Page 29 of 231
1 27 28 29 30 31 231

La escuela rural, un laboratorio de innovación educativa

Por Carlos Magro

No sé cómo hemos llegado a concebir la disparatada idea de que una clase aprenderá mejor si todo el mundo aprende lo mismo al mismo tiempo. Como si una clase fuera una fábrica. —John Holt. El fracaso de la escuela. 1977

Antes de seguir leyendo este artículo, cierre un momento los ojos y trate de imaginar un aula y una escuela tipo. Es muy probable que esa aula tenga entre 20 y 30 mesas, de color verde escolar, alineadas en filas, dispuestas de una en una, quizá emparejadas, todas orientadas hacia delante, hacia un punto fijo, probablemente una pizarra, a cuyo lado se encuentra otra mesa, algo más grande que las anteriores.

Si le pido ahora que me describa qué está pasando en esa aula, es más que probable que me diga que hay un grupo de alumnas y alumnos, todos más o menos de la misma edadsentados, quietos, trabajando en silencio, de manera individual, respondiendo de vez en cuando a las preguntas de su maestra o maestro, que será el único adulto en el aula y donde, a pesar de la diversidad que hoy caracteriza nuestras aulas, se percibe un cierto orden y homogeneidad.

Centro de Estudios de Castilla la Mancha https://flic.kr/p/kKPJWH

Piense ahora en la escuela donde se encuentra esa aula imaginada. Es más que probable que esa escuela sea una sucesión de aulas, más o menos grandes, más o menos luminosas, más o menos decoradas, todas alineadas a lo largo de un pasillo, quizá en dos o tres plantas. Y que la escuela sea un lugar silencioso salvo en momentos muy concretos (la entrada y salida, el recreo de media mañana o el patio de comedor).

Esta escuela que está imaginando dispondrá seguramente de patio, comedor, biblioteca, un par de salas y despachos y alguna que otra zona común. Y si usted ha visitado escuelas recientemente es fácil que incorpore en su descripción un pequeño huerto escolar en uno de los rincones del patio.

Siento decirle que esa aula y esa escuela, a pesar de ser el más habitual en el imaginario colectivo está, afortunadamente, dejando de existir. De hecho, aunque este modelo pueda ser todavía el más común, la escuela no siempre fue así, ya no es el único modelo existente hoy, y todo apunta a que en un futuro más o menos próximo se convierta en la excepción.

 

Hubo un tiempo, no tan lejano, en el que las escuelas no tenían aulas. De hecho, hasta bien entrado el siglo XIX, la escuela y el aula que predominó fue la unitaria, el aula multigrado, en la que un solo maestro enseñaba a un grupo de alumnos de edades y conocimientos muy variados en un mismo local escolar. O en algunos casos, en la que alumnos mayores enseñaban a sus compañeros de menor edad o menos avanzados (el conocido como sistema monitorial o de enseñanza mutua de Bell y Lancaster).

Poco a poco, esa aula unitaria fue sustituida por estructuras cada vez más compartimentadas y homogeneizadas. En aras de una supuesta mayor eficiencia en los resultados de aprendizaje, la mezcla en un mismo espacio de alumnos de distintas edades y niveles haciendo tareas diferentes fue vista como un obstáculo y substituida por la opción de un aula para cada edad y nivel.

Había nacido la escuela que acabamos de describir, la escuela graduada, caracterizada por tener varias aulas y maestros y en donde los alumnos se clasifican lo más homogéneamente posible en función de su edad y conocimientos, por grados o por cursos. Para muchos y durante mucho tiempo, todo un avance pedagógico.

Un modelo, el de la escuela graduada, que está en la base de la mayoría de los sistemas educativos actuales y que determina los planes de estudios nacionales, los libros de texto, los sistemas de evaluación, la selección de profesorado o la formación docente.

Durante años hemos pensado que la manera más eficaz y eficiente de abordar la escolarización masiva era creando entornos de enseñanza los más homogéneos y estandarizados posible. Durante años hemos pensado (y vistas algunas políticas educativas y propuestas recientes parecería que hay quien aún lo piensa) que la mejora del aprendizaje pasaba por disposiciones detalladas de los modos de enseñar, estableciendo currículos fuertemente prescriptivos, utilizando libros de texto y materiales curriculares a prueba de profesores y con una generalización de la supervisión y de las pruebas externas.

Escuela rural almandoz

Detrás de esta pretensión encontramos, entre otras cosas, la fantasía de que todo lo que se enseña se aprende y de que los alumnos que comparten características psicológicas similares aprenden de la misma forma y deberían hacerlo al mismo tiempo. Encontramos una manera de entender la educación que, con cierta facilidad, puede derivar en formas de segregación y exclusión, ya sea por sexo, por supuesta capacidad, por rendimiento o por origen socioeconómico.

El problema de este enfoque es que, aunque las políticas sean uniformes, los estudiantes no son sujetos que puedan estandarizarse, ni en sus ritmos, ni en sus procesos de aprendizaje. Nunca lo han sido. Menos hoy.

Es más, lejos de sus supuestos beneficiosla ficción por el control, la obsesión por los objetivos, la homogeneización y la estandarización han dado como resultado una escuela muy regulada, burocrática, altamente presionada, sobrecargada, sobre responsabilizada y desmotivada. Un modelo de enseñanza de talla única que ha generado y sigue generando altas tasas de fracaso escolar.

Un fracaso que aunque sabemos que está relacionado con aspectos que tienen que ver con la financiación, los recursos disponibles, las características del currículum, las condiciones socioeconómicas de los estudiantes, depende también “de las prácticas mediante las que los docentes proveen de educación a los estudiantes, miden y valoran los aprendizajes, responden a aquellos estudiantes que encuentran dificultades en sus trayectorias escolares y educativas.

Es decir, que depende también de las maneras que tengamos de organizar la enseñanza y, por tanto, de la cultura escolar y del modelo de aula y de escuela que tengamos.

Tampoco, como decíamos, la escuela que hemos imaginado al inicio es el único modelo existente hoy. Se estima que el 30% de los centros escolares del mundo poseen aulas multigrado. Uno de cada tres. Muchos. En España, según el último informe del Consejo Escolar del Estado, hay 727 centros rurales agrupados que escolarizan a unos 75.000 estudiantes (aproximadamente un 2,4% del total).

Escuela Serón de Nágima 1952

Ni parece que vaya a ser tampoco el modelo del futuro. Vemos como cada vez más los centros educativosmás innovadores, tratando de dar respuesta a la creciente complejidad de la enseñanza y a la diversidad existente en las aulas, están transitando hacia una organización escolar en la que lo normal ya no es el aula con un único profesor sino la combinación de varias aulas con varios profesores, lo que algunos han llamado aulas cooperativas multitareasuperaulas o aula inteligente.

Si la escuela nació principalmente instructiva y selectiva, ahora necesitamos que ésta sea educativa e inclusiva. Se trata de formar a todos, con toda su diversidad. Si algo caracteriza nuestras aulas y escuelas hoy es precisamente la diversidad.

No podemos seguir pensando que la solución a este reto pasa por más homogeneización. Al contrario, la solución pasa por poner en valor la diferencia. Por entender la diferencia como un recurso educativo. La única manera de atender el reto de la diversidad es con diversidad.

Es en este contexto en el que en los últimos años hemos comenzado a mirar la escuela rural, ignorada, descuidada y maltratada durante mucho tiempo, en tanto que claro ejemplo de diversidad dentro de la diversidad, como un lugar de innovación pedagógica y organizacional donde aprender a enfrentar gran parte de los retos educativos actuales (atención a la diversidad, personalización, aprendizaje competencial, multidisciplinariedad, colaboración docente, vinculación con el contexto…).

Muchas de las especificidades del entorno y de la escuela rural que durante mucho tiempo vimos como barreras se han convertido hoy en elementos clave para abordar la transformación educativa. La heterogeneidad y la diversidad como posibilitadoras de inclusión; el medio como un facilitador de aprendizaje experiencial; el aprendizaje cooperativo como apoyo de la individualidad, entre otras características, pueden convertir a la escuela rural en un “laboratorio” de innovación y mejora escolar.

El aula multigrado, al entender la diferencia no como un problema sino como un recurso de enseñanza y al exigir la diversificación de actividades de enseñanza para grupos diversos, rompe de facto con las prácticas educativas uniformes apoyadas, como decíamos, en la fantasía de unos aprendizajes correspondientes a una edad determinada.

Escuela rural Mexico

El aula multigrado conlleva una organización del aula específica; unas relaciones entre los alumnosuna forma determinada de distribuir a los alumnos que posibilita, a su vez, distintas dinámicas grupales (grupo plenario, subgrupos fijos, subgrupos rotativos, comisiones de trabajo); un uso concreto de los espacios y los tiempos; un diseño de actividades didácticas específicas; una movilización de otro tipo de recursos educativos; y una vinculación natural con el entorno y la comunidad que pueden ayudarnos a afrontar los retos educativos actuales.

Son múltiples los desafíos que enfrenta la escuela rural y que, sin duda, debemos atender (falta de infraestructuras, flexibilidad legislativa, mayores cuotas de autonomía, una formación del profesorado más adecuada…) pero son múltiples también los aprendizajes que los sistemas educativos pueden obtener de la escuela rural.

Cuando la graduación múltiple no es solo una consecuencia casual derivada de un contexto rural sino una opción elegida, se abren múltiples oportunidades pedagógicas.

Nadie duda de que la escuela necesita un cambio profundo a través de un proceso de re-escolarización, caracterizado por una nueva cultura del aprendizaje basada en la participación activa, las actividades significativas, la autorregulación y la atención a las diferencias de desarrollo e individuales; y por una cultura organizacional caracterizada por la colaboración, la innovación, la autonomía, la atención a la diversidad y la apertura al entorno.

Escuela rural Nº 209, en la localidad de Cañada Grande, Canelones. Foto de Pablo Nogueira

La tarea de enseñar es ahora más compleja que nunca, pero también más estimulante. En un mundo lleno de miradas catastrofistas sobre la educación, necesitamos más que nunca esperanzas practicables e inspiraciones alcanzables. En este contexto, no es disparatado imaginar a la escuela rural guiando y sirviendo de orientación a una “escuela urbana” que debe ser cada día más dinámica, flexible y personal.

No es disparatado imaginar la escuela rural como fuente de esperanzas practicables e inspiraciones alcanzables para los retos educativos actuales y del futuro. 

*Este artículo ha sido publicado originalmente en Cuadernos de Pedagogía 

Fuente: https://carlosmagro.wordpress.com/2019/06/02/la-escuela-rural-un-laboratorio-de-innovacion-educativa/

Comparte este contenido:

Desde cómo lavar las sábanas hasta cómo cocinar: el nuevo curso para estudiantes británicos

Europa/Reino Unido/18 Julio 2019/Fuente: RPP noticias

El Ministerio de Educación de Reino Unido ejecutará este curso para que los adolescentes se puedan enfrentar a una vida independiente.

Reino Unido pondrá en marcha un curso para que los estudiantes de colegios aprendan a realizar desde compras en el mercado hasta lavar las sábanas. El Ministerio de Educación Británico piensa colocar este nueva materia para que los jóvenes puedan enfrentar una vida independiente.

El detalle de estas asignaturas serán reveladas en los próximos días por el Ministerio de Educación. Al respecto, el secretario de Educación en Reino Unido, Damian Hinds, dijo que “muchas personas que tienen problemas al mudarse de casa y vivir de manera independiente por primera vez”.

Este curso será opcional para los estudiantes entre 16 y 18 años y entre las actividades que realizarán están cómo cocinar ‘desde cero’, cómo hacer limpieza y cómo lidiar enfrentamientos con compañeros universitarios de piso.

De hecho, el curso ya encontró algunos detractores quienes afirman que el Gobierno trata a los jóvenes como “auténticos inútiles”. Las clases se podrán llevar en lecciones de 45 y 90 minutos. Alrededor de mil adolescentes participaron en una prueba de 18 meses.

Las escuelas podrán realizar las sesiones con jóvenes de entre 16 y 18 años desde el mes de septiembre.

Imagen tomada: https://e.rpp-noticias.io/normal/2019/07/11/455945_814833.jpg

Fuente: https://rpp.pe/mundo/actualidad/reino-unido-desde-como-lavar-las-sabanas-hasta-como-cocinar-el-nuevo-curso-para-estudiantes-britanicos-noticia-1208387

Comparte este contenido:

Bob Lenz: «El trabajo por proyectos no es todo lo que dicen que es»

Por: Victor Saura

Asistimos a una formación con más de un centenar de docentes a cargo de Bob Lenz, uno de los grandes expertos mundiales en el aprendizaje basado en proyectos (ABP). El encuentro lo organiza el Centro Unesco de Cataluña, en el marco del compromiso de la Declaración de Incheon (2015) de formar una sociedad más comprometida con la equidad, la inclusión y la sostenibilidad.

Bob Lenz hace 30 años que se dedica a poner en práctica y teorizar sobre el Aprendizaje Basado en Proyectos. El ABP en inglés es el PBL (Project Based Learning), pero a lo largo de su charla Lenz añade sistemáticamente dos adjetivos: High-quality. No basta con hacer proyectos, sino que deben ser de alta calidad. High-quality project based learning, repite una y otra vez. De hecho, en sus escuelas se utiliza el acrónimo HQPBL, que aquí debería ser ABPAC. Lenz comenzó con el trabajo por proyectos como profesor y, más adelante, como director de una escuela del área de San Francisco donde el alumnado era mayoritariamente WASP (white anglosaxon protestants). «Todo el mundo que venía a visitarnos nos decía que aquello era fantástico, pero que no funcionaría en escuelas situadas en entornos desfavorecidos y multiétnicos, así que tuve que trasladar el método a colegios en barrios marginales para acabar constatando que el ABP no sólo es buenao para todos, sino que aún es mejor para los alumnos con menos oportunidades», afirma.

«Ahora piensa en grupos de dos o tres cómo ha cambiado el mundo desde que vosotros íbais a la escuela», pide Lenz a los asistentes, más de un centenar de docentes que se han dado cita la tarde del jueves 11 a la escuela Virolai. Y cuando ya lo han hecho les dice que piensen en cómo ha cambiado en los últimos 12 años, porque fue cuando apareció el primer iPhone. Y, efectivamente, el primer iPhone ya parece de otra época. El mundo es cada vez más complejo y cambiante, y los niños deben adquirir aquellas aptitudes que los preparen para hacer frente a este mundo. ¿Cuáles son? Entre Lenz y los asistentes van surgiendo varias. Para estar preparado, el joven de mañana deberá tener competencias en resolución de problemas, adaptabilidad a los cambios, deberá saber trabajo en equipo, tener habilidades comunicativas, pensamiento crítico, creatividad…

Pone como ejemplo la robotización y el impacto que está teniendo en la elevada tasa de desempleo de la juventud en Estados Unidos (25%), que contrasta con la bajísima tasa de paro de la población general (3,5%) . «Tenemos que preparar a los chicos para hacer lo que las máquinas no podrán hacer», sostiene Lenz. «En el futuro no habrá menos puestos de trabajo, sino que requerirán habilidades más elevadas, como la creatividad, por ejemplo, que es un ámbito de los humanos», añade. Y es que el mundo laboral y la vida real, sostiene Lenz, está basado en proyectos: «A las empresas cada vez les importa menos el curriculum vitae de los aspirantes a un empleo, lo que quieren saber es en qué proyectos ha trabajado, porque cada vez más trabajos requieren personas con experiencia en proyectos».

Foto: Unescocat

Y, en cambio, ¿cómo es la escuela hoy? Para Lenz, ha cambiado mucho menos de lo que ha cambiado el mundo. «La mayor parte del trabajo sigue siendo individual, aún se hacen muchos más deberes que proyectos, cuando la única manera de aprender a trabajar colaborativamente es trabajando colaborativamente», comenta.

Para acabar con algunos mitos alimentados por los detractores de la ABP, Lenz cuenta la historia de tres exalumnos que venían de mundos muy diferentes, con expectativas muy diferentes, y cómo los tres han acabado con carreras exitosas, aunque también muy diferentes. «La evidencia científica nos dice que el alumnado escolarizado con metodología ABP tiene una propensión mucho menor a dejar colgados los estudios, bien sea en el High School (14-18 años) o en la universidad», afirma Lenz.

Los seis criterios de los proyectos de alta calidad

En realidad, el público que Lenz tiene hoy delante no necesita demasiadas razones porque ya cree, una gran parte ya trabaja por proyectos (o por problemas, retos y casos, como me explicará la profesora de Biología del Virolai que tengo lado), y ha venido precisamente para seguir haciéndolo. Pero ¿qué es un High-quality proyecto based learning? «Si quieres saber si tu proyecto es auténtico, pregunta a tus alumnos, incluso los pequeños, si han tenido una experiencia de alta calidad», dice Lenz, ya que «también hay muchas cosas a las que se llama proyectos y que no lo son».

«Leer Shakespeare y hacer una maqueta del teatro Globe no es ABP, y en cambio hacer esto y pensar que se trabaja por proyectos es muy común», dice Lenz. Como pedir a los niños que lleven hojas para hablar de los árboles y empapelar el aula con cartulinas llenas de hojas, me comentará un docente durante la pausa. Los proyectos, si no son high-quality, no generan aprendizaje significativo, no atrapan al alumnado y crean esa sensación entre las familias de que sus hijos se pasan el día jugando en el cole.

En el Buck Institute for Education, que dirige Lenz, han desarrollado toda una teoría sobre las características que debe tener el trabajo por proyectos para ser considerado como tal. Aparecen seis condiciones, que Bob Lenz ha llevado a la sesión. Explicadas de forma sintética serían esto: el proyecto debe suponer un reto intelectual para el alumno y, por eso, hay que ajustarlo a cada edad («no debe ser ni demasiado difícil ni demasiado aburrido», resumirá Lenz); también debe ser auténtico, es decir, debe tener relación con su contexto, con sus vidas; en tercer lugar, debe ser colaborativo, los debe obligar a trabajar con equipos y relacionarse con agentes de fuera de la escuela; debe implicar gestión (management), no se trata sólo de hacer un proyecto sino de gestionarlo; debe comportar reflexión («no puedes aprender a aprender a menos que reflexiones sobre lo aprendido», dice Lenz); y, por último, debe ser público («una vez que el profesor ha revisado el trabajo, éste se hará público, el profesor no puede ser la única audiencia»).

Una plataforma para el intercambio de proyectos

Si tu proyecto cumple todos estos criterios posiblemente es high-quality. Es decir, estás haciendo ABPAC. Y eso es lo que, a su manera, quiere impulsar el Centro Unesco de Cataluña. Según explica su presidente, Eduard Vallory, con este centenar de docentes como base se está creando una comunidad para promover el aprendizaje basado en proyectos enfocados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La comunidad se sustentará en una plataforma digital para fomentar el intercambio de proyectos, al igual que hace el Buck Institute of Education, que pone a disposición de cualquiera que se registre en la web alrededor de sesenta proyectos que llama Gold Standard (que serían los mejores entre los high-quality, porque aún incorporarían más criterios, como la participación del alumno en su creación). En septiembre ya habrá una versión beta de esta plataforma, que de momento sólo se abrirá a los usuarios iniciales que la testarán, pero la idea es que más adelante se abra a todo el mundo.

Esta plataforma pretende promover el intercambio y mejora de proyectos centrados en los 17 ODS aprobados en 2015 por Naciones Unidas y que sintetizan los retos globales. El Foro Mundial de Educación que tuvo lugar el mismo año en Incheon (Corea del Sur), promovido por la Unesco y otras agencias de Naciones Unidas, advirtió de que estos Objetivos sólo alcanzarán sensibilizando y capacitando a los niños y jóvenes a través de una educación de calidad inclusiva y equitativa, como recoge el documento de la UNESCO Educación para los ODS.

Foto: Unescocat

En diciembre pasado, el Centro Unesco de Cataluña presentó este documento y la iniciativa APB para los ODS de la mano de la directora general adjunta para la Educación de la Unesco y los consejeros de la Generalidad Artadi y Bosch, ya que entiende que la capacitación del profesorado en educación para el desarrollo sostenible pasa también por un proceso de reconversión del sistema «que no puede dejarse en manos del voluntarismo de los profesores», dice Vallory. El programa de Escola Nova 21, ahora ya en su fase final, se enmarcaba claramente en esta voluntad.

Según Vallory «hay un falso debate entre conocimientos y competencias que en realidad está más relacionado con la inseguridad de algunos profesores de secundaria a la hora de trabajar por competencias, porque hemos hecho un curriculum competencial pero falta mucha formación para poder personalizar el aprendizaje, hacer codocencia, ABP, evaluación formativa, etc.». «Entre lo que plantea la agenda mundial y la realidad del aula -añade- hay una gran distancia, como acaban de advertir las responsables de la Unesco y de Unicef ​​en el High Level Political Forum de Naciones Unidas. El objetivo de la Unesco es que el trabajo competencial no sea una anécdota en 2030″.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/07/16/bob-lenz-el-trabajo-por-proyectos-no-es-todo-lo-que-dicen-que-es/

Comparte este contenido:

Recomendaciones para que tus hijos aprendan matemáticas jugando

18 Julio 2019/Fuente: El país

¿Por qué no utilizar esta estrategia para que los niños aprendan y disfruten de esta ciencia?

A muchas personas las matemáticas pueden parecerles difíciles o aburridas. O frías. Escuchan la palabra “matemáticas” y automáticamente les asalta el recuerdo de interminables hojas y ejercicios con cuentas y problemas. Así, no es de extrañar que no les tengan mucho cariño.

Sin embargo, esta mala imagen de las matemáticas no corresponde con su verdadera naturaleza, sino que es producto de una forma de aprender poco acertada.

Las matemáticas pueden (y deben) ser una materia tremendamente atractiva y divertida cuando se aprenden jugando. En el juego está el origen de una gran parte de las matemáticas.

Si matemáticos de todos los tiempos se lo han pasado tan bien aprendiendo matemáticas a través del juego, ¿por qué no utilizar esta estrategia para que los niños aprendan y disfruten de esta ciencia?

Aprender matemáticas es pensar y razonar, es resolver retos o enigmas, es encontrar patrones y estrategias: es jugar. Y a todos, grandes y pequeños, nos gusta jugar.

El verano es una época ideal para que los niños y las niñas descubran nuevos juegos y si los elegimos bien no solo disfrutarán jugando, sino que además aprenderán matemáticas.

Cuando las matemáticas y el juego van de la mano se favorece de forma natural, sin necesidad de obligar ni presionar, el desarrollo de multitud de habilidades y capacidades necesarias para aprender.

Existen numerosos juegos adaptados a todas las edades que favorecen el aprendizaje matemático y ayudan a tus hijos a desarrollar el razonamiento lógico.

Podríamos clasificarlos en tres grandes bloques.

1. Puzles y construcciones.

Son juegos que desarrollan habilidades espaciales como la capacidad de imaginar, visualizar y diferenciar objetos de dos o tres dimensiones. También incluyen la facultad de poder mover y rotar mentalmente los objetos. Todas estas habilidades son fundamentales para entender conceptos geométricos como el perímetro, el área, las figuras planas y los volúmenes.

Los niños y las niñas pueden jugar con puzles y construcciones de manera individual o con otros niños. Habitualmente son propuestas para seguir modelos o, mejor aún, para desarrollar la imaginación y crear construcciones propias.

Para niños menores de 6 años mis recomendaciones serían: puzles en dos y tres dimensiones, bloques de madera, bloques construcción.

Para niños de 6 años en adelante, apuesta por: Lego, Kapla, Policubos.

2. Juegos individuales de lógica e ingenio.

Menos conocidos que los anteriores, son juegos en los que se presenta un reto y los más pequeños deben resolverlo individualmente.

Desarrollan la observación, las habilidades espaciales, el razonamiento lógico y la resolución de problemas. Eso sí, tienes que seleccionar un juego adecuado a la edad y la madurez de tu hijo o hija porque la línea entre estimular el razonamiento y bloquearlo es muy fina.

Así que si buscas un juego de lógica e ingenio, intenta conocer el juego antes para saber si es el adecuado. No te fíes mucho de la edad que indica el fabricante ya que en muchas ocasiones la recomendación no es adecuada, lo importante es la madurez del niño, aunque esta sería una propuesta clasificada por edades que funciona muy bien.

Para niños menores de 6 años: Día y noche, Camelot Jr., Tres cerditos.

Para niños de 6 años en adelante: Tangram, Rush hour, Chocolate fix.

3. Juegos de mesa.

En esta categoría he incluido los juegos para dos o más personas. Los niños disfrutan muchísimo pasando tiempo en compañía de sus padres. Los juegos de mesa son el entretenimiento ideal que puede reunir a toda la familia mientras se pasa un buen rato y se aprende.

Con relación a los juegos de mesa, los he agrupado en función de las matemáticas que trabajan:

  1. Juegos de mesa con números. Ayudan a desarrollar y consolidar el reconocimiento de los números, el conteo y el cálculo mental. Para niños menores de 6 años, son un valor seguro: Bata-Waf, Hurry Count. Para niños de 6 años en adelante, confía en: SuperTmatik, Splittissimo.
  2. Juegos de mesa con estrategia En estos juegos su principal ingrediente es encontrar una estrategia ganadora tanto si se compite con otros jugadores como si se trabaja en equipo (juego cooperativo). Para niños menores de 6 años: Woolfy, ¿Quién soy? Para niños de 6 años en adelante: Tantrix, Marrakech.
  3. Juegos de mesa clásicos Son juegos que tienen un poquito de lógica, una pincelada de números y unos gramos de estrategia y que, debido a su larga tradición, están o deberían estar en todas las casas y aulas. Para niños menores de 6 años: Oca, Dominó. Para niños de 6 años en adelante: Rummi, Parchís.

El juego es un elemento imprescindible para el desarrollo de los niños, pero además es la mejor estrategia de aprendizaje ya que adquieren los conocimientos a partir de emociones positivas, rodeados de risas, confianza y alegría.

Para elegir uno u otro juego y acertar, fíjate en la madurez de tu hijo más que en su edad biológica, observa cuáles son sus gustos personales para llamar su atención, (¿le gustan los coches? ¿los castillos? ¿los animales? ¿los piratas? ¿los monstruos?) y también ten muy claro cuáles son tus objetivos educativos que prentendes lograr a través del juego: ¿quizá tu hijo necesita mejorar la atención? ¿o la orientación espacial? ¿está aprendiendo las tablas de multiplicar? Al establecer unos objetivos educativos claros, afinas más en tu búsqueda.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/07/15/mamas_papas/1563185644_644066.html

Comparte este contenido:

8 herramientas digitales que transforman la educación

Por: Universia

Mucho se habla acerca de la renovación que requiere el ámbito educativo en estos tiempos. Sin dudas, la educación necesita modificarse. Y gracias a la tecnología, ¡lo está haciendo! Clases más dinámicas y entretenidas, apps para mejorar la concentración, recorridos virtuales y mucho más nos traen las herramientas digitales del siglo XXI que colaboran en la ansiada mejora educativa. ¿Las conocemos?

8 herramientas digitales que transforman la educación  |  Fuente: istock

Herramientas digitales: Puente hacia una educación mejorada

Internet nos permite comunicarnos con cualquier parte del mundo, adquirir productos o servicios en línea, entretenernos, pero también resulta útil para la educación en todos sus niveles.

Décadas atrás, la tecnología sólo era accesible para una pequeña porción de la población mundial, hoy el acceso es definitivamente universal ya que, en el caso de las adolescencias y nuevas generaciones, las TIC atraviesan su cotidianidad y se convierten en el medio de contacto, expresión y aprendizaje más aclamado.

La aparición de las TIC y su inclusión en el ámbito productivo, que se ha transformado en un espacio digitalizado y tecnificado, sumado al surgimiento de nuevas subjetividades, las instituciones educativas deben enfrentarse al desafío de la reinvención y dejar atrás el antiguo sistema educativo del siglo pasado.

Puede que la finalidad de la escuela de hoy sea incorporar los nuevos sistemas de  información para formar estudiantes y futuros profesionales que demande la sociedad actual.

Aprender en la era digital resulta muy provechoso, pero hay que saber incorporar las herramientas de vanguardia y adaptarse a cambios constantes.

Sin embargo, no cualquier tecnología puede resultar provechosa dentro del aula de clases.

El presidente de la prestigiosa Educar 2050, Manuel álvarez Trongé, hizo referencia a este apartado en las jornadas “Tecnologías en educación: ¿Cómo pueden mejorar el aprendizaje? Lecciones para América Latina y el Caribe” aludiendo a la gran ventaja de la tecnología en el ámbito educativo pero también a la necesidad de su moderación.

8 HERRAMIENTAS DIGITALES EDUCATIVAS

¡Los docentes deberían ser los dueños del aula! Y ello implica apropiarse del espacio, sentirse parte y dar lo mejor de sí mismo para lograr los objetivos educativos del nivel trabajado.

Además, las herramientas digitales, pueden colaborar y hacer de las clases, un ambiente dinámico, divertido y eficaz en la transmisión de conocimientos. ¡He aquí algunas de ellas!

1. ALT SPACE VR. Se trata de una plataforma social cuyo mayor prestigio es la posibilidad de interactuar en cualquier parte del mundo a través de la realidad virtual. De esta manera el estudiante puede aprender diferentes eventos sin importar su ubicación geográfica.

2. ADOBE SPARK. El storytelling está de moda y es posible que los estudiantes creen sus propias historias mediante gráficos, collages, infografías, videos y mucho más, mientras aprenden de matemáticas, literatura, programación, etcétera.

3. 3D Organon VR Anatomy. Para los docentes de biología o medicina, esta plataforma puede resultar sumamente atractiva ya que mediante la realidad virtual es posible acceder a 15 sistemas del organismo humano (sistema nervioso, sistema circulatorio, muscular, óseo, etcétera)  y ¡conocerlos al máximo!

4. QUIZIZZ. Esta plataforma digital basada en cuestionarios al mejor estilo de los exámenes educativos, permite impartir entre los alumnos diversas preguntas mediante el uso de multijuegos que resultan atractivas mientras se aprende correctamente sobre un determinado tema. De esta manera, la evaluación se realiza de forma inmediata, pudiendo analizar rápidamente si es indispensable una mejora en la explicación del mismo.

5. MARTERPIECE VR. Las carreras universitarias de arquitectura, ingeniería o diseño industrial ya están empleando esta herramienta digital para crear pinturas, esculturas y obras en 3D a través del poder de la realidad virtual.

6. EMOTIV. Se trata de una plataforma sumamente revolucionaria en el ámbito del aprendizaje biomédico. Permite explorar el sistema neuronal de una persona y conocer su actividad cerebral. Su campo de conocimiento es amplio y espectacular.transforman la educación

7. FILMORA GO. La herramienta estrella para realizar videos tutoriales de forma rápida y fácil desde el teléfono celular. Muy utilizada por los docentes que no poseen tiempo suficiente para sentarse a diagramar clases frente a la pc. Realmente es una aplicación muy eficaz.

8. RECAP. Se trata de un foro online efectivo para preguntas y respuestas. Lo novedoso reside en la posibilidad de generar discusiones mediante grabaciones de video o mediante chat en línea. Esto facilita un aumento de la interacción entre alumnos y docente.

Fuente: https://noticias.universia.com.ar/ciencia-tecnologia/noticia/2019/06/28/1165324/8-herramientas-digitales-transforman-educacion.html

Comparte este contenido:

Entrevista a Eva Morales. Cofundadora de Pedagogías Invisibles: «La escuela se tiene que desescolarizar a sí misma»

Entrevista/11 Julio 2019/Autor: Rodrigo Santodomingo/Fuente: El diario la educación

La mezcla de arte y educación trae ciertas fricciones y miradas suspicaces. Más cuando alguien como Eva Morales tiene claro que la lógica del sistema educativo, del XIX, ha de saltar poco menos que por los aires.

El proyecto germinó en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense. Varias alumnas de doctorado y la profesora María Acaso vieron un filón inagotable en vincular educación y arte contempornáneo. Al añadir el ingrediente de aprendizaje sin límites (dentro y fuera de la escuela, en nuestras relaciones con los otros, la naturaleza, nuestro cuerpo), cuajó Pedagogías Invisibles. El feminismo y la inclusión han aportado -durante casi una década de existencia- más sabor a una receta única.

Hablamos con Eva Morales, una de sus fundadoras, en una terraza del centro de Madrid. Por suerte para la grabación, aún pudimos disfrutar de un tráfico marginal.

Más que apostar por la transformación de las enseñanzas artísticas, se trata de inspirar un cambio global en educación a través del arte contemporáneo.

El arte es en sí mismo una práctica educativa. Nos habla sobre cómo es el mundo, nos muestra otra manera de mirarlo, nos ayuda a construir otros relatos. También nos ofrece maneras de transformar nuestra cotidianeidad a través de una reflexión crítica. Buscamos, además, contemporaneizar la educación, trabajar en el ahora. Desde una óptica metodológica, el arte contemporáneo aporta formatos como la instalación o la performance muy interesantes para abordar contenidos curriculares.

Una pregunta que supongo te habrán hecho muchas veces: ¿Ayuda el arte contemporáneo a que el alumno entienda su realidad cuando, para muchos, este peca precisamente de ser en exceso críptico? Quizá no sea más que una paradoja…

Nosotras vamos más al uso que al entendimiento de la práctica artística. Lo que nos interesa es que el alumno incorpore el pensamiento artístico -crítico, divergente- y una base de creatividad. Y que no sienta rechazo ante el extrañamiento. A veces, enfrentarnos a algo que no tiene los códigos con los que estamos acostumbrados a descifrar el mundo nos produce rechazo. Hay, por otra parte, mucho de mito en eso que comentas: todo el mundo puede entender el arte contemporáneo, sin necesidad de validar constantemente si lo que tiene ante sí es o no arte. Pero este tipo de debates, que no nos interesan, son irrelevantes para que unos chavales utilicen una instalación para aprender matemáticas. Y lo hagan mediante un enfoque experiencial y a través de la emoción, cuya ausencia mata el aprendizaje.

¿Coarta la pedagogía tradicional esa creatividad inherente a la infancia?

Históricamente la educación ha sido adultocéntrica, pensada para que la infancia se adapte al mundo adulto en sentido laboral, relacional…, y ha constreñido la naturaleza creativa propia del niño.

En tiempos de pensamiento único, parece también que todos los porqués de las primeras etapas de la vida están respondidos de antemano, que no hay espacio para ese cuestionamiento -como apuntabas, tan propio del arte- fuera de unos márgenes bien acotados.

Nos parece fundamental rescatar ese impulso constante de aprendizaje vital, de plantearnos dudas y cuestiones sobre nuestra propia vida, sobre lo que vemos, el sistema en el que estamos. Para nosotras, quizá por nuestra formación, el arte es el gran escenario, la gran plaza donde se activan esas conexiones que te hacen estar en permanente interrogante. Se suele decir que se anima al alumno a que pregunte, pero cuando lo hace, se le sanciona. También existe ese miedo al error, al fracaso. Y la práctica artística contemporanea se nutre precisamente del fracaso y del error.

Un miedo también muy vinculado a la falta de fomento de la expresión del alumno, en general, y oral en particular.

No estamos acostumbradas a dar opiniones o compartir reflexiones en un entorno educativo. Normalmente solo se valida la palabra del profesor, perpetuando unas relaciones de poder tan asociadas a esos miedos, también del docente ante la perspectiva de perder su estatus. Nos han educado en que no podemos desconocer, y en que es esa figura de poder la que ostenta el saber. La práctica artística colisiona con esas relaciones de poder y da voz (literal en el caso de las artes vivas y escénicas) al estudiante.

Buena parte del arte actual tiene un alto componente de experimentación. Todo es muy fugaz, poco permanece. También hay mucho de experimentación en la educación de hoy en día. ¿Debería haber más aun o quizá falte justo lo contrario, es decir, tiempos más largos, preguntarnos si todo lo nuevo es bueno per se? A diferencia del arte, en educación se experimenta con personas en pleno desarrollo.

Sin experimentación no avanzamos. Tenemos grandes retos sociales y la educación tiene que probar cosas nuevas si queremos ser capaces de abordarlos. Quizá muchos profesores prefieran pisar sobre seguro porque piensan que, a fin de cuentas, experimentan con seres humanos. Tampoco debemos obviar el hecho de que la experimentación (y más en concreto la innovación) son conceptos a los que se ha vaciado de contenido. En el mismo saco encontramos propuestas de hace 100 años. La cuestión de fondo es reconocer que el sistema educativo ha quedado obsoleto y que tiene que revisarse si no queremos estar abocados a un fracaso social, a un colapso.

¿Ves un paralelismo entre la actual resistencia al cambio educativo y la que en su momento sufrieron las vanguardias por parte de los sectores más academicistas?

El cambio siempre genera dudas, miedos, inseguridades. Necesitamos certezas para sentirnos seguras. Para nosotras, sin embargo, esa tierra inestable, ese territorio desconocido de las creadoras, pero también de los investigadores o de cualquier que se plantee ciertas preguntas, puede ser muy fertil. Como adultos que educamos, tenemos la responsabilidad de enfrentarnos a esos miedos, ver de dónde vienen, y ser valientes.

Volvamos al estatus del docente y la escuela como, respectivamente, figura y lugar educativos por antonomasia. ¿Amenaza vuestro reconocimiento sobre la omnipresencia del aprendizaje esos, digamos, privilegios históricos?

Si así lo sienten, que al menos sirva como revulsivo para que el profesor y la escuela se revisen, analicen lo que están haciendo y cómo lo están haciendo ante la constatación de que el aprendizaje sucede en cualquier momento y en cualquier lugar. La escuela ha de admitir que no es LA institución que tiene el poder del aprendizaje, que es un instrumento de aprendizaje pero no lo contiene. La escuela se tiene que desescolarizar a sí misma.

Supongo que resulta más facil valorar esas pedagogías invisibles desde una visión holística de la educación (el alumno como ciudadano o simplemente persona) que partiendo de una mirada más utilitarista (el alumno como futuro trabajador), que es la que parece que impera.

En realidad, incluso la innovación educativa, lo que se tiñe de novedoso va justificado por una lógica productivista neoliberal. Nuestra propuesta aspira a desarmar ese discurso en el que todo va dirgido a fabricar ingenieros, que también tiene su importancia, claro. De ahí el énfasis en la práctica, en las metodologías, porque cuando tú introduces el desarrollo de un pensamiento disruptivo real, los contenidos legislados desde arriba ya no tienen tanta importancia.

Parece que la educación reglada vive en los últimos tiempos en un tira y afloja. De un lado, cierta autonomía docente, tímida promoción del cambio metodológico… Y del otro, quizá por el temor a una excesiva pérdida de control, más evaluación externa, más inspección, estándares de aprendizaje milimétricamente definidos.

Es bueno buscar aliadas en esos mecanismos de control diseñados desde arriba. Y si no las hay, habrá que hackear, encontrar resquicios, grietas, siempre desde una actitud de compromiso social. Si nos quieren llevar a un cataclismo, tendremos que encontrar formas de resistencia.

¿Hasta qué punto debemos relativizar los aprendizajes? Por poner un ejemplo algo provocador, ¿vale lo mismo lo que un chaval aprende en el instituto en un proyecto interdisciplinar sobre los totalitarismos, que lo que aprende con sus colegas fumando porros en el parque?

Yo no plantearía ninguna jerarquía. La que ahora existe está pactada de manera política. ¿Hay alguna jerarquía en nuestro organismo o en cuanto al sostenimiento de la vida? Es tan importante que un alumno aprenda a ser autosuficiente, a cuidarse o a relacionarse, a que aprenda una fórmula matemática o a construir un puente. La escuela se ha hecho con el poder certificando aprendizajes «válidos» que siguen alimentando esa rueda que nos conduce al abismo. Desde una perspectiva ecológica, habla de la Tierra como si ésta tuviera recursos ilimitados. En los libros de texto de mi hijo aparece una granja con todos sus animalitos felices, y eso no existe. No enseñamos que el sistema alimenticio o de transportes está colapsando el planeta. La escuela debería cuestionarse cuáles son esos aprendizajes que está validando y por qué. Y abrirse a otros. ¿Cuáles? Nosotras no tenemos la respuesta, pero intentamos fomentar el debate, abrir el melón.

¿Ves factible que se legisle y se tomen medidas para que la escuela enseñe, por ejemplo, a consumir menos?

Ahí está la lucha. Si no tenemos dirigentes que inicien esos cambios, los tendremos que iniciar nosotras. Y lo cierto es que, aunque existieran esos dirigentes, no podemos obviar la presión en contra que ejercería el poder económico.

Apostáis por echar abajo la escuela de corte industrial y sus compartimentos estancos: edades, asignaturas, espacios… ¿Hay algo que merezca la pena conservar?

Creo que no. Ahora todo está targetizado, cerrado, y hay que romper barreras. Hicimos una investigación -en colaboración con Yayo Herrero, VIC (Vivero de Iniciativas Ciudadanas) y FUHEM- sobre un espacio de educación ecofeminista que llamamos «aulo». Al cambiar la arquitectura tradicional de aula, con la pizarra como eje, todas las dinámicas y metodologías cambiaban. Desarrollamos prototipos de experimentación delimitando el espacio sin paredes, solo mediante cintas. Hay otras iniciativas (las bosque-escuelas, el Padre Piquer en Madrid, los jesuitas en Cataluña…) que también están dinamitando con ideas concretas el aula tradicional.

Otro de vuestros núcleos de acción es el afán por insuflar feminismo en la escuela. ¿Perduran tantas inercias machistas o patriarcales en una profesión tan feminizada? Y si así es, ¿cómo es posible?

Nos lo preguntamos a menudo. Pienso que tenemos el patriarcado inserto en la médula, por muy feminista que una se considere. Hay que revisar el sistema educativo de arriba abajo. Las metodologías jerárquicas, competitivas…, son prácticas patriarcales, de sistema de poder. Buenos y malos, fuertes y débiles. Todo eso es patriarcado.

Alguien podría interpretar tus palabras como si esas características del patriarcado correspondieran a una forma de ver el mundo inherentemente masculina.

No. El patriarcado impone un modelo de masculinidad que también debería estar en crisis. A los hombres se os bombardea, también en la escuela, sobre cómo tenéis que ser y vivir de acuerdo a una figura social predeterminada. Pero la revisión de la masculinidad, por ejemplo el rechazo a la vulnerabilidad que se os inculca desde pequeños, os corresponde a vosotros.

Fuente e imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/07/09/la-escuela-se-tiene-que-desescolarizar-a-si-misma/

Comparte este contenido:

El dalái lama defiende el derecho esencial de los hijos de refugiados

Asia/India/11 Julio 2019/Fuente: Sputnik news

Los hijos de los refugiados deben tener la posibilidad de estudiar, señaló el dalái lama, líder espiritual del budismo tibetano, en la conferencia internacional ‘La educación humana en el tercer milenio’.

«En la Tierra hoy día viven 7.000 millones de personas, es un mundo global de dependencias mutuas, uno de sus problemas son los refugiados que llegan a Europa y otras regiones. Si les cierran el camino será un acto inmoral, es necesario darles techo y comida, pero lo esencial estriba en garantizarles la asistencia médica y los estudios para sus hijos», dijo.

También indicó que es importante inculcar a la gente joven la idea de que después de recibir la instrucción deben regresar a su patria para reconstruirla.

La conferencia ‘La educación humana en el tercer milenio’ se celebró el 8 de julio en Dharamsala, India, donde se encuentra la residencia del dalái lama.

Es la primera etapa de un ambicioso proyecto del mismo nombre calculado para tres años y apoyado por este líder religioso.

Como su punto culminante se planea convocar en 2021 un foro con participación de centenares de expertos de diversos países y aprobar la Declaración de la Educación Humana en el Tercer Milenio, así como elaborar las respectivas recomendaciones para los pedagogos.

En la conferencia tomaron parte unos 20 destacados especialistas en materia de enseñanza procedentes de Rusia, India, Bangladés, Alemania, el Reino Unido, Finlandia, EEUU, Brasil, México y Australia.

Ellos dijeron compartir la opinión del dalái lama de que es necesario cambiar el enfoque materialista de la educación, dominante hoy día, e inculcar a los niños desde la más tierna edad «la higiene de las emociones», la compasión y el altruismo.

Fuente: https://mundo.sputniknews.com/sociedad/201907091087944247-dalai-lama-defiende-derechos-hijos-refugiados/

Comparte este contenido:
Page 29 of 231
1 27 28 29 30 31 231