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Bolivia y Unesco crean centro para formar profesionales en recursos hídricos

Bolivia/16 Julio 2016/Fuente: TRT

Bolivia creará un centro para formar profesionales para la gestión de recursos hídricos y fomentar la innovación tecnológica, con apoyo del Instituto UNESCO-IHE para la Educación relativa al Agua, anunciaron fuentes oficiales.

La creación del Centro de Excelencia de Agua y Medio Ambiente (CEAM) hace parte de un acuerdo firmado hoy en La Paz entre representantes del ministerio boliviano de Medio Ambiente y Agua y del Instituto UNESCO-IHE.

La ministra boliviana de Medio Ambiente y Agua, Alexandra Moreira, destacó durante el acto la necesidad de formar «profesionales bolivianos aptos para afrontar el embate del cambio climático, que a nosotros nos afecta tanto en nuestras aguas».

Moreira señaló los esfuerzos para establecer «las alianzas necesarias para un centro de excelencia» con universidades, centros de investigación, instituciones gubernamentales y cooperación española.

El CEAM servirá para «crear una entidad articuladora para la innovación tecnológica» en materia de tratamiento de aguas residuales, acceso al agua potable, eficiencia y coordinación institucional», según el Ministerio.

La representante de UNESCO-IHE y profesora asociada del centro educativo radicado en Holanda Tineke Hooijmans subrayó por su parte que la colaboración entre su institución y Bolivia se concentrará en la capacitación profesional y contribuirá a los objetivos de desarrollo sostenible.

El canciller boliviano, David Choquehuanca, destacó la riqueza hídrica de Bolivia y de los países vecinos, con quienes defendió la necesidad de «establecer alianzas estratégicas» en ese ámbito particular.

El Ministerio de Medio Ambiente no precisó el presupuesto con que contará el CEAM, aunque Moreira adelantó que habrá una inversión para enviar profesionales a realizar maestrías y doctorados en el extranjero dentro de este programa.

El centro boliviano también recibirá profesionales del IHE para realizar capacitaciones e investigaciones en Bolivia.

«Estamos viendo exactamente el financiamiento que necesitamos toda vez que estamos hablando de la generación de investigación, de estudios de manejo de nuestros recursos hídricos», dijo Moreira.

«El mantenimiento y la sostenibilidad de toda la infraestructura que nosotros estamos entregado como Gobierno nacional más las contrapartes de los gobiernos municipales y departamentales son altamente necesarias», añadió.

La ministra reconoció que «muchas veces la infraestructura, ya sea de agua o saneamiento, no tiene el mantenimiento correspondiente», por lo que uno de los trabajos del CEAM será «el refuerzo de estas capacidades locales».

El director del estatal Servicio Nacional para la Sostenibilidad de Servicios en Saneamiento Básico (Senasba), Sergio Arispe, recordó que 7,3 millones de bolivianos vierten aguas no tratadas a aguas superficiales y subterráneas, a pesar de que Bolivia ha logrado la cobertura casi total de agua potable para su población.

Desde la llegada de Evo Morales al Gobierno, en 2006, y como resultado de luchas sociales en años anteriores, Bolivia ha hecho bandera del derecho al agua e incluso impulsó una resolución de la ONU que en 2010 reconoció el acceso al agua potable como «derecho humano básico».

Sin embargo, el país todavía enfrenta importantes problemas de contaminación acuífera -que afectan entre otros al lago Titicaca, el mayor de agua dulce en Suramérica compartido con Perú-, saneamiento y aprovechamiento de la infraestructura existente.

Fuente: http://www.trt.net.tr/espanol/ciencia-y-tecnologia/2016/07/14/bolivia-y-unesco-crean-centro-para-formar-profesionales-en-recursos-hidricos-528803

Fuente de la imagen: http://cdn.trt.net.tr/images/large/rectangle/8754/4f24/f45c/578669b04d836.jpg

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Nicaragua, tecnología, cooperación genuina

Certus y Telefónica firman convenio para promover la educación digital Certus y Telefónica firman convenio para promover la educación digital

Perú/15 Julio 2016/Fuente: Entorno Inteligente

Certus y Telefónica firman convenio para promover la educación digital

Con el fin contribuir a la transformación digital de la educación en el Perú, la institución educativa Certus firmó un convenio con Telefónica Grandes Empresas para promover la educación digital de los alumnos de este centro de estudios.

Con esta alianza Certus y Telefónica implementarán «Scholar Course», una plataforma virtual de enseñanza del idioma inglés, que brindará a los alumnos una formación digital, flexible y personalizada que refuerce su desarrollo profesional.

«Scholar Course» permite administrar y monitorear el progreso de los estudiantes, asignar actividades de reforzamiento, practicar habilidades orales con avatares y software de reconocimiento de voz, interactuar dentro de la plataforma con otros usuarios y almacenar información. El programa se dividirá en tres niveles, abarcando desde el nivel básico hasta el intermedio, de acuerdo al Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCERL).

«La importancia del dominio de idiomas, especialmente del inglés en el mundo comercial y de los negocios está dejando de ser una alternativa y hoy, es una exigencia de formación. La alianza va permitir acceder a una educación de calidad con las herramientas y el entorno adecuado, a un precio accesible», señaló Inés Althaus, Gerente General de Certus.

«Telefónica promueve la Educación Digital y brinda su apoyo a las instituciones para resolver los nuevos retos que influyen en el aprendizaje, estableciendo espacios de colaboración que contribuyen a la Transformación Digital de la Educación en el Perú», señaló José Olaechea, Gerente de Educación y Salud de Telefónica Grandes Empresas.

Comprometida con la revolución digital, Telefónica apuesta por el desarrollo de servicios innovadores con miras a convertirse en una «Onlife telco», una compañía que impulse las conexiones de la vida para que las personas elijan un mundo de posibilidades infinitas.

Fuente: http://www.entornointeligente.com/articulo/8691854/Certus-y-Telefonica-firman-convenio-para-promover-la-educacion-digital-14072016

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La sequía afecta el crecimiento de niñas y niños en Madagascar

Madagascar/14 julio 2016/Fuente:IPS Agencia de Noticias

Casi la mitad de las niñas y los niños de las zonas afectadas por la sequía en el sur de Madagascar sufren malnutrición.

El pequeño malgache Voahevetse Fotetse aparenta tres años, pero tiene seis y va a la escuela de Ankilimafaitsy, en este distrito de Ambovombe, en la región de Androy en Madagascar, una de las más golpeadas por la sequía que afecta el sur de este país africano.

“Fotetse es uno de los muchos alumnos de la escuela que, debido a la malnutrición crónica, es demasiado pequeño para su edad, demasiado bajo y demasiado flaco”, explicó la directora Seraphine Sasara.

La escuela tiene 348 alumnos, 72 varones y 276 niñas, de entre tres y 15 años. Hay muy pocos varones porque tienen que ayudar en la granja o pastorear al ganado.

Pero la tendencia cambia cuando las niñas cumplen 15 años, la mayoría se ve obligada a abandonar la escuela para casarse.

Pero escolarizados o no, casi la mitad de niñas y niños del sur de Madagascar no escapan a la malnutrición. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) dijo que el retraso en el crecimiento, cuando la estatura está por debajo del promedio para su edad, afecta a por lo menos 47 por ciento de los menores de cinco años.

A diferencia de la malnutrición aguda, que puede desarrollarse en un breve lapso y es reversible, el retraso en el crecimiento tiene consecuencias de largo alcance.

“El retraso en el crecimiento es un proceso gradual y acumulativo de 1.000 días, desde la concepción y hasta los dos primeros años de vida del niño”, explicó Sasara a IPS.

Las causas tienen que ver con una ingesta deficiente y sostenida, repetidas infecciones o una combinación de ambas.

“No se trata solo de que un niño sea demasiado pequeño para su edad, tiene severas consecuencias irreversibles, como riesgo de muerte y capacidades físicas y cognitivas limitadas”, detalló Sasara.

Los datos disponibles muestran que dos millones de niñas y niños en este país de África austral tienen retraso en el crecimiento, lo que ubica a Madagascar en el cuarto lugar en la lista de Malnutrición Crónica Global.

Si bien en febrero de este año, la malnutrición aguda global, la deficiencia del peso para la edad, afectaba a ocho por ciento de los niños, es mucho mayor en varias regiones del sur del país, donde muchos distritos superaron el límite crítico de 10 por ciento.

La falta de lluvias y la sequía persistente en el sur del país deterioró la seguridad alimentaria en numerosos hogares, lo que tuvo un impacto significativo en el estado nutricional de los menores de cinco años.

Además, Sasara dijo que la situación empeoró debido a la costumbre de comer arroz en todo el país, “donde comen en el desayuno, el almuerzo y la cena”, precisó.

Pero Mamy Perline dijo a IPS que no siempre hay arroz disponible. “Le doy a mis ocho hijos arroz en el desayuno y en la cena, pero en el almuerzo tienen que comer la fruta del cactus”, relató.

Según el PMA, que está a cargo de un programa de alimentación en las escuelas de los distritos afectados por la sequía, el de Tsihombe es el que está en peor situación con un promedio de 14 por ciento de los menores de cinco años con síntomas de malnutrición aguda.

La agencia estima que casi 50 por ciento de los niños y niñas malgaches menores de cinco años tienen deficiencia de hierro, que causa anemia.

Eso hace que 62 niños de cada 1.000 nacidos vivos mueran antes de cumplir los cinco años.

La falta de agua potable y de condiciones adecuadas de saneamiento agravan la situación que padece el sur de Madagascar.

La educación sigue soportando la peor parte de la grave sequía, pues los datos de varias agencias humanitarias, incluido el PMA, muestran que la matrícula en primaria registra un espiral descendente en Madagascar.

En 2006, 96,2 por ciento de niños y niñas se inscribieron en la escuela, pero la proporción cayó a 69,4 por ciento en 2012. Sasara estima que actualmente, la matrícula es mucho menor porque los niños están pasando demasiada hambre como para permanecer en el aula.

Eso ocurre en la aldea de Tanandava, en el distrito de Amboasary, en Anosy, donde cientos de escolares se reúnen cada día en un centro de la organización Catholic Relief Services, donde se les sirve una comida diaria.

Datos del PMA revelan que hay 1,5 millones de niños y niñas no escolarizados de entre seis y 12 años, con regiones como Anosy, Androy y Atsimo Andrefana, en el sur, donde las elevadas cifras de inseguridad alimentaria causan un alarmantemente bajo rendimiento escolar.

Desde 2005, el PMA implementa el programa de alimentación escolar, en el marco del cual ofrece una comida fortificada a casi 300.000 niñas y niños a diario en 1.300 escuelas primarias en el sur, pero también en los asentamiento irregulares de Antananarivo, Tulear y Tamatave.

“Las comidas se complementan con micronutrientes, que son fundamentales para cortar el ciclo de malnutrición en el país”, explicó Sasara.

El programa de alimentación escolar es un esfuerzo comunitario en que los padres participan en la elaboración de la comida, lo que se convierte en una plataforma para implementar otras intervenciones tendientes a mejorar la salud y la nutrición de niños vulnerables.

Las intervenciones apuntan a mejorar la disponibilidad de agua potable y el saneamiento, un problema doble en la región.

“Cuando llueve y se acumula agua en baches del camino, la recolectamos en contenedores para beber, cocinar y lavar. No importa cuántos automóviles o personas la hayan pisado, es la única fuente que tenemos”, relató Perline.

Con el aumento de casos de malnutrición aguda, un factor que propicia la mortalidad infantil, el PMA respalda a la Oficina Nacional de Nutrición por medio de su Oficina Regional de Nutrición, que ofrece programas de alimentación complementarios para el tratamiento de casos moderados de malnutrición agua en las aldeas del sur del país.

“El tratamiento de niñas y niños con malnutrición aguda moderada puede reducir de forma drástica el número de personas afectadas y restablecer un estado nutricional adecuado”, remarcó Yves Christian, director de la Oficina Regional para la Nutrición.

Además, el PMA ofrece asistencia técnica al gobierno en distintos niveles, que se espera derive en un programa nacional de alimentación escolar.

Por último, se implementarán nuevos proyectos pilotos con otras modalidades de alimentación escolar al inicio del próximo año lectivo, en septiembre de este año.

 

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2016/07/la-sequia-afecta-el-crecimiento-de-ninas-y-ninos-en-madagascar/

 

 

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Sexting o cyberbullying con imágenes sexuales, una plaga que se extiende entre escolares británicos de hasta 7 años

Por: Pilar Fonseca

Aún estamos casi digiriendo lo que es el ciberbullying y lo que significa cuando se amplían nuestros motivos de preocupación con una nueva forma de cyberbullying: el sexting que además se extiende entre niños de una edad que aún nos sorprende y nos preocupa más.

Niños de 7 años compartiendo imágenes sexualmente explícitas ¿de qué estamos hablando?

Los datos son de un sondeo realizado hace unos meses entre profesores británicos de cursos equivalentes a la etapa de educación primaria de nuestro país y los datos, son sencillamente escalofriantes.

Hablamos de niños de hasta 7 años intercambiando imágenes sexualmente explícitas, algo ya tristemente muy habitual entre los estudiantes de 13 a 16 años pero ¿de 7 años?¿por qué?

En torno a 1.300 profesores fueron preguntados para este sondeo y sí, la gran mayoría han reconocido estar al tanto de un modo u otro de esta tendencia entre sus alumnos.

El sexting en Gran Bretaña parece a la vista de estos datos, que está adquiriendo dimensiones de plaga, es una epidemia de la que las autoridades no tienen ni cura ni conocimiento como para superarla, por lo que se aprecia de las respuestas de los profesores británicos.

Y lo que es más preocupante, la edad en la que se empieza a sufrir este acoso ha bajado dolorosamente, un 13% de los casos que se conocen de sexting en Gran Bretaña se da ya entre niños de entre 7 y 10 años.

La infancia cada vez dura menos y los profesores británicos se siente impotentes ante este nuevo fenómeno social.

Peligrosa inocencia

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Niños, porque con siete y ocho años no hay ninguna duda de que estamos hablando de niñas y niños, haciéndose selfies desnudos o tomando fotos a traición de sus compañeros en los lavabos, son ya demasiado frecuentes.

Como la difusión por las redes sociales de las primeras experiencias sexuales en la adolescencia o algunos en la pre-adolescencia.

El sexting expone a los menores al acoso de sus propios compañeros de clase, es cierto pero lo que es peor, coloca a los niños en el objetivo de posibles abusos sexuales, algo de lo que ellos obviamente no son conscientes.

Es quizás la forma de acoso digital más dolorosa para los niños, se trata de imágenes íntimas acompañadas de comentarios denigrantes, humillantes e insultantes.

Historias hay miles, como de una niña que accede a salir con un compañero de clase en concreto sólo por hacerle una foto a sus genitales y compartirla con amigos comunes u otra niña que por desconocimiento accede a enviar un selfie desnuda a Snapchat creyendo que esta imagen iba a desaparecer en pocos segundos pero de la que un compañero de su colegio saca una foto y la distribuyó por todo su centro educativo.

Los casos lamentablemente son muchos, más de los que nos imaginamos como adultos, como padres y sobre todo muchos más de los que se están gestionando por parte de las autoridades competentes, más de los que deberían eso en cualquier caso.

Denunciar y prevenir

Abrazo

Todos los estamentos que trabajan por la infancia en Gran Bretaña, desde asociaciones hasta los propios profesores, han animado a denunciar los casos de acosos y abusos ligados al sexting porque de no hacerlo, muchos de los niños que son víctimas o que lo conocen porque lo padecen sus amigos, pueden llegar a pensar que es una práctica más que forma parte de su vida diaria y no es así.

Las redes sociales no son malas por sí mismas, pero igual que no ponemos a nuestros hijos al volante, a conducir un coche si no tienen la edad adecuada ni han conseguido el carnet de conducir ¿por qué no les ofrecemos la misma educación, la misma exigencia de maduración y conocimientos, para interactuar a través de las redes sociales?.

Fuente: http://www.bebesymas.com/ser-padres/sexting-o-cyberbullying-con-imagenes-sexuales-una-plaga-que-se-extiende-entre-escolares-britanicos-de-hasta-7-anos

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Los niños y la tecnología: 10 consejos para los padres en la era digital

Por Red Educativa Mundial (REDEM)

En estos tiempos que los niños están creciendo en un mundo digital, es importante ayudarles a aprender conceptos saludables del uso digital y de ciudadanía. Los padres juegan un papel importante en la enseñanza de estas destrezas.

Aquí les presentamos algunos consejos de la American Academy of Pediatrics (AAP) para ayudar a los padres a navegar el paisaje digital que están explorando con sus niños.

  1. Lidie con el mundo mediático como lo haría con cualquier otro entorno en la vida de su niño. Las mismas pautas de la crianza se aplican en ambos, el mundo real y el medio virtual. Fije límites; los niños los esperan y los necesitan. Conozca a los amigos de sus niños, tanto en línea como fuera de esta. Sepa qué plataformas, software y aplicaciones están utilizando sus niños, qué lugares visitan en la red y qué hacen sus niños cuando están en línea.
  2. Fije límites y anímelos a tomar tiempo de recreo. El uso de la tecnología, como el resto de las actividades, debe tener límites razonables. El juego no estructurado y fuera del mundo digital estimula la creatividad. Haga del tiempo libre de dispositivos digitales una prioridad diaria, especialmente para los niños muy jóvenes. Y no olvide de reunirse con los niños durante el tiempo que no están en línea para jugar con ellos, en cuando le sea posible.
  3. Las familias que juegan juntas, aprenden juntas. La participación en familia también es importante para las actividades mediáticas —promueve las interacciones sociales, la unión y el aprendizaje. Juegue video juegos con sus niños. Es una buena manera de mostrarles buen espíritu deportivo y las reglas de etiqueta para los juegos. Y, usted puede introducir y comunicar sus propias experiencias de la vida y sus perspectivas —y consejos— mientras juegan.
  4. Sea un buen ejemplo. Enseñe y sea un buen ejemplo de amabilidad y de buenos modales en línea. Y, debido a que los niños son grandes imitadores, limite su propio uso mediático. De hecho, usted estará más disponible y conectado con sus niños si está interactuando, abrazando y jugando con ellos en lugar de estar embelesados frente a la pantalla.
  5. Sepa el valor de la comunicación frente a frente. Los niños más pequeños aprenden mejor a través de la comunicación bilateral. La práctica de hablar de acá para allá (recíprocamente) con su niño es crítica para el desarrollo del lenguaje. Las conversaciones pueden ser frente a frente, o si es necesario, por chat de video, cuando un padre tiene que viajar o con un abuelo que vive lejos. Los estudios de investigación han demostrado que la comunicación bilateral mejora las destrezas del lenguaje —mucho más que el escuchar pasivamente o la interacción unilateral con la pantalla.
  6. Cree zonas libres de tecnología. Mantenga las horas de comer en familia y otros encuentros familiares y sociales libres de tecnología. Recargue los dispositivos durante la noche —fuera del dormitorio del niño para ayudarlo a evitar la tentación de usarlos cuando debe estar durmiendo. Estos cambios incitan a pasar más tiempo en familia, a hábitos alimentarios saludables, mejor sueño: todas estas muy fundamentales para el bienestar de los niños.
  7. No utilice la tecnología como un chupete (pacificador) emocional. Los medios digitales pueden ser muy eficaces para mantener a los niños calmados y callados, pero no debe ser la única forma que utilicen para aprender a calmarse. Se les debe enseñar a los niños a cómo identificar y controlar las emociones fuertes, ocurrírseles actividades para controlar el aburrimiento, o para calmarse usando técnicas de respiración, a hablar de maneras para solucionar problemas, y encontrar otras estrategias para canalizar las emociones.
  8. Aplicaciones para niños – haga una investigación. Más de 80.000 aplicaciones se etiquetan como educativas, pero pocos estudios de investigación han revelado su valor real. Los productos que se promocionan como “interactivos” deben requerir más que “pulsar y tocar el panel táctil”. Revise las opiniones de organizaciones como Common Sense Media en inglés (Productos mediáticos que tienen sentido) – para leer las reseñas sobre las aplicaciones apropiadas para cada edad, juegos y programas para que lo guíen en el momento de elegir los mejores productos para sus niños.
  9. No es problema que su adolescente esté en línea. Las relaciones en línea son parte del desarrollo de un adolescente típico. Las redes sociales pueden ayudar a los adolescentes a explorar y descubrir más sobre sí mismos y a identificar su lugar en el mundo de los adultos. Sólo cerciórese de que su adolescente se comporta de manera apropiada en el mundo real y en línea. A muchos adolescentes se les debe recordar que las configuraciones de las plataformas de privacidad realmente no hacen “privado” el contenido y que las imágenes, pensamientos y comportamientos que los adolescentes comunican en línea pasan a ser parte de su huella digital de manera permanente. Mantenga la comunicación abierta y hágales saber que cuentan con usted si tienen preguntas o inquietudes.
  10. Recuerde: Los niños siempre serán niños. Los niños cometerán errores usando los medios digitales. Intente lidiar con los errores con empatía y haga que el error se convierta en una lección aprendida. Pero algunas indiscreciones, tales como sexting (envío de contenido erótico), hostigamiento, o enviar imágenes haciéndose daño a sí mismos, pueden ser señales de alerta que indican problemas futuros. Los padres deben echar una mirada más atenta a los comportamientos de sus niños y, si es necesario, conseguir el apoyo de un profesional, incluyendo el de su pediatra.

Los medios y los dispositivos digitales son una parte integral de nuestro mundo de hoy. Las ventajas de estos dispositivos, si se utilizan de manera moderada y apropiada, pueden ser grandes. Pero, los estudios de investigación han revelado que pasar tiempo frente a frente con la familia, los amigos y los profesores cumple una función fundamental en promover el aprendizaje y el desarrollo saludable de los niños. Mantenga contacto frente a frente y no se pierda detrás de una corriente de contenido mediático y de la tecnología.

Fuente: http://www.redem.org/los-ninos-y-la-tecnologia-10-consejos-para-los-padres-en-la-era-digital/

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La Universidad latinoamericana: ¿tiene falla de origen?

 

La Universidad es una conquista social de singular importancia para la democratización del saber y su relación con la transformación social.  Sin embargo, no es osado señalar que en el presente, presta un limitado aporte a los cambios sociales en su conjunto y mucho menos a los proyectos emancipatorios en América Latina y el Caribe.  Más allá de destacadas, honorables y admirables figuras que trabajan desde sus espacios, la universidad comienza a ser percibida socialmente como una institución de titulación para acceder al campo laboral, distante del imaginario que había construido décadas atrás de espacio para soñar y pensar lo social, lo humano y el contrapoder.

Este no es un fenómeno atribuible sólo a las instituciones universitarias. En muchos lugares de la región, los Estados nacionales y sus instituciones parecieran mirar en sentido opuesto al horizonte que están dibujando sus pueblos.  Este desencuentro es dramático y puede traer en el mediano plazo severos problemas de gobernabilidad en la región. Las dinámicas del pasado, los discursos de ayer, las respuestas que fueron efectivas cada día tienen mayores dificultades para empalmar con la agenda mínima ciudadana del presente. Es hora de pensar políticamente (con P mayúscula) sobre estos fenómenos, desde una perspectiva descolonial.

Y es que el proceso de colonización logró apropiarse del firmamento de espacios ciudadanos ocupando hasta las rutas de emancipación.  La colonización cultural –la peor de todas porque domina las ideas y con ellas el mundo-  pretendió y en muchos casos lo lograron,  enseñarnos cómo es que era permitido y posible ser libres; es decir, han pretendido enseñarnos los límites y fronteras de la propia libertad. Lo académico no fue ajeno a ello, por el contrario fue y es aún hoy en día, epicentro de ese sostenimiento del orden colonial en las estructuras de pensamiento.

Cuando el esclavo libre, ahora colonizado –neo esclavitud-  se atreve a pensar por sí mismo, atreviéndose a explorar, conocer, indagar, construir  nuevos caminos para concretar su libertad, suele encontrarse en el peor de los mundos. Por un lado la más feroz rabia del colonizador y por el otro la burla/temor/incredulidad de los iguales, quienes colonizados culturalmente, quieren que otro les muestre como cambiar los cosas, pero no creen posible ser protagonistas del cambio, es decir de la nueva historia.

La universidad latinoamericana debe construir una nueva historia, que le permita romper con el velo cultural del colonizado atreviéndose colectivamente a repensarse en todos los planos, desde la forma de crearse y actuar en ella misma, pero también atreviéndose a cuestionar sus orígenes y pensar una nueva forma de parir y nacer. Revisar sus prácticas y procesos desde ese ejerció descolonizador,  puede contribuir con el surgimiento de ese otro mundo no colonizado, alterno, donde pensar el mundo patas arriba sea sinónimo de cordura libertaria.

Al respeto Quijano, A. (2014) afirma que “al formular sus cuestiones en un espacio social abstracto, históricamente indeterminado, quienes así proceden no pueden evitar identificar a piori a esta cultura (o a esta sociedad y a este Estado) con la cultura (o la sociedad o el Estado). El contexto histórico social concreto se asume, pues, como dado, no cómo algo a cuestionar en el punto mismo de partida” (p.667).

Desde ese lugar de enunciación, me atrevo a plantear respecto a las universidades que los problemas que se evidencian y nos hacen siempre pedirle una y otra vez a ella: transformación … transformación … transformación universitaria tienen como punto de partida una falla de origen. Esta falla de origen, desde mi punto de vista, tiene que ver con el código genético con el cual se edifica la vida y el que hacer universitario. Falla de origen que se inicia en el propio momento de la fundación de las universidades.  Falla de origen que  se expresa en su concepción práctica, más allá de la definiciones teoréticas, al auto asumirse y ser aceptada por la mayoría de la gente, como una institución fundamentalmente para la docencia.  El gen problemático de la estructura de vida universitaria se desarrolla por una perspectiva colonial de su existencia.

De hecho, las universidades en América Latina y el Caribe tienen sus orígenes en procesos coloniales, asignándosele desde sus comienzos la tarea de formar a la burocracia y los funcionarios que demandaba el orden imperial de dominación. Para Tünnermann (1996) la universidad colonial en América Latina y el Caribe procura resolver:

  1. La necesidad de proveer localmente de instrucción a los novicios de las órdenes religiosas que acompañaron al conquistador español, a fin de satisfacer la creciente demanda de personal eclesiástico creada por la ampliación de las tareas de evangelización;
  2. La conveniencia de proporcionar oportunidades de educación, más o menos similares a las que se ofrecían en la metrópoli, a los hijos de los peninsulares y criollos, a fin de vincularlos culturalmente al imperio y, a la vez, preparar el personal necesario para llenar los puestos secundarios de la burocracia colonial, civil y eclesiástica. Por otro lado, las dificultades de las comunicaciones, arriesgadas y costosas, aconsejaban impartir esa instrucción en las mismas colonias;
  3. La presencia, en los primeros años del periodo colonial, en los colegios y seminarios del Nuevo Mundo, de religiosos formados en las aulas de las universidades españolas, principalmente Salamanca, deseosos de elevar el nivel de los estudios y de obtener autorización para conferir grados mayores. De ahí que las gestiones para conseguir los privilegios universitarios fueron con frecuencia iniciadas por estos religiosos de alta preparación académica (p.122)

Es decir, las Universidades en la región no fueron pensadas para el desarrollo de las naciones dominadas, ni para la formación de sus ciudadanos, mucho menos para el desarrollo de un conocimiento, ciencia y tecnología que les permitiera ser independientes.  Las universidades  en América Latina y el Caribe fueron arietes conceptuales de un conocimiento que reproducía el orden de dominación.  No fueron universidades desarrolladas a partir de las necesidades de la gente y los requerimientos de sus sociedades, sino implantadas desde las naciones que se asumían conquistadoras y por lo tanto dueñas de los nuevos territorios.

El propio Tünnermann (1996) distingue dos modelos en las universidades implantadas: la de Salamanca y la de Alcalá de Henares, ambas de origen español. El modelo de Salamanca respondió a “la idea de una universidad al servicio de un “estado-nación”, concepto que recién surgía en España (siglo XIV)… Todo el edificio de la transmisión del conocimiento descansaba sobre la cátedra” (pp-124-125).  Por su parte, la preocupación central de la universidad alcalaína fue la teología, material que sólo en épocas posteriores ocupó un lugar relevante  entre los estudios salamantinos. Su organización correspondió más bien a la de un convento-universidad” (pp-124-125).  Los modelos de Salamanca y Alcalá se desarrollaron sobre la base de la docencia, es decir como instituciones para impartir conocimiento.

Para Morles, Medina Rubio y Álvarez Bedoya (2002) en el proceso de construcción de la República, luego de alcanzar independencia nacional, la llamada universidad Republicana reemplazaría el modelo elitesco y eclesiástico imperante por uno más “dinámico, tolerante y científico (…) incorporando nuevas cátedras y laboratorios” (p.20), haciendo que las estructuras académicas[i] se asemejarán bastante al modelo Napoleónico. Continúan estos autores señalando que “con el modelo napoleónico de universidad se afirma en Venezuela, desde el último cuarto del siglo XIX, el pensamiento positivista y evolucionista. El modelo napoleónico se basa también en la docencia, con un carácter más científico contribuyendo a la ruptura con el dogmatismo religioso.

Autores Galo Gómez, citado por D’Andrea, R. E, Zubiría, A y Sastre Vázquez, (2012) precisan respecto a la concepción Napoleónica de la universidad:

La Universidad Imperial creada en 1808 y organizada dos años más tarde, es algo muy distinto de lo que tradicionalmente se había entendido como Universidad. Es un organismo estatal, al servicio del Estado que la financia y organiza y que fija no sólo sus planes de estudios, su administración y el nombramiento de profesores, sino hasta la moral pública que ha de inculcar a sus discípulos: «Mi fin principal – declara el mismo Napoleón- al establecer un cuerpo docente es tener un medio de dirigir las opiniones políticas y morales». Una Universidad centralizada, burocrática y jerárquica. Es difícil encontrar algo más opuesto a lo que había sido la Universidad desde su origen» (Galo Gómez O., 1976, p.7)

 

Esta implantación no pasa desapercibida por parte de quienes se resisten a la dominación.  Propuestas y modelos alternativos comienzan a surgir en todo el continente en el siglo XX, los cuales tienen una expresión clara y firme en El Manifiesto Liminar (1918) que fundamentó la reforma de Córdoba, en el cual se plantea

Las universidades han llegado a ser así el fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se empeñan en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad senil. Por eso es que la Ciencia, frente a estas casas mudas y cerradas, pasa silenciosa o entra mutilada y grotesca al servicio burocrático. Cuando en un rapto fugaz abre sus puertas a los altos espíritus es para arrepentirse luego y hacerles imposible la vida en su recinto. Por eso es que, dentro de semejante régimen, las fuerzas naturales llevan a mediocrizar la enseñanza, y el ensanchamiento vital de los organismos universitarios no es el fruto del desarrollo orgánico, sino el aliento de la periodicidad revolucionaria.

Agregando:

Nuestro régimen universitario -aún el más reciente- es anacrónico. Está fundado sobre una especie del derecho divino: el derecho divino del profesorado universitario. Se crea a sí mismo. En él nace y en él muere. Mantiene un alejamiento olímpico. La Federación Universitaria de Córdoba se alza para luchar contra este régimen y entiende que en ello le va la vida. Reclama un gobierno estrictamente democrático y sostiene que el demos universitario, la soberanía, el derecho a darse el gobierno propio radica principalmente en los estudiantes. El concepto de Autoridad que corresponde y acompaña a un director o a un maestro en un hogar de estudiantes universitarios, no solo puede apoyarse en la fuerza de disciplinas extrañas a la substancia misma de los estudios. La autoridad en un hogar de estudiantes, no se ejercita mandando, sino sugiriendo y amando: Enseñando. Si no existe una vinculación espiritual entre el que enseña y el que aprende, toda enseñanza es hostil y de consiguiente infecunda. Toda la educación es una larga obra de amor a los que aprenden. Fundar la garantía de una paz fecunda en el artículo conminatorio de un reglamento o de un estatuto es, en todo caso, amparar un régimen cuartelario, pero no a una labor de Ciencia. Mantener la actual relación de gobernantes a gobernados es agitar el fermento de futuros trastornos. Las almas de los jóvenes deben ser movidas por fuerzas espirituales. Los gastados resortes de la autoridad que emana de la fuerza no se avienen con lo que reclama el sentimiento y el concepto moderno de las universidades. El chasquido del látigo sólo puede rubricar el silencio de los inconscientes o de los cobardes. La única actitud silenciosa, que cabe en un instituto de Ciencia es la del que escucha una verdad o la del que experimenta para crearla o comprobarla.
Por eso queremos arrancar de raíz en el organismo universitario el arcaico y bárbaro concepto de Autoridad que en estas Casas es un baluarte de absurda tiranía y sólo sirve para proteger criminalmente la falsa-dignidad y la falsa-competencia.

 

El grito de Córdoba es el más importante cuestionamiento hecho a la universidad desde la perspectiva de sus estudiantes.  Los reclamos centrales se refieren a la forma y mecanismos de gobierno interno y de una u otra manera a la desconexión de la universidad con su entorno.  En buena medida, el Manifiesto Liminar impulsa un modelo de universidad para un nuevo ciclo de proyectos de independencia nacional.

En el siglo XX la idea de investigación universitaria se fue deslizando progresivamente hacia los posgrados. Para Lucas Luchilo (2010), “en América Latina, el fomento de la formación de posgrado fue y es una de las funciones básicas asignadas a los Consejos de Ciencia y Tecnología, que se crearon a partir de la década de 1950. Desde esta perspectiva, se trata de instrumentos de política con alta legitimidad y en los que los países de la región han acumulado experiencia, tanto en el nivel de promoción como en el de ejecución” (p.14).  Este auge se produce en medio del creciente influencia de las ideas de desarrollo nacional y regional, así como de la planificación auspiciadas, entre otras por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).  Sus resultados en términos de crecimiento sectorial (posgrados) y de impacto se mostraron limitados.  Posteriormente el neoliberalismo, en los ochenta y noventa del siglo XX,  se encargaría de generar un proceso de vaciamiento de la investigación y los investigadores universitarios promoviendo su migración hacia centros independientes de investigación con fuerte financiamiento privado y ubicados en los países del centro capitalista.

El Mayo francés con sus críticas iniciales al Libro Blanco del Ministro Francés de Juventud y deporte François Missoffe, abren un capítulo especial que lleva a la juventud mundial a repensar el compromiso de la universidad con los más altos ideales de la humanidad.  Pero la universidad siguió siendo una institución centrada en la docencia.  Los movimientos de profesores universitarios planteando la urgente necesidad de una reforma de la educación superior se multiplicaron en el mundo en las décadas de los setenta y los ochenta del siglo XX.

Es importante detenernos brevemente sobre los resultados alcanzados en materia de investigación en la región. Lemasson&Chiapee (1999) señalan respecto a la investigación universitaria que “los resultados obtenidos no permiten hoy, con los desafíos contemporáneos que conocemos, concluir que están listos para enfrentar el porvenir de manera constructiva. Si el camino pasado, aunque con muchas diferencias nacionales, fue positivo, la necesidad de continuar con el cambio es imperativa y va a exigir una visión y una voluntad resueltas” (p.315). Más adelante, estos mismos autores afirman:

Es fácil concluir que la única vía para asegurar la independencia a largo plazo, el desarrollo económico endógeno en nuevas esferas con un alto valor agregado y sistemas sociales más justos, es promover con urgencia las actividades de ciencia y tecnología como prioridades nacionales. Responder a esta urgencia significa que el momento de decisiones radicales ha llegado, particularmente respecto del papel de las universidades, las que constituyen en términos de recursos humanos actuales y futuros las instituciones claves del porvenir colectivo” (p.317).

 

Autores como Didriksson (2000) siguen apostando por el binomio clásico docencia-investigación. Seguramente Axel argumentará en defensa de esta direccionalidad –que no es una cuestión menor- que “la parte más dinámica del proceso [producción y transferencia de conocimientos[ii]] se ubica en la relación entre la docencia y la investigación, y el curriculum desde la perspectiva de la creación de un valor económico: el conocimiento, y de un valor social: los trabajadores del conocimiento“ (pp. 32-33). En consecuencia, la universidad latinoamericana sigue pensándose desde la docencia como epicentro sobre el cual gravita el grueso de su actividad general, pero también particular de cada profesor(a).  Es el círculo propio de una universidad pensada para aportar al papel asignado por el centro a la periferia, en el campo de la producción y transferencia de conocimientos.  En este sentido, la llamada producción del conocimiento universitaria, no es otra cosa que la adaptación de premisas generales al contexto de países dependientes y neocoloniales.

El emerger del neoliberalismo en el mundo, en el marco de la globalización económica y la mundialización cultural,  retan el pensamiento respecto a qué modelo de universidad demandan las nuevas formas de acumulación y producción capitalista puestas en marcha.  Desde los discursos de resistencia y alternativos se concentraron fuerzas contra la privatización de la educación y fue precario el debate a nivel del público en general.  Las polémicas respecto al presente y futuro de las universidades, sin neutralidad pero mucho más allá de la diatriba ideológica, fueron impulsadas en buena medida por instancias internacionales como la CRESALC, hoy convertido en IESALC UNESCO.

En los noventa del siglo XX la UNESCO plantea la necesidad de convocar a una Conferencia Mundial sobre la Educación Superior que repensara la universidad a escala planetaria, pero también como un espacio de reencuentro con la academia de la recién desmantelada URSS. Los documentos que circularon con carácter previo y las propias conclusiones de la I Conferencia señalaron preocupaciones muy especiales respecto a la eficacia de la universidad existente, la calidad de sus dinámicas y procesos de aprendizajes, el impacto de las NTIC y la cultura global en las dinámicas universitarias.  Esta conferencia, al igual que la segunda (2008) fueron precedidas por sendas Conferencias Regionales (CRES).  En cada uno de estos espacios se evidenció la urgencia de repensar a la propia universidad y los límites de los procesos de reforma interna.

El año 2018 se cumplen 20 años de la primera Conferencia Mundial de educación Superior y coincide con los cien años del grito de Córdoba. Pensamos que es un excelente momento para reanimar, retomar y reimpulsar el debate sobre la educación universitaria.  En esta dirección recibimos con alegría el anuncio hecho este 15 de Junio de 2016, en la propia ciudad y universidad de Córdoba, respecto al lanzamiento de la Tercera Conferencia regional de educación Superior (CRES) en la ruta –aún no anunciada por UNESCO- de la III Conferencia Mundial del sector. En hora buena celebramos este anuncio como oportunidad de oro para reabrir y relanzar los debates por esa otra universidad posible.

La Universidad para los proyectos de desarrollo nacional, de independencia y para la construcción de sociedades libres, democráticas, justas, igualitarias y, en permanente cambio tiene que ser una universidad pensada desde una perspectiva del Sur.  Boaventura de Sousa Santos (2008) nos habla de pensar lo nuevo con lo nuevo, porque

no puede enfrentarse lo nuevo contraponiendo lo que existía antes. En primer lugar, porque los cambios son irreversibles y en segundo lugar, porque lo que existió antes no fue una edad de oro, o si lo fue, lo fue solamente para la universidad y no para el resto de la sociedad, y en el seno de la propia universidad, lo fue solamente para algunos y no para otros. La resistencia debe involucrar la promoción de alternativas de investigación, de formación, de extensión y de organización que apunten hacia la democratización del bien público universitario, es decir, para la contribución específica de la universidad en la definición y solución colectiva de los problemas sociales, nacionales y globales” (p.30)

Para Aboites. H. (2011) “este cambio requiere una transformación de la mentalidad universitaria, las estructuras de gobierno, los mecanismos de acceso, la reglamentación y la organización académica, que deben ajustarse a las nuevas demandas y necesidades de acceso, formación y profesionalización que tiene la actual población joven y estructuralmente excluida, pero también a las necesidades de un momento de tránsito al posneoliberalismo como es el actual”. (p.273, en Bonilla, L y Segrera, F. [2011]. Educación universitaria para el siglo XXI. Ediciones CIM/OPSU, Caracas. Venezuela)

En la perspectiva que invitan Boaventura y Aboites, nos atrevemos a pensar la universidad del siglo XXI, el presente y el futuro inmediato, en tres momentos: el primero las universidades que se están creando o se van a crear, segundo las universidades que inician procesos de transformación y tercero, las universidades que permanecen inamovibles. En este artículo me referiré sólo a las primeras, esperando poder abordar los otros dos casos en próximos trabajos.

Estoy convencido que crear universidades sobre la lógica estructurante de la docencia con complementos de investigación y extensión –independientemente que se digan vinculadas- es un ejercicio colonial, que reproduce el modelo de conocimiento, formación, indagación y acción en lo social, propio, desde y para la dominación. Trataremos pedagógicamente de ir explicando paso por paso esta afirmación.

La universidad fundada en cátedras, escuelas, facultades está pensada en buena medida para reproducir el llamado “conocimiento de punta” en las distintas áreas. En esa orientación, por ejemplo, en la sociología, la medicina o la química surgen textos, contenidos curriculares, paradigmas, discursos, resultados que pasan a ser de uso común en los países de la periferia capitalista. A estos se les suele asociar al llamado “conocimiento de punta”; cuando lo cierto es que estas producciones son sólo  el “conocimiento liberado para consumo académico masivo” por parte del modo de producción[iii].  Desarrollos de ello, lo constituye el tan cotidiano internet de hoy, que pasó décadas siendo utilizado por el llamado complejo industrial-militar antes de que fuera conocido por todos nosotros; evidentemente la tecnología comunicacional “de punta” que debe estar usando ese mismo complejo hoy en día debe ser revolucionariamente distinta a la que usamos cotidianamente. Muchos otros ejemplos surgen en el campo de la genética, la medicina o la neurociencia. De hecho, la mayoría de las investigaciones más importantes realizadas en el 2015 –como en años anteriores-  se refieren al cerebro humano, sus usos y potencialidades las cuales aún no forman parte de  ese “conocimiento liberado para consumo académico masivo”. Entonces lo que se enseña en el modelo basado en la docencia es solo el cascarón del conocimiento de vanguardia.

Argumentaran los defensores de este modelo que la investigación autóctona esta llamada a reducir esta brecha. Esto tal vez sea cierto en términos teórico-conceptuales pero la realidad o la empírea nos dice a diario que la inmensa mayoría de la investigación que se realiza en las universidades está asociada a trabajos de ascenso en el escalafón universitario o de interés muy particular.  Con ello no pretende solapar o desconocer la meritoria labor que realizan algunos investigadores en casi todos los campos de las ciencias, pero a decir verdad esta es por lo general una labor muy particular y excepcional y no característica del sistema.

Los neoliberales usan esta verdad y realidad para asignarle la mayor cuota de responsabilidad al respecto, al personal docente universitario, eximiendo de culpas al sistema, los gobiernos nacionales, los mecanismos de conducción de la educación superior  y mucho más a la propia concepción universitaria.  El neoliberalismo educativo, interesado en la privatización educativa a inventado ranking, modelos de evaluación de eficiencia docente, sistemas de clasificación de la investigación, protocolos de reconocimiento de resultados de pesquisas, etc. que sólo terminan certificando los procesos de adaptación del conocimiento liberado por los centros de investigación que sustentan el modelo de producción del capitalismo del siglo XXI.

Pero lo que ya resulta inocultable, es que la universidad basada en la docencia con sus complementos de “investigación” y “extensión”, no le resultan útil ni al capitalismo, ni al socialismo en el siglo XXI  -desde una perspectiva “neutra” de carácter nacionalista-  pero si al modelo de globalización económica y mundialización cultural que impulsa a escala planetaria el neoliberalismo que implica una nueva ruina de las naciones de la periferia en beneficio de las del centro.  Es decir, el modelo de universidad, basada en la docencia se ha convertido en un mecanismo de perpetuación de la dominación.

No es la primera vez que este debate se abre y las propuestas de solución han sido variadas, desde cacarear una reforma universitaria que se elabore por todos democráticamente –lo cual no ha sido garantía alguna de romper el círculo de la dominación-  pasando por modelos organizacionales que terminan queriendo convertir a las universidades en Ministerios, altamente burocratizadas antes que en centros de generación de conocimiento. Pero nadie se atreve a cuestionar los paradigmas, conceptos y procesos sobre los cuales se crean nuevas universidades; por el contrario todos los dispositivos legales y de trámites están montados para repetir una y otra vez el modelo. Área de conocimiento de la nueva universidad a crear, facultades, carreras, programas de formación, cátedras y/o unidades curriculares con variados diseños funcionales terminan pareciéndose cada vez más las unas a las otras.

Esto se debe a que la genética epistémica de uno u otro intento tiene una misma raíz: la universidad basada en la docencia. Más allá de cualquier meta discurso innovador, en la mayoría de los casos cualquier iniciativa fenece cuando se concreta en carga de docencia en el aula, de actividades administrativas, de planeación de clases, de asesoría de tesis, etc.  del profesor universitario; allí mueren las ilusiones.

El desafío doble entonces reside en desarrollar investigaciones nacionales, regionales y locales que permitan ir rompiendo el círculo de la dependencia mediante conocimiento necesario para el desarrollo nacional a la par de ir disminuyendo la brecha de varias décadas existente entre conocimiento de vanguardia y conocimiento reproductor que se suele trasmitir en las universidades de los países de la periferia.  Todo ello a la par que se forman los ciudadanos calificados para los proyectos nacionales de independencia económica, tecnológica y cultural.

Las universidades son parte integral de un país de una región geopolítica, no son islas a la deriva en un mar abierto, ni un Estado dentro del Estado.  La necesaria autonomía universitaria en ningún momento puede significar una desconexión orgánica de las casas de estudios superiores con los proyectos nacionales de país. Por ello considero que el primer pensamiento proto universitario es el de identificar cuáles son los problemas centrales de un país; una vez identificado los 10 o 20 problemas prioritarios para el desarrollo nacional, verificar si alguna universidad de las existentes tiene el perfil para abordar su estudio, análisis y propuestas de solución.

De no existir, por ejemplo, en el área del petróleo, pensar primero en el diseño de un Centro Nacional de Investigaciones Petroleras –siguiendo con el ejemplo- que se dedique a estudiar los temas vinculados a esta campo,  desde una perspectiva transdiciplinaria, es decir desde los procesos técnicos de producción hasta los operativos de comercialización, pasando por la geopolítica del petróleo hasta la arquitectura financiera para la estabilización de los ingresos producto de las fluctuaciones de precios.  Y aquí el pragmatismo de gestión puede no siempre coincidir con las premisas ontológicas, epistemológicas o conceptuales del debate académico, porque se van a requerir estudios disciplinares, multidisciplinares y transdiciplinares en cada caso.

Centros de Investigaciones de este tipo, con una plantilla de investigadores con salarios equivalentes al promedio internacional mínimo estándar o más, pueden ser acusados por los conservadores o por los radicales del igualitarismo a ultranza, de elitescos.  Pero en ciertas etapas de la historia de las naciones libres y de avanzada se ha requerido y requiere conformar una élite generadora de conocimiento, cuya teleología de constitución es la democratización del mismo y el mejor uso con fines sociales.

Centros de investigación de este corte, produciendo resultados concretos luego de cinco, diez o quince años de investigación según sea el caso y la complejidad de los estudios que abordan debieran abrir estudios de postgrado, Doctorados, post doctorados, maestrías, especializaciones y cursos de alto nivel donde se socialice los procesos y resultados de investigación a la par de ir formando, mediante la lógica de equipos de investigación abiertos, el personal docente que trabajaría en el pregrado.  Se trataría de invertir la ruta de los procesos de docencia desde el posgrado hacia el pregrado, entendiendo los posgrados no como profesionalizantes, sino como dinámicas de investigación y construcción / validación de discurso científico alternativo. En consecuencia, las nuevas universidades deberían ser paridas por centros de investigación y desde ellos.

En consecuencia, serían investigadores con treinta horas mínimas de trabajo semanal investigativo quienes darían un máximo de 8 horas de docencia en la futura universidad.  Esta integración investigación-docencia asociada a la validación del impacto social del conocimiento emergente haría posible dar un salto en tecnología, ciencias, conocimientos, técnicas y procedimientos que posibilitarían avanzar en desarrollos nacionales que fundamenten económica, tecnológica y políticamente procesos de autentica independencia nacional.

Esto crearía otra serie de problemas, propios de lo nuevo que se crea a los cuales no hay que temerles, sino por el contrario abordarlos dado el impacto de lo nuevo que se construye.  Algunos de ellos, como el reconfigurar el concepto de la carrera docente universitaria, el tamaño de la universidad, su vinculación con contextos, el financiamiento, la cobertura, entre otros.  En los próximos artículos intentaremos abordar nuestra perspectiva sobre cada uno de ellos, además de plantearnos la reflexión y el debate respecto a cómo alinear las universidades existentes en un esfuerzo tan dialécticamente distinto a la génesis de las mismas, como el que estamos planteando.

A cualquier colega que diga que es posible hacer lo mismo con la universidad fundada sobre la docencia, tendríamos que pedirle que -no como excepción sino como generalidad- muestre donde se está dando esta haciendo lo mismo con el modo colonial viejo, basado en la docencia como epicentro. A los innovadores que han logrado muy buenas definiciones en reglamentos y estatutos universitarios sobre el papel de la investigación deberíamos pedirles que después de por lo menos una década, necesario seria tener resultados de gran impacto para mostrar.

La única forma de eliminar la falla de origen de la universidad es generando una nueva forma de creación del mundo universitario, ya no desde el conocimiento reproductor sino del creador, no desde la dominación sino de la liberación.  Se trata de atrevernos a romper con el molde colonial respecto a cómo se construye una universidad.  Eso implica dejar de pensar como los dominados que tienen temor de explorar una nueva ruta que no sea la que el amo les enseñó.  Creemos pues una universidad a partir de los procesos de investigación, sepultemos la vieja universidad atrapada en la camisa de fuerza de la docencia, construyamos una pedagogía desde el aprendizaje por descubrimiento.

 

Lista de referencias:

Bonilla-Molina, L (2001). Gerencia, investigación y Universidad. Ediciones Iesalc. Caracas Venezuela

Bonilla-Molina, L (2015). Calidad de la educación: ideas para seguir transformando el sistema educativo.  Ediciones Fonacit MPPE. Venezuela

Bonilla, L y Segrera, F. [2011]. Educación universitaria para el siglo XXI. Ediciones CIM/OPSU, Caracas. Venezuela

D’Andrea, R. E, Zubiría, A y Sastre Vázquez, (2012). Reseña histórica de la extensión universitaria.  Mimeografiado

Dridiksson, A. (2000). La universidad de la innovación: una estrategia de transformación para la construcción de universidades de futuro. Ediciones IESALC UNESCO. Caracas Venezuela

Lemasson, J.P y Chiapee, M. (1999). La investigación universitarias en América Latina. Colección respuestas. Ediciones IESALC UNESCO. Caracas. Venezuela.

Lucilo, L. (2019) Formación de posgrado en América Latina: políticas de apoyo, resultados e impactos.  Ediciones EUDEBA, Buenos Aires, Argentina.

Manifiesto Liminar: disponible en  http://www.unc.edu.ar/sobre-la-unc/historia/reforma/manifiesto

Morles, V., Medina R., E. y Alvarez B., N. (2002). La Educación Superior en Venezuela. Ediciones IESALC. Caracas, Venezuela.

Quijano, A. (2014). Cuestiones y Horizontes: Antología esencial de la dependencia histórico-estructural a la colonialidad/descolonialidad del poder. Colección Antologías. Clacso. Buenos Aires. Argentina

Sousa Santos, Boaventura (2008). La universidad del siglo XXI. Ediciones CIM. Caracas. Venezuela.

Tünnermann Bernheim, C. (1996) Breve historia del desarrollo de la universidad en América Latina, publicado en La Educación superior en el umbral del siglo XXI, Caracas: Ed. CRESALC, 1996, pp-11-38

 

[i] Especialmente en casas de estudios superiores como la Universidad Central de Venezuela a mediados del siglo XIX.

[ii] Contenido de los corchetes es mío para contextuar adecuadamente la cita

[iii] En este trabajo partimos del principio que todo conocimiento es primero usado, probado, implementado o desechado por las diferentes expresiones del modelo capitalista globalizado, previamente a su liberación en el mercado de consumo académico.

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Drones para llegar donde nadie ha llegado en Colombia

Colombia/09 Julio 2016/Fuente: Semana

Una iniciativa de la sede en Medellín de la Universidad Nacional quiere emplear estos aparatos electrónicos para llegar a los lugares más aislados del territorio y referenciarlos en mapas.

La geografía de Colombia es extensa y diversa: llanuras, cordilleras y planicies que se combinan para configurar una extensión territorial, que no marítima, de 1.141.748 kilómetros cuadrados.

Una complejidad geográfica que en ocasiones dificulta el acceso a determinadas zonas del territorio. El conflicto armado que se perpetúa desde hace más de 50 años tampoco ha facilitado el ingreso a determinadas zonas de las que apenas se tiene información. Mucho  menos referencia a nivel de mapeo.

Para suplir todas estas deficiencias de la cartografía de Colombia, la Universidad Nacional con sede en Medellín ha desarrollado una iniciativa que emplea la la tecnología más avanzada de los drones con el objetivo de actualizar los mapas del país y llegar a lugares aislados que no aparecen detallados en la cartografía colombiana.

Quizá le interese: ‘¡Llegaron los drones a Colombia!‘

Desde  1950, la institución educativa cuenta con el Laboratorio de Geomática dedicado, entre otras tareas, a obtener mediciones del terreno y producir cartografía en la región utilizando fotografías aéreas e imágenes satelitales. Ahora, la idea es aprovechar la tecnología de los vehículos aéreos no tripulados para conseguir imágenes más detalladas y reales del territorio.

“El territorio que manejan estas áreas es muy grande y no se puede abarcar todo desde el suelo, porque el terreno no se lo permite, entonces debemos mirar el espacio desde arriba y por eso el dron se constituye en una herramienta de punta necesaria en fotogrametría y generación de un modelo digital del terreno para obtener cartografía con precisión”, explicó el profesor Luis Jairo Toro Restrepo, del departamento de Ciencias Forestales.

Según comentó el ingeniero topográfico Miguel Idrobo a la agencia de noticias de la Universidad Nacional, en el país hay un atraso en cartografía de aproximadamente 30 años. “Hay zonas como el Amazonas, la Orinoquía, algunas áreas del Pacífico y otras donde no existe cartografía, porque son de difícil acceso y estos procesos de actualización cartográfica requieren muchos recursos financieros. Es precisamente ahí donde los vehículos aéreos no tripulados podrían ser un gran apoyo para obtener información”, resaltó. (‘La revolución de los drones a la vuelta de la esquina‘).

Se espera que el proyecto comience a brindar resultados próximamente.  Y es que contar con mapas actualizados no sólo sirve para conocer el territorio, el entorno, sus características y extensión. La importancia del mapeo es esencial para el desarrollo de un país: los datos que brindan estas representaciones geográficas ayudan a reducir costos, solucionan problemas espaciales, ambientales y sociales, y facilitan la toma de decisiones a todos los niveles.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/drones-para-actualizar-mapas-en-colombia/480858

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