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Walter Rogulich: “No son parches ni reformas, la palabra es descolonización pedagógica”

Redacción: Desalambrar

La convocatoria para el pasado lunes 17 de junio a las 9:30 horas en el Nuevo Moreno Antiguoofrece las exposiciones de figuras que conocen el mapa público de la educación, tal los casos de Mario OportoAlberto Sileoni, más el profesor Alejandro Schvartzman y las licenciadas Silvina Gvirtz y Laura Penacca. Como el llamado es abierto, expresa un mensaje desde la base: Aportes desde Moreno para un Nuevo Proyecto de País.

Con el profesor Walter Rogulich, integrante del grupo ANCLADesalambrar busca conocer de qué manera, forma, método y sistema se inicia otro proyecto de País con y desde lo pedagógico más que lo educativo institucional: «Creemos que hay que ir hacia una profunda transformación educativa. No son parches ni reformas, la palabra es descolonización pedagógica porque entendemos que el problema de la trama educativa es ético y político. La educación tendría que empezar a conversar, entrar en conversación entre el docente y el alumno, aunque no es un palabra que me gusta”.

Para comenzar a discutir ese plan es prioritario transformar la formación docente:

Fuente: http://desalambrar.com.ar/no-son-parches-ni-reformas-la-palabra-es-descolonizacion-pedagogica/

 

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De diversidades, inclusiones, encuentros y desencuentros

Por: Miguel Ángel Pérez

Desde sus orígenes, tal vez desde los griegos o un poco antes, la educación ha servido para colocar a la gente, no donde las personas necesitan estar, sino en el lugar que la sociedad le va asignando a cada quien; de esta manera algunas personas quedan incluidas e insertadas en el sistema pero algunas otras no.

Fue Emilio Durkheim el creador de la categoría de anomia que sirvió para colocar a la gente que desde una mirada de mayoría o de consenso puede definirse como anormal debido a que está afuera de los márgenes de lo aceptado o lo permitido.

Con el paso de los años de repente nos hemos dado cuenta que vivimos en un sociedad profundamente diversa, plural y con profundas asimetrías en el terreno económico, político y cultural que se concretan al final en lo educativo. En este mundo diverso siguen existiendo personas que tienen dificultades para colocarse en un mejor lugar o en una mejor posición cultural; la injusticia social y educativa se recarga de peor manera con personas que socialmente no son bien vistas, los indígenas, los pobres, la gente de color, los discapacitados, en la mayoría de los casos quedan afuera de los márgenes de actuación o inclusión, el mecanismo siempre funciona igual, siempre habrá personas que se incluyan y otras que queden fuera.

Estas perversiones validados o legitimadas desde quién sabe qué lugar son reproducidas por los sujetos que están en el sistema, ellos o ellas hacen lo que aprendieron y lo que les ordenan otros. Es decir, a excluir, a marginar a segregar; a las otras personas que hacen lo contrario y lo han logrado debido a la formación o al desarrollo de mecanismos de disposición que les han permitió pensar y conocer que la sociedad diversa puede y debe tener espacios para todos.

La vieja consigna zapatista, “es necesario crear un mundo en donde quepan todos los unos” es profundamente incluyente, sin embargo es necesario pasar de la frase de cliché a las a acciones de todos los días.

En todo esto, la escuela se torna en un espacio privilegiado de encuentros y desencuentros, de adhesiones y rupturas, de filiaciones y rechazos; la escuela es (después de la familia) el mejor espacio para socializar y para que los sujetos establezcan las primeras vinculaciones sociales que sedimentan para toda su vida.

La escuela sin embargo aun a pesar de todas las bondades que ha acumulado a lo largo de la historia, ha cometido un doble error que pesa mucho en el desarrollo de los sujetos: esa visión normalizadora de que todos los sujetos son iguales y deben rendir por igual y la otra esa visión idílica que hegemoniza una visión cultural de la realidad en la que predominan y se reproducen con relativa facilidad, patrones estereotipos, e imágenes que están distorsionado lo que somos a partir de lo que hemos sido y a lo que aspiramos ser.

Tanto para los hombres como para las mujeres, las diferencias de género que son tan importantes en los procesos educativas en muchos espacios pasan a segundo plano, porque no se respetan o no se tornan en temas de abordaje en el proceso educativo concreto del aula concreta y del día a día a lado de docentes y compañeros de aula.

La idea consiste ahora en flexibilizar el lente pedagógico para mirar de igual manera flexible lo que en realidad es complejo, diverso y multifactorial. Para ello necesitamos una pedagogía para las diversidades y las alteridades, es decir una nueva pedagogía que se traduzca en muchas pedagogías que se conecte con los sujetos, con las comunidades, con los pueblos, con los grupos marginados, etc. Una pedagogía para todos y todas en donde todos y todas sean una particularidad y no una generalidad.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/de-diversidades-inclusiones-encuentros-y-desencuentros/

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¿Qué se debe hacer con los estudiantes que odian las matemáticas?

América del norte/Estados Unidos/20 Junio 2019/Fuente: Semana

Varios países europeos como Reino Unido, Alemania y Francia, permiten a los estudiantes abandonar las matemáticas a alrededor de los 16 años. ¿Es una buena medida?

Los jóvenes en Estados Unidos tienen que estudiar matemáticas hasta que dejan la escuela. Pero ahora, estudiantes de arte de Nueva York se están rebelando contra esto.

Para muchas personas, las matemáticas no son una asignatura fácil. ¿Cuándo es el momento adecuado para dejar de estudiarlas?

¿Tendría que haber estudiado geometría la actriz Jennifer Aniston? ¿Y la próxima Nickj Minai debe estudiar cálculo?

Algunos de los estudiantes de LaGuardia, la secundaria que inspiró la película Fama y donde fueron alumnos Aniston y Minaj, dicen que no.

«En la escuela de Fama no deberías tener que sacrificar tu arte para tomar otra clase de matemáticas», dice Macy McGrail, estudiante de teatro en la secundaria Fiorello H LaGuardia High School of Music & Art and Performing Arts.

«Quiero dedicarme a mi arte».

Los estudiantes de LaGuardia dicen que respetan la «misión doble» de su escuela de preparar a los estudiantes tanto en el arte como en el aspecto académico.

Pero las preocupaciones de los alumnos apuntan a una conversación más amplia sobre el valor de las matemáticas para los estudiantes que no van a perseguir un camino académico.

El álgebra es la rama de las matemáticas en la que los símbolos, en lugar de los números, se utilizan en operaciones.

La geometría examina la forma de objetos individuales, las relaciones espaciales entre varios objetos y las propiedades del espacio circundante.

El cálculo es el estudio del cambio y el movimiento continuos.

En un artículo de opinión en el New York Times, el profesor de ciencia política Andrew Hacker, que lleva más de 45 años en el Queens College -parte de la City University de Nueva York-, escribió que en un día típico en Estados Unidos hay «seis millones de estudiantes de secundaria y dos millones de recién ingresados en la universidad peleando con el álgebra».

Y esta lucha forzada con las matemáticas, dice el profesor Hacker, «no solo es estúpida: es cruel».

Hacker se describe a sí mismo como una «persona de números». Pero la mayoría de la gente, afirma, no lo es.

«Hay alrededor de un 7% de seres humanos que tienen una aptitud natural para las matemáticas», apunta. «Para el resto es una pura tortura, sin ningún objetivo».

Y el miedo y la aversión que inspira el álgebra puede tener consecuencias.

En Estados Unidos, uno de cada cinco estudiantes de secundaria abandona sus estudios antes de graduarse, y suspender matemáticas es la principal razón académica que dan para explicarlo.

«Lo mismo sucede con la universidad», dice Hacker, quien añade que hay miles de estadounidenses que no aprobaron la secundaria o la universidad simplemente porque les obligaron a estudiar ecuaciones de segundo grado.

Las directrices piden que todos los estudiantes de Estados Unidos tomen geometría y trigonometría, además de dos años de álgebra.

Pero esta no es la norma universal. Según Hacker, varios países europeos, como Reino Unido, Alemania y Francia, permiten a los estudiantes abandonar las matemáticas a alrededor de los 16 años.

Y en Estados Unidos, las matemáticas obligatorias no están necesariamente dando frutos.

Internacionalmente, los estudiantes estadounidenses ocupan la mitad del ránking en cuanto a notas de matemáticas, lo mismo que con la lectura y la ciencia.

No todo el mundo está de acuerdo en que haya que tener un cerebro matemático para ver el valor que tienen las matemáticas.

Dimitri Shlyakhtenko, director de matemáticas puras y aplicadas en la universidad UCLA de California, obtuvo su doctorado de la Universidad de California Berkeley a los 22 años.

Él argumenta que el problema no son las matemáticas, sino cómo se enseñan.

«El cálculo solo por sí mismo es una cosa muy estúpida», dice Shlyakhtenko.

Pero si ves las matemáticas como un estilo de pensamiento, en lugar de la memorización de tablas de multiplicar, añade, se convierte en una «habilidad para la vida que permite todo».

«Las matemáticas han pasado de ser una especie de cosa oscura a algo que está siempre presente».

Un impactante número de malas decisiones de consumo, argumenta, son consecuencia de habilidades matemáticas infradesarrolladas.

A medida que las sociedades se vuelven más «artesanas», dice Shlyakhtenko, con más gente -especialmente artistas- trabajando para ellos mismos, más «se necesita entender tu propio presupuesto, tu propio flujo de caja».

Qué dicen las clasificaciones

Las últimas clasificaciones del Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes, o Informe PISA -una de las comparaciones globales más amplias de habilidad académica- posicionó a Estados Unidos en el puesto 38 de 71 países en matemáticas.

Esto es por debajo de la media de la OCDE y por detrás de países como Singapur, Estonia, Vietnam y Reino Unido.

Pero las clasificaciones no proporcionan una respuesta clara sobre cuál es la mejor edad para dejar el álgebra.

Los estudiantes en Singapur, que lidera los ránkings de PISA en matemáticas, pueden elegir centrarse en humanidades para sus exámenes de final de secundaria, pero tienen que estudiar matemáticas o al menos una asignatura de ciencias hasta que dejan la escuela.

Pero Alemania, Francia y Reino Unido -que superan a Estados Unidos por al menos 11 puestos- favorecen modelos más voluntarios.

Los estudiantes pueden dejar las matemáticas alrededor de los 16 años y optar por asignaturas de humanidades.

Así que ¿cuál es la respuesta para estudiantes como los de LaGuardia que no soportan las matemáticas?

Sandra Nagy, directora de la Escuela de Diseño Futuro, una empresa con base en Toronto, Canadá, que trabaja con escuelas y profesores en Estados Unidos y Canadá para desarrollar currículos que promuevan el desarrollo de habilidades y el aprendizaje experimental, está de acuerdo con el profesor Shlyakhtenko en que la mayor parte de los problemas con las matemáticas se derivan de cómo se enseñan: como un concepto abstracto e inaplicable.

«No estamos haciendo que sea relevante [para los estudiantes] así que se descartan como buenos o malos para las matemáticas», dice. «Es la falta de confianza lo que lleva a los chicos a pensar de esa manera».

Cuando los estudiantes preguntan a los profesores por qué les están enseñando algo, «la respuesta no debería ser ‘porque tienes que saberlo», añade. Los esfuerzos se centran en que las escuelas les den una respuesta.

Nagy cita la alfabetización financiera básica como un ejemplo primordial del valor de las matemáticas. Pero también destacó la importancia duradera de perseverar con los temas difíciles.

Hay un valor, dice, en pedir a un chelista con un don innato que estudie algo que no se le da tan bien de forma natural.

Así que incluso para un futuro ganador de un Óscar, todavía pueden tener cabida las matemáticas.

«No tengo claro que todos los chicos tengan que aprender cálculo avanzado o álgebra lineal», dice Nagy.

Pero «si van a convertirse en el próximo actor o cantante más famoso, van a necesitar saber cómo contar su dinero».

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/que-se-debe-hacer-con-los-estudiantes-que-odian-las-matematicas/619988

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Corea del sur: La universidad que enseña relaciones sentimentales, amor y sexo

Asia/Corea del sur/13 Junio 2019/Fuente: El país

Las plazas ofertadas en un curso universitario en Corea del Sur se ocupan en solo tres minutos. En el país asiático un alto porcentaje de jóvenes no tiene pareja por decisión personal

Haciendo acopio de toda su gallardía, un joven surcoreano propone a una compañera de clase pasar la tarde juntos. Los dos tortolitos caminan juntos al salir de clase, compartiendo sonrisas tímidas y una conversación vacilante. Es posible, incluso, que en algún momento sus manos lleguen a rozarse. Podría parecer una cita, y lo es, pero por encima de todo es un examen, final y práctico, para una asignatura llamada Género y cultura. Gracias a este curso, impartido en la Universidad de Sejong, Seúl, los alumnos pueden aprender todo —o casi todo— lo que hay que saber sobre relaciones sentimentales, amor y sexo.

Los datos más recientes del Instituto Coreano de Salud y Asuntos Sociales (KIHSA) llevan a pensar que la pasión es una lección que necesita un repaso. En 2018, el país tuvo el número de matrimonios más bajo de los últimos 46 años. Una encuesta realizada por este organismo entre solteros de 20 a 44 años indicaba que solo un 26% de los hombres y un 32% de las mujeres tenían pareja, y para la mayoría se debía a una decisión personal. A los jóvenes coreanos les cuesta encontrar a su media naranja, quizá por eso esta actualización académica del Ars Amatoria sea tan popular: todas las plazas ofertadas para la clase se ocuparon en menos de tres minutos. La sabiduría de Ovidio, como corresponde a un clásico, es universal y atemporal.

Las raíces de este celibato generalizado se hunden en la profundidad socioeconómica. El primero de los factores es un mercado laboral muy competitivo. La tasa de desempleo en Corea del Sur, un 3,8%, se eleva —por anecdótica que parezca en latitudes mediterráneas— a máximos de los últimos 17 años. Para los menores de 30 años, esta cifra casi se triplica. Según un sondeode la firma de recursos humanos JobKorea, solo uno de cada diez estudiantes que se gradúan el próximo mes ha encontrado trabajo a tiempo completo.

Han Heehyeon, de 22 años de edad y habitante de Seúl, cree que su situación profesional tiene mucho que ver con el hecho de que esté soltera: “Cuando estás en la universidad es mucho más sencillo conocer gente nueva, pero cuando estás trabajando ya no tanto. Además, ahora debo concentrarme en hacer las cosas bien. Mi salario ahora mismo es bastante bajo, pero si trabajo con dedicación y esfuerzo es posible que en uno o dos años pueda empezar a ahorrar”.

Esta encrucijada es un lugar común para los millennials, un colectivo generacional para el que la precariedad laboral obstaculiza la planificación a largo plazo y la estabilidad económica que requiere formar una familia. Bae Jeong-weon, la profesora que imparte Género y cultura, desea que su asignatura incida en esta cuestión, por ello uno de los deberes que encarga a sus alumnos es preparar el presupuesto de un matrimonio. En la cita final, además, no pueden gastarse más de 10.000 won, el equivalente de 7,5 euros.

En el caso de las mujeres, la seguridad es otro elemento muy relevante. La violencia sexual ha aumentado en Corea del Sur desde hace varios años. Según datos de la Agencia Nacional de Policía, en 2017 se registraron 32.000 denuncias por este motivo, el doble de las 16.000 de 2008. La lacra social que supone la violencia de género crece especialmente rápido: los casos han pasado de 9.000 en 2016 a 19.000 en 2018. “Hace poco una chica fue asesinada por un hombre en la estación de Gangnam, muy cerca de donde trabajo”, rememora Heehyeon. “Paso por allí a diario y siempre pienso que podría haber sido yo. Por eso nunca quedaría con alguien que hubiera conocido en Internet, solo saldría con un chico que ya conociera de antes”.

Todos estos factores son más o menos comunes a los de cualquier país moderno, pero hay otros que afectan a Corea del Sur de manera específica. Uno de ellos es el servicio militar obligatorio. Los varones de entre 18 y 28 años reciben instrucción militar durante casi dos años. “Diría que el 90% de las parejas que conozco rompieron cuando el chico tuvo que hacer el servicio militar. Unos pocos lo intentaron, pero durante esos meses es muy complicado mantener el contacto, ya que los reclutas tienen un horario muy estricto. Al final acaba siendo como estar saliendo con una persona imaginaria. Y si lo logran y continúan juntos cuando él vuelve, la presión para el chico es enorme porque la chica le ha esperado durante dos años, lo que a veces acaba siendo fatal. Es muy complicado. Pero, a pesar de todo, algunas parejas lo intentan”. Heehyeon decidió no hacerlo.

Cuando se le pregunta si asistiría al curso Género y cultura, Heehyeon duda, pero acaba respondiendo: “Para ser sincera, la verdad es que no. Puedes aprender algo de la clase, pero creo que es mejor salir, conocer gente y ver cómo funcionan las cosas en distintas situaciones”.

Los dos alumnos vuelven a casa contentos. Nunca sabremos si la cita se cerró con un beso: eso no forma parte del programa académico.

Fuente: https://elpais.com/internacional/2019/06/03/mundo_global/1559563111_235117.html

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España: Sin exámenes y sin títulos. En esta escuela los alumnos deciden cada día qué quieren aprender

Europa/España/13 Junio 2019/Fuente: El país

Un grupo de emprendedores y expertos crea en Barcelona un programa piloto para que la innovación deje de ser un fenómeno minoritario y se extienda a todo el sistema educativo

En esta escuela de Barcelona no hay ni aulas, ni exámenes, ni asignaturas. Tampoco profesores, ni al terminar se consigue un título. Se llama Learnlife y es el nuevo proyecto de innovación educativa que se ha asentado en la ciudad. El resumen suena muy parecido a lo que decenas de centros innovadores están haciendo en todo el mundo, también en España. Excepto que esto no es una escuela y desde aquí se quiere revolucionar por completo la educación en todo el mundo.

Se trata, en realidad, de un laboratorio y centro de operaciones que un grupo de emprendedores y expertos en innovación ha abierto en Barcelona para cocinar lo que será el aprendizaje del futuro. Su propósito es de lo más ambicioso: empujar a escuelas y Gobiernos de todo el planeta para que la innovación educativa sea una realidad y no solo un tema con el que rellenar horas de conferencias y páginas de libros. En la próxima década quieren llegar a 100 millones de niños y 100.000 centros educativos. Todo desde este espacio piloto que han creado en Barcelona para mostrar al mundo lo que ya es posible hacer hoy.

Son las 11 de la mañana y un grupo de adolescentes está enfrascado en sus cuadernos y sus portátiles. No hay filas de pupitres ni un profesor dirigiendo el aula. El espacio en el que estudian, amplio y diáfano, era apenas un par de horas antes escenario de una clase de yoga y ahora se ha reconvertido en una zona de recogimiento y concentración. Es la hora de matemáticas, aunque aquí lo llamannumeracy. Sobre uno de los bancos azules, Mila, de 15 años, practica álgebra. “Nunca he entendido las mates bien, estoy intentándolo porque realmente las voy a necesitar en el futuro”, explica. En lugar de llegar a clase y escuchar la lección que toca ese día, ella misma es quien ha decidido que el plan de estudio para hoy es hincarle el diente a las fracciones.

A su lado, un profesor la acompaña a ella y al resto de alumnos. Aunque como en el caso de las matemáticas, ni el profesor se llama profesor ni los alumnos son alumnos. Él es un guía de aprendizaje y ellos, learners o aprendices. Cada uno ha creado su propio plan de estudio para los próximos dos días y trabajan en ello de forma independiente. Con la máxima de que todo lo que aprenden tiene que estar conectado con algo que les interese. En el caso de Mila, que quiere ser bailarina profesional, ha elegido el álgebra porque cree que va a ser útil en general para su vida. Su ejemplo encierra lo que en este laboratorio se está cocinando como el nuevo paradigma de la educación: un aprendizaje que el propio estudiante dirige, con una clara aplicación en la vida real y en el que siempre tiene que haber un propósito concreto.

“El objetivo es ayudar a crear innovación a nivel mundial para que cualquier escuela en el mundo pueda pasar a la acción”, resume Christopher Pommerening, uno de los fundadores del proyecto, del que también es impulsor el experto en innovación educativa Stephen Harris. “Cajas” es la palabra que, de forma recurrente, utiliza para explicar el porqué de Learnlife. La escuela está llena de ellas, dice. Una para las asignaturas. Otra para los grupos divididos por edades. Otra para los exámenes. Otra para los títulos… Una concepción compartimentada que, en su opinión, conduce a la estandarización.

“En 2030, la automatización se habrá comido 800 millones de empleos. Pero al mismo tiempo, todavía promocionamos sistemas educativos estandarizados con exámenes estandarizados. Es la combinación perfecta porque precisamente lo que mejor se puede automatizar es lo que está estandarizado”, argumenta. “Todos los niños que salgan de la escuela en la próxima década con una mente estandarizada se van a encontrar en el callejón sin salida más grande de la historia”.

El reto es, por lo tanto, darle la vuelta a la educación en todo el mundo en apenas una década. “No tenemos más tiempo”, apremia. La idea surgió hace cuatro años, cuando Pommerening y su esposa buscaban guardería para el mayor de sus hijos. Se dieron cuenta de que la educación en su Alemania natal apenas había cambiado desde sus años en el colegio. Al echar un vistazo a su alrededor, detectaron que era un problema común en todos los sistemas educativos. “En los últimos 30 años, el mundo y la sociedad han dado un gran salto hacia delante, pero la educación no. Hay una desconexión cada vez más grande”.

A falta de sistemas innovadores, decidieron buscar escuelas innovadoras. Crearon un grupo de 40 expertos —entre los que figuran, por ejemplo, el psicólogo Alfredo Hernandola diseñadora Rosan Bosch y el chef Ferran Adrià— y viajaron a más de un centenar de escuelas en 40 países para trazar el mapa de la innovación educativa en el mundo. Tras un año y medio de investigación, llegaron a dos conclusiones. La primera, que había toda una batería de metodologías y escuelas innovadoras ya en marcha, pero desconectadas las unas de las otras. Y la segunda, que en la inmensa mayoría de los centros educativos el principal freno a la innovación es que no hay una idea clara de hacia dónde se quiere llegar con ello.

“Pongamos el ejemplo de las escuelas Montessori”, explica Pommerening. “Son proyectos fantásticos que, sin embargo, solo han llegado a unas 14.000 escuelas en todo el mundo. ¿Por qué? Porque son modelos de aprendizaje ya estructurados. Pero si tú ya tienes tu propio proyecto, muchas veces choca”. ¿El antídoto? Crear una caja de herramientas llena de ingredientes para que cada escuela componga su propia receta innovadora. La clave es ofrecer recursos accesibles y escalables para que la innovación no sea cosa solo de unas cuantas miles de escuelas, sino de los dos millones que hay en el mundo.

Por el momento, Learnlife ha abierto una plataforma online, que pretende ser abierta y colaborativa, con los resultados de su investigación. Es un repositorio con 25 metodologías y un catálogo de buenas prácticas con ejemplos concretos de qué se puede hacer ya para innovar en el aula. El problema, como en cualquier debate sobre innovación educativa, es pasar de la teoría a la práctica. “Si solo es una cuestión de hablar, de leer libros o de ver la siguiente TED Talk sobre innovación, es muy bonito pero después no pasa nada. La comunidad educativa necesita hechos”, explica Pommerening.

Y los hechos, en su caso, se han materializado en un espacio de 1.200 metros cuadrados, en pleno Eixample de Barcelona, en el que 40 adolescentes llevan varios meses aprendiendo. Un piloto en el que aplicar ese nuevo paradigma de la educación que huye de lo estandarizado y que pretende demostrar cómo serán las escuelas del futuro, pero a fecha de hoy.

Este primer grupo de aprendices lo componen adolescentes que o bien tenían dificultades por sus altas capacidades o bien venían de casos de fracaso escolar. No se les separa por edades, aunque a la hora de trabajar con ellos sí se les distingue por fases de aprendizaje. La teoría sobre la que se apoya el proyecto es que hay que pasar de la actual estandarización que prima en la educación a un concepto de aprendizaje autodirigido. Sin embargo, en el camino es necesario pasar primero por la fase de la personalización, en la que el debate educativo lleva un tiempo enfrascado, y después por la cocreación, en la que el alumno diseña su camino de aprendizaje con la ayuda de un guía o mentor.

Tres alumnos de Learnlife practican acrobacias.
Tres alumnos de Learnlife practican acrobacias. CONSUELO BAUTISTA

Así, en la hora de numeracy, el grupo de alumnos que todavía necesitan ese acompañamiento trabaja en un taller sobre cómo construir una silla. Aprenden sobre volúmenes, pero también sobre finanzas y presupuestos pues tienen que optimizar el uso de materiales y calcular cuánto cobrarían por entregarla. En el mismo espacio, un taller maker en el que lo mismo se puede trabajar manualmente con maderas que con máquinas CNC, Gerard avanza por su cuenta en su proyecto de diseñar su propia impresora 3D. Está a punto de cumplir los 16 años y ya está buscando inversores.

En línea con ese afán por eliminar las cajas en las que se ordena cada pequeño aspecto de la educación, aquí no hay inicio ni fin de curso, sino ciclos de tres meses en los que cada alumno emprende su propia “aventura de aprendizaje”. Todo gira en torno a un proyecto personal que cada joven tiene que definir. El aprendizaje se va construyendo en torno a ese proyecto, aunque de forma equilibrada para que todos lleguen a un mínimo de conocimientos y competencias que Learnlife ha establecido tras examinar los currículums de sistemas educativos de todo el mundo.

En el caso de Gerard, su proyecto personal es diseñar esa impresora 3D. Antes de entrar, él ya tenía clara que esa era una de sus pasiones, pero lo normal es que los chavales lleguen aquí sin tener ni idea de lo que quieren hacer. Ayudarles a descubrirlo es la espina dorsal de este modelo educativo, con el que se pretenden atajar cifras preocupantes, como ese 17,9% de abandono escolar temprano en España o el 80% de estudiantes de Bachillerato que no saben qué hacer con su futuro. “Aquí tenemos niños de 12 años que saben perfectamente dónde van. Si confían en sí mismos, el mundo es una autopista para ellos”, asegura Pommerening.

Cada estudiante decide cuánto tiempo quiere pasar en Learnlife. Una de sus aprendices pasó con ellos seis meses hasta que descubrió lo que quería estudiar en la universidad, mientras que Gerard espera estar allí al menos hasta los 18 y después, “ya decidiré”. Sus padres están preocupados porque no va a recibir un título una vez que termine (aunque algunos alumnos sí se sacan secundaria en paralelo). “El objetivo no es el bachillerato, o la universidad, o algo que te marcas a 10 años”, argumenta Pommerening. “El objetivo es cómo aprendo hoy. Es crear autoconfianza y propósito: es la gran diferencia entre aprender para los demás o para el sistema y aprender para mí”.

Y lo mismo que no se entregan diplomas, tampoco hay exámenes al uso. Se hace una evaluación llamada 360 grados en la que se huye de cualquier aspecto que suene a comparación o competencia. Y se trabaja en fomentar la autorresponsabilidad de cada joven. “Tenemos por ejemplo un listado en el que ellos se autoevalúan del uno al cuatro en 50 competencias numéricas”, explica Adrià Balcázar, uno de los guías de aprendizaje, ingeniero con experiencia docente en un colegio concertado. “Lo más interesante es que se ponen más o menos el mismo valor que les pondríamos cualquiera de los guías”.

Esa filosofía no es fácil de encajar. Sobre todo porque se construye al margen del sistema educativo oficial. En Learnlife utilizan un símil tecnológico para explicar que este piloto va dirigido a los early adopters, ese grupo que se pirra por la última novedad digital. Tampoco es apto para cualquier bolsillo: la matrícula cuesta 800 euros al mes. ¿Cómo puede servir entonces de paradigma para cualquier escuela, pública o privada, sin importar sus recursos? Sus responsables señalan que la base del proyecto no es una única receta de innovación, sino un conjunto de herramientas para que cada centro defina su propia fórmula.

El próximo paso es crear 200 centros de este tipo en todo el mundo —el siguiente en la lista será en Ruanda, el año que viene— que sirvan para conectar toda una red de innovación. Para ello, acaban de conseguir tres millones de euros en una ronda de inversión. En su punto de mira sitúan a los Gobiernos. Ya están en conversaciones con departamentos de educación de varios países y quieren que esta red innovadora dé el empujón final para alcanzar ese punto de no retorno en el que la innovación educativa deje de ser algo minoritario para convertirse en la norma. “Queremos demostrar que esto no es una utopía. Existe, es sostenible, funciona y tiene mucho más sentido que cualquier cosa que estamos viviendo ahora”.

MÁS DE 1.000 CENTROS INTERESADOS

El próximo curso, Learnlife va a empezar a probar los resultados de su investigación con más de 1.000 escuelas de 16 países. Desde hace seis meses, han abierto ya sus puertas a centros educativos y profesores llegados de Nueva Zelanda, Australia, Suecia, Estados Unidos… que quieren saber qué se cuece en sus no-aulas.

Otro de los planes a corto plazo pasa por convertirse en un apéndice de los colegios de Barcelona. Quieren ofrecerles su espacio para que cualquier profesor pueda llevarse a su clase un día entero allí, para probar nuevas metodologías y dinámicas en un entorno que nada tiene que ver con el de un aula convencional.

En la escuela Momo, con un proyecto muy similar para primaria e infantil, ya se han fijado en ellos y han empezado a aplicar algunas de sus prácticas. Su responsable, Marisa Blanco, ha hecho además un doble camino, pues su hija Alejandra, de 12 años, ha comenzado a estudiar en Learnlife. No le da miedo que, al finalizar, no haya ningún título. “No veo que estemos en lucha con el sistema educativo, a nivel de competencias vamos muy de la mano con los currículums oficiales. Decimos cosas muy parecidas, lo diferente es el cómo se lleva a cabo”.

Imagen tomada de: https://ep01.epimg.net/economia/imagenes/2019/06/11/actualidad/1560269031_164897_1560269884_noticia_normal.jpg

Fuente: https://elpais.com/economia/2019/06/11/actualidad/1560269031_164897.html

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Innovación Educativa: El Neuroneoliberalismo Pedagógico Político

Miguel Andrés Brenner 

Facultad de Filosofía y Letras/Universidad de Buenos Aires

¿Cuál es el problema fundamental de la escuela pública?

¿Qué no da respuestas al mercado?

¿No habría que plantear el interrogante a la inversa:

que el mercado dé respuestas a las necesidades de las comunidades, de los pueblos? ¿Sería una incongruencia?

Resumen

Innovación educativa, tecnologías de la información y la comunicación, aprendizaje por proyectos-colaborativo-significativo, pensamiento computacional, programación, robótica, neurociencia, entre otras, son categorías que importan en el presente histórico neoliberal capitalista para reformar la escuela. ¿Hasta qué punto son puertas hacia la reforma del sistema educativo que requiere el mundo actual? ¿Hasta dónde la escuela es subsumida en el plexo político y económico señalado? ¿En qué medida el espíritu de la época desemboca hasta en una neuroética que, independientemente del logro de sus objetivos, marca una fuerte tendencia a una dominación al estilo Matrix? El mundo empresario presiona fuertemente para desechar una escuela creada en el siglo XIX, con profesores del siglo XX y alumnos del siglo XXI, latiguillo lingüístico frecuentemente esgrimido en los discursos epocales. ¿Qué respuestas ofrecemos a dicha problemática?

Sumario

  • Introducción

  • Innovación educativa

  • ¿Qué es lo disruptivo?

  • Aprendizaje colaborativo

  • Transmisión de la información

  • Aprendizaje significativo: para quién

  • Aprendizaje significativo: desde dónde

  • Aprendizaje significativo: con quiénes

  • Aprendizaje significativo: su apoteosis

  • Cómo pensamos: otra mirada

  • Aprendizaje significativo y neurociencia

  • Ramas de la neurociencia

  • Neurociencia: mito y colonización

  • Neuroética

  • Conclusiones

Introducción

Aprendizaje basado en proyectos, aprendizaje colaborativo, aprendizaje significativo, programación, robótica, pensamiento computacional, neurociencia, son núcleos conceptuales para comprender el significado de la innovación educativa. Sin embargo, no ameritan interpretarse en sí mismos, mas bien importa su contextualización dentro de un sistema económico capitalista de base financiero-especulativo-parasitario, globalizado y neoliberal, colonizador y depredador. Desde ahí, valga el desarrollo del presente texto.

Innovación educativa

Ya es una verdad de Perogrullo afirmar que el sistema escuela se encuentra en una severa crisis. Es redundante bucear por los tantos escritos y exposiciones, al respecto. Entre otras y variadas críticas desde el punto de vista estrictamente pedagógico, valga señalar algunos pocos ítems: mera transmisión de contenidos, aplicación cuando correspondiere, copiar y pegar, ocultamiento del cuerpo, reiteradas reformas educativas con efecto distorsionante en el acto de educar, etc.

Son los patrones neoliberales pedagógicos quienes vienen a ofrecer la solución al problema con la denominada educación “disruptiva”. Esta última noción significa “ruptura brusca”: provocar una ruptura educativa con respecto al estado actual bajo la pretensión de crear. Importa aclarar que en el mundo ningún sistema educativo, como sistema, adopta todavía la educación disruptiva. Hay experiencias puntuales en mayor o en menor grado y la tendencia a incorporarla en el currículo oficial. Por ejemplo, en el caso de Argentina, se prevé oficialmente que a septiembre de 2020 se encuentre incorporada a los curriculares de todos los niveles educativos y de todas las jurisdicciones.1 Tengamos en cuenta que el Instituto Nacional de Formación Docente – INFOD- de Argentina depende de la Secretaría de Innovación y Calidad Educativa, considerando que el primer término, “innovación”, hace precisamente a la educación disruptiva.

Todas las “conferencias” y/o similares apuntan a mostrar que lo que hacen los docentes no corresponde al siglo XXI, generándoles un grado de culpabilidad por cuanto “individualmente”, y con las propias meras fuerzas, es imposible modificar un “sistema” educativo según los requerimientos de la educación disruptiva/innovadora.

Podría afirmarse que en primer lugar a lo que se apunta es a “ablandar” la mentalidad de los docentes en función de la aceptación de la ineptitud de lo que enseñan para que los alumnos aprendan según el nuevo mandato, pero esto último, si bien, cierto grado de verdad tiene, adolece de una explicación más certera. ¿Por qué? En principio habría que “ablandar” la mentalidad para una aceptación crítica2 de la educación disruptiva a quienes organizan y administran el sistema educativo, a quienes ejercen las políticas educativas y a sus técnicos, objetivo tal aún no planteado por cuanto requeriría modificaciones sustanciales en cuanto a normativas y presupuestos, siendo que ningún Estado realmente está dispuesto a soportar en la actualidad el financiamiento, en tal sentido, para todos los habitantes en edad escolar. Entonces, son los intelectuales orgánicos con mentalidad empresaria a quienes se les asigna la tarea de “ablandar” a cada uno, individualmente, de los docentes. Y, si se realiza algún cambio en pro de una educación disruptiva es para algunos sectores de elite o bien como “parche”. En el primer caso, beneficiando a los mejores posicionados en la distribución del ingreso nacional, quienes son los que a futuro se incorporarán a trabajos escasos y altamente competitivos que requiera el mercado, con fuerte implicancia del pensamiento computacional -eminentemente tecnológico/operativo- que no es la base para interpretar crítica y creativamente problemas éticos o políticos o sociales o económicos o para el simple disfrute de una lectura textual o icónica o para pensar en el propio proyecto de vida de tipo comunitario; en el segundo caso, como simulación, por cuanto en “odres viejos- parches nuevos” son inoperantes (valga el ejemplo de solicitar a los docentes que trabajen en ABP – aprendizaje basado en proyectos cooperativamente-, pero sin asignarles ni tiempos pagos ni espacios materiales a tal efecto y más grave aún, sin haber formado a la camada docente, lo que requiere de tiempos pedagógicos que exceden los tiempos político partidarios y/o que excede la presión por la constante maximización de tasas de ganancias de las empresas, en particular de las que venden servicios educativos). Entonces, de ahí lo “disruptivo” en calidad de “brusco”3, por lo que aparece un serio interrogante: siendo la escuela un ámbito de la cultura, que tiene a ser “conservadora”, ¿es lícito y posible, acaso, realizar cambios bruscos?4, ¿cuál sería su efectividad o resultado?

¿Qué es lo disruptivo?

Ejecutar una transformación en los espacios educativos a través de cinco supuestos nudos: aceptar que lo que enseñamos no es lo que los estudiantes aprenden, cambiar las dinámicas de poder, habitar el aula, pasar del simulacro a la experiencia, dejar de evaluar para pasar a investigar5. En tal sentido, las TICs – tecnologías de la información y la comunicación – son comprendidas como las que propiciarían el avance y el cambio en la educación actual. Asimismo, se apoya un mundo productivo, con la ayuda de dichas TICs, la Inteligencia Artificial, Internet, cibernética y neurociencia, que se entrelazan, fusionándose con la educación y el trabajo dentro del presente capitalismo neoliberal.

Según sus mentores, se trata de una nueva metodología que conlleva una serie de cambios desde la administración de los recursos hasta las prácticas pedagógicas en el aula, significando abordar de manera interdisciplinaria los contenidos curriculares, asumiendo un diseño de programación abierto y flexible, lo que determina una nueva forma de aprender, no formal, más autónoma y autogestionada, pero más ajustada a la ubicuidad6 de lo que representan los avances en el denominado mundo del trabajo. Sus mentores también sostienen que se han realizado algunas7 investigaciones que han demostrado la efectividad de este estilo de trabajo, especialmente en lo referido al desarrollo de las habilidades cognitivas, en el uso de estrategias de aprendizaje de nivel superior, en el logro de habilidades socioafectivas y en el aumento de la autoestima social, entre otras.

El aprendizaje disruptivo hace referencia a aquel aprendizaje que es adquirido mediante internet y e-learning (campus virtual). El educando pasaría a ser el centro de la formación al tener que autogestionar su aprendizaje, con ayuda de tutores y compañeros. Entre las características más destacadas del e-Learning8:

  • Desaparecen las barreras espacio-temporales. Permite un aprendizaje ubicuo9, personalizado.

  • La formación es flexible. La diversidad de métodos y recursos empleados, facilita la adaptación a las características y necesidades10 de los estudiantes.

  • El estudiante es el centro de los procesos de enseñanza-aprendizaje y participa de manera activa en la construcción de sus conocimientos, teniendo capacidad para decidir el itinerario formativo más acorde con sus intereses.

  • El educador, pasa de ser un mero transmisor de contenidos a un tutor que orienta, guía, ayuda y facilita los procesos formativos.

  • Los contenidos son actualizados. Las novedades y recursos relacionados con el tema de estudio se pueden introducir de manera rápida en los contenidos, de forma que las enseñanzas estén totalmente actualizadas.

  • La comunicación entre los participantes es constante gracias a las herramientas que incorporan las plataformas e-Learning (foros, chat, correo-e, etc.).

Andreas Schleicher, Director de Educación y Capacitación y asesor especial sobre Políticas de Educación en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), París, Francia, nos muestra una problemática generalizada a la que habría que dar respuestas superadoras en tanto afirma lo siguiente: “En promedio, en los países de la OCDE, la cuarta parte de los docentes consideran que la innovación hace una diferencia, pero la mayoría restante considera que las aulas son ambientes hostiles a la innovación. Debemos cambiar esto y desarrollar una cultura emprendedora que premie y reconozca la innovación, el uso de la tecnología y que proporcione entornos donde los docentes puedan aprender de los demás —y con ellos—para construir las nuevas pedagogías que nos permitirán avanzar con el aprendizaje de los alumnos.”11 La problemática que muestra Andreas Schleicher es que el e-Learning no es habitual en los países de la OCDE.

Tengamos en cuenta que, además, hay otras categorías caras a esta concepción, tales como el “aprendizaje colaborativo” y el “aprendizaje significativo” dentro del “aprendizaje basado en proyectos”12.

Aprendizaje colaborativo

En el aprendizaje basado en proyectos la idea de trabajo colaborativo es muy interesante, sin embargo, valga preguntarse acerca del por qué el tan remanido uso lingüístico en nuestras del enunciado “en el aula mando yo”, como si dicho aula fuera un espacio privado y no público. ¿Cuáles son las condiciones normativas de posibilidad de la praxis implicada? En un sistema donde el ámbito de la labor docente padece de una muy fuerte prescripción que limita la libertad, la colaboración es accidental. Si la colaboración no acontece en el trabajo de maestros y profesores, difícilmente se dé con la frecuencia requerida dentro de la camada de los alumnos y de manera integral. Ejemplifiquemos el caso de la conocida “articulación vertical y horizontal” curricular en el viejo y actual sistema educativo, que significa un modo de trabajo cooperativo, cuyo resultado es siempre un deseo frustrado en mayor o en menor medida. ¿Por qué no se parte de un diagnóstico que señale las causas de tal frustración a efectos de no volver a incurrir en la misma?, ¿y cómo es posible que el slogan “los alumnos son protagonistas de un aprendizaje significativo” se haga realidad cuando los curriculares son fuertemente prescriptivos y dependen, no accesoriamente, del soporte en papel “bajado” como normativa o de un soporte digital elaborado por empresas de servicios educativos? ¿Cómo es posible el aprendizaje colaborativo, significativo y basado en proyectos en los países cuyos Estados no fomentan en tiempos y espacios laborales escolares ese mismo aprendizaje a nivel docente? Hay un dicho popular que dice “nadie da lo que no tiene”.

Transmisión de la información

Otra falacia es que los docentes no deben transmitir la información que se encuentra en la internet. Lo que sí debieran hacer es orientar a los alumnos a buscar información, ayudarlos a criticarla, a seleccionarla, a organizarla y aún a crearla. El problema radica en que: a) Analfabetismo. La mayor parte de los sectores populares no tiene un dominio aceptable de la propia lengua instituida como oficial, por lo que es una incógnita el buscar información y entenderla, mientras que son analfabetos en la lectura e interpretación de textos y de imágenes audiovisuales; b) Analfabetismo crítico. La casi totalidad de los alumnos no aprendió en la escuela a pensar críticamente – en particular desde las propias condiciones de vida -, mientras que fuera del ámbito escolar es subsumida dentro de una información caótica, fragmentada y escueta al modo “me gusta”/ “no me gusta” que limita el ámbito de la conversación o de la palabra dialogal (donde se mezclan la Biblia y el calefón, la verdad y la mentira); c) Enseñanza-aprendizaje como copiar y pegar. La tan señalada críticamente transmisión de la información por parte de los docentes, en especial en la escuela primaria, no es cierta, pues existen pocos docentes capaces de transmitir dicha información durante los sesenta minutos de una clase o por cuanto hay docentes que transmiten información dialogalmente con los alumnos o por cuanto la enseñanza en gran parte del tiempo áulico se ha trastocado en un activismo pedagógico-grupal donde predomina el “copiar y pegar”, en tanto se silencian las “voces” de los alumnos, quienes se convierten más en escribientes que ya no pronuncian su propia palabra; d) Olvido de que el medio es el mensaje13. Pensar críticamente supone la formación de un marco teórico crítico donde no se disocian el “qué” del “cómo”, donde no se disocian los contenidos de las habilidades, pero en el modelo de la educación disruptiva no importa el “qué”, sino el “cómo”, y ese “cómo” apunta solamente a la “operatividad” dentro de soluciones tecnológicas, donde sí puede haber algún tipo de pensamiento crítico, aunque supeditado a los algoritmos o secuencias y a los recursos materiales disponibles. Recordemos que habilidades sin contenidos son ciegas, mientras que contenidos sin habilidades son vacíos. Recordemos que, en el espíritu de Paulo Freire, hay preguntas que no debieran soslayarse: ¿para qué?, ¿con quiénes?, ¿contra quiénes?, ¿a favor de quiénes?

Y dichas preguntas, pues el mercado requiere nada más que de un pensamiento operativo. Por ello se alude, desde las neurociencias como mitos, al “cerebro que piensa” y no al ser humano histórico/espacialmente contextualizado que piensa, pues “pensar con pasión/ críticamente” en las condiciones de existencia puede ser disruptivo para los intereses del mercado y aún disruptivo para los mismos.

Aprendizaje significativo: para quién

Entonces, ¿cuál es el sentido del aporte de tantas empresas, fundaciones, ongs, etc. para la promoción de la educación disruptiva?: a) “formar” según los valores del poder hegemónico vigente a los futuros trabajadores de un mercado altamente competitivo, que siempre es excluyente; b) cooptar una cuantiosa cantidad de dinero de las arcas públicas en retribución del “servicio” que ofrecen a la educación pública (obviamente, también de las escuelas privadas de elite, pero son más cuantiosos el dinero de los Estados destinados a la educación pública); c) garantizar la hegemonía desde el punto de vista económico y político.

Mas, variadas problemáticas surgen: a) no hay evaluaciones pedagógico didácticas con rigor científico pertinente; b) no hay políticas de evaluación de las políticas de la llamada “innovación educativa”, dentro de una escuela pública que carece de medios tecnológicos; c) en múltiples oportunidades no hay plantillas de docentes estables formados en tal sentido que garanticen una continuidad, amén de que se apuesta demasiado en dispositivos y poco en la formación del profesorado, según el español Jordi Ardell14.

Aprendizaje significativo: desde dónde

Se afirma que el 35% de los actuales empleos desaparecerán en dos décadas. Es un porcentaje genérico y aproximativo, pero probablemente real. Ahora, es una cifra promedio, la dispersión o variación standard se dará según el mercado lo requiera en cada región o país. Obviamente, lo requerirá más en Corea del Sur o en ciertas regiones de los EE.UU. que en las regiones o países subyugados colonialmente. Conste que, también, dentro de un mismo país hay un Norte y un Sur, como categorías políticas. Así, por ejemplo, en las condiciones actuales, la mayor parte de la población infantil y adolescente de la Provincia de Misiones y la de Jujuy en Argentina (donde también hay Norte y Sur), que vive en la pobreza y aún en la miseria, estará excluida de dicho perfil. Es por eso que ningún sistema educativo nacional invertiría cuantiosas sumas de dinero para generalizar una educación disruptiva en sujetos-alumnos que no manejan la propia lengua considerada “oficial” y que estarán excluidos del mercado laboral, fenómeno pertinente a la mayor parte de la población mundial en tanto se encuentre excluida social y económicamente.

Pero, insistamos en el núcleo acerca del problema fundamental: el analfabetismo de la mayor parte de nuestros pueblos en el mundo, ya que la mayor parte de los sectores populares aún no han ingresado en la era de Gutenberg: leer y comprender un texto15. ¿Y si no han ingresado en dicha era, qué sentido tiene que ingresen en la era digital? ¿Y cómo pueden ingresar en la era digital si no saben comprender un texto? Comprender un texto en la actualidad implica algo más complejo que a inicios del siglo XX. Esa alfabetización incluye también como prioridad la alfabetización simbólica en los códigos de las imágenes audiovisuales. Ahí radica el problema fundamental: la alfabetización integral.

Es por ello la necesidad de declarar la emergencia educativa nacional. El Estado Nacional, y no el Mercado, debe ser el principal impulsor de la alfabetización integral, y todos los demás proyectos supeditados a la misma, aún el de la educación en las TICs.

No es cuestión decirles no a las tecnologías de la información y la comunicación, porque también el mercado de trabajo existe, también sus demandas laborales, pero no debe ser la forma prioritaria de educación, mas bien debe integrarse a una educación que parta de la crítica de las condiciones de existencia de los sectores populares y en tal sentido vale el conocimiento disciplinar e interdisciplinar. Además, “…el modelo para el futuro previsible debe ser uno que vea al maestro humano como el agente central, ayudado por la tecnología, en lugar de poner a ésta en el asiento del conductor y permitir que el maestro funcione simplemente como un conserje y una niñera.”16

Aprendizaje significativo: con quienes

Las políticas asistenciales (alimentación, planes, etc.) por cuanto son de emergencia, si se extienden en el tiempo, constituyen un sujeto popular inválido, cuyo “bastón” lo ofrece el Estado, y que no se alimenta material y espiritualmente de sus propias fuerzas en comunidad. Aquellas contrarrestan todo tipo de renovación o reforma escolar en serio, no meramente proclamada como tal. ¿Y cómo se entiende el aprendizaje significativo en quienes no encuentran en el espacio escolar un motivo para aprender a pensar la propia praxis asistencialista a la que son sometidos y que instituyen subjetividad?

¿Y cuál es al aprendizaje significativo valorado en los presentes discursos pedagógico/ políticos?

Aprendizaje significativo: su apoteosis

El positivismo de Augusto Compte entiende la realidad desde la forma de pensarla, en tal sentido incurre en un idealismo -mal que les pese dicha interpretación a sus detentores-, donde todos los problemas de la realidad se resolverían no transformando las condiciones de existencia sino pensándola desde los parámetros de las ciencias naturales, en particular la física, en el Siglo XIX. Algo similar acontece, salvadas las distancias, a partir de las versiones espurias o “mitos” de ciertas neurociencias en el Siglo XXI. Mientras en el siglo XIX la ciencia apuntaba al manejo de la realidad objetual desde la física, en el siglo XXI se apunta al manejo de la realidad subjetiva, en particular, según el pensamiento computacional.

El pensamiento computacional requiere de la codificación o escribir instrucciones para una computadora, los algoritmos implican la codificación y pueden ser ejecutados por una máquina. Según el Banco Mundial17, “… los cursos de codificación se pueden utilizar para ayudar a los estudiantes a desarrollar habilidades para que puedan ‘pensar de forma algorítmica’ y participar en el llamado ‘pensamiento computacional’…”, “…el pensamiento computacional es una forma de resolver problemas, diseñar sistemas y comprender el comportamiento humano que se basa en conceptos fundamentales para la informática …”

Según el Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires (2019), Argentina18: “En las Escuelas Primarias de la Provincia se implementa el Plan Provincial de Robótica Educativa que ofrece nuevas oportunidades de enseñanza y aprendizaje a los alumnos, y los forma para que puedan formarse en un contexto de cambio permanente, en el cual las habilidades relacionadas a las tecnologías digitales son fundamentales para el desarrollo, la inclusión social y la construcción de conocimiento.” “La propuesta se asienta sobre la base del Pensamiento Computacional como una lógica de trabajo que favorece la implementación de actividades creativas y colaborativas entre los estudiantes para desarrollar la capacidad de resolver problemas de la vida cotidiana.” “En tanto que la Programación está orientada al desarrollo en los estudiantes de una serie de habilidades de abstracción y operacionalidad para diseñar y escribir una secuencia de instrucciones en un lenguaje determinado que pueda ser entendido y reproducido por un autómata.”

Desde aquí, valga la siguiente pregunta: ¿debemos pensar siempre al modo de una computadora o es una instancia más que debe procesarse desde un ser humano (persona-social) que ama, llora, padece, ansía, que se cuestiona, problematiza, se posiciona políticamente, que padece la exclusión en aras a las tasas de ganancias de un capitalismo neoliberal que involucra a gran parte de la humanidad? Más aún, en particular para esa gran parte de la humanidad, ¿es el pensamiento computacional (programación y robótica) el que desarrolla la capacidad de resolver problemas de la vida cotidiana, donde lo que importa es diseñar y escribir una secuencia de instrucciones en un lenguaje determinado que pueda ser entendido y reproducido por un autómata, mientras, digamos, sufre hambre “de todo”? ¿Importa solamente la racionalidad instrumental?

Todo pensamiento no debiera ser operativo, ni el modelo del pensar en función de soluciones tecnológicas requeridas por el mercado; debe reconocerse como una forma, pero no la prioritaria, y contextualizada dentro de un pensamiento crítico que trascienda la praxis. Así, Beatriz Fainholc (2018)19 pregunta si solo programando con lenguaje código se “innova” o mejora la situación de des-adecuación educativa de hoy. “Existen muchas incógnitas a enfrentar, que parecen no resolver los serios problemas (algunos no nuevos) de la algoritmización de la vida digital contemporánea”, afirma la autora, especialista en tecnología educativa. Se trata de resolver problemas, utilizando entre otras metodologías la del ABP (aprendizaje basado en proyectos), no solo a través de la programación.  La enseñanza no debiera orientar a los estudiantes prioritariamente a “pensar computacionalmente”. Además, a partir de Fainholc, preguntamos: ¿Se podrá enseñar y aprender a tomar distancia, con reflexión crítica del marco de presión social, lo que significa que niños, jóvenes y adultos usen Facebook, Twitter, Instagram y otros, todos softwares/entornos digitales, con mensajes muchos de post-verdades, amén de otras intencionalidades no explicitadas desde el poder hegemónico?

La literatura educativa neoliberal y los congresos o jornadas con dicho espíritu hacen de las tecnologías de la información y la comunicación la panacea del sistema educativo, y muy conocido es el latiguillo de que los alumnos son del siglo XXI, los docentes del siglo XX y la escuela del siglo XIX, con un fortísimo sesgo tecnocrático (fundado en las tecnologías vigentes en cada época y no en sus proyectos políticos), en la consideración de que los próximos futuros empleos20 desecharán los modos productivos actuales y la necesidad de formar ya para el “mundo del trabajo”. Así, también, desde el Ministerio de Educación de Argentina (2017) y el plan Aprender Conectados se sostiene21: “Desde el plan Aprender Conectados, entendemos que la alfabetización digital también tiene que integrar nociones sobre los lenguajes de las computadoras, sobre cuya base están construidos los contenidos fundamentales de nuestra sociedad, particularmente aquellos ligados a los consumos culturales de niños y jóvenes. En este marco, tanto la programación y la robótica como el pensamiento computacional resultan relevantes para el aprendizaje: al comprender sus lenguajes y su lógica en la resolución de problemas, los alumnos se preparan para entender y cambiar el mundo.” Es decir que la alfabetización digital y los lenguajes de las computadoras son la base de “los contenidos fundamentales de nuestra sociedad”, y en particular correspondería a los consumos culturales de las nuevas generaciones, no importa que gran parte de la humanidad padezca hambre y exclusión, que padezca del deterioro inducido del medio ambiente por las ambiciones del capital, no importa sus condiciones miserables de vida a la que se encuentra expuesta. Y el mismo documento citado aclara: “Es por eso que la programación resulta una disciplina fundamental en la educación contemporánea. Al comprender sus lenguajes y su lógica en la resolución de problemas, los alumnos se preparan para entender y cambiar el mundo.”22 Ahora, una pregunta nos invade: ¿cómo desde una lógica binaria (verdadero o falso, 0 vs 1), propia de la matemática, puede entenderse y cambiar el mundo vigente cargado de contradicciones políticas, sociales y económicas, entre otras, más aún, en una época donde lo que predomina fuertemente es la manipulación y el lucro?23 Hogan y Sellar nos advierten, en tal sentido, el accionar de la empresa Pearson – compañía multinacional de origen británico especializada en servicios/mercancías educativos- que ofrece datos a las grandes empresas tecnológico digitales, implicadas con los grandes centros de poder económico y político del mundo. Valga aclarar que Pearson también elaboró y evaluó las pruebas PISA24 2015 y 2018. Pearson es el creador del diario The Financial Times en Londres, año1888, quien vende el paquete accionario a una firma japonesa en el 2015, con el mismo sesgo ideológico; una reciente edición del diario opta por el gobierno de Mauricio Macri en contra de Cristina Kirchner y el peronismo, opción valorativa que, de alguna manera, con seguridad, incide en la producción de los servicios educativos de Pearson25.

Ahora bien, nos preguntamos cómo juegan las humanidades en el pensamiento computacional, por ejemplo, la filosofía. ¿Cómo se relacionan con la noción de competencias26, que aluden a una racionalidad tecnológica? La noción de competencia se encuentra ligada fuertemente a la acción. Lo que importa es aprender a hacer, adquirir destrezas con la finalidad de ofrecer respuestas eficaces a los requerimientos del medio que, en primer lugar, es el del mercado. El problema no es el pensamiento computacional, mas bien el pretender reducir la mente humana a procesos algorítmicos y el cerebro al software. Desde esta perspectiva, entrevemos un serio problema: la exclusión en el mundo, que no solamente es social y económica, también digital y, más grave aún, la exclusión lingüística-comunicacional. Por otro lado, ¿no será, quizá, que las secuencias lógicas tan precisas, del pensamiento computacional y sus algoritmos como “modelo del pensar”, implican el espíritu de un nuevo panóptico? Ya no el panóptico de Bentham (Foucault), ya no el panóptico digital (Byung-Chul Han), sino el panóptico empírico neuroético, cuestión que explicitaremos más abajo.

Cómo pensamos: otra mirada

Y considerando el pensamiento científico, ya no meramente operativo/instrumental, ¿no habría, aún desde los criterios del pragmatismo, un modo más amplio de pensar? Obviamente que sí. Ya lo plantea John Dewey en su libro “Cómo pensamos”, “How we think”, publicado en el año 1910 que, sin incurrir en críticas hacia el mismo, podemos sintetizar de la siguiente manera:

JOHN DEWEY (1998: 10, 13)27. “Lo que constituye el pensamiento reflexivo es el examen activo, persistente y cuidadoso de toda creencia o supuesta forma de conocimiento a la luz de los fundamentos que lo sostienen y las conclusiones a las que tiende.” “Para ser auténticos seres pensantes debemos estar dispuestos a mantener y prolongar (el) estado de duda que constituye el estímulo de la investigación rigurosa, así como no aceptar ninguna idea ni realizar ninguna afirmación positiva de una creencia hasta que no se hayan encontrado las razones que la justifiquen.”

Enfatizamos las siguientes ideas: poner en duda toda creencia o supuesta forma de conocimiento, aunque no solamente ello, además prolongar el estado de duda hasta que no se hayan encontrado las razones que la justifiquen. Existe una opción diferente al dogmatismo de las actuales pedagogías neoliberales, donde ni el pensamiento operativo ni los requerimientos del Mercado son puestos en duda.

El criterio de Dewey resulta ser diferente a la lógica de los algoritmos: “técnica/procedimiento/ método para resolver un problema mediante una serie de pasos lógicamente definidos, precisos y finitos, donde cada paso indica la acción a realizar sin criterios de interpretación.”28

Veamos una síntesis muy escueta acerca del pensar según el modelo científico en el texto “Cómo pensamos” de Dewey, quien se inscribe en el optimismo epocal hacia la ciencia como motor del progreso social dentro de la finalidad de la formación de ciudadanos democráticos/participativos, motivo tal que pesa con mucha fuerza en toda su obra:

  1. Encontrar el problema: consideración de alguna experiencia actual y real del niño.

  2. Identificación de algún problema o dificultad originados a partir de esa experiencia. Definir el problema

  3. Identificación de datos disponibles, así como búsqueda de soluciones viables. Establecer posibles soluciones.

  4. Formulación de la hipótesis de solución.

  5. Analizar las consecuencias

  6. Comprobación de la hipótesis por la acción.

Dewey aclara que éste es un modelo teórico, pero en la práctica puede sufrir varianzas. Por otro lado, la perplejidad siempre atraviesa o es transversal a todos los momentos hasta la comprobación de la hipótesis por la acción, aunque dejando explicitado que la duda o perplejidad trasciende a dicha comprobación, porque es condición del pensar para el progreso siempre mantener un espíritu de incógnita. Además, hay que considerar siempre la prioritaria concepción del fin de la educación que le asigna, donde se encuentra ausente el perfil economicista/mercantil, el del mercado, en virtud de que posee una fuerte impronta política, la del aprendizaje de una ciudadanía plena, mediante la participación en la vida democrática.

Aprendizaje significativo y neurociencia

¿Y qué decir del mencionado aprendizaje significativo más arriba señalado? Según Labath, Luis (2015)29, “El aprendizaje significativo se construye al relacionar los conceptos nuevos con las experiencias previas, por lo que modificar el cerebro con una inteligencia mayor es una manera de proyectarse rápida y acertada, seleccionando la información valiosa y descartando la inútil, debida cuenta que esa información crea redes, las redes crean inteligencia y todo este proceso es un desarrollo constante, teóricamente infinito, donde la combinación de cien mil millones de chips de memoria hacen posible una sabiduría increíble. Contar con conocimientos es igual a pensar; es vincular la información que tiene valor y significado a través del estímulo del cerebro para comprender mejor y encontrar con mayor rapidez la información valiosa, precisamente, a través de la inmediata capacidad de interconexión neuronal y el fácil proceso del pensamiento, la extensión de la conectividad y el desarrollo de la inteligencia humana.” Obviamente, no podemos olvidar a David Ausubel30, para quien el aprendizaje significativo es un tipo de aprendizaje en que un estudiante asocia la información nueva con la que ya posee; reajustando y reconstruyendo ambas informaciones en este proceso. Pero, valga aclarar que, en la actualidad, y considerando la llamada “innovación educativa”, dicho aprendizaje posee una fuerte impronta de la neurociencia. El problema a mencionar es qué es lo que tiene valor y significado, cuando “el cerebro en-sí” no existe, existen miembros personas-sociales constituidas desde múltiples variables, sean económicas, sociales, culturales, políticas, raciales, de género, etc.

El cerebro no piensa, es el ser humano que lo hace, donde subyacen intereses y motivaciones. En el ámbito escolar, son los alumnos quienes piensan. Ya lo decía Federico Nietzsche, “no hay hechos sino interpretaciones”; podemos parafrasearlo diciendo “no hay informaciones sino interpretaciones”, salvo que se pretenda que cada información sea de modo universal. Ciertamente, hay que considerar los intereses y motivaciones de los alumnos, aunque valga el interrogante de si aquellos pueden fundamentar y explicar las razones de sus intereses y motivaciones, que son fuertemente impregnados por sus condiciones de vida y por una realidad mediática donde no es fácil discriminar entre noticias e informaciones verdaderas o falsas, alumnos que son, como sus docentes, totalmente analfabetos en la lectura e interpretación crítica de las imágenes audiovisuales, en especial las propias de las redes digitales y, más aún, si la base de todo conocimiento radica en lo emocional, epifenómeno del inconsciente.

José Antonio Castorina, en cuanto a lo que hace a las neurociencias, diferencia entre los estudios serios, como aporte a la investigación, de los “mitos” 31; cabría decir, de los discursos espurios científicamente en tanto vacíos epistemológicamente o ideológicos (falsa conciencia). Hay una “confusión intelectual… al afirmar que los procesos neurológicos serían condiciones necesarias y suficientes para el aprendizaje. Ellos son necesarios, pero nunca suficientes para el logro del aprendizaje y la enseñanza, porque no impiden que haya otras condiciones necesarias, como los contextos institucionales de la actividad educativa, y que éstos se extiendan más allá del aula. Pensar que el impacto de la desigualdad social o simbólica sobre el desarrollo depende de una inherente inhabilidad neurológica es una equivocación, provocada por la aversión de tantos científicos ‘naturalistas’ a las condiciones sociales y se debe a una manera circular de pensar, cuando se interpreta el alcance de los datos.”32

Veamos algunas ramas de la neurociencia, donde se mezclan la Biblia y el calefón.

Ramas de la neurociencia

De manera inorgánica presentamos algunas ramas de las neurociencias, tal como se las promociona actualmente:

  • Neuroética

  • Neuropsicología

  • Neuromedicina

  • Neuroderecho

  • Neuroeducación

  • Neurofilosofía

  • Neuroteología

  • Neuromarketing

  • Neuropolítica

  • Neurotecnología

  • Neurosociología

  • Neuroantropología

  • Neuroastronomía

  • Neuroestética

  • Neuromúsica

  • Neuromagia

  • Neuroeconomía

  • Neurogusto (desde la cocina)

  • Neuroimaginería

  • Neurofarmacología

  • Neurociencia afectiva

  • Neurociencia del comportamiento

  • Neurociencia celular

  • Neurociencia clínica

  • Neurociencia cognitiva

  • Neurociencia computacional

  • Neurociencia cultural

  • Neurociencia del desarrollo

  • Neurociencia molecular

  • Neuroingeniería

  • Neuroimagen

  • Neuroinformática

  • Neurolingüística

  • Neurofisilología

  • Paleoneurología

  • Neurociencia social

  • Neurociencia de sistemas

  • Neuropediatría

  • Neuropolítica

  • Neuroecologismo

  • Neuroguerra

  • Neuroaprendizaje

  • Neuroantropología

  • Neuroemocional

  • Neurohistoria

  • Neuroambiental

  • Neurofisiología

  • Neurofinanzas

  • Neuroanatomía

  • Neurofarmacología

  • Neuroendocrinología

  • Psiconeuroinmunología

  • Neurotecnología

  • Neurolingüística

  • Neurosexualidad

  • Neurohipnosis

  • Neurogimnasia

  • Neurofeminismo

Neurociencia: mito y colonización

Ahora bien, si entendemos un “cerebro universal”, independientemente de las condiciones témporo/espaciales, de las condiciones económicas, culturales, políticas, sociales, de género, etc., subsumimos al mismo en la mirada desde el Norte-Político, con lo que acaece una nueva colonización. Y más aún, por cuanto las investigaciones, al respecto, y en tanto espurias, se realizan en ámbitos sesgados tal cual pueden ser los laboratorios, las experimentaciones, la observación que tiende a cuantificar y medir, descontextualizando toda interpretación de lo humano con el grave peligro de su manipulación. Afirma Zemanovich, Perla (2017): “Las investigaciones en neurociencias tienen que ver con hallazgos de laboratorio. El problema es que no pueden trasladarse sin más sus resultados a las prácticas educativas, cuyo aquí y ahora implica el cruce témporo-espacial de una multiplicidad de variables que inciden en la constitución de la persona-social, donde inciden los deseos, las razones, las biografías singulares que animan las acciones de los sujetos. Los experimentos neurocientíficos eluden las concretas realidades escolares: relaciones de poder, clima institucional, distribución de tiempos y espacios, condiciones laborales y salariales, edilicias, etc.”33

Aún más, desde este tipo de neurociencia, en tanto fundamento del conocimiento de lo humano, la “alteridad” no entra en juego en función de la constitución básica del sujeto persona, pues se parte del cerebro-individuo, concepción individualista que remontamos al siglo XVIII con el liberalismo político y el liberalismo económico.

Neuroética

Y aquí nos involucramos en otro problema, dato no de menor importancia: la aparición del “panóptico empírico neuroético”. Pareciera una incongruencia la simbiosis entre empiria y ética, entre experimento singular de laboratorio y principios éticos. Sin embargo, existen investigaciones cuya tendencia es la de “gestionar las conductas éticas” de los seres humanos, y de ahí el término panóptico empírico neuroético, que hasta suena mal al oído, tato del filósofo como del científico. Sin embargo, independientemente de sus logros efectivos en el tiempo, lo que importa es la tendencia hacia la apoteosis de la manipulación, propia de un sistema cuyo espíritu es el Mercado dentro del neuroneoliberalismo, que incide en todos los ámbitos y también, por ende, en el pedagógico, por lo que en un reciente trabajo hemos mentado el concepto “neuroneoliberalismo capitalista fascista”34.

Veamos.

Nos dice Aram Aharonian que la nueva generación de comunicación móvil 5G significa una profunda transformación, pues será 40 veces más rápida que la del 4G actual con un significativo aumento del volumen de datos comunicados, un acceso de “puerta trasera” en la red mediante el cual se puede espiar a todo el mundo, incluso a los espías.35

Si apelamos a la neuropolítica, al decir de María Pocoví, importa el uso de esas nuevas tecnologías para leer la mente. El objetivo es influir en las elecciones electorales de las personas. Se usa el reconocimiento facial de emociones y el eye tracking (rastreo ocular) para entender cómo la gente siente en la vida real y en tiempo real. Existe un software que captura emociones de cualquier rostro (tristeza, felicidad, sorpresa, asco, miedo, ira). La idea es hacer una predicción mucho más precisa del comportamiento del consumidor midiendo las llamadas seis emociones universales y, en el caso de la neuropolítica, haciendo una predicción mucho más precisa del comportamiento del votante. Se usan algoritmos para comprender lo que revelan las microexpresiones. Si, por ejemplo, uno está viendo el video de una campaña política y sonríe en un momento dado, y está mirando ese contenido en un laptop o en un celular cuya cámara puede registrar los movimientos faciales, los algoritmos son capaces de detectar lo que un individuo podría estar pensando en base a lo que revelan esos gestos.36

Insistiendo en la cuestión, Europa ha desarrollado el Proyecto Cerebro Humano (The Human Brain Project HBP-) cuyos principales promotores son la multinacional estadounidense International Business Machines Corporation (IBM), el gobierno de Suiza y el Dr. Henry Markram, responsable del proyecto, quien anunció públicamente que puede crear el primer cerebro artificial en 2020. Las hipótesis se refuerzan por investigaciones que hacen pensar que IBM, la principal organizadora del Proyecto Cerebro Humano, ha realizado experimentos con humanos en la construcción del chip neuromórfico TrueNorth. Según Salinas Flores, David (2016)37: Cada chip tiene 1 millón de neuronas y 256 millones de sinapsis que están interconectadas a través de los circuitos. Además, con esta configuración, el NS16e demostró ofrecer una gran velocidad de procesamiento de datos con un bajo consumo, así como la capacidad de aprendizaje o la toma de decisiones según unos parámetros al igual que hace el cerebro humano.38 Es una supercomputadora del tamaño de una estampilla o timbre postal (3 cms de ancho) y el peso de una pluma que consume lo mismo que un audífono, que permite emular la capacidad de sentido de los seres humanos.39 El dispositivo se podría incorporar en gafas que permitirían a los no videntes recibir información en tiempo real, o en audífonos para que los que no pueden escuchar. En magnitudes más grandes, el chip sería muy útil para rastrear víctimas en una tragedia.40 El chip consta de 1 millón de neuronas digitales que hablan entre sí a través de 256 millones de sinapsis (la sinapsis neuronal es la zona de transmisión de impulsos nerviosos eléctricos entre dos células nerviosas -neuronas- o entre una neurona y una glándula o célula muscular).41 Al decir de Salinas Flores, D. (2016) existen experimentaciones con seres humanos: “La ausencia de tecnología apropiada para desarrollar el HBP refuerza la hipótesis de la experimentación ilícita con humanos. Existen varias evidencias que refuerzan esta sospecha antiética y forzada experimentación con seres humanos.”

Así, en el contexto de la manipulación de datos, se propone que toda la vida ética tiene una base cerebral que determina los actos éticos. De ahí, la neuroética. “…nuestros cuatro principios de auto-creatividad, no obsolescencia, empoderamiento y ciudadanía establecen una neuroética más allá de lo normal, que está mejor preparada para un futuro en el que los seres humanos y sus sociedades van mucho más allá de lo normal.”42

Desde el Proyecto Cerebro Humano – Human Brain Project -HBP- se pretende indagar en el pensamiento con la posibilidad de su manipulación. Obvio, los objetivos que se exponen de ese Proyecto son bondadosos, pero en manos de quienes manejan los hilos del ejercicio del poder son muy peligrosos para la condición humana. Entonces, el panóptico de Bentham (Foucault) y el panóptico digital (Byung-Chul Han) quedarían muy limitados, en tanto panópticos, con la aparición de un nuevo panóptico, el “panóptico neuroético empírico” o panóptico cerebral (leer el cerebro y manipular su forma de pensar), bases para un neurofascismo impresionante.

En los Estados Unidos de América, el equipo liderado por el investigador en nanotecnología Robert Freitas Jr. del Institute for Molecular Manufacturing de Palo Alto, California, sugiere que una interfaz cerebro/nube (Human Brain/Cloud Interface o B/CI), será posible muy pronto gracias a los inminentes avances en nanorrobótica. Según estos investigadores, la próxima generación de nanobots se adentrará en el campo de las neurociencias y navegará por el sistema vascular humano, cruzará la barrera hematoencefálica y se posicionará entre las neuronas e incluso dentro de las células nerviosas. Ese grupo afirma que dicha corteza en la nube permitiría la descarga de información al estilo «Matrix»43 al cerebro. «Un sistema B/CI mediado por neuralnanorobóticos podría permitir a las personas tener acceso instantáneo a todo el conocimiento humano acumulativo disponible en la nube… La tecnología B/CI también podría permitirnos crear un futuro «sistema central global» que conectaría redes de cerebros humanos individuales y la Inteligencia Artificial para permitir el pensamiento colectivo.44 Lo cual también puede enmarcarse en la “Neuroguerra”, ya que se afirma que la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de la Defensa de Estados Unidos (DARPA, por sus siglas en inglés Defense Advanced Research Projects Agency45) tiene la finalidad de desarrollar un programa de construcción del “guerrero perfecto” con tecnologías de punta en neurociencias, informática y robótica.46

Desde los considerados realizados, ¿puede llegar a plantearse una ética universal basada en el cerebro? Adela Cortina (2010) diferencia entre bases cerebrales (como pueden existir bases psicológicas, sociológicas, culturales, etc.) del fundamento ético universal, que excede a todo tipo de base. “… si tomamos el vocablo en la … acepción… como neurociencia de la ética, entonces parecemos estar anunciando una auténtica revolución, porque la neurociencia nos proporcionaría el fundamento cerebral para una ética normativa, el conocimiento de los mecanismos cerebrales nos permitiría por fin aclarar científicamente qué debemos hacer moralmente. Con lo cual, como se ha dicho en alguna ocasión, los filósofos quedaríamos condenados al paro.”47

El texto de Adela Cortina es muy interesante, pero adolece de una limitación, quizá por su formación personal: la del no abordaje explícito del ejercicio del poder hegemónico económico-político como condición de posibilidad del surgimiento de la neuroética.

Existen investigaciones muy concretas de seres humanos de carne y hueso que realizan tareas costosas monetariamente, que carecen generalmente de fondos personales a tal efecto, y que son subsidiados o por gobiernos o por fundaciones o por empresas, las que destinan fondos para fines según sus propios intereses. ¿Serán estos últimos meramente altruistas o para el ejercicio del poder económico? La respuesta es obvia, la segunda alternativa. Además, cabría preguntarse por qué la compulsión en “divulgar” las novedades de ciertas neurociencias, cuando los científicos, en general, hablan por sus descubrimientos o invenciones o resultados obtenidos. Seguramente habrá una intencionalidad política, en el sentido de mostrar a las neurociencias48 como núcleo de todas las ciencias humanas, en función de lo que denominamos neuroneoliberalismo capitalista fascista.

Conclusiones

Deambulamos desde la innovación educativa hasta la neuroética. Ese tipo de innovación y ese tipo de neurociencia marcan el espíritu de una época. Nuestras preguntas fueron formuladas considerando el problema educativo en el contexto de un capitalismo que produce escasez y miseria en tal magnitud que entrevé la necesidad de la manipulación “total” del ser humano. Es por ello que hablar de una reforma o innovación educativa descontextualizada y deshistorizada resulta una manera de no pretender comprender el drama de nuestro presente.

El motivo que subyace a todo el texto es el de la escuela negada como escuela popular, con la constante pregunta acerca del problema fundamental de la escuela pública.

¿Cuál es el problema fundamental de la escuela pública? ¿Qué no da respuestas a los requerimientos del mercado? ¿No habría que plantear el interrogante a la inversa: que el mercado dé respuestas a las necesidades de las comunidades, de los pueblos? ¿Sería una incongruencia? Aceptamos que el segundo interrogante es más pertinente que el primero, aunque difícilmente viable dentro de la economía política actual. No negamos que haya que dar respuestas a las innovaciones tecnológicas del mundo empresario, pero intentando que sean dentro de los intereses de nuestros pueblos, no supeditados a los intereses de lucro de un capitalismo que, en el tren de sus objetivos, busca la manipulación total del ser humano. Consideramos la imperiosa necesidad de una profunda e intensa alfabetización crítica en la comprensión y producción de textos escritos y orales, en la alfabetización simbólico crítica de las imágenes audiovisuales, de las redes digitales, y siempre a fin de dar respuestas justas y solidarias al padecimiento de nuestros pueblos.


1  Argentina es el primer país de Latinoamérica en incorporar contenidos de robótica y programación desde el nivel inicial hasta el secundario. “El objetivo principal del programa es la alfabetización digital y el uso de herramientas digitales por parte de los alumnos de los niveles inicial, primario y secundario del país. Estos contenidos desarrollados son para acompañar los objetivos de educación digital, programación y robótica que deben recibir los estudiantes. A nivel Nación se establece un mínimo, y en septiembre del año que viene cada jurisdicción del país debe presentar una currícula en la que el aprendizaje de estos contenidos ya esté incorporado”, describió María Florencia Ripani, Directora Nacional de Innovación Educativa.

2 Si real y efectivamente fuera una “aceptación crítica”, se abandonarían los parámetros neoliberales.

3 https://dirae.es/palabras/disruptivo (consulta: 22/05/2019)

4 Aparece un modelo de índole economicista, pertinente a la “reingeniería” en el ámbito de la administración de empresas. Es “…una reformulación fundamental y un rediseño radical de los procesos administrativos para lograr mejoras dramáticas en los críticos niveles de desempeño actuales que presentan variables tales como costo, calidad, servicio y rapidez.” Hammer, Michael & Champy, James (1994: 32). “Reingeniería. Olvídese lo que usted sabe sobre cómo debe funcionar una empresa. Casi todo está errado”. Grupo Editorial Norma. Santa Fe de Bogotá, Colombia.

5 Acaso, María (2018). Conferencia: “Del suspenso al suspense: defendiendo el aprendizaje como un lugar para la pasión”

http://ciie.itesm.mx/es/httpciie-mxspeakerdeb-masters/maria-acaso/ (consulta: 31/05/2019)

6 Fidalgo, Ángel (2013). “El aprendizaje ubicuo se suele definir como el que se produce en cualquier lugar y momento; la tecnología ubicua (informática cercana a la persona, por ejemplo, un móvil) potencia considerablemente este tipo de aprendizaje.” https://innovacioneducativa.wordpress.com/2013/05/13/que-es-el-aprendizaje-ubicuo/ (consulta: 24 de mayo de 2019)

7 En negrita y cursiva, nuestro: o sea, solamente “algunas” investigaciones; supuestamente que fueren válidas, sus conclusiones no deben ser ampliadas, sin más, a todo el universo sistema educativo.

8 Centro de Formación Permanente de la Universidad de Sevilla. https://cfp.us.es/e-learning-definicion-y-caracteristicas (consulta: 2-05-2019)

9 Ejemplos de tecnología ubica son los de “Uber” y “Airbnb”.

10 La mención a las “necesidades”, ¿serán, por ejemplo, a la de los menores de edad explotados en las tarefas de la Provincia de Misiones? (Empleo en negro y casi esclavo, viviendas precarias, falta de acceso a los servicios básicos, trabajo infantil y otras problemáticas deben soportar de manera cotidiana los tareferos o cosechadores de la yerba mate de Misiones)

13 Parafraseamos libremente la expresión de Marshall McLuhan: “el medio es el masaje”.

15 Aún bajo el mismo formato de la llamada lengua “oficial”.

18http://www.abc.gov.ar/Mas-alumnos-de-primaria-aprenden-robotica-y-programaci%C3%B3n (consulta: 24/05/2019) Comentario: en la Provincia de Buenos Aires, el título preciso es Dirección de Cultura y Educación, que equivale al de Ministerio de Educación.

23 Hogan, Anna y Sellar, Sam (2019). “Pearson y el aprendizaje de futuras generaciones: lucrar con los datos sobre el alumnado.”

https://www.unite4education.org/es/uncategorized/pearson-y-el-aprendizaje-de-las-futuras-generaciones-lucrar-con-los-datos-sobre-el-alumnado/ (consulta: 10/04/2019)

24PISA. Programa Internacional para la Evaluación de los Estudiantes. Programme for International Student Assessment.

26 Hay quienes, en el ámbito de la educación, identifican el término competencias con la propuesta de Noam Chomsky. Aquí hay un error, pues contextualizado la cuestión. dentro de las presentes políticas neoliberales, la misma se origina en la Comisión SCANS (Secretary’s Commission on Achieving Necessary Skills, Comisión de la Secretaría para el Logro de las Competencias Necesarias). “En junio de 1991 el Departamento del Trabajo de los Estados Unidos dio a conocer el reporte de la Comisión Secretarial para la Adquisición de las Habilidades Necesarias denominado ‘Lo que el trabajo requiere de las escuelas. América 2000’. Esta Comisión se creó con la finalidad de examinar las demandas que plantea el trabajo en el futuro próximo y si los jóvenes son capaces de enfrentarlas.” http://www.empresaescuela.org/links/requiere.pdf (consulta: 25/05/2019); http://www.academicinnovations.com/report.html (consulta: 25/05/2019).

27 Dewey, John (1998). “Cómo pensamos. Nueva exposición de la relación entre el pensamiento y proceso educativo.” Buenos Aires, Editorial Paidós.

28 Fainholc, B. (2018) Ib.

29 Labath, Luis María (2015). “Neurociencia del conocimiento y aprendizaje significativo.” https://es.sott.net/article/37166-Neurociencia-del-conocimientos-y-el-aprendizaje-significativo (consulta: 18 de mayo de 2019)

30 Hay preguntas que valen la pena realizar: ¿Acaso, todo tipo de aprendizaje, en que un estudiante asocia la información nueva con la que ya posee, es considerado valioso en el currículo o depende de los criterios políticos de quienes lo elaboran, donde el conocimiento por aprender está ya pre-establecido? ¿Cómo se interpretan las limitaciones para trascender a otro tipo de aprendizajes, que incluyen habilidades y conocimientos diversos? ¿Es en la práctica el aprendizaje significativo como una especie de cárcel que impide procesos de interculturalidad, es decir, que impide trascender de unos modos culturales a otros?

31 Castorina, José Antonio (2016). “La relación problemática entre Neurociencias y educación. Condiciones y análisis crítico.” Propuesta Educativa Número 46 – Año 25 – Nov. 2016 – Vol2 – Págs. 26 a 41. http://www.propuestaeducativa.flacso.org.ar/archivos/dossier_articulos/103.pdf (consulta: 30/11/2018)

32 Castorina, J.A. Ib.

33 Zemanovich, Perla (2017). “Neurociencias cognitivas y educación.” https://conversacionesnecesarias.org/2017/07/18/neurociencias-cognitivas-y-educacion-interrogando-una-agenda-de-prioridades/ (Consulta: 23/05/2019)

34 Brenner, Miguel Andrés (2019). “De la educación emocional: el neuroneoliberalismo capitalista fascista.” https://www.alainet.org/es/articulo/198131 (consulta: 5/06/2019)

37 Salinas Flores, David (2016). “Proyecto cerebro humano: ¿existen experimentos secretos con humanos en Latinoamérica?” http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=273846452020 (consulta: 18/05/2019) “La IBM está realizando generosas y extrañas actividades en hospitales de Guadalajara: ha hecho importantes donaciones de computadoras a internos de dichos hospitales y está desarrollando ‘proyectos de aprendizaje’ en coordinación con organismos del sector educación del gobierno de México como ‘Sigamos Aprendiendo en el Hospital’ con módulos de cómputo entregados por la IBM denominados ‘Pequeño Explorador’.” Según Pressreader, algo similar ocurre en comunidades rurales del Ecuador.

https://www.pressreader.com/peru/diario-expreso-peru/20180802/282123522320959 (consulta: 1/6/2019). Algo que también reafirma Salinas Flores en el texto citado.

42 Shook, John y Giordano, James (2016). “Neuroética más allá de lo normal: habilitación del rendimiento y tecnologías autotransformativas.”

Cambridge University Press.

https://www.cambridge.org/core/journals/cambridge-quarterly-of-healthcare-ethics/article/neuroethics-beyond-normal/7F32C817D076DF0C3B428D5E6E511E68 (consulta: 18/05/2019)

43 Nos preguntamos acerca del por qué la película Matrix causa tanta sensación. ¿Acaso su significado más que mera ilusión se intuye como posibilidad?

47 Cortina, Adela (2010). “Neuroética: ¿las bases cerebrales de una ética universal con relevancia política?” http://isegoria.revistas.csic.es/index.php/isegoria/article/view/687/689 (consulta: 20/05/2019)

48 Obviamente, hacemos referencia a lo que Castorina señala como “mitos”.

Artículo enviado a la redaciión de OVE por su autor

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YouTube, las «gafas» a través de las cuales los adolescentes contemplan (y aprenden) el mundo

06 Junio 2019/Fuente: Marketing Directo

Aproximadamente la mitad de los adolescentes confiesa que YouTube desempeña un rol de primer orden en su aprendizaje en la escuela.

YouTube tiene un destacadísimo impacto en los más jóvenes(más aún del que cabría esperar a priori). No en vano, la célebre plataforma de vídeo de Google es el medio a través del cual los adolescentes se asoman al mundo (con todas las implicaciones, tanto positivas como negativas, que ello tiene).

Según un reciente estudio llevado a cabo en Alemania por el Consejo de Formación Culturalel 86% de los jóvenes de entre 12 y 19 años utiliza regularmente YouTube. En cuanto a uso sólo la app de mensajería WhatsApp logra situarse por encima de YouTube, que logra tomar la delantera tanto a Instagram (61%) como a Facebook (61%).

El informe pone de manifiesto que los sísmicos cambios que se están produciendo en el consumo de medios entre los más jóvenes tienen una influencia de primer orden en el ramo educativo.

Al fin y al cabo, “YouTube es un importante canal formativo y educativo que cambia de manera profundísima el panorama educativo”, sostiene Eckart Liebau, presidente del Consejo de Formación Cultural de Alemania.

Aproximadamente la mitad de los 800 adolescentes consultados por el Consejo de  Formación Cultural en el marco de su investigación no tiene prurito alguno en admitir que YouTube desempeña un rol vital en su aprendizaje en la escuela.

YouTube, un «profe» más a ojos de los adolescentes

El 70% de los adolescentes busca en la celebérrima plataforma de vídeo de Google vídeos aclaratorios sobre contenidos curriculares que no han comprendido adecuadamente en la escuela y se apoya asimismo en esta plataforma para hacer los deberes escolares.

En vista de la creciente importancia de YouTube en las aulas Anja Karliczek, ministra de Educación de Alemania, recomienda a los profesores, padres y alumnos aproximarse con saludable escepticismo al uso de este canal como plataforma educativa, ya que a veces el contenido al que ésta procura cobijo no es 100% exacto.

A fin de explotar adecuadamente YouTube como herramienta formativa los profesores deberían enseñar a sus alumnos a confrontar de manera crítica la información con la que allí se topan. Y para eso es imprescindible que los educadores sean también convenientemente formados en este ámbito, subraya Karliczek.

YouTube no es una plataforma 100% precisa a la hora de suministrar conocimientos, pero parece que los más jóvenes son perfectamente conscientes de estas deficiencias. No en vano, el 60% de los adolescentes demanda que en la escuela se reflexione de manera crítica sobre el uso de YouTube.

El pensamiento crítico a la hora de aproximarse a YouTube es absolutamente vital, sobre todo si tenemos en cuenta que dos terceras partes de los adolescentes admiten que a la hora de seleccionar los contenidos que consumen en este canal hacen suyas las indicaciones de sus influencers favoritos.

Fuente: https://www.marketingdirecto.com/digital-general/digital/youtube-gafas-traves-cuales-adolescentes-contemplan-aprenden-el-mundo

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