Page 19 of 87
1 17 18 19 20 21 87

Education Can’t Wait Invests In Ethiopia Refugees’ School

Africa/ Ethiopia/ 03.12.2019/ Source: newbusinessethiopia.com.

Education Can’t Wait (ECW), a global fund dedicated to education in emergencies, invests in the construction of 84 classrooms for refugees in Gambella region of Ethiopia.

The classrooms inaugurated this week were constructed in Nguenyyiel, Terkidi, Kule, and Jewi refugee camps and will enable 8,500 refugee children, 38 per cent of them girls, to receive quality education on a double shift basis, according to the press statement from UN agency for children – UNICEF.

The classrooms have been constructed as part of a US $15 million two-year investment from Education Cannot Wait aimed at expanding education opportunities for children affected by emergencies and protracted humanitarian crisis in refugee camps and host communities in Gambella and Benishangul-Gumuz regions.

In addition to these classrooms, Education Cannot Wait is supporting the construction of three new inclusive model secondary schools and 41 classrooms in eight secondary schools to benefit 3,600 children from refugee camps and the surrounding host communities in the two regions. The schools will be fully fitted with water, toilets, and furniture.

Since April 2017, Education Cannot Wait’s investment has surpassed its targets and reached over 138,000 children in refugee and host communities in the two regions.

The support has included training of 683 teachers at certificate and diploma level, distribution of 500 education and recreation kits and provision of school grants to improve education quality, training refugee and host community teachers in child-centered teaching methods and conducting accelerated school readiness classes for over 12,000 out-of-school children aged between six and seven years.

Partners in the school construction project include the Ministry of Education, Regional Education Bureaus, the Agency for Refugee and Returnee Affairs, UNHCR, UNICEF, Plan International and the United Nations High Commission for Refugees.

ECW was launched by international humanitarian and development aid actors, along with public and private donors, to address the urgent education needs of 75 million children and youth in conflict and crisis settings. To date, ECW investments span more than 30 countries affected by armed conflict, disaster and forced displacement.

ECW’s investment modalities are designed to usher in a more collaborative approach ensuring relief and development organizations join forces to achieve education outcomes.

ECW is hosted by UNICEF. The Fund is administered under UNICEF’s financial, human resources and administrative rules and regulations, while operations are run by the Fund’s own independent governance structure.

Source of the notice: https://newbusinessethiopia.com/education/education-cant-wait-invests-in-ethiopia-refugees-school/

Comparte este contenido:

Festival Internacional de Cine Infantil en India contra la violencia

Asia/India/28 Noviembre 2019/Prensa Latina

El XIX Festival Internacional de Cine Infantil en la ciudad india de Calcuta muestra películas de 12 países con el tema de la violencia contra los niños, como parte de una iniciativa global de Unicef.
Mohammad Mohiuddin, jefe de la oficina del Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) en el estado indio de Bengala Occidental, señaló que hay una necesidad urgente de acción conjunta para poner fin a todas las formas de violencia contra los niños y niñas, incluyendo el abuso sexual.

Las películas infantiles -acotó- son uno de los medios más potenciales para la educación de valores entre el público joven de todo el planeta.

Mohiuddin señaló al periódico digital Ganashakti que Unicef tiene como objetivo destacar las cuestiones relacionadas con la violencia contra los niños y niñas a través de diversos discursos, talleres y proyecciones de filmes durante todo el festival de cine.

El secretario general del Club de Cine Central de Calcuta, Parimal Mukherjee, indicó que este festival es un intento de cerrar la brecha y mostrar cintas que destacan temas que afectan la vida y el bienestar de los niños en todo el orbe.

Agregó que las obras fueron seleccionadas no solo por sus interesantes argumentos y su calidad cinematográfica, sino también por los mensajes que transmiten sobre temas relacionados con la infancia.

Un total de 20 cintas de 12 países, incluida la India, se proyectarán en diferentes lugares de las ciudades de Calcuta y Malda hasta la última semana de diciembre.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=324073&SEO=festival-internacional-de-cine-infantil-en-india-contra-la-violencia
Comparte este contenido:

Logros y déficits en el bienestar infantil

Por: Pavel Isa Contreras.

En ocasión de que en este 2019 se cumplen 30 años de la firma de la Convención de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, UNICEF en la República Dominicana ha preparado una evaluación de los avances y los desafíos pendientes del país en varios de los derechos más importantes consignados en ella desde finales de la década de los noventa hasta la actualidad. Tuve el placer de colaborar con el equipo de esa agencia y del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONANI) en la elaboración de este documento. Los siguientes fueron sus hallazgos más importantes.
La inversión pública en infancia se ha incrementado notablemente. En los últimos años, la inversión pública en infancia y adolescencia ha crecido de manera significativa. Aunque los datos no son estrictamente comparables, ofrecen una idea razonable. Mientras en 2010, el Estado invirtió alrededor del equivalente al 2% del PIB en bienestar infantil (salud, educación, protección), en 2013 el monto había subido hasta 3.6% y en 2016 hasta 5.1%. En ese año, el gasto por niño o niña por día fue de 2.9 dólares. Sin embargo, el 76% de todo el gasto lo hizo el Ministerio de Educación. Eso significa que otras dimensiones del bienestar infantil distintas de la educación continúan insuficientemente financiadas.

Adicionalmente, la cobertura de la seguridad social en salud para la infancia y la adolescencia también ha crecido. Pasó desde 21.7% en 2007 hasta 56.6% en 2018. El 43.3% restante de la población infantil y adolescente no estuvo cubierta por esquema alguno. También ha aumentado el alcance de los programas de protección de la infancia, en especial las transferencias monetarias de PROSOLI a través de Comer es Primero, que alcanza al 18% de la población infantil, el Incentivo a la Asistencia Escolar (236 mil hogares con niños y adolescentes) y el Bono Escolar Estudiando Progreso (más de 115 mil jóvenes menores de 21 años).

La pobreza infantil se ha reducido, pero continúa siendo más alta que entre adultos. Un crecimiento de los ingresos laborales combinado con mayores inversiones en la infancia ha contribuido a reducir la incidencia de la pobreza monetaria y multidimensional en la población infantil y adolescente. Entre 2004 y 2017, el número de personas menores de 19 años viviendo en hogares con ingresos de pobreza cayó en 886 mil, pasando desde 58% hasta 35.5%. El porcentaje que vivió en hogares con ingresos de pobreza extrema pasó desde 20.5% hasta 6%. De igual manera, aquellos que vivían en hogares en pobreza multidimensional, esto es, no solo con ingresos insuficientes sino en viviendas inadecuadas y/o sin acceso a al menos algunos servicios básicos, bajó desde 48% en 2004 hasta 27% en 2017.

A pesar de eso, en 2017 todavía más de 1.3 millones de niños y adolescentes viven en hogares con ingresos de pobreza y 227 mil en hogares con ingresos de pobreza extrema. Además, el porcentaje de menores de 19 años en pobreza (35.5%) es mayor al porcentaje de la población en general en esa misma condición (25.6%) porque los hogares pobres tienden a tener más hijos e hijas.

Se ha reducido la mortalidad infantil, pero está estancada desde hace más de una década. También hay progresos en salud y se reflejan en una reducción en la mortalidad infantil. Sin embargo, los avances parecen haberse detenido hace mucho tiempo. Entre 1996 y 2002, la mortalidad infantil (en menores de un año) cayó desde 45 por cada mil nacimientos vivos hasta cerca de 30, pero a partir de ese momento, casi no ha habido avances. El problema radica en que las muertes neonatales, esto es, las que suceden durante los primeros 28 días de nacido, se mantienen elevadas.
Casi el 80% de las muertes infantiles (antes de cumplir el primer año) suceden durante esos 28 días, y el 71% de ellas en los primeros siete días. Esta alta mortalidad tiene que ver con la baja calidad de la atención en salud. El ritmo que lleva indica que, si no se intensifican los esfuerzos, el país no cumplirá la meta de los ODS que es llevarla hasta 12 por cada mil nacidos vivos en 2030.
La mortalidad materna persiste. Desde mediados de los noventa hasta inicios de la década pasada, la mortalidad materna se redujo en 50%. A pesar de eso, desde ese momento no ha habido mayores avances porque la calidad de la atención en salud es precaria. La tasa se ubica en cerca de 100 por cada 100 mil nacimientos vivos, Además de que el país se ubica entre los de mayores tasas de mortalidad materna en la región, a este ritmo el país no cumplirá con la meta de los ODS de bajarla hasta 70.

Los embarazos entre adolescentes no ceden. La proporción de adolescentes que ha estado embarazada es una de las más altas del continente. La República Dominicana ocupa el quinto lugar en América Latina y el Caribe. En 2014, más del 21% de las mujeres tuvieron al menos un hijo nacido vivo antes de cumplir 18 años. Desde 1996, la tasa de fecundidad entre adolescentes (nacimientos por cada mil) se ha reducido, pero de forma muy lenta.

La desnutrición infantil se ha reducido. La reducción de la desnutrición infantil crónica ha sido uno de los más destacados avances para la niñez en el país. La proporción de menores de 5 años con desnutrición (baja talla para la edad) se redujo desde cerca de 20% en 1991 hasta algo más de 5% en 2013. Las reducciones más intensas se dieron en la década de los noventa y se asociaron al incremento en los ingresos y las mejoras en la alimentación, una mayor provisión de agua potable y servicios de saneamiento, la suplementación con micronutrientes del Ministerio de Salud Pública, y más recientemente, la suplementación para niñas y niños de hogares beneficiarios del Programa Progresando con Solidaridad (PROSOLI). A pesar de eso, todavía hay más de 65 mil menores de 5 años con desnutrición y la lactancia materna exclusiva sigue siendo vergonzosamente baja en el país (entre 5% y 7%).

La cobertura de educación ha aumentado lentamente y persisten graves problemas de calidad. Los logros del país se concentran en el aumento de la cobertura de educación primaria. En la actualidad alcanza más del 90%, pero los aumentos se dieron hasta la década pasada. En los últimos 10 años, los progresos se han estancado. En secundaria también ha habido avances. La cobertura actual supera el 70%. Pero, igual que en la primaria, los progresos tienen más de 10 años detenidos. En educación inicial, el aumento de la cobertura ha sido continuo, pero apenas alcanza al 50% de niñas y niños entre 3 y 5 años.

Los déficits de cobertura hacen que unos 480 mil niñas, niños y adolescentes estén fuera de la escuela: el 12.4% de los que tienen 5 años, casi el 6% de los que tienen entre 6 y 11 años, el 9.4% para el rango de 12-14 años, y casi el 15% para los que tienen entre 15 y 17 años. Además, hay amplio consenso en que la calidad de la enseñanza es terriblemente baja. El país se ubica en los últimos lugares en la región y el mundo en esta materia.
Se ha reducido el porcentaje de niños y niñas sin registro de nacimiento. El porcentaje de niños menores de 5 años sin registro de nacimiento ha declinado. Ejercer el derecho al registro es clave para que las personas puedan ejercer muchos otros derechos. En 2014, fue de casi 13%, diez puntos porcentuales menos que en 2006. Desafortunadamente, esto es todavía más del doble de la media de la región. La falta de registro afecta a 116 mil niños, y la incidencia es más elevada entre los más pobres y entre aquellos de madres con menor nivel de instrucción. Por fortuna, el país tiene condiciones para cumplir con la meta de los ODS de garantizar el derecho al registro de nacimiento para todos.

La violencia contra niños, niñas y adolescentes continúa. En la República Dominicana, el 63% de los niños y las niñas de hasta 14 años ha sido víctima de violencia física o agresiones psicológica como método de disciplina en el hogar. El 3% ha sido víctima de castigos severos. Un 5% de las adolescentes ha sido víctima de violencia sexual, un tercio dice haber recibido proposiciones sexuales de personas adultas, un 20% dice haber sido tocado o tratado de tocar y un 8% haber sido molestado sexualmente por un familiar. Además, un cuarto de los delitos sexuales fue contra niñas y un 3.5% fueron incestos.

Las cifras de matrimonio infantil y uniones tempranas son muy elevadas. En 2014, el 36% de las mujeres entre 20 y 24 años dijeron haber estado unidas antes de los 18 y el 12% antes de los 15. Ambas cifras están muy por encima de media en la región. Los porcentajes son mucho más elevados entre las adolescentes de los hogares más pobres y las uniones suelen darse con hombres cinco o diez años mayores (60% y 23%, respectivamente). La legislación dominicana no penaliza el matrimonio con infantes. Eso debe cambiar.

Persiste el trabajo infantil. En 2014, el 13% de la población entre 5 y 17 años trabajaba un número de horas superior a los niveles establecidos como criterio para identificar cuando hay trabajo infantil. Ese porcentaje es ligeramente mayor que el encontrado en 2010. El trabajo infantil afecto más a niños que a niñas, y era más elevado en las regiones más pobres y el triple entre hogares del quintil más pobre comparado con los del más rico y entre hogares con madres sin educación comparado con madres con educación superior.

En síntesis, el Estado está invirtiendo y protegiendo más a niños, niñas y adolescentes, y la pobreza infantil ha declinado. También se observan avances en salud y educación, pero en esas áreas en los últimos 10-15 años ha habido pocos progresos. Al mismo tiempo, las niñas y los niños siguen siendo víctimas de abuso y maltrato y el trabajo infantil persiste.

Fuente de la reseña: https://m.elcaribe.com.do/2019/11/23/logros-y-deficits-en-el-bienestar-infantil/

Comparte este contenido:

El gran reto de Colombia: proteger a niñas y mujeres de la violencia

América del Sur/ Colombia/ 26.11.2019/ Fuente: www.laopinion.com.co.

Este lunes fue el Día Internacional de la Eliminación de la violencia contra la Mujer, establecido por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con el propósito de generar mayor conciencia, promover y prevenir todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas.

Los diferentes tipos de violencia que se ejerce contra las mujeres y niñas en sus entornos cotidianos se reproducen y multiplican en medios digitales, por lo que la Fundación Renacer, Unicef y Red PaPaz trabajan en alianza para fortalecer capacidades a nivel institucional, comunitario y de infantes y adolescentes, que garanticen su protección frente al abuso, discriminación, violencia y la explotación sexual en línea.

Adicionalmente, estas entidades hacen un llamado a todos los actores sociales a ser incluyentes desde el lenguaje, a promover la transformación de estereotipos de género basados en la inequidad, así como a construir  relaciones igualitarias en los entornos cotidianos con niñas y niños.

Igualmente, buscan promover el empoderamiento de las niñas y las adolescentes para que ellas puedan asumir roles diferentes a los asignados tradicionalmente. 

Algunas recomendaciones para el entorno físico y digital son:

• Evite contenidos y mensajes que refuercen y restrinjan lo femenino a lo sensible, dulce, delicado, frágil, tierno, maternal, etc.

• Elimine los argumentos que justifican y normalizan cualquier tipo de violencia contra las mujeres y las niñas. Ejemplo: Pensar que los hombres  son los fuertes, toman decisiones y tienen el poder económico, mientras que las mujeres son personas sumisas, débiles, obedientes y dedicadas exclusivamente a las tareas del hogar.

• Resalte experiencias femeninas poco comunes o poco visibilizadas socialmente, como la participación en la ciencia, la tecnología, los deportes, etc.

• Reconozca el valor social, económico y simbólico de las labores de cuidado asumidas tradicionalmente por mujeres, como la educación, el cuidado hospitalario, la psicología, etc.

• Reemplace palabras universales masculinas por genéricos neutros. Utilice niñez y adolescencia, ciudadanía, sociedad.

• Utilice el femenino en oficios, profesiones y cargos.

• Use el artículo femenino o masculino sustantivos invariables: una joven, un joven.

• No use elementos que no son incluyentes y reducen lo femenino a un símbolo. Ejemplo: Propietari@s, Estudiant@s, niñ@s.

• Al redactar evite el uso de lo masculino, si lo que se quiere decir incluye lo femenino.

Estas organizaciones hacen un llamando a denunciar situaciones o sospecha de violencia contra las mujeres a través de la línea 155 de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, o a través del App A Denunciar de la Fiscalía General de la Nación.

Si se trata de casos con menores de 18 años, repórtelos a través de la línea virtual www.teprotejo.org. Para recibir información u orientación sobre Explotación Sexual visite www.fundacionrenacer.org, escriba al correo fundacionrenacer@fundacionrenacer.org o comuníquese al teléfono (1) 8050217.

Según Stella Cárdenas, directora de Fundación Renacer, “la persistencia de imaginarios sociales que instrumentalizan y degradan a la mujer, es uno de los factores que facilitan y justifican la explotación sexual comercial de niñas y adolescentes mujeres. La lucha requiere profundos cambios culturales, que deben ser promovidos en diferentes entornos, reales y virtuales, por el Estado, la sociedad, el sistema educativo, los medios de comunicación, las empresas, las familias y las comunidades”.

Aida Oliver, representante de Unicef en Colombia, asegura que “prevenir la violencia contra las niñas y las adolescentes es parte de la construcción de un mundo mejor para todas las personas. No podemos esperar a que la violencia sea evidente, todos y todas, debemos preocuparnos por la violencia cotidiana que es un drama para muchas niñas y adolescentes cada día en nuestro país.

Para Unicef, la educación es una herramienta fundamental para que los niños puedan detectar situaciones de riesgo o de violencia. En el caso de las niñas y las adolescentes, la educación puede incidir en prevenir su victimización por causas asociadas a su condición de género.

Para Carolina Piñeros, directora ejecutiva de Red PaPaz «ser conscientes de todas las formas de violencia contra la mujer es un imperativo para que nuestras hijas empiecen a vivir una realidad diferente, asegurémonos de que esta es una labor conjunta con el padre, el hermano y todos los cuidadores, de manera muy especial del género masculino».

Según las Naciones Unidas, a nivel mundial:

• Un 35% de las mujeres y niñas han sufrido de algún tipo de violencia física o abuso sexual.
• Más de 700 millones de mujeres contrajeron matrimonio cuando aún eran menores de edad.
• 120 millones de niñas han sido forzadas a tener relaciones sexuales.
• El 71% de todas las víctimas de trata de personas son mujeres y niñas.
• 3 de cada 4 mujeres y niñas identificadas como víctimas son utilizadas con fines de explotación sexual.

Fuente de la noticia: https://www.laopinion.com.co/colombia/el-gran-reto-de-colombia-proteger-ninas-y-mujeres-de-la-violencia-187695#OP

Comparte este contenido:

Entrevista a Gabriel González Bueno: “España es el país de Europa que menos es capaz de reducir la pobreza infantil tras la intervención del Estado”

Entrevista/21 Noviembre 2019/Autor: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: El diario la educación

El 30% de los menores están en riesgo de pobreza. Desde Unicef se resalta la necesidad de mayor inversión social y educativa en el ciclo 0-3, también contra el abandono temprano o en prestaciones por hijo a cargo como posibles soluciones.

Han pasado 30 años desde que se aprobó la Convención sobre los Derechos del Niño, un 20 de noviembre de 1989, pero España tiene camino por recorrer, explica Gabriel González-Bueno, especialista en políticas de infancia de UNICEF Comité Español. Sobre todo en lo que refiere a la desigualdad, con un tercio de los menores en riesgo de pobreza y casi un 20% de abandono educativo temprano. “España es un país que deja demasiados niños atrás”, lamenta este experto, que ha trabajado en el ámbito de las políticas sociales relacionadas sobre todo con la infancia. Y, aunque en ocasiones es una cuestión de falta de recursos, también hay un problema específico con cómo se reparten los que sí existen. González-Bueno, que salpica sus argumentos de cifras para darles más consistencia, aprovecha la efeméride —el 20N también se celebra el Día Universal del Niño— para explicar que es clave relacionar los derechos de los niños y la estrategia 2030 de la ONU para avanzar como país en aras de la justicia social con los menores y de la sostenibilidad. También de cara al futuro. No por obvio resulta menos cierto que los niños de hoy son el futuro del país.

Es una pregunta muy amplia, pero ¿cuál es el estado de la infancia en España?

Caben muchos matices, pero hoy habría que decir que los niños y adolescentes en nuestros país no son ajenos a un montón de desafíos globales respecto sus derechos, pero España tiene una situación privilegiada respecto a retos planteados a nivel mundial que tienen que ver con la desnutrición, el agua y el saneamiento y quizá la protección contra la violencia. Dentro de un contexto mundial, la situación de la infancia en España está relativamente bien. Pero hay desafíos muy potentes que permanecen 30 años después de la formulación de sus derechos.

¿Qué retos son estos?

Quizá el más llamativo es la desigualdad. España es un país que deja demasiados niños y niñas atrás, en comparación con los de nuestro entorno. Especialmente en la protección social y en la educación. Dos cifras: casi un tercio de los niños en nuestro país está en riesgo de pobreza o exclusión social, y las políticas públicas se muestran poco eficaces reduciendo esos niveles de pobreza. A la vez, los datos de abandono y fracaso escolar nos siguen situando en los últimos puestos de Europa. En abandono educativo temprano es del 18% entre los adultos de entre 18 y 24 años, lo cual es un reflejo del impacto que ha sufrido el sistema educativo. En esta cifra somos el peor país de Europa. Creo que este es el primer problema, la cantidad de niños y niñas que se quedan atrás. Además, hay colectivos muy concretos que sufren especialmente esta desigualdad o incluso discriminación: los niños y niñas migrantes, los solicitantes de asilo, los niños migrantes no acompañados, los niños en el sistema de protección de menores, los niños y adolescentes gitanos o la infancia con discapacidad. En el tema de los niños y adolescentes gitanos hablamos de un 89% de pobreza, según un informe reciente del Secretariado Gitano, mientras la población infantil en general tiene un 29%. Un 30,5% de jóvenes gitanos llega a diplomarse frente a casi el 50% de la población general. Es uno de los grandes desafíos: cómo abordar esta desigualdad, cómo evitar que se queden al margen del bienestar de una sociedad que, con sus problemas y dificultades, no deja de estar entre los países más ricos del mundo.

“Las políticas públicas se muestran poco eficaces reduciendo los niveles de pobreza”. ¿No funcionan bien o no hay suficientes políticas públicas?

Las dos cosas. Una de las grandes reivindicaciones que tenemos desde Unicef y el sector de la infancia y de la protección social, es que España es el país de Europa que menos es capaz de reducir la pobreza infantil tras la intervención del Estado. Esto se hace midiendo la pobreza infantil de mercado y cómo interviene el Estado con sus ayudas y sus impuestos. Hay dos cuestiones aquí: un impacto muy serio de la crisis, especialmente en las políticas sociales de la infancia. Hay un momento en 2013 —hasta entonces la protección social de la infancia estaba creciendo— en que se reduce un 30% la dotación de políticas. Son datos de la contabilidad nacional. Tenemos un desentendimiento frente a la pobreza cuando más se necesitaba porque el impacto de la crisis en los hogares, especialmente el desempleo, fue muy dañino. Por otro lado, hay un problema estructural: en España no hay un mínimo de políticas de protección social de la infancia. Muchas han quedado en manos de las comunidades autónomas, y estas fueron las que más redujeron las ayudas a las familias con niños. Esta desprotección se ha ido larvando a lo largo de muchos años. Se ha puesto el acento en otras políticas y se ha dejado a los niños desprotegidos. Por eso hablamos de dos propuestas concretas: de una prestación económica, que podría ser a través de la prestación por hijo a cargo, que ahora, incluso con el aumento que ha habido este año, sigue siendo muy muy baja. Son 300 euros anuales y nosotros hablamos de mínimo 1.200 euros y una mayor cobertura. Sería una medida más inmediata, pero también tendría impacto a largo plazo, porque vivir en la pobreza para un niño no solo es un drama diario, también es una negación de oportunidades. Otro de los impactos más potentes sería con la educación. Ahí hay muchos desafíos, pero para nosotros uno que podría tener mucho impacto a medio plazo es la educación 0-3. Muchas veces está pensada para cubrir las necesidades de cuidado mientras los padres trabajan y, por tanto, no llega a quienes están en situaciones más precarias de vulnerabilidad social, los que más lo necesitan. Además, los situarían en un punto de partida parecido cuando empieza la educación primaria.

¿La educación ha dejado de ser el ascensor social que fue y debería ser?

Con una mirada de más largo plazo vemos cómo, sobre todo desde el principio de la democracia y antes, la educación pública universal ejerció hasta, más o menos, los 90 un papel muy importante, se incrementó el número de licenciados, de personas que alcanzaban estudios superiores a los de sus padres. Lo que hemos visto en los últimos años, muy notorio con la crisis pero que ya venía de antes, es ese frenazo al ascensor social. Cuando hablamos de pobreza y bienestar pensamos en lo más inmediato —cubrir necesidades y que las personas tengan las mismas oportunidades—, pero también en cómo romper ese ciclo de la pobreza que se hereda de generación en generación en los hogares. Nuestra sensación es que se está rompiendo ese ascensor social y la educación está dejando de cumplir ese papel. Por eso es clave una ley de infancia y también una dotación de recursos más generosa. Igual que en protección social estamos muy lejos de la media europea, igual ocurre en el ámbito educativo. No es solo gastar más, si no en qué lo gastamos. La educación debe ser de calidad e inclusiva, y ambas van de la mano. Hay muchos desafíos y las cifras no nos engañan. Cuando hablamos del 18% de abandono educativo temprano algo debe haber ocurrido antes en el sistema educativo para que esos jóvenes hayan decidido abandonar los estudios, sobre todo en un mundo que viene con unos desafíos en el empleo cada vez más grandes. Las personas que no tengan una capacitación mínima van a tener muy difícil acceder a un puesto de trabajo digno.

¿Se cumple la Convención de Derechos?

Como todos los tratados generales de derechos humanos tiene un punto aspiracional. Aparte de ser ley, aspira a mejorar la vida de los niños y las niñas. Se cumple en muchos aspectos, y creo que una de las reflexiones después de 30 años es que se han producido avances muy grandes en nuestro país y en el mundo en relación a las condiciones básicas de salud y de educación. Pero eso no debe quitar el foco de que el cumplimiento absoluto de la convención está lejos. Es un instrumento al servicio de la dignidad y los derechos de los niños. Por eso, decir que se cumple es un poco arrogante. Hasta que se cumplen los derechos del último niño en el último rincón no podemos decir que se cumple. Pero sí es verdad, y en España es una reflexión que hacemos mucho, que hay un cumplimiento más formal que efectivo. Una de las cosas que ha mejorado mucho esel marco jurídico con la modificación de ley de protección de la infancia en 2015. Se han mejorado los mecanismos institucionales de coordinación, hay un Alto Comisionado dependiente de la Presidencia del Gobierno que se ocupa específicamente de la pobreza infantil… La parte institucional y jurídica ha mejorado, pero se siguen planteando retos en la aplicación, en cómo esos derechos llegan a los niños directamente. No se cumple en determinados colectivos y niños y niñas que se están quedando atrás del resto, como comentábamos antes.

Te he leído en algún sitio criticar que el gasto público en infancia es del 1% del PIB.

El gasto en infancia es mayor, aunque solo sea porque el sistema educativo es uno de los principales gastos. Pero sí es verdad que en protección social de la infancia estamos en el 1,2% del PIB. En educación no universitaria estaríamos en el 3%. En Europa las medias son 2,4% en protección social y el 4% en educación no universitaria. Tenemos un desafío de recursos. Pero lo importante es focalizar estos en niños y niñas. Estamos preparando un análisis del impacto de las prestaciones sociales, y las cifras son muy bajas. No solo bajas, sino que están orientadas a otros ámbitos sociales, muy legítimos, pero que no están llegando a la infancia más pobre si no a las clases medias o altas. Tenemos un problema de recursos, y de enfoques. En el sistema educativo también pasa. Faltan recursos, pero no es incrementarlos porque sí. Es dedicarlos a esa atención más individualizada, al sistema de apoyo educativo y social que debemos tener.

¿Nos preocupa poco como sociedad la infancia en general?

Anteayer presentamos el barómetro y uno de los resultados es que ya se percibe en los niños y niñas una cierta desafección y desinterés por la política y, en concreto, por los partidos. En la presentación, que hicieron varios adolescentes, uno de los temas que salió es que no les interesa esta política. Decían que les interesan las causas sociales, pero que el marco político no les presta atención. La infancia no vota, y si el político de turno está pensando solo en el voto y el corto plazo es difícil que piense en ellos. Hacen falta miradas más amplias. Hemos avanzado, pero nos cuesta introducir en los programas electorales aspectos concretos sobre la infancia. La tentación de dirigirse solo al votante es grande, pero lo que les está pasando a los niños ahora va a tener un impacto potente a medio y largo plazo para un país que afronta desafíos muy grandes en términos de empleo, medio ambiente o capacitación para afrontar nuevos modelos económicos. En el informe internacional se habla de que los derechos de la infancia no han cambiado. La infancia lo ha hecho: internet no existía en el 89, los efectos del cambio climático no eran tan evidentes, los conflictos afectan a la migración de niños y niñas, que afecta a España directamente. Es evidente en el caso de los niños no acompañados que llegan a España. Hay que plantearse la manera en que se aplican los derechos. Y esto la política debe tenerlo en cuenta, si no estaremos haciendo políticas a corto plazo. Siempre digo que estamos dejando una deuda muy grande sobre las espaldas de las generaciones que vienen. Su bienestar repercutirá en el nuestro. Tener pensiones, por ejemplo, depende de las generaciones que viene.

¿Qué refleja el barómetro?

La intención era hacer, al menos en parte, un remedo del barómetro del CIS. Siempre se pregunta a los adultos por sus preocupaciones. Antes les habíamos pedido la opinión sobre qué les pasa, pero también es importante preguntarles cuáles son sus preocupaciones más allá de la propia infancia. En estos ámbitos, las principales preocupaciones tienen que ver con la educación, con la igualdad de género y el medio ambiente. Frente al barómetro de los adultos, que pone más el paro y los asuntos económicos. Muchos dicen que les gustaría poder votar e, incluso, tienen claro qué votarían. Están reclamando mayor protagonismo, sobre todo en la escuela, el ámbito municipal y la familia.

Acabo preguntando por la obesidad, otra de tus especialidades. ¿Tenemos un problema en España?

En la comparativa internacional entre los países más desarrollados estamos los décimos de 42 países. Tenemos un 35% con sobrepeso u obesidad. La obesidad es una enfermedad crónica que influye en otras. Un documental contaba cómo hace 20 años no había en EE UU ni un niño con diabetes tipo 2, muy relacionada con la obesidad, mientras ahora hay miles. Esta diabetes se decía que era “de los mayores”. Un niño obeso tiene muchas posibilidades de ser un adulto obeso. La preocupación es cómo estamos en un entorno obeso-génico. Tenemos un entorno que propicia comer mal y no hacer deporte. Muchas veces no es tanto comer mucho como comer mal. Es uno de los problemas que se puede abordar desde las políticas públicas. La tentación de comer más comida procesada, acudir a establecimientos de comida rápida, los anuncios en televisión, la mayoría son de productos alimenticios con un valor nutritivo muy bajo y son productos malos para la salud… Ahí hay un desafío muy potente. Hemos cambiado nuestros hábitos alimenticios mucho y han traído la obesidad infantil. También la adulta, pero la infantil la arrastarán muchos años.

Y, para cerrar el círculo, la obesidad relaciona con la pobreza.

Hicimos una explotación de datos junto a la Fundación Gasol. Había datos anteriores de la Encuesta Nacional de Salud por tipos de empleo de los padres y la obesidad en niños y niñas se triplicaba en los hogares en los que la persona con los principales ingresos en el hogar era una persona no cualificada (15% de obesidad) respecto a cuando era un directivo (5%). No es solo una epidemia sanitaria, también tiene un componente social importante. Nosotros identificamos dónde estaban los colegios que se habían hecho las encuestas y relacionándolo con la renta de las zonas, vimos un crecimiento muy notable de la obesidad en los sitios donde hay menos de un 10% de pobreza a aquellas en donde hay hasta el 40%. Cada vez hay más estudios que relacionan pobreza y obesidad. Tiene que ver con los recursos económicos, pero también con la cultura de la alimentación. En España hemos perdido la dieta mediterránea, que hemos sustituido por productos procesados que nos hacen la vida más fácil, pero no tienen valor nutritivo. Sí que pasa que en los niveles más altos de pobreza (más del 40%) vuelve a haber menos obesidad, no sabemos si porque no hay acceso a estos alimentos elaborados o por una pobreza de alta intensidad que hace que los alimentos no sean suficientes en el hogar.

Fuente e imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/11/21/espana-es-el-pais-de-europa-que-menos-es-capaz-de-reducir-la-pobreza-infantil-tras-la-intervencion-del-estado/

Comparte este contenido:

La deuda histórica con la infancia continúa

Por: Pablo Gutiérrez del Álamo

El 20 de Noviembre se conmemora el 30 aniversario de la Convención de los Derechos del la Infancia. Echamos un vistazo a algunos de los principales problemas que arrastran todavía en España.

El 20 de noviembre se celebra el 30 aniversario de la Convención de Derechos del Niño de 1989. Y hay cosas que todavía no han cambiado, o no lo han hecho lo suficiente, en relación a la situación de la infancia en España.

Este mismo año es el del centenario de Save the Children. Dentro de las actuaciones realizadas por la ONG cabe destacar un repaso histórico de la situación de la infancia con la mirada puesta en cuatro variables: pobreza, violencia, educación y migración.

Un trabajo en el que se desprende que, a pesar de los grandes avances, sobre todo desde el advenimiento de la democracia a partir del 78, niños y niñas siguen viviendo situaciones muy complicadas. Empezando por el hecho de que se trata del colectivo más frágil en tiempos de crisis. Y las administraciones públicas no han hecho nada sustancial para la mejora de su situación. Que más de un tercio de las personas menores de edad se encuentre en situación de riesgo de pobreza o en pobreza dice mucho de la sociedad en la que nos movemos y de la apuesta que se ha hecho para mejorar estos índices. No mucho, más allá de algunos parches.

El informe de la ONG lo apunta en sus primeras páginas. «Los niños y las niñas no son considerados un colectivo sujeto de políticas sociales específicas y que no tiene capacidad de voto». Por lo tanto, no tienen voz.

Algo similar a lo que expresaban cuatro jóvenes en la presentación de Unicef de su Barómetro de opinión de infancia y adolescencia 2019. Dos chicas y dos chicos intervinieron en la presentación y fueron claros, ellos no les interesan a los políticos porque no tienen derecho a voto. Damián, un joven de 17 años de Fuerteventura explicaba la situación claramente: «No nos afecta la política. Está enfocada a quienes pueden votar». Entre las soluciones que planteaban, como decía Coral, joven de 17 de Avilés, «que se dé más voz a los jóvenes. Tenemos una visión diferente de la realidad. Pero somos ciudadanos, somos el futuro».

Educación

El sistema educativo tiene graves problemas. Los dos más importantes son las cifras de abandono escolar temprano y de fracaso escolar y la segregación que, en los últimos tiempos, está ganando cada vez más notoriedad.

Desde Save the Children han publicado algunos informes sobre la segregación escolar por motivos socioeconómicos en los últimos meses. Habría que cambiar al 30% del alumnado para evitar concentraciones de chicas y chicos en situaciones complejas para evitar guetos, al mismo tiempo que se genera una mayor heterogeneidad en los centros educativos.

Un porcentaje, el del 30, que es el mismo de aquellos que se encuentran en situación de riesgo de pobreza o en pobreza. También coincide con las cifras de abandono temprano de antes de la crisis.

Independientemente de datos y retos que ha de asumir el sistema educativo en este sentido, aunque no solo, los chavales que han participado en el estudio de Unicef entienden que la educación debe asumir otras transformaciones relacionados con cambios metodológicos que hagan más atractivos los estudios, más cercanos a su realidad y sus intereses.

El barómetro de Unicef resalta el salto de la educación primaria a la secundaria y el paso al instituto desde el entorno más cuidador del colegio. Preguntados por la valoración que hacen de los centros educativos, en 5º y 6º de primaria, el alumnado puntúa, en un 60% de los casos, entre un 9 y un 10 (en una escala de 10) su confianza en los centros. En primero de la ESO ese porcentaje cae por debajo del 35% y así sigue hasta 4º, curso en el que no llega siquiera al 20%. En 1º y 2º de Bachillerato las cifras mejoran un poco, pero no llegan en ningún caso hasta el 35%.

A esta falta de respaldo por parte de los «usuarios» del sistema se junta el impacto negativo que las políticas de austeridad han tenido durante los años de la crisis. Aumento de las ratios en las aulas, disminución de becas y ayudas y, sobre todo, de medidas de compensación educativa, según Save the Children. En su informe es tajante: «Las trayectorias formativas dependen en gran medida del origen socioeconómico del que provengan (los alumnos). (…) La equidad educativa aún queda lejos».

De esta manera, recoge, «a igualdad de rendimiento en PISA, un niño de familia de bajo nivel socioeconómico repite curso seis veces más que uno de alto nivel». Y la repetición viene a juntarse con otros factores que castigan injustificadamente a chicas y chicos, por ejemplo, los itinerarios formativos en la educación obligatoria que, según afirma Save the Children «afectan negativamente a las oportunidades del alumno en desventaja».

Violencia

La violencia que viven niñas, niños y adolescentes es uno de los elementos menos conocidos, entre otras cosas porque no hay datos muy claros sobre cuánta y cómo la sufren. Ejemplo perfecto es el del acoso escolar, del que no existen datos actualizados. Véase la falta de convocatoria del Observatorio de la Convivencia del Ministerio de Educación, que desde 2011 no se ha vuelto a reunir Save the Children

No existen datos sobre cuántos niños o niñas lo sufren ni cuáles son las causas. Se intuyen, pero no se conocen. Este es el nivel de importancia que le damos a los problemas de la infancia. Tanto es así que el último estudio realizado por el CIS relacionado exclusivamente con estas edades, “Actitudes y opiniones sobre la infancia, es de 2005.

Una de las preguntas que se realizaba entonces era “¿Cuáles son los problemas de la infancia en España?”. Los malos tratos, el acoso escolar o el fracaso estaban entre los que menos se mencionaban, 2,5%, 3,2% y 1,7% respectivamente. La pobreza ni siquiera se mencionaba entre ellos y en aquel año era superior al 20% la cantidad de menores que se encontraban bajo el umbral de la pobreza o en riesgo de estarlo.

Según el informe de Save the Children, la violencia que sufre la infancia es prácticamente invisible. De hecho, destaca que no fue hasta 1987 cuando se prohibió el uso del castigo físico en las escuelas y en 2007, “dieciocho años después d ella ratificación en España de la Convención de Derechos del Niño y tras numerosas peticiones del Consejo de Europa y del Comité de Derechos del Niño, cuando se prohíbe el castigo físico en el hogar”. Según los datos del CIS de 2005 el 59,9% de las personas encuestadas estaba muy de acuerdo con la afirmación de que “un cachete a tiempo evita males mayores”.

No son pocos los estudios que la propia ONG ha publicado en los últimos años. Una de las medidas principales es la aprobación de una Ley estatal que intente proteger a niñas y niños de las diferentes formas de violencia que existen. A pesar de haber suscitado el beneplácito de los partidos políticos, la situación de interinidad en la que se encuentra el Ejecutivo desde hace demasiado tiempo a dejado el proyecto en una lenta espera que todavía no tiene visos de aclararse.

Por no hablar del tabú del abuso sexual, otra realidad escondida tras capas y capas de negación. Tanto que desde 1994 no se ha hecho ninguna encuesta oficial sobre violencia sexual sufrida por la adolescencia y la infancia, según Save the Children.

A pesar de la recomendación de la ONG para que la educación afectivo-sexual entre en las aulas como uno de los mejores antídotos para evitar este tipo de situaciones, continúa siendo polémico el traslado a los centros, a pesar incluso de que, según la encuesta del CIS comentada más arriba, el 68,5% de los encuestados cree que la infancia entre los 5 y los 12 años debería recibir educación sexual. Bien es cierto que de este porcentaje, el 84,3% cree que debería ser por parte de la familia mientras que es el 63,4% el que opina que debería ser por parte del profesorado.

Una educación afectivo-sexual en la que también entrase cuestiones relacionadas con las diferencias de género y la violencia machista, uno de los temas que más preocupa a los jóvenes participantes en el Barómetro de Unicef. De hecho, es el tema que más les preocupa hoy por hoy.


Qué preocupa a la infancia y la adolescencia

Unicef hizo público ayer un barómetro en el que ha recogido la opinión de niñas, niños y adolescentes mediante cuatro grupos de discusión en diferentes partes del país. Se ha realizado con una encuesta en 133 centros educativos y han participado 8.598 personas de entre 11 y 18 años.

Entre los temas que más les preocupan se encuentran las desigualdades de géero, el machismo y la violencia machista; el terrorismo; el hambre y la pobreza en el mundo; el racismo; las desigualdades económicas, el descenso de la calidad de la sanidad, o el deterioro del medio ambiente y el cambio climático.

Casiel 60% cree que la situación económica y política estatal es mala o muy mala y creen que a los políticos (en algo más del 80%) solo les interesa el dineto. Algo menos del 20% creen que son de fiar.

Entre las instituciones que les ofrecen más confianza se encuentras las y los científicos, los centros educativos, las oenegés y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Al final de la lista están los partidos y los políticos, el Gobierno del Estado y los sindicatos. También los representantes religiosos o el rey.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/11/20/la-deuda-historica-con-la-infancia-continua/

Comparte este contenido:

En Venezuela Millones de niños en riesgo de no recibir ayuda por falta de fondos en UNICEF

América del Sur/Venezuela/news.un.org

En Venezuela, 400.000 menores necesitan ayuda para ser vacunados contra diferentes enfermedades, mientras otros 60.000 la necesitan para poder permanecer en la escuela. En total nueve millones de dólares. No son los únicos. UNICEF ha recibido solo la mitad de los fondos que necesita para socorrer a 41 millones de menores en todo el mundo.

Millones de niños que viven en áreas afectadas por conflictos y desastres están en riesgo de no recibir la ayuda que necesitan debido a la escasez sustancial de fondos para programas humanitarios que salvan vidas, ha anunciado este martes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.

Hasta la fecha, UNICEF solo ha recibido el 54 por ciento de los 4160 millones de dólares que requiere para satisfacer las necesidades básicas de salud, educación, nutrición y protección de 41 millones de niños en 59 países este año. De cara al último trimestre de 2019, la brecha de financiación es del 46%.

“Millones de niños vulnerables en todo el mundo sufren las graves consecuencias de crisis humanitarias cada vez más complejas», dijo la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, al comentar la situación.

“Sin recursos adicionales, estos niños no irán a la escuela, no serán vacunados, no recibirán una nutrición adecuada o no estarán protegidos de la violencia y el abuso. Si bien seguimos pidiendo el fin de los conflictos y una mejor preparación para las emergencias, necesitamos apoyo adicional de los donantes para ayudarnos a satisfacer las necesidades más básicas de los niños «, añadió.

Las emergencias con las mayores brechas de financiación incluyen a Pakistán, Camerún, Burkina Faso y Venezuela. Otras emergencias a gran escala en Siria y los países vecinos, Yemen, la República Democrática del Congo y Bangladesh también siguen sin fondos suficientes.

El caso de Venezuela

Si estas brechas de financiación persisten hasta el final del año, las consecuencias para los niños serán graves:

Por ejemplo, en Venezuela, UNICEF requiere al menos seis millones para ayudar a 60.000 niños a inscribirse y permanecer en la escuela, mediante la provisión de programas de alimentación escolar.

También necesita, al menos, tres millones para ayudar a vacunar a casi 400.000 niños contra enfermedades prevenibles en los próximos tres meses.

«Durante mi tiempo en el terreno en países en crisis, países como la República Democrática del Congo, Mozambique, Sudán del Sur, Siria y Yemen, he visto de primera mano el poder de la financiación humanitaria para cambiar las vidas de los niños vulnerables para mejor», dijo Fore.

La responsable de UNICEF aseguró que «con un mayor apoyo, podemos llegar a los niños que más nos necesitan».

Fuente: https://news.un.org/es/story/2019/10/1464221

Comparte este contenido:
Page 19 of 87
1 17 18 19 20 21 87