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El declive del charrismo sindical ha comenzado

Por: Abelardo Carro Nava

Lo sucedido en Zacatecas bien podría interpretarse, con cierta mesura, como el comienzo del declive de ese charrismo sindical en nuestro país.

Con la victoria en las urnas de los maestros Filiberto Frasuto Orozco y Marcelino Rodarte Hernández, en las Secretarias Generales de las Secciones Sindicales 34 y 58 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), el magisterio democrático ha logrado un triunfo histórico. Un triunfo que, si bien es cierto debe ser celebrado por quienes por décadas han sufrido los estragos del “oficialismo sindical”, también es cierto que debe tomarse con cierta mesura, dada la inmensa estructura sindical a nivel nacional conformada por esos liderazgos vitalicios, caciques y/o señores feudales, que harán todo lo necesario para no perder los cotos de poder que les han permitido vivir a costa de los trabajadores de la educación esparcidos a lo largo y ancho de la República Mexicana.

Es cierto, no solo en Zacatecas sino es buena parte del territorio nacional en los últimos años, una parte de magisterio mexicano ha venido dando muestras del hartazgo hacia esos “liderazgos sindicales” que antaño eran intocables; ya sea en reuniones de Centros de Trabajo o en las plenarias de las Delegaciones Sindicales o Secciones Sindicales, el reclamo parece ser el mismo: la falta de defensa de los derechos laborales y profesionales de los trabajadores de la educación ante las arbitrariedades cometidas por las autoridades estatales o federales, y no es para menos porque, a lo largo de todos estos años, el conocimiento y registro de innumerables violaciones por parte de la dichas autoridades hacia las y los trabajadores, sin que el sindicato haya hecho algo al respecto, ha ido en aumento.

Baste con preguntarse, ¿qué es lo que hizo este sindicato ante la serie de tropelías que en su momento cometió contra el gremio la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente hoy llamada Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros? La respuesta es contundente: nada. ¿Qué es lo que hoy día hace ese mismo sindicato para defender las afectaciones laborales y profesionales por la aplicación de una ley a todas luces violatoria de los derechos de los trabajadores por parte de esa Unidad para la Carrera de las Maestras y Maestros? La respuesta sigue siendo contundente: nada, con excepción de que hoy “dice” que trabaja de la mano con el gobierno para contar con un nuevo organismo que, igual que antaño, mantendrá el régimen de exclusión al que ha sido sometido el gremio desde hace varios años. Complicidad algunos le llaman; charrismo yo le llamo.

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¿Acaso ya se olvidó la luna de miel que vivió durante varios años el SNTE, a través de su ex lideresa vitalicia de apellido Gordillo, en los sexenios de Salinas de Gortari, Zedillo, Fox y Calderón?, ¿acaso durante este periodo las bases magisteriales mejoraron sus salarios, prestaciones, servicios médicos, jubilaciones o pensiones a las que tendrían derecho después de haber entregado más de una vida al servicio de la educación y del pueblo?, ¿no acaso esos líderes que tanto hablaban de conquistas y conquistas para los trabajadores, lo único que conquistaron fueron propiedades, puestos para familiares y compadres, becas para sus hijos en las mejores universidades, entre otros más, mientras al gremio solo le daban las migajas que sobraban?

Curiosamente, durante todos estos años y aún antes de éstos, ¿qué era lo que pasaba si algún trabajador o algunos trabajadores de la educación se “indisciplinaban? Para pocos es desconocido que estos mismos seudo líderes, que aún se encuentran en este Sindicato, así como sus files vasallos, al más puro estilo de Carlos Jonguitud Barrios y su vanguardia revolucionaria, han amedrentado, reprimido, sobajado y hasta humillado a cuanto trabajador se les ha antojado, porque, desde luego, habría que “disciplinarlo” para que dejara de cuestionar aquello que podría ser cuestionado.

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Esto último ha sido el legado que se ha transmitido de generación en generación en el gremio.

“Te callas o no avanzas”, parece ser que ha sido el mecanismo a través del cual se ha mantenido el control de las masas. ¿Cuántas maestras no han sido humilladas y violentadas para obtener un préstamo, cambio de centro de trabajo o beca comisión?, ¿cuántos maestros no han sido denostados o sobajados por tener el valor de expresar las injusticias cometidas en contra de sus propios compañeros?, ¿cuántas maestras y maestros no han sido excluidos o castigados simple y sencillamente porque no han sido parte de sus acarreos, negocios o juegos?

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Bien decía hace días una querida colega, a propósito de los actuales representantes sindicales a nivel nacional y de lo inservibles que son en estos días: “son ustedes, con sus cuotas, complicidades y silencios quienes les otorgan la fuerza que poseen y solo ustedes los que pueden decir basta”.

Lo sucedido en Zacatecas bien podría interpretarse, con cierta mesura, como el comienzo del declive de ese charrismo sindical en nuestro país. Sin embargo, insisto, esto bien podría decirse que es el comienzo porque, como es evidente, aún falta mucho por hacer.

No obstante, pienso que solo las y los trabajadores de la educación, los que a diario arrastran la escoba o limpian la escuela, los que hace uso del lápiz o una máquina de escribir o computadora, los que llegan a dar sus clases y se retiran con la esperanza de un mejor mañana, los que llevan en sus hombros el peso de la administración de sus escuelas, en fin, son ellos, las y los trabajadores de la educación los que podrán lograr un cambio verdadero.

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¡Nadie más, solo ellos!

Zacatecas ha demostrado que sí se puede, y se puede porque la base así lo quiere.

Fuente de la información: https://profelandia.com

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Las consultas del SNTE: una farsa

Por:  Abelardo Carro Nava 

Durante seis largos años, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), liderado por Alfonso Cepeda, no movió un solo dedo para defender a los trabajadores de la educación que continua y reiteradamente fueron violentados en sus derechos laborales y profesionales a partir de los procesos de admisión, promoción, reconocimiento y/o cambios de centro de trabajo que “organizaba” la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM).

No, no hubo poder humano que lo llevara a plantarse frente a este órgano administrativo para exigir un poquito de transparencia en cada proceso. Bueno, qué podría esperarse de un sindicato que tal concepto lo ha ignorado, no de ahorita, sino desde hace varias, pero varias décadas. No, tampoco se plantó frente a esta unidad administrativa para exigir la aplicación de un poquito de la ley que contempla la Constitución de nuestro país, la Ley General de Educación o la misma Ley del SCMM para que dichos procesos fueran justos y/o equitativos, pero, sobre todo, cuidando que dicha ley no trasgrediera los derechos de los trabajadores de la educación. Claro, qué podría esperarse de un sindicato que la ley, no de ahorita, sino desde hace varias décadas, la ignora anteponiendo sus propios intereses y los de sus familiares, compadres y amigos, ya sea en la asignación de plazas y/o puestos al interior del propio sindicado, en la Secretaría de Educación Pública (SEP) federal o estatales, o en las diferentes escuelas que conforman el sistema educativo a lo largo y ancho de la República Mexicana; corrupción algunos le llaman. No, no hubo queja magisterial emanada de la base que, por mínima que fuera, lo llevara a movilizar a sus agremiados frente a las oficinas, ya sea de esta unidad, de la Secretaría de Gobierno y/o de Palacio Nacional, para exigir una revisión profunda de un sistema que, como antaño: discrimina y excluye, violenta y agrede, etiqueta y clasifica; en fin, de un sistema que difícilmente puede ser concebido de esta manera, dadas las incontables fallas permanentes que presenta.

¿Por qué de buenas a primeras habría que creerle a este sindicato que hoy sí está preocupado por las y los trabajadores de la educación y, por tal motivo, deba de formular una propuesta “construida” por las maestras y maestros para que se cuente con un sistema que deje de atropellar los derechos laborales y profesionales de dichos trabajadores si durante el sexenio de Peña Nieto y López Obrador no hizo absolutamente nada para revertir todo aquello que hoy finge reconocer y que por ello deba contarse con un nuevo sistema que al fin de cuentas sigue siendo un sistema? Tal idea, la de la consulta que recientemente lanzó esta organización sindical es una falta de respeto a la inteligencia no solo del magisterio, sino a todas aquellas personas que cuenten con eso llamamos intelecto.

Esto es así porque, en primer lugar, resulta increíble que este sindicato este a favor de mantener un sistema que, como he dicho y es conocido, genera una desigualdad laboral y salarial importantísima; desigualdad que comenzó desde el momento en que estuvo de acuerdo en la implementación de un programa (muy neoliberal) de estímulos salariales plasmados en el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica y que, hasta la fecha continua, pero con otro nombre. En segundo, porque la sola idea de proponer una consulta suena a una farsa mayúscula que falta a la inteligencia humana porque, se sabe, que independientemente de que participen maestras y maestros en dicha consulta, los resultados siempre serán a modo de lo que el líder desea; si esto no fuera así, ¿se imaginan cómo quedaría este líder magisterial ante quien desea rendir cuentas de su propia encuesta? En tercer lugar, considerando el cinismo que ha caracterizado a varios de sus líderes, tomar como bandera de “lucha” y “conquista sindical” la transformación de esta unidad administrativa que, de sobra se sabe, no goza de la simpatía del magisterio ni de la presidencia o futura presidencia de la República, es una intentona para legitimarse y/o posicionarse ante el poder que le sirve o pretende servir indiscriminadamente. En quinto lugar, además de las anteriores, personalmente pienso que el charrismo que caracteriza a muchos de estos líderes sigue tan vigente pues, como es sabido, tal cuestión podría llevarles a ocupar un mejor puesto, por ejemplo, en las Cámaras de Diputados o Senadores.

No, no se trata de hacer circo, maroma y teatro para aparentar ser un paladín defensor de las causas de los trabajadores de la educación. No, no se trata de “entregar” a un gremio cuya nobleza, muchas veces los lleva a actuar en consecuencia. No, no se trata se trata de ser faltarle el respeto al magisterio con consultas “chafas” y a modo cuya finalidad tiende a beneficiar a quien la aplica, pero no a quien la contesta.

Se trata pues, se salir a la calle, de ensuciarse los zapatos y de dialogar con el magisterio, pero con todo el magisterio sin que haya escenarios a modo o intimidadores prestos para callar voces cuyas expresiones no suelen ser de su agrado.

¿A poco alguien cree que la propuesta de la próxima presidenta de nuestro país no saldrá avante en las próximas semanas o meses con el SNTE o sin el SNTE?

¡Consultas, sí cómo no! Ya estamos grandecitos para ello.

Al tiempo.

Fuente de la información:  https://revistaaula.com

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El secretario de educación que nadie esperaba

Por: Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Este jueves 4 de julio la presidenta electa Claudia, hizo el anuncio de su tercer bloque de secretarios y colaboradores que formarán parte de su gabinete, entre los nombramientos sorprendió sobradamente la designación de Mario Delgado Carrillo como titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Sabemos que la SEP es un espacio que se ha devaluado y que ahora todo mundo la manosea y Claudia Sheinbaum parece que no quiere quedarse atrás. Cabe aclarar que el discurso de campaña de Claudia Sheinbaum, no es compatible con la designación del presunto titular a ocupar el cargo más importante de la educación pública en este país.
La lógica de las designaciones de los titulares a las distintas dependencias del próximo gobierno federal desentona, o eran académicos de reconocido nivel o o eran personajes expertos en el campo específico del asunto que se trate o personajes con una trayectoria destacada en la lucha de la izquierda democrática o revolucionaria. Mario Delgado no entra en ninguna de las tres categorías, antes descritas.
Me parece que Mario Delgado no fue designado por Claudia Sheinbaum, es una herencia del líder moral de la 4T, pero ella al aceptar dicho nombramiento entonces se hace cómplice, quiere decir con ello no tiene el control pleno de su equipo de trabajo.
De todos los contactos que tengo en redes sociales y de todos los pronunciamientos en la prensa, no hubo una sola persona que se expresara positivamente de esta designación, la expectativa de maestras, maestros y académicos es que se esperaba una persona de la academia cercano a la UNAM (de donde viene Claudia), con la capacidad de garantizar el segundo piso de la Nueva Escuela Mexicana, pero esta designación la entiendo como un mal chiste del día de los inocentes.
Mario Dejado es un excelente fajador político, acostumbrado a las grillas de alto y bajo nivel, es un gatillero al servicio de los intereses para los que sirve, en la coyuntura en turno no tiene nada que ver con la educación, con la academia ni con el proyecto educativo para este país.
Entonces, ante una designación tan atípica nos hacemos las preguntas: ¿de qué se trata?, ¿cuál es la señal que nos manda o nos quiere mandar Claudia Sheinbaum y que, nosotros -simples mortales-, no somos capaces de entenderla? ¿Mario Delgado en la SEP es una estrategia oculta para poder poner en su lugar al SNTE, a la CNTE, a las universidades públicas y a los grupos de poder que se han enquistado en la SEP? O, de qué se trata, porque realmente no entendemos cuál es el rumbo y el sentido que le quiere dar Claudia, con esta designación, a la educación en este país.
Desde otro lugar se puede decir que este puede ser o es el primer error de Claudia Sheinbaum como presidenta electa, el designar a una persona tan controversial y en una secretaría estratégica, genera como decía aquel viejo personaje, un sospechosismo sospechoso.
La designación de Mario Delgado al frente de la SEP para el segundo piso de la transformación lo que da lugar a muchas dudas y especulaciones, ¿Claudia Sheinbaum, tiene necesidad de esto?, yo digo que no, que se podría ahorrar todo el cúmulo de grilla chafa en su contra, que se generará a partir de ahora. Sin embargo, la duda persiste, no se entiende cuál es la lógica de dicha designación.
En mi hipótesis, Mario Delgado es una imposición de López Obrador a Claudia Sheinbaum, por capricho o por favores recibidos en el pasado cercano, es una imposición pueril y que está muy lejos de toda lógica racional.
Ya en un análisis más rupestre no se entiende porque Claudia toma este tipo de definiciones, de un espacio estratégico que había que cuidar especialmente y que al final lo termina decidiendo de manera descarada ¿pues de que se trata? ¿De que nos enojemos?, enojados estamos, ¿de qué protestemos por esta designación que incluso se ve provocativa? ¿Eso es lo que quiere Claudia?
No hay ninguna lógica en esta designación, de lo que ella es, de lo que dijo y prometió y se comprometió para concluir con esta designación. Es triste reconocer que es el primer error de Claudia que le costará caro, porque se distanciarán de ella los académicos serios y honestos que confiaban en su proyecto, también los maestros que tenían una expectativa diferente.
Entonces, ¿para qué o por qué designar a alguien en educación que desconoce de educación? No cabe en ninguna lógica, el asunto no es personal, pero termina ahí. A estas alturas del partido uno no sabe si Claudia Sheinbaum podrá mover las piezas de su baraja y pensar en un mejor personaje para educación.
Me tocó contestar un formulario a favor de Axel Didrickson, el cual es mi amigo y lo apoyo, pero también estaba la propuesta de Ángel Díaz Barriga o de Hugo Aboites, incluso de Imanol Ordorica con el que Claudia vivió el momento del movimiento estudiantil en la UNAM. O de alguien que sea académico de prestigio y que conozca las problemáticas de la educación básica, la baraja de Claudia tenía muchas cartas por moverse y eligió la peor, la que ni siquiera estaba en el maso.
Me parece al final después de pensar en torno al mismo punto, que la intromisión del SNTE tuvo algo que ver en todo esto. Se trata de pensar en una persona que medie y que sirva para atender los conflictos laborales y el proyecto educativo.
¡Claudia te equivocaste y ojalá la ciudadanía te lo reclame pronto!

Fuente de la información e imagen: https://revistaeducarnos.com

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com

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No que no, sí que sí, ya volvimos a salir: la CNTE

Por: Abelardo Carro Nava

 

¿Cuándo el SNTE y sus líderes han velado por los derechos laborales y profesionales de sus agremiados?

Corría el segundo mes de 2013 y, previo a la detención de La maestra Elba Esther Gordillo, algunas secciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), convocaban a sus agremiados a manifestarse en contra de la reforma educativa de Enrique Peña Nieto; una actividad inusual que, en ese entonces llamó mi atención, porque era un fenómeno que no había sucedido en todos los años que tenía de haber ingresado al magisterio.

Estudioso de los fenómenos sociales, no dude en acudir a esa marcha y mitin a la que habían convocado alguna de esas secciones sindicales (https://www.jornada.com.mx/2013/02/03/opinion/034n2soc=). Recuerdo que la asistencia fue nutrida porque, como se esperaba, las delegaciones y representantes de centros de trabajo habían hecho lo suyo y el escenario pintaba para escuchar arengas y discursos de varios oradores. Como es natural, desde el punto de concentración tuve la oportunidad de charlar con algunos trabajadores de la educación que desconocían lo que iba a suceder llegando al punto de encuentro y concentración, sin embargo, creo que lo más enriquecedor de ese momento, fue haber rescatado diferentes puntos de vista de los asistentes; puntos de vista que estaban muy lejos de esas arengas y discursos que los líderes magisteriales expresarían porque, como bien decían algunos profesores: uno es el que marcha y otro es el que se lleva la lana.

El recorrido hacía la plaza principal de la ciudad fue tortuoso; los rayos de sol, inclementes como lo son, causaban estragos en más de uno de los convocados. Como es lógico, algunos miembros del sindicato, con megáfono y papel en mano, invitaban a expresar a todo pulmón las consignas que se habían preparado; no todos las gritaban.

Desde luego, no faltaron las cartulinas y lonas que contenían expresiones de rechazo hacia una reforma educativa que varios de los presentes desconocían. Obviamente que, quienes repartían esos materiales, eran los miembros de ese comité ejecutivo seccional porque, en realidad, fueron escasos (sino es que nulos) los trabajadores de la educación que llevaron cartulinas, lonas o mantas con algún tipo de señalamiento.

Llegado al lugar de encuentro; el templete estaba colocado y arriba de este ya se encontraba toda la plana mayor del comité seccional local, y alguno que otro invitado del nacional que, por cierto, no se les vio caminar bajo los inclementes rayos del sol, pero, principalmente, con la base magisterial. Un par de oradores antes del orador principal, que era quien en ese momento ejercía el liderazgo sindical, expresaban de nueva cuenta un rechazo hacía una reforma educativa de la que, hasta ese momento, poco se sabía; curiosamente, porque los mismos integrantes del SNTE en ningún momento habían “bajado” la información con todos los trabajadores de la educación.

Recuerdo haberle preguntado a una maestra de edad avanzada si sabía algo de lo que se hablaba y su respuesta, como suele suceder desde hace décadas, no fue otra: lo que yo sé de este tema ha sido por lo que en las noticias se ha dicho, no por el sindicato. No sé si fue en ese momento o en otro posterior (cuando transcribía mis notas), que en mi mente apareció una interrogante que, estoy seguro, más de uno se habrá hecho: entonces, ¿por qué marcha?

Llegado el momento, el orador principal salió a cuadro; los aplausos, por parte de los integrantes de ese comité y de algunos otros miembros de esa sección sindical no se hicieron esperar. Se habló, con ciertas ambigüedades, de las posibles consecuencias que traería para el gremio la aprobación de la reforma educativa; también, del daño que el gobierno de Peña Nieto causaría a las maestras y maestros; desde luego, se expresó hasta el hartazgo lo indispensable que era la unión de todos y todas las trabajadoras de la educación para evitar cualquier afectación laboral; en fin, se habló de todo aquello que, como sindicato y agremiados, se tenía que hacer para defender el “orgullo de ser maestro” y del “orgullo de pertenecer al SNTE” porque, lo recuerdo muy bien, se dijo incansablemente: con el SNTE todo y sin el SNTE nada.

Palabras y discursos que bien a bien no encajaron como debieran entre los asistentes. De hecho, por aquellos días llegué a pensar o deducir, que la razón de esto se hallaba en las escasas o nulas convocatorias que el “institucionalismo” había realizado hasta ese momento, pero también, en la pobre formación ideológica que ha caracterizado a esta organización sindical. En fin.

Pasado ese momento los asistentes “rompieron filas”, se hizo el acostumbrado “pase de lista” y se concluyó tan raro encuentro.

Días más tarde, a nivel nacional se difundía la noticia de la detención de La maestra Gordillo, lideresa vitalicia del SNTE y, a partir de ahí, todo el mundo calló, y de aquel mitin solo quedaron los recuerdos.

Curiosamente, días más tarde, esos mismos líderes que afanosamente expresaban consignas de rechazo a la reforma educativa de Peña Nieto, daban conferencias de prensa en las que hablaban de las bondades de la misma reforma que días antes rechazaban.

Así de cínicos, así de sinvergüenzas.

¿Cuándo el SNTE y sus líderes han velado por los derechos laborales y profesionales de sus agremiados? Repito, desde que ingresé al magisterio hasta la fecha en que escribo estas líneas no he visto tal defensa y, mucho menos, que se hayan movilizado para exigir al gobierno-estado mejoras a las precarias condiciones salariales de los trabajadores de la educación.

Me consta, como seguramente les consta a quienes leen estas líneas, que hay un magisterio que ha sido constante en sus planteamientos y movimientos; me refiero a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, un grupo de trabajadores que desde hace décadas está en movimiento.

Sí, estoy segurísimo que no es el mejor movimiento; de hecho, podrían criticarse sus formas y tal vez sus medios, tal y como varios medios de comunicación lo han hecho desde hace tiempo; sin embargo, ese magisterio que se mueve de sol a sol y en muchos territorios; que se planta para exigir mejoras salariales para sus maestras y maestros; que grita y expresa inconformidades que son tan evidentes porque se derivan de problemáticas frecuentes en los centros escolares y comunidades; que, independientemente del gobierno en turno, emprende acciones inmediatas y luego vuelve a las aulas de sus escuelas; es ese magisterio que a ras de piso resuelve y enfrenta los grandes problemas que se viven en sus planteles educativos: sí, es un magisterio que se mueve a ras de piso para exigir mejoras en todos los sentidos y por ello han sido llamados disidentes; pues habría que reflexionar si no es mejor ser llamado disidente que un cínico y sinvergüenza.

No dudo que alguien cuestiones estas líneas, y están en su derecho; solo no pediría confundir entre lo que significa a ras de piso y quienes se han aprovechado y servido de quienes a ras de piso andan en el camino.

¡No que no, sí que sí, ya volvimos a salir! Llegué a escuchar en alguna de las marchas que tuve la oportunidad de presenciar en la Ciudad de México hace pocos días, sin embargo, muy para mis adentros me pregunté: ¿por qué tal expresión si en todo momento y en diferentes sexenios han estado presentes?

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

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El SNTE de rodillas

Por: Abelardo Carro Nava

 

Qué triste y penoso espectáculo, pero hoy, sin duda: el SNTE se encuentra de rodillas ante un “poder supremo”.

 

Tal y como se esperaba, el pasado 1º de mayo fue una jornada en la que cientos de trabajadores de la educación, salieron a las calles para “conmemorar” el día del trabajo; sin embargo, contrario al motivo por el cual se realiza este acto, no hubo expresiones de inconformidad hacia el actual gobierno por la promesa fallida de “revalorizar al magisterio” durante este sexenio; tampoco hubo lonas o mantas que plantearan ipso facto la eliminación de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM), órgano desconcentrado y brazo extendido de la política neoliberal impulsada por el sargento Nuño y la derecha conservadora; tampoco hubo un duro planteamiento para demandar una mejora sustancial de los salarios de los trabajadores de la educación; mucho menos hubo arengas a favor de una jubilación y pensión digna, recuperando el derecho a jubilarse a los 28 y 30 años de servicio; tampoco hubo una fuerte demanda para exigir la desaparición de la UMA (Unidad de Medida y Actualización), dado que precariza la pensión de todo trabajador al momento de su retiro; no, no hubo una desmedida exigencia para emplazar al gobierno federal afín de que en los planteles se cuente con todo lo necesario para el desarrollo de las actividades, ya sea en el ámbito de la infraestructura, materiales u otros requerimientos que son fundamentales en el proceso de enseñanza y de aprendizaje; no, no se observaron cartulinas con mensajes que exigieran una desburocratización de la labor docente para que se priorizara el quehacer pedagógico y didáctico en las aulas; tampoco se observaron a cientos de trabajadores exigir mejoras en los programas de formación continua y acompañamiento pedagógico tan necesarios en tiempos en que el presupuesto para este rubro es el peor en décadas; no, no se escucharon aquellos reclamos muy sentidos por la incompetencia de muchas autoridades educativas y escolares, cuyo autoritarismo y verticalidad, recuerda a lo más podrido y rancio del priismo de sus buenos tiempos.

No, nada de esto, o tal vez muy poco llegó a escucharse en las calles.

Lo que sí llegó a escucharse y a conocerse a través de propios y extraños, fue la actitud servil y descarada del líder sindical del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) quien, momentos antes de ingresar a una comida con el presidente López Obrador (por el día del trabajo), expresó a los reporteros que le cuestionaron sobre el apoyo en la contienda electoral en curso, que ya sabían a quien apoyaba, a la candidata de la educación, agregando que lo habían incluido en la lista en el lugar 11 para el Senado por Morena y que, por obvias razones, ya tenía y “teníamos” candidata (https://profelandia.com/tenemos-candidata-snte-respalda-a-claudia-sheinbaum/).

Quiero pensar que muy pocos recuerdan aquella fotografía icónica que fue tomada en un evento político-electoral en 2018; en ésta se puede observar a José Antonio Meade (ex candidato a la presidencia de México por el PRI), a Juan Díaz de la Torre (ex líder del SNTE), a Alfonso Cepeda (actual líder del SNTE) y otras y otros políticos más en un templete, tomados de la mano apuntando hacia arriba en señal de victoria y con una gran sonrisa en el rostro. Quiero pensar que muy pocos recuerdan que el SNTE, a través de sus “líderes sindicales”, le ofrecía a Meade la jugosa cantidad de 300 mil maestros para que pudieran vigilar el proceso electoral en 2018, principalmente, para que pudieran llevar votos a las urnas en tal contienda (https://www.sinembargo.mx/26-05-2018/3422724).

Sí, eran aquellos tiempos en los que el régimen neoliberal y los partidos de derecha no eran adversarios de la clase trabajadora mexicana; por el contrario, eran regímenes y partidos que merecían la fabulosa cantidad de 300 mil maestros.

Vaya, esto que estoy argumentando no lo estoy inventando, basta revisar el pronunciamiento que esta organización sindical emitió a propósito del 1º de mayo, particularmente, transcribo 2 pequeños párrafos: “Los trabajadores de la educación tenemos memoria. Sabemos que los gobiernos y partidos de la derecha han sido y serán abiertos adversarios de la clase trabajadora mexicana” y “En 2018, el pueblo de México y los trabajadores decidimos poner fin al régimen neoliberal y conservador que empobreció a los mexicanos y sumió al país en la corrupción, la impunidad, la inseguridad y la violencia” (https://snte.org.mx/blog/pronunciamiento-010524/).

¿Cómo explicar que, durante la campaña electoral de 2018, el ejercito intelectual del lopezobradorismo y de la 4T, nombrado así por Cepeda Salas, apoyaba con todo al ex candidato presidencial priista José Antonio Meade?, ¿cómo explicar que el mismo Cepeda, que gustosa y sonrientemente levantaba la mano a Meade en señal de victoria, sea el mismo que hoy critica al régimen neoliberal y conservador del que se benefició hasta el hartazgo?, ¿cómo explicar que el morenismo reciba entre sus filas a quien solo ha velado por sus propios intereses y se ha olvidado de sus agremiados?, ¿cómo explicar la complacencia y hasta benevolencia de un presidente, de un presidente de partido y de una candidata que se dicen de izquierda al otorgarle prácticamente un escaño a quien, igual que antaño, solo se sirve del poder y se olvida de quien dice servir?

Ojalá y las marchas conmemorativas del 1º de mayo no fueran vistas como la oportunidad de tomarse “selfis” portando una playera y gorra con la imagen del SNTE; ojalá y estas marchas conmemorativas no tuvieran como propósito esperar recibir un “lunch”, y tener el visto bueno del delegado o representante sindical para ausentarse un día durante la semana debido a su participación en el desfile; ojalá y en estas marchas se expresaran todas y cada una de las necesidades y demandas que, regularmente se observan y se escuchan en las escuelas; ojalá y el magisterio reaccionara y se diera cuenta de que lo único que han hecho ciertos líderes sindicales, es servirse del puesto y de sus trabajadores; ojalá y así fuera porque, de lo contrario, no sé qué pensarían los mártires de Chicago si vivieran en estos momentos.

Qué triste y penoso espectáculo, pero hoy, sin duda: el SNTE se encuentra de rodillas ante un “poder supremo”. Ahí están los hechos.

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

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Jaripeo en el SNTE

Por: Luis Hernández Navarro
Simulación y engaño; usurpación y trampas; antidemocracia e imposición. En estas seis palabras se resume el comportamiento de los líderes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en las elecciones para nombrar dirigentes sindicales de los profesores de primaria de la Ciudad de México, agrupados en la sección 9, celebradas el pasado 14 de junio.

La historia viene de atrás y tiene el sello de felonía. Comenzó cuando, en julio de 2008, a escondidas de la mayoría, Elba Esther Gordillo impuso como secretaria general de la 9 a María Teresa Pérez, en una cochera acondicionada como salón de fiestas. La disidencia, que contaba con 80 por ciento de los delegados, nombró un nuevo comité encabezado por el maestro Francisco Bravo y recuperó la sede sindical de Belisario Domínguez 32.

Hace 10 años, los maestros capitalinos debieron efectuar su congreso seccional para elegir a sus representantes. Como los charros de la dirección nacional eran minoritarios, impusieron a dedo una comisión ejecutiva.

Julio Peralta, maestro chiapaneco que participó en la fundación de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y traicionó el movimiento pasándose a las filas de Gordillo, y luego le fue desleal y se sumó a Juan Díaz de la Torre, para apoyar más tarde a Alfonso Cepeda, quedó al frente. No importó que no supiera nada del magisterio de la Ciudad de México y sus problemas. Lo único relevante era su incondicionalidad a las autoridades educativas y al mandamás en turno en el sindicato.

Los maestros democráticos de la sección 9 nombraron por su cuenta a sus representantes. Sin contar con plazas liberadas, dieron vida al sindicato. En tres ocasiones, cambiaron, en elecciones libres y justas, a su comité seccional.

El pasado 20 de mayo, Julio Peralta Esteva y su comisión ejecutiva, a quienes ningún profesor capitalino eligió, dieron, en el salón de fiestas Gran Forum, su informe de 10 años de usurpación. En lugar de citar a un pleno de secretarios generales delegacionales, llevaron a los integrantes del comité nacional del SNTE y a acarreados. El 23 emitieron la convocatoria para elegir nuevos dirigentes seccionales y dieron sólo tres días para el registro.

Los comicios estuvieron llenos de irregularidades. Antes, durante y después de las elecciones, los charros fueron juez y parte. De manera unilateral y arbitraria determinaron mecanismos, tiempos y sedes para votar. Decidieron el padrón utilizado para sufragar, excluyendo a muchos trabajadores de la educación que no se les someten. Y se negaron a revisarlo públicamente. De hecho, no hubo padrón, sólo una liga electrónica para ubicar las casillas. Rechazaron que en los centros de votación participaran integrantes del movimiento magisterial democrático. Directores de la escuelas e inspectores coaccionaron a los docentes.

Pero, como nada de eso evitó que se levantara una enorme ola de inconformidad, negaron, echando mano de las peores chicanadas, el registro de la planilla Roja Democrática 9, en la que se agruparon los profesores de esa tendencia. Por su parte, los charros registraron, en nombre de una supuesta pluralidad, dos planillas: Valor Magisterial Naranja y Magisterio Progresista Morado.

El 14 de junio hubo una verdadera batalla campal alrededor de los centros de votación. Al más viejo estilo de Vanguardia Revolucionaria, los charros sindicales movilizaron brigadas de porros. Directores de escuelas e inspectores golpearon y lastimaron a maestros democráticos. Convocaron a padres de familia para que, con base en mentiras, arremetieran contra los profes. Los testimonios abundan. El supervisor de la zona 65, Francisco Ramón Morgan, agredió a la maestra Diana Guerrero. En la escuela México-Japón, el director, Gaspar Francisco Barbosa, confrontó a los docentes. El supervisor de la zona 77, Juan Antonio González, atacó a los trabajadores de la educación y rompió sus carteles y mantas. Luis Alberto Barragán, director del centro escolar Luis Pasteur, asaltó a los mentores en resistencia. En la sede 78 en la escuela Suecia, llegaron golpeadores profesionales con camisa a cuadros y pantalón de mezclilla.

El magisterio democrático ocupó 10 centros de votación, que no pudieron abrir a pesar de las arremetidas en su contra. Donde sí se instalaron casillas, miles de maestros escribieron planilla Roja Democrática 9, pero sus votos no fueron contados. Muchos más anularon las papeletas.

Por su parte, sin control ni supervisión alguna, los charros se dieron vuelo echando mano a la mapachería menos sofisticada: carruseles, ratón loco, urnas embarazadas, compra y coacción del voto, padrón rasurado. Y, ya encarrerados, sin pudor alguno, el 18 de junio declararon ganadora a la planilla Valor Magisterial Naranja, con cifras de votación paridas por la alquimia electoral, que rayan en lo inverosímil.

El nuevo secretario general seccional charro, Ulises Chávez Tenorio, es un viejo funcionario sindical que no ha estado frente a grupo durante los últimos 25 años. Es, también, Oficial Mayor del comité nacional del SNTE. Para que no quede duda de los intereses a los que sirve, baste apuntar que, con frecuencia, representó a Alfonso Cepeda en eventos gremiales en otros estados.

El magisterio democrático de la Ciudad de México impugnará legalmente el jaripeo del 14 de junio, avalado por las autoridades laborales y políticas. Lejos de servir para establecer canales institucionales para resolver los conflictos y diferencias dentro de la sección 9, la pantomima de democracia del SNTE los exacerbará. Como sucedió en julio de 2008, el charrazo no pasará.

Fuente de la información: https://www.jornada.com.mx

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Repudia CNTE el oportunismo de los “líderes charros” del SNTE

La CNTE también expresó su repudio por el doble discurso de los líderes charros del SNTE a quienes no reconocen como los defensores de los trabajadores de la educación.

La Sección 22 del Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), repudió el oportunismo de los “líderes charros” del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) quienes se atribuyeron la cancelación de la iniciativa para la integración de la Dirección General de Educación Indígena, Intercultural y Bilingüe (DGEIIB) al Instituto Nacional de Pueblos indígenas (INPI).

En un comunicado, la Seccional de Oaxaca recordó que fue gracias a la fuerza, organización y disciplina del Movimiento Democrático de Trabajadores de la Educación de Oaxaca (MDTEO) que logró cancelar la citada iniciativa luego de que la Comisión Política, Secretaría de Trabajo y Conflictos del Nivel, representantes de la DGEPOO y el jurídico de la Sección XXII defendieran en la mesa con la Secretaría de Gobernación, SEP, Gobierno del Estado de Oaxaca, IEEPO y la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados el derecho a la educación de los pueblos originarios.

Refirió que tras intensas horas de negociación y con el respaldo del 20 por ciento de la membresía sindical, así como el arribo masivo del Nivel de los Pueblos Originarios de Oaxaca a la ciudad de México, sus representantes sindicales cumplieron con el mandato de hacer valer la fuerza histórica de lucha en defensa de los derechos laborales de las y los trabajadores de la educación.

Así también señaló que a la par de las negociaciones en la Cuidad de México, en Oaxaca se realizó un paro de 24 horas, en donde agremiados de la Sección 22 bloqueó los accesos al Aeropuerto oaxaqueño, atendiendo con ello a su principio táctico de lucha: “movilización- negociación-movilización”.

Por tal motivo, este Movimiento Democrático, referente nacional e internacional de lucha, rechaza el oportunismo de los charros del SNTE al atribuirse un logro de nuestras bases democráticas al declarar que por intervención del charro mayor Alfonso Cepeda Salas lograron echar abajo dicha iniciativa.

En tanto expresó su repudio por el doble discurso de los líderes charros del SNTE a quienes no reconocen como los defensores de los trabajadores de la educación “puesto que han sido aliados y cómplices de gobiernos, reformas, procesos y medidas de persecución a líderes de la CNTE, principalmente de la Sección XXII con retención de salarios, saqueo de nuestras cuotas sindicales, encarcelamientos y asesinatos de maestros“.

Por último, la Seccional de Oaxaca exhortó a sus bases a mantener la unidad, organización y disciplina “para defender la educación pública, los derechos laborales y de nuestros pueblos logrará respuestas a las demandas legítimas de nuestro movimiento, por ello, hacemos un llamado a la unidad frente al oportunismo del charrismo sindical“.

Fuente de la información:  https://profelandia.com

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