La infancia perdida de los ‘niños de la guerra siria’

Trabajan a costa de su presente, en busca de un futuro. En medio de una zona industrial de Idlib, Siria, Ibrahim está ocupado, intentando desenroscar los tornillos de un pesado motor. Desde las 8 de la mañana hasta las 7 de la tarde, cada día, libra una agotadora batalla física y mancha sus manos de aceite mientras intenta seguir las instrucciones de su jefe.

«Desatornillo el motor, desatornillo la transmisión automática, la junta de la culata… todo lo que me dice mi jefe. A veces, cuando los tornillos están muy apretados, llamo a mi jefe para que me ayude. En el futuro, me gustaría seguir trabajando como mecánico y tener mi propio negocio. No terminé mis estudios porque no se dedicaba suficiente atención a las escuelas«.

El 60 % de los niños del noroeste de Siria no están escolarizados, y solamente un tercio de las escuelas funcionan a pleno rendimiento. El sector educativo tiene muchos desafíos a los que hacer frente. Los salarios siguen siendo el más urgente, ya que los profesores se ven privados de sus sueldos durante meses por falta de recursos.

Pero los desplazamientos masivos provocados por los bombardeos de Rusia y del régimen de Bashar al-Asad han empujado al 90 % de los sirios a la pobreza, dejando a muchos niños sin otra opción que ponerse a trabajar y mantener a sus familias.

«Los bombardeos nos obligaron a abandonar nuestras casas, bajo la lluvia y tuvimos que vivir en los campamentos. A veces me quedo con 10 o 20 liras turcas y le doy el resto a mi padre; el total de lo que recibo es de 100 liras a la semana».

Para muchas familias de la zona, el trabajo infantil es un medio para sobrevivir, ya que UNICEF estima que el aumento de las necesidades humanitarias en Siria, desde 2020, creció un 27 %. Hay niños en numerosos tipos de empleos. Algunas de sus tareas son agotadoras, otras son, incluso, peligrosas. La realidad de la guerra no solamente roba el presente a los niños, sino también, su futuro.

Fuente: https://es.euronews.com/2022/02/01/la-infancia-perdida-de-los-ninos-de-la-guerra-siria

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HRW denuncia el uso militar de las escuelas en el conflicto etíope de Tigray

La ONG Human Rights Watch (HRW) denunció hoy el saqueo y la ocupación con uso militar de escuelas tanto por las fuerzas gubernamentales como rebeldes desde que comenzó el conflicto en la región etíope de Tigray, donde en torno al 25 % de los establecimientos escolares han sido dañados.

«La ocupación y el daño de las escuelas termina afectando las vidas de las generaciones futuras de Tigray, lo que se suma a las pérdidas que las comunidades (…) han enfrentado durante los últimos seis meses», declaró en un comunicado Laetitia Bader, directora del Cuerno de África de HRW.

HRW, que ha documentado el uso como base militar de varias escuelas en esa región, ejemplificó esta situación con el uso de la histórica escuela preparatoria pública Atse Yohannes en la capital regional, Mekelle, como cuartel general de las fuerzas gubernamentales después de arrebatar el control de la ciudad al Frente Popular de Liberación de Tigray (FPLT) a finales de noviembre de 2020 y que utilizaron hasta el pasado mes de abril.

«Después de ocupar la escuela durante varias semanas, se fueron llevándose computadoras, pantallas de plasma y comida. Las autoridades interinas pronto comenzaron a reparar los daños para que pudieran reanudarse las clases, pero los soldados regresaron en febrero y ocuparon la escuela durante otros tres meses», indicó el comunicado.

Las fuerzas etíopes abandonaron la escuela en abril y los residentes de Mekelle se encontraron con daños generalizados en aulas, laboratorios y oficinas, instalaciones eléctricas, tuberías de agua destruidas, casi 300 sillas quemadas y mensajes de odio e insultos contra los habitantes de Tigray escritos en las paredes, relató la organización.

«La destrucción o incautación de los militares de propiedad civil no justificada por razones de necesidad militar está prohibida y puede ser un crimen de guerra», declaró HRM señalando que «un despliegue militar prolongado sin proporcionar instalaciones educativas alternativas también puede negar a los estudiantes su derecho a la educación según el derecho internacional de los derechos humanos».

Según los datos del Gobierno de Etiopía, recogidos por HRW -que considera subestimados por la limitación de acceso a algunas zonas-, 15 escuelas en Tigray han sufrido daños importantes, mientras que otras 53 sufrieron algunos daños y dos de educación primaria en el sur de la región fueron ocupadas por las fuerzas etíopes.

Las autoridades gubernamentales están tratando ahora de reabrir las escuelas, pero los intentos se ven obstaculizados por la continua inseguridad, los daños en las escuelas.

Según estimaciones del Ministerio de Educación etíope, 48.500 maestros requieren apoyo psicosocial y de salud mental.

«Los combates en Tigray están privando a muchos niños de una educación y las facciones en guerra solo están empeorando las cosas», advirtió Bader al instar a la comunidad internacional a pedir al Gobierno etíope que tome «todas las medidas necesarias para garantizar que las escuelas puedan reabrir de manera segura, incluyendo poner fin al uso militar de las mismas y castigar al personal militar responsable de los abusos».

El conflicto en Etiopía estalló el pasado 4 de noviembre después de que el Gobierno central atacara al FPLT, en represalia por una agresión previa de fuerzas tigriñas a una base del Ejército federal.

Desde entonces, miles de personas han muerto, al menos 75.000 etíopes han huido al vecino Sudán, país fronterizo con Tigray, y más de un millón se han desplazado dentro de la región, según datos oficiales.

Fuente: https://www.swissinfo.ch/spa/etiop%C3%ADa-conflicto_hrw-denuncia-el-uso-militar-de-las-escuelas-en-el-conflicto-et%C3%ADope-de-tigray/46658042

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ONU denuncia aumento de ataques a escuelas en zonas de conflicto

La ONU conmemoró este miércoles por primera vez el Día Internacional para Proteger la Educación de Ataques, denunciando el aumento de los mismos contra centros educativos y haciendo un llamado a garantizar la seguridad de alumnos y maestros en las zonas de conflicto.

“Los ataques a la educación en conflictos y la inseguridad están en aumento. Entre 2015 y 2019 hubo unos 11.000 supuestos ataques armados contra la educación”, señaló el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, en un acto virtual.

Según datos de la ONU, 22.000 alumnos, docentes o personal de escuelas resultaron heridos o asesinados en los últimos cinco años en este tipo de eventos, con 93 países que sufrieron al menos uno de estos episodios y con Afganistán, Camerún y Palestina entre los más afectados.

Los datos de la organización señalan que ejércitos y grupos armados utilizaron escuelas y universidades con fines militares en 34 países entre 2015 y 2019, algunos como bases, centros de detención y almacenes de armas.

Además, en ese periodo se reclutaron a estudiantes de escuelas en al menos 17 países, según Naciones Unidas.

La celebración del 9 de septiembre como Día Internacional para Proteger la Educación de los Ataques fue aprobada el pasado mes de mayo por la Asamblea General de la ONU ante el agravamiento de este problema en los últimos años.

La Asamblea encargó a la UNESCO y a Unicef sensibilizar a la opinión pública sobre la dramática situación que viven millones de estudiantes atrapados en zonas de conflicto alrededor del mundo.

Guterres destacó que esta conmemoración anual es un claro mensaje sobre la necesidad de que las escuelas sean lugares seguros y de que la educación se mantenga como una prioridad en las políticas públicas, incluso en plena pandemia.

Fuente: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/mundo/onu-denuncia-aumento-de-ataques-a-escuelas-en-zonas-de-conflicto/

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África oriental y central, la educación bajo ataque: 1,9 millones de niños que se ven obligados a abandonar la escuela

Redacción: Tyn Panamá

Son 9.272 las escuelas cerradas por la creciente inseguridad en 8 Países, tres veces al año 2017. Dice que la última preocupante informe de UNICEF, «la Educación en situación de riesgo en África occidental y central». Más de 1,9 millones de niños han sido forzados a dejar la escuela en África occidental y central, debido a que el aumento de los ataques y las amenazas de violencia en contra de la educación en toda la región.

Déficit de los fondos de 72%. los niños que viven en zonas de conflicto en África occidental y central representaron el 1 niño de 4 en todo el mundo en necesidad de asistencia humanitaria, incluida la educación y otros servicios que son críticos para el aprendizaje. Sin embargo, hasta el 12 de agosto hubo un déficit de fondos por valor de 72% en el fin de adelantar programas de apoyo a estos niños.

Triplicado en tres años, el cierre de las escuelas. hasta junio De 2019, 9.272 las escuelas han sido cerradas en Burkina Faso, Camerún, Chad, República centroafricana, la República Democrática del Congo, Malí, Níger y Nigeria, debido a la inseguridad. – el triple de la cifra registrada a finales de 2017. En Camerún, más de 4.400 son las escuelas se cerraron con fuerza, más de dos mil en Burkina Faso, más de 900 en Malí. Los cuatro Países afectados por la crisis en la cuenca del Chad – Camerún, Chad, Níger y Nigeria, que se mantuvo aproximadamente en el mismo alto nivel, que van desde 981 1.054, entre el final de 2017 y junio de 2019.

métodos de enseñanza nuevos y flexibles. Con más de 40 millones de niños de entre 6 y 14 años de edad pierden su derecho a la educación en África occidental y central, es esencial que los gobiernos y sus socios están trabajando para diversificar las opciones disponibles para una educación de calidad», dijo Marie-Pierre Poirier, Director regional de UNICEF para África occidental y central. «Modelos de enfoques apropiados culturalmente, innovador, integrador y flexible, que cumplen con los estándares de calidad de aprendizaje, puede ayudar a llegar a muchos niños, especialmente en situaciones de conflicto» .

¿Qué estás haciendo con UNICEF. Trabajar con las autoridades y las comunidades educativas para sostener las oportunidades para el aprendizaje de las alternativas, incluyendo los centros de aprendizaje, la comunidad, los planes de estudio escolares, radio, tecnologías para la enseñanza y el aprendizaje y las iniciativas de aprendizaje en las comunidades religiosas. UNICEF también proporciona herramientas para los profesores que trabajan en lugares peligrosos, psicosociales y de apoyo y asistencia para los niños en edad escolar que llevan las cicatrices emocionales de la violencia.

Las directrices de la Relación. 
– Los Estados están obligados a proteger la educación, el apoyo y la aplicación de la Declaración sobre seguridad en las escuelas.
– la enseñanza y el aprendizaje debe estar orientado a la construcción de la paz y en apoyo de la educación de las niñas.
– Todos los niños, incluidos los niños refugiados, migrantes y personas desplazadas, que debe ser capaz de continuar aprendiendo.
– los padres y la comunidad deben ser socios esenciales para garantizar que los niños, especialmente las niñas, tengan acceso a una educación de calidad.
– los gobiernos donantes deben participar en la financiación multianual y flexible para el apoyo a la educación en situaciones de emergencia y crear vínculos con la planificación en la educación en el largo plazo.

«La República va a luchar siempre en defensa de la libertad de información, a sus lectores y a todos aquellos que tienen en el corazón los principios de la democracia y de la convivencia civil»

Fuente: http://www.tynpanama.com/opinion/Africa-oriental-y-central-la-educacion-bajo-ataque-19-millones-de-ninos-que-se-ven-obligados-a-abandonar-la-escuela-h5456.html

 

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La violencia en África deja sin escuela a 2 millones de niños

Redacción: El Periódico

Más de 9.000 colegios han sidos cerrados hasta en país de África central y occidental debido a la inseguridad hasta junio, según Unicef.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha advertido este miércoles de que más de 1,9 millones de niños se han visto forzados a dejar sus estudios debido a una ola de violencia en países de la región de África central y occidental. Según UNICEF, más de 9.000 escuelas han sido cerradas en Burkina Faso, Camerún, Chad, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Malí, Níger, y Nigeria hasta el mes de junio debido a la inseguridad.

«Los ataques deliberados y las amenazas a la educación convierten en sombrío el panorama de los niños, las familias y las comunidades en toda la región», ha indicado la directora ejecutiva adjunta de UNICEF, Charlotte Petri Gornitzka, quien ha viajado esta semana a Malí. «Visitamos un campamento de desplazados en Mopti, en Malí, y conocimos a los niños que estudian en un espacio seguro provisto por UNICEF. Es evidente la importancia de la educación para esos menores y sus familias», ha subrayado Gornitzka.

Modelos adecuados

Los niños que viven en zonas afectadas por conflictos en la región de África central y occidental constituyen el 25% del total de menores que necesitan ayuda humanitaria en el mundo, según datos de UNICEF. La directora regional de UNICEF, Marie-Pierre Pirier, ha instado a los gobiernos de la región y sus socios a buscar «modelos culturalmente adecuados con enfoques innovadores, incluyentes y flexibles que se ajusten a los estándares de calidad y que ayuden a muchos menores, sobre todo a los que viven en escenarios de conflicto».

Fuente: https://www.elperiodico.com/es/internacional/20190822/la-violencia-en-africa-deja-sin-escuela-a-2-millones-de-ninos-7601938

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Los niños refugiados, la prioridad en la atención a la infancia en 2018

Por: UNICEF

UNICEF estima que necesitará casi 3.000 millones de euros este año para atender a 48 millones de menores alrededor del mundo. Casi un cuarto del presupuesto se destinará a los refugiados sirios, mientras el éxodo de los rohingya dispara la ayuda a Asia meridional. 

Educación y acceso a agua, saneamiento e higiene serán los pilares de la acción de Unicef para este año, según el informe Intervención Humanitaria 2018 divulgado este martes por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. La organización estima que necesitará 2.920 millones de euros para hacer frente a las necesidades de 82 millones de personas en 51 países. Su objetivo es llegar a 48 millones de niños, uno de los colectivos más vulnerables, ya que uno de cada cuatro de ellos vive en países afectados por conflictos o desastres y casi 50 millones tuvieron que abandonar sus hogares debido a violencia, pobreza o catástrofes naturales.

Oriente Medio y Norte de África se mantiene como la región que acapara la cifra más elevada, con 1.509 millones de euros, repartidos principalmente entre atención a refugiados sirios y otras poblaciones afectadas en Egipto, Irak, Jordania, Líbano y Turquía (767 millones de euros, alrededor de un cuarto del conjunto del presupuesto global), Yemen (272 millones de euros) y Siria (270 millones de euros). Nigeria y República Democrática del Congo son los principales destinatarios del presupuesto de África central y occidental (567 millones de euros en el conjunto), así como Sudán del Sur, Somalia y Etiopía en la zona meridional y oriental del continente (cuyo presupuesto asciende a 523 millones de euros).

Uno de cada cuatro niños vive en países afectados por conflictos o desastres

Los niños refugiados, la prioridad en la atención a la infancia en 2018
 En porcentajes, el Fondo de las Naciones Unidas prevé gastar un cuarto del presupuesto para que 8,9 millones de niños puedan tener acceso a la educación. Otra prioridad fijada por el informe es el acceso a agua, saneamiento e higiene (21% del total) para garantizar este derecho a 35,7 millones de personas. Unicef aspira también a tratar 4,2 millones de casos de malnutrición aguda infantil (a través del 18% del presupuesto) y vacunar a 10 millones de niños contra el sarampión. La protección de los menores concentrará el 11% del gasto anual con el objetivo de brindar apoyo psicológico para 3,9 millones de niños.

«Deberíamos estar hablando de desarrollo en estos tiempos, pero debido a la situación actual hemos tenido que volver a poner el foco en las emergencias», ha lamentado Javier Martos, director ejecutivo de Unicef Comité Español este martes en la presentación del informe en Madrid.

Cinco crisis que marcarán 2018

1. El éxodo de los rohingya

Pese a que el número de nuevas llegadas se vaya estabilizando, la emergencia se mantiene elevada en el campo de refugiados rohingya Kutupalong, en Cox’s Bazar, uno de los distritos más pobres de Bangladés. A las 688.000 personas huidas del vecino Myanmar desde el pasado mes de agosto, cuando se recrudeció la persecución contra esta minoría, se suman otras 75.000 llegadas hace un año, además de una cifra estimada entre los 300.000 y 500.000 acumulada a lo largo de cinco décadas de éxodo. Unicef calcula que, incluyendo a los comunidades locales, los niños suman al menos 720.000.

“Responder a las necesidades de agua, higiene y saneamiento es un reto muy complicado, debido a la congestión del campo y la falta de letrinas”, explica Sara Bordas, jefa de operaciones del Fondo de las Naciones Unidas en Kutupalong. “En los centros de educación, se ven niños muy sucios, no tienen bases de higiene. Nos queda mucho trabajo por hacer”.

El hacinamiento y la escasez de higiene favorecen la proliferación de enfermedades. El campo ya ha registrado varios brotes de sarampión, difteria, infecciones agudas a las vías respiratorias y abre la puerta al riesgo de una epidemia de cólera.

Bordas se muestra preocupada también por los niveles de desnutrición aguda grave. “El ratio registrado el pasado mes de octubre era del 7,5%, muy por encima del límite de emergencia, fijado en el 3%”, asegura. “En el campo, además, también hay 80.000 mujeres embarazadas, muchas de las cuales ya están desnutridas”.

Una mujer rohingya sostiene su hijo mientras espera la repartición de ayuda humanitaria en el campo de refugiados de Balukhali, cerca de Cox's Bazar (Bangladés)
Una mujer rohingya sostiene su hijo mientras espera la repartición de ayuda humanitaria en el campo de refugiados de Balukhali, cerca de Cox’s Bazar (Bangladés) MANISH SWARUP AP
 “No hay mucho que hacer en el campo, pero los niños frecuentan centros de educación no formal, donde reciben también apoyo psicosocial, en especial las víctimas de abusos sexuales. Trabajamos también en la prevención, para que no vuelva a ocurrir en un campo en el que hay mucha gente desesperada”, asegura.

“Al principio, nos centramos en no perder vidas, trabajando en salud, nutrición, agua, saneamiento e higiene, pero ahora podemos agregar una parte de esperanza, basada en educación y protección. Solo estamos en el quinto mes de respuesta, pero aún no hemos alcanzado nuestros objetivos”.

Durante la presentación del Informe sobre Acción Humanitaria 2018 en Madrid, algunos niños intervinieron en directo desde Kutupalong para contar sus historias sin casi levantar la cabeza desde la hoja en la que dibujaban flores de colores. «Cuando llegaron al campo el pasado mes de septiembre, solo dibujaban helicópteros y gente que huía», explica Bordas.

2. El conflicto sirio y la crisis de refugiados en Oriente Próximo

El conflicto en Siria, a punto de cumplir siete años, ha causado más de seis millones de desplazados internos y más de cinco millones de sirios, entre ellos 2,5 millones de niños, viven como refugiados en Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto. Los fondos recaudados el año pasado apenas alcanzaron la mitad de la cifra necesaria para atender a las necesidades básicas en el país, especialmente las de los menores que viven en zonas sitiadas (se estima que sean 200.000) y en áreas de difícil acceso (1,7 millones).

El pasado mes de diciembre, organizaciones internacionales alertaron de un déficit de 60 millones de dólares (50,6 millones de euros) que pone en riesgo la atención a 1,5 millones de menores ante el frío del invierno.

A los estragos del conflicto, se suma el desplazamiento interno de personas como consecuencia del calentamiento global y de la progresiva desertificación de algunas zonas del país. Acnur calcula que los años de sequía consecutiva y crónica entre 2005 y 2011 obligaron a emigrar a más de un millón y medio de personas de las áreas rurales del sur de Siria.

Fran Equiza, representante de Unicef en Siria, ha aprovechado la presentación del informe para poner rostro a los niños de este país que en su vida solo han vivido y experimentado las consecuencias de la guerra civil. Y la vida para los que escapan, ha agregado, no es más simple. «Huyen de las balas, de las minas y del riesgo de ser reclutados por cualquiera de las partes en conflicto», ha explicado.

MÁS DINERO EN 2017, PERO MÁS EMERGENCIAS

Pese al incremento en comparación con el año anterior, la financiación en 2017 no fue suficiente para responder a las necesidades de los más vulnerables, sobre todo para emergencias crónicas, como la de República Centroafricana o de Malí. Unicef cerró el mes de diciembre pidiendo 3.790 millones de dólares (frente a los 3.360 millones de dólares estimados en enero), debido sobre todo a los flujos de refugiados y desplazados en Bangladés y en República Democrática de Congo; el riesgo de hambruna en Nigeria, Somalia y Sudán del Sur; el brote de cólera en Yemen; los huracanes en el Caribe y las inundaciones en Nepal.

A lo largo de 2017, los refugiados y migrantes que llegaron a Europa fueron 164.000 —incluyendo a 29.000 niños—, al mismo tiempo que distintos conflictos de larga duración se enquistaron alrededor del mundo. El de Siria, por ejemplo, está a punto de cumplir siete años y ha causado más de seis millones de desplazados internos, mientras que cinco millones de sirios, la mitad niños, viven como refugiados en los países vecinos. En Irak, casi nueve millones de personas necesitan ayuda humanitaria. Entre ellos, hay más de cuatro millones de niños. La escalada de violencia en República Democrática del Congo ha obligado a más de 1,7 millones de personas a abandonar sus hogares y los niños que sufren malnutrición aguda ya superan los dos millones. La crisis de la cuenca del lago Chad sigue afectando a 17 millones de personas en Camerún, Chad y Níger, al mismo tiempo que se recrudece la violencia y se incrementa el número de desplazados internos en la zona nororiental de Nigeria.

La sequía que azota el Cuerno de África ha afectado a 17 millones de personas en Etiopía, Somalia y Kenia, que quedan expuestas al riesgo de epidemias. El paso de los huracanes Irma y María por el Atlántico, por su parte, se dejó atrás a más de 1,4 millones de personas —un cuarto de ellos, niños— con necesidad de asistencia humanitaria.

En 2017 se registró también un incremento sin precedentes en brotes de cólera, en países como República Democrática del Congo, Irak, Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen. Esta “emergencia en la emergencia” -como la define el informe de Unicef- en muchos casos está relacionada con los conflictos armados, a la raíz del colapso de las infraestructuras de agua y saneamiento.

El Gobierno de EE UU se mantuvo a lo largo de 2017 como el principal donante del Fondo para la Infancia con 441,8 millones de euros, a pesar de que la Administración Trump anunciara a principios de año su intención de aplicar un tijerazo de «al menos» un 40% de las contribuciones voluntarias a la ONU y otros organismos internacionales por parte de EE UU.

Equiza ha lamentado que en el país se registraran 72 casos de polio en 2017, una enfermedad a punto de ser erradicada, cuando en 2011 el 100% de los niños estaba inmunizado.

El representante de Unicef participó el pasado mes de diciembre en un convoy dirigido a Guta oriental, un distrito cercano a Damasco que lleva cuatro años bajo asedio, donde registraron índices de malnutrición de casi el 12%. «Hace unas semanas, intentamos volver, pero no nos autorizamos. Lamentablemente, ahora no sé cuál es la situación de estos niños».

3. La guerra en Yemen

La muerte el pasado mes de diciembre del expresidente Ali Abdalá Saleh, desalojado durante la Primavera Árabe, a manos de los Huthi hace temer que se recrudezca la guerra en el país.

Yemen acumula casi tres años de conflicto y está al borde de una de las hambrunas más terribles de la era moderna, con 17 millones de personas que no saben si comerán mañana. Las tasas de desnutrición siguen siendo de las más altas del mundo, con casi dos millones de pequeños desnutridos y, de ellos, 385.000 con desnutrición severa aguda.

El colapso del sistema de salud, la falta de agua y alimentos constituyen un caldo de cultivo que no permite bajar la guardia ante la posibilidad de un nuevo brote de diarrea aguda (cólera).

4. República Democrática del Congo

Las revueltas en Kasai, región del centro de la República Democrática del Congo (RDC), han originado cerca de un millón de desplazados internos, 30.000 refugiados a lo largo del último año, según datos de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

Aunque se ha reducido la violencia, sube la alerta ante la crisis humanitaria. La desnutrición severa en menores alcanza el 10% y ya se cuentan 38.000 afectados por el cólera, mientras que los centros de salud han sido abandonados o carecen de medicamentos y personal.

5.Sudán del Sur

Más de un millón de niños sursudaneses sufren desnutriciónsevera. Las organizaciones humanitarias aún se enfrentan a muchos obstáculos para entregar ayuda en distintas zonas del país, consideradas demasiado inseguras desde que comenzó el conflicto en 2013.

La infancia en Sudán del Sur se enfrenta a muchos otros retos, más allá del hambre. Más de 2.300 niños han resultado muertos o heridos en los últimos cuatro años y se han registrado cientos de casos de violaciones y agresiones sexuales, según datos de Unicef. Dos millones de menores están fuera de la escuela y, si la situación actual se mantiene, es probable que solo uno de cada 13 niños acabe la escuela primaria, alerta Médicos sin Fronteras.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/01/26/planeta_futuro/1516964600_620547.html

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África: El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF

África/11 de Septiembre de 2017/Europa Press

El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF

El porcentaje de niños de entre seis y 15 años que no van a la escuela ha descendido únicamente un 1,3 por ciento en la última década, pasando del 12,8 por ciento de 2007 al 11,5 por ciento actual, según ha informado este miércoles el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). En su informe, el organismo ha resaltado que «los niveles de pobreza generalizados, los conflictos prolongados y la complejidad de las emergencias humanitarias han causado que esta tasa se estanque». En 2007 había 135 millones de niños sin escolarizar, en comparación con los 123 millones de niños en la actualidad.

Por ello, UNICEF ha pedido una mayor inversión para hacer frente a los motivos por las que los niños más vulnerables siguen sin acudir a la escuela.

«Las inversiones centradas en aumentar el número de escuelas y de profesores para responder al aumento de la población no son suficientes», ha dicho la jefa de educación de UNICEF, Jo Bourne.

El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF

«Este enfoque, el habitual, no devolverá a la escuela a los niños más vulnerables ni les ayudará a alcanzar todo su potencial mientras sigan atrapados en la pobreza, la privación y la inseguridad», ha argumentado.

El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF

Así, Bourne ha sostenido que «los gobiernos y la comunidad global deben dirigir sus inversiones a la eliminación de los factores que impiden en primer lugar que los niños vayan a la escuela», añadiendo que «esto implica hacer escuelas seguras y mejorar la enseñanza y el aprendizaje».

El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF

El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF

UNICEF ha alertado de que los niños que viven en los países más pobres del mundo y en zonas en conflicto son los más afectados por la falta de escolarización. Del total, el 40 por ciento vive en los países menos desarrollados y el 20 por ciento en zonas en conflicto.

El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF

En este sentido, el organismo ha resaltado que «la guerra continúa amenazando y revirtiendo los logros en educación», detallando que los conflictos en Irak y Siria han causado que 3,4 millones de niños más abandonen su educación, lo cual sitúa en 16 millones el número de niños sin escolarizar en Oriente Próximo y el Norte de África, un nivel similar al registrado en 2007.

El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF

Sin embargo, UNICEF ha destacado que el 75 por ciento de los niños en edad de cursar educación primaria y primer ciclo de secundaria que están sin escolarizar residen en África Subsahariana y el sur de Asia, debido a los altos niveles de pobreza, el rápido aumento de poblaciones y las emergencias recurrentes en estas zonas.

El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF

Pese a ello, el organismo ha reconocido que se han producido algunos avances, destacando los casos de Etiopía y Níger, donde ha habido «grandes progresos» en las tasas de matriculación durante la última década, con incrementos del 15 y el 19 por ciento, respectivamente.

El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF

FALTA DE FONDOS UNICEF ha indicado además que la falta de fondos para educación en emergencia está teniendo un impacto negativo sobre las tasas de escolarización en las zonas en conflicto, destacando que menos del 2,7 por ciento de los fondos se destinan a educación.

Así, ha manifestado que en los primeros seis meses de este año UNICEF sólo ha recibido el doce por ciento de los fondos necesarios para dar educación a los niños en situación de crisis.

«Se necesita urgentemente más financiación para abordar el número creciente y la complejidad de las crisis, y para dar a los niños la estabilidad y oportunidades que merecen», ha dicho UNICEF.

El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF

En este sentido, Bourne ha explicado que «el aprendizaje proporciona a los niños afectados por emergencias alivio a corto plazo, pero también es fundamental invertir en el futuro desarrollo de las sociedades a largo plazo».

El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF

«La inversión en educación no responde todavía a la realidad de un mundo inestable. Para lograrlo, debemos garantizar una financiación de la educación mayor y prevista, en emergencias impredecibles», ha apostillado.

Fuente: http://www.europapress.es/internacional/noticia-porcentaje-ninos-no-van-escuela-descendido-solo-13-ultima-decada-unicef-20170906073842.html

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