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Polonia: Digitalizar la escuela, sí, ¿pero para qué?

Europa/06 Diciembre 2018/Fuente: El país

La Comisión Europea lanza una herramienta para ayudar a los colegios a conocer cuál es su nivel de uso de las TIC y apoyarles en el diseño de sus estrategias de digitalización

En el instituto Klementyna Hoffmanowa, un centro de secundaria en Varsovia, todas las clases tienen ordenadores, una pizarra interactiva y un proyector. En las aulas y en los pasillos, sus alumnos disfrutan de conexión WiFi gratuita. La necesitan para manejar la multitud de aplicaciones y herramientas digitales que les acompañan en su día a día: toman libros prestados a través de una plataforma que les conecta con la Biblioteca Nacional polaca, se baten en duelos de preguntas con la app Kahoot para probar sus conocimientos en Historia y, los que aspiran a ser periodistas, han creado una televisión que retransmite a través de YouTube.

La tecnología se ha colado en las aulas de este centro, al igual que intenta abrirse paso en colegios de todo el mundo. La digitalización de la escuela está en el centro de todos los debates sobre cómo debe ser la educación del siglo XXI, pero el reto es enorme. La falta de recursos y la necesidad de formar a los docentes en estas herramientas son dos de las principales barreras con las que se encuentran los centros educativos a la hora de transformar digitalmente sus aulas, según la macroencuesta de la Unión Europea Las TIC en la Educación. A esos dos obstáculos se une un tercer interrogante, quizás menos obvio, pero que preocupa por igual a los centros: ¿para qué digitalizamos?

La ausencia de objetivos claros y las dificultades de directores y profesores a la hora de identificar cuáles son los beneficios de utilizar la tecnología con sus alumnos entorpecen este proceso, incide esta misma encuesta. Con la intención de abrir un espacio para la reflexión y el debate, la Comisión Europea ha lanzado este mes la herramienta SELFIE, un cuestionario en detalle que colegios e institutos de toda Europa pueden utilizar para conocer cuál es su nivel de uso de las TIC, detectar sus puntos débiles y diseñar una estrategia clara.

“El reto de las escuelas es conocer cómo utilizan las tecnologías. El problema es que habitualmente no tienen tiempo para ello”, explica Deidre Hodson, que ha trabajado en el desarrollo de SELFIE. La herramienta consiste en una autoevaluación dirigida a directores, profesores y alumnos. Mediante un cuestionario, el centro puede evaluar desde esas tres perspectivas qué tecnologías realmente se utilizan en sus aulas y para qué.

De vuelta, reciben un informe detallado que les permite conocer cuál es su situación. “No se trata de preguntar solo por el nivel de equipamiento ni es únicamente para centros avanzados en tecnología”, señala Panagiotis Kampylis, otro de los investigadores del proyecto. “La idea es involucrar a toda la comunidad y escuchar la voz de los estudiantes”.

La plataforma, que se presentó a finales de octubre en Varsovia, está disponible para casi 77 millones de alumnos y profesores en 250.000 centros, tanto de primaria como de secundaria. El objetivo del proyecto, según explicó el comisario europeo de Educación, Tibor Navracsics, es reforzar las habilidades digitales de los europeos. A pesar de lo innegable de la revolución digital, en todos los ámbitos, las cifras preocupan. Las competencias digitales del 44% de los europeos son insuficientes, según el informe El progreso digital de Europa. En España, solo el 53% de los ciudadanos tienen habilidades digitales básicas, por debajo de la media europea del 56%.

En el instituto Ítaca, en Tomares (Sevilla), hace tiempo que andan a vueltas con la tecnología. No usan libros de texto y los alumnos llegan a clase con el cuaderno, como siempre, pero también con el ordenador o la tablet. Las respuestas de profesores y alumnos al cuestionario SELFIE, en el que han participado en la fase piloto, han sorprendido incluso a su directora, Carmen Lázaro. “Descubrimos que teníamos una necesidad de formación en cuanto a la seguridad en Internet”, explica. “No habíamos reflexionado suficientemente sobre el buen uso de la tecnología, sobre la necesidad de enseñar desde cosas tan simples como que en el instituto no puedes estar enviando fotos por Instagram hasta cuestiones más complejas, por ejemplo de derechos de autor”.

“En el día a día es difícil encontrar espacios para hacer esa reflexión”, abunda Chelo Parra, directora del instituto Lázaro Carreter, en Alcalá de Henares (Madrid). Es otro de los 650 centros que ha participado en el programa piloto de SELFIE. Los resultados les han servido para detectar sus puntos débiles y también como punto de partida para planificar su estrategia digital. El principal problema para ellos es, sin embargo, la falta de recursos. “También la necesidad de formación y el miedo de algunos profesores, que ven la tecnología como una carga extra”.

Carmen Lázaro, del IES Ítaca, apunta a otro obstáculo: la disparidad de situaciones. SELFIE pretende evaluar en qué punto del proceso de digitalización se encuentran colegios e institutos, pero las diferencias entre países e incluso entre centros son enormes, según señala el informe Las TIC en la Educación. “Dentro España ocurre también. Hay centros en los que llevamos años trabajando con portátiles, tabletas, móviles… y otros en los que está todo prohibido y no ha cambiado nada”, asegura Lázaro. “Hace falta formación y recursos, pero el centro debe tener la inquietud y las ganas. Creo que eso muchas veces falta”.

Fuente: https://elpais.com/economia/2018/11/30/actualidad/1543573785_677870.html

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Colombia: Antioquia se destacó en premios por innovación digital en educación

América del Sur/Colombia/02.07.18/Fuente: www.eltiempo.com.

El departamento se llevó el primer lugar en las tres categorías del premio entregado por MinTIC.

Estrategias de educación digital de Antioquia obtuvieron el primer lugar en cada una de las tres categorías de los premios entregados por el Ministerio de Tecnologías de Información y Comunicaciones, MinTIC, a mediados de este mes, en Bogotá.

Los premios fueron entregados en el Encuentro Nacional de Experiencias Significativas con Uso Pedagógico Educa Digital 2018, que reúne a directivos y docentes de 30 departamentos de Colombia.

Primer lugar en Categoría Rural, para docente de Uramita

El primero de los ganadores, en la Categoría Rural, fue el docente Leonardo José Rodríguez, de la Institución Educativa San José, sede El Caunce, en el municipio de Uramita (Occidente de Antioquia), quien desarrolla el proyecto ‘Leamos ligero sin tragar entero’.

Esta iniciativa busca “enseñar a leer y escribir desde el concepto de conciencia fonológica (énfasis en el sonido de las letras) con garantía en la calidad del aprendizaje en tiempos muy cortos”, explicó su creador. Con ello, los alumnos, de preescolar y primaria, observan una letra en las tabletas digitales y computadores del colegio y, a la vez, la voz del docente les va explicando su sonido para que aprendan lenguaje de manera más fácil.

La Categoría Rural reconoce el esfuerzo de los profesores de zonas apartadas de Colombia en el uso y apropiación de las tecnologías de la información y la comunicación. Con el premio, Rodríguez podrá asistir con todos los gastos pagos al Encuentro Virtual Educa, que se celebrará en Argentina, del 10 al 14 de septiembre de este año.

Ganador de Categoría Urbano es docente de Itagüí 

Entre tanto, en la Categoría Urbano, que reconoce las mejores experiencias de uso de las TIC en las aulas de clase de grandes ciudades, el primer lugar se lo llevó el profesor John Mauricio Cifuentes, de la Institución Educativa Diego Echavarría, de Itagüí, por su proyecto ‘Innove-Minecraftschool’.

Este es un videojuego que el docente implementa con estudiantes de noveno grado, con el fin de tener «un aprendizaje más didáctico y entretenido del español”. El ‘profe’ aprovechó el conocido videojuego Minecraf, para desarrollar su propia versión en la que el jugador va tropezando con preguntas como: “¿Sabías que antes de ser escritor, García Márquez era un periodista? ¿Sabes qué hace un periodista?” o “¿Sabes quién era Don Quijote de la Mancha y qué le sucedió en los molinos de viento?”.

El límite en Minecraft es la imaginación. Posee una cantidad de elementos adaptables a la educación, como pizarras informativas y personajes que dan información.

Este docente también recibió como premio la asistencia con todos los gastos pagos al Encuentro Virtual Educa de Argentina. Sin embargo, esta estrategia no es la única que ha trabajado el docentes. Desde 2017,  implementa diferentes ideas herramientas y aplicaciones en la web.

“El límite en Minecraft es la imaginación. Posee una cantidad de elementos adaptables a la educación, como pizarras informativas y personajes que dan información. El último mapa que hice es una especie de ciudad. Los estudiantes leyeron un texto literario y, luego, debían explorarla buscando personajes que les hicieran preguntas. Por cada respuesta buena obtenían una recompensa, en forma de diamantes. Según el número de diamantes conseguidos evalúo la comprensión lectora de cada alumno”, expresó el ganador.

Itagüí fue el mejor en la Categoría Secretarías de Educación 

Por otro lado, en la categoría de Secretarías de Educación, la mejor fue la iniciativa Plan Digital de Itagüí, que lidera la Secretaría de Educación de ese municipio del sur del valle de Aburrá, en cabeza de Guillermo León Restrepo. Los jurados de Educa Digital 2018 consideran que el plan ha permitido ampliar y mejorar el acceso a la educación a los estudiantes de esta población.

Este proyecto cuenta con el apoyo de la Universidad Eafit y ha tenido como uno de sus positivos resultados el cambio de actitud por parte de algunos educadores, cuyas reservas y dudas han dado paso a nuevas formas de asumir la docencia.

Otros reconocimientos otorgados

En las distintas categorías también fueron reconocidas estrategias de otros lugares del país, como Tolima, Huila, Bogotá y Córdoba.

Fuente de la noticia: http://www.eltiempo.com/colombia/medellin/antioquia-se-llevo-tres-premios-por-innovacion-digital-en-educacion-236822

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La tecnología sólo debe introducirse en un aula cuando mejora exponencialmente el entorno de aprendizaje ”

Europa/ España/ 05.06.2018/ Fuente:www.educaweb.com

Conor Flynn (Dublín, 1978) es cofundador y CEO de Adaptemy, empresa dedicada a crear y ayudar a implementar soluciones tecnológicas para aplicar el aprendizaje adaptativo en las aulas. Es especialista en innovación educativa desde hace más de 20 años y consultor en metodologías de aprendizaje personalizado en diferentes países del mundo, especialmente China e Irlanda, con el propósito de cambiar los resultados del aprendizaje del alumnado y enriquecer la relación entre profesores y estudiantes.

¿Qué es el aprendizaje adaptativo? ¿Cuáles son las diferencias entre el aprendizaje adaptativo y el aprendizaje personalizado?

El término aprendizaje personalizado, o personalización, se refiere a una amplia variedad de programas educativos, experiencias de aprendizaje, enfoques didácticos y estrategias de apoyo educativo que tienen como objetivo abordar las diferentes necesidades del aprendizaje, los intereses, las aspiraciones o los contextos culturales del alumnado a nivel individual.

El aprendizaje adaptativo da respuesta al itinerario individual de aprendizaje del alumnado;
se adapta al currículum, contexto y cultura de la escuela y del país; se centra en las personas que utilizan la solución, siendo la tecnología un mero instrumento para agregar valor. También busca retroalimentación constantemente, ajustándose en base a esta, y colabora con el alumnado, el profesorado, las familias y los creadores de contenidos para perfeccionarse.

Las mejoras recientes en la tecnología, tanto en los dispositivos online como en los sistemas de inteligencia artificial (I.A), han sentado las bases para el desarrollo del aprendizaje adaptativo. Para los creadores de contenidos interesados en el aprendizaje adaptativo, existen una serie de requisitos fundamentales, que deben cumplirse para ser considerados verdaderamente adaptativos, como los siguientes…

El alumnado debe estar en el centro: la tecnología adapta el contenido educativo para ajustarse mejor a las necesidades del alumnado, y no al revés. La tecnología no recomienda simplemente el siguiente tema o concepto, sino que sugiere la acción y el contenido más apropiados que encajen con el itinerario de aprendizaje individual.

Las soluciones de aprendizaje adaptativo son culturalmente sensibles, se adaptan a las diferencias culturales y sociales, lo que las hace muy conscientes socialmente.

El aprendizaje adaptativo está guiado por la tecnología. Es un método educativo que utiliza los ordenadores como dispositivos de aprendizaje interactivo y presenta contenidos y recursos educativos a las personas usuarias en base a sus propias necesidades. Además, es intencional en su propósito, no es tecnología por el hecho de ser tecnología; su intención es mejorar las experiencias educativas y los resultados.

También se utiliza en tiempo real, puesto que el profesorado puede ver el progreso de su clase en tiempo real y medir el esfuerzo y el rendimiento, los creadores de contenidos también deben ser capaces de ver cómo funciona su producto para mejorar y adaptarse al aula.

Y es sostenible porque crea confianza y capacidades sólidas en el alumnado, proporcionándoles visualizaciones claras y significativas de su progreso de aprendizaje. Esto fomenta la autoconciencia y se ha demostrado que conduce a una mayor motivación intrínseca a lo largo del tiempo.

» El aprendizaje adaptativo no consiste simplemente en adaptarse al itinerario del alumnado. Las verdaderas soluciones de aprendizaje adaptativo se ajustan al currículum, a la cultura y al país en las que se aplican«.

¿Cuáles son las ventajas y desventajas del aprendizaje adaptativo?

Para los creadores de contenidos las ventajas son: diferenciación, nuevas fuentes de ingresos, aumento de la cuota de mercado, conocimientos más profundos sobre la eficacia del contenido, datos mejorados, diferentes (y mejores) relaciones con el profesorado/escuelas. Es decir, no se trata de una venta única, sino de una relación de apoyo continuado.

Los beneficios para el profesorado se refieren a que el aprendizaje adaptativo puede proporcionar una visión más profunda de la eficacia de la lección y de la capacidad del alumnado, pasar a tener una función de asesoramiento e identificar dónde es necesario el apoyo, elimina la carga administrativa y ayuda a planificar las lecciones.

Para el alumnado el aprendizaje adaptativo puede ofrecer un itinerario personalizado, mejorar la motivación y proporcionar mejores experiencias de aprendizaje y resultados.

Entre los inconvenientes destaca que cuando el aprendizaje personalizado se hace incorrectamente, puede ser caro y tener consecuencias negativas en términos de la moral del equipo de los creadores de contenido y en la confianza del profesorado/escuela.

Si se introduce una solución en un aula simplemente por el hecho de introducir tecnología, no se adoptará y es más probable que dañe las relaciones entre los creadores de contenido y la escuela.

Introducir el aprendizaje personalizado y/o la tecnología adaptativa en una organización es un cambio digital disruptivo. Sin el apoyo adecuado, es probable que los proyectos fracasen. Esto es caro y daña la moral.

Para el profesorado, el plan de estudios y la tecnología cambian continuamente, por lo que tienen mucha presión. La introducción de tecnología que fracasa genera sospechas y puede ser difícil ganarse a esos educadores y educadoras una vez que han perdido la confianza.

¿Cuáles son los desafíos del uso de las TIC en el aprendizaje personalizado?

Cuando las tecnologías de información y comunicación se introducen por el sólo hecho de querer hacerlo, a menudo no se agrega ninguna ventaja real al aula. La tecnología sólo debería introducirse si proporciona beneficios exponenciales a las personas involucradas.

En muchos casos, las críticas al aprendizaje personalizado provienen de la falta de comprensión o del fracaso de los productos. El aprendizaje adaptativo no consiste simplemente en adaptarse al itinerario del alumnado; las verdaderas soluciones de aprendizaje adaptativo se ajustan al currículum, a la cultura y al país en las que se aplican.

Una solución sólida tiene que tomar en cuenta los diferentes estilos de aprendizaje y las diferencias culturales y crear productos que se adapten a las necesidades educativas específicas de cada país.

Además, las escuelas online y los programas educativos que promueven el aprendizaje personalizado también se han convertido en objeto de crítica, debate y controversia. Muchas escuelas virtuales con fines de lucro y programas universitarios en línea, por ejemplo, han sido acusados de ofrecer experiencias educativas de baja calidad al alumnado, aprovecharse de estos o de los programas públicos, y utilizar la popularidad de conceptos como aprendizaje personalizado para promover programas de dudoso valor educativo.

¿Es imprescindible usar la tecnología en el aprendizaje personalizado?

Si bien el uso de la tecnología presenta muchos beneficios, existen muchos enfoques no tecnológicos como, por ejemplo, reconfigurar la estructura operativa y educativa de una escuela grande para que el alumnado pueda organizarse en grupos más pequeños, contando con un equipo docente que conozca bien al alumnado y sus necesidades de aprendizaje. Si bien esta estrategia adopta una amplia variedad de formas, algunos de los enfoques más comunes son «pequeñas comunidades de aprendizaje», formación de equipos, academias temáticas o «escuelas dentro de una escuela» (un enfoque que involucra la creación de programas académicos distintos), o «escuelas», dentro de la estructura operativa de un centro educativo más grande.

Otro enfoque es el reemplazar las clases más tradicionales o salas de estudio por sesiones de asesoría: tiempo dentro de la jornada escolar para que el profesorado se reúna con grupos pequeños de estudiantes y los asesoren en cuestiones académicas, sociales y de planificación postsecundaria. El alumnado también puede reunirse regularmente con asesores, mentores adultos o mentores de su edad durante varios meses, un año o varios años para ayudarlos a aclimatarse a una escuela, investigar opciones educativas o planificar la educación superior y las carreras profesionales.

Si bien todos estos enfoques son valiosos, la tecnología puede añadir beneficios específicos y exponenciales como, por ejemplo, la información proporcionada por los datos recogidos.

¿Está preparado el profesorado para trabajar en el aprendizaje personalizado en las escuelas?

La educación es inherentemente humana. Las empresas de Edtech (tecnologías de la información aplicadas a la educación)deben comprender que la introducción de tecnología en el mundo educativo no funcionará si no tienen en cuenta las diferencias tanto en las formas de enseñar como en las formas de aprender. No hay necesidad de tecnología sofisticada sin otro objetivo más allá de la propia tecnología. La tecnología sólo debe introducirse en un aula cuando ésta mejora exponencialmente el entorno de aprendizaje. La Edtech y sus inversores nunca deben perder de vista para qué ha sido creada la industria y debe fomentar el aprendizaje del alumnado y empoderar al profesorado, no reemplazarlo.

¿Cuál debería ser el papel de la tecnología de aprendizaje personalizado en el aula?

La tecnología debe ser individual para cada clase y profesor, irreplicable y valiosa, la tecnología nunca debe tratar de debilitar la importancia de la cultura de un aula. Las dinámicas interpersonales y grupales son tan importantes para el aprendizaje como el contenido de la asignatura.

Los profesores y profesoras interpretan las dinámicas del aula de manera intuitiva, adaptándose para responder a las necesidades del alumnado. Es esencial que la tecnología respalde este ecosistema vital y que nunca busque erradicarlo.

Como consecuencia, el profesorado asume la responsabilidad del aprendizaje y el bienestar emocional del alumnado. La tecnología debería apoyarlos en este rol y mejorar su capacidad para cumplir con esas responsabilidades. Las soluciones que no tienen esto en cuenta deberían ser rechazadas.

Cuando cuentan con el apoyo de una tecnología como podría ser Adaptemy, el profesorado puede asumir el papel de asesor y ofrecer una ayuda adecuada al alumnado que más lo necesita. La información proporcionada por los datos les ayuda a identificar a aquellos estudiantes que tienen dificultades de aprendizaje pero que aparentemente no los tienen, y ajustar la organización de las lecciones en base a la evidencia.

¿Podría explicar una buena práctica sobre el uso de las TIC en el aprendizaje personalizado?

Uno de los desafíos clave a la hora de asignar tareas es la dificultad que tiene el profesor o profesora para determinar la cantidad de esfuerzo que ha hecho un estudiante. Al proporcionar un informe personalizado para cada estudiante a través de una tecnología que refleja el tiempo dedicado y el número de intentos, el profesorado tiene una nueva perspectiva. Es muy diferente el caso de un estudiante que obtiene una C después de 2 minutos de esfuerzo y un solo intento que el caso de un estudiante que obtiene una C pero que ha dedicado 45 minutos e hizo 6 intentos. Con esta perspectiva personalizada, el profesorado puede planificar una intervención efectiva.

Otro ejemplo: el aprendizaje personalizado hace que el estudiante tome el control de su aprendizaje: una habilidad metacognitiva clave. Debido a que la tecnología brinda retroalimentación inmediata y personal, el alumnado no tiene que esperar hasta su próxima clase de matemáticas para identificar sus errores. Pueden resolver el problema cuando éste se produce.

¿Cuáles son los desafíos a la hora de implementar el aprendizaje adaptativo en las escuelas?

Los productos digitales fracasan cuando el aula, el plan de estudios y la cultura no son completamente entendidos. Las soluciones tecnológicas de aprendizaje adaptativo deben alinearse con el plan de estudios, considerar los flujos de trabajo del profesorado y mejorar lo que éstos últimos tratan de hacer.

Las tecnologías deben estar alineadas con el plan de estudios. Hay muchos softwares libres a disposición del profesorado que no están alineados con el plan de estudios. Si un profesor o profesora quiere un producto digital para su aula, no es difícil encontrar uno. Lo que es difícil de encontrar es una solución que encaje con el plan de estudios.

Se debe tener en cuenta el flujo de trabajo del profesorado. ¿Cómo encajará el producto digital en el flujo de trabajo de un docente? ¿Qué parte jugará en la dinámica general del día, de la semana, del trimestre/semestre y del año? ¿Admitirá presentaciones? ¿Trabajos en grupo? ¿Organización? ¿Prácticas? ¿U otras de las muchas prácticas adicionales que tienen lugar en el entorno educativo?

Si el producto no encaja en la dinámica existente, el profesor o profesora utilizará alternativas no digitales. Es vital comprender el papel del producto digital en las vidas laborales del profesorado.

Las soluciones tecnológicas en el aprendizaje personalizado deben mejorar lo que un profesor o profesora está tratando de hacer. En el aula hay múltiples dinámicas en funcionamiento. Están las relaciones entre el alumnado y sus compañeros y compañeras, entre el alumnado y el profesorado, entre el alumnado y el plan de estudios, entre el profesorado y el plan de estudios, entre el alumnado y el contenido, entre el profesorado y el contenido…, y por tanto también se establecerán relaciones entre el producto digital y todas estas personas y elementos.

Si el producto digital interrumpe estas dinámicas, fracasará. Es presuntuoso asumir lo contrario. No podemos entrar en el aula, un entorno complejo y valioso, y esperar que todo se someta a la tecnología. Cuando creamos un producto, debemos entender estas relaciones y satisfacer sus necesidades. La pregunta es: ¿qué tipo de práctica docente mejorará el producto? Porque si no mejora el entorno, no pertenece al aula.

¿Cuáles son las TIC más adecuadas para el aprendizaje adaptativo?

Las TIC más adecuadas deben apoyarse en investigación pedagógica basada en la evidencia que demuestre la mejora en los resultados de aprendizaje.

También tienen que ser fáciles de usar: existe una tendencia en las soluciones del aprendizaje adaptativo a perder de vista la usabilidad a favor de la complejidad de usar Big data.

Las soluciones TIC de aprendizaje adaptativo pueden ayudar, pero en última instancia deben ser un apoyo a la dinámica de aprendizaje del alumnado y del profesorado y no intentar reemplazarla.

Fuente de la entrevista: https://www.educaweb.com/noticia/2018/05/31/tecnologia-solo-debe-introducirse-aula-cuando-mejora-exponencialmente-entorno-aprendizaje-18488/

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¿Tecnología para crecer o para entrenernos? Las brechas digitales en la escuela

Un estudio de la Fundación Alternativas revela que las aulas se adaptan a una velocidad menor que el resto de la sociedad.

Por Mariano Fernandez Enguita

Durante años, fue el gran miedo: la llamada «brecha digital«, la zanja o abismo que se podía generar entre las personas que se adaptasen a la digitalización y las que se quedasen atrás por razón de clase, sexo, hábitat, nivel de ingresos, etnia… Pasado el tiempo, no sólo se ha llegado a un acceso extendido, prácticamente universal, a las nuevas tecnologías (casi todo el mundo tiene un ordenador y un móvil inteligente), sino que hay incluso una saturación en su empleo. Ahora se plantea una nueva brecha, de segundo orden, la del uso de lo digital y la calidad del mismo, que amenaza con cerrarse más lentamente.

La escuela, clave en la construcción del ciudadano, pilar de aprendizaje, se encuentra en esa fase: hay medios, pero ¿para qué y cómo se usan esos medios? El catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid Mariano Fernández Enguita ha redactado un informe para la Fundación Alternativas (lo puedes leer completo al final de esta noticia) y su conclusión llama a la reflexión: «La escuela es la institución aparentemente más indicada para combatir este riesgo, pero su reticencia y resistencia a la digitalización amenaza con convertirla no sólo en irrelevante sino incluso en un problema añadido», escribe.
Según explica en una entrevista con El HuffPost, es difícil definir esas «desigualdades» -término que prefiere al popular «brecha»-, porque los datos de que se dispone son limitados y cambiantes. «No obstante, lo que nos dice toda la información que tenemos es que cuanto más sofisticado y complicado es el uso de las nuevas tecnologías, mayor es la diferencia asociada a la clase social, al nivel económico y, sobre todo y esencialmente, al nivel de estudios, que aunque tampoco sea perfecto, nos sirve como el mejor indicador».
Recurre a Aldous Huxley, que ya en Un mundo feliz «se imaginaba que la tecnología permitiría mantener a una parte de la población en el entretenimiento». «Sin pretender que haya ninguna conspiración ni nada por el estilo, sí creo que es esa la diferencia fundamental: la gente que utiliza la tecnología para crecer y la gente que la usa para distraerse. Todos hacemos las dos cosas, pero la cuestión es en qué proporción», sostiene.
Tal y como explica en su informe, las familias menos pudientes suelen ser más permisivas con el uso que los chavales hacen de las redes, por lo que acaban pasando más tiempo en ellas y con menos control y orientación. Hay prácticas, en cambio, que son más habituales en familias con mayor nivel económico y formativo: visitar redes profesionales, consultar páginas de formación y aprendizaje o usar la banca online. «No es que sea determinante, la gente puede hacer lo mismo en una oficina que en un cajero automático que en el teléfono, pero indica el grado de sofisticación, de capacidad que tiene la gente para usar la tecnología. Y esos comportamientos de los padres se trasladan a los hijos», sostiene.
En su texto, defiende que es la escuela la que debería «cerrar cuanto sea posible ese hiato en la capacidad de incorporación y capacitación o empoderamiento digital». Pero lo cierto, según su diagnóstico, es que no lo hace aún. No está «a la altura del desafío». ¿Es porque se resiste, porque es lenta, porque falta presupuesto? «Es por todo eso a la vez», resume, aunque matiza que todos los componentes tienen distinto peso. «El problema del presupuesto va disminuyendo; quizá no es el mejor momento para decirlo, porque hemos pasado por fuertes recortes educativos, pero es que se suele pensar en la diferencia entre el precio de un libro y el de un ordenador, cuando la diferencia no es esa, es entre el precio de una enseñanza basada en el papel y el de otra basada en la tecnología. La segunda es más barata, como es todo más barato en el mundo digital, como sucede con los periódicos», detalla.
Para Fernández Enguita, otro factor importante es la presencia o ausencia de filtros, en el que ahonda siguiendo su ejemplo de los medios de comunicación: «En los periódicos hay que ver si existe un editor de contenidos o no, si es más abierto o tiene más filtros, si se facilita la presencia inmediata y cercana del profesional… Dependiendo de todo eso, así será el acercamiento, el cómo la gente lo usa y consume. Si hay dos periódicos en una sociedad y uno es bueno y el otro no tan bueno, esa será la única diferencia, tendrán que aproximarse mucho para sobrevivir los dos, de manera que terminan no diferenciándose demasiado. Pero cuando cualquiera puede acceder a los medios, producir, consumir, etcétera, entonces las posibilidades de polarización son enormes. Por consiguiente, el medio digital se abre mucho más a la desigualdad, permite el acceso de la gente a cosas a las que antes no podía acceder y al tiempo nos deja más sometidos, al albur o dependientes de nuestros propios recursos. Y por eso es mucho más importante el papel de instituciones como la escuela», constata.
Es, abunda, como cuando la Iglesia lanzaba sermones únicos hasta que un día llegó la imprenta «y dejó de haber un único mensaje para todos», porque ya se podía «publicar teología sofisticada o simples aforismos». Es esa revolución la que aportan los medios digitales. «El potencial de la libertad es mucho mayor pero también el potencial de la desigualdad, por tanto es más importante que nunca que tengamos cuidado y hagamos lo necesario para que todo el mundo tenga cierto nivel de alfabetización digital y conocimiento mediático para que la desigualdad no se dispare», insiste.
GTRESONLINE. Clase de informática en un centro privado. LA PRIVADA, MÁS RÁPIDA
En su estudio, el autor de libros como Más escuela y menos aula, explica que aunque la escuela pública se puso las pilas y comenzó a invertir en TICS más rápido que la privada, ha sido esta última la que ha sabido completar mejor esa incorporación, a una velocidad de adaptación más parecida a la de los hogares, los puestos de trabajo o el ocio. La digitalización ha sido un reclamo más para estos centros.
«Hay dos fuerzas: una es la demanda, el tirón, lo que el alumno pide, y otra es la oferta. El tirón llega por dos vías, por parte de los alumnos que se aburren, se impacientan con lo que se les enseña y la manera en la que se les enseña, sobre todo, con lo que se somete a una fuerte presión a la escuela, con un efecto a largo plazo; y otra parte del tirón son las familias, que deciden ir a un colegio o a otro. Ahí es donde la enseñanza privada y concertada juega con cierta ventaja», ahonda. El riesgo de que las desigualdades se reproduzcan o se refuercen se hace incluso más presente.
De otro lado están la oferta, la regulación pública y la profesión en sí. Depende del impulso de los sucesivos gobiernos centrales y de lo que haga cada comunidad en el uso de sus competencias. Así, apuestas como el Programa Escuela 2.0 han sido ambiciosos y positivos, pero han tenido una aplicación desigual dependiendo del color político de cada ejecutivo (entonces, la mayor oposición vino de regiones del PP, porque la iniciativa era del PSOE del presidente José Luis Rodríguez Zapatero). Y ha habido proyectos autonómicos como el de Extremadura, cita el profesor, que «desgraciadamente enseguida quedó obsoleto porque la tecnología iba mucho más rápidamente que la capacidad de amortizar las inversiones ya hechas».
Por encima de todo, el elemento esencial es el profesorado, defiende. «No hablo de tomar a los profesionales de uno en uno, porque la posibilidad de innovar en este terreno de un único profesor es limitada, no se puede hacer en un aula lo mismo que se puede hacer en un centro o un grupo de centros y no es lo mismo tirarse a la piscina solo que acompañado. Hacen falta equipos, proyectos, direcciones, redes…». Poco de eso hay en un sistema que, dice su análisis, cuenta con docentes con elevada movilidad, que impide que se ponga en marcha un proyecto estable, bien coordinado con la dirección y trabajado con otros colegas. La privada también gana en eso. «Es más fácil reaccionar a escala en estos centros que en los públicos», dice Fernández Enguita.
CONCIENCIA DEL PROBLEMA, NO DE LA SOLUCIÓN
El sociólogo sostiene en su investigación para la Fundación Alternativasque en el sector educativo hay «una conciencia importante del problema», del distanciamiento de escuela y sociedad en cuando a digitalización, «pero no de la solución». Lo más importante, repite insistente, es que la escuela tiene que ayudar a prevenir desigualdades. «Una parte importante de la población que ha nacido en una familia adecuada, por decirlo así, con un alto nivel cultural o con cierto nivel económico se las va a arreglar para moverse en el medio digital, pero quienes más necesitan de la institución escolar son quienes viven en un medio de mayor carencia cultural y económica. Por eso es importante que la escuela vaya rápido, no podemos permitirnos que no vaya a la velocidad de la sociedad», se duele.
GTRESONLINE. Un estudiante trabaja sobre un mapamundi en un ordenador.
Siguiendo con su comparación con los medios, expone que los tradicionales han entrado en crisis y no les queda más remedio que adaptarse al medio digital, en los que la gente se puede ir, puede dejar de leer en cualquier momento o puede interactuar, «pero en la escuela existe un público cautivo que no se puede ir, en general uno no puede dejar de estar escolarizado ni se puede cambiar fácilmente de colegio, por sus costes y la dificultad. Pero eso no quiere decir que una escuela esté funcionando bien, que la gente no tenga deseos de irse, que la institución esté haciendo lo que debe. Simplemente, podemos estar haciendo perder mucho tiempo a una generación o a varias generaciones de alumnos y creando tensión, porque se quieren ir pero no se pueden ir, y eso nos puede estallar. Por eso es muy importante abordar este problema», enfatiza.
A su juicio, hay que asimilar que «el ecosistema digital ya es ineludible» y hay que darle paso en las clases de forma natural. Estamos en un momento en el que «las formas de aprendizaje llaman a la puerta de la escuela, y no al revés», cambia nuestra relación con la información y, en particular, con el aprendizaje, y si no se entiende el cambio se llega a esa separación entre los que hacen cultura con lo digital y los que apenas se entretienen.
Teme que se llegue incluso a una «tercera brecha» entre la propia institución educativa y la sociedad, que van a distintas velocidades, con la colisión entre las viejas y las nuevas formas de enseñar y aprender. Un dato aportado por la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares (ETIC-H) del Instituto Nacional de Estadística (INE): si se le pregunta por el lugar de acceso a internet a los niños de 10 a 15 años (en los tres últimos meses) el 93.6% dice que fue su casa y el 67,5%, que el colegio. «Llama la atención cuán por detrás quedan las aulas del hogar, pese al elevado nivel de equipamiento de los centros y a la disparidad de medios de las familias», escribe el experto.
Si comparamos con nuestro entorno inmediato, el de la Unión Europea, España está en la media. «La situación es muy similar en términos gruesos», dice el autor, quien destaca la escasez de estudios al respecto. La «brocha gorda», no obstante, señala «que en equipamiento estamos bien, en formación de profesorado inicial estamos más bien mal, en formación permanente estamos más o menos bien… Si vemos las horas de formación y en qué grado se sienten capaces los profesores de utilizar las tecnologías, estaríamos bien. En cambio, si analizamos cuánto las utilizan estamos más bien mal, porque las usan poco o no la usan bien. Hay una diferencia de criterio: los docentes sostienen que las usan pero los alumnos matizan que no tanto… El panorama no es muy bueno pero no es porque España esté mal, sino porque en conjunto al sistema educativo le cuesta mucho adaptarse y vivimos un poco más de la ficción que de la realidad», matiza.
Hecho el diagnóstico, Fernández Enguita no elude plantear las posibles soluciones. «Son muchísimas cosas, pero yo diría como eslogan el que he usado como título de mi último libro, «más escuela y menos aula». Tenemos que ser capaces de hacer que la escuela funcione mejor, no sólo como organización sino más en relación con la comunidad en la que vive o con la red, es decir, que sea capaz de movilizar más recursos externos, no solamente los que tenemos en las bibliotecas, los anaqueles o los profesores. A la vez, hay que acabar con la vieja organización del aula, que es de cuando hacía falta que un maestro le diera una lección a los alumnos, porque no tenían ni siquiera libro, o cuando lo tenían pero era el mismo para todos. Ese esquema de la transmisión de uno a muchos es lo que hay que romper, porque hoy son posibles formas de aprendizaje que conservarán algo del aula e incluso de la lección pero que tienen que incorporar dispositivos interactivos, la capacidad de aprender por cuenta propia, la colaboración entre alumnos y con la comunidad fuera».
Fuente: http://blog.enguita.info/2018/03/tecnologia-para-crecer-o-para.html
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Intervención Social con menores y TICs

18 septiembre 2017/Autor: Adrian Aguayo Llanos/Fuente: Openlibra

La rápida implantación de las Tecnologías de Información y la Comunicación (TICs) en todas las esferas de la sociedad, no ha permitido que las familias y educadores/as podamos acompañar a l@s menores en un uso crítico y responsable de las mismas. Sin embargo, en parte, es posible que también nos hayamos desentendido de nuestra responsabilidad educativa.

La frecuencia de actualización y el ritmo vertiginoso con el que evolucionan las TICs, nos generan estrés, frustración y miedo. El resultado es una actitud de no intervención y abstención educativa en este ámbito que se traduce en comentarios como: “no podemos hacer nada porque los chicos/as saben más que nosotros/as”. Sin embargo, nuestra responsabilidad educativa no debe capacitar tecnológicamente a l@s menores, sino corresponsabilizarles en una correcta escala de valores. Además, demostraremos cómo afirmaciones como la anterior no son del todo ciertas, l@s menores sólo dominan un cierto uso de las NTIC y algunas herramientas concretas, pero les falta una visión amplia y compleja y desconocen una gran cantidad de herramientas, posibilidades y usos.

No podemos pensar que las TICs han traído un panorama repleto de riesgos inherentes a la propia tecnología. Aun sabiendo que la tecnología no es neutra, su uso y evolución sí depende fundamentalmente del uso que le demos y de nuestra capacidad de apropiación. Las TICs, como herramientas que son, en muchas ocasiones cumplen un papel reproductor y reforzador de los valores dominantes. Unos valores en los que actualmente predominan la competencia y el individualismo, con una violencia presente que no solo no es cuestionada sino que a veces se premia.

Fuente: https://openlibra.com/es/book/intervencion-social-con-menores-y-tics

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Del Bic al Clip y del Bit al Clic

Por: Mariano Fernández Enguita
No es un juego de palabras, es una explicación que debo. El pasado año, durante algunas semanas anuncié la salida de un libro cuyo titulo previsto era La larga y compleja marcha Del Bic al Bit: escuela y profesorado ante el nuevo entorno digital. Finalmente el libro no se tituló así sino Del Clip al Clic… Me gustaba más el primer título, más pegado a la escritura y a un icono histórico como el bolígrafo Bic que tanta satisfacciones trajo a mi generación. Yo nunca olvidaré, por ejemplo, que no daba sorpresas sobre la tinta que podía quedarle. Un colega y gran amigo que ya se fue, Jesús Sánchez Martín, me contaba cómo una de sus profesoras en la Facultad de Educación de la U. Complutense, en la que yo estoy ahora, les explicaba detalladamente en clase que debían, por eso mismo, tomar apuntes utilizando bolígrafos Bic, pero del modelo transparente (no recuerdo si me dijo o no si era la de Tecnología Educativa, y probablemente se me pasaría preguntárselo). «Big naranja escribe fino, Bic cristal escribe normal» es un sencillo pero eficaz cuarteto de rima consonante cuya letra y música me acompañará siempre, capaz seguro de resistir hasta un posible Alzheimer. El Bic naranja fue realmente una novedad con la que la empresa compitió consigo misma, y los Reynolds «automáticos» (con botoncito en vez de capucha) fueron pronto una alternativa (los Parker y demás eran solo para los mayores), pero nada pudo sustituir al Bic (transparente, «cristal»). En fin, qué decir de su potencia y precisión a la hora de lanzar bolitas de papel o granos de arroz a los compañeros y, los más osados, incluso al profe.
Me parecía, pues, una buena metáfora, pero no pudo ser. Y no pudo ser porque al departamento de Proyectos Editoriales de la Fundación Telefónica no se le ocurrió nada mejor que, a última hora, enviar un correo a la empresa Bic pidiéndoles permiso para utilizar su nombre de marca en el título del libro. Yo dije desde el principio que me parecía una pérdida de tiempo innecesaria, pero, una vez puesta en marcha la rueda de la burocracia no hubo ya quien la parase. Como se pidió a última hora, no había mucho tiempo para obtener respuesta. Como se envió a un correo obtenido de la web, con un dominio mexicano de filiación jerárquica incierta, la única respuesta fue que se cursaba la solicitud al departamento pertinente… y nunca más se supo. Como por esas fechas Bic estaba cambiando de consejero ejecutivo, es probable que nadie quisiera molestar a los nuevos jefes ni decidir por sí mismo. Como, ante mi insistencia, se hizo una consulta a los servicios jurídicos de la Fundación, estos dieron la única respuesta que cabía esperar: que, sin permiso, y más después de pedirlo, no se podía utilizar el nombre (¿quién va a arriesgarse a que su empresa se encuentre con una demanda judicial por utilización indebida de marca registrada, aunque la probabilidad sea una entre un millón, si no le va nada en ello y puede reducirla a cero con solo decir que no?).
Librerías y bibliotecas están llenas de libros dedicados a las empresas y que incluyen la marca de estas en el título de aquellos. Los hay, por ejemplo, sobre SEAT, General Motors, ITT, Microsoft,Google, WalMart, The Beatles, etc. Es más, los libros sobre los Beatles es probable que los celebren, pero los escritos sobre ITT, GM, SEAT, Zara, etc. se dedican más bien a ponerlas a caer de un burro, por lo menos en el ámbito de la sociología (lo sé porque he leído unos cuantos). Por lo demás, un libro sobre las relaciones laborales en las factorías Bic podría ser más o menos favorable a la empresa, pero un libro que identifica toda una época con el Bic no hace sino reconocer su importancia y su dimensión de icono.  De hecho, mi libro no habla ni una sola vez sobre el conocido bolígrafo sino que tan solo lo utiliza para caracterizar una época –un halago, yo creo, o al menos un reconocimiento. Y, aunque no fuera así, no tengo noticia de un solo proceso judicial por la utilización de una marca en el título de un libro de ensayo, pues probablemente, incluso en el peor de los casos, la empresa preferirá que el libro se consuma en el mundo académico sin más ruido, antes que generar siquiera un pequeño titular de prensa que lleve a alguien a preguntarse que podrían querer ocultar. De hecho, en el proceso de búsqueda de títulos que incluyeran marcas encontré que incluso el mío ya había sido utilizado: «Del Bic al Bit. Actitud de los profesionales de enfermería ante los ordenadores», había sido el título de un artículo de M.ª Dolores Burguete, José Ramón Martínez y Javier Cebrián, publicado en la revista Investigación y Educación en Enfermería (Universidad de Antioquia, Facultad de Enfermería, Medellín, Colombia), Vol. XXII N.º 2, septiembre de 2004. Pero ya se sabe que los académicos somos bastante frívolos en cuestiones de propiedad intelectual.
Pero no supe convencerles y, llegado el caso, elegí ceder antes que entrar en un debate interminable y con pocas perspectivas. El título final fue el elegido, entre varias opciones, por un centenar de tuiteros en respuesta a una miniencuesta. Una pena, porque a mí me gustaba (y me sigue gustando) más el primero, pero el libro era más importante que el título. Mis disculpas, pues, a quienes esperaban un título y se encontraron con otro; el libro, en todo caso, es el mismo.
Para demostrarlo, y aprovechando, anexo el enlace a una presentación del mismo. Ha tenido lugar hoy (ayer, ya) ante un grupo de interesados del Club de Bibliocoaching del Grupo blc. Tiene la peculiaridad de ser una presentación en línea, fórmula elegida por mí porque andaba falto de tiempo y porque quería experimentar con el uso, fuera de la Universidad, de BigBlueButton, una aplicación para webinars (webinarios, supongo que es la traducción). Suena algo metálico, por lo que prometo usar un micrófono de diadema la próxima vez, pero de alguna manera hay que empezar. Después de alguna experiencia con Skype y con Google Hangout he de decir que me me parece incomparablemente mejor BBB, que da mucho más control al ponente/moderador y es más fácil para los demás participantes, pero aun así habrá que practicar.
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