Por Lida Duarte
Cada 10 de setiembre se conmemora el Día Internacional de la Prevención del Suicidio, una fecha que se estableció para crear conciencia sobre un problema de salud pública que afecta a millones de personas en todo el mundo.
En Paraguay se habían registrado 320 casos de suicidio en el 2013, una cifra que sigue creciendo especialmente desde la pandemia del Covid-19. Una década después, 630 personas decidieron quitarse la vida y la tendencia al alza muestra que este año podría alcanzar 664 fallecimientos por esta causa.
Estos son los datos oficiales, aunque la directora de Salud Mental del Ministerio de Salud, Mirtha Rodríguez, habla de un subregistro, teniendo en cuenta que en nuestro país la notificación de muerte por suicidio no es obligatoria.
Con frecuencia se reportan casos de personas de entre 15 y 29 años o mayores a 60 años, y no necesariamente se dan como consecuencia de trastornos mentales. Los problemas económicos, conflictos laborales o problemas académicos pueden conducir a pensamientos suicidas.
Entre los factores sociales, la especialista en psiquiatría clínica explicó que influye el entorno familiar. Desde el punto de vista médico, mencionó los historiales de suicidio o trastornos mentales, pero, por otro lado, impacta el tipo de relacionamiento.
“La violencia y el abuso familiar constituyen un factor de riesgo crítico. La violencia intrafamiliar, incluyendo el abuso físico, sexual, verbal o emocional, crea un entorno de constante estrés y trauma, lo que puede llevar a un incremento en el riesgo de suicidio”, detalló Rodríguez.
Sus efectos en la salud mental, además, pueden prolongarse en el tiempo.
Aunque son las mujeres quienes más sufren de depresión e intentan suicidarse, son más los hombres que llegan a consumar el hecho, pero también hay niños y adolescentes. El Hospital Niños de Acosta Ñu recibió 45 internaciones en el primer semestre de personas de entre 10 y 18 años que se autolesionaron. La mayoría tiene 15 años.
El Ministerio de Salud tiene disponible un directorio para la atención gratuita de pacientes que estén pasando por una situación de riesgo y con señales de suicidio.
Efectos de la pandemia del Covid-19
Si bien la tasa de suicidio fue aumentando sostenidamente, desde el 2020, en coincidencia con la pandemia del Covid-19, se cruzó la barrera de los 500 casos por año.
La psiquiatra Nélida Minck, quien conforma el equipo de la Dirección de Salud Mental, comentó que la en la enfermedad “vino a modificar la vulnerabilidad de todos”, refiriéndose no solo a la salud misma que estuvo altamente expuesta, sino a los aspectos económicos y sociales que incidieron en los suicidios.
En el 2020 se reportaron 512 casos y se estima que este 2024 cerrará con 664 suicidios.
La médica advirtió que aunque la pandemia haya terminado, sus efectos pueden seguir influyendo en la salud mental en la actualidad.
Prevención e involucramiento de la comunidad
La directora de Salud Mental mencionó que las actividades preventivas exigen la coordinación y colaboración de varios sectores de la sociedad, incluidos los de la salud, la educación, el empleo, la agricultura y la ganadería, el comercio, la justicia, el derecho, las fuerzas del orden, la política y los medios de comunicación.
En el 2022 se promulgó la Ley de Salud Mental, fue reglamentada el año pasado y recién en este agosto se lanzó el primer Plan Nacional de Salud Mental y Adicciones.
Este plan contempla la participación de varias instituciones estatales, teniendo en cuenta la alta incidencia de los factores socioeconómicos, por ejemplo, las personas que quedan desempleadas o con deudas que no están pudiendo pagar.
Para Rodríguez, es importante aumentar la sensibilidad de la sociedad y superar los tabús mediante el involucramiento en actividades de concienciación. Con acompañamiento, los padres pueden tomar medidas para restringir el acceso a medios utilizados para suicidarse.
Asimismo, el Ministerio de Salud recomienda en el marco de la prevención una alimentación equilibrada, rica en nutrientes. También la realización de ejercicios físicos, ya que ayudan a mejorar el estado de ánimo.
Es indispensable un sueño reparador de entre 7 y 9 horas por noche, además de realizar actividades que hagan feliz y permitan relajarse para mantener un equilibrio entre responsabilidades y vida personal.
Día contra el suicidio: La violencia intrafamiliar, uno de los principales detonantes en Paraguay