Túnez se propone erradicar el trabajo infantil

Túnez/24 abril 2017/Fuente: El País

Basta dar un paseo matinal por el centro de Túnez, por las abarrotadas calles alrededor del Mercado Central, para comprobar que el trabajo infantil es todavía un serio problema en el país magrebí. Muchos de los vendedores ambulantes detrás de docenas de tenderetes, armados con cajas de cartón y mantos, son adolescentes. Algunos, niños de apenas 10 años. Desde hace meses, la policía juega con ellos al gato y al ratón. A veces les confisca el material, la mayoría se conforma con ahuyentarlos, pero nunca intenta hacer cumplir las convenciones internacionales relativas a la protección de la infancia firmadas por Túnez. Según la propia ley nacional, está prohibido emplear a menores de 16 años.

Sin embargo, el Gobierno realizó el pasado martes una propuesta de enmienda al presentar un proyecto en colaboración con la Organización Mundial del Trabajo para poner fin a esta práctica bajo el lema Todos contra el trabajo de los niños en Túnez. Según explicó el ministro de Asuntos Sociales, Mohamed Trabelsi, “este fenómeno ha alcanzado los últimos años una cierta dimensión, sobre todo con la situación actual de Túnez, una situación de transición”. Golpeada por la caída del turismo y el marasmo de la vecina Libia, su principal socio comercial, la economía tunecina permanece estancada desde hace seis años.

Actualmente, no existen datos fiables sobre la gravedad de esta lacra. Por eso, uno de los componentes del proyecto será llevar a cabo un detallado estudio al respecto con una muestra de 15.000 hogares. Su publicación está prevista para septiembre. Ahora bien, es indicativo que cada año unos 100.000 menores, la mayoría niñas, pongan fin a sus estudios de forma prematura, sin terminar el periodo de escolarización obligatorio de hasta los 16 años.

De acuerdo con las autoridades, los sectores más afectados por la explotación laboral infantil son la agricultura, sobre todo en las granjas familiares, los pequeños talleres artesanales, comercios como garajes y peluquerías, y el servicio doméstico.

Fuente:http://elpais.com/elpais/2017/04/21/opinion/1492775125_443023.html

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