La educación es clave para el desarrollo de personas y países, sin embargo en el mundo hay millones de niños y niñas que no tienen acceso a ella. En muchos casos, quienes tienen la oportunidad de estudiar se enfrentan a grandes retos: instalaciones inadecuadas, falta de material, escasez de profesores y pocas escuelas. La campaña Escuelas para África, impulsada por UNICEF y la Fundación Nelson Mandela tiene como objetivo poner los medios necesarios para que la educación en África tenga sus bases en escuelas sólidas
Las escuelas son instituciones sociales dedicadas a la enseñanza. De acuerdo con esta idea, para tener una escuela no es necesario tener un edificio escolar. Puede haber una escuela en una casa, en un patio, en una tienda de campaña o incluso debajo de un árbol. De hecho estos son los tipos de escuelas más frecuentes en muchos lugares de África. La falta de medios, el deterioro de la construcciones y la necesidad de usar los edificios para otros fines hace que miles de niños y niñas recorran kilómetros cada día para asistir a escuelas abarrotadas que carecen de lo más básico.
Escuelas para África es una iniciativa de UNICEF y la Fundación Nelson Mandela para financiar la construcción de escuelas sólidas y seguras y para la provisión de servicios básicos. Los fondos también se destinan a la formación del profesorado. Su objetivo es conseguir que el mayor número posible de niños de África vayan a la escuela y reciban una educación de calidad.
¿Sabías que?
– La educación suele ser la primera víctima de una crisis económica.
– Los países a menudo recortan la inversión en la educación justo cuando más se necesita.
– Las familias pobres no sacrifican el trabajo de sus hijos e hijas si creen que las escuelas no los preparan para el futuro. Promover una educación de calidad es clave para cambiar actitudes.
– Durante los desastres naturales, la educación puede ayudar a mitigar el trauma.
Escuelas para África se centra en los colectivos más desfavorecidos: huérfanos, infancia que vive en extrema pobreza, y las niñas. Inicialmente se está desarrollando en seis países: Angola, Malawi, Mozambique, Ruanda, Zimbabue y Sudáfrica. El propósito concreto en estos países es escolarizar a cuatro millones de niños.Hasta el momento se han recaudado 50 millones de dólares, lo que significa que un total de 3,6 millones de niños pueden ir a la escuela.
En 2010 la iniciativa Escuelas para África se extenderá a otros 5 países: Malí, Níger, Burkina Faso, Etiopía y Madagascar.
Resultados de la iniciativa
Los resultados de Escuelas para África a finales de 2008:
Se han construido o rehabilitado 683 escuelas
Se ha suministrado agua potable a 379 escuelas
En 746 escuelas se han puesto en marcha letrinas y otras instalaciones sanitarias.
Se ha facilitado mobiliario y material escolar a 829 escuelas
UNICEF y la empresa social Conceptos Plásticos se unen para crear una fábrica en Costa de Marfil que convertirá estos residuos en material de construcción para la creación de escuelas.
La manera en la que gestionamos los residuos plásticos es uno de los grandes problemas de nuestra sociedad. La incapacidad para reciclar un volumen que se acerque a lo que se produce en todo el planeta acarrea consecuencias tan graves a nuestro ecosistema que desde hace tiempo se habla de una “emergencia climática”. Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada minuto se compran un millón de botellas de plástico, mientras que cada año se utilizan unos 500.000 millones de bolsas del mismo material. Ocho millones de toneladas de estos residuos acaban en los océanos al año. Unas cifras que nos obligan a afrontar el futuro desde una perspectiva distinta, y también a encontrar soluciones nuevas.
Costa de Marfil no es, ni mucho menos, inmune a esta situación. Las estimaciones sitúan en tan solo un 5% el total del plástico que se recicla en todo el país, un hecho que, además de tener un efecto grave en el medio ambiente, está directamente relacionado con problemas de salud como la diarrea, la malaria o la neumonía. Por esa razón, UNICEF se ha unido con Conceptos Plásticos, una empresa social colombiana especializada en proyectos innovadores de reciclaje, para ofrecer una solución imaginativa que, además, ayuda a paliar otro problema, la falta de escuelas. ¿La idea? Convertir ese plástico desechado en escuelas.
Este proyecto es posible con la creación de la primera fábrica de Costa de Marfil especializada en la creación de ladrillos 100% realizados con plástico reciclado. Una iniciativa pionera mediante la cual los residuos salen de las calles y los vertederos y se emplean para proporcionar un futuro mejor a los niños del país. Los ladrillos realizados con este material son incombustibles, son un 40% más baratos y un 20% más ligeros. También presentan una mayor durabilidad que los materiales de construcción tradicionales. Los ladrillos, que se producirán en la ciudad de Abijan, se ensamblan fácilmente, como piezas de Lego, lo que facilita la construcción en zonas en las que la necesidad de aulas para dar cabida a los alumnos es apremiante.
Y no solo eso, para poder colaborar con iniciativas como ésta que contribuyan a reducir la gestión de nuestros residuos entre otras cosas, UNICEF ha lanzado el programa Unidos por el cambio climático, una nueva forma de colaborar para abordar una de las grandes emergencias de la sociedad global. Durante solo seis meses, todos aquellos que quieran colaborar pueden hacerlo eligiendo la cantidad que quieren aportar, y que irá a parar íntegramente a paliar los efectos del cambio climático en las vidas de los niños y niñas.
Una solución a dos problemas
“Esta fábrica será pionera en la creación de soluciones inteligentes y escalables para las principales dificultades educativas a las que se enfrentan los niños y las comunidades de África”, declara Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF. “Tiene un triple potencial: proporcionar más escuelas para los niños de Costa de Marfil, conseguir que haya menos residuos plásticos en el medioambiente y generar vías de ingresos adicionales para las familias más vulnerables”.
La primera escuela realizada con ladrillos procedentes de plástico reciclado ya ha sido inaugurada en Sakassou, un pequeño pueblo de una zona remota a dos horas de Abijan. En esa zona, los niños y niñas antes se veían obligados a caminar más de siete kilómetros al día para asistir al colegio. Se espera que en este nuevo centro escolar el año que viene haya 30 clases más que puedan albergar a unos 1.400 alumnos.
Pero no solo los estudiantes se beneficiarán de este material para la construcción. Una vez que la fábrica de Abijan funcione a pleno rendimiento, en ella se reciclarán 9.600 toneladas de residuos plásticos al año, lo que también supondrá una fuente de ingresos para mujeres en situación de pobreza que podrán acceder al mercado laboral. De la misma forma, los ladrillos realizados con plástico reciclado se utilizarán para la creación de otros edificios además de escuelas, proporcionando una alternativa rápida, asequible y duradera para distintas construcciones.
Unidos por el cambio climático
Los niños y niñas no son responsables del cambio climático, pero en muchas ocasiones son los que más sufren sus consecuencias. En muchos lugares del planeta el aire que respiran, el agua que beben y la comida que ingieren está condicionada por los efectos provocados por las generaciones anteriores. En torno al 90% de las enfermedades que se pueden atribuir a esta emergencia global, como el cólera, la malaria o el dengue, afectan a niños y niñas menores de cinco años.
La fábrica de Abiyán es una iniciativa para combatir los efectos de la acción del hombre sobre el medio ambiente, pero no es la única. Gracias a programas como Unidos por el cambio climático UNICEF está paliando las consecuencias que sufren los niños y las niñas. Pequeños que están pagando el precio de una situación que ellos no han provocado.
Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2019/11/27/eps/1574871286_552583.html
Más de 300 niños y adolescentes murieron cada día de 2018 en todo el mundo por causas relacionadas con el virus del sida, según un nuevo informe de Unicef
Cada día en 2018 murieron 320 niños y adolescentes en todo el mundo por causas relacionadas con el VIH, el virus que provoca el sida, según cifras de un nuevo informe de Unicef. El diagnostico precoz y el uso de los antirretrovirales en las edades más tempranas siguen siendo las dos grandes batallas que los expertos creen que hay que ganar para la erradicación de la enfermedad.
Sylvain Konan y Anne-Marie Kanga, de 42 y 43 años, son un matrimonio seropositivo que vive en Benjaminkro, una aldea del suroeste de Costa de Marfil. Antes de comenzar su tratamiento perdieron a cinco hijos. Los dos están diagnosticados desde hace más de 10 años, pero nunca habían hecho la prueba a sus otros tres hijos: Yannick, de 26 años; Samson, de 18, y Christiana, de cuatro. Un programa de Unicef que acerca las pruebas allá donde el acceso a los hospitales es limitado les proporcionó la posibilidad de hacérselas en casa. Los tres dieron negativo. «No puedo estar más feliz, ya no tendré que preocuparme más», explicaba a la organización la madre, que junto a su marido se han convertido en referentes y consejeros de su comunidad para todos aquellos que tengan dudas a la hora de hacerse un diagnóstico precoz.
La causa principal de la mortalidad infantil relacionada con VIH fue el bajo índice de acceso al tratamiento antirretroviral: solo el 54% de los niños de cero a 14 años que tenían el virus recibieron terapia en 2018. “Garantizar las pruebas y tratamientos adecuados a niños y adolescentes es una cuestión de vida o muerte. Y para ellos debemos, siempre, elegir la vida”, asegura la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore.
El diagnóstico precoz y la adecuada administración de los medicamentos en las edades más tempranas siguen siendo las dos grandes retos prioritarios que los expertos creen que hay que abordar. Los datos muestran profundas desigualdades a nivel global cuando se trata del acceso a tratamiento por parte de los niños con VIH, siendo la región de África central y oeste la peor parada (28%). “Las pruebas de diagnóstico en recién nacidos devuelven el resultado de forma inmediata y se consigue saber al instante si un bebé está infectado o no, lo que permite empezar el tratamiento ese mismo día, sin tener que esperar semanas al resultado. Esto ha sido un cambio sustancial para los menores de 18 meses, los más vulnerables”, explica Denise Naniche, profesora de investigación en ISGlobal.
Primer gran paso: prevenir la transmisión madre-hijo
Alrededor de 160.000 niños de entre cero a nueve años contrajeron el VIH en 2018, lo que asciende a más de un millón de esta franja de edad con el virus en todo el mundo. El embarazo o el parto fueron la vía de transmisión para 89.000 menores de cinco y 76.000 de ellos lo contrajeron durante la lactancia. La transmisión del HIV de la madre al bebé puede ocurrir en cualquier momento. Pero también se puede prevenir con tratamiento de la madre y profilaxis en el niño al nacer.
Una familia en Birmania en la que los progenitores tienen VIH, pero que han conseguido parar la transmisión del virus a sus dos hijos, gracias al diagnóstico precoz y a tomar el tratamiento antirretroviral.MSF/SCOTT HAMILTON
«Es fundamental realizar la prueba de diagnóstico de HIV en la madre, de forma rutinaria, en estas tres etapas», explica la experta Naniche. En las mujeres que viven en una zona con alta prevalencia del HIV, la probabilidad de infectarse siempre es mayor. Aunque la prueba haya dado negativo en el momento de la gestación o después, la progenitora sigue en riesgo de ser infectada, y si no lo detecta a tiempo, lleva a más posibilidad de transmitirlo al bebé durante la lactancia.
El acceso de las madres a terapia antirretroviral para prevenir la transmisión del virus a sus bebés ha aumentado a nivel global y alcanza el 82%, un 44% más que hace 10 años, según el mismo informe de Unicef. Sin embargo, las desigualdades entre regiones persisten: África del Sur tiene las tasas de cobertura más altas (92%), seguida de América Latina y el Caribe (79%), África central y del oeste (59%), Asia meridional (56%), Asia oriental y Pacífico (55%), y Oriente medio y África del norte (53%).
«Los programas de prevención de la transmisión madre-hijo reducen la transmisión desde el 45-50% hasta el 2%. Con eso evitaríamos el 98% de las nuevas infecciones y una gran parte de la mortalidad, que es del 50% en los dos primeros años de vida si el niño no sigue un tratamiento», explica Laura Moretó Planas, referente de VIH, tuberculosis y hepatitis B y C para Médicos sin Fronteras España. Esta organización internacional hace diagnóstico del VIH a los niños que atiende en todos sus proyectos y, en colaboración con los ministerios de salud, da apoyo directo a los programas nacionales en varios países, principalmente en África: Sudán del Sur, Sudán, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Níger y Nigeria.
La otra gran barrera a las que se enfrentan las familias con hijos que han adquirido el virus es la falta de tratamientos adecuados para la población infantil. «A menudo, las formulaciones pediátricas no están accesibles o las que lo están, no son óptimas, Por ejemplo, no son termoestables en zonas que superan los 40ºC o implican un gran número de pastillas. Además, los padres tardan en decirle a su hijo que es VIH positivo, lo que dificulta que el niño entienda que necesita seguir ese tratamiento de por vida para no enfermar», explica Moretó Planas. «Hay poca variedad ya que, como en países con renta alta hay menos niños con VIH, la investigación en nuevas formulaciones no está muy extendida. Por lo que en muchos países se acaban administrando pastillas que hay que machacar y no podemos asegurar que la dosis administrada sea la adecuada”, añade Naniche.
Moretó Planas (MSF) además explica que la otra tercera gran dificultad es mantener a los niños infectados con el virus con el tratamiento que requiere una enfermedad crónica: muchos viven en lugares remotos con dificultades de acceso o en zonas de conflicto armado, por lo que frecuentemente lo interrumpen, lo que puede conllevar, a su vez, desarrollo de resistencias. «Imaginemos una zona rural y pobre, en la que entre el 20% y el 30% de la población está afectada por el virus, y alejada de un centro de salud… En zonas así, donde el sistema sanitario ya es frágil de por sí, este no puede soportar una carga de enfermedad tan grande y colapsa», asegura Naniche.
Estigma y machismo, las otras luchas para prevenir el VIH
A la falta de prevención en las madres seropositivas o con riesgo de adquirir el virus, además de las dificultades logísticas y de la escasez de tratamientos adecuados para los más pequeños, se unen el estigma, el tabú y la ignorancia que aún existen alrededor del virus del sida, y que especialmente afecta a las mujeres. Cada semana alrededor de 6.000 jóvenes entre 15 y 24 años se infecta de VIH. En África subsahariana cuatro de cinco nuevas infecciones entre adolescentes de 15 y 19 años son chicas, según cifras de ONUSIDA. Además, 140.000 adolescentes contrajeron el virus, frente a 50.000 varones.
«La discriminación y la violencia de género están claramente relacionadas con la infección y son dos de las principales causas de esta diferencia entre géneros. La propia violencia (sexual o no) y el miedo a ella imposibilita en muchos casos el acceso a sexo seguro a las adolescentes. Muchos países tienen marcos legales punitivos que criminalizan a las infectadas, lo que, añadido a una educación en salud y sexualidad pobre, y a servicios sanitarios poco centrados en sus necesidades, les dificultan el acceso a los servicios sanitarios y de prevención», argumenta Moretó Planas, de MSF.
Una mayor educación en salud y sexualidad, así como el apoyo de la comunidad y la sociedad civil, son esenciales para garantizar un mejor acceso a diagnóstico, tratamiento y prevención. «Es importante que se generen espacios seguros en los que los adolescentes puedan ir para hablar con otros, recibir información sobre sexualidad, sobre enfermedades infecciosas, transmitir sus preocupaciones, pedir consejos, además de recibir el tratamiento adecuado. Cuando integramos todos estos pequeños gestos, se puede conseguir un verdadero cambio», explica Shaffi Essajee, jefe de programas globales para VIH/SIDA para Unicef. Él ha trabajado junto con el gobierno regional de Mombasa (Kenia) para establecer este servicio para adolescentes con VIH y ha ayudado a 8.000 adolescentes en la región.
Education Can’t Wait (ECW), a global fund dedicated to education in emergencies, invests in the construction of 84 classrooms for refugees in Gambella region of Ethiopia.
The classrooms inaugurated this week were constructed in Nguenyyiel, Terkidi, Kule, and Jewi refugee camps and will enable 8,500 refugee children, 38 per cent of them girls, to receive quality education on a double shift basis, according to the press statement from UN agency for children – UNICEF.
The classrooms have been constructed as part of a US $15 million two-year investment from Education Cannot Wait aimed at expanding education opportunities for children affected by emergencies and protracted humanitarian crisis in refugee camps and host communities in Gambella and Benishangul-Gumuz regions.
In addition to these classrooms, Education Cannot Wait is supporting the construction of three new inclusive model secondary schools and 41 classrooms in eight secondary schools to benefit 3,600 children from refugee camps and the surrounding host communities in the two regions. The schools will be fully fitted with water, toilets, and furniture.
Since April 2017, Education Cannot Wait’s investment has surpassed its targets and reached over 138,000 children in refugee and host communities in the two regions.
The support has included training of 683 teachers at certificate and diploma level, distribution of 500 education and recreation kits and provision of school grants to improve education quality, training refugee and host community teachers in child-centered teaching methods and conducting accelerated school readiness classes for over 12,000 out-of-school children aged between six and seven years.
Partners in the school construction project include the Ministry of Education, Regional Education Bureaus, the Agency for Refugee and Returnee Affairs, UNHCR, UNICEF, Plan International and the United Nations High Commission for Refugees.
ECW was launched by international humanitarian and development aid actors, along with public and private donors, to address the urgent education needs of 75 million children and youth in conflict and crisis settings. To date, ECW investments span more than 30 countries affected by armed conflict, disaster and forced displacement.
ECW’s investment modalities are designed to usher in a more collaborative approach ensuring relief and development organizations join forces to achieve education outcomes.
ECW is hosted by UNICEF. The Fund is administered under UNICEF’s financial, human resources and administrative rules and regulations, while operations are run by the Fund’s own independent governance structure.
Source of the notice: https://newbusinessethiopia.com/education/education-cant-wait-invests-in-ethiopia-refugees-school/
El XIX Festival Internacional de Cine Infantil en la ciudad india de Calcuta muestra películas de 12 países con el tema de la violencia contra los niños, como parte de una iniciativa global de Unicef.
Mohammad Mohiuddin, jefe de la oficina del Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) en el estado indio de Bengala Occidental, señaló que hay una necesidad urgente de acción conjunta para poner fin a todas las formas de violencia contra los niños y niñas, incluyendo el abuso sexual.
Las películas infantiles -acotó- son uno de los medios más potenciales para la educación de valores entre el público joven de todo el planeta.
Mohiuddin señaló al periódico digital Ganashakti que Unicef tiene como objetivo destacar las cuestiones relacionadas con la violencia contra los niños y niñas a través de diversos discursos, talleres y proyecciones de filmes durante todo el festival de cine.
El secretario general del Club de Cine Central de Calcuta, Parimal Mukherjee, indicó que este festival es un intento de cerrar la brecha y mostrar cintas que destacan temas que afectan la vida y el bienestar de los niños en todo el orbe.
Agregó que las obras fueron seleccionadas no solo por sus interesantes argumentos y su calidad cinematográfica, sino también por los mensajes que transmiten sobre temas relacionados con la infancia.
Un total de 20 cintas de 12 países, incluida la India, se proyectarán en diferentes lugares de las ciudades de Calcuta y Malda hasta la última semana de diciembre.
En ocasión de que en este 2019 se cumplen 30 años de la firma de la Convención de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, UNICEF en la República Dominicana ha preparado una evaluación de los avances y los desafíos pendientes del país en varios de los derechos más importantes consignados en ella desde finales de la década de los noventa hasta la actualidad. Tuve el placer de colaborar con el equipo de esa agencia y del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONANI) en la elaboración de este documento. Los siguientes fueron sus hallazgos más importantes.
La inversión pública en infancia se ha incrementado notablemente. En los últimos años, la inversión pública en infancia y adolescencia ha crecido de manera significativa. Aunque los datos no son estrictamente comparables, ofrecen una idea razonable. Mientras en 2010, el Estado invirtió alrededor del equivalente al 2% del PIB en bienestar infantil (salud, educación, protección), en 2013 el monto había subido hasta 3.6% y en 2016 hasta 5.1%. En ese año, el gasto por niño o niña por día fue de 2.9 dólares. Sin embargo, el 76% de todo el gasto lo hizo el Ministerio de Educación. Eso significa que otras dimensiones del bienestar infantil distintas de la educación continúan insuficientemente financiadas.
Adicionalmente, la cobertura de la seguridad social en salud para la infancia y la adolescencia también ha crecido. Pasó desde 21.7% en 2007 hasta 56.6% en 2018. El 43.3% restante de la población infantil y adolescente no estuvo cubierta por esquema alguno. También ha aumentado el alcance de los programas de protección de la infancia, en especial las transferencias monetarias de PROSOLI a través de Comer es Primero, que alcanza al 18% de la población infantil, el Incentivo a la Asistencia Escolar (236 mil hogares con niños y adolescentes) y el Bono Escolar Estudiando Progreso (más de 115 mil jóvenes menores de 21 años).
La pobreza infantil se ha reducido, pero continúa siendo más alta que entre adultos. Un crecimiento de los ingresos laborales combinado con mayores inversiones en la infancia ha contribuido a reducir la incidencia de la pobreza monetaria y multidimensional en la población infantil y adolescente. Entre 2004 y 2017, el número de personas menores de 19 años viviendo en hogares con ingresos de pobreza cayó en 886 mil, pasando desde 58% hasta 35.5%. El porcentaje que vivió en hogares con ingresos de pobreza extrema pasó desde 20.5% hasta 6%. De igual manera, aquellos que vivían en hogares en pobreza multidimensional, esto es, no solo con ingresos insuficientes sino en viviendas inadecuadas y/o sin acceso a al menos algunos servicios básicos, bajó desde 48% en 2004 hasta 27% en 2017.
A pesar de eso, en 2017 todavía más de 1.3 millones de niños y adolescentes viven en hogares con ingresos de pobreza y 227 mil en hogares con ingresos de pobreza extrema. Además, el porcentaje de menores de 19 años en pobreza (35.5%) es mayor al porcentaje de la población en general en esa misma condición (25.6%) porque los hogares pobres tienden a tener más hijos e hijas.
Se ha reducido la mortalidad infantil, pero está estancada desde hace más de una década. También hay progresos en salud y se reflejan en una reducción en la mortalidad infantil. Sin embargo, los avances parecen haberse detenido hace mucho tiempo. Entre 1996 y 2002, la mortalidad infantil (en menores de un año) cayó desde 45 por cada mil nacimientos vivos hasta cerca de 30, pero a partir de ese momento, casi no ha habido avances. El problema radica en que las muertes neonatales, esto es, las que suceden durante los primeros 28 días de nacido, se mantienen elevadas.
Casi el 80% de las muertes infantiles (antes de cumplir el primer año) suceden durante esos 28 días, y el 71% de ellas en los primeros siete días. Esta alta mortalidad tiene que ver con la baja calidad de la atención en salud. El ritmo que lleva indica que, si no se intensifican los esfuerzos, el país no cumplirá la meta de los ODS que es llevarla hasta 12 por cada mil nacidos vivos en 2030.
La mortalidad materna persiste. Desde mediados de los noventa hasta inicios de la década pasada, la mortalidad materna se redujo en 50%. A pesar de eso, desde ese momento no ha habido mayores avances porque la calidad de la atención en salud es precaria. La tasa se ubica en cerca de 100 por cada 100 mil nacimientos vivos, Además de que el país se ubica entre los de mayores tasas de mortalidad materna en la región, a este ritmo el país no cumplirá con la meta de los ODS de bajarla hasta 70.
Los embarazos entre adolescentes no ceden. La proporción de adolescentes que ha estado embarazada es una de las más altas del continente. La República Dominicana ocupa el quinto lugar en América Latina y el Caribe. En 2014, más del 21% de las mujeres tuvieron al menos un hijo nacido vivo antes de cumplir 18 años. Desde 1996, la tasa de fecundidad entre adolescentes (nacimientos por cada mil) se ha reducido, pero de forma muy lenta.
La desnutrición infantil se ha reducido. La reducción de la desnutrición infantil crónica ha sido uno de los más destacados avances para la niñez en el país. La proporción de menores de 5 años con desnutrición (baja talla para la edad) se redujo desde cerca de 20% en 1991 hasta algo más de 5% en 2013. Las reducciones más intensas se dieron en la década de los noventa y se asociaron al incremento en los ingresos y las mejoras en la alimentación, una mayor provisión de agua potable y servicios de saneamiento, la suplementación con micronutrientes del Ministerio de Salud Pública, y más recientemente, la suplementación para niñas y niños de hogares beneficiarios del Programa Progresando con Solidaridad (PROSOLI). A pesar de eso, todavía hay más de 65 mil menores de 5 años con desnutrición y la lactancia materna exclusiva sigue siendo vergonzosamente baja en el país (entre 5% y 7%).
La cobertura de educación ha aumentado lentamente y persisten graves problemas de calidad. Los logros del país se concentran en el aumento de la cobertura de educación primaria. En la actualidad alcanza más del 90%, pero los aumentos se dieron hasta la década pasada. En los últimos 10 años, los progresos se han estancado. En secundaria también ha habido avances. La cobertura actual supera el 70%. Pero, igual que en la primaria, los progresos tienen más de 10 años detenidos. En educación inicial, el aumento de la cobertura ha sido continuo, pero apenas alcanza al 50% de niñas y niños entre 3 y 5 años.
Los déficits de cobertura hacen que unos 480 mil niñas, niños y adolescentes estén fuera de la escuela: el 12.4% de los que tienen 5 años, casi el 6% de los que tienen entre 6 y 11 años, el 9.4% para el rango de 12-14 años, y casi el 15% para los que tienen entre 15 y 17 años. Además, hay amplio consenso en que la calidad de la enseñanza es terriblemente baja. El país se ubica en los últimos lugares en la región y el mundo en esta materia.
Se ha reducido el porcentaje de niños y niñas sin registro de nacimiento. El porcentaje de niños menores de 5 años sin registro de nacimiento ha declinado. Ejercer el derecho al registro es clave para que las personas puedan ejercer muchos otros derechos. En 2014, fue de casi 13%, diez puntos porcentuales menos que en 2006. Desafortunadamente, esto es todavía más del doble de la media de la región. La falta de registro afecta a 116 mil niños, y la incidencia es más elevada entre los más pobres y entre aquellos de madres con menor nivel de instrucción. Por fortuna, el país tiene condiciones para cumplir con la meta de los ODS de garantizar el derecho al registro de nacimiento para todos.
La violencia contra niños, niñas y adolescentes continúa. En la República Dominicana, el 63% de los niños y las niñas de hasta 14 años ha sido víctima de violencia física o agresiones psicológica como método de disciplina en el hogar. El 3% ha sido víctima de castigos severos. Un 5% de las adolescentes ha sido víctima de violencia sexual, un tercio dice haber recibido proposiciones sexuales de personas adultas, un 20% dice haber sido tocado o tratado de tocar y un 8% haber sido molestado sexualmente por un familiar. Además, un cuarto de los delitos sexuales fue contra niñas y un 3.5% fueron incestos.
Las cifras de matrimonio infantil y uniones tempranas son muy elevadas. En 2014, el 36% de las mujeres entre 20 y 24 años dijeron haber estado unidas antes de los 18 y el 12% antes de los 15. Ambas cifras están muy por encima de media en la región. Los porcentajes son mucho más elevados entre las adolescentes de los hogares más pobres y las uniones suelen darse con hombres cinco o diez años mayores (60% y 23%, respectivamente). La legislación dominicana no penaliza el matrimonio con infantes. Eso debe cambiar.
Persiste el trabajo infantil. En 2014, el 13% de la población entre 5 y 17 años trabajaba un número de horas superior a los niveles establecidos como criterio para identificar cuando hay trabajo infantil. Ese porcentaje es ligeramente mayor que el encontrado en 2010. El trabajo infantil afecto más a niños que a niñas, y era más elevado en las regiones más pobres y el triple entre hogares del quintil más pobre comparado con los del más rico y entre hogares con madres sin educación comparado con madres con educación superior.
En síntesis, el Estado está invirtiendo y protegiendo más a niños, niñas y adolescentes, y la pobreza infantil ha declinado. También se observan avances en salud y educación, pero en esas áreas en los últimos 10-15 años ha habido pocos progresos. Al mismo tiempo, las niñas y los niños siguen siendo víctimas de abuso y maltrato y el trabajo infantil persiste.
Fuente de la reseña: https://m.elcaribe.com.do/2019/11/23/logros-y-deficits-en-el-bienestar-infantil/
América del Sur/ Colombia/ 26.11.2019/ Fuente: www.laopinion.com.co.
Este lunes fue el Día Internacional de la Eliminación de la violencia contra la Mujer, establecido por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con el propósito de generar mayor conciencia, promover y prevenir todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas.
Los diferentes tipos de violencia que se ejerce contra las mujeres y niñas en sus entornos cotidianos se reproducen y multiplican en medios digitales, por lo que la Fundación Renacer, Unicef y Red PaPaz trabajan en alianza para fortalecer capacidades a nivel institucional, comunitario y de infantes y adolescentes, que garanticen su protección frente al abuso, discriminación, violencia y la explotación sexual en línea.
Adicionalmente, estas entidades hacen un llamado a todos los actores sociales a ser incluyentes desde el lenguaje, a promover la transformación de estereotipos de género basados en la inequidad, así como a construir relaciones igualitarias en los entornos cotidianos con niñas y niños.
Igualmente, buscan promover el empoderamiento de las niñas y las adolescentes para que ellas puedan asumir roles diferentes a los asignados tradicionalmente.
Algunas recomendaciones para el entorno físico y digital son:
• Evite contenidos y mensajes que refuercen y restrinjan lo femenino a lo sensible, dulce, delicado, frágil, tierno, maternal, etc.
• Elimine los argumentos que justifican y normalizan cualquier tipo de violencia contra las mujeres y las niñas. Ejemplo: Pensar que los hombres son los fuertes, toman decisiones y tienen el poder económico, mientras que las mujeres son personas sumisas, débiles, obedientes y dedicadas exclusivamente a las tareas del hogar.
• Resalte experiencias femeninas poco comunes o poco visibilizadas socialmente, como la participación en la ciencia, la tecnología, los deportes, etc.
• Reconozca el valor social, económico y simbólico de las labores de cuidado asumidas tradicionalmente por mujeres, como la educación, el cuidado hospitalario, la psicología, etc.
• Reemplace palabras universales masculinas por genéricos neutros. Utilice niñez y adolescencia, ciudadanía, sociedad.
• Utilice el femenino en oficios, profesiones y cargos.
• Use el artículo femenino o masculino sustantivos invariables: una joven, un joven.
• No use elementos que no son incluyentes y reducen lo femenino a un símbolo. Ejemplo: Propietari@s, Estudiant@s, niñ@s.
• Al redactar evite el uso de lo masculino, si lo que se quiere decir incluye lo femenino.
Estas organizaciones hacen un llamando a denunciar situaciones o sospecha de violencia contra las mujeres a través de la línea 155 de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, o a través del App A Denunciar de la Fiscalía General de la Nación.
Según Stella Cárdenas, directora de Fundación Renacer, “la persistencia de imaginarios sociales que instrumentalizan y degradan a la mujer, es uno de los factores que facilitan y justifican la explotación sexual comercial de niñas y adolescentes mujeres. La lucha requiere profundos cambios culturales, que deben ser promovidos en diferentes entornos, reales y virtuales, por el Estado, la sociedad, el sistema educativo, los medios de comunicación, las empresas, las familias y las comunidades”.
Aida Oliver, representante de Unicef en Colombia, asegura que “prevenir la violencia contra las niñas y las adolescentes es parte de la construcción de un mundo mejor para todas las personas. No podemos esperar a que la violencia sea evidente, todos y todas, debemos preocuparnos por la violencia cotidiana que es un drama para muchas niñas y adolescentes cada día en nuestro país.
Para Unicef, la educación es una herramienta fundamental para que los niños puedan detectar situaciones de riesgo o de violencia. En el caso de las niñas y las adolescentes, la educación puede incidir en prevenir su victimización por causas asociadas a su condición de género.
Para Carolina Piñeros, directora ejecutiva de Red PaPaz «ser conscientes de todas las formas de violencia contra la mujer es un imperativo para que nuestras hijas empiecen a vivir una realidad diferente, asegurémonos de que esta es una labor conjunta con el padre, el hermano y todos los cuidadores, de manera muy especial del género masculino».
Según las Naciones Unidas, a nivel mundial:
• Un 35% de las mujeres y niñas han sufrido de algún tipo de violencia física o abuso sexual.
• Más de 700 millones de mujeres contrajeron matrimonio cuando aún eran menores de edad.
• 120 millones de niñas han sido forzadas a tener relaciones sexuales.
• El 71% de todas las víctimas de trata de personas son mujeres y niñas.
• 3 de cada 4 mujeres y niñas identificadas como víctimas son utilizadas con fines de explotación sexual.
Fuente de la noticia: https://www.laopinion.com.co/colombia/el-gran-reto-de-colombia-proteger-ninas-y-mujeres-de-la-violencia-187695#OP
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