Page 5 of 9
1 3 4 5 6 7 9

Crónica de una comparecencia trivial

Por: Lucía Rivera Ferreiro, Roberto González Villarreal, Marcelino Guerra Mendoza

Delfina Gómez lo volvió a hacer. Ante la Comisión de Educación de la Cámara de Senadores, dijo que Cananea y Hermosillo están en Jalisco. Sus profesores de Geografía han de estarse revolcando en su tumba o muriendo de pena ajena, si es que aún viven. No se sabe si reconoció su error fuera de la comparecencia, porque en el momento de la pifia ni ella ni nadie corrigió su dicho; ahí está la grabación para quien quiera verlo y escucharlo (Comparecencia de la secretaria de Educación Pública)

Además de semejante desatino -que no es el primero, por cierto-, la comparecencia resultó bastante tersa; Delfina Gómez dijo medias verdades y prodigó alabanzas en exceso para un magisterio que se siente defraudado por la 4T, principalmente por el maltrato de que han sido objeto por parte de la USICAMM. También respondió a los escasos cuestionamientos con generalidades e hizo muchas promesas.

En su primera intervención dijo que más de veinte millones de alumnos regresaron a las aulas, más de 1 millón 600 mil trabajadores de la educación volvieron a sus centros de trabajo y más de 178 mil escuelas abrieron sus puertas tras 18 meses del cierre debido a la pandemia. Todo esto sin presentar detalles, sin desagregar la situación por nivel, zona geográfica o grupo de edad para mostrar en dónde se localizan las escuelas que no han regresado, los alumnos ausentes y los motivos.

Reiteró, como lo ha venido haciendo desde hace más de tres meses, que el regreso era necesario no solo por motivos académicos, sino también para proteger la salud física y emocional de los alumnos y docentes. Repitió, una vez más, cifras de vacunación ya conocidas, información sobre Aprende en Casa, libros de texto y la alianza con televisoras privadas para divulgar contenidos educativos, sin aludir en ningún momento al monto del presupuesto público destinado a ello. Mencionó la realización de 1200 programas de radio en 22 lenguas indígenas, “se generaron siete mil cuadernillos de apoyo”, pero la diapositiva decía 700 mil; con la participación de 32 mil Líderes Escolares Comunitarios (LEC´s), nombre rimbombante con el que hoy se identifica a los mal pagados promotores de CONAFE.

La primera intervención de la secretaria concluyó con una pretensión de síntesis. Para que haya un “cambio verdadero” en la educación, la administración actual prioriza cuatro programas:

  • Becas que han beneficiado a 11 millones de estudiantes de nivel básico, media superior y superior
  • Revalorización y Dignificación del magisterio, con la asignación de 390 mil plazas basificadas, “un dato histórico, nunca se había logrado tanta basificación como en este rubro” (sic)
  • La Escuela es Nuestra: entre septiembre de 2020 y octubre de 2021, ha atendido cerca de 60 mil planteles, con recursos entregados de manera directa para mejorar la infraestructura escolar. De 2019 a 2021 se han ejercido 20 mil millones de pesos (de nuevo, la diapositiva decía “más de 21 mil millones)
  • Libros de texto gratuito. En 2021 se distribuyeron 182 millones 432 mil 97 ejemplares; por primera vez se distribuyeron 18.6 millones de libros de vida saludable y 1.1 millones de materiales de apoyo; se encuentran en distribución 3.8 millones de libros del Programa Nacional de Inglés (PRONI)
  • Aunque anticipó cuatro programas prioritarios, mencionó también el impulso al Programa Nacional de Convivencia Escolar gracias a la firma de convenios con UNESCO e INMUJERES.

Como todo buen funcionario acostumbra, los retos no podían faltar: mejorar continuamente los libros y materiales educativos; fortalecer transparencia de procesos de promoción de maestras y maestros; ampliar la asignación de becas; contar con una infraestructura educativa más moderna y digna para alumnos y maestros, pues “si bien se ha hecho el esfuerzo, cabe señalar que todavía falta mucho por hacer. Cincuenta años que se dejaron abandonadas las escuelas, obviamente es difícil en dos años lograrlo”.

Pese a que la titular de la SEP intentó acotar las prioridades gubernamentales, y por tanto las intervenciones, en la primera y segunda ronda de comentarios y preguntas, los legisladores de diferentes partidos, incluso Morena, colocaron sobre la mesa otros temas: estancias infantiles; falta de pago a profesores; inconformidades del magisterio ante USICAMM; despidos de docentes “porque estudiaron una carrera neoliberal”; el modelo caleidoscopio de las UBBJ (senador Mario Zamora Gastélum del PRI); el Mexe y las universidades interculturales; Internet para todos; el pago de la deuda por escuelas al CIEN (Certificados de Inversión Educativa Nacional), el programa del sexenio anterior para atender el rezago en infraestructura, definido por el senador Gilberto Herrera Ruiz de Morena como el fobaproa educativo.

En otra oportunidad, abordaremos algunos de los temas arriba mencionados, en especial el de las UBBJ y la situación de precarización magisterial. En las líneas siguientes, nos detendremos en el problema de la infraestructura, esto en razón de su relevancia en el aún inconcluso proceso de regreso a clases presenciales.

Infraestructura escolar: 50 años de deterioro y contando

Ante los cuestionamientos de los legisladores sobre el abandono de las escuelas, en su segunda y tercera intervención, la secretaria Delfina Gómez aclaró que la mención a los 50 años de abandono había estado motivada por el comentario de un padre de familia durante una de sus múltiples visitas: mi escuela tiene 50 años y nunca ha venido, a lo que le respondí es que hace 50 años yo no estaba” (1 hora 14 minutos). La compareciente en tan alta tribuna legislativa, representando el cargo que ostenta, se presentó a decir lo que le dijeron en lugar de mostrar datos duros sobre la situación. Más claro y contundente se vio el senador Herrera Ruiz, quien le entró al quite con una comparación entre Escuelas al CIEN del sexenio anterior y LEEN de la administración actual.

En su descargo, la titular de la SEP reconoció que falta mucho por hacer, pues las necesidades de las escuelas no estaban cubiertas en su totalidad. Lo que no dijo es que el abandono gubernamental prolongado por décadas se ha convertido en un problema estructural del sistema educativo. Tampoco que al rezago inexplicable en la reconstrucción después del sismo de 2017 se suma la vandalización de instalaciones escoalres durante la pandemia, lo que complica todavía más el problema.

Lo que la titular de la SEP tampoco dijo en su comparecencia, es que no todas las escuelas saqueadas durante la pandemia cumplen con las características establecidas en las reglas de operación del programa La Escuela Es Nuestra (LEEN), mucho menos reconoció que éste programa se ha convertido en una especie de bolsa guarda todo, por lo tanto, los recursos nunca serán suficientes para al menos, paliar las múltiples carencias y necesidades de infraestructura escolar,

¿Por qué decimos que es un programa guarda todo? Recordemos: cuando en 2019 comenzó a funcionar LEEN, los recursos directos a las escuelas eran para atender únicamente problemas de infraestructura básica. En los albores de la pandemia, se anunció la inminente desaparición del programa Escuelas de Tiempo Completo (ETC); ante las presiones e inquietudes de diferentes grupos por un lado,  y el interés en proteger las orquestas Azteca de Salinas Pliego por otro, la SEP, en ese entonces a cargo de Moctezuma Barragán, decidió que los recursos del programa LEEN se destinarían a tres componentes en lugar de uno: infraestructura, atención a escuelas de tiempo completo y alimentación (La SEP de la IVT. Tapando hoyos, dejando boquetes). Es decir, se le sumaron nuevos propósitos y exigencias, sin que el presupuesto creciera en la misma proporción.

Así las cosas, un número desconocido de escuelas hoy se encuentran peor que antes de la pandemia. Diversos reportajes nacionales e internacionales advertían desde mayo pasado sobre la situación; el tema continúa siendo motivo de preocupación. Apenas en octubre pasado, el coordinador general de la Unidad de Servicios para la Educación Básica en el Estado de Querétaro (USEBEQ), reconoció que La mitad de las escuelas en Querétaro fueron dañadas durante la pandemia. Por su parte, la CETEG denunció recientemente que el 70% de escuelas de Acapulco fueron desmanteladas. Y decir desmanteladas significa que carecen de lo más elemental e indispensable, los delincuentes se llevaron lavabos, cables, equipos de cómputo. Estos son los casos más graves, pero hay que agregar aquéllos en donde la falta de uso también hizo estragos: deterioro de instalaciones sanitarias y eléctricas, descomposturas severas de bombas de agua, cisternas con agua estancada, etc. (Alumnos en Veracruz regresan a clases con instalaciones deterioradas)

Ni antes, ni tampoco en el “regreso seguro” a clases, se cumplen las condiciones de asequibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y adaptabilidad, conocidas como las “4 A”[1]. El gobierno mexicano y organismos internacionales las han reconocido como criterios para valorar el grado de cumplimiento del derecho a la educación; el Estado, a través de la SEP, tendría que garantizarlas, con mayor razón en las actuales circunstancias, donde atender los problemas de infraestructura resulta indispensable para cumplir con las medidas sanitarias establecidas por las propias autoridades educativas y de salud.

En comparación con los espacios abiertos y mobiliario adaptable que otros sistemas educativos han comenzado a utilizar, en congruencia con los modelos educativos antidisciplinares adoptados, en nuestro país las escuelas públicas, sobre todo las de mayor antigüedad, responden a un modelo arquitectónico obsoleto, tipo reclusorio.  El robo de equipos de cómputo y recursos materiales por parte de la delincuencia común agrava la situación, las escuelas se han convertido paulatinamente en sitios enrejados, rodeados de alambres de púas y ventanas clausuradas, lo que les da una apariencia deprimente, lúgubre.

La deuda del sistema en esta materia es grande. El déficit refiere a infraestructura básica como muros, paredes, techos, instalaciones hídricas y eléctricas. También a instalaciones deportivas, a la iluminación, temperatura adecuada y ventilación en las aulas, un aspecto crucial para reducir el riesgo de contagios en estos tiempos pandémicos.

Se dice fácil, con abrir ventanas es suficiente, pensarán tal vez algunos despistados lectores. Pero no es así de sencillo; de las casi 200 mil escuelas públicas que existen en el país, no todas cuentan con espacios adecuados, suficientes y funcionales. Debido a ello, para el regreso a clases presenciales, algunas optaron por esquemas rotativos con diversas variantes; por ejemplo, 40 alumnos que antes de la pandemia tomaban clases todos juntos en un espacio reducido, ahora están distribuidos para asistir ya sea por días, horas o semanas.

Todo indica que el deterioro de la infraestructura escolar continuará, así lo ratifica el presupuesto de egresos 2022 aprobado por los legisladores; no se contemplan recursos extraordinarios para atender tantas carencias. Algunos gobiernos estatales han optado por hacerse cargo, en la medida en que sus enjutos presupuestos se los permiten, de realizar reparaciones mayores que tomarán algunos meses. En esos casos, aunque alumnos y familias quisieran regresar ya, tendrán que esperar.

Hasta aquí la crónica de una comparecencia que transcurrió tersa, sin que nadie corrigiera las pifias evidentes de la secretaria. Una comparecencia en la que el debate brilló por su ausencia, plagada de medias verdades, información superficial, demasiada complacencia y una verborrea anodina tras la cual parece ocultarse la incompetencia y el desconocimiento de los problemas educativos actuales.

Los problemas postpandémicos son demasiado graves para tanta frivolidad.

Fotografía: eldiariodeyucatán


[1] Tomasevsky (2004), Indicadores del derecho a la educación. Revista IIDH, 40

Fuente de la información e imagen:  https://insurgenciamagisterial.com

Comparte este contenido:

Más allá de la USICAMM…

Por: Abelardo Carro Nava

Bien decía José M. Esteve en su texto La aventura de ser maestro publicado en la década de los noventa: “la enseñanza es una profesión ambivalente. En ella te puedes aburrir soberanamente, y vivir cada clase con una profunda ansiedad; pero también puedes estar a gusto, rozar cada día el cielo con las manos, y vivir con pasión el descubrimiento que, en cada clase, hacen tus alumnos”, y no se equivocaba.

Pienso que detrás de esa ambivalencia, se encuentran innumerables estudios y explicaciones que podrían brindarnos un sinfín de diálogos que conducirían a comprender las complejidades de la enseñanza que son propias de un sector que por décadas ha sido objeto de estudio: el magisterio.

También pienso que, dentro de esa misma ambivalencia, subyace lo extenuante y gratificante de tal ejercicio. Supongo, son parte de una actividad humana que, al igual que otras, con sus propias características y peculiaridades, encuentran momentos diversos de aburrimiento, gusto, cansancio o gratificación. ¿No acaso el hombre por ser hombre tiende a actuar de diferente manera a partir de su propia individualidad y circunstancias?, ¿qué motiva a ese hombre a actuar de tal o cual manera? Interrogantes que, indistintamente, merecen la oportunidad de ser dialogadas, por ejemplo, y de manera específica, con quienes se encuentran inmersos en el sistema educativo nacional. Un sistema que, a través de los gobiernos que lo han maniatado y corrompido, no ha podido valorar la profesión docente como se hubiera querido. Me explico.

Levantarse muy de mañana, preparar (tal vez) el desayuno propio y de sus familiares, dirigirse a sus respectivos planteles escolares en lugares muy diversos (cercanos o alejados de sus hogares), ingresar a una escuela que cuenta con lo necesario para el desarrollo de su labor o, por el contrario, que adolece de lo mínimo; y luego, la recepción de alumnos y el saludo para comenzar el día.

Obviamente la planeación que elabora el profesor, con una determinada estructura (inicio, desarrollo y cierre), por cada una de las asignaturas/contenidos, es fundamental para la generación de aprendizajes. Flexible como lo es, este ejercicio es cambiante, día a día, semana tras semana, mes con mes; no se detiene. Obedece a una lógica; una que se desprende del diagnóstico diario que, si bien es cierto que no siempre queda plasmado o registrado en un papel, también es cierto que el mismo saludo del maestro o maestra hacia sus alumnos, y la respuesta de éstos hacia este hecho, ofrece una gama importante de posibilidades que favorecen la adecuación de tiempos, materiales o de conocimientos.

Indagar ideas previas sobre un tema a partir de un cuestionamiento; reajustar esa planeación y la organización diaria por las respuestas obtenidas de los estudiantes derivadas de esa interrogante, no es un asunto menor. Implica un conocimiento fino por parte de quien tiene en sus manos facilitar el aprendizaje. Claro, en mayor o menor medida, pero el enseñante desenreda el estambre para tejer las diferentes nociones de lo aprendido, hasta ese momento, por sus alumnos. Jamás es o se hace lo mismo, aunque por muchos años se haya dado clases en primero, segundo o tercer grado en una escuela primaria. Siempre es cambiante. Obedece a una lógica inserta en eso que llamamos docencia.

Y luego las actividades de los chicos al interior de los planteles (o en momentos de pandemia), ya sea con el libro de texto, cuadernillos, libretas, con una pizarra eléctrica, o bien, con recursos propios de los contextos: unas piedritas, frijoles o lentejas; todo se ajusta de acuerdo al diagnóstico/asignatura/contenido/alumnos puesto que, ya sea de manera individual o en equipo, se da paso a la interacción social para el andamiaje del conocimiento. Todo en un instante. Sí, un instante que se desprende de lo que el mismo enseñante organiza a través de esas actividades, obviamente, a partir de sus alumnos y de las habilidades que son manifiestas en éstos y, desde luego, aunado a su experiencia y formación académica. Siempre tienen un propósito o, como dirían algunos especialistas: una intencionalidad didáctica. Vaya, hay quienes aseguran, que los momentos de improvisación son parte de este ejercicio, siempre y cuando, no se abuse de éstos.

Y luego la socialización de la actividad realizada; ese intercambio de saberes que permite la reflexión propia en virtud de lo compartido. De todo se aprende. No hay duda. Se descubre, por ejemplo, que no hay un procedimiento único para llegar a un resultado, o que el conocimiento que “yo tenía” sobre tal o cual hecho se nutre con las aportaciones de los otros o de la ciencia.

Este ejercicio, desde luego tiene consigo mismo un proceso de valoración y aprendizaje importante.

Sí, de todo se aprende.

Desafortunadamente, en nuestros días, la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM) no ha aprendido nada o, tal vez, ha aprendido poco. El último proceso relacionado con el Programa de Promoción Horizontal por Niveles con Incentivos, específicamente, en la aplicación del instrumento de valoración de recursos personales y prácticas educativas dejó mucho que desear. Se “evaluó”, en los participantes, la capacidad de responder a ciertas cuestiones a través de la construcción de un texto SOBRE su práctica educativa y no EN su práctica docente. Sí, una práctica docente que, como he referido, ocurre en un salón de clases. Sí, en un salón de clases, donde la ambivalencia se hace latente y donde el cúmulo de conocimientos y habilidades son detonantes para la generación y adquisición de aprendizajes.

Y para variar, la emisión de resultados que, indiscutiblemente, acrecentó la incertidumbre y falta de credibilidad en un proceso plagado de irregularidades.

¿En verdad no hay otra forma de “valorar” la práctica docente más que la que desde 1993, con Carrera Magisterial, se ha venido implementando en México?, ¿hasta cuándo se seguirá impulsando un sistema de estímulos salariales que, bajo las recomendaciones del Banco Mundial y de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, tienden a priorizar el mérito y desvalorizar lo que ocurre en el aula en razón del quehacer y profesión docente?, ¿no hay algo más allá de la USICAMM? Esto último lo pregunto porque la docencia, como bien se sabe, siempre ha estado. Sí, ha estado presente.

Al tiempo.

Fuente de la información e imagen: https://www.educacionfutura.org/mas-alla-de-la-usicamm/

Comparte este contenido:

México: magisterio ¿A dónde apunta el nuevo plan de formación docente de Mejoredu?

Por:  Arturo Méndez

En un comunicado del 23 de septiembre, la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) informó que llegó a un acuerdo con las autoridades educativas estatales para trabajar en la concreción del plan de mejora de la formación continua.

El plan contempla una formación colectiva, en la escuela y regulada por el Estado, pero con importantes límites y consecuencias.

Según Etelvina Sandoval Flores, comisionada presidenta de la junta directiva de Mejoredu, dicho plan tiene como objetivo “que las maestras, los maestros y las figuras educativas de educación básica y educación media superior participen en programas de formación continua relevantes y pertinentes, en condiciones institucionales favorables, que les permitan fortalecer su desarrollo profesional, a fin de revalorar su función como profesionales de la educación”.

Asimismo, se anunció que la comisión publicará en breve los Criterios generales de los programas de formación continua y desarrollo profesional docente, y para la valoración de su diseño, operación y resultados.

En entrevista con La Jornada, publicada el 26 de septiembre, Etelvina Sandoval señaló que “no podemos seguir con el mismo modelo de formación de maestros que aplicamos desde hace años, en el que hay una proliferación de oferta de cursos individuales muy variada; algunos buenos, otros malos, pero considerando esa formación como negocio de particulares”.

Así, en la concepción de Mejoredu, para la formación continua destacan tres aspectos: ir más allá de la formación individual, hacia una formación colectiva; formación in situ, es decir, en la escuela, considerando las necesidades para mejorar la práctica en las condiciones reales (contexto) que enfrentan las y los docentes; la formación docente debe ser regulada, debe verse como una responsabilidad del Estado y se requiere un plan estatal.

Hay que estar alertas

Considerando los elementos de continuidad neoliberal en la política educativa de la 4T, expresados por ejemplo en toda la lógica de la USICAMM y la ofensiva contra las normales, desde el magisterio habrá que seguir con atención el avance en la implementación de este plan de formación continua. Por lo pronto, alertamos sobre algunos aspectos.

En primer lugar, llama la atención que se le de peso al contexto en que se desarrolla la labor docente, pero que esté invisibilizado el problema del regreso forzado a clases presenciales, sin que hasta el momento el Estado haya garantizado condiciones seguras para ello, con consecuencias en la salud y las vidas de la comunidad escolar. Esto, luego de un ciclo escolar a distancia en el que el mismo Estado no garantizó las condiciones para que el conjunto de alumnas y alumnos pudiera acceder a la educación pública y de manera gratuita.

Ni hablar de las carencias en infraestructura y equipamiento escolar previas a la pandemia, o de las condiciones precarias en que viven millones de niñas, niños, adolescentes y sus familias en el país, profundizadas por la pandemia y la crisis económica. Parece que la lógica de Mejoredu es considerar las condiciones reales pero para adaptarse a ellas, no para cambiarlas.

Por otra parte, aunque se plantea la necesidad de un plan estatal para la formación docente, Etelvina Sandoval dejó claro, en su entrevista con La Jornada, que queda abierta “la posibilidad de presentar ofertas”, es decir, la posibilidad de que los empresarios de la educación sigan haciendo negocio con esta necesidad.

En cuanto a los tiempos para la formación docente, todavía no queda claro cómo lo están pensando las autoridades, pero considerando la forma en que se ha hecho previamente, lo más probable es que nos quieran imponer destinarle tiempo por fuera de nuestro horario laboral, cuando ya de por sí dedicamos horas no lectivas —y no remuneradas— a la planeación, evaluación, atención a madres y padres y un largo etcétera.

Las maestras y maestros somos los primeros interesados en formarnos y actualizarnos, pero eso no debe ser en detrimento de nuestro tiempo libre, dedicado al necesario descanso, al esparcimiento, a organizarnos o cualquier otra actividad que queramos.

Es necesario luchar porque la formación docente se desarrolle dentro de nuestro horario laboral, o por ejemplo alternar periodos de formación y periodos frente a grupo. Pero en cualquier caso debe ser tiempo remunerado.

Entre septiembre y noviembre de 2020, la Mejoredu y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura organizaron el Ciclo Iberoamericano de Encuentros con Especialistas “La Formación Continua y el Desarrollo Profesional Docente en el Contexto de Nuevas Normalidades”. En la clausura del mismo, Etelvina Sandoval planteó que “El profesorado debe participar
en la definición de políticas de formación docente” (p. 206).

Sin embargo, aunque el plan de mejora de la formación continua ya fue presentado a las autoridades de la SEP, a las estatales y a las áreas de formación docente locales, a las y los docentes no se nos ha preguntado nada. A pesar se la supuesta “revalorización” del magisterio y de la pretendida “democracia en la escuela” pregonadas por la 4T, la verticalidad en la toma de decisiones es una práctica que no ha cambiado.

Dada la dinámica del conocimiento y de las condiciones en que se desarrolla el proceso de enseñanza-aprendizaje, la formación y actualización docente es una necesidad. Sin embargo, en los términos planteados por Mejoredu, apunta a una adaptación a las precarias condiciones para la educación pública, la continuidad del lucro con una necesidad social y mayor carga de trabajo para las maestras y maestros, como parte de los elementos de precarización laboral ya presentes en el sector.

Luego de que aprobaron una reforma educativa que en gran medida es continuidad —neoliberal— de la de Peña Nieto, de que nos impusieron clases a distancia que sostuvimos de nuestros bolsillos y sin respeto a los horarios laborales, ahora las clases presenciales en condiciones de riesgo, y mientras avanza la precarización educativa y laboral en todos los niveles, debemos prepararnos para nuevos ataques: organizándonos desde las escuelas; dialogando con madres y padres de familia; exigiendo a los delegados sindicales que convoquen asambleas como espacios de deliberación democrática.

Es indpsiepsable cordinarnos entre escuelas, zonas, regiones y a nivel nacional; exigiendo a la CNTE, como principal referente de lucha del magisterio nacional, que rompa la tregua con el gobierno y se ponga a la cabeza de impulsar la lucha unitaria, independiente y combativa contra los ataques actuales, los que vienen y para conquistar la solución a nuestras demandas.

Fuente de la información e imagen: https://www.laizquierdadiario.mx

Comparte este contenido:

Los desastres de USICAMM

Por: Erica Lavin 

Con 6 días de retraso salieron los reportes de resultados individuales de la evaluación realizada por la Unidad del Sistema para la Carrera de Maestros y Maestras (USICAMM), nuevamente a través de la plataforma digital que no satisface la demanda para consulta de información de los miles de docentes que intentan acceder y que continuamente se topan con las fallas operativas que se han presentado durante todo el proceso de Promoción Horizontal

Los indicadores a evaluar quedaron claros después de varias semanas de la emisión de la convocatoria, debido a la pandemia se dieron de facto los 20 puntos para el Reconocimiento al buen desempeño y los 20 puntos a la Entrevista por el colectivo docente; en el caso de la antigüedad se establecen 40 puntos, sin embargo se reconsidera que a partir de los 30 años de servicio ya pueden acceder al puntaje máximo y de ahí se desglosa en nivel descendente  y proporcional a los años que cada docente tenga en el servicio; el grado académico  también contempla un ajuste, se otorgan 8 puntos a nivel licenciatura, y se contemplan 16 para maestría y 20 para doctorado.

En cuanto al sistema de apreciación de conocimientos se aplicó el Instrumento de valoración de conocimientos y aptitudes al que se le asignan 120 puntos, y por otro lado el Instrumento de valoración de recursos personales y práctica educativa con 80 puntos como máximo, este último constaba de las 12 preguntas  abiertas que debían ser argumentadas de acuerdo a la  experiencia, creatividad e innovación pedagógica y con base en el contexto donde  los maestros han llevado a cabo su práctica docente, respuestas que se esperaba fueran evaluadas cualitativamente.

Específicamente en este indicador,  las preguntas relacionadas con la labor educativa de los docentes en el aula, es el que generaba mas confianza ante la libertad de exponer los recursos y estrategias que utilizarían en cada caso planteado, la seguridad en la argumentación de algo que hacen cotidianamente en la escuela y el salón de clases significaba por fin, ser reconocidos a  partir de la experiencia educativa que han adquirido a través de los años; sin embargo, fue decepcionante que los puntajes asignados estén muy por debajo de los 80 puntos que se debían otorgar, la pregunta obligada ante esto es ¿Quiénes son los expertos educativos que leyeron con detenimiento las respuestas redactadas por miles de maestros? ¿Acaso no es válida la creatividad, diversidad de recursos e innovación pedagógica que cada docente puede diseñar e implementar? ¿Existía solo una respuesta correcta ante cada pregunta abierta? ¿Qué expertos la definieron?

Sabemos de antemano que la revisión de respuestas se da a partir de sistemas computacionales, pero el confinar la práctica reflexiva de los maestros y maestras a un algoritmo informático, cuyas palabras claves cargadas al sistema son las que validaran como acierto o error la respuesta que se redactó, representa una reducción de ideas y pretende la convergencia en una sola acción modelo que sería la correcta para los que están evaluando, contrario a lo que se plantea incluso en la Ley General de Educación donde explícitamente se afirma que debe reconocerse la experiencia, así como la vinculación y compromiso con la comunidad y el entorno donde labora, para proponer soluciones de acuerdo a su contexto educativo.

El programa de Promoción Horizontal se ha convertido en un embudo que en cada fase va relegando a miles de maestros cuya labor es admirable, es un espejismo que promueve una falsa esperanza de mejora salarial, la única opción que autoridades educativas y gubernamentales han diseñado pero que dista mucho de la revalorización que los docentes merecen, ante los resultados individuales que se dan a conocer se generan más dudas que certezas, empiezan comparaciones, dudas sobre el conocimiento que se tiene, incluso algunos maestros inician un proceso de autorreflexión partiendo del puntaje obtenido de una plataforma digital, calificaciones asignadas por “expertos educativos” que nadie conoce, sujetos para quienes el derecho de réplica, dudas y aclaraciones solo contemplan correo electrónico o plataforma digital como único medio.

Esta historia aún no termina, el 5 y 6 de septiembre inició la fase de entrega de reporte de resultados individuales, se darán 15 días hábiles para manifestar inconformidades o pedir aclaraciones, posteriormente para el 11 de octubre se integraran los grupos de dictaminación de acuerdo a los puntajes obtenidos y se darán a conocer listas de manera pública, durante ese mismo mes las autoridades educativas de cada estado determinaran al personal que resulte beneficiario con el incentivo, todo esto de acuerdo  a los puntajes más altos, disponibilidad presupuestaria y los criterios para la asignación del incentivo;  y, en la primera quincena del mes de noviembre se publicaran por grupos de dictaminación a los maestros que han sido incorporados al programa y se les hará la notificación respectiva, quedando sin fecha definida el pago de incentivo a los promovidos.

Ante esto, se generan varias interrogantes ¿Cuántos serán los beneficiados por el incentivo? ¿Cuál es el presupuesto destinado para el programa de promoción horizontal? ¿Existirá garantía de que el presupuesto alcance por lo menos a cubrir al 80% de todos los que cumplieron con el proceso de evaluación? Si así fuera, aun seguiría faltando equidad y justicia para todos los docentes que quedaron fuera por las fallas de la plataforma digital, más aún, la mejora salarial la merecen también los miles de maestros y maestras que sin participar en el programa,  siguen dando cada día lo mejor de sí con sus alumnos, muchos ya desde el salón de clases o en su escuela a pesar de la pandemia, y que siguen esperando la verdadera revalorización del magisterio de la que tanto se habló.

El programa de incentivos de Promoción Horizontal ha ido dándose a conocer a cuentagotas, sin  respeto por las fechas para  publicar resultados que ellos mismos establecieron, somete a los docentes a plataformas digitales que se saturan, volviéndose  ineficaces e  inoperantes, no existe claridad y transparencia en la forma en que evaluaron y quiénes evaluaron, se clasifica a los docentes a partir de puntajes asignados con programas informáticos, se diseñan filtros para que sea un mínimo porcentaje que alcancen ese tan anhelado incentivo, ocultando así las fallas sistémicas de origen del programa  y adjudicando la responsabilidad total a los docentes de ser o no promovidos en dicho proceso, normalizando la idea de que los incentivos se deben condicionar al presupuesto financiero que las autoridades educativas y gubernamentales destinaron,  aunque éste resulte insuficiente y sea al final del camino, la mayor causa de exclusión.

Comparte este contenido:

Por un sindicalismo al servicio del magisterio

Por: Sergio Martínez Dunstan

En mi colaboración anterior, pretendí distinguir entre los derechos laborales establecidos en el Artículo 123 Constitucional y la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado (LFTSE). Así como también, los derechos profesionales surgidos de la reforma educativa establecidos en la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros y en el resto de la normativa asociada. Y, al final, plantee dos preguntas en una sola. Y como lo prometido es deuda, intentaré brindar algunos argumentos para una probable repuesta.

Algunos colegas reaccionaron en las redes sociales sobre su contenido. Por ejemplo, Pedro Flores Crespo, académico de la Universidad Autónoma de Querétaro, tuiteó: “¿Se pueden vulnerar derechos laborales dejando intactos los sindicales?” (https://bit.ly/3zx6njw) Teresa Bracho, ex Consejera Presidenta de la Junta de Gobierno del desaparecido Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, señaló: “En teoría, no. Porque los sindicales suponen protección del derecho laboral” (https://bit.ly/2TzIY1v). A lo que el especialista en políticas públicas egresado de la Universidad de York en Reino Unido, reflexionó: “Por eso la dimensión no explícita de la política central para definir el objeto de estudio de la ‘policy’.” (https://bit.ly/3eWcmXf) Interesante aportación. ¿Cuál es su opinión gentil lector?

Desde otro ángulo, Lev Velázquez Barriga, Doctor en Pedagogía Crítica y Educación Popular, en la misma red social a propósito del artículo de opinión referido, mencionó que: la “libertad sindical se redujo a la promoción [de] muchos mini sindicatos, veáse el caso Veracruz donde crecieron por docenas y ninguno democrático.” (https://bit.ly/3ByXBU5) Y ustedes, amables lectores, ¿tienen otros datos?

Ahora bien, los derechos laborales se mantuvieron casi intactos salvo los relacionados con la libertad de sindicación la cual sigue siendo una asignatura pendiente. La protección de los derechos sindicales es un problema irresuelto. Es letra muerta la reforma a la LFTSE. Brilla por su ausencia la filosofía de los Convenios C087 y C098 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La culpa la tienen los dirigentes del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE). Aunque la complicidad del mismo gobierno es innegable. Es una omisión grave a sus atribuciones legales permitir el incumplimiento de las disposiciones.

La participación del magisterio en el Sistema de Carrera es individual y voluntaria. La ley contempla el derecho de interponer su defensa. Mientras que la intervención del sindicato, es marginal. Se limita a lo estrictamente laboral dejando un vacío en la protección de los derechos profesionales. La relación entre autoridades educativas y los maestros es directa, sin intermediarios. Dicho coloquialmente, se rascan con sus propias uñas. Y, en ocasiones, en contra de la voluntad de representantes sindicales. Han padecido una serie de arbitrariedades y abusos de autoridad por parte de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM). Reconocidas por la titular de la dependencia, la Secretaria de Educación y el propio Presidente de México. Mientras que los “lideres sindicales” gestionan privilegios al margen de la ley para ellos mismos y sus allegados. De esta manera son cooptados unos y otros por la autoridad educativa. Incluso hay denuncias con casos documentados de tales anomalías. Parece que el que tiene más saliva traga más pinole. Cada quien defiéndase como pueda es la consigna. A eso me refiero cuando digo que el maestro se encuentra en total estado de indefensión. Sus propios recursos son el único apoyo con que cuentan. ¿Para qué le sirve al magisterio un sindicato así?

En contraparte, la autoridad educativa se apropia de la rectoría de la educación. El goce de los derechos laborales del magisterio trae implicaciones educativas y de igual manera el ejercicio de los derechos profesionales conlleva repercusiones laborales. Basta revisar procesos tan relevantes en donde la SEP se arroga la atribución exclusiva:

  • El Sistema Abierto y Transparente de Asignación de Plazas.
  • La estructura ocupacional autorizada.
  • Los procesos de admisión, promoción, reconocimiento desde la determinación de los tiempos a través del calendario, la definición de los perfiles profesionales, la emisión de las convocatorias, el prerregistro y el registro de los participantes, el cumplimiento de cada una de las etapas y fases.
  • Los cambios de adscripción, las licencias y la compatibilidad de plazas.
  • El otorgamiento de licencias por razones de carácter personal.
  • La compactación de horas, la descompactación de plazas.
  • La apertura, crecimiento o modificación de centros escolares.
  • La asignación de plazas vacantes, objeto de los procesos de selección.
  • Los programas de formación, capacitación y actualización, de desarrollo de  capacidades y de desarrollo de liderazgo de gestión.
  • Los programas de reconocimiento para el personal docente, técnico docente, de  asesoría técnico pedagógica, de asesoría técnica, de tutoría y para quienes desempeñan funciones de dirección o supervisión que se encuentren en servicio.
  • El Programa de Promoción Horizontal por Niveles con Incentivos.
  • El Servicio de Asesoría y Acompañamiento a la Escuela.

Lo anterior resulta una brillante área de oportunidad para las organizaciones gremiales. Este escenario emergente arrojó un nuevo orden jurídico bajo la rectoría de la autoridad educativa quedando al margen la organización sindical porque así fue diseñado de origen el Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros. Los líderes sindicales han quedado obnubilados, preocupados por mantenerse en el poder. Carecieron de fuerza y capacidad para adaptarse a las circunstancias. Les faltó inteligencia para adelantarse a los tiempos, leerlos, interpretarlos. Mientras se ocupan en quitarse la camisa de fuerza impuesta, las autoridades educativas fortalecen su marco de actuación. El Estado Mexicano les ganó la partida a los sindicatos magisteriales. Les restó fuerza y acotó su poder de influencia. Los tienen entretenidos en lo que les conviene y alejados de las decisiones fundamentales. Están maniatados. Estamos siendo testigos del sometimiento de los sindicatos magisteriales. O ¿así siempre debió haber sido?

Con las ideas plasmadas en los párrafos anteriores estoy en condiciones de dar respuesta al cuestionamiento señalado al final del texto “Los derechos profesionales y los derechos laborales del magisterio”. ¿Cuál es el papel que está jugando el sindicato? La pugna por conservar el poder y la lucha por su sobrevivencia.

¿Cuál es el papel que debieran jugar las organizaciones sindicales en la defensa de los derechos profesionales del magisterio?

Volver a sus orígenes plasmado en su propio lema, “Por una educación al servicio del pueblo” pero visto desde otra perspectiva que retome lo fundamental de su razón de ser. Por un sindicalismo al servicio de los trabajadores de la educación. Considerando que los maestros se encuentran en total estado de indefensión hacia ellos debiera dirigirse la acción sindical de manera prioritaria. Nunca sin ellos. Siempre a su lado.  Acompañándolos en todo momento, abandonarlos nunca. Con ellos, por ellos y para ellos. Hasta que la dignidad se haga costumbre. Por un sindicalismo al servicio del magisterio.

Carpe diem quam minimun credula postero

Facebook: SergioDunstan
Twitter: @SergioDunstan

Blog: http://www.sergiodunstan.net

Fuente: http://www.educacionfutura.org/por-un-sindicalismo-al-servicio-del-magisterio/

Comparte este contenido:

SEP – USICAMM: El gatopardismo educativo en su máxima expresión

Por: Eduardo Grajales  

Deja mucho que desear la postura que ha tomado la Secretaría de Educación Pública (SEP) y su Unidad para la Carrera de las y los Maestros (USICAMM), respecto a los mecanismos de evaluación para la promoción docente en sus concursos de acceso a plazas magisteriales, así como en los de ascenso horizontal y vertical, recientemente aplicados.

Después de cometer sendas pifias en la administración de la Plataforma Venus de USICAMM y de mantener desatendidos y en constante incertidumbre a miles de maestros y aspirantes al magisterio en todo el país (incluidas personas con discapacidad auditiva, a quienes dejo en la total indefensión), la SEP y USICAM ya amenazaron con dejar fuera a miles de maestros y maestras, a quienes se suponía les revindicarían sus derechos laborales y les ofrecerían una evaluación transparente, equitativa y con fines de mejoras.

Esto último era el espíritu de la Ley para las y los maestros. Pues resulta que en la realidad, ni lo uno ni lo otro, veamos:

En principio de cuentas, la SEP y USICAM deberían estar avergonzados por su incapacidad operativa y prácticamente sentados en el banquillo de los acusados, al no contar con sistemas digitales calificados y certificados para soportar la afluencia de millones de internautas que saturarían su plataforma web en los días de los exámenes, hecho que causo,  por ejemplo, que miles de exámenes realizados no se guardaran en su plataforma y ha generado que éste se tenga que repetir, sin que hasta la fecha por lo menos la autoridad haya ofrecido una disculpa a miles de aspirantes del proceso 2021, víctimas de la situación anterior.

Asimismo, la SEP paradójicamente dejo fuera a mas de 5 mil maestros aspirantes a la promoción vertical y amenaza con dejar a otros tantos con el argumento de haber identificado “cadenas de respuestas similares” e incluso hasta los mismos errores sin presentar pruebas, cuando esto era evidente que iba a suceder como sucedió sin que la autoridad tomara cartas en el asunto en su momento. Los exámenes se vendían en redes sociales, se ofertaban las respuestas en grupos de WhatsApp, y la SEP y USICAMM no presentaron siquiera una denuncia ante las autoridades correspondientes.

Todo lo anterior en su conjunto fácilmente podría y debería configurarse como actos negligentes ante la Función Pública, por parte de estas autoridades educativa.  Si de aplicar la normatividad por ahí debería empezarse, y tanto SEP como USICAMM le quedarían debiendo a los profesores.

En un escenario racional, pues, la autoridad debió de prever el riesgo que implicaba hacer exámenes estandarizados desde casa y en línea. Si hubiera querido minimizar tal situación ¿Por qué no previó, como cada año, hacer la evaluación en plataforma digital si, pero desde un espacio publico, como normalmente lo hace, y coordinado directamente por el personal de cada Secretaría de Educación Estatal? ¿Falta de presupuesto? ¿Incapacidad?… Si el argumento era el escenario pandémico ¿Acaso no hay esquemas para calendarizar a grupos de docentes, guardando las medidas sanitarias?

En ese tenor lo mejor hubiera sido, como ahora lo ha señalado, “utilizar otros factores para valorar el desempeño y las habilidades docentes”, y no un examen estandarizado de más de cien preguntas que estresó sobremanera, agotó y quitó las ganas a las y los profesores de enlistarse nuevamente, y en las que incluso y absurdamente había crasos errores como, por ejemplo, una pregunta donde se cita como opción a la derogada Ley General del Servicio Profesional Docente. ¿Acaso los evaluadores de CENEVAL, o quien sea que haya hecho la batería de preguntas no reparó en estos detalles? ¿U ocuparon exámenes de archivo?…

Sea una cosa u otra, ambas situaciones son condenables, pues en este tipo de evaluación donde se busca identificar las mejores practicas docentes, no se le puede inducir al error a la gente, mas bien se trata de generarle conflictos cognitivos donde el sustentante ponga a prueba su intelecto y su habilidad; y menos aún, reutilizar exámenes que están fuera del contexto educativo actual, como parece haber sido… entonces ¿para que tenemos instituciones vanguardistas y de primera como el CENEVAL si no se va a echar mano de ellas? ¿Que sentido tiene exigir dominios, si la misma SEP y el USICAMM son los primeros en promover el condenado copy paste?

De tal manera que la postura tajante de las autoridades educativas sería valida desde una perspectiva normativa, si, pero donde todos siguen las reglas y no donde solo se aplica a contentillo la misma… ¿Cuantas llamadas, correos electrónicos y oficios dejo la USICAMM sin responder a las y los maestros que, preocupados, pedían a gritos se les especificara los pormenores de las indicaciones, o los cambios de ultima hora que trastocaron el mismo calendario oficial de evaluación que la propia SEP incumplió?.

En ese sentido, la postura expuesta por la Secretaría no esta siendo la esperada por los esperanzados maestros y ésta está fuera de todo contexto, pues los responsabiliza de la misma manera como se venía haciendo en otros tiempos, señalándolos a por lo menos unos 5 mil docentes de copiones, y estigmatizándolos ante el escenario colectivo que día con día desvaloriza mas su labor.

Sin duda existen este tipo de comportamientos como existen los estigmatizados “niños mal portados” en las aulas y las escuelas, pero el mismo manual por una educación inclusiva, equitativa y diversificada de la SEP señala que para efectos de mejora, el docente debe darles acompañamiento y no exponerlos al cadalso de la opinión pública… ¿Ahora, quien acompaña al docente? ¿O se trata de seguir en los mismos esquemas de evaluación tradicional?

Sea como fuere, algo anda muy, muy mal al interior de dos dependencias clave en la renovación del entorno educativo nacional, y que tienen la gran responsabilidad de elevar la calidad de la educación en México y hacer que ésta sobrepase dicho estándar para aspirar a la “excelencia” y en así, proponer no solo un acompañamiento y una evaluación con fines de mejora para las y los alumnos, sino también a los maestros que, se suponía serían los principales aliados en la transformación nacional, y a los que se les otorgarían sendos derechos empezando por una carrera equitativa y humanista, que reivindicaría sus “conquistas” perdidas en la anterior administración.

Hoy al igual que antes parece ser que el discurso es el único cambio que se vive en la educación mexicana, que hace gala no de una revolución y una transformación profunda, sino de un gatorpardismo educativo al que ya están acostumbrados los millones de docentes que siguen a la espera de un cambio real…

Habría que preguntarse qué sucedería si esta misma evaluación se aplicará en las oficinas de SEP y USICAMM ¿Cuántos “se quedarían fuera”?

Fuente de la información :  https://www.educacionfutura.org

Comparte este contenido:

De lo idóneo a lo atípico…

Por: Abelardo Carro Nava

Me quedo pensando en aquellos maestros que por diversas fallas en la plataforma no pudieron lograr su registro…

A mi mente vienen las diversas manifestaciones de rechazo e indignación magisterial que produjo la mal llamada reforma educativa de 2013. De la noche a la mañana, las maestras y maestros fueron catalogados como idóneos y no idóneos, dependiendo de los resultados de un concurso de oposición que no daba cuenta de lo que sucedía, o podía suceder, en un salón de clases.

Clasificar, con base en puntajes obtenidos en un examen fue el sello distintivo de la idoneidad del gobierno peñaniestista pues, según se dijo: “cualquiera podía ser maestro”. Pero no se trataba de cualquier maestro, sino de un “maestro idóneo” cuyo conocimiento y capacidad se demostraría a través de una prueba frente a un computador y no en una escuela.

Y qué decir de los días en lo que se aplicaba ese examen para lograr dicha idoneidad; muchas sedes fueron completamente cercadas por militares o policías porque, según se dijo, un grupo de “rijosos” no estaba de acuerdo en ser evaluado cuando ellos mismos evaluaban a sus alumnos y, por tal motivo, nada ni nadie podía impedir la transparencia en el Sistema Educativo. Quienes decidieron no ser evaluados fueron cesados; otros fueron reprimidos, denostados, descalificados, desacreditados.

¡Tú no eres idóneo! Se dijo hasta el hartazgo, y buena parte de la sociedad asumió tal hecho sin comprender que la idoneidad no se consigue únicamente con un examen sino mediante la demostración de las capacidades personales y profesionales con un grupo de alumnos a través del impacto que tienen en ellos la construcción de secuencias didácticas por parte de sus profesores.

También se dijo, “que todos los ingresos y promociones que no fueran otorgados conforme a la ley serían nulos”; error, hubo evidencia de que en las entidades federativas se repartían plazas brincándose las listas de prelación o bien, a quienes tenían un fuerte compadrazgo con la autoridad educativa en turno y/o la representación sindical de tal o cual estado.

El Sistema Educativo en este rubro convulsionó, y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) simple y llanamente: calló.

¿Qué pasó con las maestras y maestros que ingresaron al Sistema mediante esta normativa? Algunos, desempeñan sus labores en los centros de trabajo que les fueron asignados; otros, por el contrario, abandonaron el barco. Y en medio de todo esto un tema jamás adquirió la importancia debida: la polarización magisterial producto de la errada implementación de la mal llamada reforma educativa por funcionarios que solo pisaron una escuela para tomarse una fotografía. La autoridad jamás asumió una responsabilidad ante tale hechos y, mucho menos, por las irregularidades e inconsistencias detectadas, evidenciadas y documentadas.

Llegó el 2018 y el augurio se cumplió. Las elecciones favorecieron la puesta en marcha de un régimen que, según se dijo, era la esperanza de México. La mal llamada reforma educativa cayó y con ella el régimen punitivo en las evaluaciones. Poco cambió. Se constituyó la Unidad para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) con un propósito específico: regular los procesos de ingreso, promoción y reconocimiento de distintas figuras, pero, desde el inicio: falló. La ley que le confería facultades y/o atribuciones a la extinta Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente (CNSPD), con ligeras modificaciones en el texto, mantuvo en la Ley General de la USICAMM las bases del modelo educativo neoliberal ampliamente criticado y rechazado.

Los procesos de ingreso comenzaron; la pandemia “alteró” uno de ellos, y ese órgano regulador no supo qué hacer con esto. Palos de ciego algunos le llamaron, y en parte esto es cierto. Bastaría con observar y analizar el comportamiento de la USICAMM a partir de estos sucesos. Modificación en los calendarios; falta de información y/o claridad en la asignación de nombramientos provisiones o definitivos; emisión de criterios excepcionales generadores de un estado de indefensión de los participantes; reposición de la aplicación de instrumentos de valoración mediante una plataforma inoperante e ineficiente; entre otras cuestiones.

Y luego, los procesos de promoción, un verdadero martirio para los docentes. Fallas constantes en la plataforma que anularon registros aunque se cumplieran con todos los requisitos; cambios constantes en los calendarios; criterios excepcionales generadores de un estado de indefensión de los trabajadores de la educación; guías de estudio publicadas días antes de la evaluación; aplicación de instrumentos de valoración con la misma plataforma inoperante e ineficiente; software de “avanzada” para el registro de conductas “atípicas” de los sustentantes; reporte de incidencias cuya valoración y respuesta o dictaminación corresponde únicamente a la autoridad evaluadora; procedimiento técnico para integrar los resultados ordenados y obtenidos de la aplicación del instrumento de valoración derivados la misma plataforma inoperante e ineficiente; resultados arbitrarios, discriminatorios y carentes de sentido puesto que muchos evaluados cumplieron con todos los requisitos, etcétera.

Y para variar, de manera muy específica, la cuestionable publicación de resultados del proceso de promoción vertical a categorías con funciones de dirección y supervisión de educación básica por la “evidencia” de comportamientos atípicos de parte de algunos sustentantes durante la aplicación de los instrumentos de valoración del Sistema de Apreciación de Conocimientos y Aptitudes que, de acuerdo al Oficio No. USICAMM/DGP/L002/047/2021 de fecha 5 de julio del año en curso, consisten en: Etapa I. instrumento de valoración de conocimientos y aptitudes. Derivado del análisis a través de los algoritmos de reconocimientos facial, se identificaron 79 participantes que incurrieron en conductas atípicas durante la aplicación del instrumento de valoración de conocimientos y aptitudes. En consecuencia, esos registros se encuentran en revisión. No forman parte de la lista de resultados. Etapa 3. Cuestionario de habilidades directivas. Se identificaron cadenas de repuesta 100% idénticas en el cuestionario de habilidades directivas, es decir, respuestas correctas e incorrectas exactamente iguales entre 5,787 participantes. En consecuencia, el instrumento fue cancelado para estos registros y solo se considerará el resto de los multifactores.

De nueva cuenta, la clasificación con un mensaje implícito: “ustedes fallaron, yo no; son los atípicos”. Ni un solo dejo de autocritica hacia el pésimo desempeño de este órgano desconcentrado denominado “Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros”.

De nueva cuenta, de la noche a la mañana, los trabajadores de la educación han sido catalogados como típicos y atípicos. Los medios de comunicación captaron la idea y enviaron el mensaje. “Cancela la SEP examen a maestros por trampa” fue el título de una nota que se difundió en el periódico Reforma el 6 de julio. El tribunal de la santa inquisición se congregó y acusó de herejía a los culpables, repito, sin un dejo de autocrítica y reconocimiento de sus propios fallos.

Los tiempos no han cambiado y yo… yo me quedo pensando en aquellos maestros que por diversas fallas en la plataforma no pudieron lograr su registro y, mucho menos, ser parte del proceso de aplicación de instrumentos aun cuando cumplieron con todos los requisitos, siendo el más importante, el reconocimiento de sus alumnos, padres de familia y compañeros de trabajo.

Fuente e Imagen: https://profelandia.com/de-lo-idoneo-a-lo-atipico/

Comparte este contenido:
Page 5 of 9
1 3 4 5 6 7 9