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Así se logra fomentar el talento en los alumnos

Por: ABC

Enrique Escandón, director de de Alameda International School —recientemente ganador de los Premios IE de Innovación Educativa— explica a ABC en el siguiente artículo de que manera potenciar el talento de los estudiantes.

Hoy en día escuchamos frecuentemente frases en las que el talento es ese ingrediente de moda que adereza nuestras salsas. Retener talento, atraer talento, descubrir talento, pero realmente sabemos qué es el talento y, sobre todo, ¿cómo se puede trabajar desde las etapas más tiernas de la educación?

Si me preguntan qué es, diría que saber hacerse las preguntas adecuadas, porque ya nos pasó en el siglo pasado, como nos dijo Benedetti, que cuando sabíamos todas las respuestas nos cambiaron las preguntas.

Es por ello que desde las etapas iniciales del aprendizaje debemos poder hacer que el alumno vaya conociendo su potencialidad, de forma que trabajemos sus puntos fuertes y fomentemos el desarrollo en torno a ellos de sus áreas de mejora.

Pero no al revés.

Recuerdo que no era capaz de comprender las matemáticas y, por ello, tuve un profesor particular toda mi vida escolar; esos veranos interminables donde toda la mañana en casa no olía a cocido, yo olía a matemáticas…, y un sinfín interminable de horas que le dediqué para algo que no me motivaba lo más mínimo, creando en mí una sensación de inseguridad tremenda en los exámenes de BUP que frecuentemente me llevaba a final en junio por no haber superado algún objetivo.

Ahí ya tenemos cuadros que desde luego resaltan la falta de confianza en uno mismo, inseguridades, y ya, por qué no decirlo, ansiedad y estrés producido por algo que era consciente que tenía que superar pero no sabía cómo.

Ahora de adulto me pregunto, ¿y si esas horas las hubiera usado en parte para potenciar en lo que yo podía ser bueno en un futuro?, ¿y si le hubiéramos dedicado tiempo a conocer a ese alumno para ver en qué áreas iba a poder destacar y dedicarle tiempo en ampliar sus miras para que aprendiera más que lo que el currículo cerrado de entonces y ahora decía?

Para eso necesitamos un toque de autonomía en los claustros, una pizca de iniciativa docente, 100 gramos de pasión y formación y una cucharada de café para dejar al alumno elegir ofreciéndole una carta de platos motivadores que pueda probar.

Quiero decir que si todos nuestros alumnos tienen que seguir el mismo itinerario, elegir las mismas asignaturas y seguimos haciéndoles resolver problemas de matemáticas donde sólo hay una forma de resolver, tenemos por delante un escenario muy poco talentoso. Pero si, además, el proceso no importa, porque sólo supervisamos si el resultado es correcto, el proyecto creativo muere pronto, desde luego.

Descubrir alternativas

Talento es descubrir alternativas en los alumnos, es ver cómo se desenvuelven en áreas creativas, disruptivas, que hagan que salga de ellos esa parte que no habría salido en un pupitre sentados. En definitiva, creo que para potenciarlo hace falta trabajar la creatividad como un medio en el sistema educativo para llegar a nuestros objetivos, y no como un fin educativo en sí mismo.

Esto que planteo no es sencillo, pero ya es una realidad en el Proyecto CAOS de Alameda International School, recientemente ganador de los Premios IE de Innovación Educativa, con Amaia Pérez al frente y con un equipazo de talento docente extraordinario.

El alumno se enfrenta al desarrollo STEAM en su proceso de aprendizaje, tan necesario para la vida profesional actualmente, pero no olvidemos en este proceso la A de ARTS, que frecuentemente es denostada, porque no sabemos cómo encajar en el sistema educativo salvo por las áreas tradicionales de música y educación artística, que en algunos casos son optativas.

Nuestro modelo educativo CAOS es un proyecto en el que se integran el 100% de los alumnos a lo largo de, al menos, 10 cursos. ¿Dónde está la magia? En la elección por parte del alumno de qué rama quiere trabajar: proyecto orquesta eligiendo entre los instrumentos que proporciona el colegio (trombón, saxofón, clarinete, trompeta, violín, viola y violonchelo), potenciando la dramatización, el canto o la escenografía, de forma que todos los alumnos de quinto de Primaria van a trabajar una performance operística, donde en 50 minutos de escena a final de curso, saquemos todo ese talento que tenemos dentro.

Escandón tras recibir el premio IE Innovación Educativa
Escandón tras recibir el premio IE Innovación Educativa

A lo largo del curso trabajaremos una ópera conocida, para que el texto sea una base de contenidos elegidos por los alumnos, siempre trabajados en inglés, de forma que adaptamos letra y música para integrarlo todo en el mismo formato que una ópera pero de 50 minutos.

Otro equipo trabajará el contenido del libreto, el texto de la ópera performance de forma que el contenido elegido sea trabajado a fondo. Este curso nuestros alumnos de quinto han investigado las emociones, de forma que hemos realizado un trabajo de indagación muy profundo sobre ese tema.

Además, en escena había actores y cantantes, dos ramas muy singulares, ya que además de la parte puramente artística, aquí hay que trabajar muchos de los miedos e inseguridades que se sufren al subir a un escenario con más de quinientas personas delante, al igual que nos ocurre en la vida profesional en una reunión de trabajo o una conferencia.

Lo bonito del proceso es que nuestro proyecto de Alameda Acompaña integra a nuestras psicólogas en el proceso para realizar ese acompañamiento en el proyecto. Y por último, pero no menos importante, se trabaja la escenografía, el vestuario, el maquillaje, el libreto digital, las luces, sonido… En fin, ese trabajo invisible del que depende el exito del momento.

Aquí vemos, en un entorno ciertamente disruptivo donde el yo de cada alumno brilla, donde surgen sus miedos a trabajar, pero donde de verdad ponen encima de la mesa sus pasiones que nos ayudan a despertar el talento interno y potenciar el desarrollo de cada uno para que puedan realmente llegar a lo que quieran ser.

Este modelo de aprendizaje transdisciplinar, que desde que hemos integrado al colegio en la filosofía del Bachillerato internacional, nos ha ayudado muchísimo más hace que el alumno desarrolle todas las áreas, no sólo las artísticas, de forma mucho más creativa, porque realmente potencia su aprendizaje de una forma más crítica, y autónoma.

Hoy en día hablamos mucho de talento, pero no se me ocurrió mejor forma de hacerlo realidad que con un ejemplo con el que convivo a diario en Alameda International School.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-logra-fomentar-talento-alumnos-202206020238_noticia.html

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Desarrollo del talento, el ingenio y la creatividad (los tic)

Por: Jairo Giraldo Gallo/ https://corporacionbuinaima.org

El mundo en rumbo de colisión es una famosa conferencia de Manfred Max-Neef, quien se unió a un físico, Philip B Smith, exilado en Brasil en la era McCarthy y migró después a Holanda, para publicar Economics unmasked (La economía desenmascarada). Siempre he creído que la economía es anticientífica por una razón elemental: no tiene en cuenta la ecología, que debería ser su hermana predilecta. Las dos parten de la misma raíz, Oikos, y deberían cuidar nuestra nave espacial, Tierra. No tienen por qué verse como hermanas enemigas, más bien deberían ser como el yin y el yang.

QUÉ ES UN MUNDO MEJOR es una pregunta que podría tener muchas respuestas. Para nosotros es fácil responderla: un mundo mejor es un mundo que conlleva a la convivencia. Exige que haya diálogo, negociación y aceptación de la diferencia; que desaparezca la discriminación de todo tipo. Ese mundo mejor no puede construirse con el manejo que se le ha dado a la economía y, por ende, a la ecología. El desarrollo de los TIC debe conducir a un nuevo enfoque del desarrollo, el cual debe ser integral, equitativo y sustentable, DIES.

Para un lector atento no habrá pasado desapercibido que al hablar de los TIC los agrupáramos con el artículo masculino y que por cierto no deben confundirse con las tecnologías de la información y de la comunicación. A estas las designaremos por las siglas que les corresponden en el idioma inglés, Information and Communications Technologies (ICT). Asumimos que en la presente era, la que algunos se adelantaron a denominar Era del Conocimiento, las ICT pueden contribuir al desarrollo de los TIC, si se utilizan apropiadamente. De los TIC, la creatividad es la característica más importante a desarrollar: es la máxima expresión de la inteligencia natural. Las ICT, por el contrario, se fundamentan en la inteligencia artificial. El mundo vira cada vez más hacia la virtualidad, virtualidad que en muchos aspectos trae enormes beneficios pero que en otros crea enormes falencias. La cuarta revolución industrialreposa sobre ella.

Después de esta aclaración indispensable, advertimos que son muchos los temas a abordar en esta columna, que por brevedad llamaremos TICs PARA UN MUNDO MEJOR. Parodiando a los autores del texto arriba mencionado, habrá que empezar por reconstruir el mundo, o mejor, por repensar el tipo de desarrollo que necesitamos. El propuesto por la economía no es viable. El desarrollo de los TIC, que vienen incorporados al cerebro de todo ser humano desde el vientre materno, será la clave.

Empecemos por clarificar qué entendemos por talento, ingenio y creatividad, atributos o capacidades  intelectuales y por su desarrollo. En algunos países se habla de altas capacidades intelectuales (ACI) a lo que en inglés corresponde a gifted (dotado), en otros suelen hablar de superdotación y talento; el lenguaje es muy ambiguo. Todos y todas pueden desarrollar sus capacidades. El término superdotación debería suprimirse de la psicología y de la pedagogía, también de las neurociencias, en donde alguna escuela psicológica quisiera incorporarlo. Talento por encima de la media es una capacidad intelectual que no necesariamente es el resultado de una medida del coeficiente intelectual, CI. A pesar de que modernas medidas de ese coeficiente tienen en cuenta muchos factores que hace un siglo, cuando se introdujo como indicativo para la población escolar que estaría en riesgo, no fueron incluidos, las pruebas no pueden dar cuenta de la creatividad. En cuanto al talento, si en él se incluyen todos los tipos de inteligencia que se proponen en modelos más recientes como el de inteligencias múltiples (IM), algunos de ellos normalmente pasan desapercibidos en las pruebas de CI. En cuanto al ingenio, procede de la imaginación. Es un atributo especial de niños y niñas: es su esencia. Con preocupación decía Albert Einstein: “es un milagro que la imaginación sobreviva a la escuela tradicional”.

No hemos definido rigurosamente ninguna de las características señaladas. Estos y muchos más aspectos, una redefinición de lo que es inteligencia y de otros términos que en su conceptualización tradicional son obsoletos, serán el punto de partida de esta columna. Terminamos por anunciar que en menos de un año estaremos realizando el primer congreso internacional sobre el tema. El título completo y la fecha los anunciaremos en la próxima columna.

https://corporacionbuinaima.org/f/desarrollo-del-talento-el-ingenio-y-la-creatividad-los-tic

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Perú, UNI: conoce su proyecto premiado por la NASA para facilitar exploración de la Luna o Marte

América del Sur/Perú/23-08-2020/Autor(a) y Fuente: www.andina.pe

Estudiantes liderados por docente investigador diseñaron rueda que se adapta al suelo de la Luna o Marte.

La Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) acaba de repetir el plato como ganador en el NASA Rover Challenge, una competencia mundial que busca involucrar a estudiantes de ingeniería en la construcción de vehículos a ser usados por los astronautas cuando exploren la Luna o Marte.

El año pasado, en el mismo concurso, la universidad obtuvo el premio de Telemetría y Electrónica y ayer viernes se alzó como ganador en la categoría Technology Challenge Award for Wheel Design and Fabrication.
El desafío planteado este año por la NASA fue elaborar el mejor diseño y fabricación de ruedas para vehículos de este tipo. Y así se hizo. El aporte de la UNI posibilita un gran desempeño sobre diferentes superficies simuladas y cumple los criterios de seguridad, estabilidad, durabilidad y maniobrabilidad, destacó Kristen Márquez, jefa de ingeniería de la NASA, al dar a conocer al ganador vía Twitter.
El jefe del proyecto, Manuel Luque Casanave, ingeniero mecánico-electricista y docente investigador de la UNI, explicó a la agencia Andina que las llantas permitirán al vehículo espacial circular con seguridad ante las dificultades que impone una superficie rocosa, arenosa o sinuosa como las que hay en la Luna y Marte. ¿Pero cuál fue el secreto?
«Hemos ampliado la superficie de rodadura de las ruedas para que, ante superficies irregulares, se activen mediante alerones laterales en un ligero ángulo por sobre la horizontal. Esos alerones y la pista central de rodadura están unidos por resortes de torsión, que son parecidos a los resortes de los ganchos de ropa. Al contacto con arena, rocas o protuberancias, dichos resortes se contraen, facilitando el desplazamiento», detalló.
Luque Casanave destacó que hasta el momento la NASA no había tenido claridad en la rodadura de llantas de los Rovers. «Sabemos que cuando hay un auto atorado en la arena es necesario bajar la presión de la llanta para que se amplíe la superficie de rodadura y superar esa dificultad. Basado en esa idea, hice la propuesta al equipo de trabajo», dijo este investigador con más de 30 años en la docencia universitaria.

UNI

Este fue el diseño ganador de la competencia de la NASA

Diseño completo de los Rovers con las ruedas de la UNI
 

Trabajo en equipo

El equipo de trabajo ganador estuvo conformado por 14 personas, entre estudiantes de ingeniería mecánica, mecánica-eléctrica, mecatrónica y naval, todos bajo la dirección de Luque Casanave. La labor comenzó en octubre del año pasado, con la conceptualización del diseño y el análisis de alternativas, entre otros aspectos.
Fueron meses de mucho trabajo, persistencia y disciplina, recuerda el ingeniero con postgrado en Inglaterra, Estados Unidos y Suecia. «Yo les digo a mis alumnos que todo proyecto requiere un 20% de inspiración y 80% de transpiración. Eso también lo aplicamos el año pasado cuando lideré el proyecto ganador en la categoría Telemetría y Electrónica».
Pero la pandemia del coronavirus paralizó el concurso. «Ya estábamos por armar las ruedas con un jebe especial sintético, resistente a las inclemencias climáticas, pero los talleres cerraron debido a la cuarentena y no se podían comprar los materiales». Sin embargo, las ganas de participar se mantenían inalterables. Por ese entonces, la NASA decidió que la competencia prevista para mediados de abril sería virtual.
«Nos entrevistaron, a través de su plataforma, para explicar nuestros procesos y diseños. Les enviamos videos, presentaciones en power point, gráficos de cómo trabajaría la rueda. En base a todo ese material y las entrevistas, quedamos tres finalistas. Y ahora estamos felices de ganar el primer puesto porque esto es como el Oscar de la Ingeniería
El docente detalló que en este concurso el Perú ha superado a estudiantes de países como la India, Estados Unidos, Colombia, Alemania, Brasil, México, entre otros; hubo más de 100 universidades participantes. «Fue muy alentador. Nos dijeron que les pareció genial e innovadora la idea, que eso no se les había ocurrido antes».

Talento humano

El ingeniero resaltó que ganar este concurso es «una buena noticia para el Perú», no solo por el prestigio que le da a la universidad y al país sino porque refuerza la idea de que hay potencial y talento humano en las universidades.
«Me gustaría que esto sirva para que las empresas privadas y públicas, así como las instituciones, confíen más en la capacidad de los estudiantes peruanos. Me da pena cuando los muchachos culminan su carrera y el país no usa esos conocimientos. Hay talento, podemos crear tecnología y exportarla».

UNI

Estudiantes en pleno desarrollo del proyecto
 

Dato:

El equipo de investigación está integrado por los estudiantes Alejandro Páucar de la Cruz, Martín Fuentes Valdivia, Guillermo Inglis Vidal, Luis Canchaya Moreno, Valeria Rodríguez Menacho, Luis de la Cruz Cornejo, Joel Santos Zevallos, Albet Calderón López, Jair Medina Espinoza, Pedro Beltrán Mendoza, Edgard Barazorda Rodríguez, José Huaroto Villavicencio, Jersson Morales Alvinagorta.
 (FIN) RRC
Fuente e Imagen: https://www.andina.pe/agencia/noticia-uni-conoce-su-proyecto-premiado-por-nasa-para-facilitar-exploracion-de-luna-o-marte-810871.aspx
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Los márgenes de las aulas

Por: Francisco Javier Lozano

La travesía por las aguas agitadas del sistema educativo es un viaje iniciático que, con una intensidad que a menudo tendemos a relativizar, nos va a moldear como ciudadanos, es decir, como individuos que vivimos en comunidad.

Nuestra capacidad de convivencia y nuestra manera de ejercer la disidencia, nuestras habilidades negociadoras, nuestro grado de aceptación de las diferencias, el modo en que integramos nuestra individualidad en el grupo, en suma, nuestras fortalezas y carencias sociales, todo ello se conforma, tanto o más que en los hogares, en los pasillos, los patios y las aulas de nuestras escuelas, desde la más tierna infancia hasta el último día de nuestra travesía formativa.

Para entender la encrucijada en la que nos encontramos en las España(s), en el resto de Europa también y, salvo excepciones, en buena parte de nuestro mundo posmoderno, deberíamos mirar atentamente lo que está ocurriendo, día a día, en esos pasillos, patios y aulas en donde la infancia y la adolescencia inician el camino de la socialización y son instruidas y educadas para el asalto a las trincheras, cada vez más inhóspitas e inciertas, de la edad adulta.

Pero me temo que la mirada a esos lugares no está siendo todo lo atenta que se merecen. Es tentador quedarse con un juicio exultante por la indiscutible universalización del acceso a la educación, y dejarnos seducir por el sinfín de cambios vividos durante las últimas cuatro décadas en las escuelas (hablo de las que conozco, las españolas), desde sus contenidos formativos a sus herramientas de trabajo, desde su oferta extracurricular a la organización de los pupitres en clase, desde lo formal a lo informal, desde lo moral a lo lúdico. Algunos de esos cambios (interconectividad, tecnología, integración cultural) eran imprescindibles porque la escuela (a diferencia de los antiguos monasterios) no puede quedar al margen del mundo en el que convive. Otros podrían ser más discutibles. Pero mi mirada se dirige ahora hacia los maestros y maestras, las figuras más capitales del proceso formativo y, en mi opinión, las más olvidadas, cuando no abandonadas a su suerte y a su capacidad de automotivación, huérfanas de amparo y de reconocimiento por parte de una sociedad (ahí incluyo a Estado y familias) que tanto depende de su buen o mal hacer.

“Para los tiempos que vienen, no soy yo el maestro que debéis elegir, porque de mí sólo aprenderéis lo que tal vez os convenga ignorar toda la vida: a desconfiar de vosotros mismos”

Juan de Mairena/ Antonio Machado

Apunta con fina ironía el filósofo Fernando Savater (El valor de educar, 1997) que ‘los encargados de esa primera enseñanza de tan radical importancia son los profesionales a cuya preparación se dedica más celo institucional, los mejores remunerados y aquellos que merecen la máxima audiencia en los medios de comunicación. Como bien sabemos, no es así’. Y añade, más serio: ‘… todos los demás que intentamos formar a los ciudadanos e ilustrarlos, cuantos apelamos al desarrollo de la investigación científica, la creación artística o el debate racional de las cuestiones públicas dependemos necesariamente del trabajo previo de los maestros’. Sin embargo, la consideración hacia su papel deja mucho que desear. Abandonados a las inclemencias de la crisis de actitudes de la sociedad a la que sirven (de la que algunos alumnos y padres no son sino su más palpable reflejo), maestras y maestros navegan como pueden entre el orgullo por su profesión y la frustración. Cierto es que la autoridad moral es algo que debe ganarse el propio maestro, pero la sociedad debería crear las condiciones para favorecerla. Si pretendemos que, por generación espontánea, nuestros profesores sean como el sabio Juan de Mairena, alter ego de Antonio Machado, o como el irreverente e incombustible Merlí, y que nuestros alumnos actúen como sus queridos ‘peripatéticos’, es que vivimos instalados en la ficción y lo estamos confiando todo al azar.

No quiero, sin embargo, parecer un paternalista utópico, anclado en una visión romántica del oficio de docente. Vocación y pasión por enseñar son, no cabe duda, deseables actitudes, pero para preparar a nuestros jóvenes a un mundo tan complejo y velozmente cambiante debemos sobre todo exigir aptitudes.

Uno de los más reconocidos expertos en la ciencia del aprendizaje y el talento, el pedagogo y pensador José Antonio Marina, advierte que ‘la formación de los profesores no se ha tomado nunca en serio en España, tal vez porque nunca se ha tomado en serio la profesión docente. Se pensaba -y se piensa- que cualquiera puede enseñar. Pero eso pertenece a una cultura trasnochada. La docencia va a ser una profesión de elite. Tiene que serlo’ (Despertad al Diplodocus -Una conspiración educativa para transformar la escuela… y todo lo demás-, 2015).

Este déficit de exigencia no es sólo imputable al legislador o al gobernante, también a los padres. Orientados al expediente académico de sus hijos y al segundo decimal del promedio de notas, a la oferta de extraescolares y la calidad de las instalaciones, en raras ocasiones se cuestionan si sus hijos están en las mejores manos posibles para educarles. ¿Harían lo mismo si se les asignara al azar un cirujano para operarles? ‘Nos parecería criminal que los médicos no actualizaran sus conocimientos, pero somos más condescendientes con los docentes que no lo hacen’, apunta Marina.

Acepto que estas reflexiones puedan sonar injustas. Pero sólo pretenden ser provocadoras. Tengo la convicción de que tenemos la sociedad que nos merecemos. Cada vez que oigamos decir que vivimos en una sociedad mediocre o que nuestra clase política es mediocre, pensemos en nosotros mismos, seamos autocríticos. En estos tiempos recientes de cabreo colectivo por el reparto de los costes de la última crisis, de corrección a la baja de las expectativas intergeneracionales de prosperidad y de naufragio de antiguas certidumbres, si queremos algo mejor tendremos que apostar por mejorar la base sobre la que se sustenta todo el edificio: la escuela. De ella no podemos esperar ya, como antaño, un pasaporte a un trabajo bien remunerado, pero sí que debemos pedirle hornadas de ciudadanos responsables. Allí, en la escuela, conviven maestros excelentes con otros acomodados y pasivos, alumnos responsables o brillantes con otros conflictivos o apáticos, padres involucrados con otros indiferentes. Que siempre haya sido así no lo convierte en aceptable. Debemos preguntarnos quiénes queremos que ocupen los márgenes de las aulas y quiénes el centro: ¿los primeros o los segundos? Y deberemos contrastarlo con lo que realmente está pasando.

Mientras esto no se ponga en el centro del debate público, en los medios, en los Parlamentos y en las calles, la capacidad de enfocar bien la salida de nuestra compleja encrucijada estará cercenada.
Podrá haber apaños de corto plazo, pero no soluciones duraderas.

Fuente: https://www.elperiodista.cl/francisco-lozano-los-margenes-de-las-aulas/

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El examen más duro del mundo: viaje al pueblo chino donde estudian 16 horas al día

China/09 de Junio de 2018/El Confidencial

Cada año deja imágenes impactantes, como la de los estudiantes de Hubei con catéteres para inyectarse aminoácidos intravenosos. Así se prepara el «gaokao», el examen más duro del mundo

Las calles aledañas al Instituto de Maotanchang están tiznadas por el polvo rosado que dejan las barras de incienso al consumirse. Un grupo de mujeres enciende una mecha, une con serenidad las manos, agacha la cabeza, cierra los ojos y recita unas bendiciones. A solo unos días del “gaokao”, la prueba de acceso a la universidad en China, en este pueblo, célebre por su estricta institución educativa, las madres rezan porque el esfuerzo de estos años haya merecido la pena. Sus hijos llevan recluidos en esta escuela tres años -los que no aprueban a la primera, cuatro-. Estudian 16 horas al día cada día de la semana. Llegó la prueba definitiva.

Cada 7 y 8 de junio, 9,75 millones de estudiantes chinos -el equivalente a toda la población de Finlandia y Croacia juntas- compiten, durante dos días, por una plaza en las mejores universidades del país. Solo unos puntos sentencian quienes acudirán a centros de excelencia y quienes a las mediocres. No es baladí en un país en el que existen 3.000 universidades y solo nueve entre las 200 primeras del ranking de Shanghái.

Para millones de familias chinas conseguir que su hijo estudie una carrera es la única manera de escapar de la pobreza e invierten toda su energía y ahorros para lograrlo. Muchos prueban suerte en Maotanchang.

“Llevamos 13 años preparándonos. He tenido una vida dura pero tengo una buena familia, me han dado educación». Saca el cuaderno y escribe en inglés: “DREAM (sueño)»

El instituto, en un recóndito pueblo en las montañas de Anhui, está ubicado lo bastante lejos de cualquier distracción. Solo un minibús, abarrotado de agricultores y madres, lo conecta con la ciudad más próxima, Lu’an, a 68 kilómetros. Entre el rugido de los camiones, la carretera sortea estanques de loto, huertos, tractores, relucientes invernaderos y encharcados campos de arroz salpicados por espaldas encorvadas de las que asoman sombreros cónicos de caña.

Si en China hay municipios especializados en la fabricación de árboles de Navidad o cremalleras, Maotanchang vive en torno a los 20.000 estudiantes que se preparan para el “gaokao”.

Una hilera humeante de puestos de salchichas, tortitas y verduras aguarda ansiosa los escasos recreos de los alumnos. A las 17:05 exactas, una avalancha de adolescentes exhaustos abandonan la escuela y compran comida. Visten uniforme. Un chándal azul y blanco con unas letras en la espalda que rezan en inglés: I believe it I do it(Lo creo, lo hago). No pueden entretenerse. Apenas tienen 15 minutos.

Tres estudiantes durante la breve pausa para la comida en Maotanchang. (L.G. Ajofrín)
Tres estudiantes durante la breve pausa para la comida en Maotanchang. (L.G. Ajofrín)

“Nos levantamos a las 6, la primera clase es las 7 de la mañana y la última a las 11 de la noche”, admite, tímido, en inglés, un joven de gafas redondas, mientras apura un té helado en una de las cafeterías que han emergido frente al instituto. En la calle principal, hay establecimientos de comida rápida, tiendas de libros de texto, farmacias y puestos de incienso. Uno de sus compañeros dice que cuando pase el examen quiere ver películas, otro dormir, otra comer mucha carne. En las calles colindantes, se apilan pequeños talleres, con maquinas de coser y mujeres, más mujeres.

La mayoría de estudiantes de Maotanchang se traslada al pueblo con su madre. Para costearse la estancia, muchas de ellas trabajan en los talleres de costura. El auge de la escuela ha disparado el precio del alojamiento en el pueblo. Un apartamento minúsculo asciende a los 20.000 yuanes por semestre (unos 450 euros mensuales, lo mismo o más que en algunas de las grandes ciudades chinas). Huafang Chen trabaja en un hotel para financiar los estudios de su hija Weiting Sun, de 19 años. Proceden de Shanghái. Se han mudado al municipio las dos. El padre trabaja en una empresa de construcción en la ciudad. Aprovechan los ratos que tienen juntas los domingos (tres horas) y las noches previas al examen, cuando los estudiantes salen para lanzar linternas al cielo y pedir que les ilumine.

El insólito número de mujeres en este municipio chino también provoca imágenes llamativas. Como por las tardes, cuando decenas de ellas se reúnen en una plaza junto al río, encienden un altavoz a todo volumen y bailan. El “baile de la plaza” (“guǎngchǎng wǔ»), como se conoce al grupo de personas que se reúnen en los parques de China para bailar, aquí congrega a multitudes.

En China, no solo la vida de los jóvenes gira entorno al “gaokao”, también la de sus padres.

Tantas universidades como Starbucks

“Céntrate en el proceso, no en las consecuencias; el proceso se puede cambiar pero las consecuencias no”. Es el consejo que el padre de Zhon Zheng Ting le da a sus hijo de 18 años, a pocos días de una de las pruebas más importante de su vida.

A Zhon le gustaría ser profesor de Química e investigar. “Lo sé desde los 16 años, cuando conocí a una profesora de la que aprendí mucho, no solo de las asignaturas sino de la vida. Ella me aconsejó que estudiara Química”, explica el joven, en un inglés que pronuncia con esmero. Viste camiseta blanca, pantalón de chándal, mochila y un cuaderno para apuntar las palabras que no entiende de la entrevista. De la Química, le apasionan “algunos fenómenos”: “Por ejemplo cuando pones NA (sodio) en agua, es sorprendente”. Dice que en su escuela solo realizan experimentos sencillos “pero sé que hay universidades en las que hacen muchos experimentos, por eso también quiero entrar en una buena”, aclara, sonriente, mientras bebe su cappuccino.

Zhon Zheng estudia de lunes a viernes interno en un instituto de Shanghái. Los domingos los dedica a las Matemáticas. (L.G. Ajofrín)
Zhon Zheng estudia de lunes a viernes interno en un instituto de Shanghái. Los domingos los dedica a las Matemáticas. (L.G. Ajofrín)

La entrevista tienen lugar días antes del examen, en uno de los más de 600 Starbucks de Shanghái. En la tierra del té se abre una cafetería de esta cadena cada 15 horas; ya hay 3.000. Puede servir como indicador económico que en China ya hay la misma colosal cifra de Starbucks que de universidades –abren un nuevo centro cada semana-. Zhon ha elegido este lugar porque se encuentra al lado de la academia extraescolar -conocidas como “Bǔxí bān”- en la que prepara Inglés los sábados. De lunes a viernes, estudia interno en un instituto de Shanghái. Los domingos los dedica a las Matemáticas. Después de la entrevista, le queda otra clase. Cuando no estudia, juega el baloncesto y ve películas.

El examen más estricto del mundo

El “gaokao” examina tres asignaturas obligatorias: Matemáticas, Chino y Lengua extranjera y una optativa de Ciencias o Humanidades. Dura dos días. Puntúa en una escala de 750 puntos. Incluye ejercicios tipo test, completar espacios en blanco y ensayos. En 2017, pidieron a los estudiantes que escribieran un texto de al menos 800 palabras sobre una conversación entre científicos de “cómo hubiera reaccionadoThomas Edison ante el teléfono móvil si apareciera en el siglo XXI?”, recuerda la revista ‘That’s Beijing’.

En el libro de 2018 para preparar Inglés -que hemos adquirido en Maotanchang- hay textos sobre el “Lenguaje corporal”, “El Sentido de humor inglés”, “Los parques”, “Los científicos”, “El Arte”, “Los Poemas” o “Una vida saludable”. Un error en una pregunta puede echar por tierra años de trabajo.

El curso previo al examen es decisivo. Existe mucha presión. Cada año deja imágenes impactantes, como la de los estudiantes del instituto Xiaogan No. 1 de Hubei, que en 2012 subieron a Internet fotos de la clase, con mesas abarrotadas de libros y catéteres para inyectarse aminoácidos intravenosos y recuperar la energía sin perder ni un segundo.

“Llevamos 13 años preparándonos para este examen -continúa Zhong- es muy importante, puede cambiar la vida de mucha gente”. “Si saco una buena nota, entraré en una buena universidad y tendré más oportunidades que otros estudiantes”. Dice que su padre le ha motivado mucho, es conductor. “Hemos tenido una vida dura pero tengo una buena familia, no sé cómo explicarlo…”, titubea. “Me han dado una buena educación. Es suficiente. En definitiva… -saca el cuaderno y escribe en inglés: “DREAM” (sueño)-”.

EDUARD FERNÁNDEZ. PEKÍN

“Europa cree en el talento, China en el trabajo”

“En Occidente se cree en el talento; en China, que cada niño puedo lograrlo con trabajo duro”, sentencia a El Confidencial, la periodista Leonora Chu, autora del libro ‘Little Soldiers’ (Soldaditos), en el que analiza el sistema educativo chino desde su doble perspectiva (Oriente/Occidente), como hija de inmigrantes chinos que ha pasado casi toda su vida en Norteamérica y ahora como madre de un niño nacido en Norteamérica, de padre norteamericano, que ingresa en una escuela pública china, tras mudarse a Shanghái. Insiste en que “sacamos conclusiones demasiado rápidas” sobre un sistema tan grande y complejo: “Si lees los titulares de los periódicos, están muy polarizados: ‘La educación china es terrible’ o ‘la educación china es genial; deberíamos hacer como ellos”, continúa. En China estudian 260 millones de jóvenes y dan clase 15 millones de profesores, según la OCDE.

Paradójicamente, en el año 2000, cuando Chu, su marido y si hijo se mudaron a Shanghái, China debutaba en la evaluación internacional sobre competencias de la OCDE entre niños de 15 años, PISA. Lo hacía representado por Shanghái con sorprendentes resultados y liderando todas las materias: 613 puntos en Matemáticas (el siguiente en la lista, Singapur, obtuvo 573, muy lejos de España con 484 o Estados Unidos, con 481); 580 en Ciencias (el siguiente en las lista, Hong Kong, obtuvo 555 puntos, lejos de los 497 de EEUU y 496 de España) y 570 en habilidad lectora (el siguiente, Hong Kong consiguió 545 y EEUU y España, 498 y 488, respectivamente).

Estudiantes gritan durante una convocatoria antes del gaokao, en un instituto de Anyang, en la provincia china de Henan. (Reuters)
Estudiantes gritan durante una convocatoria antes del gaokao, en un instituto de Anyang, en la provincia china de Henan. (Reuters)

“¿Cree que los rankings que comparan países tan distintos están cambiando la forma en la que entendemos la educación y convirtiéndola en una competición?”, preguntamos a la autora de ‘Little Soldiers’. “No sé si trata tanto de que la OCDE está haciendo esos rankings o de que la gente quiere eso. Ocurre lo mismo con las noticias y periódicos respondiendo a lo que quiere la audiencia. Lo que creo que no ayuda es que la gente use estos rankings para decir qué sistema es mejor, porque si lo analizamos, la realidad es mucho más compleja. Finlandia es un país desarrollado de cinco millones de habitantes, y China es un país en desarrollo, con 1.300 millones de personas, en el que hace 50 o 60 años, cuatro de cada cinco ciudadanos no sabía leer. ¿De verdad puedes compararlos? Creo que estas evaluaciones pueden ofrecer información útil dependiendo de cómo las uses, si lo haces de una manera constructiva”, asegura.

Existen muchos elementos que participan en la realidad educativa: Chu habla del ‘hukou’, el registro de los ciudadanos chinos por el lugar de nacimiento que dificulta que residan, estudien o trabajen en otros sitios, especialmente si han nacido en las zonas rurales. “Si hubiese un equivalente en Estados Unidos, a mí me habrían obligado a los 15 años a mudarme a mi lugar de nacimiento, en Filadelfia, para asistir al instituto, aunque no conociera a nadie en la ciudad”, explica. “Más que eso, los exámenes de acceso varían en contenido dependiendo de dónde se hacen y las universidades adjudican más vacantes a algunas provincias”, añade.

El «gaokao» es la herencia del «jinshi», una especie de oposición imperial. La competencia era feroz pero aprobarlo implicaba entrar a formar parte de la burocracia

En su libro, Chu también se refiere a las graves diferencias entre el campo y la ciudad, a veces con niños que se crían solos porque los padres trabajan en condiciones míseras a kilómetros de distancia (el documental ‘Down from the Mountains’, ganador del World Press Photo de 2018, narra su historia). Se calcula que unos 9 millones de niños de las zonas rurales de China viven solos o al cuidado de otros familiares. O a la feroz competitividad y las muchas horas de estudio, extraescolares y deberes de niños sin infancia son otros de los retos que el vasto sistema educativo chino tiene pendiente.

Dice Chu que “podemos fijarnos en eso y criticarlo o aprender de lo bueno”. En su caso, prefiere lo segundo: “Yo me quedo con que aquí el trabajo duro compensa en clase”. “En Occidente existe una mayor tendencia a creer en los talentos y que esos talentos juegan su papel en las asignaturas académicas; en China, en general, no se cree eso, lo que quiere decir que cada niño que emprende el viaje educativo realmente cree que puede lograrlo con trabajo duro”, aclara. “O el respeto que se tiene por los profesores y por la educación en China; no tiene parangón”.

En cuanto a los retos del sistema educativo chino, Chu admite que “la presión es muy alta, los niños pasan tantas horas estudiando, ese es un hecho, todo el mundo lo sabe, pero cuando tratas de reducir esa presión tienes que buscar otra manera de seleccionar: ¿evaluaciones, cartas de recomendación…?”.

Estudiantes la tarde antes del 'gaokao' en un instituto de Handan, en la provincia de Hebei. (Reuters)
Estudiantes la tarde antes del ‘gaokao’ en un instituto de Handan, en la provincia de Hebei. (Reuters)

El legado de la oposición imperial

Las vidas que giran en torno a un examen, en China no son un fenómeno reciente. El “gaokao” fue instaurado en 1952, se suspendió en 1966 durante la Revolución Cultural -que envió a los jóvenes a las comunas rurales- y se recuperó en 1977. Pero la cultura del examen en esta parte del mundo es milenaria. El profesor Kai-ming Cheng, catedrático de Educación en la Universidad de Hong Kong y anterior decano de Educación, usa el término “culturas palillos” para referirse a todos los países que comparten dos características: comen con palillos y durante siglos se enfrentaron al examen imperial: Corea, China continental, Hong Kong, Japón, Taiwán, Macao y Vietnam.

Hoy, el «gaokao» es, en parte, la herencia del «jinshi», “la madre de todos los exámenes”, como lo denomina la autora de ‘Little Soldiers’, una especie de oposición imperial que existió en China -y después en otros países de Asia oriental- desde el siglo VII d.C hasta comienzos del siglo XX (durante unos 1.300 años) al que cualquier varón, sin importar su origen, se podía presentar. La competencia era feroz pero aprobarlo implicaba entrar a formar parte de la burocracia imperial y cambiar tu destino y el de toda la familia. Aquello hizo calar a fondo la meritocracia pero también asentó la idea de que enseñanza y examen iban de la mano. Chu alude a un refrán popular: “En China se dice que se valora al que ‘chiku’ (come amargo)”.

El día decisivo: exámenes vigilados con drones

Cada 7 y 8 de junio, el «gaokao» se convierte en un evento multitudinario que congrega a millones de padres frente a las puertas de los centros donde se celebra la decisiva prueba. Cada año se perfeccionan las medidas para evitar trampas como el reconocimiento facial y de huellas digitales, drones o dispositivos para bloquear la señal de los teléfonos móvilessegún la agencia Reuters. La suerte está echada… Los resultados se conocerán el 23 de junio.

Fuente: https://www.elconfidencial.com/mundo/2018-06-07/viaje-al-pueblo-chino-donde-estudian-16-horas-al-dia_1574814/

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Estados Unidos: Kenneth Zhumi, un niño autista autor de 6 libros

Estados Unidos: 07 de Abril de 2018/Telemundo

 A sus 13 años, Kenneth Zhumi, de origen mexicano, se ha convertido en una inspiración para decenas de niños y adolescentes diagnosticados con el trastorno del espectro autista (ASD, por sus siglas en inglés).

Kenneth es autor de 6 libros de historias para niños que el mismo ilustró y coloreó. Cada historia cuenta una de sus experiencias, como la visita con el doctor, su primer día de escuela y la más significativa: cuando logró comunicarse por medio de dibujos, en especial los caballitos, su animal favorito.

Teresa Zhumi, madre de Kenneth, dijo que su hijo terminó en septiembre de 2015 el primer libro que ilustró y escribió, pocos días antes de su cumpleaños.

“Brown Caballito”, que narra las aventuras de un caballito con autismo, dio esperanza a la familia de Kenneth, pues de esta forma el pequeño logró expresarse.

“Kenneth tenía dificultades para expresar sus emociones, pero consiguió hacerlo con dibujos y pronto fue capaz de hilar toda una historia con detalles y personajes, fue extraordinario”, dijo Teresa, una residente de Queens.

Zhumi, recuerda que su hijo fue diagnosticado con ASD a los 18 meses.

“Todos se lamentaron, me decían cosas como “pobrecito de tu niño, lo siento mucho” y “verás que se cura si le cambias la dieta”. Las personas no están conscientes de que el autismo no es una enfermedad sino una condición neurológica”, dijo Zhumi. “Hay poca sensibilidad y conocimiento, por eso los libros de Kenneth son tan importantes para vencer el estigma. Él ha demostrado creatividad, talento, inteligencia y fortaleza”.

Precisamente este lunes 2 de abril se celebra el Día Mundial de la Concienciación del Autismo. El origen de la condición, que afecta al neurodesarrollo y al funcionamiento cerebral, continúa siendo un misterio pese al progreso en la investigación de las últimas décadas, que ha determinado varias claves fundamentales sobre el mismo.

Existen diferentes espectros de autismo, por eso cada individuo con la condición posee características propias.

Según la Organización Mundial de la Salud, uno de cada 160 niños tiene un espectro de ASD y generalmente sus síntomas se manifiestan en la infancia y persisten hasta la adolescencia y la edad adulta.

“Tengo 11 años y tengo autismo. No puedo hablar mucho, pero al igual que otros como yo encontré mi voz”, explica el prólogo del primer libro ilustrado de Kenneth, el cual fue publicado en octubre de 2015 con fondos de la familia. “Me encanta dibujar, es la manera en la que me expreso al mundo (…) Espero que disfruten mis historias tanto como yo disfruté dibujando y escribiendo”.

Teresa cuenta que Kenneth demostró a temprana edad un talento artístico innato, sorprendiendo a sus doctores y maestros con su extraordinaria atención al detalle y la facilidad para narrar cronológicamente los sucesos que inspiraron sus seis libros bilingües, de 24 páginas cada uno.

“Los libros no se comercializan. El propósito es que las personas únicamente paguen por la impresión y se llevan a casa un mensaje especial. Así pueden comprender cómo es el mundo desde los ojos de un niño autista”, dijo Teresa.

Uno de los libros más conmovedores es «Blue Caballito», en el que Kenneth narra la celebración de su cumpleaños.

Blue Caballito luce feliz en su fiesta de cumpleaños, pero está solo. La madre explicó que antes de publicar los libros, Kenneth no tenía amigos a quienes invitar para romper la piñata y compartir un trozo de pastel, debido al estigma que impera en torno al autismo.

“Hay un Kenneth antes de los libros y después de los libros. Publicar sus dibujos lo hizo más sociable al sentirse admirado por otros niños. Mi hijo interactúa con otras personas, la terapia del arte y los libros ayudaron mucho”, expresó.

Fuente: https://www.telemundo47.com/noticias/destacados/Kenneth-Zhumi-un-nino-autista-autor-de-libros–478560893.html

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Sir Ken Robinson: “Las tecnologías pueden ayudar a revolucionar la educación”

31 de mayo de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com

Sir Ken Robinson

¿Qué país tiene el mejor sistema educativo?
Finlandia es, probablemente, el país que tiene el mejor modelo de educación, aunque no sea perfecto. También cabe destacar la tarea de los gobiernos de Canadá y Australia en este ámbito.

¿En qué se diferencian estos sistemas respecto a los de otros países?
Son sistemas educativos que potencian la creatividad de los estudiantes para que desarrollen su talento con planes de estudios menos estandarizados, que fomentan la enseñanza personalizada y se alejan de un aprendizaje basado en la memorización de contenidos.

¿Qué deberían mejorar los sistemas de otros países?
Estamos educando a los niños para que estén preparados para trabajar en la era de la industrialización, pero este sistema ya no es válido. Por este motivo se debe romper la jerarquía que impera en la actualidad, que responde a necesidades que están obsoletas, donde las asignaturas como las matemáticas tienen una gran relevancia y otras, igualmente importantes, como puede ser la danza, ni siquiera se imparten.

 ¿Cómo debe concebirse la educación del futuro?
La educación debería adaptarse a cada zona y personalizarse a los estudiantes a los que se está enseñando. Es necesario un modelo en el que cada alumno pueda desarrollar sus propias soluciones con apoyo externo, pero siempre basado en planes de estudios “a medida”. Los sistemas educativos deben potenciar la pasión de los estudiantes en hacer aquello que les llena y se les da bien hacer.

¿Por qué cree que el sistema educativo no se ha transformado aún?
Muchos sistemas educativos ya han sido reformados, pero no es suficiente. La ‘revolución’ en la que yo creo debería estar liderada por los políticos y a ellos no les interesa. Los gobernantes priorizan un modelo en el que los estudiantes memorizan los contenidos en vez de uno que potencie su creatividad, ya que en el primer caso los resultados se obtienen más rápido que en el segundo.

¿Qué entiende por creatividad?
Defino la creatividad como el proceso de generar ideas originales que tienen valor. Se puede ser creativo en cualquier ámbito. También concibo la creatividad como la forma de poner la imaginación a trabajar, ya que esta es su principal fuente de alimentación.

¿Cómo se puede promover la creatividad en la escuela?
Una forma de promoverla es ayudando a los estudiantes a encontrar y desarrollar su talento. Es necesario enseñar a los estudiantes a bailar, a tocar un instrumento, a pintar… Y, por supuesto, deben valorarse todos los talentos y no solo el académico. Para ello los profesores juegan un papel muy importante. En mi caso, la mayoría de asignaturas que me gustaban en el colegio eran probablemente aquellas en las que teníamos los profesores más interesantes. Por tanto, es esencial el papel del profesor, ya que lo que sucede a menudo es que te interesas por una u otra disciplina en función de la capacidad de motivación de la persona que te enseña.

¿No valoramos suficientemente el talento de las personas?
Nos encontramos ante una crisis de recursos humanos, basada fundamentalmente en el hecho de que la mayor parte de personas hacen un uso pobre de su talento. Hay mucha gente que a lo largo de sus vidas no desarrolla sus talentos porque ni siquiera es consciente de sus posibilidades. La mayoría de estas personas trabajan en empleos que no les gustan y no conciben el trabajo como una forma de vida, como algo que les ayuda en su crecimiento personal.

Quizás es que no todos los seres humanos tenemos talento…
Todas las personas tienen múltiples talentos y un gran potencial creativo. Hay cosas como aprender a hablar, que hacemos de manera natural, lo cual es algo muy notable. La cuestión es que no puedes enseñar a alguien a hablar, puedes guiarle, él puede escucharte…

Bueno, tenemos muchos talentos, pero no tenemos talento para todo.
Es verdad, y el hecho es que cuando vas a la escuela te das cuenta de que tienes facilidades para algunas cosas pero, en cambio, para otras no tanto. Este es uno de los argumentos de mi libro, todos tenemos muchos talentos distintos, no es que cada uno solo tenga un único talento. Emitieron un programa hace poco en la BBC, The Choir, presentado por Gareth Malone, en el que se enseñaba a cantar a gente de distintas comunidades de todo el país, gente que nunca había cantado antes. En pocos meses hicieron fantásticas actuaciones de coros y la gente quedó maravillada.

Interesante…
También recuerdo a una amiga mía que fue a enseñar danza contemporánea en una escuela del norte de Inglaterra a gente que no sabía bailar. Organizó grandes producciones y la gente competía para entrar en su compañía. Al cabo de un tiempo, uno de sus alumnos creó su propia compañía de danza contemporánea, que se ha acabado convirtiendo en la primera compañía de danza contemporánea de Gran Bretaña.

¿Y qué pasa si eres bueno en las cosas que no te gustan?
Esto pasa a menudo… Cuando hablo de The Element me refiero al punto donde tus talentos y tus pasiones se encuentran. Si a ti te gusta hacer algo en lo que eres realmente bueno, tu capacidad de crecimiento es ilimitada. Pero es verdad que a veces hay personas que son buenas en cosas con las que no disfrutan. El problema es que esta situación no les llena y, por ello, insisto en que es muy importante buscar cosas que nos satisfagan, ya que es la manera de descubrir el sentido de nuestra vida. Es evidente que conseguirás llegar más lejos haciendo algo con lo cual no eres demasiado bueno pero que te apasiona, que no con lo que sabes hacer pero que no te llena en absoluto.

¿Cómo podemos potenciar nuestro talento?
En primer lugar, debemos perder el miedo a equivocarnos y esto debemos aprenderlo desde pequeños. Es importante recordar que los mejores inventores no hicieron su gran descubrimiento al primer intento, sino que tuvieron que pasar por muchas pruebas fallidas antes de conseguir lo que buscaban. Debemos enseñar a los niños que si no pierden el miedo a equivocarse, nunca llegarán a hacer nada original. En cambio, tenemos sistemas educativos que penalizan el error.

En este sentido, ¿las herramientas tecnológicas como Tiching pueden ayudar a potenciar la creatividad y el talento de los estudiantes?
Todas estas herramientas tecnológicas son por ellas mismas neutrales, pero que hay personas que con ellas pueden crear cosas impresionantes. En este sentido, soy optimista, ya que las nuevas tecnologías pueden ayudar a la creatividad de las personas y al desarrollo de su talento. Además, estas tecnologías en manos de buenos profesores pueden ayudar a revolucionar la educación y acercarnos al tipo de sistema educativo del que anteriormente hablaba.

 Por cierto, ¿cuál es su talento?
Podríamos decir que uno de mis talentos es dirigir obras de teatro. Primero empecé actuando en un par de obras en la escuela, cosa que nunca había pensado que podría llegar a hacer… Era muy tímido y subir a un escenario me daba pánico. Más tarde empecé a dirigir y, con el tiempo, me he dado cuenta que prefiero dirigir que actuar.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/sir-ken-robinson-las-tecnologias-pueden-ayudar-revolucionar-la-educacion/

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