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México: Se declara Isael Gónzalez ganador en elección de SNTE en Chiapas

América del Norte/México/17-03-2023/Autoría: Laura Poy y Elio Henríquez/Fuente: www.jornada.com.mx

Tuxtla Gutiérrez, Chis. El maestro Isael González Vázquez, se declaró como “candidato ganador virtual” del proceso de elección del nuevo Comité Ejecutivo de la sección 7 de Chiapas, luego de que “las tendencias indican claramente el triunfo del bloque democrático”.

En conferencia de prensa en el auditorio “Ernesto Che Guevara” del magisterio chiapaneco, aseguró que “no tenemos los números exactos, pero los resultados preliminares nos dan el triunfo, por lo que hago un llamado a todas las fuerzas del magisterio, incluso, a quienes no piensan como nosotros, para trabajar en unidad”.

Acompañado de los secretarios generales de la sección 22, Yenni Aracelí Pérez; de la sección 14 de Guerrero, Héctor Torres, y de dirigentes de organizaciones sociales, González Vázquez, se comprometió a mantener los 22 principios de la sección 7 y de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE)

Indicó que al ser el primer secretario general elegido por voto directo y secreto, y también por los procesos establecidos por la base magisterial en asambleas delegacionales, regionales y estatal, “tenemos el enorme compromiso y responsabilidad de mantener los principios y la lucha por los derechos de los maestros, y del bienestar de nuestras comunidades”.

Ante los medios de comunicación, destacó la participación de miles de maestros que salieron a emitir su voto, y que “nuevamente han demostrado la fuerza de la base magisterial de la sección 7”. Indicó que la entrega de la constancia oficial como secretario general se realizará el próximo 18 de marzo, una vez que se conozca el resultado de las 220 mesas de votación instaladas en el estado.

Fuente e Imagen: https://www.jornada.com.mx/notas/2023/03/14/sociedad/se-declara-isael-gonzalez-ganador-en-eleccion-de-cnte-en-chiapas/

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La CNSPD y la USICAMM: el imperio de la arrogancia

 

 

Como es bien sabido por el magisterio, con la imposición de la reforma educativa de 2013, al extinto Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) se le asignaron otras atribuciones de las que desde el 2002 tenía contempladas, pero también, se constituyó la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente (CNSPD), con la finalidad de disponer de una estructura jurídica y organizativa que asegurara que el ingreso, promoción, reconocimiento y permanencia de docentes y directivos, permitiera acreditar sus capacidades en sus respectivas funciones. Todo ello, según se dijo, con el propósito de “transformar” el sector educativo colocando al centro un Sistema Nacional de Evaluación que impulsara la mejora de la calidad de la educación pues, prestar servicios de calidad, fue una de sus metas.

Evidentemente, evaluar lo que pudiera ser evaluado, sin mejorar las condiciones de todo aquello que tenían que evaluarse no trajo buenos resultados.

Recuerdo que, por esos tiempos, el Colegio de México publicó un video en Youtube titulado “La reforma educativa”, donde Manuel Gil Antón, a través de una metáfora, explicó con bastante claridad este hecho. Hoy, ese video, en esa plataforma, cuenta con cerca de 329 mil visitas (https://www.youtube.com/watch?v=jH6lzKYGgNY).

Con estas acciones, la “posible” evaluación del Sistema Educativo pasó a un segundo plano, la disputa por la permanencia más no de la evaluación de ese Sistema concentró todas las fuerzas en todas las latitudes posibles, sin que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), como ha sido su costumbre, haya defendido los intereses y derechos laborales y profesionales de sus agremiados.

Un recordatorio más. A mi mente viene lo ocurrido en el XIII Congreso Nacional de Investigación Educativa celebrado en Chihuahua. Muchos fuimos testigos de uno de los momentos más inverosímiles y/o vergonzosos que, de manera personal, pudiera haber presenciado: la exaltación de Guevara Niebla (en ese entonces integrante del INEE) cuando fue cuestionado por un maestro en medio de una mesa de diálogo (https://www.youtube.com/watch?v=NgYSnuk69Ng&t=58s) y, desde luego, la posterior increpación de parte del primero al segundo. ¿Y la CNSPD en ese entonces? Sentada en sus laureles y aplicando a rajatabla las disposiciones normativas y administrativas, aunque sus procesos fueran un verdadero desastre. Obviamente la cara que fue visible en este embrollo fue la del INEE y la de sus ex consejeros, muy pocas veces se fijó la mira en la CNPSD pues, se sabía, que era necesario exigir y demandar la abrogación de la ley o una reforma que eliminara la permanencia, pero también, los procesos evaluativos para el ingreso, promoción y reconocimiento.

¿Cuántas marchas y/o manifestaciones del magisterio mexicano en contra de la reforma educativa de 2013 y de la evaluación no se llegaron a ver o a conocer en distintos medios de comunicación?, ¿cuántas maestras y maestros no fueron golpeados por grupos de granaderos cuando se manifestaban en las sedes que los distintos gobiernos locales habían habilitado para que los docentes seleccionados pudieran ser evaluados? En fin.

La era del lopezobradorismo entró con tambor batiente. Su reforma educativa fue aprobada en 2019 y se cumplió su promesa de campaña al eliminarse la evaluación de permanencia, sin embargo, quedaron muchas comas de la de 2013, aun y cuando se haya dicho hasta el hartazgo que no quedaría ni una de ellas. La ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros dio vida a la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM); unidad que conservó prácticamente el mismo esquema “evaluador” de la extinta CNSPD, con sus mismas fallas, con sus mismos errores y con las mismas violaciones a los derechos laborales y profesionales de los trabajadores de la educación, hecho del que “parece” no ha tenido conocimiento el SNTE, tal y como sucedió en antaño.

Como es conocido, la incompetencia del primer titular de la USICAMM provocó la llegada de una profesora que, en su momento, luchó contra la “mal llamada reforma educativa”. Poco o nada ha cambiado desde que tales funcionarios públicos asumieron sus cargos. Cada año han sido recurrentes las fallas o errores en los procesos de evaluación para el ingreso, promoción o reconocimiento, aunque, por ejemplo, la actual titular presuma que más de 200 mil maestras y maestros hayan generado citas para un registro, ya sea para el proceso de admisión, promoción o de horas adicionales. ¿En verdad se piensa que las maestras y maestros no harían un registro cuando en el Sistema Educativo prácticamente se cuenta con un solo mecanismo de admisión o de promoción que les permita ingresar al servicio o de mejorar sus condiciones de vida personales y profesionales?, ¿acaso no se piensa que prácticamente todo ser humano tiene aspiraciones personales y profesionales?, ¿acaso se piensa que los egresados de las escuelas normales, CAM, UPN o de cualquier otra licenciatura no pensaría dedicar su vida profesional a la carrera que pudieron haber concluido en algún momento de su etapa académica? Vaya, ¿las condiciones socioeconómicas de nuestro país permitirían que un recién egresado de estas instituciones, o de algún maestro en servicio, se quedara con los brazos cruzados esperando que alguien lo contrate o promocione?

Si lo anterior no fuera suficiente, tal y como en antaño sucedía con la CNSPD, el cambió repentino de disposiciones normativas y administrativas en cada uno de los procesos de admisión, promoción, horas adicionales o de reconocimiento, ha sido una muestra de la soberbia de lo que hoy se conoce con el nombre de USICAMM. Siempre, bajo un supuesto amparo de la ley, el personal adscrito a esa instancia ha hecho y desecho lo que ha querido, sin que en ello medie la autocrítica y el reconocimiento de las afectaciones que padecen las maestras y los maestros en cada uno de esos procesos. ¿Y el SNTE? Obviamente como dicen en mi pueblo: “calladito se ve más bonito”; sin embargo, bien valdría preguntarse dónde habrá quedado ese sentido rechazo por los procesos de evaluación que hace unos años movilizaron a cientos de maestras y maestros a lo largo de la República Mexicana.

¿El imperio de la arrogancia habrá ganado y silenciado las voces que de 2013 a 2018 se manifestaron abierta y públicamente?

Fuente de la información:  https://revistaaula.com

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Sindicalismo magisterial: a la sombra del poder

 

 

El espíritu del sindicalismo busca, en esencia, la defensa de los derechos de los trabajadores y la lucha por el bienestar general de sus agremiados. Las relaciones con los patrones si bien, pueden ser de manera cordial y amable, de ninguna manera cabe la complicidad, el corporativismo y el uso de sus integrantes como moneda de cambio política o electoral.

Lamentablemente, la vida del sindicalismo magisterial ha transitado de una legítima lucha por mejorar las condiciones de los trabajadores de la educación a ser usados para satisfacer cuotas políticas; y aunque en la base existen personas comprometidas y profesionales que velan por el bienestar general, sus líderes y la cúpula sindical han sido cómplices de las más atroces vulnerabilidades a sus derechos laborales.

En el caso del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), este pacto corporativo entre la dirigencia y las autoridades educativas ha sido muy evidente. Además, uno de los sindicatos más grandes de latinoamérica enfrenta dos enormes retos: su democratización y la transparencia de sus recursos.

Sobre el primero, existe una simulación en las elecciones libres y abiertas. Aunque algunas fracciones del SNTE no allegadas al dirigente nacional Alfonso Cepeda Salas van ganando terreno y se van aglutinando en expresiones “alternativas” como la organización Maestros por México (MxM), buena parte de las secciones en todo el país siguen siendo fieles a su líder, quien cada vez parece más doblegado ante el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), a la titular de la Secretaría de Educación Pública y al partido Morena.

En cuanto a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el ala disidente del SNTE, se encuentra separada y al margen de la figura de Cepeda Salas. Sus dirigentes, quienes tienen mayor fuerza en estados como Oaxaca, Michoacán, Guerrero, y Chiapas, mantienen negociaciones alternativas con el gobierno federal y en sus propios estados: acuerdan de manera paralela con AMLO, con los gobernadores en turno y con las y los representantes de la SEP.

Respecto a la transparencia de sus recursos el reto es igual de complicado. Aunque se supone que son sujetos obligados a transparentar y permitir el acceso a su información y cuentan con una plataforma especializada para ello (incluso, la plataforma del Observatorio Público de Transparencia e Información OPTISNTE ha ganado reconocimientos por parte del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales), todo es una simulación.

Tanto el origen como el destino de los recursos y cuotas sindicales siguen siendo opacos y pocos conocen el verdadero destino. Cuando la ciudadanía realiza solicitudes de información, no responden o simplemente dicen que no tienen la información suficiente. Tanto las diversas secciones como en la dirigencia nacional han presentado graves casos de corrupción, desvío, desaparición o mal uso de recursos.

Esta opacidad no solo ocurre en el SNTE. También en instituciones locales como el Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México (SMSEM), uno de los más grandes del país pero con grandes desafíos de rendición de cuentas.

El Sindicalismo Magisterial es una práctica que debe existir para cumplir sus objetivos: la defensa de los derechos de sus agremiados y su bienestar laboral, pero insisto: de ninguna manera se debe permitir la continuidad de los pactos corporativos para fines políticos o partidistas. Es cuestión de dignidad.

Publicado en la segunda edición impresa Revista Aula-2023 https://revistaaula.com/revistaimpresa/

 

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CNTE, 43 años

Por: Luis Hernández Navarro

Este diciembre se cumplen 79 años de la fundación del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y 43 del nacimiento de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

El SNTE es la organización gremial que agrupa a la gran mayoría del personal educativo al servicio de la Secretaría de Educación Pública (SEP), los docentes de los gobiernos de los estados y trabajadores de organismos descentralizados de la enseñanza pública.

La CNTE es una fuerza de trabajadores de base de la educación, que se enfrenta contra el charrismo dentro del SNTE. Es independiente y autónoma del gobierno, los partidos políticos y las iglesias. Además de defender los intereses gremiales del magisterio, lucha por la democratización del sindicato, de la enseñanza y del país. Así lo ha hecho desde 1979.

Más allá de la fecha formal de su nacimiento, la coordinadora expresa una corriente viva del magisterio, clasista y comprometida con causas emancipatorias, que arranca, al menos, desde hace un siglo. Una tendencia que toma forma con la fundación de la primera normal rural en lo que hoy es Tiripetío en 1922, y que unas veces corre como un caudaloso río subterráneo y otras emerge a la superficie con vigorosas protestas y experiencias de educación alternativas.

La CNTE es heredera y continuadora de la labor pedagógica de grandes educadores que forjaron la enseñanza rural en el país, como José Santos Valdés, Raúl Isidro Burgos e Isidro Castillo. Retoma el legado de los maestros comunistas y cardenistas que impulsaron la reforma agraria, la lucha contra el fanatismo religioso y la organización de sindicatos obreros, y que fueron asesinados, empalados y desorejados por neocristeros y latifundistas.

Mantiene viva la tradición de los docentes othonistas que organizaron el Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM), en las jornadas de lucha de 1956-60. Da continuidad al esfuerzo de los profesores que participaron en el movimiento estudiantil-popular de 1968. Se nutre de la experiencia y el esfuerzo de quienes se comprometieron con la transformación revolucionaria del país (y fueron víctimas de la guerra sucia) y que aparecen en su logotipo: Arturo Gámiz, Lucio Cabañas, Genaro Vázquez Rojas y Misael Núñez Acosta. Recoge la estafeta de quienes promovieron en los 70 los Comités Coordinadores de Lucha en la Ciudad de México, fundaron escuelas populares en el Valle de México y colectivos como el Movimiento de Liberación Político-Sindical en Michoacán o el Frente Magisterial Independiente Nacional (FMIN) en varios estados.

Desde su constitución en Tuxtla ­Gutiérrez, Chiapas, han sido asesinados más de 200 integrantes de la CNTE. Literalmente, el magisterio democrático vivió una guerra sucia en su contra. ­Durante el periodo de Enrique Peña Nieto fueron violentamente ultimados los profesores Claudio Castillo, David Gemayel Ruiz y Antonio Vivar Díaz, y se perpetró la sangrienta masacre de Nochixtlán. Varias decenas de maestros han sido perseguidos, apresados y recluidos en penales con reos de alta peligrosidad. Centenares han perdido sus empleos como represalia por su participación en los movimientos.

A sus 43 años, la coordinadora enfrenta uno de los momentos más difíciles de su historia. Después de tener 18 mesas de diálogo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, éstas se suspendieron hace dos años y no se han restablecido. En cambio, la 4T le ha abierto importantes espacios de interlocución al charrismo sindical del SNTE, encabezado por Alfonso Cepeda. Autodeclarado como “ejército intelectual de AMLO”, juegan en la sucesión presidencial apoyando a Claudia Sheinbaum.

Las expectativas de democratizar el sindicato se esfumaron pronto. La mafia de Cepeda sigue al frente de la representación formal del SNTE sin empacho alguno. Las elecciones para cambiar dirigentes seccionales son una mascarada en que, con el aval del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje y la Secretaría del Trabajo, se permiten comicios amañados y megafraudes, y se legitima que un reglamento de elecciones, ilegal, antidemocrático y excluyente, esté por arriba del estatuto sindical, una norma de mayor jerarquía.

Aunque en Guerrero y Oaxaca se ha renovado la dirigencia con una camada de líderes jóvenes, se ha incorporado a las escuelas una generación de profesores, no necesariamente normalistas, que ven la docencia como actividad de paso, mientras hallan un empleo mejor remunerado. Su visión del mundo, mucho más individualista que la de los trabajadores de la educación de otros años, los lleva a pasar del mundo gremial, al que ven como una pérdida de tiempo. Convencerlos de organizarse democráticamente para remontar su precariedad es un enorme reto.

Las demandas insatisfechas de la CNTE no son pocas. La reforma constitucional educativa aprobada por la 4T limó las espinas más filosas del erizo neoliberal de la reforma de Peña, pero dejó intacto su espíritu. La federalización de la nómina educativa ha quedado, en muchos casos, en palabras. La decisión gubernamental de privilegiar la expansión del servicio educativo por encima de la formación continua del magisterio y el apoyo a las escuelas multigrado, dejó fuera de las políticas públicas (y del presupuesto) planteamientos centrales de los profesores democráticos. En los hechos, la Nueva Escuela Mexicana no es más que la fachada de un edificio inexistente. Enmarañada por la verborrea de alguno de sus promotores, la reforma curricular, que retoma algunos puntos de la propuesta de educación alternativa de la coordinadora, carece de pistas de aterrizaje y de consenso entre los docentes.

Los maestros de la CNTE saben que en la lucha por democratizar su sindicato, la enseñanza y el país no hay atajos. Fieles a su historia y sus principios se disponen a seguir adelante.

Fuente de la información:  https://www.jornada.com.mx

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Elecciones inconstitucionales del SNTE

Por: Lev Moujahid Velázquez Barriga

«Declarar la invalidez del estatuto sindical y del reglamento electoral implicaría la nulidad de los procesos electivos de los comités seccionales que emanaron de sus bases normativas»

Si nos hacemos una simple pregunta para intentar entender los alcances de la reforma laboral, en la democratización del SNTE podríamos tener claridad en los resultados del tan vitoreado voto personal, directo y secreto. ¿Cuántas secciones sindicales que optaron por el nuevo reglamento de elecciones en sus cambios de comité ejecutivo seccional han logrado una representación democrática? La respuesta es clara y contundente, ninguna.

Después de 26 secciones sindicales que han atendido la convocatoria de renovación con las nuevas reglas electorales, paradójicamente, no tenemos ningún indicio de que el sindicato se esté democratizando; pero sí de que las burocracias institucionales de siempre se están legitimando, reacomodando y haciendo relevos generacionales familiares dentro del SNTE. Al exterior, se refuerza su vocación corporativista y progubernamental, ahora con la 4T; la autonomía política de los trabajadores se oferta como un capital de votantes y experiencias fraudulentas, al servicio electoral del partido en el poder; en este último tercio del actual gobierno, con las figuras candidateables en las próximas elecciones, particularmente con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

Uno de los talones de Aquiles en estos desangelados resultados es el nuevo reglamento electoral del SNTE, que en realidad es una extensión del estatuto sindical vigente, hasta el momento sin modificación alguna acorde a las leyes laborales, razón por la cual es inconstitucional; sin embargo, sigue operando con toda impunidad, con la anuencia y la complicidad de las autoridades en materia laboral, que han avalado, con base en él y no en la ley, ya casi 30 convocatorias de renovación de comités ejecutivos seccionales.

En vez de hacer valer la legalidad, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social se ha convertido en activista del SNTE y promotora de concesiones de flexibilidad de las convocatorias de renovación haciendo pactos fuera de la norma; pero que finalmente no se respetan, dada la constante intimidación del gremio encabezado por Alfonso Cepeda para no reconocer ningún proceso o persona que no se sujete a sus reglas. El Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje ha sido omiso en las impugnaciones presentadas por las irregularidades cometidas en estados como Baja California, Nuevo León y Jalisco; tardó un año en responder, con apenas sugerencias, a la demanda intersindical por la inconstitucionalidad del estatuto del SNTE y su reglamento, que presentó un grupo de maestros de la Sección 40 de Chiapas, cuya cabeza estratégica, el maestro Mario Roldán, ha estado bajo constante amenaza sindical y del Estado para desistirse de la demanda y de presentarse a la contienda por la dirección sindical.

Pese a las inconsistencias demostradas en las denuncias, no se han detenido las nuevas convocatorias y a la vez se retienen las de los comités seccionales vencidos donde las condiciones no favorecen al charrismo, como en la sección 34 de Zacatecas: en 2016 el SNTE impuso a punta de golpes y pistoleros una representación estatutaria por cuatro años, y ya se ha prolongado otros dos más, pero hay una inconformidad creciente de los maestros para sacar a los equipos políticos de las dos dirigencias institucionales existentes; además, está su participación activa a través de una ruta jurídica por la controversia entre la ley laboral y el reglamento electoral que les impide participar en condiciones de equidad y autonomía en procesos electivos.

Está por demás demostrado, jurídicamente y por quienes han transitado por procesos electivos con su marco normativo, que este reglamento electoral viola cualquier principio de imparcialidad, sienta las bases de una elección que se podría denominar de Estado y contraviene la propia reforma laboral de 2019 impulsada por la 4T; sin embargo, lo que se juega de fondo no es poco y el cálculo político lo tienen claro el gobierno federal y los aspirantes a la sucesión presidencial.

Declarar la invalidez del estatuto sindical y del reglamento electoral implicaría la nulidad de los procesos electivos de los comités seccionales que emanaron de sus bases normativas, la obligación del SNTE de modificar su estatuto para poner sobre la mesa un cambio en la dirección del Comité Ejecutivo Nacional con nuevas reglas, detener las convocatorias en puerta hasta que se diriman los diferendos constitucionales y las inconsistencias presentados.

Un golpe de esa magnitud debilita los acuerdos políticos y electorales del SNTE, como aliado incondicional del gobierno y su partido; no hacer nada refuerza la hegemonía presidencial y de la 4T frente a los próximos comicios, pero en detrimento de la democracia en uno de los gremios más dañados por las corruptelas y entreguismos de las cúpulas del magisterio institucional.

Si no hay un cambio de ética en el absurdo pragmatismo de este gobierno para mantener su hegemonía, la democracia del SNTE es enteramente responsabilidad de los maestros. La vía jurídica sólo será posible si hay una ruta de organización política y de movilizaciones, que rebase incluso la lógica partidista de las elecciones seccionales; en ella debería estar presente la fortaleza unida de movimientos nacionales históricos como la CNTE.

Fuente de la información:  https://profelandia.com

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Del Programa Nacional de Carrera Magisterial a la USICAMM

Por: Lucía Roble

El proceso de precarización salarial del magisterio

A continuación, describiré brevemente cada etapa del programa por incentivos implementado a la par de la Ley General de Educación de 1993, que comienza a gestarse un par de años atrás de la implementación de la llamada gestión “neoliberal” en nuestro país.

Este esquema de promoción por incentivos es similar al de la iniciativa privada para aumentar la productividad y disminuir la rotación de personal. En el sistema educativo la productividad no es tangible, pero con este programa se pretendía elevar la calidad de la educación, responsabilizando a los docentes de los bajos niveles educativos obtenidos en las evaluaciones internacionales, siendo que, por la falta de asignación de recursos federales suficientes, hasta la fecha continúan estos resultados, pese al esfuerzo y la entrega de los trabajadores de la educación.

Este esquema ha permitido al Estado evadir la responsabilidad de asignar un salario digno a todos los docentes y ha violado el Artículo 86 de la Ley Federal del Trabajo que dice “a trabajo igual desempeñado en puesto jornada y condiciones de eficiencia también iguales debe de corresponder salario igual”. También ha servido como pretexto para ir privatizando la educación, para obtener mejores resultados educativos

Como mencionamos más arriba, el Programa Nacional de Carrera Magisterial surge en 1993, durante la presidencia de Carlos Salinas de Gortari, con Elba Esther Gordillo Morales a la cabeza del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), siendo Ernesto Zedillo Ponce de León titular de la Secretaría de Educación Pública, quien posteriormente sería presidente de la república. Este programa vino a desplazar el sistema de escalafón tradicional y el esquema básico que asignaba puntajes diferenciales a los maestros según su preparación.

Carrera Magisterial es un sistema de promoción horizontal (en la misma función), de participación voluntaria e individual, integrado por cinco niveles de estímulos. No contemplaba el ingreso ni la promoción vertical (a otra función). Aunque en teoría era voluntario su ingreso, muchos docentes terminaban optando por ingresar debido que era de las pocas formas en las que podían percibir un incremento salarial.

Este programa consideraba 6 factores con un puntaje específico qué determinaba la calificación final. Si las condiciones eran favorables al trabajador, como tener un puntaje elevado de la suma de los factores evaluados y que existieran los recursos suficientes, le tomaba 16 años llegar al último nivel. A los maestros que trabajaban en zonas empobrecidas les tomaba mucho menor tiempo si continuaban laborando en esas escuelas.

Este programa de estímulos, aparentemente ventajoso para el docente, es el inicio de la precarización salarial que actualmente padecemos e implicó estrés y sacrificio del magisterio ya que tenían que invertir tiempo que debían de dedicar a sus familias o descansar para tomar los cursos en fines de semana o contra turno, en un proceso incierto y poco objetivo. El Estado, al ver que un buen número de maestros accedía a los últimos niveles (lo que implicaba desembolsar más recursos para cubrir los compromisos adquiridos con el magisterio), endureció aún más el proceso. Por cierto, en este periodo los docentes recibían 2 incrementos anuales: uno el primero de enero según el salario mínimo, y el otro el 15 de mayo por el Día del Maestro, por negociación del sindicato.

Al final del Programa de Carrera Magisterial vino un período implementado en el ciclo escolar 2011-2012 por el presidente Felipe Calderón Hinojosa, siendo titular de la secretaría de educación Alfonso José Ricardo Lujambio Irazábal. Este último, con Elba Esther Gordillo todavía al frente del SNTE, idearon lo que yo llamo “serpientes y escaleras”, ya que los niveles obtenidos en el proceso debían ser refrendados, y de no lograr la puntuación mínima de 70, el docente bajaba de nuevo al nivel anterior nivel. No se podía salvar de la evaluación, ya que, si no se presentaba para quedarse con el estímulo obtenido, éste era retirado.

Es importante señalar que aprovechaban los puntos de quiebre entre cada programa para no convocar para esa etapa, por lo que, en el año de cambio con el nuevo sistema de promoción, no hubo posibilidad de ascenso salarial para los docentes, ahorrándose las autoridades ese recurso.

Durante la presidencia de Calderón, los docentes perdieron varios bonos, como el que les daban al final de cada sexenio. Los incrementos salariales ya eran únicamente los acordados por el sindicato el Día del Maestro, pero eran similares al incremento del salario mínimo.

En el sexenio de Enrique Peña Nieto, se encarceló a Elba Esther Gordillo y se nombró a Juan Díaz de la Torre como Secretario General del SNTE, siendo Emilio Chuayffet secretario de educación y posteriormente Aurelio Nuño. Durante este periodo, se aprobó en tiempo récord la Reforma Educativa y se estableció la Evaluación de Desempeño obligatoria para todo aquel que fuera convocado. De no presentarla o salir insuficiente, perdía su plaza, sin responsabilidad alguna para el patrón.

A todas luces está reforma fue punitiva y laboral estableciéndose una lucha encarnizada de los docentes, oponiéndose a esta ley que atropellaba todos sus derechos conquistados. Dicha Reforma establecía que, de sacar un resultado destacado, el docente tenía la opción de inscribirse a un programa llamado Servicio Profesional Docente de promoción horizontal o vertical. Además, la Reforma hablaba de un sistema de estímulos (K1, K2, etc.). Sin embargo, no se aplicó cómo estaba estipulado y se obtenía el K1 solo con la evaluación de desempeño obligatoria.

Otra de las afectaciones qué sufrimos los docentes con este programa fue qué los estímulos ya no eran parte del sueldo base, sino que se manejan como un “bono adicional”, qué se disfruta estando activo, pero al momento de la jubilación no forma parte de la pensión, disminuyendo nuestro salario.

A partir de este programa también se establece el proceso y requisitos para el ingreso o incorporación de docentes al servicio educativo. Se establecen factores similares, a los que se les asigna determinados puntajes, pero también depende del recurso asignado la posibilidad de los maestros para mejorar sus ingresos.

Con Peña Nieto, se realiza la desindexación del salario mínimo y se crea la Unidad de Medida y Actualización (UMA), no existiendo diferencia entre ésta y el salario mínimo y los incrementos salariales. A pesar de que esta unidad de medida no fue creada para salarios, los incrementos anuales empezaron hacer menores que el salario mínimo.

La Cuarta Transformación no resolvió el problema

Al llegar a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador nombró Secretario de Educación a Esteban Moctezuma Barragán, aunque en lo que va del sexenio han desfilado por dicha secretaría al menos dos titulares más. A su llegada, el Secretario General del SNTE es Alfonso Cepeda Salas. Aunque había en campaña prometido que de la Reforma Educativa no iba a quedar “ni una coma”, ha quedado en evidencia que la precarización laboral contra el magisterio, al igual que ocurre con el resto del proletariado, se mantiene.

Durante su gobierno se estableció la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM). En este nuevo programa de incentivos, se establece tener 2 años de servicio para empezar a participar e ir ascendiendo gradualmente a cada uno de los 8 niveles, permaneciendo en cada uno 4 años, lo que implica que para llegar al último nivel, que representa un incremento salarial significativo, el docente tiene que someterse a un proceso desgastante, poco objetivo y poco transparente para obtener un resultado lo suficientemente bueno cada vez que le toque promover, siempre y cuando existan los recursos económicos asignados a nivel federal para tal promoción. Por lo tanto, al docente le tomará 34 años de servicio llegar al último nivel.

Tal vez disfrute un año o más todo ese salario, pero en el momento de jubilarse, al no estar en su sueldo base, se jubila con un salario de plaza inicial, sin que se reconozcan todos esos años y dinero invertidos. Ni siquiera llegará al tope establecido por las distintas instituciones de seguridad social para la pensión, actualmente de 8 UMAS en el ISSSTE[1]. Es importante señalar que, si se llega al último nivel de promoción, cuando uno se jubila por el tope existente, disminuye un 60% aproximadamente lo que se recibe de pensión cuando nos retiramos. Eso tal vez explicaría por qué muchos maestros prefieren seguir trabajando para no ver mermados sus ingresos. Por cierto, si están con cuentas individuales o en AFORE, la situación empeora.

Es importante señalar que, tanto en el Servicio Profesional Docente como en el USICAMM, el costo los cursos que se requieren corren por cuenta de los docentes, a diferencia de lo que ocurría en Carrera Magisterial, pues la secretaría los proporcionaba de manera gratuita.

Cómo puede verse este proceso para que los maestros obtengan mejores ingresos es engañoso e injusto. Ha precarizado el salario de un gran porcentaje de excelentes maestros, ha dividido a los trabajadores en categorías y, de esta forma ha desarticulado cualquier movimiento de lucha, ya que, al estar enfocados de manera individual por ganar un poco más, se pierde el sentido de solidaridad de clase, la visión de que todos somos trabajadores y merecemos un salario digno.

La Reforma Educativa continúa igual o peor a la anterior, por lo tanto, el Sistema de Evaluación Docente o USICAMM debe de desaparecer, para que el Gobierno asuma su compromiso de proporcionar salario digno y capacitación permanente, en horario laboral a todos los trabajadores de la educación.

Actualmente la precarización salaria ha aumentado y el poder adquisitivo es cada vez menor. Los incrementos salariales anuales ya no son en el mismo porcentaje de incremento del salario mínimo, este año ni siquiera fueron igual a la inflación. No queda otro camino que organizarnos para seguir exigiendo un salario justo que permita una vida digna para todos los trabajadores de la educación quienes hemos visto aún más disminuidos nuestros ingresos durante este gobierno que resultó ser tan enemigo del magisterio como los anteriores.

[1] En el caso del ISSTEY, en Yucatán, el tope es de $43,000.

Fuente de la información e imagen:  https://chaksaastal.wixsite.com

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Las “sinvergüenzadas” del SNTE y de la SEP

Por: Abelardo Carro Nava

 

“Érase una vez un palafrenero que robaba y llevaba a vender la cebada de su caballo. Pero, en cambio, se pasaba todo el día limpiándole y peinándole para que luciera lo mejor posible. Un día, el caballo le dijo: si realmente quieres que me vea hermoso, no robes la cebada, que es para mí alimento”.

Fábula de Esopo.

Después de la intensa organización y movilización que emprendieron en las últimas semanas maestras y maestros de educación media superior, adscritos a la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial y de Servicios (DGETI), y de otros Subsistemas, el pasado 30 de septiembre, la Secretaría de Educación Pública (SEP) mediante boletín No. 238 anunció con bombo y platillo, la regularización de más de 13 mil 959 plazas para docentes de tres Subsistemas: 5 mil 345 pertenecientes a la Dirección Tecnológica Agropecuaria y Ciencias del Mar; 8 mil 189 a la Dirección General de Educación Tecnológica, Industrial y de Servicios, y 425 a la Dirección General de Bachillerato (SEP, 2022).

Ni tarde ni perezoso, como era de esperarse, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) anunció con gran algarabía la “obtención” de un logro más, pues mediante comunicado 32-2022 afirmó que, esta organización sindical, había logrado nuevas basificaciones para maestros de educación media superior (SNTE, 2022).

Cosa curiosa, en ambos comunicados, tanto la titular de la SEP, Leticia Ramírez, como Alfonso Cepeda, Secretario General del SNTE, se atribuyen dicho logro pues, en el boletín de la SEP puede leerse con mucha claridad: “con estas acciones realizadas durante la gestión de la secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez Amaya, ante la SHCP, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador dignifica el trabajo de las y los maestros de estos subsistemas de EMS del país” (SEP, 2022); mientras que en el comunicado del SNTE, también se lee: “ el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación,  encabezado por su secretario general, Alfonso Cepeda Salas, logró que, después de meses de gestiones ante la SEP y SHCP, se reconozcan en el analítico presupuestal casi 14 mil plazas y 50 mil horas-semana-mes para maestros de EMS que laboran frente a grupo y que participaron en los procesos de admisión al servicio educativo” (SNTE, 2022)

Vaya forma de desacreditar, deslegitimizar y minimizar al movimiento magisterial nacional que emprendieron maestras y maestros de educación media superior de 2015 o 2016 a la fecha, quienes, a partir de esos años, estuvieron tocando varias puertas para que sus voces y demandas fueran escuchadas y atendidas sin que hubiera la menor respuesta por parte de la SEP y del SNTE. Desde luego, una vez que tal movimiento magisterial cobró fuerza, repito, en el plano nacional, es que ciertos dirigentes del SNTE, fieles a su costumbre, aprovecharon la inercia para sacar raja política y, como coloquialmente se dice: “colgarse la medalla” de un triunfo que en absoluto les corresponde a ellos, ni a los funcionarios de la SEP.

 

¿Por qué este mismo SNTE, que hoy se ufana y vocifera tal logro, no hizo lo propio cuando comenzaron a surgir las demandas para que se basificaran a los trabajadores de la educación que ya habían cumplido con todos los procesos de admisión establecidos por la extinta Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente?, ¿por qué este mismo SNTE, que hoy se jacta de haber obtenido una conquista más a favor de sus agremiados, no hizo lo propio para exigir se basificaran miles de maestros cuando el presidente López Obrador planteó la llamada revalorización del magisterio puesto que, tal y como éste lo afirmó, se atenderían las afectaciones laborales y profesionales que atentaron contra la dignidad de las maestras y los maestros por la aplicación de la mal llamada reforma educativa de 2013?, ¿por qué Estaban Moctezuma, o la misma profesora Delfina Gómez, no hicieron lo propio para atender las indicaciones del presidente para dignificar a las maestras y maestros que, como en este caso, sus problemáticas datan de 2015 o 2016 a la fecha?, ¿por qué la SEP, emite comunicados en los afirma categóricamente que las maestras y maestros de educación media y superior serán regularizados con fecha 16 de agosto sin que de claridad a los procesos administrativos mediante los cuales se reconocerá su antigüedad en el sistema y demás derechos laborales y profesionales que les corresponden?

 

Se sabe pues, que el SNTE siempre se ha puesto a voluntad y capricho del gobierno en turno. Solo basta recordar, el triste y lamentable espectáculo de Juan Díaz de la Torre al frente de esta organización sindical durante el peñaniestismo quien, para acabar pronto, en ningún momento movió un dedo para defender a sus agremiados de una supuesta reforma educativa que, particularmente, atentó contra los derechos laborales y profesionales de los trabajadores de la educación. Y bueno, de Cepedas Salas qué se podría decir, si desde que comenzó su “gestión” se declaró aliado y parte del ejército intelectual del actual presidente; sí, el mismo Cepeda Salas que, en eventos púbicos y fotografías publicadas en distintos medios de comunicación, se le vio con Díaz de la Torre, levantando la mano del ex candidato tricolor a la presidencia de la República José Antonio Meade Kuribreña.

Ahora bien, de la SEP mucho podría decirse, sin embargo, me limitaré a expresar que tuvieron que pasar cuatro largos años para que, al fin, volteara su mirada hacia las maestras y maestros de educación media superior; ni los ex secretarios de educación que han pisado la oficina de Vasconcelos, ni el propio Subsecretario de Educación Media Superior, Juan Pablo Arroyo Ortiz, quien posee una licenciatura en economía (con mención honorífica) por la UNAM, hicieron algo para que se atendiera y resolviera una problemática que era más que evidente en los Subsistemas señalados.

No imagino lo que tuvo que pasar una maestra o maestro que, después de haber cumplido con las disposiciones normativas y administrativas que la misma SEP impuso para que pudiera ingresar al magisterio, no fuera basificado conforme a lo que la ley determinó en su momento y aún sigue determinando. Lamentable es que, por varios años estos trabajadores de la educación, estuvieron sujetos a un Código 95 (provisional) y no un Código 10 (nombramiento definitivo), lo cual implicaba, entre otras cosas, la recontratación cada 5 meses y 15 días, porque no podría otorgárseles la firma de un contrato de más de 6 meses dadas las limitaciones jurídicas conocidas. Y lo peor de todo, es que ni siquiera les era pagado su sueldo cada quince días o, cada mes; generalmente se hacía dicho pago al término del contrato o, mucho después de que éste concluyera. No imagino, en verdad, qué hacían o cómo le hacían para mantener a su familia o para atender sus necesidades más apremiantes.

 

Mi reconocimiento y admiración es para cada una de estas valientes maestras y maestros que, en unos días, espero, verán cristalizado su esfuerzo producto de la lucha sostenida por varios años.

Y bueno, para culminar esta serie de ideas, diré que en todo este asunto algo es claro: tanto en el SNTE como en la SEP no conocen la vergüenza.

¡Qué sinvergüen… zadas!

Referencias:

 

Fuente de la información:  https://profelandia.com

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