Violencia
Entrevista: “La educación debe garantizar capacidades ciudadanas para asumir la construcción de la paz como una responsabilidad”
Entrevista del Equipo des CLADE al Ministro de Educación de El Salvador.
El Ministro de Educación de El Salvador, Carlos Canjura, comenta la iniciativa que planea inserir la temática de la educación para la paz en la política educativa de este país
A principios del 2017, el Ministerio de Educación de El Salvador ha instituido el “Foro Cultura de Paz”, un espacio de reflexión y discusión sobre esta temática entre académicas/os, docentes y sociedad civil con miras a inserirla en el currículo nacional y en su política educativa. En esta entrevista al OREI, el Ministro de Educación, Carlos Canjura, comenta el contexto de esta iniciativa y plantea el rol de la educación en la promoción de la paz. “Hay que concebir la educación como una instancia, entre otras, que debe hacer lo suyo para construir paz social y capacidades de cultura de paz en la población asumiendo la complejidad del fenómeno de la violencia. La educación tiene la tarea de encarar a largo plazo la construcción de bases que permitan asegurar la profundización de una paz duradera, más que resolver en lo inmediato la situación”, afirma.
¿Podría presentarnos el contexto en que se ha impulsado la constitución de este foro para debatir la inserción de la cultura de paz en el currículo en El Salvador? ¿De qué trata esta iniciativa y quien integra este foro?
El “Foro Cultura de Paz” surge a partir de la necesidad de repensar lo andado por el sistema educativo y el país en materia de cultura de paz. Se trata de hacer un balance de estos 25 años transcurridos tras la firma de la paz, en el marco de la declaratoria de la Asamblea Legislativa de 2017 como año de la promoción de la cultura de paz, y de la solicitud del Presidente de la República de incorporar en el currículo nacional la cultura de paz.
Para fortalecer el sistema educativo a este respecto es sustancial plantearse la superación del autoritarismo histórico, en especial las tendencias que más nos afectan, entre estas, sin duda, la violencia, que tiene diversas expresiones en la sociedad y en la escuela.
Nuestro sistema educativo debe desarrollar un método, en el que a todo nivel gocemos de prácticas políticas y culturales ejemplares. Nuestro sistema educativo debe formar un carácter íntegro en el estudiantado, que comience por darle seguridad en lo que sabe y puede hacer. Estudiantes con conocimientos endebles serán profesionales inseguros y proclives a la corrupción y fácil presa del autoritarismo. La cultura de paz es una necesidad del sistema educativo y partimos de varias ideas fundamentales: el valor que damos al conocimiento; el reconocimiento a nuestros centros de educación superior; el aprecio por la escuela como centro de paz, que forja la convivencia en paz, así como un núcleo dinámico de la comunidad y espacio de integración de la familia en el proceso educativo.
En el centro del enfoque se encuentran: el reconocimiento de nuestras diferencias, el respeto a la dignidad de las personas, la convicción sobre nuestras capacidades para solucionar los conflictos sin violencia y el compromiso con la democracia. Creemos firmemente que una educación de calidad es la mejor contribución que podemos hacer al desarrollo de una cultura de paz.
¿Cómo el Ministerio de Educación planea estimular que este nuevo plan de estudio sea incorporado por las escuelas? ¿En el tema de la formación docente, cuáles son los desafíos para promover este diálogo sobre la no violencia y el cambio de las prácticas pedagógicas?
La estrategia del MINED avanza en tres direcciones. En primer lugar, el proceso de reflexión y de compromisos generados a través del Foro en la comunidad educativa y la sociedad civil. En segundo lugar, el desarrollo e implementación de la asignatura “Moral, urbanidad y cívica”. La asignatura tiene como eje temático la cultura de paz, con lo cual se busca desarrollar prácticas y dotar de instrumentos a los niños, niñas y jóvenes para resolver creativa y pacíficamente los conflictos que se les presentan.
En los últimos años hemos venido insistiendo en que uno de los nudos gordianos está en la calidad de nuestros docentes. Con ellos hay que encarar en primera instancia las formas tradicionales de enseñanza basadas en la reproducción de contenidos y en la ausencia de una profunda especialización disciplinar en tanto punto de partida de una constante reflexión pedagógica y metodológica centrada en el aprendizaje de capacidades ciudadanas y productivas. Formar cultura de paz implica docentes capaces de hacerlo, y esto no es tarea sólo de los docentes de una asignatura, sino de toda la planta nacional.
En un primer momento, la formación docente a este respecto iniciará con maestros y maestras de estudios sociales, pues ellos/as impartirán la nueva asignatura. No obstante, posteriormente, se pretende formar a toda la planta a este respecto. En esta línea se está trabajando con la Universidad de Chile, que nos hará transferencia tecnológica y de experiencias para montar una plataforma en línea que nos permita llegar a todos y todas los/as docentes.
Los datos sobre violencia indican que el problema está muy presente en la vida cotidiana de las y los adolescentes en América Latina y el Caribe y, en particular, en algunos países de Centroamérica. ¿De qué manera el Ministerio de Educación considera que la inserción de la paz en el currículo puede beneficiar los/as estudiantes de su país e impactar su trayectoria escolar?
Nosotros partimos de una concepción compleja de violencia, donde está claro que esta se manifiesta en diferentes formas y esferas de la sociedad. Hay una tendencia histórica nacional de la violencia como el modo privilegiado de gestionar conflictos políticos, sociales, familiares, etc. Asimismo, hay una serie de causas estructurales. De allí que hay que concebir la educación como una instancia, entre otras, que debe hacer lo suyo para construir paz social y capacidades de cultura de paz en la población asumiendo la complejidad del fenómeno de la violencia. La educación tiene la tarea de encarar a largo plazo la construcción de bases que permitan asegurar la profundización de una paz duradera, más que resolver en lo inmediato la situación.
El sistema educativo debe garantizar que la gestión escolar en general, así como la gestión pedagógica, coadyuven a la formación de capacidades ciudadanas, para que el/la estudiante tenga las herramientas, los conocimientos, las habilidades y las prácticas que le permitan asumir la construcción de paz como una responsabilidad. Los ambientes escolares son también un asunto clave, pues para formar ciudadanía es necesario un ambiente adecuado, donde el respeto, la tolerancia y la valoración de las diferencias nos impulsen a buscar creativamente formas y mecanismos de entendimiento productivo.
Por otra parte es fundamental señalar que la educación seguirá teniendo un papel central en la superación de desigualdades, las cuales son causa estructural de violencia. No obstante, los resultados no pueden esperarse en lo inmediato, sino como producto de procesos sostenibles.
Las y los estudiantes de distintos países de América Latina y el Caribe están planteando más espacios de participación dentro y fuera de las escuelas. ¿Cómo usted ve esa demanda por participación y por el reconocimiento de las culturas juveniles en los espacios escolares y su relación con la promoción de la cultura de paz?
Consideramos que el desarrollo de capacidades ciudadanas debe permitirnos construir ciudadanas y ciudadanos capaces de desenvolverse en diferentes esferas de la vida pública y privada. La formación de ciudadanía política hoy debe incluir además de la nación al mundo, además del ámbito electoral a la sociedad civil, así como la escuela y los nuevos escenarios públicos abiertos por el Internet. Asimismo es importante imaginar que la escuela y la comunidad son esas primeras instancias donde los/as jóvenes tienen sus primeras experiencias políticas o ciudadanas en un sentido amplio, por lo que dinamizar creativamente estos escenarios es clave para que estas primeras experiencias sean la base de posteriores participaciones responsables. Para esto necesitamos reinventar la escuela, acercarnos a la comunidad y formar a nuestros/as directores/as escolares, así como a los/as docentes, para que sean agentes de formación ciudadana.
Los espacios escolares deben afinarse y aprovecharse al máximo para que propicien un encuentro horizontal de expectativas, proyecciones e ideas entre la niñez y la juventud. El dialogo intergeneracional es clave. Necesitamos docentes que, desde su generación, dialoguen, intercambien y formen a una nueva generación ávida de desenvolverse públicamente.
Fuente de la Entrevista:
http://v2.campanaderechoeducacion.org/
Uruguay: La calle, una escuela indeseable
Uruguay/24 abril 2017/Fuente: El Observador
Expertos en salud mental afirman que niños que pasan mucho tiempo en la calle, y no se crían en un ambiente «contenido», tienen mayor probabilidad de delinquir.
Ley de faltas
Fuente:http://www.elobservador.com.uy/la-calle-una-escuela-indeseable-n1061789
Más de 1,5 millones de niños, en riesgo por la violencia en la república democrática del congo
República Democrática del Congo/24 abril 2017/Fuente: ecodiario
La crisis en la región de Kasai, en la República Democrática del Congo, tiene «un impacto devastador» en la infancia porque más de 1,5 millones de niños, incluidos los 600.000 que ya se han visto desplazados de sus hogares, están en riesgo debido al conflicto, según señaló este viernes Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia).
Tras visitar la región afectada, Tajudeen Oyewale, representante interino de Unicef en la República Democrática del Congo, afirmó en un comunicado que «los niños están siendo obligados a soportar un sufrimiento horrible en Kasai».
«Cientos de niños han resultado heridos debido a la violencia. Nos han informado de que hay niños detenidos, violados e incluso ejecutados. No podemos permitir que continúe este abuso horrible contra los niños. Los responsables deben rendir cuentas», añadió.
La violencia y la inestabilidad en las provincias de Kasai, una de las regiones más pobres del país, comenzó en agosto del año pasado, cuando un líder fue asesinado en un combate con las fuerzas de seguridad. La situación ha empeorado en los tres primeros meses de 2017.
Según Unicef, unos 2.000 niños están siendo utilizados por las milicias en la región afectad, al menos 300 han sido gravemente heridos por la violencia y más de 4.000 han quedado separados de sus familias.
Además, subrayó que la violencia ha tenido un impacto devastador en los sistemas educativo y sanitario, ya que más de 350 escuelas han sido destruidas y uno de cada tres centros de salud ya no está operativo en la provincia de Kasai Central, lo cual pone a los menores en un mayor riesgo de contraer enfermedades.
«Estos niños deberían estar a salvo en sus casas, en las escuelas y en los parques infantiles, no obligados a combatir, o heridos o asesinados», apuntó Oyewale.
Esta agencia de la ONU advirtió de que seis millones de niños (toda la población infantil de las tres provincias de Kasai) están en riesgo si la situación no mejora rápidamente.
La organización ha garantizado la liberación de 384 niños detenidos o retenidos en la región, que previamente estaban en las milicias. Además, ha ampliado su respuesta de emergencia con el fin de proporcionar servicios de salud, nutrición, protección, educación, agua y saneamiento y artículos no alimenticios a cerca de 173.000 personas.
Por último, Unicef hizo un llamamiento a todas las partes del conflicto para que garanticen el cumplimiento de los derechos de los niños. Hasta ahora, la organización solo ha recibido 3,5 millones de dólares (3,2 millones de euros) de los 20,6 millones (19,2 millones de euros) que necesita para dar respuesta a esta crisis en Kasai.
Fuente noticia : http://ecodiario.eleconomista.es/sociedad/noticias/8308018/04/17/Mas-de-15-millones-de-ninos-en-riesgo-por-la-violencia-en-la-republica-democratica-del-congo.html
Fuente imagen: http://static.un.org/News/dh/photos/large/2017/April/04-21-2017Kasai.jpg
Venezuela: DECLARACIÓN | UNICEF exhorta a respetar centros de salud, escuelas y hospitales tras ataque terrorista al Materno Infantil Hugo Chávez
Venezuela/24 de Abril de 2017/Venezolana de Televisión
Ante los ataques realizados por la ultraderecha al Materno Infantil Hugo Chávez ubicado en El Valle, el Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) llamó, a través de una declaración, que se respete el derecho a la vida y se preserven los centros de salud, las escuelas y cualquier lugar de atención de niños, niñas, adolescentes y otros grupos vulnerables.
Reiteraron en el mensaje, difundido en la red social Twitter, que la protección de la niñez y la adolescencia debe estar garantizada en todo momento y en todo lugar.
El Gobierno Bolivariano y el pueblo consiente ha rechazado todos los actos violentos impulsado por las elites de la derecha y que buscan desfavorecer a los más necesitados.
“Todo lo que ha construido la Revolución para la felicidad del pueblo era objetivo de estas bestias sedientas de sangre. Y hay que llamarlos con su nombre y apellido, hay que decir José Guerra, Tomás Guanipa, Richard Blanco, Ismael León, quienes amparados en credencial de diputados han estado repartiendo dinero a bandas de criminales y paramilitares”, denunció el alcalde Jorge Rodríguez.
En las últimas semanas se han denunciado agresiones impulsadas por la derecha venezolana a distintos centros de salud, deportivos, educativos y religiosos. /EM
La concienciación de la sociedad hace aflorar más casos de acoso escolar
Por: Eduardo Azumendi
- Euskadi registra 121 casos en el último curso, el doble que en el anterior
- “El alumnado ha reducido el listón de tolerancia», destaca la consejera de Educación.
Los equipos de inspección, los centros educativos, las familias y el propio alumnado han reducido el listón de tolerancia con respecto al acoso escolar. Y por eso, en el curso 2015-16 han aflorado casi el doble de casos que en el curso anterior: 121 frente a 67. Eso no significa necesariamente que el acoso se haya incrementado en esa medida sino que acciones a las que antes no se les daba importancia ahora son incluidas en este apartado debido a la concienciación social que existe respecto al tema. Así lo ha explicado la consejera de Educación, Crsitina Uriarte, al analizar la evolución del acoso escolar en las aulas de Euskadi.
El número de casos de acoso escolar registrados en Euskadi en el curso 2015-16 ha ascendido a 121, lo que supone un 25% del total de las analizadas por el Departamento de Educación. Las cifras evidencian el salto que se ha producido (tanto en el número de casos confirmados como el de analizados, de 268 en 2014-15 a 487 el pasado curso). El 61% se ha producido en el ámbito de la Enseñanza Secundaria, aunque entre los 6 y los 11 años se han registrado 47 casos. El problema se reparte a partes iguales entre centros concertados y públicos y es más frecuente entre los chicos.
A la hora de dar salida al problema se recurre «cada vez menos» a que el acosado salga del centro. “Son pocos los alumnos que optan por esta alternativa”, ha indicado el efe de la Inspección, José Antonio Romero, han ofrecido hoy en rueda de prensa los datos de la evolución que ha experimentado. La solución «debe encontrarse en el propio centro escolar», ha recalcado.
La agresión verbal es la forma de acoso más repetida (43 %), seguida de la exclusión y marginación social (25 %), las agresiones físicas (16 %), la intimidación, el chantaje o la amenaza (11 %), mientras menos del 1 % corresponde a abuso sexual. La mayoría de las víctimas sufre varias manifestaciones de acoso. Las agresiones físicas van en descenso, pero aumentan los insultos, la marginación y el ciberacoso.
Fuente:http://www.eldiario.es/norte/euskadi/concienciacion-sociedad-aflorar-casos-escolar_0_620488950.html
Cebollas y Educación.
Por: Juan Manuel Parrado.
La vida en la sociedad está compuesta de capas, de envoltorios que determinan nuestra convivencia, como si de una cebolla se tratara. Y al igual que las cebollas, esas capas pueden ser profundas y cercanas a la esencia interna, o exteriores y prescindibles pero visualmente llamativas.
Una vez establecida la analogía, vayamos de compras. Hoy tengo intención de comprar una cebolla española. Me da igual que sea una cebolla de la Mancha que una de Fuentes de Ebro, que ni pica ni repite (tampoco pretendo crear un conflicto autonómico). Lo importante es que sea una cebolla de mi tierra, española. Todos compramos la cebolla por el aspecto exterior, aunque nunca estamos seguros de si al quitar las primeras capas nos la vamos a encontrar pocha o podrida, es un riesgo que tendré que asumir.
Antes incluso de salir de casa, me voy encontrando las primeras capas. Los mismos titulares de los informativos matinales me las muestran: “La corrupción escala siete puntos en la lista de preocupación de los españoles», “La justicia investiga si ocho pacientes murieron por los recortes en Cataluña», “Investigado un entrenador de fútbol de Granada por supuesta extorsión sexual a menores”, “Insultos tabernarios en el Congreso”. “Se pide en el Congreso suprimir el delito de enaltecimiento del terrorismo”, “Una mujer mata a su hija de 18 meses y se suicida” o “Brutal pelea de padres en un partido de infantiles”
Un momento, por favor, detengan el mundo. ¿A qué supermercado he ido? ¿De dónde han salido estas cebollas? Ya, ya entiendo lo que pasa. Estos periódicos tienen tendencia a la exageración y el sensacionalismo, prefiero obviar esa capa exterior de la cebolla y pasar a otra capa un poquito más profunda. Mejor salgo a la calle y lo veo por mí mismo.
Nada más arrancar el automóvil y ponerme en marcha, del vehículo que va delante me cae en el parabrisas el papel de una chocolatina que han tirado por la ventanilla. No pasa nada, yo a lo mío. Mientras circulo me cruzo con un conductor con la vista a medio camino entre su móvil y la carretera, otra conductora que habla alegremente con el auricular pegado a la oreja, una camioneta de reparto que invade el carril contrario para evitar una banda sonora para no “dañar” la suspensión, y cinco motocicletas que me sobrepasan en un intento por ver quién corre más de las cinco con el casco menos abrochado.
Tranquilo, yo sigo tranquilo, igual de tranquilo que un peatón que cruza estando el semáforo en rojo y que las dos señoras que no han respetado el ceda el paso de la rotonda. Voy a aparcar y, oh sorpresa, en el aparcamiento público un vehículo ha aparcado justo en medio de dos plazas, totalmente centrado sobre la línea de separación de ambas plazas. Normal, me digo, seguramente no quiere que le rayen el coche, y seguramente no lo ha aparcado en línea porque el coche de delante tenía una bola de remolque (aunque apostaría a que no ha usado nunca un remolque).
Se me están quitando las ganas de comprar nuestras cebollas patrias, pero para no ser injusto con la caprichosa distribución de las capas, decido seguir recabando experiencias para mi compra. Nada más tomar esa vital decisión, el caballero (o tal vez señor) que va delante de mí toma impulso y suelta un desagradable escupitajo en la acera. Bueno, la mucosidad primaveral es impredecible. Seguramente la mujer que está con un cigarro en la mano fumando discreta e impunemente en la puerta del colegio esperando a que salga su retoño, no tiene esos problemas de mucosidad, ni tampoco problemas de respeto a las normas. Menos mal que he quitado la vista a tiempo de su cigarrillo para no pisar un fresco excremento canino (¿se dice así?) que había en medio de la acera.
Justo cuando empiezo a pensar que las cebollas están sobrevaloradas y que tal vez debiera pensar en comprar champiñones, otra señora a lo lejos va con sus dos perritos adorables, defecan en la vía pública, saca una bolsita y recoge los regalos que habían dejado. No puedo dejar pasar esa ocasión, me acerco corriendo hasta ella, y con una emoción y solemnidad totalmente fuera de lugar le tiendo la mano y le expreso mi más sincera enhorabuena por hacer lo que ha hecho. Ella, evidentemente, me mira como si estuviera loco en el pleno convencimiento de que no ha hecho nada extraordinario. Pero no puedo remediarlo, al césar lo que es del césar.
Probablemente debiera seguir escudriñando más capas hasta agotar toda la cebolla, pero creo que he obtenido una evidencia suficiente para mi reflexión y mi decisión de compra.
Al pensar sobre los grandes temas que a todos nos preocupan, como la violencia en todas sus formas, la corrupción, o incluso los delitos más despreciables a menudo desembocamos en un análisis mucho más cercano. En ese análisis llegamos hasta los valores y la educación de la personas, como individuos y como parte de una comunidad. No podemos entender los grandes problemas si antes no entendemos qué es lo que falla en el sistema de valores de las personas, y aquí es donde reside el verdadero problema.
En esta búsqueda por las cebollas, ¿qué ha fallado? ¿Por qué he acabado recelando de lo que veo, por qué incluso he llegado a pensar que nos merecemos lo que nos pasa, que nos buscamos nosotros mismos nuestros propios problemas? Ha fallado el proceso de elaboración, preparar la tierra, elegir la semilla regar suficientemente, elegir el abono adecuado y recoger y conservar el producto. La cebolla defectuosa es como es no porque no pueda ser de otra forma, sino porque el sistema que debía garantizar su correcto desarrollo no ha funcionado. Y los valores que hoy vemos por doquier son los que son porque nuestro agricultor no ha hecho su trabajo. Efectivamente, hablo del sistema educativo.
La afirmación de que la educación es esencial en la sociedad no es una afirmación gratuita, ni fruto de una corrección política. Es un hecho. Tenemos los problemas que tenemos porque el sistema educativo falla a todos los niveles. Falla desde el momento en que no existen criterios uniformes que garanticen un desarrollo y una formación homogénea en todo el país, sino que cada región o autonomía tiene su propio sistema. Falla desde el momento en que no se garantiza la independencia ideológica de ese sistema educativo, sino que está a merced del signo político que lo desarrolla. Falla desde el momento en que intenta formar personas con conocimientos, y no personas con capacidades y criterios para desarrollar sus propias competencias. Falla desde el momento que intenta proporcionar peces en vez de enseñar a pescar. Falla desde el momento en que se gestionan mal los recursos del sistema educativo. Falla desde el momento en que no se seleccionan y forman adecuadamente todos los profesionales de la educación. Falla desde el momento en que no se destinan los recursos que son necesarios. Y sobre todo, falla desde el momento en que no existe un acuerdo de todos para hacer las cosas bien.
Y ahora la pregunta más inquietante. Si no conocemos a nadie que piense que la educación no es el elemento más importante para el desarrollo y la supervivencia de nuestra sociedad, si todos pensamos que la educación es la respuesta a la mayoría de nuestros males, ¿POR QUÉ NO EXISTE UN GRAN PACTO PARA LA EDUCACIÓN EN NUESTRO PAÍS?
No hay una respuesta lógica, y las pocas explicaciones que se me ocurren suenan indecentes. El estamento político actual tiene una preocupación mayor que la educación, que no es otra que su propia supervivencia, su propio posicionamiento político e ideológico. Necesitan diferenciarse de su adversario, necesitan mostrar que defienden sus propios ideales y nada, absolutamente nada justifica que sus votantes pudieran pensar que tienen algo en común con sus adversarios. Eso es lo que impide un gran pacto por la educación, sólo eso.
Ante este sinsentido, ¿qué podemos hacer? Debemos exigir, debemos protestar, debemos hacer ver la importancia de lo que estamos manejando. Es frecuente encontrar huelgas convocadas por asociaciones, por sindicatos, por partidos de la oposición… pero suelen incidir en aspectos ideológicos, anecdóticos o incluso demagógicos. Que si abajo los deberes, que si deroguemos una ley educativa porque la hizo un partido que no nos gusta, que si abajo los recortes,… Todas esas protestas son instrumentales, no inciden en el verdadero problema o lo atacan parcialmente. No decimos lo único que de verdad tiene sentido: “señores, es hora de que se sienten, de que consulten a los verdaderos expertos en educación y en que entre todos consensúe por mayoría, o incluso mejor, por unanimidad, un sistema educativo nacional estable y fiable, que no cambie cada legislatura y que garantice la educación de todos los ciudadanos, no sólo del que pueda pagarla”. Como es habitual, nos perdemos en los detalles y olvidamos el objetivo. Me da miedo pensar que eso ocurre como consecuencia lógica de mi análisis, es decir, que nuestra educación recibida no nos ha preparado para mucho más.
O nuestros agricultores (nuestros políticos, por favor, que no se me soliviante nadie) se asocian y crean un gran acuerdo para tener un certificado de calidad para la producción futura de verduras y hortalizas o ya sabemos lo que toca: cultivar nuestro propio huerto en casa o pasarnos a la carne, que tampoco es mala opción. En cualquier caso, ¿quién nos iba a decir que el futuro de nuestros hijos iba a estar en las cebollas?
Fuente:
http://www.ceutaactualidad.com/opinion/juan-manuel-parrado/cebollas-y-educacion/20170407180237040136.html
Imagen:
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