cognitivas, asignando calificaciones y otorgando créditos y honores a los que mejor puntaje obtienen en una larga serie de asignaturas… La calificación de las actitudes o valores no aparece en las páginas amarillas de la escuela…».

De eso se trata, la educación por competencias nace desde el seno del sector empresarial y es impulsada por los organismos que regentan el sistema capitalista internacional, entre ellos el Banco Mundial, en función de aumentar la «eficiencia» y «productividad» de los trabajadores en tiempos de crisis del sistema, o sea, aumentar la explotación del trabajo.

En busca de esos objetivos, los conocimientos técnicos o especializados ya no son tan importantes, por un lado, porque pasan a ser controlados por una élite mundial cada vez más estrecha; por otro, porque los procesos de trabajo son tan genéricos que no requieren más que una base elemental y capacidad para aprender trabajando. Lo que Carlos Marx llamaba «trabajo abstracto» que remplaza al «trabajo concreto». El «arte» o capacidad personal del trabajador cada vez importa menos, porque los procesos de trabajo permiten que cualquiera pueda ser reemplazado.

La idea es que hay que iniciar desde la formación temprana de los trabajadores cuando aún son niños o jóvenes. Para ello, los énfasis de la educación deben cambiar, ya no interesa tanto el aprendizaje en sí, es decir, los conocimientos técnicos o profesionales, sino las actitudes. Porque la empresa privada lo que pide a la escuela es que le entregue personal dócil y maleable, capaz de afrontar situaciones críticas sin rebelarse.

Según la teoría de las competencias, el énfasis de la educación y la evaluación debe pasar del conocimiento a las actitudes. A eso responden los cuatro postulados básicos de la educación por competencias: a. Saber ser (actitudes); b. Saber hacer (no tanto como técnica, sino también actitudinal, trabajar en equipo, etc); c. Saber comunicar (relación con los demás); d. Saber-saber (aquí tampoco interesa el conocimiento técnico o especialista, sino la actitud para la autoformación permanente).

Esos cuatro postulados son divididos en tres niveles al momento del diseño del currículo, ya sea por materias o para toda una carrera o nivel educativo(Programas Analíticos por Competencias): a. Competencias básicas (énfasis en las comunicativas); b. Competencias genéricas (con énfasis en los valores y actitudes); c. Competencias específicas (que tampoco son los conocimiento técnicos tradicionales, o «saberes muertos» como le llaman, sino que están referidas a un modelo general impuesto desde la Unión Europea llamado «Competencias Tunning», que se refieren a capacidad análisis y síntesis, de resolver problemas, adaptación, etc.).

Planells tiene razón, los educadores «viejos», que fuimos formados en el modelo constructivista, ponemos el énfasis de la evaluación en la capacidad del estudiante por aprender las bases de la ciencia o la técnica que estemos enseñando. De manera que una ínfima parte de la evaluación, tratando de ser objetivos pero también de estimular al estudiante, es la apreciación, con la que evaluamos las actitudes.

Los empresarios no quieren eso, y tampoco es el objetivo de las «competencias», para ellos es al revés: el centro de la evaluación son las actitudes, si el estudiante aprende el fondo, no interesa. Por ejemplo, sobre la estructura de la célula, importa más si el estudiante usó «data-show», si trabajó en grupo, si tiene una personalidad comunicativa, a si en verdad comprendió la esencia del asunto.

La pedagogía constructivista, basada en los descubrimientos de Piaget, se trataba de buscar técnicas participativas para que el estudiantes construyeran un conocimiento real sobre el mundo y comprendieran a cabalidad los proceso implicados en su profesión.  Pero conocer implica comprender, no memorizar o repetir. Conocer y comprender implican la capacidad de realizar juicios críticos.

Paulo Freire desarrolló su «pedagogía del oprimido» sobre la base del constructivismo, para alfabetizar adultos de sectores marginales de Brasil, relacionando las palabras con el mundo que vivían, haciendo del alfabeto un instrumento para reflexionar sobre su realidad concreta y proclamarla a la sociedad. A decir de Ernani María Fiori, el método de Freire «no enseña a repetir palabras», sino a decodificarlas críticamente, para «decir y escribir su mundo, su pensamiento, para contar su historia».

Tanto los intereses empresariales, como la educación por competencias, no les interesa que el estudiante «sepa», que conozca, y menos aún que «comprenda críticamente». Alguien puede alegar: ¿Acaso es malo evaluar los valores y las actitudes? ¿Acaso no debemos fomentar la colaboración, el trabajo en grupo, las capacidades comunicativas? No es malo. Siempre han sido parte del proceso educativo.

El problema es que para Planells, para las empresas y para las «competencias», los valores y actitudes que desean promover están en función del sometimiento dócil a la voluntad del empresariado. En ese esquema la capacidad «crítica», es decir, reflexiva y comprensiva, no interesa. Y, aunque se habla de promover el «diálogo» se condena la lucha cívica por los derechos, de la cual el estudiantado de todas las generaciones ha aportado a la sociedad.

Planells dice: «Los encargados de recursos humanos deben explicarle a los educadores que por encima de tener puntuación de cinco en matemáticas y lengua, un joven que no pueda sustentar sus ideas en un diálogo y escoge la vía violenta en las calles está condenado al fracaso social...». ¿Son «fracasados sociales» los jóvenes que el 9 de Enero de 1964 se lanzaron a la calle para plantar una bandera? Gracias a ellos, todos podemos pasear por el canal, recibir sus beneficios económicos y, algunos empresarios aumentar su pecunio con las «áreas revertidas».

El objetivo de esta «pedagogía de los opresores», es un estudiante dócil y manipulable, por ello las primeras víctimas son las materias que ayudan a reflexionar sobre la realidad social, que el empresariado no quiere que se sigan impartiendo: filosofía, historia, sociología. Según la lógica de las competencias los  contenidos de esos cursos son «saberes muertos», sin utilidad para la vida práctica. Para la «vida práctica», según esa pedagogía de los opresores, interesa más que el estudiante sepa inglés y manejar una computadora que rudimentos de lógica o la historia de su país.

A la larga, también serán devaluados los títulos académicos o tendrán validez temporal, en un mundo capitalista que impone la precariedad laboral a los trabajadores. Desde la lógica de «las competencias», a mediano plazo, será irrelevante si el título dice profesor, sociólogo o economista, después que el titulado tanga buena actitud para adaptarse a la voluntad de la empresa.

Al final, la educación también es un campo de batalla de la lucha de clases. Es un campo de batalla ideológico. Los educadores debemos ser concientes de que el ataque que se sufre en los derechos laborales, en las campañas de desprestigio contra nuestros gremios y dirigentes, en la inestabilidad laboral, son parte de un nuevo modelo educativo que responde a la «pedagogía que conviene a los opresores», la de «las competencias».

Como dice Ernani M. Fiori: «En un régimen de dominación de conciencias, en que los que más trabajan menos pueden decir su palabra, y en que inmensas multitudes ni siquiera tienen condiciones para trabajar, los dominadores mantienen el monopolio de la palabra,  con que mistifican, masifican y dominan. En esa situación, los dominados, para decir su palabra, tienen que luchar para tomarla. Aprender a tomarla de los que la retienen y niegan a los demás, es un difícil pero imprescindible aprendizaje: es ‘la pedagogía del oprimido’«.

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Obama reconoce resultados de Cuba en educación y salud

Cuba/21 marzo 2016/Autor: Cubasí/ Fuente: http://www.cuba.cu/

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reconoció hoy los logros extraordinarios de Cuba en áreas como la salud y laeducación durante el segundo día de su visita al país caribeño.

En una declaración a la prensa ofrecida junto al mandatario cubano, Raúl Castro, desde el capitalino Palacio de la Revolución, el jefe de Estado norteamericano afirmó que su país reconoce el progreso de la isla antillana como nación.

Obama, el primer dignatario estadounidense que visita La Habana en casi 90 años, sostuvo que Cuba es soberana y tiene todo el derecho de poseer el orgullo que tiene.

Sobre la reunión oficial que celebró este lunes durante más de dos horas con Raúl Castro, Obama manifestó que tuvieron conversaciones francas y honestas sobre las diferencias existentes entre sus respectivos gobiernos.

Al mismo tiempo, agradeció la cortesía del mandatario anfitrión y resaltó la importancia de su visita, al recordar que por más de medio siglo fue impensable ver en Cuba a un presidente de Estados Unidos.

«Pero, este es un nuevo día entre nuestros dos países», expresó el jefe de Estado, quien reconoció que ambas naciones tienen valores compartidos.

Mis hijas querían venir a Cuba, ver su belleza y conocer a los cubanos, quienes nos recibieron ayer con sonrisas y saludos, agregó Obama, para luego rememorar el recorrido que realizó la víspera por La Habana Vieja y su cena en un restaurante de esta capital.

Asimismo, manifestó que esta mañana pudo rendir homenaje al Héroe Nacional de Cuba, José Martí, y destacó tanto su papel en la independencia cubana como sus palabras profundas de apoyo a la libertad en todas partes.

Fuente de la Noticia y la foto:

http://www.cuba.cu/noticia/actualidad/2016-03-21/obama-reconoce-resultados-de-cuba-en-educacion-y-salud/30843

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La pedagogía Waldorf: Sin tecnología y al natural

19 de marzo de 2016/ América/ Colombia/ Catalina Gallo /Información publicada en el periódico digital El Tiempo.

 Esta metodología es criticada por unos y alabada por otros. ¿De qué se trata?

 colomb

Foto: Ilustración: MiguelYein

La pedagogía Waldorf volvió a estar sobre la mesa de discusión.

 En la calle José Antonio 125 de Lima (Perú) se encuentra una casa con las esquinas de las paredes redondeadas, como si no terminaran en filos. Tiene formas que no son fáciles de definir y sus paredes son amarillas y naranjas, con los colores que da la tierra. Al ingresar y recorrer el lugar, a pesar de ser un colegio, no se ve una sala de computadores, pero sí mesas de madera y material educativo cuya materia prima es orgánica.

En Bogotá, en el barrio Nicolás de Federmán, en el colegio Inti Huasi, que en quechua significa ‘casa del sol’, no hay nada de plástico: ni platos ni vasos ni muñecas ni fichas de encajar. Los muñecos son de trapo, los demás juguetes son de madera y las pinturas que usan los niños en sus trabajos manuales son traídas de Alemania porque son fabricadas con ingredientes naturales. La alimentación se prepara totalmente en el colegio, nada es procesado.

Centros educativos como estos hay en Cali, Medellín, Chía, Estados Unidos, Egipto, Rusia, Namibia, Kenia, Israel, Sudáfrica y, por supuesto, Europa, donde nació Rudolf Steiner (1861-1925), quien creó la antroposofía –se decía que era clarividente– y la pedagogía Waldorf, que utilizan los colegios mencionados.

La antroposofía, según Patricia Clavijo, maestra del Inti Huasi, es un estudio del hombre y un camino hacia el conocimiento. Entre muchas otras premisas, sostiene que el ser humano tiene alma, cuerpo y espíritu: que el alma reencarna y que la biografía del ser humano tiene diferentes etapas divididas en ciclos de siete años. De ahí que se eduque a sus alumnos de acuerdo con estos septenios: de los 0 a los 7 años, de los 7 a los 14 y de los 14 hasta terminar. Este último septenio finaliza a los 21, pese a que los muchachos acaban el colegio a los 18, en promedio.

Durante los primeros siete años se fomenta más la voluntad, los niños juegan, hacen rondas, las maestras les narran los cuentos de los hermanos Grimm. En la siguiente etapa se fomenta más el hacer y ya aprenden matemáticas, a leer y a escribir en un buen nivel. Y en la tercera, se prioriza el pensar.

Una vez a la semana los profesores tienen reuniones de estudio y una vez al mes se reúnen los padres.

“Lo que nosotros hacemos es educar las facultades del alma para pensar, sentir y promover la voluntad para la acción”, explica Janeth Beltrán, directora del Colegio Campestre Montecervino de Chía, que aplica la pedagogía Waldorf.

Las actividades diarias se organizan según el ritmo del cuerpo, del día, de la vida. Se promueve el sueño como algo fundamental para los estudiantes, pues durante este se afianzan los conocimientos, y se fomentan los trabajos artísticos y manuales, la talla en piedra, en madera, el trabajo con las manos, mas no el fútbol.

También aprenden con acciones. Patricia Clavijo explica, por ejemplo, que las formas no solo las conceptualizan con un dibujo; también caminan siguiendo una línea o un círculo o un cuadrado, buscan estas figuras en la naturaleza, las descubren y también las pintan.

Toda una experiencia

La pedagogía Waldorf volvió a estar sobre la mesa luego de que diversos medios de comunicación, incluido El País de España, contaran recientemente que los hijos de muchos gurús de Silicon Valley (uno de los epicentros mundiales del desarrollo tecnológico, situado en California, Estados Unidos) asisten, paradójicamente, a centros educativos que la aplican.

Un ejemplo de esa misma decisión, pero en Colombia, es Alejandro Escobar, quien hace más de seis meses cambió a sus hijos de un colegio tradicional, bilingüe y con bachillerato internacional de Bogotá, al colegio Montecervino en Chía, de pedagogía Waldorf, el cual tendrá este año su segunda promoción de egresados.

Allí, cada salón tiene su huerta y los estudiantes, que no llevan comida de paquete en sus loncheras, trabajan en ella. Los hijos de Alejandro, para citar solo un efecto de este tipo de educación, han reducido en 90 por ciento el tiempo que pasan frente al televisor –la pedagogía Waldorf no usa tecnología como computadores, tabletas, videojuegos o televisores, porque quieren proteger el impulso de la creatividad–.

Alejandro describe los días de sus niños en el colegio como mañanas en las que las primeras horas están destinadas a los conocimientos que exige el Icfes, es decir, a materias como matemáticas, sociales, español y biología. Cada una de estas áreas la estudian durante cuatro meses seguidos sin mezclarlas entre sí. Las demás horas del día tienen asignaturas Waldorf como huerta, música y proyecto de vida, entre otras.

Este padre de familia es católico, se considera incluso un poco dogmático, y siente que el colegio no va en contravía de lo que él cree. Dice que el tema de la reencarnación lo deja a un lado, pero que le gustan las prioridades del colegio, que, por ejemplo, no fomenta el consumismo. Y resalta que para él lo importante no es la acumulación del conocimiento, sino que cada estudiante se sienta parte de este planeta, que tenga un potencial y que descubra cómo lo puede usar en beneficio del mundo.

Respondiendo a las críticas

Los comentarios en contra de estos colegios que aplican la educación alejada de la tecnología abundan en internet. Incluso, una página de padres de Estados Unidos tiene como objetivo revelarles a otros que esta educación es una farsa. Van desde señalarlos de ocultistas y de ser una secta hasta de tener ideología nazi por cuenta de su creador.

Janeth Beltrán, directora del Colegio Campestre Montecervino de Chía, responde a estas críticas.

¿Es la pedagogía Waldorf ocultista o forma parte de la ideología de una secta?

Esa es una interpretación de personas que no han profundizado en el contenido y es una opinión sin investigación. Si llamamos ocultismo a indagar sobre el ser humano, pues sí, pero la verdad es que cuando Rudolf Steiner (creador de la metodología) dice que el hombre es espíritu, cuerpo y alma, es algo que han dicho muchos pensadores de la humanidad.

¿Es una religión?

Es una cosmovisión, no es una religión.

¿Es cierto que es seguidora de ideas nazis?

Repito la respuesta: hay que ir al conocimiento y observarnos a nosotros mismos. La propuesta de Steiner era de igualdad, fraternidad y libertad, lo que es revolucionario en el mundo.

Los padres enemigos de esta pedagogía dicen que les esconden información sobre lo que son realmente estos colegios…

En el proceso de admisión se hace una entrevista inicial donde explicamos todo y durante los últimos tiempos hemos visto la necesidad de tocar todos estos temas, la reencarnación, el karma destino, la ley de los septenios, con total honestidad, pues toda la información está en internet y preferimos que los padres la conozcan por nosotros y resolverles sus dudas.

Dicen que adoctrinan a las familias…

No todos los padres creen en la antroposofía, tenemos familias ateas, protestantes, de todas las religiones, son padres con un pensamiento libre y real. Y son papás con pensamiento crítico, que cuestionan. Lo que decimos es que hay que observarse a sí mismo en los pensamientos, los sentimientos y la voluntad. Aquí se estudian libros, hay reuniones con los padres, hay medicina antroposófica, hay muchas líneas que ayudan al ser.

Fuente de contenido e imagen:

http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/educacion/pedagogia-waldorf/16541433

Pedagogía Waldorf

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