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Matrimonio forzado, trabajo infantil y guerra: la infancia robada de 700 millones de niños en el mundo

Por: Icíar Gutiérrez

Uno de cada cuatro menores en el mundo «no puede disfrutar de su infancia» por el matrimonio precoz, el trabajo infantil o el desplazamiento forzoso, denuncia Save The Children

«Cuando mi padre decidió casarme, me rompió el corazón. Nadie me preguntó ni se preocupó», relata una menor afgana obligada a contraer matrimonio.

Ahlam, Kamal, Majerah, Tawa, Yassira, Juan y Saida son niños que han dejado «demasiado pronto» de ser niños. El matrimonio forzado, el trabajo infantil, el hambre, los embarazos precoces, el abandono de la escuela o la violencia truncan cada año la infancia de muchos menores en el mundo, según el informe Infancias robadas elaborado por Save The Children.

En el estudio, la organización analiza cómo estos factores han creado «una crisis global para la infancia de enormes proporciones». A pesar de los avances, las cifras aún se cuentan por millones: s e estima que uno de cada cuatro niños en el mundo, al menos 700 millones, «no puede disfrutar» de su niñez por alguna de estas situaciones.

La causa última, casi siempre, es la misma: la pobreza. La investigación, que clasifica a 172 países en función del impacto de estos factores en la infancia, revela la brecha existente entre los países ricos y los países empobrecidos e n un ranking encabezado por Noruega y con Níger en el último puesto. 

Ahlam, desplazada en Irak

La historia de Ahlam es la de dos huidas. La primera, cuando el ISIS tomó el control su ciudad, Baiji, al norte de Irak. La segunda, cuando el grupo terrorista llegó dos años después a Hawija, de donde tuvo que volver a escapar junto a su familia. «Caminamos siete horas durante la noche por las montañas. Íbamos por la carretera y se producían explosiones. Había minas que explotaban. Las vimos», recuerda Ahlam, de 12 años, en un testimonio recogido por Save The Children.

Ahora vive en un campo de desplazados en Qayyara, al sur de Mosul. «Allí dejé mis juguetes, mi escuela… Lo tenía todo. Aquí no tengo juguetes. Prefiero volver a casa. Hace mucho que no vemos nuestra casa. También tenía un columpio. Teníamos un televisor en casa. Solía ver dibujos animados», comenta la menor, que ahora cursa quinto curso y quiere ser «ingeniera o médica» de mayor.

Casi 17 millones de niños y niñas como Ahlam se convierten en desplazados en sus países. Otros 11 millones son refugiados y solicitantes de asilo. En total, uno de cada 80 niños ha abandonado su hogar. El informe denuncia que en «demasiados casos» los menores migrantes son detenidos, lo que tiene «unos efectos demoledores en su desarrollo».

Irak es uno de los países donde los niños «sufren más por los conflictos», según la ONG, junto a Siria, Sudán del Sur, Somalia, República Centroafricana, Colombia, Afganistán, Yemen, Sudán y Eritrea.

Kamal, forzado a trabajar en India

Kamal se vio obligado a abandonar la escuela a los 11 años debido a la pobreza. Su padre es adicto, y Kamal creció en un ambiente violento donde el abuso físico y verbal eran comunes.

Kamal se vio obligado a abandonar la escuela a los 11 años debido a la pobreza. Su padre es adicto, y Kamal creció en un ambiente violento donde el abuso físico y verbal eran comunes. NILESH NIKADE/SAVE THE CHILDREN

Empujado por la pobreza y forzado por sus padres, Kamal, de India, tuvo que dejar la escuela a los 11 años y ponerse a trabajar en un restaurante de carretera. Pasó dos años cocinando, limpiando y sirviendo mesas para ganar los únicos ingresos que entraban en su casa, 73 dólares al mes.

Tras varios obstáculos y la negativa de sus padres, Kamal pudo matricularse de nuevo en el colegio con el apoyo de una ONG local y Save The Children. Ahora tiene 14 años y ha empezado a ganar carreras de atletismo. «Yo trabajaba, nunca pensé que podría volver a estudiar o representar a mi distrito en competiciones deportivas», dice el adolescente.

Cerca de 168 millones de menores en el mundo son forzados a trabajar para mantener a sus familias, según la investigación. La mitad, 85 millones, lo hace con trabajos peligrosos como la pesca en aguas profundas, las fábricas textiles, la recogida de algodón, la minería o la construcción. Las tasas nacionales más altas de trabajo infantil se encuentran en países del África subsahariana como Camerún, (el 47% de los niños), Somalia (49%), Guinea-Bissau (51%), Benín (53%) y Malí (56%).

Majerah, obligada a casarse en Afganistán

El sueño de Majerah de convertirse en médica se «hizo añicos» cuando la obligaron a contraer matrimonio y abandonar sus estudios. Tenía 14 años. «Cuando mi padre decidió casarme, me rompió el corazón. Nadie me preguntó ni se preocupó», lamenta la joven, que vive con su marido, que es 10 años mayor que ella y «la ha golpeado en varias ocasiones».

También vive con su familia política, quienes «la tratan como a una esclava» y la menosprecian «porque no ha sido capaz de tener un hijo», según la ONG. «Ya no me siento viva. No se puede vivir sin esperanzas y sueños», lamenta Majerah, que ahora tiene 17 años.

El matrimonio precoz tiene «consecuencias devastadoras» para la vida de las niñas, según Save The Children, que calcula que 40 millones de menores de entre 15 y 19 años están casadas o viven en pareja. Cada año, cuatro millones de niñas menores de 15 años contraen matrimonio.

«Es un problema mundial que trasciende países, culturas, religiones y etnias», concluye la ONG. África subsahariana y Asia meridional presentan las mayores cifras con países como Sudán del Sur (40% de niñas de entre 15 y 19 años casadas) y Bangladesh (44%), aunque también varía por regiones en función de sus índices de pobreza.

Tawa, madre adolescente en Sierra Leona

Tawa *, de 17 años, se quedó embarazada de su hija Mary *, 10 meses, en el final del brote de Ebola.
Tawa *, de 17 años, se quedó embarazada de su hija Mary *, 10 meses, en el final del brote de Ebola.MICHAEL DUFF/SAVE THE CHILDREN

Cuando el brote de ébola estaba llegando a su fin en Sierra Leona, Tawa se quedó embarazada de un joven con el que tuvo relaciones una sola vez. Al enterarse, el chico huyó a Liberia y Tawa no ha vuelto a saber nada de él. Durante el embarazo, tuvo que enfrentarse a los comentarios y las burlas de sus vecinos. Ahora tiene 17 años y una hija, Mary, de 10 meses.

«Estoy muy estresada, cuando mi hija se pone enferma, incluso me cuesta trabajo encontrar el dinero para llevarla al hospital. Es difícil hasta obtener alimento que darle», explica la joven.

Se estima que cada dos segundos, una menor da a luz en el mundo. Cada año, 17 millones de menores tienen un hijo. Un millón de ellas no llega a los 15 años. Las complicaciones en el embarazo y el parto son «la segunda causa de muerte» de la adolescentes en el mundo, alerta Save The Children. Siete países concentran la mitad de todos estos embarazos: Bangladesh, Brasil, República Democrática del Congo, Etiopía, India, Nigeria y Estados Unidos.

Juan perdió a su primo en El Salvador

«Era como mi hermano». Así recuerda Juan, un salvadoreño de 13 años, a su primo, asesinado por las bandas el año pasado. «Llegué a casa y me encontré a mi hermano y a otra prima llorando. Sentí algo extraño, la cabeza me daba vueltas. Le pregunté a mi prima qué pasaba y no me respondió, seguía llorando. Me dijo ‘Le han matado’. Sentí que mi corazón se partía por la mitad», relata.

«He soñado con él tres veces. En el sueño me abraza y me dice que siempre estará conmigo. Hace la maleta, se da un baño y me dice que se va a hacer un largo viaje del que no volverá. Me desperté del sueño y quería compartir mi tristeza. Decidí que nunca me autolesionaría como hacen otros cuando tienen problemas, porque pienso que no es bueno» añade el menor, que recibe terapia psicológica de la ONG.

«Sufrir, presenciar o temer la violencia no debería formar parte del crecimiento», sentencia el estudio, que revela que más de 75.000 niños y niñas menores de 20 años fueron asesinados en 2015. El Salvador, forma parte de los cinco países con mayores tasas de homicidio infantil junto a Honduras, Venezuela, Colombia y Brasil.

Saida padece desnutrición en Yemen

Saida, que está recibiendo tratamiento en el hospital Al-Sabeen de Save the Children en Sana'a, tiene 18 años pero se parece más a una niña de ocho años.

Saida, que está recibiendo tratamiento en el hospital Al-Sabeen de Save the Children en Sana, tiene 18 años pero se parece más a una niña de ocho años. SAVE THE CHILDREN

Pasar hambre ha marcado para siempre la vida de Saida. Sufrió desnutrición de pequeña y, como consecuencia, tuvo retrasos en su crecimiento: no pudo desarrollar todo su potencial, ni mental y físico. A sus 18 años, Saida parece que tiene ocho. Según la ONG, aunque su alimentación mejoró, tras el estallido de la guerra en Yemen ha vuelto a caer en la desnutrición y está siendo tratada en Saná.

En Yemen, el 47% de los niños sufre retrasos en su crecimiento como consecuencia del hambre. Que un bebé no obtenga nutrientes suficientes durante sus primeros 1.000 días de vida es «en gran medida irreversible», según Save The Children, que denuncia que los niños que sufren estos retrasos –156 millones de menores de cinco años en total– «afrontan una vida de oportunidades perdidas en cuanto a educación y trabajo».

Yassira abandonó la escuela en Níger

Yassira, de 11 años, tuvo que dejar los estudios para ayudar económicamente a sus padres. Atrás dejó su escuela, y a sus amigos. «Ahora van por delante de mí. Me han dejado atrás», apunta la pequeña. Con el apoyo de la ONG, su madre se ha unido a un grupo de agricultoras y Yassira ha vuelto a la escuela en febrero. «Mi asignatura favorita es la lectura, cuando sea mayor quiero ser profesora», dice.

En África subsahariana las escuelas «suelen estar demasiado lejos y las familias son demasiado pobres como para sostener la educación de sus hijos», explica el informe. En el mundo, hay más de 263 millones de niños y niñas fuera del sistema educativo.

Amina perdió a dos hijos en Nigeria

En una aldea del noreste de Nigeria vive Amina, que ha perdido a dos de sus cuatro hijos por enfermedades «tratables» y «evitables», según la ONG. Su primer hijo, de seis meses, murió en 2009.

«No sé por qué murió, pero sufría diarrea severa y estaba muy desnutrido. No tenía ni idea de cómo ayudarle porque en nuestra aldea no hay centro médico, hospital o enfermería. Me sentí muy triste cuando murió. En segundo lugar tuve una niña, que hace cuatro años que murió», dice.

El estudio revela que cada día mueren 16.000 niños antes de cumplir cinco años por causas que se pueden «evitar» y «tratar» como los nacimientos prematuros, la neumonía, las complicaciones en el parto y la diarrea.

(*) Algunos de los nombres utilizados son ficticios para preservar la identidad de los menores.

Fuente: http://www.eldiario.es/desalambre/Historias-infancias-matrimonio-infantil-embarazo_0_651985176.html

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OIT: Los niños son los más impactados en conflictos y catástrofes

10 Junio 2017/Fuente: Prensa Latina
Los niños son quienes con frecuencia pagan el precio más alto en situaciones de conflictos y catástrofes, subrayó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Muchos de los 168 millones de niños víctimas del trabajo infantil viven en zonas afectadas por conflictos y catástrofes, precisa la información divulgada, en la que se apunta que el Día Mundial contra el Trabajo Infantil de este año, el 12 de junio, estará dedicado a dicha temática.

Según la organización en período de conflicto, en situación de catástrofe, cuando los medios de subsistencia son destruidos, los servicios básicos interrumpidos y las personas se ven obligadas a huir de sus hogares, familias enteras se vuelven más vulnerables. Pero son los pequeños quienes con frecuencia pagan el precio más alto.

Los principios rectores sobre el acceso de refugiados y otras personas desplazadas al mercado de trabajo, adoptados por el Consejo de Administración de la OIT en 2016, instan a todos los Estados miembros y a los mandantes a adoptar medidas dirigidas a combatir y prevenir el trabajo infantil.

El proyecto de Recomendación de esa institución sobre el empleo y el trabajo decente para la paz y la resiliencia, discutido durante la 106ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, que sesiona en esta ciudad suiza, pide que se tomen medidas específicas contra ese mal.

En los países afectados por conflictos y catástrofes, la OIT, los gobiernos, las organizaciones de trabajadores y de empleadores y los actores humanitarios laboran conjuntamente para prevenir que los niños trabajen y rescatar a los que son víctimas del trabajo infantil e incorporarlos a la educación, acorde con el reporte divulgado.

La OIT forma parte de la Alianza 8.7, la asociación estratégica global comprometida a alcanzar la Meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que exhorta al mundo a erradicar al trabajo forzoso, la esclavitud moderna y, para 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas.

El trabajo infantil es una violación del derecho internacional y de las Convenciones de las Naciones Unidas.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=91203&SEO=los-ninos-son-los-mas-impactados-en-conflictos-y-catastrofes-oit
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Panamá: Campaña contra el trabajo infantil

Centro América/Panamá/03 Mayo 2017/Fuente: Panamaon

En el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil este 12 de junio, instituido en 2002 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel), a través del Comité para la Erradicación del Trabajo infantil y Protección de la Persona Adolescente Trabajadora.

A través de esta campaña se busca sensibilizar y crear conciencia sobre los efectos negativos del trabajo infantil y sus peores formas, y para que la sociedad en conjunto con las autoridades luche por garantizar la educación de los niños, niñas y adolescentes.

El trabajo infantil en Panamá disminuyó, pasando de 26,710 en 2014, a 23,855 niños, niñas y adolescentes, que en la actualidad realizan alguna actividad económica, de acuerdo a la encuesta realizada en 2016 por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) de la Contraloría General de la República.

La medición reveló que la población de entre 5 a 17 años que se encontró en trabajo infantil, registró una disminución de 2,855 en comparación con la medición realizada hace dos años.

“No al trabajo infantil, sí a la educación”

La Primera Dama y Embajadora Especial de ONUSIDA para America Latina, Lorena Castillo de Varela, como presidenta del CETIPPAT, en un mensaje dijo que aunque gracias al trabajo conjunto entre el gobierno y organizaciones de la sociedad civil como Casa Esperanza, en los últimos dos años, miles de niños, niñas y adolescentes han abandonado las actividades económicas para educarse y contribuir al desarrollo del país, aún nos queda mucho camino por recorrer. “Unámonos todos: No al trabajo infantil, Sí a la educación”, destacó.

Castillo de Varela manifestó que como sociedad debemos tomar una decisión: invertir en los niños, que se están quedando marginados, o enfrentar las consecuencias de un mundo aún más dividido e injusto.

“Nuestra prioridad es  educar a los niños, niñas y adolescentes, darles el amor, los cuidados y las oportunidades que se merecen para que tengan un presente y un futuro lleno de esperanzas”, añadió Castillo de Varela.

Recordó que como Primera Dama, Embajadora Especial de ONUSIDA para América Latina y Presidenta del CETIPPAT,  levantó su voz, en representación de muchos sectores que luchan para erradicar el trabajado infantil en nuestro país,  durante el Panel de Alto Nivel denominado «No al Trabajo Infantil si a la Educación de calidad celebrado en Ginebra Suiza en el 2015»  y en la Cumbre «Líderes por los Niños Summit 2016» convocada por el Premio Nobel de la Paz 2014, Kailash Satyarthi para pedir que sigamos avanzando juntos para impedir que la explotación y el trabajo le roben a nuestros niños su infancia y su futuro.

Por su parte, la Viceministra de Trabajo y Desarrollo Laboral, Zulphy Santamaría, destacó que un país con trabajo infantil hipoteca su principal capital social, que debería estar educándose, formándose y adquiriendo habilidades para la vida. “La educación es una herramienta básica y fundamental para su eliminación”, puntualizó Santamaría.

Entre tanto, el Ministro Consejero de la Embajada de Estados Unidos en Panamá, Kevin O´Reilly, dijo que su país está en solidaridad absoluta con Panamá en su lucha contra el trabajo infantil, al tiempo que reconoció los esfuerzos que se realizan para acabar con este flagelo social.

“La erradicación del trabajo infantil requiere fuerza de carácter nacional, por eso en nombre de Estados Unidos quiero felicitar al pueblo de Panamá y a su gobierno por sus esfuerzos y por el lanzamiento de esta nueva campaña de sensibilización contra el trabajo infantil”, añadió O´Reilly al tiempo que reafirmó el respaldo de Estados Unidos a todos los esfuerzos que del Gobierno y de las organizaciones de la sociedad civil que tengan como fin erradicar el trabajo infantil y garantizar la educación de los niños.

El Ministro Consejero de Estados Unidos en Panamá  dijo sentirse parte de un equipo ganador que apuesta por la educación de los niños, quienes representan nuestro recurso más valioso.

En el lanzamiento de esta campaña participó la Viceministra de Educación, María Castro, la directora Ejecutiva del Despacho de la Primera Dama, Melisa Velarde, el director del Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (Inadeh), Samuel Rivera,  entre otras autoridades, y representantes de organizaciones de la sociedad civil como la directora Ejecutiva de Casa Esperanza, Angélica Lavitola.

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=41-cPCyC12Q

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Con la niñez ultrajada y laborando no hay futuro

Por: Diego Arias Serna

En todo el mundo -en unos países más que en otros- la infancia es víctima de los conflictos armados, migraciones forzosas, agresiones sexuales, maltrato, vinculación al mundo laboral, padres irresponsables, gobernantes corruptos que han contribuido a la desnutrición de los párvulos y de una sociedad que pereciera invidente.

El año pasado, a mediados de abril, precisamente el mes de los niños en Colombia, la Defensoría del Pueblo denunciaba la deprimente situación de esa población. Las cifras hablan por sí solas: En el 2015 fueron abandonados 1.297 menores, cifra preocupante para la entidad.

En una nota periodística de Sally Palomino, que se publicó el 25 de abril en el diario El País de España y titulado: “Denunciados más de 4 mil casos de abuso sexual de niños en Colombia en 2017”, se dan cifras alarmantes: cada 120 minutos se alerta de un hecho de abuso sexual. De diez casos, siete son niños.

El coronel Henry Cruz, jefe de la Policía de Infancia y Adolescencia, aseguró queen el 80% de las denuncias, el agresor es una persona cercana. Entre enero y febrero de este año, los investigadores recibieron 2.600 denuncias. “Hay una cifra que preocupa de estudios que se han hecho y apuntan a que un promedio de cada dos horas se está conociendo un caso de abuso sexual”, informó el oficial.

4.315 violaciones entre enero y marzo 

Palomino además afirmó que durante el año 2016, el Instituto de Medicina Legal atendió 17.908 casos de menores remitidos por denuncias de presunto abuso sexual. El 2017 tampoco pinta bien. De enero a marzo habían recibido atención por aparente violación 4.315 menores de 17 años.

También agregó: “El mayor número de casos se presenta en niñas y niños entre los 10 y los 14 años. Le siguen los que están entre cinco y nueve. Los bebés también son víctimas. Casi 500 niños, desde recién nacidos hasta los cuatro años, tuvieron que ser sometidos a exámenes médicos por presunto delito sexual”.

El crimen de Yuliana Samboní, cometido por Rafael Uribe Noguera el año pasado, está siendo olvidado por la barbarie de los actos recientes que cubren toda la geografía colombiana. En el oriente, una menor de 15 años fue degollada; en el sur, a dos hermanos los asesinó su padre; en el centro, un soldado del Ejército violó a una bebé de cuatro meses.

La niñez también vive en la pobreza

La situación de maltrato y violación de sus elementales derechos no solo es de Colombia, sino también del mundo, pues está inundado de infamia. La Unicef, en 2016, afirmaba que las vidas y el futuro de millones de niños están en peligro y exhortaba a invertir en aquellos que están quedando marginados o enfrentan las consecuencias de un mundo aún más dividido e injusto.

También expresaba que al menos que el mundo aborde hoy en día la inequidad,en el año 2030 la humanidad tendrá 167 millones de niños viviendo en la extrema pobreza; 60 millones en edad de asistir a la escuela primaria seguirán sin escolarizar y 69 millones menores de 5 años morirán entre 2016 y 2030.

Manifiesta en su página web que “Ellos se convertirán en parte de un círculo vicioso e intergeneracional que restringe las oportunidades de los niños y las niñas, profundizando las desigualdades y amenazando a todas las sociedades”.

Dice también que ese círculo se puede superar si los gobernantes toman la decisión de modificarlo. “Existen estrategias comprobadas para llegar a las personas de más difícil acceso y expandir sus oportunidades. Cuando los gobiernos orientan hacia los niños más desfavorecidos sus políticas, sus programas y sus prioridades en materia de gasto público, contribuyen a transformar las vidas de estos niños y sus sociedades”.

Continúa: “Pero cuando no dedican especial atención a solucionar las necesidades de las personas más marginadas, corren el riesgo de que las desigualdades se perpetúen por generaciones”. En el caso colombiano es bien conocido que ese círculo se acentúa por la corrupción en el manejo de los recursos dedicados a la alimentación escolar, por citar un solo caso de descomposición en el manejo de los recursos del Estado.

De 900 millones de pobres, el 50% son niños

En el mundo, los niños constituyen cerca de la mitad de los casi 900 millones de personas que viven con menos de 1,90 dólares por día, lo cual no permite una adecuada nutrición, por eso en 2014, cerca de 160 millones de ellos presentaban retraso en el crecimiento. Las cifras que aporta la Unicef indican que el mundo no va tan bien.

El número de niños de 6 a 11 años que no asisten a la escuela ha aumentado desde 2011. De acuerdo con datos de 2013, aproximadamente 124 millones de niños y adolescentes se encontraban desescolarizados, y dos de cada cinco niños, dejaban la escuela primaria sin haber aprendido a leer y escribir y sin las nociones básicas de aritmética.

Casi 250 millones de niños viven en países y zonas afectados por conflictos armados y millones más soportan los peores efectos de los desastres asociados con el clima y las crisis crónicas.

Como lo afirma la Unicef, esto no tiene por qué ser así.

En Colombia, de acuerdo con la Alta Consejería Presidencial para Programas Especiales, en 2013, cerca de 5.140.000 niños y niñas estaban entre las edades de 0 y 5 años, ciclo de vida denominado como primera infancia. De ellos, unos 2.200.000 vivían en condición de pobreza y el 30% de ellos, en pobreza extrema.

Con el “Programa de cero a siempre”, impulsado por el presidente Santos, se pretende seguir la propuesta de James Heckman, Nobel de Economía 2000, quien expresa: “Invertir en las aptitudes socioculturales de los niños y las niñas tales como educación, salud, personalidad, motivación y confianza en sí mismo, genera más beneficio económico y social para los estados que el mismo gasto en programas sociales o de infraestructura”. Pero en Colombia la corrupción no permite aplicar esta propuesta.

Los adultos sin trabajo y los niños laborando

El 29 de abril fue el “Día del Niño” en Colombia, y aunque todo el mes estuvo dedicado a ellos, las cifras nos dejan muy mal. Y si tenemos en cuenta el “Día del Trabajo”, el panorama de la niñez es más catastrófica.

Aunque los adultos y jóvenes no tienen cómo ocupar un puesto de trabajo, los niños sí ‘disfrutan’ de este beneficio. En nuestro país a mediados del 2016 había más de un millón de niños laborando. Así lo indica un informe del Observatorio Laboral de la universidad del Rosario.

Por otra parte, uno de cada cinco jóvenes está desempleado en Colombia, afirmó la Organización Internacional del Trabajo –OIT-. El director regional para América Latina y el Caribe de esta Organización, José Manuel Salazar-Xirinachs, planteó recientemente que cinco millones de latinoamericanos pasaron a engrosar las filas de desempleo en el último año.

En enero de este año, la OIT estimó que en el mundo el número de personas desocupadas será de 201 millones en este 2017, y se prevé que en 2018 aumentará en 2,7 millones. Así que los flujos migratorios aumentarán. ¿Habrá más Trump proponiendo levantar muros fronterizos?

No solo no hay puestos de trabajo, sino que estos son vulnerables. En los países emergentes casi uno de cada dos trabajadores ocupa un empleo vulnerable y en los países en desarrollo, más de cuatro de cada cinco obreros, según expresó Steven Tobin, economista principal de la OIT en un informe reciente de la OIT. El panorama, entonces sigue siendo obscuro para la niñez y los trabajadores.

Fuente: http://www.cronicadelquindio.com/noticia-completa-titulo-con_la_niez_ultrajada_y_laborando_no_hay_futuro-seccion-en_profundidad-nota-109792

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Rezago escolar y trabajo infantil en el Perú

Perú/11 mayo 2017/Fuente: Clacso

Este documento presenta la situación y dinámica del atraso o rezago escolar durante la última década (2004-2014), deteniéndose en explorar los factores sociales asociados a este problema. Nos importa en particular dar cuenta de la vinculación de la participación laboral de los menores de edad y su incidencia en el atraso escolar. Por ello, un segundo eje es la descripción y el análisis de la situación reciente del trabajo infantil y adolescente en el Perú, concentrándonos en los últimos tres años (2012-2014).

Para leer, descargue aqui: http://biblioteca.clacso.edu.ar/Peru/desco/20170223025151/pdf_1301.pdf

Fuente:http://biblioteca.clacso.edu.ar/colecciones/saladelectura/index.php?novedad=si&c=pe-007&d=12470

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Túnez se propone erradicar el trabajo infantil

Túnez/24 abril 2017/Fuente: El País

Basta dar un paseo matinal por el centro de Túnez, por las abarrotadas calles alrededor del Mercado Central, para comprobar que el trabajo infantil es todavía un serio problema en el país magrebí. Muchos de los vendedores ambulantes detrás de docenas de tenderetes, armados con cajas de cartón y mantos, son adolescentes. Algunos, niños de apenas 10 años. Desde hace meses, la policía juega con ellos al gato y al ratón. A veces les confisca el material, la mayoría se conforma con ahuyentarlos, pero nunca intenta hacer cumplir las convenciones internacionales relativas a la protección de la infancia firmadas por Túnez. Según la propia ley nacional, está prohibido emplear a menores de 16 años.

Sin embargo, el Gobierno realizó el pasado martes una propuesta de enmienda al presentar un proyecto en colaboración con la Organización Mundial del Trabajo para poner fin a esta práctica bajo el lema Todos contra el trabajo de los niños en Túnez. Según explicó el ministro de Asuntos Sociales, Mohamed Trabelsi, “este fenómeno ha alcanzado los últimos años una cierta dimensión, sobre todo con la situación actual de Túnez, una situación de transición”. Golpeada por la caída del turismo y el marasmo de la vecina Libia, su principal socio comercial, la economía tunecina permanece estancada desde hace seis años.

Actualmente, no existen datos fiables sobre la gravedad de esta lacra. Por eso, uno de los componentes del proyecto será llevar a cabo un detallado estudio al respecto con una muestra de 15.000 hogares. Su publicación está prevista para septiembre. Ahora bien, es indicativo que cada año unos 100.000 menores, la mayoría niñas, pongan fin a sus estudios de forma prematura, sin terminar el periodo de escolarización obligatorio de hasta los 16 años.

De acuerdo con las autoridades, los sectores más afectados por la explotación laboral infantil son la agricultura, sobre todo en las granjas familiares, los pequeños talleres artesanales, comercios como garajes y peluquerías, y el servicio doméstico.

Fuente:http://elpais.com/elpais/2017/04/21/opinion/1492775125_443023.html

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Más de 400.000 niños afganos en peligro de marginación educativa

Afganistán/27 de Marzo de 2017/mundo.sputniknews.com

Más de 400.000 niños en Afganistán están en peligro de abandonar los colegios en 2017 a causa de la «creciente inestabilidad» en el país, alertó la ONG Save The Children.

«Más de 400.000 menores en Afganistán —lo que equivale a más de 1.100 al día— podrían abandonar los estudios este año debido a la creciente inestabilidad y a las deportaciones (de los afganos) de Pakistán», advierte la organización en una nota publicada en su web.

La publicación coincide con el primer día del nuevo año escolar en Afganistán, cuando «casi un tercio de todos los niños afganos, o 3,7 millones, no tienen la posibilidad de ir al colegio, lo que los convierte en potenciales víctimas de trabajo infantil, reclutamiento por los grupos armados, tráfico humano, matrimonios precoces y otras formas de explotación», dice la nota.

La ONG señala que esta crisis empeora por el recrudecimiento de las normativas en el vecino Pakistán, que «forzó a más de 610.000 afganos a abandonar Pakistán en 2016».

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