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Arturo Charria busca una nueva dinámica para la educación en Cúcuta

Por: Cicerón Flórez. 

 

Carlos Arturo Charria Hernández es un joven profesional cucuteño con títulos académicos que acreditan sus conocimientos. Es politólogo, magíster en Estudios Culturales y escritor. También promotor de cultura e investigador de temas sociales.

Fue coordinador del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de la Alcaldía de Bogotá. Ha sido consultor en Educación Transformadora y docente de Historia en el Colegio Los Nogales, de Bogotá. En 2016 fue nominado al premio Compartir al Maestro.

Ha participado en el proceso de paz que está en marcha en Colombia y fue seleccionado por el alcalde de Cúcuta, Jairo Yáñez, para que fuera su secretario de Educación en el arranque de la nueva administración.

En esta entrevista con La Opinión, Charria analiza la situación de la enseñanza en el entorno de la ciudad, tanto urbano como rural.

¿Cómo aprecia las condiciones para el desarrollo de la educación en Cúcuta, en los niveles de primaria y secundaria?

La situación es compleja. Hay dificultades en temas relacionados con la expansión demográfica en las zonas perimetrales que bordean el anillo vial. Estos asentamientos no cuentan con la infraestructura necesaria y crece en mayor velocidad la población que la capacidad educativa. Adicionalmente, la insuficiencia de planta viabilizada hace que muchos rectores no cuenten con la totalidad de docentes que requieren para sus alumnos y no se está invirtiendo en calidad educativa, lo que implica que el sistema educativo no cierra brechas socioeconómicas, sino que las profundiza.

¿Qué le preocupa de la educación?

El exceso de servicios educativos contratados. Esto genera dos problemas: en primer lugar, gran parte de los recursos educativos se va para terceros, lo que debilita el sector y genera preocupación en relación con la calidad educativa y condiciones laborales de los docentes. En segundo lugar, estos contratos comienzan tarde, pues los tiempos de alistamiento y de procesos contractuales hacen que una parte significativa del servicio educativo no comience en la tercera semana de enero, sino hacia comienzos de abril.

¿Se garantiza la gratuidad ofrecida en los establecimientos de educación del Gobierno?

Es un derecho constitucional y nuestro deber es garantizarlo. Ningún colegio oficial puede cobrar por la matrícula de los estudiantes, ni por la permanencia en la institución.

El Programa de Alimentación Escolar siempre ha tenido problemas en su contratación y su calidad. ¿Qué se va a hacer para evitar esos desvíos? 

El Programa de Alimentación Escolar (PAE) es un gran logro de la política educativa que amplía los derechos de los niños, niñas, jóvenes y adolescentes y ayuda a la permanencia de estos en el sistema. Por eso, hay que cuidar ese recurso y proteger esos derechos. Los procesos contractuales deben ser transparentes y garantizar la mayor participación posible de oferentes para mejorar precios y calidad. Nuestra responsabilidad es supervisar la prestación del servicio y las condiciones en que se brinda, mantener un diálogo permanente con los rectores que son nuestros principales aliados e intervenir de manera directa cuando se presenta alguna irregularidad.

¿Habrá cambios en el manejo de las becas del municipio para estudiantes en las Universidades Francisco de Paula Santander y la de Pamplona?

Sí. El propósito es que los cupos que vayan liberándose por estudiantes que no tienen buenos promedios o se gradúen sean asignados desde los colegios. Adicionalmente, los criterios de selección buscan que los subsidios sean adquiridos por los estudiantes más destacados. Estos son: Sisbén, Pruebas Saber, ruralidad, enfoque poblacional y talentos excepcionales (deportes, artes y liderazgo). La suma de estos indicadores nos permitirá asignar los subsidios con transparencia.

La  genera una gran demanda de cupos para educación. Al respecto, ¿se tienen nuevos planes?

Es una situación que se debe manejar con la Nación, porque Cúcuta recibe el mayor impacto de esta migración. Entonces, uno de los principales retos está en hacer una intervención articulada entre el municipio, el departamento, la Nación y los organismos de cooperación internacional. A partir de eso, identificar cómo hacer intervenciones en planteles educativos y planta docente.

Para el sector rural, ¿cuáles son las previsiones?

Disminuir la brecha en términos de calidad de vida, oportunidades y pobreza multidimensional. En lo que tiene que ver con educación, debemos fortalecer la institucionalidad del sector en esos territorios: revisar la infraestructura, garantizar la permanencia de los estudiantes y mejorar la calidad educativa. Los colegios rurales se encuentran en categoría C y uno en D. Este es un indicador que nos debe orientar en la intervención que se haga en la ruralidad, estrategia que debe ser con toda la institucionalidad del municipio.

¿Son suficientes los recursos para atender la educación en el municipio de Cúcuta?

No. Esto obedece a dos factores. 1) Los recursos que vienen del Sistema General de Participaciones no cubren la totalidad del funcionamiento, entonces, la Alcaldía debe sacar un rubro importante para garantizar la prestación del servicio, por ejemplo, aseo y seguridad (contrato que en 2019 fue de $8.400 millones). 2) El municipio gasta muchos recursos en la prestación de servicios educativos a través de terceros, eso es más costoso y la calidad no es buena.

¿Todos los establecimientos oficiales de educación en Cúcuta coparon los cupos disponibles o cuántos son los matriculados?

Según la matrícula reportada a 30 de enero, el Municipio cuenta con aproximadamente 1.000 cupos. Estos son: Colegio INEM, Colegio Gonzalo Riveros (Contento), Colegio Padre Rafael García Herreros (Loma de Bolívar), Colegio Alejandro Gutiérrez Calderón (Cundinamarca), Colegio Jaime Garzón (Cúcuta 75), Luis Carlos Galán Sarmiento (San Rafael).

En educación, ¿dónde se pondrá mayor énfasis?

En cuatro elementos:

1. Hacer que todo el servicio educativo comience desde el primer día de clase y no escalonadamente según vayan saliendo procesos contractuales, tal como sucede con adultos, transporte escolar, media técnica, matrícula contratada, personal de aseo y seguridad.

2. Calidad educativa. Hay 13 colegios en Categoría C y 1 en D. Hay que trazar una meta clara en el Plan de Desarrollo que mejore los indicadores de calidad.

3. Equilibrio entre matrícula y planta docente. Hay que buscar alternativas para optimizar la planta docente y garantizar que haya una mayor inversión en la infraestructura de los colegios que son propiedad del municipio.

4. Una apuesta muy fuerte en lectura en primaria, de manera que logremos la ecuación: aprender a leer y leer para aprender

Fuente de la entrevista: https://www.laopinion.com.co/cucuta/arturo-charria-busca-una-nueva-dinamica-para-la-educacion-en-cucuta-191216#OP

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Producción Científica China Bajo La Lupa

Por: Sofía García-Bullé

En tiempos de alta tensión internacional, el conocimiento puede volverse un arma y los académicos fuentes de información confidencial codiciada.

Las universidades son espacios donde se genera y comparte conocimiento y donde se llevan a cabo grandes descubrimientos científicos y tecnológicos a través de la investigación científica. El propósito de la investigación científica es aportar conocimiento y recursos que contribuyan al  avance de la humanidad. En algunas ocasiones, el proceso de investigación implica la producción y manejo de información altamente sensible y confidencial, por lo que se exige a los científicos evitar verse influenciados o comprometidos por intereses políticos o económicos ya que un caso de deshonestidad académica en este tipo de situaciones puede provocar incidentes internacionales.

En artículos anteriores hemos hablado sobre cómo el panorama geopolítico puede afectar el trabajo y hasta la integridad física de académicos de diversas áreas del conocimiento. Estas situaciones suelen darse ante el temor constante de los regímenes políticos del uso indebido de la información que pueda comprometer la seguridad nacional de países enteros. A continuación presentamos tres casos en los que malas prácticas y el manejo inadecuado de información confidencial, se extendieron más allá del rubro académico para convertirse en un conflicto entre naciones.

Un conflicto sobre declaración de fondos

El pasado martes 11 de febrero, autoridades federales estadounidenses arrestaron a Charles Lieber, uno de los principales expertos en nanotecnología a nivel mundial. El científico mantenía su posición como presidente del departamento de Química en la Universidad de Harvard cuando aceptó un puesto de asesor en la Universidad de Wuhan, China. El objetivo era apoyarlos como experto en la fundación de un laboratorio y crear propuestas de investigación estratégicas y visionarias.

De acuerdo a los reportes del Buró Federal de Investigación (FBI por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, el Dr. Lieber recibió 15 millones de dólares en fondos por parte de el Instituto de Salud y el Departamento de Defensa estadounidenses; a la vez  que sus empleadores en China, le pagaban 50,000 dólares mensuales para fondos para investigación, pagos que no habían sido reportados por el científico.

El conflicto se debe a que, en Estados Unidos, todo investigador debe revelar si recibe fondos de otros países. Tras encontrar este encubrimiento, el Departamento de Defensa cuestionó al Dr. Lieber al respecto, quien a su vez proporcionó información falsa. Actualmente Lieber se encuentra suspendido de su posición en Harvard y enfrenta cargos federales por mentir al Departamento de Defensa.

¿Un posible caso de espionaje exitoso?

Yanqing Ye trabajó como investigadora en el departamento de Física, Química y Bioingeniería Médica de la Universidad de Boston hasta abril del 2019, posteriormente la Dra. Ye regresó a China. Los problemas con su estancia surgieron recientemente cuando fiscales federales de los Estados Unidos denunciaron que en la aplicación para su visa, la científica ocultó su posición como teniente en el Ejército Popular de Liberación, el ejército nacional de la República Popular China. Sin embargo, el currículum que la investigadora presentó a la Universidad de Boston al aplicar,  incluía información sobre un grado académico obtenido en la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa, la institución de educación superior del Ejército Popular de Liberación.

Los fiscales además sostienen que durante su estancia de investigación en Estados Unidos, la Dra. Ye siguió recibiendo y llevando a cabo órdenes de sus superiores en la milicia china. El gobierno estadounidense levantó cargos contra la investigadora por fraude de visa, realizar declaraciones falsas y conspiración con un gobierno extranjero, pero no ha sido arrestada, dado que se encuentra en China.

Publish or perish”: un cáncer de la academia

Otro caso es el de Zaosong Zheng. El investigador afiliado a la Universidad de Harvard fue descubierto tratando de salir del país con 21 ampolletas robadas de un laboratorio del Centro Médico Beth Israel Deaconess, en Boston.

Las ampolletas contenían material de una importante investigación relacionada con el desarrollo del cáncer. Tras ser arrestado, el académico admitió haber intentado escapar con estas muestras para publicar la investigación bajo su nombre en China e impulsar su carrera científica. Zhen enfrenta cargos por contrabando y falso testimonio, y actualmente se encuentra bajo la custodia del gobierno estadounidense.

¿Qué pasa cuando solo es un error desafortunado?

Los arrestos y procesos mencionados anteriormente forman parte de un despliegue del gobierno estadounidense ante las sospechas y amenazas de espionaje y robo de información motivadas por las tensiones internacionales entre Estados Unidos y China. El gobierno estadounidense ha comentado repetidamente la necesidad de proteger agresivamente el conocimiento generado en el país que pudiera ser robado y utilizado por otras potencias mundiales. Casos como los anteriores podrían darle la razón, pero, ¿qué tan estrictos pueden ser en términos de colaboraciones internacionales académicas sin caer en un caso extremo de paranoia? y ¿Cómo afectaría esta práctica a la apertura científica y colaboración académica?

En agosto del año pasado, Feng Tao, quien trabajaba como químico en la Universidad de Kansas fue acusado de fraude por el supuesto fallo en comunicar una posición de tiempo completo en una universidad china, mientras recibía fondos federales estadounidenses. A diferencia del caso del Dr. Lieber, por ejemplo, el académico no proporcionó información falsa y aparentemente no mostró malicia ni dolo en la omisión de la información sobre su puesto en China.

Su abogado, Peter R. Zeidenberg, declinó comentar sobre el caso específico del Dr. Tao, pero sugirió que los fiscales estadounidenses podrían estar persiguiendo desmedidamente a académicos chinos con lazos internacionales que solamente cometieron un error de comunicación y no necesariamente son espías. “Los profesores tienen periodos libres en verano, a veces toman trabajos en China durante ese tiempo, y no creen que sea necesario reportarlo”, comentó el abogado. Zeidenberg agregó que el estar desinformados sobre la obligación de reportar asignaciones en el extranjero puede costarle muy caro a profesores y académicos, a los que se les pueden imputar cargos por fraude con penas de hasta 20 años, más aún si se levantan cargos por contrabando, espionaje o conspiración.

Una política de cero tolerancia

A partir del 2018, el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Session, inició una estrategia para enfrentar la posibilidad de espionaje internacional, especialmente de China. Hoy en día hay cientos de investigaciones abiertas involucrando el trabajo de académicos de procedencia china o de aquellos que tienen lazos con instituciones de este origen.

En muchos casos se investigan y persiguen conducta que ocurrieron hace muchos años, en los que los criterios de seguridad no eran los que se aplican hoy en día. Frank Wu, profesor de leyes y ex-presidente del Comité de los 100, una organización de chino-americanos prominentes, ha calificado estas nuevas estrategias como innecesariamente agresivas y potencialmente devastadoras para el desarrollo de la ciencia americana, debido a que el país asiático contribuye financieramente a la producción científica de Estados Unidos y, más aún, un enorme número de colaboradores académicos tiene conexiones con China.

El miedo al espionaje y al robo de conocimiento por parte de Estados Unidos, viene no solo de la noción de China como un enemigo potencial en la arena científica, sino en la idea de que solo en Estados Unidos se produce conocimiento tecnológico de punta, lo cual aumenta el peligro de que otras potencias mundiales intente apropiarse de este. Tomando en cuenta el panorama geopolítico actual, las medidas precautorias para proteger la información pueden ser útiles, pero es crucial que las autoridades y las instituciones de educación superior encuentren una forma de asegurar un buen uso de la información en las instancias de cooperación científica internacional sin dejar de habilitar las plataformas que hacen posible esta cooperación y generan el conocimiento científico en primer lugar.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/ciencia-china-bajo-la-mira-estados-unidos

Imagen: Gerd Altmann en Pixabay

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Ecuador: Felicitaciones desde la academia

América del Sur/Ecuador/23-02-2020/Autor: Escuela de Derecho Facultad de Jurisprudencia, Ciencias Sociales y Humanidades–UIDE Fuente: lahora.com.ec

POR: Escuela de Derecho Facultad de Jurisprudencia, Ciencias Sociales y Humanidades–UIDE

La Escuela de Derecho de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE) saluda a todos los profesionales de la Ciencia Jurídica que honran nuestra profesión en el día a día, aplicando los principios universales de la administración de justicia; y, que sobre todo, defienden los Derechos Humanos y su plena vigencia para lograr la materialización del Estado de Derecho.

Ratificamos el compromiso desde la academia en respaldar toda acción que tenga como finalidad última la justicia como valor supremo. Creemos y nos comprometemos con el futuro de la profesión a través de  una educación integral, profesionalizante, personalizada, crítica  y más que nada propositiva para una mejora constante del Derecho al servicio de la sociedad y el Estado.

Implementamos la educación del Derecho por competencias con cuatro ejes transversales del conocimiento en nuestro pénsum: la internacionalización de la educación, el Derecho como ciencia global,  la plena vigencia de los Derechos Humanos y la prevención de la corrupción marcarán una diferencia sustancial del abogado del mañana.

Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/noticia/1102307330/felicitaciones-desde-la-academia

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Duro golpe a la «ciencia cerrada»: la Universidad de California y sus 50.000 artículos científicos anuales apuestan por lo abierto

Redacción: Xataka

En las últimas semanas, la crisis del coronavirus ha puesto contra las cuerdas el modelo tradicional de publicación científica. Solo en enero se publicaron más de 50 informes sobre el virus, sus características y su epidemiología. La mayoría de ellos en servidores de pre-prints; es decir, fuera del circuito de grandes revistas científicas. Y es que con una emergencia de salud pública de alcance internacional encima de la mesa, pocos científicos estaban dispuestos a pasar por el aro de la industria editorial.

Ante esto, más de 70 organizaciones (desde gigantes editoriales como Nature, Cell o The Lancet a instituciones como los Institutos Nacionales de Salud de EEUU y la Academia de Ciencias Médicas británica) firmaron un acuerdo histórico por que se comprometían a hacer públicos todos sus trabajos. Este movimiento, oculto en el totus revolutum de la crisis, ya era una señal para navegantes. Lo de hoy es la confirmación de que el sistema se está rompiendo por las costuras: la Universidad de California, que reúne el 10% de todas las publicaciones científicas de EEUU, acaba de hacer una apuesta imponente por la ciencia abierta.

Un proyecto piloto de casi 100 millones de dólares

Interior de la Universidad de California, BerkeleyEden Rushing

Y es que, tras su sonada pelea con Elsevier, la red de universidades californianas acaba de llegar a un acuerdo millonario con PLoS, la mayor editorial de ciencia abierta del mundo, para pasar buena parte de su producción científica al acceso abierto.

La diferencia fundamental entre las revistas tradicionales y las revistas de acceso abierto está en quién paga la factura. En el modelo tradicional publicar es gratis para el investigador y son los lectores los que pagaban por acceder a los estudios. En el otro modelo, los investigadores se hacen cargo de los costos de publicar con la condición de que los artículos estén en abierto para todo el mundo. En realidad, para las grandes universidades la diferencia es muy sutil. Ellos mismos son productores y consumidores de ciencia. Sin embargo, para muchos investigadores, los precios para acceder al conocimiento en el sistema tradicional les dejaba fuera de la conversación científica internacional. Ese es el discurso que justifica iniciativas como Sci-Hub o la Librería Genésis.

La noticia es que las Bibliotecas de la Universidad de California ha decidido destinar su abultado presupuesto a ‘subvencionar’ la publicación en acceso abierto para sus investigadores y dedicará 1.000 dólares por artículo para que pueda ser publicado según este sistema. Según las estimaciones habitualeshablamos de más de 40 millones de dólares al año.

Como podemos ver, eso no quiere decir que el 10% de toda la investigación norteamericana se vaya a pasar al ‘open access’, pero sí marca un antes y un después. Se trata de un proyecto piloto, es cierto, pero el peso de la UC en la ciencia mundial es demasiado grande como para considerarlo una excentricidad.

Y esto es cierto incluso si tenemos en cuenta los beneficios globales de la industria editorial científica que, en 2011, se estimaban en 9.400 millones de dólares. Porque, aunque es cierto que, en los últimos años, alternativas como Sci-Hub se han hecho muy populares y, de hecho, en 2016 la revista Science investigó quién usaba este servicio y descubrió que, según sus propias palabras, lo usaba «todo el mundo»los tentáculos de las editoriales científicas aún tienen un alcance enorme.

Cada vez está más claro que la gran guerra científica que está en marcha es por el modelo que reinará sobre la ciencia del futuro.

Fuente: https://www.xataka.com/investigacion/duro-golpe-a-ciencia-cerrada-universidad-california-sus-50-000-articulos-cientificos-anuales-apuestan-abierto

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Abril Abadín: «La ralentización se combate con excelencia»

Por: eldia.es.

«Si hubiésemos invertido más en educación en la crisis, la situación económica sería mejor hoy», señala el presidente de la Conferencia de Consejos Sociales de Universidades Españolas

El presidente de la Conferencia de Consejos Sociales de Universidades Españolas, Antonio Abril Abadín (Lugo, 1957), insiste en que la clave del desarrollo económico y social se basa, en gran medida, en el necesario acercamiento entre universidad y empresa. Abril Abadín, que estuvo esta semana en el Archipiélago canario, apuesta también por cambiar la gobernanza en la universidad.

¿Por qué España cree poco en el poder transformador de la educación?
España será en el futuro el resultado de lo que hoy sea capaz de invertir en educación. Insistimos en eso porque creemos que no existe esa convicción. Si preguntamos a cualquiera si cree en la educación, va a decir que sí, pero obras son amores y no buenas razones.

¿Esa falta de fe explica el déficit de financiación con respecto a las universidades del resto de países europeos y de la OCDE?
Estamos entre un 20% y un 25% por debajo de las medias europeas y de la OCDE. Esto quiere decir que no apostamos realmente por la educación. Hay que tener muy claro que la educación es el gran poder transformador y de mejora de una sociedad. Si realmente tuviésemos esa convicción, invertiríamos más en educación, universidades y nos iría mejor a todos.

¿Qué es más insuficiente, la financiación pública o la privada?
Las universidades públicas se financian mayoritariamente con transferencias corrientes de capital del sector público. La financiación privada es muy pequeña. Hay que mejorar la financiación pública y meterla, al menos, en porcentajes medios de las organizaciones con las que nos comparamos. También hay que mejorar la financiación privada, pero en este caso el planteamiento es distinto. Ahí lo que hay que mejorar es la relación universidad-empresa, la transferencia de resultados al sector productivo y, como consecuencia de eso, mejorar la financiación de las universidades públicas.
Más aún en un momento en el que parece poco probable que la financiación pública aumente de forma significativa.
Con la actual situación de deuda pública y de déficit que tenemos en España va a ser muy difícil que la financiación pública de las universidades pueda aumentar considerablemente en el corto y en el largo plazo. Consecuentemente, las universidades tienen que trabajar las fuentes alternativas de financiación. En primer lugar está la transferencia de resultados. Necesitamos una mayor conexión universidad-empresa y que la magnífica investigación que hacen las universidades no vaya solo referida a la publicación científica, que está muy bien, sino también a la transferencia de resultados para que se convierta en desarrollo económico y social, creación de trabajo y bienestar social.

Con un tejido productivo como el español y el canario, donde priman las pymes, ¿hay capacidad y margen de maniobra para fomentar la financiación y el apoyo más allá de las grandes empresas?
Eso quiere decir que no lo tenemos fácil. Venimos de una cultura de escasa transferencia de resultados del sector público universitario. Siempre digo que los temas culturales son los más difíciles de resolver. Sus tiempos de resolución se miden en generaciones, no en años, y una generación son doce o quince años. Por otro lado, es verdad que el sector productivo ayuda poco porque tenemos muy pocas empresas grandes. Un 95% de las empresas españolas tienen menos de diez trabajadores y un 83% tiene menos de tres trabajadores. Hay mucha microempresa y resulta muy difícil hacer economías de escalas para invertir en investigación y en transformación tecnológica. Precisamente por eso tenemos que conseguir que las universidades públicas, que hacen mucha y buena investigación con fondos públicos, sea ese gran laboratorio donde se genera esa investigación.

¿Qué pasos e incentivos se han dado para lograrlo?
Tenemos que ser capaces de establecer mecanismos de traslación asequibles a ese sector productivo a pesar de su bajo tamaño y de la poca intensidad en sociedad del conocimiento y en nuevas tecnologías. Los datos relativos a la transferencia de resultados son muy mejorables. Hemos dado un paso importante con la publicación en noviembre de 2018 de los sexenios de transferencia. Tenemos que orientar también la carrera curricular académica no solo a la publicación científica, sino también a la transferencia de resultados. Los profesores son seres humanos y responden a un sistema de incentivos, evidentemente, como cualquier otro trabajador. Hay que tener en cuenta también que hay menos de 11.000 empresas intensivas en investigación y en innovación. Consiguientemente, necesitamos mejorar esos números.

¿El nivel investigador de las universidades suple la falta de iniciativa privada en cuanto a investigación?
No es que lo supla, pero sí que es verdad es que las universidades hacen en torno al 70% de la investigación en España, mucha más porcentualmente que sus comparables europeas. El porcentaje de investigadores en las universidades españolas es muy superior al número de investigadores de la universidades europeas, proporcionalmente, y a la inversa los investigadores de las empresas.

¿Ha sido un error fomentar tanto la cultura de publicación científica?
No lo llamaré un error, pero efectivamente creo que ahí hemos tenido una carencia importante. Deberíamos haber incentivado como mérito académico la transferencia al sector productivo hace ya muchos años y haber trabajado ese tema.

¿El déficit de financiación explica que las universidades españolas se sitúen en muchas ocasiones en la cola de los rankings?
Pocas cosas dependen solo del dinero y la excelencia universitaria no es, desde luego, una de ellas. Pero también hay que reconocer que el dinero ayuda. Si ahora mismo le inyectáramos muchísimo más dinero a las universidades españolas, mejoraría su excelencia, evidentemente, pero seguiríamos teniendo ahí una serie de asignaturas pendientes que van a seguir lastrando su excelencia internacional. Por cierto, con el sistema de gobierno y con el déficit de financiación que tienen son más que meritorias.

La universidad devuelve a la sociedad 4,3 euros por cada euro invertido en ella. ¿Es un buen dato o podría ser mayor?
Si nos vamos no ya a una cuantificación económica, sino a la creación de valor y a la generación de bienestar social, hay que partir de la base de que las universidades son protagonistas necesarios e insustituibles del desarrollo económico y del bienestar social. Creo que es muchísimo más si nos ponemos a cuantificar lo que aporta la excelencia de las universidades al bienestar social.

En un entorno desfavorable marcado por un mercado laboral ineficiente, una estructura ocupacional menos intensiva y un porcentaje de sobrecualificación y desempleo entre los graduados muy superior a la media de la UE, ¿cómo puede el sistema universitario actuar como ascensor social?
Hoy en día un título universitario no es, desgraciadamente, una garantía de empleabilidad adecuada a la titulación conseguida, pero mejora mucho las posibilidades. Lo que sí es un tema que en la Conferencia calificamos de tragedia nacional, de verdadero interés nacional, es que tengamos la segunda cifra de paro de egresados universitarios de Europa y la mayor cifra de sobrecualificación de universitarios de Europa. Eso lo tenemos que corregir.

¿Qué es lo que se puede hacer para romper esa dinámica?
El sector productivo debe sacar mucho más partido a la magnífica investigación que realizan las universidades. Tenemos que mejorar muchísimo esa cultura a través de los muchos mecanismos que hay para que esa transferencia se pueda efectuar: parques científicos y tecnológicos, viveros de empresas, cátedras de empresas, doctorandos industriales…

Quizás también haya que hacer una revisión de las titulaciones que ofertan las universidades para que estén mejor acompasadas al ritmo del mercado.
Es bueno que haya titulaciones cercanas a las necesidades reales de trabajadores por parte de las empresas. También es verdad que no podemos convertir las universidades en fábricas de los empleados que necesitan las empresas, porque la universidad es mucho más que eso. La universidad es un sector público que tiene que formar a los estudiantes de una manera global, no solo en conocimientos determinados. Hoy, que los conocimientos son temporales porque el mundo evoluciona a velocidad de vértigo, les tienen que enseñar a pensar, a mantenerse actualizados permanente mente en toda una serie de capacidades y competencias.

¿Las universidades privadas les comen terreno?
Es evidente que tenemos que flexibilizar el funcionamiento de las universidades para que tengan esa capacidad de adaptación a las necesidades reales del sector productivo, tarea que sí están haciendo las universidades privadas. Las privadas están compitiendo con ventaja precisamente porque tienen mucha más flexibilidad operativa, juegan mucho más la baza de la empleabilidad y son capaces de adaptarse más rápidamente a los cambios del mercado. Paralelamente, ¿qué tenemos que conseguir? Que las empresas se preocupen de la eficiencia y competitividad de sus universidades, no ya como parte del modelo de negocio, que podría ser, pero sí como parte de su compromiso social.
¿Pero no es un fracaso que las universidades no provean de los perfiles necesarios a las empresas?
Uno de los problemas de la falta de flexibilidad operativa de las universidades es que les cuesta mucho adaptar las titulaciones. Son procesos muy largos. Los procesos de comprobación, de verificación o de autorización hacen que implantar en el sistema educativo español un nuevo título lleve una cantidad de años que resulta desproporcionada, cosa que no pasa con las privadas. La última universidad pública de España se hizo en el siglo anterior y desde entonces, en España, se han creado 25 o 30 privadas. La Constitución consagra el principio de libertad de creación de centros docentes y vivimos en un país de economía de mercado. También hay unas leyes. Si se cumplen, no se puede decir que no a la iniciativa de constituir universidades privadas. Lo que sí es cierto es que la ley no es la correcta. Estimamos que la normativa tiene que ser más exigente para crear una universidad privada. Para que una institución docente lleve el nombre de universidad debe cumplir unos requisitos mínimos de calidad, investigación, docencia, etcétera. Lo que tenemos que hacer es cambiar la ley y adaptarla a esos requerimientos. Ahora, mientras eso no se cumpla, es difícil decir que no al que ejercita una libertad constitucional y cumple la ley con determinados requisitos.

Las universidades públicas canarias han cargado contra una nueva universidad on line que se implanta en la ZEC. ¿Usted también piensa que hay que tener cuidado?
No conozco los detalles y no puedo opinar. Viene fenomenal para el servicio público de educación universitaria que haya magníficas universidades privadas, pero no creo que no sea bueno que se llame universidad a centros docentes que no reúnen determinados requisitos mínimos de calidad e investigación.

Antes hablábamos sobre la politización de la educación, ¿es una mala noticia que también se haya convertido en negocio?
La educación se puede acometer desde el principio de libertad de empresa y el sistema de economía de mercado funciona con cifras de operaciones de compraventa. A mí me puede gustar más o menos, pero desde el punto de vista de defensa de la universidad pública no me ofende ni me preocupa. Lo que realmente me preocupa es que las universidades públicas sean excelentes. La excelencia de las públicas es la forma de lucha contra las universidades privadas que pensamos que no reúnen determinados requisitos y mínimos de calidad. Si son excelentes, eficientes y competitivas, nadie se irá a una privada.

¿España será capaz en algún momento de absorber la masa gris que forma?
No puede ser que tengamos casi la mitad de los egresados universitarios en España, al cabo de cuatro o cinco años, en el paro o en un puesto de trabajo que no requiere titulación universitaria. Eso genera, evidentemente, una emigración del talento. El estudiante universitario lo que quiere es trabajar, con lo cual muchas veces tiene que irse al extranjero. El mero hecho de irse, entendido como movilidad del talento, no solo no es malo, sino que puede ser muy bueno porque hay toda una serie de competencias profesionales –mentalidad global o el uso de idiomas– que son difíciles de adquirir aquí. Pero el saldo es muy negativo, porque luego resulta que no atraemos talento. Estamos enviando mucho talento fuera y no estamos atrayendo en justa correspondencia. Tenemos un déficit, evidentemente.

¿Y de quién es la culpa?
De todos. Lo que está claro es que necesitamos más empresa, mejor empresa y mayor empresa. Y para conseguir eso es fundamental que toda esa buena investigación que hace la universidad sepamos transformarla en economía productiva. Hay que cerrar el círculo virtuoso. No es culpa de nadie y es culpa de todos. Estamos generando un sistema de frustración y decepción del que somos responsables todos. Eso no puede ser. Ahí tenemos un tema de primer interés nacional.

¿Qué papel juegan los consejos sociales para cerrar ese círculo virtuoso?
Estamos configurados como órganos de control económico y presupuestario. Esa son las funciones regladas. Pero luego, además, tenemos una competencia abierta que es la tercera misión universitaria: precisamente la transferencia de resultados. Somos órganos de interrelación de universidad-empresa. Está en nuestra médula acercar la universidad y la empresa, orientar la gestión de las universidades hacia la empresa y convencer a las empresas de que la excelencia universitaria, si no forma parte de su modelo de negocio, sí debe hacerlo de su compromiso social.

Mientras dure la ralentización, ¿cree que calará ese mensaje?
Contra la ralentización económica lo que hay que hacer es generar excelencia. Excelencia en la educación y excelencia en la empresa. Así se acaba y se combate la ralentización. El gran error de España en la crisis económica, a partir de 2007 y durante los años siguientes, fue reducir la inversión en educación. Si hubiéramos invertido más en educación y en transferencia y hubiéramos mejorado el tejido productivo a partir de una mejor ciencia e investigación, la situación económica sería hoy mejor, como han hecho otros países en Europa. Tenemos que apostar por esto.

¿Es habitual que las universidades, o el rector en concreto, bloquee la actividad de los consejos sociales o invada sus competencias?
En la generalidad de los casos hay una gran colaboración. Puede haber en algún momento dado diferencia de opiniones, pero ahora mismo vivimos tiempos de colaboración, de entendimiento y es un factor muy positivo que ha mejorado muchísimo la cultura a favor de la transferencia de resultados univesidad-empresa.

Fuente de la entrevista: https://www.eldia.es/economia/2020/02/16/universidades-son-victimas-culpables/1051752.html
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Una ley de rectores y empresarios

Por: Hugo Aboites*

…Y contra el acceso y permanencia de los estudiantes. En la más reciente versión de la propuesta de Ley General de Educación Superior (LGES, enero 2020, por fin se elimina la frase que en el artículo 6 degradaba el derecho a la educación. Decía: el Estado garantizará el derecho de toda persona a tener la posibilidad de recibir educación. Y con esto se ponía en peligro el derecho pleno a la educación, como lo advirtió la nueva Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) cuando hizo un llamado para que (en la propuesta de LGES) se retome el espíritu y la letra del artículo tercero constitucional que garantiza el derecho humano a la educación. ( La Jornada, 6/2/20). En efecto, la Carta Magna señala sin ambigüedades ni posibilidades que toda persona tiene derecho a la educación (artículo 3). Con esta declaración, la nueva conducción de la CNDH rompió claramente con la anterior, la que durante un cuarto de siglo guardó silencio y resistió a las quejas contra los exámenes de selección que durante años le pedía que dijera algo. Guardó silencio y cuando habló fue para defender la interpretación neoliberal del derecho a la educación. Esta consiste en ofrecer a todos –pero previo pago de una cuota para el Ceneval– la oportunidad de presentarse a un examen de selección, donde tendrá la posibilidad de mostrar que es una/uno de los mejores. Incluso dio respuestas tan desafortunadas como cuando dijo a los quejosos que el ingreso (a una escuela) está sujeto a la capacidad intelectiva y a los méritos personales de los aspirantes (CNDH 1997, citada en Aboites, Hugo: La medida de una nación: 564). Cuando claramente la Constitución dice que toda persona tiene derecho a la educación (artículo 3). Sin embargo, como se decía, la propuesta de posibilidad se desechó y ahora dice que el Estado garantizará el derecho de toda persona que cuente con el certificado de bachillerato o equivalente que acredite la terminación de estudios del tipo medio superior, el acceso a un programa de educación superior (artículo 6 LGES, enero 2020).

Pero no hay final feliz. Porque después de decir que el Estado garantizará el acceso a un programa de educación superior se añade: en los niveles de técnico superior universitario, profesional asociado, licenciatura u otras opciones terminales previas a ésta. (artículo 6 enero 2020). ¿De verdad no hay aquí la intención –como en el examen único– de canalizar a las y los jóvenes que buscan licenciatura a carreras técnicas cortas, hoy en crisis por falta de aspirantes y desde las cuales ya no se podrá ingresar a estudios de licenciatura?

La nueva CNDH cuestiona, además, que en la propuesta original (2019) se incluyan elementos (que luego se mantienen en la versión 2020) que no están contemplados en el artículo tercero constitucional (fracción X) y que potencialmente son muy problemáticos. “Adicionalmente, –dice la propuesta– las instituciones de educación superior establecerán los requisitos de permanencia, tránsito y titulación, así como las medidas pertinentes para fomentar la inclusión, continuidad, egreso oportuno y excelencia educativa.” Este es el regreso pleno, llevado a ley general, del paquete neoliberal de educación superior. Las autoridades institucionales no sólo tendrán el respaldo legal para determinar requisitos, sino que, además, se les otorga el respaldo legal para reducir a los estudiantes el tiempo límite de titulación (que en la UNAM 1999 significaba el peligro de dejar sin título a 70 por ciento de los alumnos de los CCH y las prepas), asegurar que no dejen de estudiar ni un semestre (continuidad) y avanzar así a la excelencia y a su egreso oportuno. Es decir, la concepción de transformación neoliberal que hizo crisis en 1999 con una larguísima y tenaz huelga y el encarcelamiento de mil estudiantes. Con esta ley, ya no serán rectores en solitario que hagan los cambios, tendrán el respaldo del Congreso.

También los empresarios: en el artículo 47, I, VII ellos se convierten en legales participantes de instancias y procesos claves para el rumbo de toda la educación superior, e igual en los artículos y fracciones 42; 16, X; 13, XV; 45, V; 46, V, y 54. Como parte del Consejo Nacional de Participación y Vinculación, les corresponde, además, proponer estrategias y criterios para la educación superior (46,V), pero también como parte de las instancias colegiadas de participación y consulta (54) emitir propuestas y recomendaciones a la SEP acerca del Sistema Nacional de Evaluación de la Educación Superior (como el que se creó con el INEE en el nivel básico con Peña Nieto) que tendrá mecanismos, instrumentos e instancias (¿el Ceneval?). En resumen, con esta Ley SEP-rectores-empresarios será difícil que los movimientos estudiantiles no achaquen a la 4T esta regresión neoliberal que los hiere. Y que la rechacen con una tenacidad e intensidad sólo comparable con la que hoy muestra el movimiento de las mujeres.

*UAM Xochimilco

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/02/15/opinion/016a2pol

Imagen: Free-Photos en Pixabay

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