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OVE-Podcast: La enseñanza de la historia en diálogo con la Dra. Julia Salazar

Por: Selene Kareli Zepeda Pioquinto/CII-OVE

Buen día, espero que todas, todos, todes, se encuentren muy bien. Les habla Selene Kareli Zepeda Pioquinto, formo parte del Centro Internacional de Investigaciones Otras Voces en Educación suscrito al Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales CLACSO. En esta ocasión, arrancamos el año con el primero de 12 podcast que conformaran un diálogo con especialistas en educación y sus diversas aristas de trabajo, estudio, lucha y resistencia. Siendo la enseñanza de la historia nuestro tema de arranque.

De tal manera, el día de hoy, nos acompaña la Dra. Julia Salazar Sotelo, con quien conversaremos uno de los varios textos que ha escrito respecto a este tema. El libro se titula: ¿Por qué enseñar historia a las jóvenes? Una reflexión sobre el sentido de la historia en la formación de las identidades en el México globalizado. Mismo que fue publicado en el 2018 bajo la editorial Horizontes Educativos de la Universidad Pedagógica Nacional.

Pero antes de pasar al diálogo, me gustaría compartir una breve semblanza académica de la Dra. Julia, esa es Doctora en Historia, UNAM; Maestra en Historia de México, UNAM; Licenciada en Sociología, UNAM

Sus líneas de formación y sus Campos de interés académico son: Procesos de enseñanza y aprendizaje de las ciencias sociales, didáctica de la historia, educación ciudadana, uso de la tecnología en la enseñanza de la historia, divulgación de la historia: museos, revistas, caricatura y patrimonio cultural, así como, reflexión filosófica sobre la importancia de la historia en la sociedad globalizada.

Y bueno, con esta breve contextualización me gustaría comenzar a conversar con usted doctora, destacando que el libro se divide en cinco capítulos:

  • El desafío de la historia en la sociedad globalizada
  • El sentido de la historia
  • Los avatares de la enseñanza de la historia en México
  • Los valores de identidad nacional en los adolescentes mexicanos
  • Enseñanza de la historia y ciudadanía

Por tal, generé una pregunta para cada capítulo, quizá podemos seguir ese orden y si la dinámica cambia al estar conversando no hay ningún problema mientras mantengamos el centro del libro y la enseñanza de la historia.

Capítulo 1. El desafío de la historia en la sociedad globalizada

Selene Kareli/CII-OVE: En el texto puede leer una crítica que se hace a esta historia que, muy en particular durante el siglo XX se impulsó, que fue la del Estado-nación. La cual nos narra una historia única, la historia dominante. Sabemos que uno de sus objetivos fue fortalecer a ese Estado, y por ende se contó esa narrativa. Lo que implicó no nombrar varias historias, como lo son la de los pueblos, los campesinos, las mujeres, los obreros, los indígenas…

Sin embargo, a través de su libro, puedo ver dos momentos: El Estado-nación y el Estado-globalización. Historias que se desprenden de estos dos momentos. Me pregunto yo, si vinculamos esta parte al Sistema Educativo, ambos tienen intereses y objetivos particulares, el Estado-nación y ese Sistema Educativo que surge de ahí tienen un interés; y el Estado-globalizado, también respecto al sistema educativo tiene un interés, por lo que me pregunto, ¿usted cree que es posible construir un Estado que a través de la enseñanza de la historia dé cabida a la diversidad y a la pluralidad? Sobre todo, en una sociedad globalizada como la que vivimos, porque creo que puede tener sus ventajas y sus desventajas como ya lo advirtió en algún momento Bauman en su libro de La globalización y que usted también refiere aquí, como estos pros y contras de ser una sociedad globalizada, pero ¿usted cree que es posible desde este México consolidar una Estado plural a través de la historia?

Dra. Julia Salazar: Bueno, yo creo que lo primero que tenemos que mencionar es que la política educativa es política, o sea, antes que una intención ―que mal decirlo―, pero antes que una intención educativa tiene una intención política, y lo podemos ver desde los liberales del siglo XIX, como van tendiendo los lineamientos que hasta la fecha siguen presentes en relación al papel que tiene que jugar la educación, y, la educación y el proyecto de sociedad van a estar muy asociados, o sea, a qué sociedad aspiraba la elite gobernante. Entonces, es un binomio que no podemos separar. Vamos a tener en parte del siglo XIX y parte del siglo XX, esta historia que estaba pensada para justificar a esta elite, para crearles su historia, o sea, una historia que los justifique y que les dé sentido de su presencia como grupo político dominante; el ejemplo para mí más claro, es cuando Salinas de Gortari cambia los libros de texto y en el libro de sexto habla de, prácticamente de él mismo, vanagloriándose de la globalización, de la modernización económica, etcétera, o sea,  ahí, esa página, ahorita ya no recuerdo qué página es, pero para mí esa página es un claro ejemplo de cómo todo el siglo XX, e insisto, parte del siglo XIX, a la historia se le utiliza para justificarse ellos y su proyecto, ahí ensalza a Porfirio Díaz y lo convierte en el modernizador, cuando anteriormente Porfirio Díaz era el dictador; sin embargo, ese es un momento que abre un parteaguas en la enseñanza de la historia, y no precisamente porque la elite política mexicana estuviera abierta a nuevas ideas, sino son los aires renovadores que hay a nivel mundial y concretamente, para nuestra suerte, europeos, o sea toda esta visión europea que habla de la diversidad de la inclusión, empiezan a llegar estos aires, al diseño curricular, y bueno, en particular también a la historia, donde empiezan emerger esas pequeñas historias que no veían que no se hablaban. Eso estamos hablando más o menos finales de los 70 principios de los 80.

Voy a narrar una experiencia ―espero no salirme―, voy a narrar una experiencia de cuando era estudiante de la facultad ya en los últimos años. Recuerdo que asistí a un congreso de historiografía de movimiento obrero, y el movimiento obrero era así como, en Europa, en México, en América Latina, era como clandestino, como que nada  más los mas allegados llegaban a esas conferencias, o sea, no eran temas abiertos, entonces, ¿en qué va ayudar la globalización a la escritura de la historia?, en que efectivamente estos aires renovadores que hay en otros países van a hacer emerger también aquí esas historias y vamos a empezar a ver historias de los obreros, de los indígenas, vamos a empezar a ver historias de las feministas, de los movimientos lésbicos, homosexuales, o sea, ya para la década de los 90 vamos a tener la emergencia de muchas historias; sin embargo, esas historias no se ven reflejadas en la enseñanza de la historia, hay una ―hay que decirlo claramente― hay un divorcio entre esta nueva tendencia historiográfica que no es muy generalizada sino son grupos muy particulares.

Hay un divorcio porque sigue prevaleciendo la historia tradicional. Incluso yo cuando estudié en la facultad de filosofía, la maestría, seguía habiendo y sigue habiendo hasta este momento, una visión todavía, híjole, entre positivista y como que quieren meter cosas nuevas, pero sigue siendo positivista la historia.

Recuerdo perfectamente yo como socióloga, me pusieron 16 materias para cursar la maestría ―materias para poder ingresar―, y casi todos los cursos que tomé eran de una historiografía tradicional, algunas muy bellas: la Dra. Beatriz Gaytán me embelesaba con sus historias, pero era una historia tradicional, y fíjense, ya estoy hablando prácticamente del siglo XX cuando yo estudio esto y seguimos en esa historia. Cuando estudio el doctorado vuelve a ser lo mismo, o sea, me doy cuenta de que no hay…, en la facultad veo materias, veo los horarios y veo algunas materias nuevas. De cien materias unas cinco materias que hablan ya de la nueva historiografía, pero son cinco seis materias.

La globalización nos ha permitido estos aires renovadores en la historia; sin embargo, en la enseñanza no. En la enseñanza si nosotros revisamos hasta la fecha lo que se enseña a los niños, es una especie de, cómo podríamos decirlo, de querer meter nuevos temas, pero no tienen algo que yo planteo en el libro, para mi lo fundamental es cuál es el sentido de enseñarles ese algo, incluso para qué quiero enseñarles historia del movimiento campesino o historia de las mujeres o las historias de los pueblos, o sea, para qué quiero enseñar eso, como que no queda claro en sentido, más bien, no queda claro el sentido de para qué estamos enseñando historia, antes, en el siglo XX siglo XIX, me queda claro que se estaba formando una ciudadanía, una ciudadanía si quieres, digamos, que obedecía al ser mexicano, no una ciudadanía democrática, participativa, crítica, no, no, no, una ciudadanía que al Estado lo que le importaba es formar ciudadanos mexicanos o ciudadanos franceses, o ciudadanos no sé qué,  pero hoy, creo que, no queda exactamente claro para qué enseñamos historia. La llenamos de nuevas cosas, que historia de la cultura, o le metemos actividades didácticas a veces que son, yo las veo y digo, ¿de dónde se les ocurrieron? Actividades didácticas que no están abonando a lo que debería de abonar el conocimiento histórico, que es al desarrollo del pensamiento, y es algo que también insisto mucho en el libro, es que la historia finalmente es una ciencia que implica habilidades cognitivas. El historiador no tan sólo justifica y legitima, detrás, en la obra negra del trabajo del historiador hay habilidades cognitivas que no se dimensionan, o que no se llevan al salón de clases; entonces, termino para esta primera idea, si hay un avance historiográfico, no es muy fuerte en México, incluso lo podríamos ver en algunas universidades, la UAM Azcapotzalco ya es más abierta en su currículum, la Universidad Iberoamericana, la Universidad de Puebla; el Mora, fíjate que en el Mora pasó algo chistoso por decirlo así, al principio lanza algo sobre enseñanza de la historia y después lo olvida, o sea, no lo consideraron relevante, entonces sí hay destellos, pero no tenemos un trabajo historiográfico, que se esté reflejando en el aula; e insisto, la historia no es sólo discurso que legitima, la historia es conocimiento, es cognición y lo que debemos llevar al salón de clase es esa cognición que hace el historiador. No estoy diciendo plantear pequeños historiadores, no, conocer las habilidades del trabajo del historiador. Esta sería una primera idea, Selene.

Capítulo 2. El sentido de la historia

Selene Kareli/CII-OVE: Muchas gracias, doctora. Algo de lo que retomo de lo que comparte ahora, es precisamente este enfrentamiento que llega a haber entre la política educativa y quienes están diseñando e impulsando la política educativa y el interés que hay en la enseñanza de la historia, creo que ahí hay una cuestión muy fuerte como para lograr esto que usted plantea de que sea historia no sólo para legitimar  sino para producir este conocimiento y este pensamiento crítico trascienda, o sea, creo que ahí es donde se genera un tope, como una barrera, entre los hacedores de esa política educativa, y acá, como se está viviendo la enseñanza de la historia. Me parece bastante interesante esta idea que nos plantea y la pregunta que usted misma ahora comparte, ¿cuál es el sentido de enseñarle este algo a estos estudiantes, a estos niños, a estos jóvenes? Que debería, me parece, ser también un centro por considerar; y bueno, a partir de ahí, pienso en algo muy concreto que involucre a los jóvenes y que tiene que ver precisamente con lo que es el sentido de la historia frente a la juventud, ¿cómo podemos dotarlos a ellos de este sentido de la historia y por la historia? Porque como ya lo mencionaba, sabemos que el sistema educativo marca parámetros, da lineamientos de enseñanza, da un currículum, que en teoría tiene objetivos y desde ahí se forja un sentido de una historia, pero ¿cómo podemos lograr que los jóvenes se interesen por la historia o las historias que habitamos para conocer y entender el presente?,reconociendo que habitamos una sociedad globalizada y plural y que hay algo que va más allá de lo institucional, cómo podríamos encaminar a los jóvenes hacia ese sentido de la historia

Dra. Julia Salazar: Claro, claro, fíjate, yo recuerdo una frase, cuando empezaba mis primeros pininos sobre la enseñanza de la historia, un niño de quinto año de primaria señalaba que a él no le interesaba lo que habían vivido los muertos, a él le interesaban los vivos, y dije, o sea, esa frase para mi fue impactante porque ese niño tiene la claridad de lo que debe de ser la historia,  o sea, él para qué quiere saber determinados hechos históricos si no ―bueno, aquí ya yo le agrego―, si no los vincula con el presente.

Yo creo que aquí el punto de partida para nosotros darle, para darle el sentido que es, o sea llevar el conocimiento histórico a la clase, es llevar desde dónde nos preguntamos para investigar determinado tema. Un historiador no va y se planta en un archivo y dice “a ver qué encuentro” y empieza a caminar en los pasillos, no. Un historiador lleva una pregunta, si quieres para legitimar, si quieres para justificar sus ideas, o sea, él lleva una pregunta y lleva un cuestionamiento que quiere investigar, que quiere saber, que quiere confirmar o deshacer; entonces, nosotros lo primero que tenemos que hacer, es ubicar al niño en su presente; para mí el punto de partida fundamental es ubicar los problemas del presente para poder mirar al pasado.

Yo un poco parto de la idea de que el pasado hay que entenderlo, comprenderlo, analizarlo, desmenuzarlo, pero, dejarlo donde es, en el pasado, pero eso me va a ayudar para entender donde estoy parada, aquí. A mí me interesa saber por qué la ciudadanía mexicana en especial, para no hablar de otras, no hace caso a las cuestiones de cuidado sobre la pandemia, o sea, de dónde vienen esas formas de actuar ciudadana, eso me interesa a mí para poder transformar. Es un poco conocer el pasado, y porque no decirlo, para transformar el futuro, y bueno, entender mi presente y puedo trasformar el futuro, pero si no entiendo mi presente cómo voy a transformar mi futuro, o sea, voy a seguir repitiendo. Así que insisto en la idea, el presente es punto de partida y hay que ubicar a los niños en sus problemas de ahorita, de hoy.

Al niño de secundaria que vive en Iztapalapa, hay que ubicarlo en los problemas reales. En el problema, por ejemplo, desde la violencia alrededor de su colonia, ubicarlo en eso. Para mí la escuela no se trata, no debería solamente enseñar conocimientos, sino confrontar estos conocimientos. La realidad, que más tu como socióloga, además a mí eso me sirvió también, porque también soy socióloga de origen, tú sabes que estamos siempre mirando la realidad, o sea cualquier cosa la vemos y la analizamos. Todos los fenómenos que estamos viendo, a veces he llegado a pesar de que esta idea del presente, ya lo señalaron historiadores desde siglo XIX, concretamente Marc Bloch, pero los problemas del presente son los que nos dan el punto de partida para irnos al pasado.

Yo no quiero niños enciclopédicos, o alumnos de la universidad enciclopédicos. Yo quiero gente que piense, que relacione. Si tu me preguntaras a mí cuál es la palabra, una palabra, con qué palabra definirías que es la historia, yo te diría relacionar; porque la historia se pregunta, por qué pasa esto, por qué pasa aquello, o sea, siempre estamos relacionando, buscando relaciones. Ya si nos vamos más epistemológicamente estamos buscando causalidades, entonces, en ese sentido, ese es para mí el punto de partida: el presente. Y bueno, problematizarlo ya sería un segundo momento, que nosotros a partir de los elementos que tenemos empecemos a decir, bueno, por qué somos una ciudadanía, a bueno, porque desde la escuela nos educaron de esta manera, o sea, empezamos a relacionar una serie de hechos. Aquí cabe aclarar que cada nivel cognitivo, la primaria, la secundaria, estudiante universitario, implica ciertos niveles de profundidad. Aunque yo parto también de una idea que me gusta mucho, de un psicólogo constructivista norteamericano, que se llama Jerome Bruner, que dice que al niño más chico se le pueden enseñar las cosas más complejas, adecuándolos a sus condiciones cognitivas, él lo dice de otra manera, pero es la idea que él nos dice en su libro ―se me fue el título―, pero es la idea que Jerome Bruner plantea, y para mi esa ha sido una idea motor.

A todo mundo se le puede enseñar el analizar, el confrontar, el interpretar, a un niño incluso de seis años, a un niño se le puede enseñar, claro, respetando, no le vamos a dar un cúmulo de categorías y conceptos, sino partir de cosas concretas y luego vamos complejizando. Entonces, insisto y termino diciendo, el presente es el punto de partida del conocimiento histórico: lo que no ha hecho el currículum.

Capítulo 3 Los avatares de la enseñanza de la historia en México

Selene Kareli/CII-OVE: Sí, justo para allá iba, precisamente, lo que no ha hecho el currículum, y entonces es el gran desafío que tiene el docente al estar parado frente al grupo, porque al final el docente termina atendiendo lo que dice el currículum, pero entonces, quizá, la palabra que yo voy a usar es que le toca transgredir un poco lo que se le está diciendo para poder hacer esto que usted menciona, de que la escuela no se trata únicamente de enseñar conocimiento sino de confrontar esas realidades sociales en las cuales están habitando las niñas, los niños, los jóvenes; ese es un reto y un desafío para los docentes frente a la enseñanza de la historia con los jóvenes; bueno, pensando justo en estos procesos de enseñanza-aprendizaje en el aula misma, hay un reto, ¿cómo hacer ese transitar de un siglo a otro respecto a la enseñanza de la historia? Entiendo que usted nos plantea que es necesario cambiar esa manera de narrar y hacer memoria, porque nos cuentan la historia hegemónica, donde únicamente se divide en vencedores y vencidos, que es lo que ha dominado la esfera educativa en la cuestión curricular, ¿cómo lograr este transitar? Pienso, y, quizá yo me puedo responder algo, pero yo lo que quiero es escucharla a usted y que me comparta ¿cómo transitar en estos cambios de la enseñanza de la historia?

Dra. Julia Salazar: Fíjate que me gustó mucho que usaste la palabras transgredir, yo creo que mucho del avance que tenemos en educación es precisamente a que ha habido muchos transgresores, porque si no hubiera esos transgresores estuviéramos en el medievo, entonces, yo como maestra, como educadora, como quien diseña materiales siempre he estado transgrediendo lo que me han enseñado, tengo que estar cambiando, tengo por ejemplo, en el aula tengo que tener una actitud de modificar ese discurso que va de aquí para allá.

Un primer elemento que nosotros tendríamos que pensar que el discurso histórico no es univocista, no es una sola verdad. Nosotros lo que tenemos que considerar es que hay muchas verdades de acuerdo desde donde miremos el problema. Tú tan sólo piensa, no sé, del asesinato de Colosio. Todos vimos el asesinato en tele y yo lo vi cien veces o más y lo repetía y lo repetía, y hasta la fecha, a ciencia cierta no sabemos quién asesinó a Colosio. Lo saben los que lo mandaron a hacer, pero como historiadores, tú piensa en un historiador que venga dentro de cuarenta años a estudiar esto, pues lo que tiene son los documentos, lo que hay, porque hay diferentes inter-fuegos, hubo diferentes interpretaciones, diferentes miradas. Esto rompe totalmente con la enseñanza que hemos tenido en la escuela, y por eso también es muy difícil, porque imagínate aceptar que un niño te diga que Cristóbal Colón descubrió América por equivocación, ¡no!, él tiene que poner “¿Quién descubrió América? Cristóbal Colón”, y que el niño vaya más allá del hecho, bueno, ese niño es un transgresor, porque está tomando más información para decir que Cristóbal Colón ni se enteró de que descubrió América.

Yo creo que aquí es fundamental no pensar que la historia solamente es un discurso univocista, sino que hay una diversidad de discursos. Una diversidad de discurso, que si bien, no todos son válidos, si son factibles, o plausibles. Existe la plausibilidad de que hayan sido, entonces es un elemento que tendríamos que llevar a la escuela, pero por supuesto que es complicado, porque imagínate a los maestros, tendríamos que tener una atención total a cada alumno que va construyendo sus propias hipótesis. Yo sé que es difícil llevar al salón de clases una forma de enseñanza diferente, pero eso tendríamos los maestros que darnos, la posibilidad de entender que no es un discurso único y que no hay respuestas univocas, sino posibilidades de respuestas, y claro, quién nos marca los márgenes para no salirnos, pues la propia información historia. Yo no puedo inventar cosas que no estén dentro de la información histórica, claro, ¿el historiador cómo avanza?, transgrediendo esa información y busca otras nuevas hipótesis. Yo creo que uno primero como docente, como docente y como diseñador de material, tenemos que conocer.

Ahorita recordé cuando con los estudiantes de psicología ―ya tiene mucho que no trabajo con sociología―, pero, me acuerdo de que les di una actividad sobre el 68, pero que no era lo clásico, sino que les dio todas las voces del 68. Les di desde lo que decía Gustavo Díaz Ordaz, conseguí los materiales, incluso algunos los tenía en audios originales, los periódicos, los intelectuales, los propios estudiantes, un nuevo libro que había de las mujeres en el 68, di una variedad, diversidad, multi de voces del 68, y les dije, esto es el 68. Ya después leímos los artículos, los análisis, pero entonces eso ya lo veían desde las historias concretas. Yo por eso digo que el problema es el punto de partida, de que lo sientes de carne, aquí, lo que tienes cerquita, porque cuando los estudiantes escucharon a Gustavo Díaz Ordaz manotear la mesa y decir “muchachito, usted está aquí porque yo fui el mero mero…”, hasta estudiantes que eran las mujeres que hacían la comida, reproducían los materiales, todas esas voces, los significan diferente. Lo que me gustó fue que ellos pudieron ver la información, los análisis sociológicos ya desde las historias concretas; entonces el segundo elemento que considero importante es que las historias, las voces, nosotros tenemos que escuchar a las voces, la diversidad que hay para tener una visión global porque sino me quedo con una sola voz.

Selene Kareli/CII-OVE: Justo aquí está el desafío también de las planeaciones, o sea, veía el currículum y decía, bueno, me están dando estos temas y me dicen que yo no me salga de esos temas, pero, el maestro lleva esas posibilidades de esas voces múltiples, abre el abanico respecto a ese centro que le están dando para no quedarse únicamente con la historia que ha dominado, en este caso, por ejemplo, el ejemplo que usted nos da del 68, casi siempre hay una voz dominante, pero bueno, vamos a ver qué pasaba con las otras voces, eso es interesante y sin duda creo que ahí la didáctica juega un papel muy importante respecto a la planeación de cómo voy a presentar esto a las y los estudiantes.

Dra. Julia Salazar: Claro, claro, fíjate que, esta idea… Empezamos con esto de la enseñanza de la historia cuando recién ingresé a la universidad, hace muchísimos años, no sé, hace unos 28 años, y dimos un curso de actualización y una maestra, sobre enseñanza de la historia, fue la que me dijo así medio picara ―me acuerdo hasta de su carita―, dice, “es que en el salón de clases, maestra, pueden pasar muchas cosas, depende de nosotros”; entendí un poco esto que, sí, tenemos la planeación, pero también nosotros en el salón de clases podemos mover, crear, crear nuevas cosas, utilizar muchos materiales no quedarnos con el libro ni la antología, porque así en la universidad. Cuando yo entré, así se acostumbraba. A mí me dieron una antología y este es el programa que se va a dar, y sí, lo di un año dos, pero yo dije, cómo me voy a quedar con una antología, no, no, no. Me gusta dialogar con los autores y a los alumnos, que ya estoy hablando a nivel universitario, que dialoguen entre los autores que estamos leyendo, ese es el ejercicio de análisis que tenemos que hacer, ¿cómo me enfrento a la experiencia del otro? Pues haciéndolos dialogar.

Te digo, con las propuestas que he desarrollado, voy pensando en el nivel cognitivo a quien está dirigido, claro, yo he trabajado fundamentalmente con universitarios, y bueno, mi material, el trabajo que hago es para profesores universitarios, pero cuando tuve oportunidad de concursar ―no ganamos―, en el libro de quinto año; lo que hacíamos nosotros era un discurso escrito para niños de diez años, o sea, si considero la narrativa que está pensada para los niños debe ser escrita para ella. Lo que yo veo en los libros ¿qué veo? A mí me llaman mucho la atención los libros de texto porque son un recorte de un autor sobre equis tema y luego el recorte de otro autor y luego el recorte de otro autor. Luego los libros, el discurso que se le da a los niños es tan complicado, porque no es, porque cuando tú haces un texto tienes una idea, y haces tu texto con base a esa idea, pero cuando recortas un pedacito de uno un pedacito de otro, no se acaba de tener claridad, uno qué va a tener claro el hilo conductor.

Un elemento que yo considero muy importante es escribir los materiales de acuerdo con el alumno al que va dirigido, incluso a nivel universitario. Tu como alumna lo habrás vivido, a veces el maestro habla de otras cosas y la lectura habló de otra cosa, porque el maestro nada más quiere un tema en particular, entonces, yo escribo los textos que mis alumnos van a leer porque están enfocados a la problemática que quiero destacar. Todo curso mío empieza con una problemática que yo escribí, y ya después veo a los autores, pero los alumnos tienen que enfocar la mirada en la problemática que vamos a trabajar, porque los autores pueden hablar de muchos temas, pero yo por ejemplo, sólo quiero hablar de identidad, o de cómo se consolidó el nacionalismo, entonces, la lectura que yo haga, tengo que darles, por decirlo de alguna manera, darles a los alumnos una mirada para las lecturas, porque nosotros como alumnos nos podemos perder; pero si ya llevo una serie de problemáticas trazadas, yo voy estudiando ese texto a partir de esas problemáticas.

Hace rato dijiste la didáctica, en México no hemos desarrollado propuestas como en España. En España los grupos de investigación tienen financiamiento de años, de años, no es solamente mete tu proyecto Conacyt y te va a durar un año, dos, no, no, no, allá son de años y aquí los investigadores de la enseñanza de la historia, pues todos somos solitos, los que podemos con nuestros recursos. No tenemos una visión de política educativa que diga la enseñanza de la historia es importante. Ahorita lo que te financian es ciudadanía, yo creo que ahí podemos insertarnos, pero por muchos años, no había. No había apoyos para grupos de investigación, y si hay, es uno o dos años, y en cambio en otros países la investigación es de largo aliento, aquí lo que hacemos los investigadores sobre enseñanza de la historia, somos muchos, pero no nos conocemos, pero no tenemos maneras de trabajar en colectivo.

Capítulo 4. Los valores de identidad nacional en los adolescentes mexicanos

Selene Kareli/CII-OVE: Seguro, ahí están todos estos desafíos de la planeación didáctica, lo veo también como un reto de creatividad para poder interesar respecto a estos temas, y bueno, ahí, otra vez me surge la política educativa vista desde que responde a determinados intereses, ahí es el reto, un reto muy fuerte que está presente, ¿cómo se vincula la enseñanza de la historia respecto a las políticas educativas que se promueven de un determinado Estado? y, bueno me gustaría continuar con esta parte, en el apartado cuatro de su libro, usted nos comparte los resultados de un trabajo de campo que realizó con un grupo de estudiantes de secundaria de la Ciudad de México, y me parecieron interesantes los hallazgos, las ideas que ahí plasma, porque pareciera que los jóvenes tienen un sentido de identidad muy nacionalista, pero, yo me pregunto y le pregunto ¿cree que el sentido de identidad nacional que ellos expresan se haga desde una conciencia histórica y social, o cómo surge esa apropiación de esa identidad nacional? ¿Qué rol tienen las representaciones sociales, los imaginarios sociales para que ellos sigan sosteniendo esta identidad que se impulsó mucho a partir del siglo XX y toda la identidad que ahí se plasmó? ¿Cómo fue esa experiencia?

Dra. Julia Salazar: Bueno, aquí, ahorita que dices cómo fue mi experiencia, deja comentarte que yo en esa parte tenía una hipótesis diferente. Yo pensaba que los alumnos ya no iban a tener estas características, ya no iban a tener en su mente estos atributos del nacionalismo decimonónico, sino que iban a ser mas globalizados, iban a ser más en función de la tecnología de las redes; incluso, a algunos les puede pasar, a mí me pasó en mi tesis que llevaba ya mis escritos, me agarré a todos los especialistas en globalización: Vattimo, Bauman, todos, y yo iba bien encarrerada con mi marco teórico, y cuando voy viendo los resultados, me dije, no puede ser. Empecé a ver las encuestas y ya que hice el vaciado, comencé a ver las respuestas, y dije no puede ser… ¿Por qué yo pensaba o de donde partía de que los alumnos no iban a ser nacionalistas?, y bueno, esto me llevó a cambiar mi marco teórico a la hora de hacer el informe de esta parte, pero un poco la respuesta la encontré en las lecturas clásicas del nacionalismo.

El nacionalismo es un atributo que le llaman esencialista, o sea, nosotros somos nacionalistas porque se nos da como atributo. Nosotros no lo pensamos, no lo reflexionamos. Yo soy nacionalista porque soy mexicana, soy mexicana porque nací en México, o quiero a México porque nací en México.

A mi particularmente no me gusta el futbol; y sin embargo, una vez que estaba en Chiapas en una terminal para trasladarme de un lugar otro, había un partido, una final, no sé ni de qué, era un mundial y México estaba jugando, y yo súper emocionada, y cuando México metía gol me emocionaba. Yo sé que son 22 personas corriendo en una cancha, 22 millonarios corriendo en una cancha tras una pelota, pero ¿por qué me dio emoción?, bueno pues por que hay ese sentido esencialista de la nación.

Mis papás cuando yo era chica me llevaban al desfile, y yo me acuerdo de que me emocionaba pasar a ver a los soldados, y sentía en mi corazón mucha alegría porque iban los tambores, y bueno, esa es una identidad esencialista, no es reflexionada, está más en la emoción que en la razón. Es una emoción que desde niño te la enseñan. Las prácticas que tenían antes las familias eran de respeto a la bandera, de respeto al himno, al presidente, etcétera, etcétera, y sentirte orgullosa de ser mexicana, cuando no sabías qué era eso. Es algo que se te queda, como esas narrativas tan poderosas que te marcan para ver la realidad. Yo parto de la idea de que eso se enseña y la tienes aquí, introyectada en tu pensamiento, en tus imaginarios… Yo me emocioné de ver un partido cuando no me gusta, estoy en contra de esos negocios multimillonarios, no puedo creer que a un futbolista le paguen los millones que gana cuando la ciencia necesita más, y yo super emocionada, y te estoy hablando de que eso pasó hace unos 10-15 años, o sea ya era una especialista formada, especialista en la enseñanza de la historia, y a pesar de eso emocionada, o sea, la respuesta es eso. No pensamos, no está en el pensamiento, está en la emoción, de repente me costó trabajo entenderlo, porque pensé que los cambios eran mas fluidos, pero me acordé de una idea de Carlos Marx que dice que cambiar las ideologías es muy, muy difícil, no se cambia de cien años una ideología, son procesos muy, muy lentos y de larga duración; ese nacionalismo es de esos procesos que no es fácil cambiar, aunque estemos muy globalizados, que yo ya a veces lo dudo.

Al principio, a ti te debió de haber tocado, mas o menos cuando estudiaste, que la globalización, decíamos iba a destruir todo, que nuestras prácticas, nuestras tradiciones, nuestro consumo. Me acuerdo de que los autores iban por ese camino, y bueno, no, hoy vemos que no pasó eso. Ha habido movimientos de resistencia, pero tampoco la globalización logró todo eso, si es cierto que han cambiado nuestros hábitos de consumo, por ejemplo alimenticio, pero finalmente la tortilla, o el maíz, sigue siendo parte esencial de nuestra comida, aunque nos gusten las hamburguesas. Yo pienso que la globalización no arrasó, así como nos lo anunciaron en la década de los 90 finales de los 80 algunos sociólogos. Sí, si transformó, incluso las practicas, ahorita con el uso del internet que tenemos. Sí han cambiado, pero finalmente, por ejemplo, yo te estoy viendo a ti, veo tus emociones, veo tus reacciones, te estoy viendo a ti, no estoy viendo a la televisión, te estoy viendo a ti. Finalmente veo la emoción, o las emociones, tus movimientos, eso es lo que yo estoy viendo, entonces, si, la globalización ha cambiado, pero seguimos entre los temas, que el nacionalismo sigue siendo esencial en nuestros imaginarios, en nuestras representaciones de lo mexicano.

Selene Kareli/CII-OVE: Me parece muy interesante lo que me comparte y también esta cuestión de la identidad esencialista, porque realmente es algo que de manera muy reciente yo me había cuestionado mucho, la parte del nacionalismo y cómo nos apropiamos tanto, como usted señala de esta experiencia, y, claro, con estas ideas retomadas de Marx, pues si, transformar algo que tenemos tan profundo y tan interiorizado no es algo de que hoy se me ocurrió y ya mañana. En algún momento yo llegué a asociar estos procesos de transformación históricos con la cuestión psicoanalítica, cómo uno se narra y se cuenta estas historias para hacer estos cambios, y no es sencillo, son procesos de larga duración.

Dra. Julia Salazar: Nada más deja acotar esto de lo narrativo, para mi es fundamental. Nosotros, dice Bruner también, que, en la narrativa, las formas en que nos narran las cosas son armas poderosas para dar inteligibilidad. Yo te digo una narrativa muy sencilla, que nos han enseñado mucho: “las mujeres cabellos largos ideas cortas”, o “la mujer detrás de la puerta siempre con escopeta siempre cargada”, algo así, narrativas que siempre nos ubican por debajo de los hombres, por poner un ejemplo, o subordinadas al poder o dominio de los hombres y con esa narrativa nacemos.

Me acuerdo una muy común, con esa narrativa le damos explicación a la realidad. Una frase muy común que yo he escuchado “es tu cruz comadrita”, esas narrativas son muy poderosas para dar inteligibilidad, entonces lo que nosotros tenemos que cambiar, la escuela, y yo si creo que la historia también, lo que tiene que cambiar son esas narrativas, por ejemplo, la narrativa del héroe. En México nos han enseñado que el héroe es víctima, piensa en los héroes populares, ¿quiénes son nuestros héroes populares?: Zapata, victima; bueno, Benito Juárez no murió asesinado; Pancho Villa, victima; Cuauhtémoc, victima, en México nos han enseñado una narrativa del héroe popular siempre derrotado, incluso las historias más populares, Chucho el roto y esas; el que le daba a los pobres pero derrotado, y así vemos derrotados.

La narrativa que nos han enseñado es que los héroes populares siempre son derrotados, o víctimas, y no,  por qué no enseñar una narrativa que los héroes populares también pueden ser triunfadores, fíjate, detrás de eso hay una intención política ideológica muy fuerte; para qué luchas si finalmente van a acabar derrotados, y si tú lo piensas es un poco el discurso que dicen los empresarios actualmente, Claudio X González, es un poco ese discurso el que trae, “nosotros los empresarios estamos luchando por ustedes, estamos enarbolando la bandeara de ustedes, ustedes tranquilos”, bueno, fue lo que hicieron mucho en el siglo XX, cuando le quitan a los zapatistas su bandera de la lucha agraria, “nosotros la elite”, entonces los campesinos quedan azorados, en este sentido, bueno siguen luchando pero quedan fuera de la historia. Hoy hacen los mismo, pero ¿por qué cae rápido esto en nuestra cabeza, en nuestro entendimiento?, porque esa es la narrativa que nos han enseñado, una narrativa donde finalmente hay otro que puede luchar por nosotros, el líder, el intelectual, el blanco, esa narrativa es la que hay que derrotar.

Capítulo 5. Enseñanza de la historia y ciudadanía

Selene Kareli/CII-OVE: Y sabe, ahorita que yo la escuchaba y retomaba las ideas que hace un rato me compartió, pensaba incluso, bueno, estoy en el aula, y te estoy enseñando nacionalismo pero te voy a enseñar las voces del nacionalismo que no es una línea, vamos a ver qué hay aquí, eso es bastante interesante, ir desentramando toda esta parte del discurso que hay detrás de esta historia que se nos ha contado, que se nos ha narrado, y me surge, y ya para ir cerrado, una última inquietud una última idea, ¿cómo echar mano de la enseñanza de la historia para fortalecer la democracia y la participación de la ciudadanía?, que es algo que también se plasma dentro de su libro, me parece que va a ser un poco reiterativo, porque está enfrentarse como docente a ese desafío de los poderes hegemónicos que nos hablan de estas historias únicas, desde estas mismas narrativas. Ahí, primero el docente se tiene que enfrentar a eso y después transmitir algo al estudiante, es como una cadenita, me pregunto, ¿cómo no perdernos en un relativismo?, ¿cómo hacer que quede toda esta pluralidad hacia con los estudiantes?

Dra. Julia Salazar: Exacto, fíjate que fue una pregunta que también me hice mucho tiempo, y mas o menos he ido construyendo la respuesta, ¿para qué yo quiero que sepan historia? Yo no quiero que sepan historia para que concursen en un juego de preguntas sabias. No. Yo quiero que sepan historia para que desarrollen habilidades de pensamiento crítico y de pensamiento histórico; estas habilidades, por ejemplo, una habilidad del pensamiento histórico es poderse mover, como diría Marc Bloch, en el plasma de la experiencia temporal. No pensar que el pasado nos va a marcar para siempre.

Marc Bloch, me gusta mucho esta forma que lo expresa él, porque es como un plasma, porque si tú te lo imaginas te puedes mover. En el plasma puedes ir al pasado al presente, incluso proyectar hacia más adelante, hacia el futuro. Yo creo que el pensamiento histórico, y concretamente la experiencia temporal, nos permite movernos en ese ir y venir, en ese pasado y presente. Piensa tu en tu vida personal. Tu no puedes, tu no piensas en tu vida personal cronológicamente, el presente es quien…, de repente una canción te lleva al pasado, es una habilidad que hay que tener desarrollada en términos, incluso para nosotros para nuestra vida personal, entender por qué estamos y por qué somos así, y no culpar a toda la gente de lo malo que me pasa. Entender en este momento por qué estoy en esta situación. En la historia es exactamente lo mismo, a partir de problemas que nosotros detectamos miramos hacia el pasado, nos vamos hacia el pasado, esa es la habilidad de moverse en la experiencia temporal. Entonces, imagina que tenemos una ciudadanía, que entendemos eso porque ya lo traemos introyectado ―que no es así en términos de la realidad ahorita―, pero imagínate los alumnos formados desde los primeros años en esa mirada, bueno, la realidad la verían así, la verían siempre como una sociedad en cambio, una sociedad en permanente movimiento, no una sociedad estática que, por ejemplo, las frases estas que nos enseñaron, “estudia para que seas alguien”, “si no trabajas vas a ser siempre pobre”, esas narrativas que vienen precisamente de las elites, nos marcan mucho, esa de que “tú eres pobre porque quieres”, ¡por favor!, son narrativas que tenemos aquí, entonces, si nosotros empezamos en la primaria en la secundaria a ver que hay diferentes voces y que finalmente nos movemos en espacios que podemos desplazarnos y que podemos cambiar, ya es otra narrativa, es otra narrativa que nos lleva a explicar el presente, nuestra realidad de manera diferente, entonces, para mí, por eso es tan importante la historia, porque la historia nos enseña ese desplazamiento temporal, claro, la historia pensada como ciencia, no la historia que nos enseña la escuela.

La historia, digamos, el conocimiento histórico nos permite eso, el conocimiento histórico nos permite relacionar, el conocimiento histórico nos permite comparar, la ciencia histórica nos desarrolla muchas habilidades, imagina, imaginemos que desde la escuela, desde la primaria nos desarrollan esto, responsabilidad, solidaridad, valores, además esto es un punto, pero la historia también tiene que desarrollar determinados valores, entre ellos solidaridad, el trabajo colectivo, que tú eres parte de un colectivo, que lo que hagas tú va incidir en los demás, eso nos lo enseña la historia.

Yo creo que son puntos a considerar o tomar mucho en cuenta, que en la escuela tenemos que dimensionar las habilidades del pensamiento histórico, eso es lo que tenemos que hacer, y eso me daría posibilidad de enfrentar o de entender la realidad de manera diferente a como la veo. Hoy la veo en dos voces nada más, la voz de unos y la voz de otros.

Te voy a contar rápido una anécdota, yo vivía cerca de la Universidad Pedagógica Nacional hace tiempo, y un día fui a una junta vecinal, y la gente nada más tenia dos, le era muy difícil poner más posibilidades, nada más tenían dos. No podían ver mas de eso, porque la escuela nos ha enseñado eso, que nada más existe esta verdad. Confrontarlas, eso no. Ahí me di cuenta, que tan importante ―yo reflexiono mucho de los problemas a partir de la realidad―, ahí empecé a reflexionar por qué la gente no quiso ver más, por qué nada más quiso ver la voz dominante, que era la voz de la presidenta de la colonia y otra voz, pero la apagaron, se quedaron con la voz dominante y no quisieron ver más. Y yo dije, ¿por qué?, bueno, porque así nos han enseñado en la escuela. Nuestra forma de hacer inteligible la realidad es con una sola voz, y una voz dominante, y a lo mejor otra voz excluida, pero no más voces, entonces digo, cuando la historia es eso, una multitud de voces. Si nos dieran la posibilidad, yo soñaría que nos dieran la posibilidad, pero no hay, incluso, con el actual gobierno que yo lo apoyo totalmente, apoyo totalmente a la 4T, pero pues creo que en política educativa nos van a quedar a deber mucho. Estuve viendo algunas propuestas que van a hacer para el nuevo currículum y creo que nos van a quedar a deber mucho todavía, pero bueno, pues aquí estamos.

Selene Kareli/CII-OVE: Ahorita que decía eso, yo creo que ahí es donde está la necesidad de que sigan existiendo estos maestros transgresores, se hacen a lo mejor algunas modificaciones, algunos cambios, pero ahora, y a partir de esta conversación me queda claro que estas personas siempre tiene que estar ahí, para que los cambios se sigan haciendo, porque si uno lo pide por favor, a veces por favor no suceden las cosas, y bueno, retomo también esta cuestión de reconocer mi presente a través de ir al pasado para entenderlo, y hace un rato también lo comentaba, incluso para crear el futuro: estoy en el presente, me voy al pasado y a ver cómo puedo avanzar, es un ir y venir en el tiempo.

Dra. Julia Salazar: Así es, esa es mi idea motor, mi idea motor de todo es esa, yo no voy a cargar mi pasado, incluso hasta de manera personal, sino lo voy a entender, lo voy a comprender, pero me deshago de él, y sigo caminando, y sigo caminando aquí-ahora, así como dicen, aquí y ahora, y como dice la vox populi campesina, ¡vamos pa`lante, pa`lante! Vamos para adelante, o sea fíjate, los campesinos son más sabios, muchas veces a pesar de que uno piense que son conservadores, son mas sabios que uno, porque ellos pueden vivir en condiciones diferentes, pero ellos siempre están pensando que van avanzando, bueno, eso nos lleva a otro tema a discutir.

Selene Kareli/CII-OVE: Bueno, ya para cerrar esta conversación, no sé si usted quiere agregar algo más al respecto, sino pasaría al cierre.

Dra. Julia Salazar: No pues solo eso, que tenemos que encontrar, ya sea, yo creo que todos podemos contribuir desde nuestra trinchera, que quisiera yo que la política educativa dijera vamos a hacer un financiamiento para los que van a trabajar algo de la enseñanza de la historia y vamos a ponerlo a prueba y se va a llevar un año, o sea, una investigación en serio, pero pues no, no hay, entonces yo creo que desde la trinchera en que yo estoy en que tu estás, en que están muchos otros maestros, podemos ir a hacer esos cambios, tenemos que, en el espacio que estamos, cambiar, ser transgresores para cambiar, y si logramos el cambio en algunos alumnos, eso es bueno, porque ellos a su vez van a lograr el cambio en otros, entonces, eso es lo que yo diría, estar siempre transformándonos, cambiándonos, actualizándonos, nada más.

Selene Kareli/CII-OVE: Bien, pues muchas gracias, y también este dialogo ha sido una invitación a que ustedes, quienes nos escuchan, lean el libro ¿Por qué enseñar historia a las jóvenes?: una reflexión sobre el sentido de la historia en la formación de las identidades en el México globalizado. Y bueno, también quien este interesado en estos temas de la enseñanza de la historia y en el trabajo de la Dra. Julia pues se sigan adentrando, pues como habrán escuchado es un tema, en algunos momentos bastante controversial también apasionado y generando aquí muchas emociones, reflexiones. Doctora Julia, yo le agradezco mucho su tiempo para conversar en este espacio y compartir con las y los compañeros que sigue el Portal de Otras Voces en Educación. Espero más adelante podamos tener un nuevo encuentro y seguir dialogando todos estos temas.

Por ahora, invito a nuestros escuchas a que nos sigan en nuestras diversas redes sociales: YT, FB, TW, IG, TT, en todos nos encuentran como Otras Voces en Educación, así como en nuestro portal donde día a día se comparten las noticias más relevantes en materia educativa de América Latina.

Esten al pendiente de nuestro siguiente podcast. Nos seguimos escuchando.

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México: UNAM. FES Cuautitlán se va a paro para exigir la apertura de grupos

Por: David Diez

Estudiantes de la FES Cuautitlán decidieron tomar las instalaciones e iniciar un paro de 24 horas para que fuera resuelto en su totalidad el problema de la falta de grupos a alumnos.

Desde que comenzó el semestre el 31 de enero, cientos de estudiantes de la FES Cuautitlán han denunciado a través de redes sociales que no se pudieron inscribir, ya sea en los procesos de reinscripción o en el de Altas, Bajas y Cambios. Los estudiantes mencionan que tienen documentados más de 800 estudiantes que han sido afectados y no se les ha resuelto de manera favorable.

Las Comisiones de Altas, Bajas y Cambios, informaron haber recibido las solicitudes y dicen estar a disposición para resolver los problemas. Sin embargo, también dicen que sólo se atenderán los casos especiales, de alumnos regulares y con promedios arriba de nueve.

Esta medida deja de lado a los miles de jóvenes que tuvimos dificultad para tomar las clases en línea ya sea porque las autoridades de educación y de gobierno no nos garantizaron los recursos necesarios como computadora e internet porque tuvimos problemas de salud -y de salud mental- a lo largo de la pandemia o porque tuvimos la necesidad de buscar empleo para apoyar en nuestras casas en medio de una crisis sanitaria y económica.

Así es que al ver la negativa de las coordinaciones y la dirección, los estudiantes de la FES Cuautitlán realizaron una votación en la que el 80% votó a favor de un paro de 24 horas, por lo que se tomaron las instalaciones el día 14 de febrero a las 22 h.

El problema que hoy se está visibilizando en la FES Cuautitlán es similar al que denunciaron los estudiantes de Área I de la FES Acatlán hace unos días contra los artículos restrictivos de la legislación universitaria y las materias seriadas y candados es que, ante las medidas elitistas impuestas por las autoridades universitarias, hay que organizarse en defensa de la educación pública y gratuita.

Este tipo de políticas por parte de las autoridades de la UNAM, no sólo contribuyen al rezago académico, sino que, por la vía de no permitirnos inscribir a nuestras materias, dejan fuera de las aulas a miles de estudiantes que no tuvimos los recursos para poder continuar con nuestras clases durante la pandemia y e incrementan la cifra de jóvenes que no tienen la oportunidad de estudiar. Sus normas terminan funcionando como un filtro social.

A ningún estudiante se le deberían poner trabas para continuar sus estudios sin importar sus calificaciones o si es regular o no, y menos en el marco del regreso híbrido o presencial que la rectoría y los Consejos Técnicos de las diferentes facultades impusieron sin consultarle al conjunto de la comunidad.

Es necesario luchar para que ningún alumno se quede sin grupo o sin materias inscritas y, a la par, por la contratación de profesores y la basificación de toda la planta docente de la UNAM con salarios que alcancen para la canasta básica familiar, garantizando de esta forma la apertura de grupos acorde a la demanda y para evitar el hacinamiento dentro de los salones de clase.

Esto se puede lograr con la organización de los cientos de miles de profesores, estudiantes y trabajadores que conformamos esta universidad, ¡tomemos las riendas de esta! Hay que luchar por un aumento al presupuesto federal a la educación y que este deje de ser distribuido por y entre la casta dorada que mientras mantiene medidas restrictivas y precariza a los docentes, al año se lleva 120 millones de pesos.

La distribución del presupuesto debe ser discutida y decidida de manera democrática por la comunidad, en perspectivas de construir un gobierno tripartito de la universidad, con profesores, trabajadores y mayoría estudiantil. Conquistemos una universidad en la que cualquier joven que lo desee pueda estudiar sin importar sus condiciones económicas.

Fuente de la información e imagen: https://www.laizquierdadiario.mx

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México: La UNAM rechaza volver a las clases presenciales ante el aumento de casos de covid-19

Por: Beatriz Guillén

La universidad resiste las presiones del presidente López Obrador para volver a las aulas en la cuarta ola de la pandemia en México e impone un modelo híbrido.

 

Las clases presenciales no vuelven todavía a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Así lo ha confirmado la casa de estudios en un comunicado este miércoles ante el aumento de casos de covid-19 en el país: “La enseñanza continuará desarrollándose en forma híbrida en los diferentes planes de estudios”. Esta decisión confronta la exigencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en su conferencia del martes pidió a las universidades que los estudiantes volvieran ya a las aulas, pese a que la entrada de la variante ómicron en México ha disparado el número de contagios.

Después de las vacaciones, la UNAM mantendrá el mismo modelo semipresencial que tenía antes de las fechas navideñas: uso obligatorio de cubrebocas, limitación de aforo y horarios escalonados combinados con clases virtuales. La universidad ha dejado en manos de los consejos técnicos de cada facultad los lineamientos específicos y los porcentajes de asistencia; así, por ejemplo, la facultad de Medicina anunció el lunes que todas sus clases iban a ser en formato online después de consultar las indicaciones de expertos en covid-19.

En su comunicado, la universidad contrasta “la situación sanitaria imperante en el país” con “la persistencia del semáforo epidemiológico en color verde”. Este martes, México registró su cifra más alta de contagios diarios de los últimos cuatro meses: 15.184. La entrada al país de la variante ómicron —identificada por los expertos como mucho más contagiosa— amenaza con llevarlo a una nueva ola de covid-19 —la cuarta en México—, como ha ocurrido en España, Reino Unido o Estados Unidos, que han registrado récords de casos en estas fechas.

Hasta el momento, el Gobierno mexicano ha tratado de llamar a la calma porque todavía no se han incrementado las hospitalizaciones por el virus, sin embargo, la historia de otras olas se repite: falta de pruebas diagnósticas públicas y largas cosas en farmacias y laboratorios privados. La Administración de López Obrador sigue rechazando implementar restricciones y confía en la vacunación como la única herramienta de lucha contra la pandemia.

Este fin de semana comienza la inmunización de refuerzo del personal educativo, mientras algunos Estados han decidido retrasar la vuelta a las clases presenciales. “Las autoridades titubean y se dejan intimidar, y entonces dan bandazos, de repente viene esta nueva variante, y hay que encerrar a todos, porque los analistas están planteando eso, aunque los médicos estén diciendo otra cosa, pero por temor al cuestionamiento, a la crítica, se cierran las escuelas”, criticó el martes el presidente.

López Obrador también se lanzó contra la política sanitaria de las escuelas superiores: “Vuelvo a hacer un llamado a las universidades porque ya se pasaron, hay muchas que no regresan a clases presenciales. Hago el llamado respetuosamente, porque nada sustituye las clases presenciales, además, no todos tienen la oportunidad de contar con Internet”. El rector de la UNAM, Enrique Graue, dispuso a mitad de noviembre que la casa de estudios se encaminaría a una vuelta 100% a las aulas, paralizada ahora por el repunte de contagios.

No es la primera desavenencia entre la máxima institución universitaria de México y el presidente. En octubre, el mandatario encendió a la comunidad académica cuando advirtió contra “la deriva derechista y conservadora” de la universidad, que con 360.000 estudiantes es la más grande de Latinoamérica. Ante la reprimenda, profesores y alumnos salieron a defender a la casa de estudios.

Algunas de las arremetidas de López Obrador más polémicas han sido contra las comunidades académicas mexicanas; desde la extinción de los fideicomisos, la polémica con el CIDE o los últimos recortes de presupuesto a la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Este miércoles ha sido el turno del Tecnológico de Monterrey, a quien el presidente acusa de despedir a su personal docente en diciembre para volverlo a contratar en enero.

Fuente de la información e imagen: https://elpais.com

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El sector educativo en tiempos de la 4T. Estampas de la precariedad

Publicado en: Profelandia

Por: Columna ‘Cortocircuitos’

«En el fondo de toda esta situación de precarización generalizada que va más allá de lo estrictamente laboral, se erige una concepción, un modelo y un modo distinto de concebir el trabajo.»

Los trabajadores del sector educativo fueron de los que más apoyaron para que AMLO y Morena llegaran a ser gobierno. Tres años después, los hechos demuestran que el magisterio no ha recibido un trato precisamente digno, tampoco una solución rápida y efectiva a sus demandas, las cuales por cierto se acumulan.

Quien piense que los problemas provocados por todas las reformas educativas anteriores son cosa del pasado, se equivoca rotundamente; ahí están las múltiples protestas de diferentes grupos para recordárnoslo.

Tal vez la mayor diferencia entre las protestas de antes de AMLO y las de ahora, es que los motivos, los repertorios de protesta y los grupos movilizados no son únicamente los de la CNTE; la perspectiva que reducía los conflictos a dos bandos -SNTE o CNTE vs. Gobierno-, es insostenible. Por otra parte, y esto sí que es característico de la 4T, es la intención de minimizar e incluso invisibilizar estas luchas; a juzgar por las marchas, plantones, peticiones en plataformas realizadas por parte de docentes y trabajadores de educación básica, media y superior, se pretende tapar el sol con un dedo.

Esta vez nos interesa detenernos un poco en este asunto, echar una ojeada a las resistencias en sector educativo, a ese conjunto de luchas minimizadas, invisibilizadas y silenciadas, o al menos eso es lo que quisiera el autodenominado gobierno de la cuarta transformación.

¿Quiénes protestan, por qué protestan y cómo lo hacen? ¿Qué tienen en común los profes de los CADI, UBBJ, Proni, UNAM?  Pareciera que nada, quizá entre los mismos grupos movilizados existe la idea de que son iniciativas aisladas, desarticuladas, locales, atomizadas. En realidad, y así es como lo vemos, tienen mucho en común, más de lo que suponemos o alcanzamos a mirar; veamos por qué.

Estampas de la precariedad

  1. Los docentes de CAED. Según información oficial, existen en el país alrededor de 300 Centros de Atención para Estudiantes con Discapacidad (CAED), adscritos a distintos subsistemas de educación media. Constituyen una opción educativa de bachillerato no escolarizado para personas con discapacidad motriz, auditiva, visual y psicosocial. Las inscripciones están abiertas todo el año, son gratuitas, no se requiere examen de admisión y no hay límite de edad para incorporarse (http://sems.gob.mx/es_mx/sems/bnned_bachillerato_no_escolarizado_personas_discapacidad). Desde 2018, diversos medios han dado cobertura a las protestas y denuncias de los docentes de los CAED debido al retraso de hasta cinco meses en el pago de sus salarios (Tras protestas, la SEP promete cubrir adeudos con los CAED a más tardar el 20 de mayo).

Con la 4T, la situación no ha mejorado, todo lo contrario. Las Reglas de Operación (RO) del Programa para la Inclusión y la Equidad Educativa, ejercicio fiscal 2019, publicadas en la administración de Esteban Moctezuma Barragán, los docentes pasaron a ser identificados como asesores educativos, figura solidaria que recibe un apoyo económico (ojo, NO SALARIO), el cual está condicionado a las necesidades de operación y a la suficiencia presupuestal, consigna que aparece en todos los programas de política educativa actuales.

En marzo de 2019, a cien días del inicio del gobierno de AMLO, Maestros de escuelas para alumnos con discapacidad protestan en Palacio Nacional para exigir mejores condiciones laborales y administrativas; luego en octubre del mismo año, Realizan marcha para exigir recursos para CAED. En agosto de 2021, regresaron a clases presenciales con un adeudo de dos meses de salario (Sin contrato, regresan a clases maestros de estudiantes con discapacidad); en noviembre pasado, impulsaron una campaña de denuncia en redes sociales por el enésimo retraso en el pago del trabajo ya realizado  (https://twitter.com/Marod0/status/1466194882511343621?s=20). Los docentes de los CAED han protestado ante diversas autoridades y dependencias estatales y federales, han acudido a Palacio Nacional, han interceptado al presidente demandándole que no haya recortes al programa.

  • Teachers PRONI. Los profesores de inglés que trabajan en las escuelas públicas son contratados con recursos del Programa Nacional de Inglés (PRONI) como asesores externos. En agosto de 2018, Educación Futura publicó un artículo en el que se advertía sobre las deplorables condiciones en las que trabajan los teachers, así como sus efectos.  Con base en entrevistas y grupos de enfoque realizados en Guanajuato con maestros de inglés en nivel básico en junio de 2018, la autora comenta que los mismos maestros señalan que no son considerados como parte de la planta docente, no cuentan con un salón de clases asignado, no son invitados a los Consejos Escolares, ni a cursos de actualización, reciben escaso o nulo apoyo por parte del personal directivo y administrativo en sus escuelas, tampoco son invitados a las fiestas del día del maestro y de cierre de año (La (triste) situación de los maestros de inglés en el sistema público mexicano).

Con la llegada del gobierno de la 4T, este tipo de contratación y sus nefastas consecuencias, no ha cambiado un ápice. A ello se suma la constante amenaza de adoptar programas autoadministrables, lo que haría prescindibles a los teachers. Trabajar por contrato significa que carecen de prestaciones, se les paga únicamente las horas frente a grupo (Maestros PRONI: una reivindicación laboral pendiente). Los gobiernos van y vienen, pero ellos continúan trabajando en las mismas condiciones.

Frente a este panorama, han organizado un movimiento nacional denominado Teachers PRONI haciendo camino (Se unen teachers de todo el país en pro de la basificación). Sus demandas centrales son la regularización del pago de sus salarios y la basificación de todos los docentes. Recientemente, realizaron una manifestación en Acapulco Guerrero (Se manifiestan maestros de inglés en la capital; exigen basificación), levantando la voz para exigir su cumplimiento.

  • Profesores de asignatura UNAM. Con el pretexto de su tercer informe de gobierno, el uno de diciembre pasado AMLO convocó a un acto masivo para hacer una demostración de fuerza. Al día siguiente, contingentes de docentes de la UNAM se apersonaron en la mañanera para protestar por diversos motivos, echándole a perder al presidente el buen sabor de boca que seguramente le quedó luego de ver el zócalo repleto ( Maestros de la UNAM protestan en centro histórico de CdMx)

Los docentes de asignatura y adjuntos, agrupados en el movimiento #UNAMnoPaga, denunciaron desde el inicio del 2021, que en plena pandemia no les pagaban, que les entregaron cheques por la cantidad de 2 pesos, hubo retiro de prestaciones a más de treinta mil maestros de asignatura y salarios miserables. Del 23 de marzo al 24 de mayo, 22 planteles se fueron a paro en apoyo a este movimiento cuya principal demanda era la regularización en los pagos de la planta docente. No faltaron las represalias: 10 profesores de la FES Acatlán fueron despedidos luego de participar en el movimiento, y acusaron al director de emprender una campaña en su contra (Maestros de FES Acatlán acusan despidos tras paro)

  • Universidades del Bienestar Benito Juárez (UBBJ). Los despidos masivos, disminución de salarios, sobre carga de trabajo, cero prestaciones, retraso en el pago de salarios, entre otras problemáticas, ha sido denunciada una y otra vez por los mismos docentes afectados de las Universidades del Bienestar Benito Juárez (UBBJ). Prácticamente desde el inicio de este programa estrella de la 4T, esta ha sido la tónica; más detalles sobre la situación, pueden consultarse en los Cortos que hemos escrito sobre el tema ( La sargenta Raquel Sosa y Las falsas promesas de las Universidades del Bienestar) Los afectados han sostenido diversas reuniones virtuales, convocado a conferencias de prensa para plantear su situación; recientemente formaron la  Asamblea de trabajadores de UBBJ por los derechos laborales, espacio en el que mantienen contacto entre sí, circulan información y denuncian atropellos.
  • Personal de apoyo y asistencia a la educación (PAAE). Hace unos días, Profelandia publicó un artículo sobre el personal de apoyo y asistencia a la educación. A través de la descripción de tres casos, el autor muestra la situación por la que atraviesan estos trabajadores: años trabajando por contrato de honorarios, bajo la promesa de obtener una plaza base, prestaciones, servicios médicos, en resumen, certeza laboral. Al mismo tiempo, secretarias y auxiliares administrativos trabajan en medio de la zozobra, algunos prestan sus servicios en el sistema educativo desde hace una década o más; cuando termina su contrato por honorarios, siempre existe la posibilidad de que sus contratos provisionales no sean renovados y en consecuencia, corren el riesgo de quedar desempleados. (El PAAE: en el cajón del olvido) La virtud del autor es que logra visibilizar una situación sobre la que prácticamente se conoce nada.
  • Telebachillerato comunitario. Desde hace un año, docentes de telebachillerato agrupados en el Frente único Nacional de Trabajadores de Telebachillerato (Funttbc) han realizado protestas de distinto tipo y alcance (Con bloqueos en la CDMX protestan trabajadores de Telebachilleratos comunitarios), sin faltar manifestaciones en Palacio Nacional para demandar una mesa de diálogo con quien fuera secretario de educación. Se han opuesto al cierre de cien planteles de telebachillerato en Chiapas, demandan basificación y recursos para contar con aulas y espacios de trabajo dignos. Las protestas han escalado a tal punto que, en junio de 2021, incendiaron llantas y se enfrentaron a la policía que protegía la puerta principal de Palacio Nacional. Han sostenido reuniones con diversas autoridades locales y federales, mismas que consideran poco productivas.
  • Directores comisionados. El 10 de diciembre de 2020, directores de primaria del estado de Guerrero se manifestaron para exigir la regularización de sus plazas y demandaron una mesa de diálogo con el gobernador; su presencia exigiendo la regularización de su situación, se hizo notoria en octubre de ese año. Los directores movilizados informaron que eran alrededor de 1000 profesores en esa situación, de los cuales 200 decidieron agruparse en el Frente de Directores Encargados del Estado de Guerrero (FEDEG), a fin de iniciar la batalla legal y la lucha política para poner fin a su irregular situación. En conferencia de prensa aseguraron que las claves de director y supervisor se entregan discrecionalmente a personas allegadas a los funcionarios en turno. Informaron también que hay por lo menos mil 700 directores federales y más de 800 estatales que no cuentan con clave de director, y por lo tanto perciben salarios por debajo de la mitad de lo que les corresponde. En noviembre de este año se plantaron en Paseo de la Reforma para exigir el nombramiento de directores a 258 personas que se desempeñan como directores encargados en escuelas de educación básica, realizan funciones directivas y asumen responsabilidades como tales, pero reciben un salario como docente frente a grupo.

Sectores distintos, demandas similares, precariedad común

Hemos descrito unas cuantas estampas, son solo algunas, la lista es bastante más larga, Sin embargo, son suficientes para realizar preguntas necesarias. ¿Qué tienen en común todos estos casos? Muchas cosas: inseguridad laboral; carencia de prestaciones; salarios miserables, inversamente proporcionales a la cantidad de tareas y responsabilidades asignadas; pagos retrasados y a menudo reducidos; condiciones materiales de trabajo deplorables, en instalaciones prestadas; recortes presupuestales; despidos más constantes amenazas, veladas o abiertas, del término de contrataciones; desconocimiento laboral y desafiliación del sistema educativo; la figura de asesor como prestador de un servicio, se impone cada día más sobre la del docente que ya no es un profesional, mucho menos un trabajador con derechos y seguridad social.

En el fondo de toda esta situación de precarización generalizada que va más allá de lo estrictamente laboral, se erige una concepción, un modelo y un modo distinto de concebir el trabajo. Ahora se paga por trabajar, se compite entre iguales por migajas, se es afortunado si se tiene un trabajo, así sea mal pagado y esclavizante; además, el trabajo está en todas partes, nos acompaña hasta al baño, vivimos para trabajar y esta es una de las fuentes de tanto sufrimiento de nuestra sociedad.

La incertidumbre y la inseguridad, así como el miedo que provocan ambas, se nos presenta como único futuro posible para el que hay que prepararse. En realidad, no son parte de un destino inexorable que llegó de quién sabe dónde o surgió quién sabe cómo; son el fundamento sobre el que se erige y atiza la sobre explotación y en consecuencia, la precariedad del trabajo y la vida que hoy padecemos.


Publicado en Insurgencia Magisterial

Fuente: https://profelandia.com/el-sector-educativo-en-tiempos-de-la-4t-estampas-de-la-precariedad/

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Un siglo de acoso a mujeres oficinistas

Por: Leonardo Frías

Hace un siglo que las mujeres en México llegaron a las oficinas. Era 1920, un entorno laboral dominado por los hombres, y una profesión relativamente nueva para ellas, en ese contexto inequitativo se sentaron las bases para las condiciones del empleo femenino.

Así lo expuso en la UNAM Sussie S. Porter de la Universidad de UTAH, al dictar la conferencia La Respuesta de las Mujeres al Acoso Laboral 1920-1950, presentado en el Instituto de Investigaciones Históricas (IIH), como parte de la jornada del 25N.

Inició el acoso laboral como parte de la desigualdad de género, los factores que sentaron las bases ocurrieron entre 1920 y 1940, cuando se dio la expansión en la burocracia estatal, y el boom de las mujeres oficinistas.

“Las desigualdades empezaron desde la preparación de las mujeres, ellas iban a la entonces primera Escuela Comercial para Señoritas, Miguel Lerdo de Tejada, abierta en 1905, que preparaba oficinistas, mientras ellos acudían a la universidad.”

Identidad laboral

Al presentar los avances de su investigación, Porter, quien forma parte de los departamentos de Historia, Género y de Estudios Latinoamericanos, de la mencionada universidad estadunidense, agregó que la cultura del trabajo enfatizaba la femineidad de las mujeres, desde su ropa, hasta como se referían a ellas.

“A todas las mujeres las llamaron ‘señoritas’ desde 1920, y se refiere de una manera estrecha como una identidad laboral, que significaba soltera, dispuesta y disponible”, mencionó.

Había desde entonces, dijo, una segregación ocupacional, un techo de cristal, donde las señoritas tomaban dictado a sus jefes y ganaban salarios menores; todo ello reforzó su vulnerabilidad y se crearon condiciones que sentaron las bases para ejercer el acoso sexual.

“Había una cosificación de las mujeres y su continua sexualización, incluso en las convocatorias de vacantes se pedía que las señoritas fueran elegantes, ya que para la elegibilidad de su puesto de trabajo se solicitaba buena apariencia”.

Según las fuentes consultadas por Sussie Porter, a aquellas quienes se quedaban con el empleo se les pedía rapidez en la taquigrafía, incluso había un concurso femenino para ello.

“Además de tales habilidades, se les solicitaba disposición psicológica hacia el hombre. La periodista María Aurelia Reyes escribió en ese entonces que, por ejemplo, la secretaria siempre debía ir un paso adelante de su jefe, para que él pudiera realizar otras actividades, como acudir al cine.”

Asimismo, debían ser discretas, y prever cuándo o en qué momento debían ausentarse de la oficina. Además, las secretarias nunca deberían de llorar, sino esperar a ser felicitadas por ser tan productivas “como una máquina de escribir”.

Primeras denuncias

Acompañada de Elisa Speckman Guerra, y Claudia Amalia Agostoni Urencio, directora e investigadora respectivamente del IIH, Porter relató que algunos periódicos de la época ayudaron a delinear la imagen y el acoso a la mujer en México.

En las vacantes publicadas en algunos diarios se solicitaban requisitos como guapas, agradables y de buena conversación, o incluso hubo episodios y caricaturas referentes a una campaña de sexualización de las telefonistas.

“Las primeras denuncias en aquellos años fueron hechas por mujeres en defensa de otras, por ejemplo, en la denominada Revista Mujer, María Elena de García Sánchez denunció sobre lo que había ocurrido a otras mujeres: ‘lo que hace falta es moralidad en los jefes, en vez de trajes de última moda’”, decía.

Al referirse a los años 30 del siglo pasado, Sussie Porter citó a Otilia Zambrano, quien como empleada de la SEP dijo que siempre serían una tentación, por lo que los hombres deberían de comportarse de forma adecuada, y acostumbrarse a la belleza femenina y a su autonomía, porque podían vestirse como ellas quisieran.

Años más tarde, Sarah Batiza Berkowitz, justamente egresada de esa escuela comercial, y quien trabajó en la Secretaría de Hacienda, escribió un libro de ficción basado en todas las vivencias de sus compañeras, el cual fue base de la película Nosotras las taquígrafas (Emilio Gómez Muriel, 1950).

“Habla sobre la subordinación de la mujer en el trabajo, que se replica en la sociedad, con salarios inferiores y menor preparación que las hace vulnerables, porque mientras ellos conducen autos, ellas van en transporte público”, indicó.

Actualmente, finalizó Porter, muchas mujeres no reportan el acoso sexual en su trabajo por temer a no encontrar justicia, y porque no ha existido el espacio para reclamar tales actos, “¡es muy importante que lo entendamos!”

Fuente de la información e imagen:  Gaceta UNAM

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México: Elección en la UNAM. La antidemocracia en la UNAM, más vieja que el Neoliberalismo

Por: Mariana Morales

El pasado 11 de noviembre se llevaron a cabo las elecciones para elegir a 258 consejeras y consejeros del máximo órgano colegiado de la UNAM, el Consejo Universitario. A propósito de los debates sobre la universidad neoliberal, la burocracia dorada y la precarización que denuncian los docentes, los altos índices de expulsión de estudiantes en esta pandemia y las violaciones al CCT de los trabajadores administrativos ¿Qué transformación necesitamos en la UNAM?

Tras el cierre de la votación para elegir al nuevo Consejo Universitario, la Dirección General de Comunicación Social de la UNAM (DGCS), dio a conocer en un boletín, los indicadores de participación de estudiantes y docentes en la elección más importante de la UNAM:

Fuente: Boletín UNAM-DGCS-959/bis

Si bien, los porcentajes fueron emitidos de acuerdo al corte realizado a las 19:30 horas, indican una baja participación sobre todo de profesores y estudiantes, aunque con un aumento relativo en comparación con el 2016 en el sector de profesores de 16,46% a 33, 21%, en investigadores de 45,22% a 54,18% y en Técnicos Académicos de 27,48% a 40,37%.

Entre los datos que se presentan para esta elección, se presentaron 129 fórmulas de candidatos de bachillerato, licenciatura, posgrado y subsistimos de investigación, para elegir al 80% de los integrantes del nuevo Consejo Universitario.

¿Quiénes son el otro 20% en el Consejo Universitario? Son las representaciones “Ex Oficio”, integrada por 65 miembros, todos autoridades de la UNAM: son el Rector, el Secretario de la Universidad quien también es secretario del Consejo Universitario, las y los directores de las facultades, escuelas e instituciones universitarios. Y sí, queda la pregunta de ¿y a ellos quién los elige?

Sin entrar aún en la profunda antidemocracia que existe en este máximo órgano de autoridad, la participación del estudiantado es ínfima, siendo el sector más numeroso de la UNAM con 366,930 (Portal de Estadística Universitaria, 2020-2021) y el más activo políticamente; en el sector de investigadores, integrado por 2690, no sorprende que la confluencia de la participación sea tan amplia, pues representa uno de los sectores privilegiados de la universidad integrado y tiene 72 integrantes en el Consejo.

Particularmente en el sector de profesores, sí hay un aumento significativo que dobla la participación de este año comparado con 2016. Y esto no es casual, pues, desde el inicio de este año, profesores de asignatura y ayudantes emprendieron una lucha contra la precarización y explotación laboral que vive el gremio, ya que en la máxima casa de estudios, 37 mil 510 docentes concentran la mayor carga académica pero esto no se corresponde con el salario que perciben ni en garantizar la dignifican de su trabajo con los derechos laborales correspondientes como la estabilidad laboral y basificación.

Este proceso de politización y organización se vio respaldado por los estudiantes que se solidarizaron con los docentes, levantando paros en 27 facultades. Este clima político alimentó la conformación de distintas candidaturas críticas a la política imperante en la UNAM.

Por otro lado, es cierto que aunque las elecciones ya eran realizadas anteriormente de manera virtual, el escenario de polítización actual y el cuestionamiento a las «mafias», es pasivizado mientras la actividades se mantienen de manera virtual al tiempo que los Consejos Técnicos son los que deciden cómo se regresará a las actividad prensencial; lo cual también mengua la posibilidad de hacer campañas de los sectores críticos.

Si bien las problemáticas son harto viejas en la UNAM, incluso aún más que el neoliberalismo, estamos ante un escenario político en la universidad —también a nivel nacional e internacional— en el que las aguas se removieron por la crisis agravada por la pandemia, agudizando las desigualdades y, poco a poco, los sectores críticos vuelven sobre la defensa de la universidad para las grandes mayorías, su carácter público y gratuito, las demandas de género, etc. La pregunta que queda en el aire para tomar con seriedad es: ¿cómo nos articulamos y organizamos sobre las demandas ya muy claras para muchas, muches, muchos? ¿Para cuándo convocamos un Encuentro de las comunidades universitarias?

Una breve semblanza histórica de la antidemocracia en la UNAM

El reglamento interno del Consejo Universitario fue aprobado en la sesión del 18 de diciembre de 1929. Dicho reglamento, establece el funcionamiento e integración del órgano colegiado, así como las dictaminaciones para los procesos de elecciones, y las atribuciones de la que es competente: aprobación de métodos planes, métodos de enseñanza y evaluaciones; bases para la admisión de los alumnos; formular reglamentos internos; modificaciones del Estatuto General de la Universidad; incorporación de nuevas instituciones, entre otras.

Los años de entonces, fueron fundamentales para establecer los pilares del gobierno posrevolucionario y ese año particularmente se encontraba agitado por la guerra cristera, la fundación del PNR, la oposición al Maximato con la rebelión escobarista y el otorgamiento de la autonomía universitaria.

El preámbulo de la autonomía se da con una huelga estudiantil en 1929, en el que tuvieron lugar múltiples enfrentamientos y una dura represión orquestada por el entonces presidente Emilio Portes Gil y José Manuel Puig Casauranc, jefe del Departamento del Distrito Federal, mismo que después ordenó cesar la represión después de que estudiantes fueran heridos; entonces se declaró que el 23 de mayo fuera Día del Estudiante.

El movimiento estudiantil que comenzó por una reforma a los exámenes, rápidamente escaló en el cuestionamiento de la toma de decisiones autoritaria dentro de la Universidad y planteó como demanda central que el Consejo Universitario estuviera formado por representaciones proporcionales de maestros y estudiantes y que el Estado declarara la autonomía de la Universidad.

El tema de la autonomía, tras la discusión en el Congreso y en el Senado, fue resuelta por el presidente Portes Gil con la expedición de la Ley Orgánica y la conformación del Consejo Universitario, fincados en contra de lo que los estudiantes habían exigido: elegir al rector y la representación proporcional de maestros y estudiantes. Portes Gil eligió la terna para designar rector y designó al entonces Oficial Mayor de Gobernación, Ignacio García Téllez y se estableció el Consejo Universitario en junio de 1929. Desde entonces y hasta ahora se inaugura la historia antidemocrática de la UNAM.

Elecciones, precarización y nuevos escenarios de organización

La necesidad de transformación de la universidad ha tenido distintos ejercicios de organización y acción política, a veces con mayor envergadura y radicalidad, protagonizados por sectores estudiantiles: el 68 internacional, la movilización del 1986-87, la huelga del 99; del sector trabajadores administrativos con la huelga de 1972-73 que fundó el STEUNAM; la huelga de académicos que fundó el SPAUNAM en 1975; la huelga de STEUNAM y SPAUNAM en 1976, proceso que culminó con la huelga que dio origen al STUNAM en 1977 como sindicato de administrativos y académicos y la última huelga del STUNAM ya sólo con la titularidad del CCT de los trabajadores administrativos en 1988. Sólo por mencionar algunos de los más importantes.

Con las recientes elecciones al Consejo Universitario, nos preguntamos cómo están representados estos sectores que han protagonizado importantes luchas por la transformación de la universidad y que recientemente, docentes y estudiantes denunciaron la precarización dentro de la UNAM. Un rápido vistazo a las cifras que componen cada sector y los consejerxs que los representan advertirá que no existe proporción alguna en el máximo órgano de autoridad:

Fuente: Elaboración propia con datos del Consejo Universitario UNAM, Padrón Electoral para Comité Ejecutivo del STUNAM 2021-2024 y la Numeralia del UNAM 2020-2021.

En la elección del día jueves 11 de noviembre del año en turno, se eligieron 258 consejerxs. Los 65 miembros “Ex oficio”, son elegidos por la Junta de Gobierno que a su vez es elegida por el Consejo Universitario y señala que de manera excepcional se puede autoelegir; excepción que se volvió la regla.

La Junta de Gobierno tiene como facultad nombrar al Rector y a los directores de las facultades, escuelas e institutos, así como designar a los miembros del Patronato Universitario.

«De este modo es como se integra la estructura vertical y antidemocrática de la UNAM, cuyas autoridades operan como autócratas y la Junta de Gobierno, como el clivaje institucional de control y distribución de los mandos políticos, establecido desde 1945 bajo el supuesto de “defender los intereses de la universidad” y designan los cargos bajo procesos de auscultación por fuera de los miles que integran la comunidad universitaria.»

«Bajo esta estructura se han instituido formas de explotación laboral para la mayoría de los docentes, restricciones que elitizan y excluyen de la educación a miles de estudiantes pues la UNAM, impone la distribución desigual del presupuesto pues no sorprende que sean estas autoridades quienes concentran las mayores partidas presupuestales contrastando con los bajos salarios de profesores de asignatura, profesores ayudantes y de los trabajadores administrativos.»

Aún falta ver la conformación del nuevo Consejo Universitario, pero no nos sorprenderá ver que las y los elegidos serán parte de los grupos políticos de la UNAM que recrean la política de la burocracia dorada y preservan sus intereses.

Sin duda, en esta estructura bajo el neoliberalismo, se ensancharon las brechas de desigualdad y de toma de decisiones en la UNAM, sin embargo, lo que ya se ha puesto de manifiesto en las críticas es que hace falta la transformación universitaria, misma que no vendrá de las élites universitarias, sino desde sus bases, como ya ha demostrado la historia. La pregunta es: ¿cómo integramos la crítica comprometida por una universidad para todos para avanzar en organizarnos y disputar el poder a las élites?

Somos más, tampoco queda duda en eso; nos faltan los espacios colectivos amplios para avanzar en propuestas de estructuras para nuestra organización de manera independiente de las autoridades que han estado ligadas al PRI y los partidos de los empresarios y hoy, el partido del gobierno, no está exento de estas disputas.

Fuente de la información e imagen:  https://www.laizquierdadiario.mx

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México: También hay que sacudir a la SEP

«¿Cómo piensa AMLO remover el neoliberalismo y la derecha en educación cuando el secretario y la secretaria de educación piensan, actúan y se mueven como neoliberales? Así no se sacude nada…»

Quizá para muchos, las alocuciones de AMLO el 22 y 23 de octubre sobre la UNAM y la derechización de las universidades y del pensamiento, son otra de sus ocurrencias mañaneras. En una de esas tienen razón, pero en el Cortocircuito anterior (De acuerdo, la UNAM y las universidades se derechizaron), le tomamos la palabra para escribir nuestro acuerdo fundamental con una de sus frases: ¡hay que sacudirlo todo!

La racionalidad neoliberal, sus saberes, programas y experiencias lo han invadido todo, no solo las instituciones o la economía, también la educación, la salud, los conceptos, los valores, la subjetividad, las relaciones sociales, las creencias, todo. Por eso es tiempo de sacudirlo todo, ¡TODO!  En eso estamos de acuerdo.

El asunto es que si no se especifican los elementos que definen al neoliberalismo, si no hay claridad conceptual, corremos el riesgo de que la autodenominada transformación sea en realidad más continuidad neoliberal. Pero…¡un momento! Esa experiencia ya la estamos viviendo ¡Ya ha ocurrido en la IV T! ¡Eso es precisamente lo que pasó con la mal llamada cancelación de la reforma educativa!

No escribimos a toro pasado. Lo dijimos a tiempo, con mucho tiempo de antelación. Quien quiera verlo puede encontrar en nuestra página Insurrección Pedagógica, dos textos  sobre el tema, Cancelar la reforma educativa y  La continuidad neoliberal. En el primero, mapeamos las posibilidades conceptuales y políticas de la cancelación, a partir de una serie de elementos para luchar contra la educación neoliberal; en el segundo, demostramos que la reforma educativa de la IV T mantenía, legitimaba y profundizaba la anterior.

Por desgracia, esta discusión conceptual y política no ocurrió ni entonces ni ahora. Y aquí nos encontramos, en plena continuidad neoliberal en el campo educativo; la pandemia, el regreso a clases presenciales y la USICAMM, la han puesto en evidencia, para quien todavía lo dudaba.

Cabe precisar, para que no se malentienda: cuando nos referimos a cuestiones conceptuales no estamos hablando de las grandes teorías y los grandes meta-relatos, sino del modo como se conciben, enfrentan y atienden los problemas educativos. Nos referimos a cuestiones, ideas que se materializan de formas concretas, aquéllas que definen los problemas y, en consecuencia, las acciones, los programas, los presupuestos, la práctica educativa, la formación docente, los ingresos magisteriales…todo lo que afecta el cotidiano escolar y la vida de les, los, las maestras y las comunidades educativas.

Así que no son cuestiones menores, por el contrario, son fundamentales para comprender las políticas. Desafortunadamente (para nosotros), se le presta más importancia a la implementación que a la definición conceptual y a la formulación de los problemas; por eso nos va como nos va -entre otras cosas, evidentemente-.

Lo estamos viendo hoy, con dos de los conceptos más claros, más arraigados, más potentes de la reforma educativa neoliberal, la de antes y la de ahora: la autonomía de gestión y el dispositivo evaluador.

El concepto de autonomía de gestión fue utilizado en la reforma 2013 para plantear como tarea principal de la escuela, mejorar resultados de aprendizaje y garantizar las condiciones materiales, de infraestructura y operación cotidiana. Con ese fin, las escuelas debían elaborar una “Ruta de Mejora” que es básicamente lo mismo que hoy se conoce como “Programa Escolar de Mejora Continua”. Para asegurar que las escuelas no se desvíen de este camino, cada mes se les envía una “guía” que debe ser discutida en las reuniones de Consejo Técnico; se trata de una práctica que se mantiene.

Si bien el concepto quedó subsumido en la llamada Nueva Escuela Mexicana, es evidente que esta misma idea dirige todo el operativo de regreso a clases presenciales; son las comunidades educativas las que se han encargado de proveer los recursos materiales e infraestructurales para la bioseguridad escolar, eso sí, debidamente reguladas por las autoridades educativas.

En cuanto al dispositivo evaluador, ahora a cargo de la ultra cuestionada USICAMM, continúa cobrando víctimas. El magisterio lo está padeciendo en las evaluaciones de ingreso, promoción y reconocimiento. La evaluación docente a la que se identificó como el eje de la reforma neoliberal, continúa haciendo estragos, cuando en la reforma 2013 solo era uno de sus medios. Es cierto, se eliminó la evaluación de permanencia, y eso fue un triunfo de las resistencias, a no dudarlo. Por lo demás, los cambios fueron cosméticos, el tinglado completo quedó intacto, con sus mismos efectos y objetivos. Desde 2017 advertimos que una de las afectaciones de la evaluación docente, entre muchas otras, era la desaparición de la plaza base como garante de la estabilidad laboral (¡Adiós a la plaza! Cambiar a los maestros o cambiar de maestros). Hoy, la evaluación docente refrenda la inestabilidad, mantiene la incertidumbre y reafirma la inseguridad como inherente a la docencia.

Son solo dos casos, podríamos extendernos -y lo haremos en otras entregas- sobre los elementos que configuran la continuidad neoliberal de la reforma educativa. Hoy mismo, en plena IV, siguiendo la lógica AMLO, estamos ante la continuidad de la derechización educativa, nada más que ahora en la SEP y en el Sistema Educativo Nacional, no solo en la UNAM; así que, siempre con el argumento presidencial: ¡¡HAY QUE SACUDIR A LA SEP, PERO YA!!

¿Cómo hacerlo? Hay muchas maneras, iremos desbrozando ese camino poco a poco. Por ahora, van tres cuestiones que nos parecen relevantes, apenas para empezar la sacudida de la SEP:

  1. Empecemos preguntándonos por qué se han escogido como secretarios de educación pública, primero, a uno de los representantes mayores de El cártel de la reforma educativa,  Esteban Moctezuma Barragán; luego, a Delfina, una emprendedora en la SEP , distinguida militante de MORENA, cuya única pieza legislativa relevante fue proponer el emprendimiento en educación. ¿Cómo piensa AMLO remover el neoliberalismo y la derecha en educación cuando el secretario y la secretaria de educación piensan, actúan y se mueven como neoliberales? Así no se sacude nada.
  • Sigamos con uno de los aspectos más relevantes de la educación neoliberal: la precarización, sobrexplotación, flexibilidad, práctica y formación docente. Se eliminó supuestamente el Servicio Profesional Docente y fue sustituido por el Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros; queda claro que fue un cambio nominal solamente, al grado de que el eje conceptual de la ley y de la USICAMM es la estructura ocupacional vigente, a partir del cual se regulan desde las vacantes (interesante que se denomine así, eso ya merece una atención especial), hasta los ingresos, presupuestos y demás en los centros de formación docente. No hay algo más neoliberal que eso en la regulación magisterial; y los problemas que eso ha causado y sigue causando son enormes. Por eso, en la lógica de la crítica a la derechización y al neoliberalismo a la que nos provoca y anima el señor presidente, ¿qué tal si también sacudimos eso?, ¿qué tal si de una vez por todas agarramos el toro por los cuernos y ponemos en jaque las estructuras ocupacionales vigentes?

Por eso nos sumamos a la consigna presidencial: ¡A SACUDIR TODO! ¡Empecemos por la SEP!


Fuente:  Insurgencia Magisterial

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