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Ocho cuentos indígenas para aprender a amar a nuestras lenguas madres

América del norte/México/27 Junio 2019/Fuente: mxcity

Aunque se diga poco hay muchos tipos de maternidad. Está la que es responsable de nuestra vida. Está la que controla esa fuerza maravillosa que ordena el caos, y hace que los ecosistemas funcionen. También está nuestra lengua, ese poder materno que hizo nacer las palabras en nosotros y nos permitió nombrar el mundo que nos rodea.

La lengua materna define lo que somos como individuos y como nación, por eso es muy afortunado presumir que México es uno de los diez lugares con más diversidad lingüística en el mundo. En este país se hablan más de 68 lenguas autóctonas con 364 variantes y según un estudio realizado por el INEGI, 6 millones de mexicanos se comunican en dialectos distintos al español.

Sin embargo, a pesar de tener esta enorme riqueza cultural, 60 de estos idiomas están en peligro de extinción debido a que por su complejidad no pueden ser registrados de forma escrita lo que hace casi imposible prevalezcan en el tiempo, y se puedan transmitir a nuevas generaciones.

Para evitar que nuestras lenguas madres se desvanezcan y difundir su importancia entre los capitalinos se ha creado 68 voces, 68 corazonesuna original iniciativa que se ha dado a la tarea de animar un nutrido grupo de relatos prehispánicos narrados en sus lenguas originarias, bajo la premisa “nadie puede amar lo que no conoce”

Cabe destacar que el objetivo principal de Sesenta y ocho voces va más allá de difundir la belleza y la importancia de la cultura prehispánica. Este proyecto busca preservar nuestras lenguas madres, quitar la discriminación que se genera entre muchos sectores de la sociedad y fomentar entre la población la importancia de cuidar las palabras nacidas aquí.

cuento

Fuente: Milenio 

Para su deleite y para festejar a la maternidad, hemos seleccionado ocho fabulosos cuentos indígenas escritos en nuestras lenguas madres, esperamos y disfruten este magnífico viaje por las raíces de México.

Cómo llegó el conejo a la luna

Cuento huasteco, San Luis Potosi

Antiguamente los hombres no tenían necesidad de trabajar con sus manos…”

La imagen de Prometeo

Cuento zapoteco, Oaxaca

“Un día el Dios del Rayo, pidió a la princesa zapoteca para esposa del príncipe…”

El chapulín del brujo

Cuento Yaqui, Sonora

“Hace mucho tiempo un árbol era profeta y le enseñó a los dioses que habría de llegar del norte un monstruo feroz…

Cuando muere una lengua

Poema náhuatl, Hidalgo

“Cuando muere una lengua, las cosas divinas, estrellas sol y luna; las cosas humanas, pensar y sentir, no se reflejan ya en el espejo…”

La última danza

Cuento maya, Yucatán

“Hubo una conversación con mi padre que un día atrapé dentro de mí…”

Muere mi rostro

Poeta totonaca, Puebla

“Los ríos mueren, las estrellas mueren, mis ojos morirán…”

El origen del sol y la luna

Cuento tseltal, Chiapas

Cuentan que hace muchos años, convencido de no pertenecer a este mundo un joven de nombre Xutil, pidió a su madre subir al firmamento…

Fue así como se creó el arcoíris

Cuento mazateco, norte de Oaxaca

“Cuentan que hace mucho tiempo había un hombre que se apenaba de su desnudez…”

Si quieres ver todos estos hermosos relatos y de esa manera entender el poder de no perder todas nuestras lenguas, te invitemos  que entres aquí 

Fuente: https://mxcity.mx/2019/05/ocho-cuentos-indigenas-para-amar-nuestras-lenguas-madres/

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Ignición y aprendizaje servicio

Por: Josep Maria Puig

El aprendizaje servicio no podrá generalizarse de manera sostenible si no logra construir una red local que conecte los diferentes actores implicados en los proyectos. Contamos con suficientes elementos para empezar a tejer estas redes.

Imaginad que tenemos un motor de combustión convencional, con combustible a disposición y un diseño que le permite transformar la energía química en energía mecánica. Lo tenemos acoplado a una caja con ruedas que llamamos coche, un sistema de carreteras para circular y la voluntad de hacer un viaje para conocer el país. Lo tenemos todo a punto para iniciar un recorrido estimulante, pero no podemos asegurar que lo conseguiremos. Para que el motor se ponga en marcha se precisa una ínfima pero esencial condición: una pequeña fuente de energía externa que encienda la mezcla de carburante y oxígeno. La ignición del motor depende de una chispa que desencadenará la combustión, que luego se mantendrá sin la presencia continua de la chispa inicial. La ignición es, pues, la acción de encender o activar un proceso.

El concepto de ignición se ha usado de manera metafórica para describir cómo un pequeño acontecimiento concreto actúa sobre las condiciones en que se encuentra un sistema y desencadena un cambio de gran alcance en su funcionamiento. Se ha aplicado a menudo en política para explicar revueltas a partir de una situación de malestar y de un hecho detonante. Pero también recientemente en neurociencia para estudiar la forma en que un grupo de células de un área local del cerebro afectan el funcionamiento global. Creo que la metáfora de la ignición nos sirve también para describir el reto principal que hoy nos plantea el aprendizaje servicio.

El aprendizaje servicio es una metodología educativa que combina el servicio a la comunidad con un conjunto de aprendizajes académicos y no académicos. De hecho, es más que una metodología, es también una filosofía de la educación y una manera de conectar los centros educativos y la comunidad. La historia del aprendizaje servicio en nuestro país atraviesa una primera época destinada a darlo a conocer y hacer las primeras pruebas, una segunda en la que se multiplican las experiencias y se convierte en política pública, y una tercera preocupada por arraigarlo de manera sostenible en pueblos, ciudades y barrios. Para explicar el reto que se nos plantea en esta tercera etapa, el concepto de ignición puede ayudarnos a entender las dificultades que encontramos y las posibilidades que tenemos en las manos.

El aprendizaje servicio no podrá generalizarse de manera sostenible si no logra construir una red local que conecte los diferentes actores implicados en los proyectos. En estos momentos contamos con suficientes elementos para empezar a tejer estas redes. Tenemos una idea clara de qué es el aprendizaje servicio, sabemos cómo incorporarlo en los centros educativos, hay experiencias de éxito sobre cómo las entidades sociales diseñan proyectos, se acumulan casos de cooperación entre centros y entidades, en algunas comunidades tenemos una normativa legal sobre cómo aplicar el aprendizaje servicio a la educación secundaria, se quiere extenderlo también a otras edades y otras situaciones educativas (por ejemplo, el ocio), hay técnicos de educación y municipales que tienen el encargo de impulsar el aprendizaje servicio, algunas administraciones municipales han expresado y hecho operativa una clara voluntad política a favor del aprendizaje servicio, tenemos educadores y otras personas que se han implicado más allá de su obligación para hacer posible el arraigo local de esta metodología y, por supuesto, contamos todavía con otros protagonistas dispuestos a trabajar por el aprendizaje servicio.

Sin embargo, tenemos dificultades para conseguir que estos elementos se conecten en una red local y consigan trabajar conjuntamente para definir proyectos, repetirlos, generalizarlos y darles continuidad. Volviendo a nuestra metáfora, contamos con el automóvil, el combustible y la voluntad de viajar, pero nos falta el empuje inicial: la ignición del motor para que comience la combustión y el movimiento. En el caso del aprendizaje servicio, tenemos suficientes elementos para construir y hacer funcionar una red que lo implante localmente con garantías, pero cuesta activar la red. La pregunta que nos hacemos es evidente: ¿Qué falta para conseguir que arranquen las redes locales de aprendizaje servicio? ¿Qué tipo de chispa conseguiría conectar y mover las redes? ¿Qué acciones conseguirían que los elementos a favor del aprendizaje servicio entren en ignición? ¿Cómo articulamos los elementos disponibles para implantar localmente el aprendizaje servicio?

Del mismo modo que un motor requiere una pequeña aportación de energía exterior para entrar en ignición y funcionar, los elementos de la red de aprendizaje servicio también necesitan una intervención exterior, limitada pero suficientemente intensa, que ayude a poner en marcha la red y que, una vez terminado el trabajo, pueda retirarse porque la red sola siga funcionando sin detenerse. Si queremos una red para el aprendizaje servicio, no podemos confiar en que disponer de los elementos sea suficiente para tenerla realmente operativa. Es necesario añadir una intervención singular que ayude a cohesionarla y que la active. Este es el camino que han recorrido las experiencias locales más exitosas.

Esta chispa o intervención exterior no es en una formación convencional centrada en impartir un curso, sino que actúa como un líder facilitador que, con técnicas propias del asesoramiento educativo, la acción comunitaria, la animación sociocultural o la intervención social, ayuda a que sean los actores locales los que vayan construyendo por sí mismos su red para el aprendizaje servicio. No es el momento de explicar los principios, las estrategias y las técnicas que pueden utilizarse para impulsar este proceso de empoderamiento de las fuerzas locales. Pero sí para afirmar que pueden ser la chispa que active la ignición de la red local del aprendizaje servicio. Por lo tanto, y para terminar, podemos formular la hipótesis que quisiéramos someter a debate: para activar una red local que arraigue y haga sostenible el aprendizaje servicio es necesaria una intervención temporal de personas externas que, actuando como líderes facilitadores, ayuden a activar y cohesionar las fuerzas locales a favor del aprendizaje servicio.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/convivenciayeducacionenvalores/2019/06/26/ignicion-y-aprendizaje-servicio/

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Arte, emociones y compensación educativa

Por: Pablo Gutiérrez del Álamo

Lunes por la mañana. Quedan muy pocos días ya para que el curso termine. Hace un día soleado, todavía no demasiado caluroso. Vamos de visita a un centro extraordinario, el ACE Asamblea. Se trata de un peqeño edificio antiguo, rodeado casi en su totalidad por descampados y zonas donde crecen hacia el cielo nuevas construcciones de vivienda de alquiler social. Está a pocos minutos andando de la Asamblea de Madrid, el parlamento autonómico, en el modesto barrio de Vallecas.

El ACE «escolariza» a un puñado de chicas y chicos, 26, 13 en Peluquería y otros tantos en Electricidad. La práctica totalidad tiene 15 años, aunque hay quien ha cumplido los 16. Un ACE es un aula de compensación educativa. Su trabajo, sobre el papel, trata de «garantizar la atención educativa y favorecer la integración escolar del alumnado, propiciando el desarrollo de las capacidades incluidas en los objetivos generales de etapa y hacer posible, en su caso, su incorporación a» la FP Básica o una UFIL, como mucho, la educación de adultos más adelante.

Aunque, claro, su trabajo va más allá de estos límites. Podría decirse que el esfuerzo del equipo docente se centra en que el alumnado no salga del sistema educativo con el peor sabor de boca posible. Que consiga interiorizar que, a pesar de las muchas dificultades que han enfrentado (y que enfrenta), es posible que retomen el camino educativo, que tienen capacidad para lucharlo. De alguna manera, el trabajo pasa por recoger la autoestima de chicas y chicos con graves dificultades socioeconómicas o que viven en ambientes desestructurados, y elevarla lo máximo posible.

Este año el ACE Asamblea ha contado con siete personas en el claustro. Cuatro son interinas y no saben dónde estarán en el mes de septiembre. Un modo de conducirse bastante habitual en el sistema público y que no parece dificultar el trabajo. Tal vez porque cada mes de junio el conjunto de estudiantes saldrá del centro. Están en la frontera de la edad legal de escolarización. Nadie repite, todas las caras, todas las vivencias, son nuevas cada curso.

El curso que acaba de cerrarse lo han pasado desarrollando un proyecto que ha atravesado toda la actividad del centro. Un proyecto bajo el título: «Nuevas metodologías a través del arte» bajo el cual han realizado la exposición MirArte: una instrospección de las emociones. Para ponerla realizarla han trabajado sobre la obra escultórica de Alexander Calder, sus móviles, sus colores y sus figuras. Todas ellas han entrado en las aulas y han ocupado un espacio en todas las materias: matemáticas, lengua, ciencias, peluquería, electricidad e, incluso, educación física y expresión y habilidades sociales, nos explica Carlos Candel, uno de los profesores que nos hace de cicerone esta mañana). Aunque, «el día a día no te deja hacerlo todo en todo momento», explica Candel.

Para hacerlo posible, además del alumnado, han participado Elena Díaz, jefa de estudios y responsable del área de expresión y habilidades sociales; Cruz Pérez, profesora responsable del área técnica de peluquería; Juan Jesús Cano, maestro de Lengua, Literatura y Sociales; David Sellers, profesor de Educación Física; Porfiria Martínez, Profesora responsable del área técnica de Electricidad; Carlos Candel, profesor de Matemáticas y Ciencias Naturales, y Pablo Horcas PTSC.

Para que el esfuerzo tuviera una recompensa, el pasado 17 de junio, un grupo de estas chicas y chicos, acompañados de parte del claustro, ha ofrecido una visita guiada para mostrar a sus familias, al personal de entidades con las que el ACE desarrolla parte de su labor, y de centros educativos en los que chicas y chicos están adscritos, el resultado de su trabajo. En la presentación no están todos los que han sido, pero sí una larga representación: Diego, Moha, Antonio, Jhoher, Dailyn, Ingrid, Guillendy, Iván, Luis y Karina.

La exposición que recoge bocetos, máscaras, dibujos y una gran escultura final en la que han participado docentes y alumnado y que quería simbolizar todos los miedos, individuales y comunes del grupo. Todo el trabajo ha tratado de, utilizando formas y colores «Calder» hacer hablar al alumnado de sus preocupaciones, de sus miedos, de cómo se sienten. A todo esto, se suma que se encuentran, chicas y chicos, en un momento de transición importante, al terminar la escolarización obligatoria. «Gran parte de lo que está expuesto en la exposición, explica Carlos, tiene ese fondo: ‘qué va a pasar conmigo el año que viene’».

A lo largo del paseo, chicas y chicos han ido explicando cómo se ha hecho cada pieza, qué han intentado reflejar en ellas y cómo ha sido el proceso de creación de las diferentes obras, los materiales utilizados, etc.

Para añadir un poco más de dificultad al hecho de hacer un proyecto con los 13 que, además, hablase de sus emociones, decidieron que para organizarlos lo mejor sería que fueran chico con chica y de especialidades diferentes, una persona de Electricidada y otra de Peluquería. «Este es el año que más se han interelacionado y tiene muchas ventajas y algún inconveniente, para nosotros, no para ellos. Se activan mucho, como buenos adolescentes», explica Cruz.

«Nos ha sorprendido mucho que han funcionado de manera prácticamente autónoma; les íbamos a proponer algo más sencillo pero ellos lo han complicado de manera asombrosa. (Y las piezas) hablan mucho de ellos; si les conoces, puedes identificar cosas», comenta Carlos.

La exposición la componen piezas realizadas en alambre soldado, al modo de los móviles de Calder, con mensajes en papel y de colores en donde han escrito diferentes emociones o descrito sus sentimientos hacia alguna perasona importante de su vida. Han trabajado también con diferentes peinados con lana, también de colores, máscaras en las que han intentado plasmar, a base de colores, su estado.

La última sala está dedicada a los miedos y en ella hay representaciones de los miedos individuales de cada uno, con sus formas diferentes y expestos frente a una luz potente que genere también una sombra, elemento también importante de la pieza escultórica.

Y, en la zona principal de la sala, «el monstruo», una escultura de gran tamaño en la que han trabajado el equpo docente, así como el alumnado para, de manera coral, represenar también sus miedos. Mientras uno intenta analizar las piezas que lo componen (sus patas, colores, formas…), puede escuchar un audio coral también, en el que cada persona dice a qué le tiene miedo: «Me da miedo perder a mis amigos, depender siempre de alguien, al dolor, el rechazo y la soledad, a que le pase algo a un miembro de mi familia, a no saber disfrutar de la vida y de morir sin haber aprovechado mi tiempo, me ha dado miedo no dar la talla, a mí lo que me siempre me ha dado miedo es la muerte, las alturas, a las abejas, miedo de morir, a perder a mi madre, a las arañas, me da mucho miedo…».

Es difícil imaginar en qué estado personal llegan chicas y chicos a un ALCE. Pero es muy interesante verles y escucharles cuando acompañan por ese paseo artístico y personal a sus familias. Cuando sienten vergüenza al leer una explicación, al tener que darla o cuando se escuchan en una grabación hablando de sus miedos. También cuando se ven en un vídeo siendo entrevistados en relación a las personas a las que más quieren y qué estarían dispuestos a regalarles. Algunas lágrimas se escapan en el aula en la que compartimos este rato.

Carlos Candel lo resume en la historia de uno de los alumns que han pasado por el ACE este año, el momento en el que este joven le contaba que «yo vine y estaba cagado de miedo» y cómo pasó una temporada «ocultándose» del resto, siempre atrás, tapándose la cara todo lo posible. «La ventaja que tenemos es que aquí no hay dónde esconderse, con los poquitos que somos. Todo se ve. Y se acepta» comentan en el patio Cruz Pérez y Porfiria Martínez.

Como cualquier adolescente de su edad, chicas y chicos intentan componer ese personaje que de una manera u otra se acabará convirtiendo en su personalidad. Han de tener sus poses, sus códigos, pero debajo de la coraza de la construcción social, hay personas cargadas de miedos e inseguridades. «Gran parte de lo que hemos descubierto este curso es que lo que les está bloqueando todo el tiempo son los miedos, el miedo al fracaso, a quedar mal, a la vergüenza, a no dar la talla, al ridículo, a que se les vea demasiado o no se les vea nada», nos explican Carlos y Cruz Pérez, profesora responsable del área técnica de Peluquería.

«Necesitan una orientación constante», explica Candel, en el proceso de creación del monstruo. «Ellos no lo veían», pero cuando ya habían terminado, «no dicen nada. Oyes el reconocimiento y el valor. Están pensando en que lo han hecho» mientras miran la pieza. Para este profesor, no es suficiente con mostrarles la pieza, «hay que darles una lectura constante, «¿Tú eres consciente de que formas parte de esto? ¿Dónde te ves?». «Darle mucho valor para que el curso que viene, estén donde estén valoren su trabajo su esfuerzo, al margen de que sea más o menos bonito». A esto  se suma el hecho mismo del evento que han organizado, la visita de sus familias y otras personas ajenas al centro, «les ayuda a ver que algo de valor tiene todo esto».

Tal vez eso es lo que ocurre cuando se nos acerca uno de los alumnos:

– Hola Moha, dice Carlos.
– ¿Has venido por él?. me pregunta señalando a Carlos.
– He venido más bien por vosotros, aunque Carlos me avisó -contesto.
– ¿Nos has hecho alguna foto?
– No, todavía no porque no sé si puedo.
– Hazme una fotito, venga, una foto… ¿Es buena cámara? Sácame de cuerpo entero…
– ¿Qué te parece cómo ha salido?
– Pues, ole yo y mi posar de modelo… vamos pa’llá.

Después de la visita, un poco de comida, bebida y conversación entre unos y otros, en el pequeño patio donde intenta sobrevivir un pequeño huerto escolar entre enormes plumas que levantan grandes bloques de pisos.

Cuando está todo hecho, un padre agradece a los docentes el esfuerzo que han hecho con su hijo, la ayuda que le han dado y el cambio que él mismo ha podido notar a lo largo de los meses en su hijo.

Es difícil imaginar qué pensará una profesora o un profesor cuando ese es parte del pago tras nueve meses de trabajo.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/06/26/arte-emociones-y-compensacion-educativa/

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Puerto Rico: Rosselló designa a Eligio Hernández como secretario de Educación

Centroamérica/Puerto Rico/27 Junio 2019/Fuente: Metro

El gobernador Ricardo Rosselló Nevares anunció la designación en propiedad del secretario interino del Departamento de Educación, Eligio Hernández Pérez.

“Nos sentimos satisfechos con la designación del secretario Hernández Pérez y estamos seguros de que su experiencia y trayectoria aportarán lo necesario para continuar ejecutando la reforma educativa que nuestro pueblo merece y que nuestra futura generación necesita para sostener un Puerto Rico firme y próspero”, expresó el primer mandatario.

Como parte de su formación académica, el secretario completó su bachillerato en Ciencias Naturales en Biología con una especialidad en Educación en Ciencias del Recinto Metropolitano de la Universidad Interamericana de Puerto Rico. Obtuvo además un grado menor en Educación en Salud del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico.

También obtuvo maestrías en Educación en Ciencias, así como en Salud Pública de la Universidad Interamericana y el Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, respectivamente.

Hernández Pérez posee un doctorado en Educación con Especialidad en Currículo y Enseñanza del Recinto Metropolitano de la Universidad Interamericana de Puerto Rico.

Por su parte, el secretario manifestó que “asumo esta designación con un gran sentido de responsabilidad. Más allá de un privilegio, lo considero una gran oportunidad para aportar al desarrollo educativo que nuestra sociedad requiere y merece. Nuestros niños y juventud son la clave del futuro y es nuestra responsabilidad educarlos de forma integral”.

El funcionario ha dirigido múltiples oficinas y proyectos en el Departamento de Educación de Puerto Rico y ha colaborado en proyectos de prevención de la deserción escolar en comunidades especiales. Además, se ha destacado como profesor conferenciante en la Escuela Graduada de Educación de la Universidad Metropolitana de Puerto Rico.

Hernández Pérez ha sido evaluador externo de programas y se ha destacado como conferenciante sobre temas educativos de actualidad y sobre prevención en apoyo a diversas organizaciones comunitarias.

Imagen tomada de: https://media.metrolatam.com/2019/05/19/dreligiohernande-bb95d724adb558b3a2883ad4429cdc8d-1200×600.jpg

Fuente: https://www.metro.pr/pr/noticias/2019/06/19/rossello-designa-eligio-hernandez-secretario-educacion.html

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Colombia: La Cumbre Líderes por la Educación ya está aquí

América del sur/Colombia/27 Junio 2019/Fuente: Semana

Serán dos días destinados a promover una poderosa consigna: la educación es la oportunidad que hace todo posible. Estas son las novedades, las temáticas y los expertos invitados el próximo 18 y 19 de septiembre.

Tras cinco versiones, la Cumbre Líderes por la Educación se ha posicionado como el evento educativo de mayor relevancia a nivel nacional. Emiliana Vegas, jefe de la división de educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), expresó que este encuentro impacta al sector educativo colombiano porque pone a la educación en el corazón de la discusión de la política pública y la impulsa como “eje central para el desarrollo económico, la sustentabilidad democrática y la creación de paz y equidad. La Cumbre ha logrado que la sociedad vea que la educación es la clave para apalancar estos cambios”.

Teniendo en cuenta su papel en la transformación del país, la Cumbre Líderes por la Educación llega a su sexta versión con dos países invitados: Canadá y Chile. Además, contará con expertos del sector público y privado en las diferentes etapas del sistema educativo. Todos ellos pondrán en común sus conocimientos con el propósito de responder las preguntas críticas del sistema educativo: ¿cuál es el país que soñamos y cómo construirlo desde las aulas?, ¿cuáles son los retos que debe asumir la educación colombiana en temas de ciencia y tecnología?, ¿cuál es el papel de las empresas a la hora de construir políticas públicas en materia de educación?, ¿cómo formar para ser competitivos y generar desarrollo en la era digital?, ¿qué papel juegan las emociones en el aula?, ¿cuál es el rol de la educación en el desarrollo rural integral que requiere el país?

En la Cumbre participarán más de 50 panelistas nacionales y más de 10 conferencistas internacionales. Algunos de ellos son José Joaquín Brunner, experto en educación superior en América Latina; Mercedes Mateo, especialista líder en educación de la división de educación del BID; y Neil Boothby, psicólogo y exasesor especial del Gobierno de Estados Unidos en atención a niños sobrevivientes a la guerra.

Invitados y asistentes conversarán en torno a temas como el acceso y financiación de la educación superior en Colombia y América Latina, las perspectivas y retos de los docentes, las competencias socioemocionales, la trasformación del aula de clase, la estructuración de aprendizajes en primera infancia, entre otros.

Este es un espacio creado no solo para aportar a la discusión del sector sino también para que el público escuche, interactúe y debata sobre las experiencias innovadoras de Colombia y el mundo. Con esta amplia agenda, Semana Educación pondrá a hablar a los colombianos sobre aquello que construye a una sociedad más equitativa y desarrollada: la educación.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/la-cumbre-lideres-por-la-educacion-ya-esta-aqui/620546

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Francia: volvieron dictados, lectura en voz alta y cálculo mental por “retroceso educativo”

Europa/Francia/27 Junio 2019/Fuente: Crónica de Chihuahua

Las autoridades de la educación en Francia han resuelto cambiar los programas escolares ante el evidente “retroceso educativo” que reconocen está marcando a las nuevas generaciones.

La instrucción pública francesa –que fue en alguna época reconocida entre las mejores del mundo- ha tenido una pronunciada caída y eso preocupa mucho a las autoridades de ese país. A punto tal que hace dos años decidieron dar marcha atrás con la reforma de un nuevo programa escolar que era resistido por los docentes y la entonces ministra de Educación ha debido aceptar las sugerencias de reimplantar mucho de lo que hasta ayer era “anticuado”.

Un dictado diario, calificaciones de los trabajos en aula y a domicilio, y pruebas de evaluación periódicas, volvieron a clase, para “permitir garantizar una base sólida para todos los estudiantes y esto pasa necesariamente a través de un aprendizaje diario, que incluye un dictado, en tanto hoy lo esencial es el dominio de la lengua” según explicó la ministra.

Las reformas educativas de Francia hoy

A pesar de que hoy el ministro de Educación es otro, la política de reformas sigue adelante. Jean-Michel Blanquer, quien asumió la cartera educativa de Francia en mayo del año pasado continúa con la transformación en el sistema educativo francés.
Nivel inicial: Para Francia, los primeros años determinarán buena parte de lo que sucederá luego. Por ello, hace algunas semanas bajaron la edad obligatoria de la escuela de 6 a 3 años.

“Se trata de brindarle a los niños todos los instrumentos que van a permitir su éxito en la vida escolar”, explica Blanquer. El foco está puesto en el lenguaje -la primera inquietud en el aprendizaje-, conceptos básicos de matemática y el respeto por el otro.

El ministro francés subrayó la necesidad de adaptar la enseñanza a los más chicos. Ofrecerles elementos alternativos como juegos o música. A su vez, cuando asumió, propuso dividir las clases con solo 12 alumnos por aula en las zonas más desfavorecidas. Con ello, pretende compensar las desventajas de los niños más pobres. Esa reforma se está evaluando y habrá resultados en junio.

Liceo profesional: en ese nivel, para los alumnos de 16 años, también apelan a una reforma que atienda dos revoluciones: la digital y la ecológica. La apuesta es desarrollar las competencias clave para el futuro del trabajo.

Según Blanquer, hay dos factores centrales en el éxito educativo: primero la formación de los maestros. Se trata de, por un lado, buscar la pedagogía más eficaz para trabajar las habilidades primordiales que son “escribir y contar”. Por otro, brindar incentivos económicos a los docentes que den clases en las zonas más pobres. El segundo factor es trabajar en la buena relación entre los padres y la escuela. Piensa que debe existir confianza en toda la comunidad educativa sobre la institución.

Fuente: http://www.cronicadechihuahua.com/Francia-volvieron-dictados-lectura,57569.html

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“La infancia está más expuesta que nunca, ha perdido mucha libertad”. Entrevista a Leticia Fernández- Fontecha

Entrevista/27 Junio 2019/Autor: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: El diario la Educación 

La infancia pocas veces ha sido objeto de estudio por parte de la historiografía. Leticia es de esas pocas investigadoras que le dedica sus esfuerzos. Gracias a ella se ha editado por primera vez en España el libro ¡Y todavía dibujan!, de 1938 y prologado por Aldous Huxley, parte del esfuerzo de guerra de la República.

Leticia Fernández-Fontecha está intentando (y consiguiendo) dar voz a los niños. Historiadora de la infancia e historiadora de la medicina especializada en el dolor en la infancia, esta madrileña, seguidora de la Escuela de los Annales se ha propuesto cumplir la labor que, explica, corresponde a los historiadores: “Rescatar del archivo las voces de los vencidos. Y la infancia es la gran vencida de la historia”. Durante una de sus investigaciones, Fernández-Fontecha localizó un libro editado en Nueva York, en 1938, compuesto de dibujos que realizaron los niños españoles durante la Guerra Civil en un programa del Gobierno de la República. Pero el texto, titulado ¡Y todavía dibujan!  prologado por el escritor británico Aldous Huxley, nunca vio la luz en España. Enseguida pensó que tenía importancia histórica y merecía ser rescatado. Con la ayuda de la editorial La Uña Rota y la colaboración del Ministerio de Educación, ya es una realidad.

Eres historiadora de la infancia. Háblame de esto.

La Historia de la Infancia es una corriente que no tiene una vida muy larga. Empieza en 1960 con la publicación de un libro de Philippe Ariès, El Niño y la Vida familiar en el antiguo régimen. La revolución viene de que ellos argumentan que la historia, hasta esa época, se ha escrito siempre desde el punto de vista de los vencedores y que hay que hacerlo desde el punto de vista de los vencidos. Y la infancia, dentro de lo que cabe, es la gran vencida de la historia, porque se la ha tratado muy tarde como tema de estudio y porque siempre hay un adulto que le pone voz. La función del historiador es rescatar del archivo las voces de los vencidos. Yo quería investigar el dolor en la infancia, porque me interesa mucho la historia del dolor y no se había investigado. A la hora de estudiarlo he usado tanto la historia de la medicina y de la ciencia como los estudios que existen sobre la infancia. Estos intentan entender que la infancia es una experiencia histórica por lo que, al cambiar de época, la definición de la infancia varía y la experiencia del niño tiene que cambiar conforme a esa evolución del concepto de lo que es un niño. Por lo general, es un concepto que viene marcado por el mundo de los adultos.

¿Cómo cambió la concepción del niño en esa época que has estudiado, la que va de finales del siglo XIX a mediados del siglo XX?

Es una época muy interesante. El estudio parte del texto que publica Darwin en 1870 sobre su hijo Willy. Es el primer texto científico que intenta abarcar la fisiología del niño como distinta de la adulta. El final del XIX es muy interesante para entender el dolor infantil y su evolución porque es cuando aparece una serie de disciplinas nuevas que se empiezan a diferenciar entre ellas como la psiquiatría, la psicología o la fisiología, que de repente se centran en el cuerpo del niño como distinto del adulto. Hasta finales del XIX el cuerpo del niño se estudia como igual al del adulto, pero entonces se vuelve un campo de estudio en sí mismo. Todas estas disciplinas generan una ciencia propia de la infancia y a la vez legitiman su existencia. Es la aparición de la Pediatría, por ejemplo, de los hospitales dedicados solo al estudio de las enfermedades infantiles. Otras disciplinas, como la Fisiología, van conceptualizando el sentir del niño. Empieza a finales del SXIX y abarca hasta finales de la II Guerra Mundial, cuando vuelve a cambiar la idea que se tiene de lo que es un niño porque cambian las condiciones históricas y empieza un periodo nuevo.

Y, aunque no le hayas dedicado quizá un estudio específico, supongo que desde finales de la guerra hasta ahora también ha habido alguna evolución. ¿Cuál ha sido?

El gran cambio que se produce en el XX es que el niño entra en lo que entendemos como el mercado. Se vuelve un sujeto que consume y empieza a tener más poder del que tenía anteriormente sobre el adulto. Hay un libro muy interesante de una socióloga que estudia este cambio, que dice que hasta principios del XX el niño aportaba un valor económico a la familia pero después, tras la II Guerra Mundial, se convierte un sujeto que tiene un valor emocional, un valor en sí mismo, y empieza a recibir un dinero por ello: aparece la paga, y empieza a consumir. Entonces, la sociedad se centra por primera vez en ese niño, que tiene un poder para consumir. Es un cambio bastante importante.

Este último cambio que comentas, ¿ha llegado de alguna manera al sector educativo?

Creo que se nota porque aparecen una serie de corrientes educativas nuevas que se centran en comunicarse con el niño entendiendo que tiene una vida propia más allá del marco del adulto. Esta idea de que tiene entidad es tanto positiva como negativa. Por un lado, tiene el poder de consumir y se vuelve un sujeto manipulable, pero también uno que puede manipular para conseguir lo que desea. A la vez, se le da mayor voz en la sociedad y en la cultura. Una cosa interesante de la historia del niño como sujeto histórico es que es un sujeto que no tiene voz cultural. Siempre es un adulto quien le da voz. Por eso se pensaba que la historia del niño es muy difícil de escribir, porque no ha dejado marcas en el archivo. Pero no es cierto. Las fuentes están siempre filtradas, sea escrita por un niño o por un adulto. Hasta hace poco se pensaba imposible rescatar las voces de los niños. Ahora se ha producido un cambio que intenta hacerlo y demostrar que la infancia tiene una presencia que va más allá de la idea que el adulto tiene de ella.

Te has anticipado a la pregunta que venía. ¿Qué fuentes se utiliza para estudiar a los niños?

Son muy variadas. No creo que el sujeto de estudio cambie las fuentes. A la hora de escribir la historia de los niños hay una gran variedad de fuentes, escritas o visuales. Hay textos escritos por niños, por ejemplo, cartas desde el hospital de niños que escriben a sus padres o fuentes visuales como fotos. La Historia se entiende a sí misma como una ciencia social objetiva y le ha dado más validez a la fuente escrita. Creo que es un error, porque responde a la idea de que algo escrito está menos mediado, es más directo, mientras que una imagen es más fácil que se vea sometida a alguna tergiversación. Pero realmente son igual de importantes. En el primer libro que se escribe sobre la historia de la infancia, el de Ariès, las fuentes que utiliza son básicamente pinturas. Para estudiar cómo ha cambiado la idea y la construcción de la infancia a lo largo del tiempo estudia cómo ha cambiado la representación del niño en las pinturas hechas por adultos. Él tiene una idea que luego ha sido muy criticada, que es la de que la infancia tal y como la entendemos (como una etapa diferente a la adulta) no aparece hasta el siglo XVI. La crítica viene de que hasta entonces, en la jerarquía de la pintura, los sujetos que se representan son religiosos o de clases altas y a los niños se les representa como el niño Jesús, que está antecediendo al adulto que va a morir en la cruz, o a niños de la monarquía o de las clases altas que están representados como pequeños adultos. Pero que esa sea la representación no significa que no se entendiera que la infancia era una etapa distinta a la de la vida adulta.

Hablemos del libro, ¡Y todavía pintan! ¿Cómo surgió originalmente?

Está basado en una edición de 1938 con el mismo nombre que se publicó en Nueva York para acompañar una exposición de dibujos de niños hechos durante la guerra. Se hizo para recaudar fondos para estos niños y para las colonias. El libro surge de la investigación que hice en la Universidad de Columbia, en la que iba a estudiar los dibujos y el contexto en el que se producen. Me interesaba mucho la psicología y la figura de Regina Lago, que dirige las colonias durante la guerra y analiza los dibujos una vez finalizada la guerra. Un poco antes de la investigación encontré este libro de 1938 perdido en el archivo y me pareció importante rescatarlo. Nunca se había publicado en España.

¿Cómo lo definirías?

Es un libro en el que los autores son los niños. Va acompañado de la introducción de Aldous Huxley y yo he escrito un prólogo dando contexto, para que el lector entienda dónde se enmarcan los dibujos. El original del 38 tiene 60 dibujos en cinco secciones. La primera es la representación de la guerra, la segunda los bombardeos. Hay una fascinación con el avión. La Guerra Civil es la primera en la que se ataca a civiles y se dan estos ataques desde el aire. La tercera sección es la representación de la huida; la cuarta, es la vida de los niños en las colonias escolares y la quinta es una sección de dibujos misceláneos, que creo que es importante porque, si bien todo el libro tiene un carácter político, muestra que a infancia dibuja cosas que van más allá de la guerra. Este proyecto lo organiza el Ministerio de Instrucción Pública al inicio de la Guerra Civil con una intención propagandística para conseguir fondos o aliados para la República. Pero tiene una segunda función terapéutica. El proyecto cayó en manos de la psicóloga Regina Lago (una figura muy interesante, olvidada, por cierto, como tantas otras personas en el exilio), quien se da cuenta de cómo esta empresa se puede utilizar para ayudar a los niños a superar el trauma de la guerra. Luego se exilia a México -pasando por París y haciendo una exposición con Picasso- y publica un artículo en el que analiza los dibujos desde el punto de vista de la psicología evolutiva. El libro contiene esas voces. El dibujo se acompaña del nombre del niño, a veces de la edad y de en qué colonia se ha hecho. El dibujo no es solo un símbolo de la resistencia infantil durante la guerra, sino que ves a la persona que había detrás.

¿Qué se desprende de los dibujos? ¿Entienden la guerra los niños?

Depende de la edad. También del género, según argumenta Regina Lago. Según la edad, los dibujos son más políticos: los niños más mayores se nota que tienen una posición política más marcada y hablan mucho del ataque que se está produciendo, de una idea de heroísmo, de victoria y de un deseo de ganar la guerra. Los dibujos de la evacuación muestran bastante dolor, muestran cómo han tenido que huir y abandonar a sus familias. Son dibujos más complicados a la hora de enfrentarse a ellos. Los de los aviones son llamativos-es lo que más interesa a Huxley en el texto- porque el avión se vuelve un objeto muy complejo. Por un lado es novedoso, casi parece un juguete, y por otro, es una máquina de destrucción, y esto en los dibujos queda muy claro. Luego hay dibujos muy interesantes que muestran al niño imaginándose fuera de ese contexto en el que vive: en el campo, dando de comer a los patos o acompañando a sus familiares al pozo… Así salen un poco de esas vivencias y dibujar cosas que van más allá de esa guerra atroz que están viviendo.

Comentabas antes que históricamente no se ha dado voz a los niños. ¿Ha cambiado esa mentalidad ahora? ¿Se ha mejorado algo?

Es una pregunta complicada. No creo que la historia sea una experiencia de progreso. No creo en la idea de progreso. Hay áreas que mejoran y eso hace que otras empeoren. En lo que tiene que ver con la infancia ha sucedido así: está más expuesta que nunca, ha perdido mucha libertad. El capítulo más importante del libro de Ariès es el de la aparición de la enseñanza y la institucionalización de los niños. La infancia está muy expuesta. En las redes, en los medios… Si bien es cierto que tienen más voz y hay más espacio para entenderlos como un sujeto con su propia voz y un deseo de definirse, creo que es un arma de doble filo. Ha habido mejoras, pero también ciertos retrocesos. Si piensas en la historia del dolor, ha habido una progresión. Aparece la anestesia, conseguimos eliminar el dolor, es una mejora. Pero esa mejora viene de la mano de la aparición del dolor crónico. Entonces, ¿qué es una mejora? Lo que encontré en mi tesis es que hasta finales del XIX en el mundo médico se creía que los niños eran más sensibles al dolor que los adultos. Pero a finales del XIX, por las teorías de Darwin, la idea de que la expresión va de la mano de la emoción o la experiencia, surge una corriente de pensamiento que dice que los niños no son capaces de percibir el dolor, lo que lleva a dejar de usar la anestesia sobre todo en niños recién nacidos, pero también mayores. Al final fue un retroceso. Es una cuestión compleja.

Fuente e imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/06/21/la-infancia-esta-mas-expuesta-que-nunca-ha-perdido-mucha-libertad/

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