Mi hijo no come berenjenas

Por Alejandra Laprea

Es raro que en una página feminista se traten temas de alimentación, hijos o recetas, y para quienes conocen mi posición “anti-super-madre de la Revolución”, en que a veces se convierte a las mujeres desde el discurso oficialista, les parecerá que este artículo es un caso de usurpación de identidad. Pero, no. Nada de eso.

La verdad es que la guerra contrarrevolucionaria se está dando en lo económico tanto en la macroeconomía, como en la doméstica. El campo de batalla está en nuestras casas y premisas culturales que rigen nuestro abastecimiento de alimentos.

Bueno, la cosa empezó así. Mi amiga Olga un día desesperada me dice que no haya qué hacer con su hijo y la comida y como una gran desgracia me soltó: “…imagínate hoy para desayunar solo tenía huevo con yuca”. Me quedé viéndola fijamente y me encogí de hombros. Olga no entiende y la verdad que yo tampoco. Y no nos entendemos porque según mi experiencia no hay cosa mas rica que un huevo con la yema aguadita y unos palitos de yuca tostaditos. En cambio para Olga eso ni siquiera clasificaba como desayuno… y no les cuento Diego su hijo… porque esos guarichos saben como tomar el poder con eso de la comida.

Y así, empezó mi investigación sobre lo que ella considera un desayuno y cómo lo que consideramos comida y cómo lo comemos varía de región a región, de familia a familia.

Por ejemplo para Olga un plato de atol de avena es una merienda, para mi es lo mejor que le puedo dar a mis hijos de desayuno. Para Olga la avena solo se puede hacer con leche, para mi, que hace años deseché los lácteos por dañinos es perfecta con un agua bien aliñada con una ramita de canela, anís y papelón.

En mi casa, mis chamos son dos adolescente insaciables, hemos tenido una ventaja estratégica porque siempre hemos cultivado la flexibilidad en lo que comemos. La norma siempre ha sido “…tenemos derecho a tener nuestros gustos pero, hay que probar primero”.

Pero, a mi hijo menor la berenjena no le hacía gracia y este año tenemos una cosecha fantástica de berenjena y están baratas.

Intentamos primero pelando las berenjenas asándolas en una plancha caliente o en el horno y sazonándolas con sal, ajo y aceite para luego usarla como acompañante, un clásico que no tuvo éxito en el paladar del chamo.

Luego probamos haciéndolas como hamburguesas. Asamos las berenjenas, sacamos la carne, cortamos en cuadritos pequeños, aliñamos como si fuéramos a hacer una hamburguesa, añadimos huevo y algún aglutinante (pan rayado, maicena, harina de trigo o maíz e incluso avena molida como harina) y nada, a él no le gustó. Finalmente… pasticho… y ¡Eureka! Pelamos las berenjenas, las rebanamos y asamos. Hacemos un guiso de pasticho, que en mi casa va desde el clásico de carne molida hasta uno de gallina pasando por uno absolutamente vegetariano con carne de soja. Como los lácteos están en el destierro, la bechamel la hacemos con caldo de verduras, y el tostadito que da el queso lo hacemos con boronas de casabe o mañoco, (cuando consigo esta maravilla amazonense) o pan rayado rociado con un chorrito de aceite para que tueste.

Y aparte de querer pasarles mis recetas lo que quiero decirles es que el hacer nuestras comidas es también una construcción social y cultural en la cual podemos innovar y liberarnos de patrones de consumos que han sido impuestos para beneficio de la agroindustria, empresas empaquetadoras de alimentos como la Polar, trasnacionales de la comida rápida o procesada, toda una cadena de dominación capitalista en la que la tan querida berenjena no tiene cabida por su nobleza, facilidades para cultivar y versatilidad en la cocina. Y ella entre un montón de productos que florecen en nuestros conucos y patios.

Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/mi-hijo-no-come-berenjenas-opinion/

Imagen tomada de: https://4.bp.blogspot.com/-k_O0IrcuJ6A/V2GiSisFfII/AAAAAAAAC7U/SKWkjJP1ceYsoGdq8YEWZsWhCDu7Ydq9QCLcB/s1600/Berenjenas-1%255B1%255D.jpg

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Alejandra Laprea

Feminista

Una respuesta a “Mi hijo no come berenjenas”

  1. La felicito muy buen articulo, asi derrotamos la guerra económica que impera en Venezuela, a causa de empresarios burgueses y oligarcas aliados con consorcios transnacionales que quieren debilitar a nuestro pueblo acaparando y escondiendo nuestros productos, ya esta bueno de facilisimo.

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