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Darío Sztajnszrajber: “Un docente es alguien que inspira a que el otro se transforme”

Entrevista a Darío Sztajnszrajber

Por: Redacción Página 12

“A mí me gusta pensar a la filosofía más que nada desde su faceta deconstructiva, vendría a ser un arte que tiene como objetivo la pregunta perturbadora, provocativa que busca desestructurar el sentido común. Sirve para cuestionar el sentido común vigente y para eso echa mano a toda una serie de cuestionamientos que en general en las sociedades son vistos en su carácter de inútil”, dice el filósofo y más conocido por los argentinos ante la tan simple y compleja consulta de para qué sirve la filosofía.

El multifacético pensador contemporáneo del apellido difícil señala también que la filosofía viene a poner en cuestión también la idea de que todo en el mundo que vivimos tenga que servir para algo y rescata el rol transformador de la educación. “El criterio de la utilidad se ha vuelto un valor hegemónico, un valor que nadie visualiza como tal, que se da por supuesto. Y la filosofía busca sacar a luz qué hay detrás de ese supuesto”. Desde Universidad lo interrogamos por el significado del nombre de su espectáculo (que se presenta en Resistencia, Chaco el 13/04 y en Posadas, Misiones el 14/04) y si de alguna manera interpela al lugar que ocupa la educación.

¿Qué implica salir de la caverna hoy? ¿Cuál es el rol de la educación y la Universidad?

Salir de la caverna hoy para mí tiene que ver con una relectura de la alegoría platónica, en no pensar en que uno alcanza una realidad verdadera sino que hoy salir de la caverna sería despojarte de aquella cotidianeidad que das por supuesta y entonces entrar en una caverna mayor, una caverna mayor que al principio se te presenta con toda su diferencia con respecto a la anterior y te brinda respuestas nuevas, pero que lentamente también vas entendiendo que se trata de otro dispositivo, por eso creo que una pedagogía emancipatoria hoy en el mundo de la educación tendría que tener que ver más con inspirar a los estudiantes a estar saliendo permanentemente de cavernas, salir de la caverna es un ejercicio permanente, una revolución permanente.

Ahí cobra gran importancia el docente y su relación de poder con el alumno…

La docencia es una figura de la amistad. Me gusta esa idea de amistad nietzscheana donde Nietzsche invoca a acercarnos al extraño y no al prójimo, al próximo, o sea al propio. Entonces entiendo que están cambiando mucho los tiempos a nivel material, tecnológico y que el aula tradicional ha muerto y no se sostiene hoy un vínculo docente – alumno como en el siglo pasado. Sobre todo porque cualquier estudiante nuestro de enseñanza media ya sabe más que un profesor porque tiene mayor capacidad de acceso a la información que circula, con lo cual obliga a repensar cuál es la función docente. Creo que cada vez menos tiene que ver con los contenidos y cada vez más con provocar un acontecimiento educativo que es otra cosa, que es inspirar a que los estudiantes busquen su propia transformación. Yo lo resumiría así: un docente es alguien que inspira a que el otro se transforme. Un docente y un estudiante mantienen una relación de poder y esa relación de poder por suerte genera la mutua transformación y de alguna manera de lo que se trata es de que esa diferencia se sostenga porque si no, el poder se vuelve abusivo y entonces el docente termina disolviendo la otredad del alumno para conformarlo de acuerdo a su propia expectativa.

Tomamos aire luego de la reflexión para meternos en su parte histriónica. Sus libros, la televisión, el teatro, en definitiva: la masividad, algo impensado para un filósofo.

Estás por sacar un nuevo libro que se llama “Filosofía en 11 frases”: ¿por qué 11? Si tuvieses que elegir alguna frase para describir la coyuntura (aunque no esté entre las del libro) ¿cuál sería?

Sí, salgo con un libro en mayo que se llama Filosofía en 11 frases, lo presentamos en la Feria del Libro el domingo 13 de mayo. Son las 11 frases que a mí más me han interesado a lo largo de la historia de la filosofía y con la contundencia y el cliché que tienen esas frases trato de generar una deconstrucción de las mismas e ir trabajándolas, asociándolas con otros conceptos filosóficos pero también atravesado el texto con ficción, que va haciendo de las frases una especie de postas para la historia de un personaje que anda pululando por la Argentina de hoy, en el marco de una fuerte crecida de violencia política.

Si tuviera que elegir una, elegiría la última de las 11 frases que analizo que es “Donde hay poder, hay resistencia” de Michel Foucault y me parece fundamental que hoy repensemos esa frase y leamos el texto de Foucault histórico “Historia de la sexualidad, volumen 1” para entender por fuera de cómo se presentan los medios de comunicación sobre todo la cuestión del poder en la Argentina de hoy, nuevas lecturas que nos ayuden a mover un poco las piezas que parecen tan firmes y entender por dónde pasa hoy el poder, qué es hoy resistir al poder, si sigue teniendo sentido la palabra resistencia, si no es la resistencia una necesidad del poder, etc.

¿Cuándo te diste cuenta que te habías vuelto un personaje masivo?

Para nosotros, hacer Mentira la verdad que fue el programa que hicimos a partir del 2011 en Canal Encuentro fue un placer y nos dio mucha satisfacción porque veíamos que podíamos ir pergeñando nuevas formas de hacer filosofía poniendo allí mucho de lo que veníamos experimentando en el aula, era un desafío que cuando empezamos a terminar de editar los programas los veíamos muy logrados. No sabíamos cómo iba a pegar y la verdad que excedió todas nuestras expectativas porque siempre pensamos que iban a ser programas que iban a circular en las aulas, en los colegios y sobrepasó ese primer objetivo. Después de Mentira la verdad los distintos proyectos donde nos fuimos metiendo de divulgación de la filosofía empezaron a tener otra llegada.

Sobre el aborto y el feminismo

¿Cuál es tu postura frente al aborto?

Estoy a favor de la despenalización del aborto. El cuerpo de la mujer es una de las principales víctimas del poder patriarcal y la prohibición del aborto se inscribe en gran parte de estas políticas que se asocian a toda una serie de consecuencias sociales de las cuales, sobre todo, la más importante obviamente es la fuerte diferencia social que aqueja a las mujeres que no tienen la capacidad de acceso que sí tienen otras.

¿Qué es el feminismo?

El feminismo postula dos cuestiones que para mí son claves: no solo cambia nuestra idea de lo sexual, de la identidad y del género sino que además cambia nuestra idea de hacer política porque me parece que los movimientos feministas están de algún modo siendo una muy interesante respuesta a la crisis de la política tradicional. Lo que propone el feminismo es repolitizarlo todo, entender que detrás de los lugares donde menos se supone que circula el poder es donde más se hace política.

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Ángeles Álvarez-Cedrón: «El 40% del fracaso escolar es debido a dificultades del lenguaje»

Entrevista con Ángeles Álvarez-Cedrón, logopeda y maestra de Educación Infantil y Primaria

Por Carlota Fominaya

Muchos padres con hijos que tienen un trastorno específico del lenguaje (TEL) tardan en recibir el diagnóstico. Las familias muchas veces se encuentran con pediatras que cuando les cuentan que han observado dificultades en el lenguaje de sus hijos, les responden que «ya hablará, cada niño tiene su ritmo». Tampoco es fácil que lo detecten en el colegio, «aunque lo normal es que las tutoras de infantil detecten a los niños con dificultades en el lenguaje y los deriven al departamento de orientación del centro escolar», precisa Ángeles Álvarez-Cedrón, logopeda y maestra de Educación Infantil y Primaria del madrileño colegio Sagrado Corazón (C/Don Pedro, 14), dejando por un momento de lado las cartulinas de colores y los diferentes recursos que utiliza con sus pequeños alumnos.

¿Cuáles deberían ser los síntomas de alarma para una familia?

Una familia debería acudir a un logopeda cuando el niño presenta los siguientes síntomas: no comprende órdenes, no sigue instrucciones sencillas, no ejecuta de forma secuenciada tres instrucciones, presenta un vocabulario pobre, comete errores gramaticales simples, escasa producción de frases, sólo utiliza dos elementos en una frase, habla prácticamente ininteligible (no se le entiende), o comete errores en la comprensión de preguntas.

Se señala que hasta un 40% del fracaso escolar puede deberse a alteraciones de lectorescritura. ¿Qué estamos haciendo mal?

Sí, cerca de un 40% del fracaso escolar es debido a dificultades del lenguaje. Por eso es de vital importancia el desarrollo adecuado del lenguaje en la Etapa de Infantil y para lograrlo, el proceso de lecto-escritura debe respetar los ritmos de aprendizaje de cada niño. Reforzar las habilidades lingüísticas en esta etapa es un requisito imprescindible para la buena adquisición de la lectoescritura. En los últimos años se está acelerando este aprendizaje, en mi opinión es un aprendizaje tan importante y determinante en el niño que debería partir del aprendizaje por descubrimiento. El niño está deseando aprender a leer y se debe fomentar la lectura como fuente de placer y disfrute.

Según su experiencia de treinta años en la educación, ¿qué tipo de alteraciones o trastornos tienen más prevalencia en el alumnado?

En la etapa de Educación Infantil venimos observando que cada vez los niños tienen un lenguaje más inmaduro, de ahí la importancia de estimular el lenguaje en esta etapa como un área fundamental para el desarrollo integral del niño.

En la etapa de Primaria existen bastantes alumnos con alteraciones en lecto-escritura, también se debe potenciar el lenguaje oral por su importancia para la buena estructuración de la comprensión y expresión escrita. Existen también algunos alumnos que tienen discalculia, dificultades en el cálculo numérico… estos chicos muchas veces comparten esta dificultad con la dislexia.

También existen niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperatividad (TDAH) que tienen dislexia y/o alteraciones de lectoescritura.

¿Se puede confundir un TDAH con dislexia?

En muchos niños se presentan las dos dificultades simultáneamente, y a veces no sabemos identificar cuál es la causa principal. Independientemente de esto, a un niño con TDAH hay que estimularle el lenguaje, porque estos menores necesitan reforzar tanto las habilidades linguísticas como las cognitivas, así como las funciones ejecutivas (entre las que se encuentran la habilidad para planificar, organizar, ejecutar… etc.).

Entendiendo que el cerebro de un niño es súper plástico, y que cuanto antes se detecten las alteraciones, mejor. ¿Es posible localizar a estos niños en Infantil?

Educación Infantil es una etapa en la cual se desarrollan capacidades, por tanto, la detección y estimulación de las dificultades es primordial, pero es cierto que cada niño tiene su ritmo de aprendizaje, a no ser que el trastorno sea muy severo nosotros damos más importancia a la intervención que a etiquetar al niño con un diagnóstico.

Tanto en la detección como en el tratamiento de alteraciones la figura del logopeda cobra una importancia crucial, pero muchos colegios no disponen de planes específicos para trabajar en esta línea. ¿De qué depende, siendo tan importante?

En principio, depende mucho del colegio. El nuestro apuesta por la calidad educativa y por ofrecer a cada alumno la respuesta educativa que necesita. En esta línea, desde mi departamento se elaboró un «Proyecto de Logopedia» que fue apoyado por el equipo directivo. Esta iniciativa no es frecuente encontrarla en los colegios, la Consejería de Educación no dota de este recurso, por tanto ha sido decisión del Colegio que exista este plan.

Mucha gente asocia solo la función del profesional de la logopedia a aquellos que no pronuncian bien la «erre», cuando su trabajo es más amplio. ¿En qué consiste?

El término logopedia proviene de los términos griegos logos «palabra» y paideia «educación» que podría traducirse como educación de la palabra.

La logopedia es una especialidad que se dedica al diagnóstico, prevención y tratamiento de las dificultades del habla y del lenguaje (oral y/o escrito) tanto a nivel expresivo como comprensivo.

El logopeda trabaja el contenido y la forma del lenguaje, atiende las dificultades de todos los aspectos del lenguaje: desde la pronunciación, al vocabulario, el razonamiento verbal, la comprensión oral y escrita, la estructuración correcta de las frases y el uso adecuado del lenguaje en diferentes contextos.

¿En qué consiste el programa de estimulación temprana que llevan a cabo en su centro, el colegio Sagrado Corazón de Don Pedro, 14?

El objetivo primordial de este proyecto es la prevención del fracaso escolar. Como decíamos antes, el 40% del fracaso escolar es debido a dificultades del lenguaje, y en concreto el 10% de los alumnos tienen dislexia. En este sentido, el proyecto de nuestro centro consta de dos programas.

En la etapa de Educación Infantil tenemos un programa de estimulación del lenguaje oral cuyo objetivo es detectar las dificultades tempranamente y estimular el lenguaje oral ofreciendo orientaciones a las familias para potenciar las habilidades lingüísticas de los alumnos que presentan dificultades. En el caso de que las dificultades no puedan ser abordadas por la familia se derivan a logopedia externa.

En la etapa de Educación Primaria llevamos a cabo un Programa de Estimulación del lenguaje oral y escrito cuya metodología es interactiva, lúdica y cooperativa. Realizamos talleres de pronunciación, razonamiento verbal, expresión oral, lectura y escritura creativa y educación emocional.

¿Cuáles serían los recursos digitales más recomendados tanto para profesionales como padres?

Los recursos digitales son herramientas que favorecen mucho el trabajo con los alumnos. Durante este curso estamos realizando un estudio científico con la herramienta DytectiveU que ha creado el prestigioso Equipo de Investigación Change Dyslexia. Su fundadora es la doctora Luz Rello. Es una herramienta para reforzar las habilidades lingüísticas y cognitivas. También utilizamos para la detección de la dislexia la herramienta Dytective Test.

Existen muchas aplicaciones también para trabajar el desarrollo del lenguaje en la Etapa de Infantil. Un buen profesional puede ayudar a la familia en su selección.

http://www.abc.es/familia/educacion/abci-40-por-ciento-fracaso-escolar-debido-dificultades-lenguaje-201804092115_noticia.htmlFuente:

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Erik Assadourian: “Los temas tabú rara vez se incluyen en el currículo”

Por

Así era…

Erik Assadourian Director del Proyecto EarthEd, conferenciante y autor.

Recuerda la época del parvulario donde aprendió gracias al juego no estructurado, construyendo con tuberías, leyendo historias… Allí fue realmente donde le enseñaron las primeras habilidades para la vida que todavía tiene presentes. Una de las anécdotas que recuerda con especial simpatía fue cuando se “rompió la pierna”, pero que según dice, no fue más que un esguince que se produjo de forma intencionada.

Gran parte de nuestras enfermedades, tanto del planeta (cambio climático, pérdida de biodiversidad, contaminación plástica de los océanos…) como de las personas (obesidad, drogadicción, tabaco, alcohol…), provienen del consumo excesivo. Reducir el consumo de forma controlada podría solucionar muchos de nuestros problemas de salud y sociales así como las enfermedades planetarias. Por supuesto, en un nivel más profundo, si los maestros pueden encontrar la manera de discutir el decrecimiento, pueden explorar la era industrial, el aumento de la edad del consumidor, la psicología del marketing, la globalización de la economía, y mucho más, ya que el decrecimiento abarca todos los temas.

Son cada vez más los autores que plantean un muy cercano colapso, tanto medioambiental como social y económico. ¿Por qué cree que el sector educativo se sigue manteniendo ajeno a esta realidad?
Probablemente se debe a que se trata de un tema tabú. Hemos vivido durante generaciones con una creencia basada en que el crecimiento rápido y sostenido es el estado natural de las cosas. Si las economías no crecen, fallan. Por lo tanto, incluso hablar de controlar las emisiones de CO2 para evitar un cambio climático desbocado (un proceso que requeriría un decrecimiento económico) es tabú. En su lugar, hacemos planes para reducir las emisiones a partir de una transición de la energía renovable (sobre la base de tecnologías futuras que aún no se han identificado). El fracaso de los sistemas en los que hemos puesto esperanzas durante, al menos los últimos dos siglos, es todavía más tabú. Y los temas tabú rara vez se incluyen en el currículo.

¿Cuáles son los objetivos del proyecto EarthEd y de la educación Eco-social?
El principal objetivo es desafiar la educación actual. Vivimos en una sociedad centrada en la cultura del consumo, que causa cambios muy rápidos en el planeta. Necesitamos un conjunto de habilidades para poder sobrevivir y transformar nuestra realidad para estar en equilibrio con la Tierra. En los colegios no se enseña a ejercer el liderazgo, a trabajar la educación moral o a desarrollar un pensamiento crítico. No pretendemos renunciar a enseñanzas tradicionales como la alfabetización básica, la aritmética o el multilingüismo, pero hemos de formar y dotar de herramientas a los estudiantes para adaptarse a un planeta cambiante.

¿Cuál es el principal problema para promover la educación eco-social?
La concepción actual de muchas escuelas es enseñar a los alumnos a ser buenos consumidores y que en el futuro consigan empleos bajo los parámetros que marca la sociedad. Hay muchos colegios en Estados Unidos que están influenciados por la cultura  del constante crecimiento económico y no se cuestionan la situación crítica en que se encuentra nuestro planeta.

Ustedes definen seis principios básicos de la educación eco-social. ¿Podría describirlos brevemente?
El primero de ellos es La Dependencia de la Tierra y se encuentra en la base piramidal del EarthCore. Consiste en entender que la humanidad depende totalmente de la Tierra para su bienestar. El segundo es la Interdependencia, que se centra en promover la educación moral y la convivencia. Debemos asumir el reto de la distribución equitativa de recursos cada vez más limitados, y la educación debe cultivar el entendimiento con nuestros semejantes. Otro principio muy importante es la Creatividad, que debe actuar como una habilidad básica para enfrentarnos y buscar soluciones a todos estos problemas.

Los tres restantes…
El Aprendizaje Profundo para propiciar la capacidad de pensar críticamente y de manera sistémica sobre los desafíos globales. Los estudiantes han de aplicar un conjunto de conocimientos flexibles, adaptables y capaces de gestionar imprevistos. El quinto principio son las Herramientas para la Vida, nuevamente para ser resistente y ser aún más sostenible y desarrollar el pensamiento crítico, la inteligencia social y emocional y la creatividad. Por último, en el pináculo de la pirámide de EarthCore está el Liderazgo Centrado en la Tierra, que consiste en la actualización completa de la educación para empoderar a los estudiantes para que sean ciudadanos respetuosos, capaces de trabajar enérgicamente para construir un futuro sostenible.

¿Cómo podemos revertir la mentalidad consumista de la sociedad y, más concretamente, la de los más jóvenes?
El promedio de impactos publicitarios que reciben los niños es muy elevado. Esto influye en su mentalidad ya que desarrollan valores y necesidades en función de determinados productos. Debemos resguardar a los jóvenes de estos impactos y desde las escuelas se debe ralentizar la exposición. En este sentido, en Estados Unidos se ha puesto en marcha una campaña dirigida a los padres para mentalizarles de que sus hijos no deben tener un teléfono antes de los 13 años.

¿Cómo se puede alejar a los más jóvenes de su adicción a la tecnología?
Debemos “desengancharlos” de la dependencia hacia la tecnología, pero al mismo tiempo hemos de llenar ese vacío con alternativas, como dedicar más tiempo  a la comunidad, a realizar actividades al aire libre, a fomentar que interactúen con el mundo real y a conseguir que los estudiantes puedan hacer realidad sus pasiones. Hay muchos ejemplos en nuestro libro de jóvenes que hacen cosas geniales, como campañas para eliminar las bolsas de plástico o proyectos de restauración comunitaria. Debemos movilizar a los jóvenes para que este tipo de proyectos surjan de ellos mismos y que no esperen que sean promovidos por los adultos.

¿Es compatible el protagonismo de las TIC que propone la innovación educativa con el decrecimiento?
Lo más importante es determinar cómo las estamos utilizando. ¿Las aprovechamos para complementar el conocimiento de los maestros con videos de expertos, documentales y medios educativos y entrenamientos interactivos? ¿O los niños en su mayoría juegan a videojuegos, se “conectan” con sus “amigos”, son bombardeados con publicidad…? Tristemente, lo habitual es el segundo caso. En parte porque hay un fuerte ánimo de lucro que impulsa estos usos. Si podemos proteger a los niños de la parte más nociva de las TIC, entonces seguro que son una excelente herramienta para enseñarles acerca de la sostenibilidad, el decrecimiento y prepararles para los grandes cambios que enfrentarán en sus vidas.

¿Se están produciendo cambios? ¿Se está tomando el camino hacia la educación sostenible?
Hay muchos casos de escuelas y profesores que están introduciendo cambios, pero no a la escala necesaria. Un buen ejemplo sería el de la escuela SEEQC (School for Exploring Essential Questions) en Honolulu, donde a los niños de 12 años cada semestre se les  plantea una pregunta sobre la sostenibilidad. Por ejemplo ¿cómo reciclar? Los estudiantes deben investigar y encontrar soluciones y, para ello, cuentan con la ayuda de tutores y de la comunidad.

¿Qué tipo de escuelas son más sensibles a este sistema educativo?
Las escuelas infantiles tienen más opciones de hacer cosas alternativas (más libertad de innovación). Algunos parvularios tienen una estructura en la que los niños dedican sus primeros años a descubrir jugando, nadando, estando en la naturaleza. Esta innovación en parvularios nos plantea una pregunta, ¿cómo seguir incentivando estas medidas conforme los niños van creciendo?, ¿cómo mantener esta educación libre y ecológica? La educación debe ser reestructurada para ser más innovadora y holística.

¿Qué países están más avanzados en la implementación de una educación sostenible?
Se está empezando a innovar en todo el mundo. Si nos centramos en Europa nos encontramos con países como Finlandia donde se está demostrando lo importante que es el tiempo libre y el hecho de jugar. En sus escuelas se fomenta el juego obteniendo excelentes resultados, ya que los niños mejoran mucho a través de estas experiencias. Alemania cuenta con hasta 10.000 parvularios naturales y Suiza es un país puntero en sostenibilidad y en sistemas científicos en las escuelas.

Para finalizar, ¿cómo cree que debería ser la educación en 2030?
Ya se están tomando algunos caminos hacia donde creo que debería ir la educación. Existen escuelas que desarrollan proyectos en los que potencian el emprendimiento, el conocimiento del ecosistema que rodea a los estudiantes o las destrezas de la vida. Se trata pues, de enfocarse en la Educación de la Tierra y promover escuelas que se especialicen en la enseñanza local, conocimiento ecológico, activismo y liderazgo centrado en la Tierra.

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Carles Barba: “La igualdad educativa se lucha más fuera que dentro del aula”

 Por

Director de la Alianza Educació 360, una propuesta de la Fundación Bofill, la Federación de Movimentos de Renovación Pedagógica y la Diputación de Barcelona

Cuando Carles era pequeño leyó el relato de Tenzing Norgay y Edmund Hillary, los escaladores que coronaron por primera vez el Everest el 29 de mayo de 1953. Aquella historia le fascinó tanto que afirma que le hubiera encantado protagonizar aquella hazaña de altura. 

¿Por qué parcelamos los tiempos educativos? ¿Dónde está la línea de lo que es educativo y lo que no?
La sociedad en un momento dado creó una institución que es la escuela y en la que se delegó, y se delega, la responsabilidad de la educación. Llega un momento en el que el Estado se apropia de este encargo y de la institución, en la medida que los derechos sociales avanzan y garantiza de forma universal el acceso a esta educación obligatoria. A partir de aquí se determina qué es aquello que se debe educar y se establecen una reglas del juego. Se crea un imaginario social que considera que la educación es aquello que pasa dentro de la escuela y además está relacionado con los tiempos lectivos.

¿Por qué?
Básicamente porque se establecen unos medidores: del aprendizaje, de contenidos, etc.. Se tiene en cuenta aquello que se puede medir y evaluar. Ahora estamos en un momento de cambio, todo el mundo coincide en que la gente se educa y aprende no solo en el colegio, a través de una fuente de conocimiento principal que es el maestro, sino que el acceso a la información y las oportunidades educativas se producen en todos los tiempos y espacios del niño o la niña. La contradicción que se produce ahora es que, pese a que la sociedad es consciente de esto y que los expertos cada vez hacen más hincapié en ello, el sistema continúa respondiendo a los parámetros del siglo pasado. Es un anacronismo.

¿Ahora existe una línea divisoria clara entre lo que es formal y no formal?
Sí, pero la realidad la está desdibujando. Nosotros lo que queremos es derribar las fronteras que hay en los tiempos lectivos y no lectivos. El problema es que el sistema las establece, tanto dentro del colegio como fuera. Pensemos que dentro del perímetro de la escuela, el 30% del tiempo del niño es tiempo no lectivo: hablamos del patio, del mediodía, de las extraescolares, etc. Esto no siempre está conectado con el proyecto educativo. Estos aspectos se conciben como un aspecto de conciliación y no como parte sustancial del proyecto educativo.

En este sentido, ¿cuál es la propuesta de Educación 360?
Nuestra apuesta es hacer un cambio muy radical y muy profundo. Lo que nosotros queremos es que el modelo educativo integre aquellas oportunidades educativas que ahora están fuera de la educación reglada. Y en segundo lugar, que esto se haga con equidad.

¿ A qué se refiere?
La sociedad es desigual, y en la medida que el Estado no garantiza el acceso de todos los niños en igualdad de condiciones, las desigualdades se reproducen y se amplifican. Hay factores económicos, pero también culturales, familiares, de género, de residencia, de funcionalidad… Hay una serie de factores que hacen que el acceso a estas oportunidades educativas se produzca de diferente manera. En la medida que unos acceden y otros no, la distancia se hace más grande. Creemos que la batalla por la igualdad educativa se va a luchar más fuera de la escuela que dentro de las aulas.

¿Y eso por qué?
A la escuela va todo el mundo, institucionalmente es igual para todos. Sin embargo, no todos gozan del mismo tiempo libre. Por ejemplo, en aquellos lugares en los que hay una jornada compactada, los estudiantes tienen toda la tarde libre. Algunos estudiarán, otros irán a inglés, otros harán algun deporte, pero otros se quedarán en el sofá toda la tarde. Esto varía según el contexto que tengan los jóvenes. Esto genera unas desigualdades muy profundas.

¿Cómo nace el proyecto de Educación 360?
Ya hace algunos años que el proyecto se cocina, pero ahora se ha presentado públicamente. Hay tres instituciones que deciden impulsar esto: Diputación de Barcelona, la Federación de Movimientos de Renovación Pedagógica y la Fundación Jaume Bofill. Todos tienen claro que la vida de los chicos y chicas no solo suceden en las clases y por lo tanto nos tenemos que ocupar de la mirada en 360 grados, una mirada global. Estas tres instituciones complementarias y diversas han coincidido en este diagnóstico: poner en valor las oportunidades educativas que pasan fuera del horario escolar, pero a su vez de ser conscientes que el modelo educativo actual no las integra lo suficiente.

¿Y cuál es el camino para conseguirlo?
La propuesta es crear una alianza en la que se invita a participar a todos los actores que tengan cosas a aportar en esta idea en promover una Educación 360 para los niños y niñas, por lo tanto, dentro y fuera de la escuela, que supere los tiempos y los espacios y hacerlo con equidad y conectando aprendizajes.

¿Dónde está “instalado” ya el proyecto?
Estamos presentes en colegios, en ayuntamientos, en entidades sociales, clubs deportivos, escuelas de música… pero también en grupos de investigación de universidades que quieren contribuir con su trabajo a generar conocimiento de este ámbito, porque realmente hay muy poco. Se hacen muchas cosas interesantes pero es muy poco visible y está poco sistematizado. Nos gustaría generar conocimiento sobre cómo hacer este cambio, los aprendizajes que se generan, las competencias que se trabajan, cómo buscar sistemas de reconocimiento o de acreditación, cuánto cuestan estas cosas, quién lo paga, etc. Son temas importantes para conseguir la equidad.

Promovéis experiencias de Educación 360 ¿En qué consisten exactamente?
Depende del agente que lo impulsa. Cuando se trata de un ayuntamiento, por ejemplo, lo que se trabaja es una estratégia política que promueva las oportunidades educativas más allá del tiempo lectivo y que estas sean diversas. Hay sitios donde solo se hace deporte, o solo música. Lo que queremos es garantizar que haya diversidad con las oportunidades educativas y que estas sean de calidad. Esto debe estar conectado con los centros educativos y con los colegios. Ahora lo que nos pasa es que la decisión sobre las extraescolares de un centro no las toma ni el propio centro y no se involucra. Por último y muy importante: que se garantice el acceso a toda la población, que no sea un espacio que genere desigualdad.

¿Y quién se encarga de pensar y poner en marcha el proyecto?
Es importante que participen todos los actores de la comunidad. No solo se pueden implicar el colegio y los profesores que tienen sus horarios y sus obligaciones, también se deben implicar las entidades del pueblo, equipamientos municipales, etc. Todos los actores deben pensar juntos cómo llevar a cabo el proyecto, es la única forma de lograr que cada parte aporte aquello lo mejor de sí mismo. Por ejemplo, ¿es interesante que los niños y niñas puedan vivir la experiencia de vivir una estancia en otro país para aprender un idioma? ¿O esto no nos lo podemos plantear porque solo está al alcance de unas determinadas familias? ¿Podemos pensarlo para todos? Si es que sí.. ¿cómo lo hacemos?

¿Los profesores juegan un papel protagonista? ¿Es parte del trabajo del tutor ocuparse de qué hacen los alumnos en su tiempo libre?
Yo diría que sí, que debería formar parte de su preocupación, pero que en estos momentos no lo puede hacer. ¿Qué posibilidades tiene de hacerlo? No es una responsabilidad exclusivamente suya. La política pública debe incorporar la mirada 360 grados.

En otros países ya se han interesado por esta estrategia. ¿Tenéis datos de los resultados obtenidos?
En nuestra web hay 4 informes al respecto sobre experiencias en diferentes países. Yo creo que es importante ver que lo que nos estamos planteando aquí es un problema que subyace en todas partes. En todo caso, las iniciativas son diversas y los resultados desiguales. En cada sitio hay que encontrar las soluciones de acuerdo a su contexto. Por ejemplo, en Francia prima mucho el peso del municipio. Tienen mucho margen para concretar. En otro lugares, como en Reino Unido, el componente social y dar respuesta a situaciones sociales precarias es un tema que ocupa más la agenda de estas experiencias.

¿Y las familias? ¿Qué papel juegan?
Imaginemos un entorno familiar inquieto, que va a conciertos de música, que lee, que sale a la montaña… es muy diferente el chico o chica que tiene este entorno que el que no lo tiene. Es muy importante el espacio y el tiempo de compartir. Todas las políticas que vayan en la dirección de favorecer la conciliación y permitir estos espacios de enriquecimiento del tiempo familiar serán decisivas para el desarrollo pleno de los niños y niñas.

¿Nos cuenta alguna experiencia que le resulte relevante?
¡Claro! Manlleu es una pequeña población que tiene una concentración de población inmigrante importante: su reto gira entorno a la integración. Han diseñado un programa que lleva un par de años en marcha que lleva la coordinación de la actividad extraescolar del municipio entre diferentes colegios y el ayuntamiento. Han hecho un programa conjuntos con un diálogo común en el que han identificado oportunidades y necesidades. Lo han organizado de forma que un niño puede ir a clase a una escuela, pero puede hacer la clase extraescolar en otro centro. Por lo tanto, podrá acceder a una oferta más variada, conocerá a chicos y chicas de otros centros y contextos, etc. Coordinar AMPAS y escuelas distintas es complicado, pero en esta experiencia lo han conseguido y el resultado es muy enriquecedor. 

Fuente: http://blog.tiching.com/carles-barba-la-igualdad-educativa-se-lucha-mas-dentro-del-aula/
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“Hemos entrado en un periodo de excesivo proteccionismo de los niños en familias y escuelas” Entrevista a Elena Martín

Europa/España/12 Abril 2018/Autor: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: El diario la educación

Elena Martín hace hincapié en la necesidad de que las familias reciban ayuda y educación para convertirse en educadoras. Estar biológicamente preparados no hace a madres y padres, culturalmente educadores. La sociedad tiene un papel que hacer aquí importante.

Catedrática de la Universidad Autónoma de Madrid en Psicología Evolutiva y de la Educación, Elena Martín es una de las mayores expertas de España en el desarrollo del niño. Martín se extraña de que la sociedad considere que los padres, por el hecho de serlo, estén preparados para educar a sus hijos y defiende que necesitan ser educados como educadores, porque criar a un pequeño muchas veces es ir contra la propia intuición. También lamenta que se haya pasado de primar lo individual frente a lo colectivo.

Es una pregunta amplia y un poco general pero, ¿está bien planteado el sistema educativo en sus primeras fases, si atendemos a las necesidades de desarrollo y autonomía de la infancia?

No es un problema solo del sistema educativo. La respuesta exige trascenderlo. Creo que hemos retrocedido en algo necesario para el desarrollo, que es la capacidad de experimentar. En general, algo que ha sido un avance en el sentido de considerar la infancia como un periodo en el que los niños y niñas necesitan una atención específica a sus características, y eso supone muchas veces más protección de la que ha habido. La infancia es un concepto cultural, hace siglos se creía que los niños son adultos en pequeño, ahora sabemos que la mente de los niños es cualitativamente distinta a la de los adultos. No solo que hace todo en menor cantidad, sino que es distinta y eso es un avance. Un niño no tiene recursos para enfrentarse al miedo o para aceptar determinados aspectos de la realidad, como puede ser el sexo. Esto pone de manifesto que los niños están en un periodo que exige que para protegerlos hagamos un sistema que tenga en cuenta sus características. Pero no puede ser que la idea de protegerlos nos haga olvidar algo tan importante o más: que el ser humano aprende porque experimenta sobre el espacio y sobre el mundo. Toca, anda, etc. Es la acción sobre el mundo la que provoca el desarrollo. Cuando esa protección se convierte en sobreprotegerlos, corremos el riesgo de anular la potencialidad del mecanismo esencial del desarrollo, que es la experimentación, la exploración del espacio. Y cuando no tienen posiblidades de explorar, de entrar en contacto con la calle, de aprender a andar sin que te pille un coche, les estás hurtando un mecanismo de desarrollo muy grande. Puede que —yo lo pienso así— hayamos entrado en un modelo de excesivo proteccionismo, tanto en las familias como en las escuelas. Creo que más en las familias.

¿En qué momento hemos llegado a esta sobreprotección?

No es fácil entender que cuando una persona, un niño, no es capaz de hacer una cosa la manera de ayudarla no es hacérsela inmediatamente tú. Es esperar, darle ayuda, animarle a que lo intente. Si tú se lo haces, esa persona aprende de una manera menos potente que si lo hace ella. Si un niño, haciendo un puzzle, no sabe dónde poner una pieza y se la pones evitará la frustración, pero no aprenderá igual. Lo que una persona aprende al ver a otro poner una pieza es muy poco potente, está basado en la memoria visual de colocar una imagen. Con una ayuda en la que dices que piense de qué color es la pieza, qué le falta a la vaca… combinas el hecho de ayudar con no suplir la competencia del niño. Pero no es fácil, porque la mente humana tiende a asociar ayudar con hacer. Y si hablamos de evitar riesgos…

Junto a esta explicación, más psicológica, hay que tener en cuenta que se ha producido un entorno para los niños con más riesgos que el de hace 50 años y ha habido un repliegue hacia una mayor protección. También ha habido una tendencia a pasar del valor de lo colectivo frente al valor de lo individual. Pero tus hijos solo van a aprender en la medida en que estén con otros. ¿Se ha perdido en sí mismo? No lo sé. ¿Se ha perdido porque el entorno urbano se ha hecho más complicado para compartir actividades y entonces hemos acabado haciendo actividades más individuales? Probablemente, por un aspecto interactivo. Hemos empezado a vivir en unas situaciones urbanísticas y horarios y pautas diarias de las familias que hacen muy difícil compartir nada. La mezcla de estos factores lleva a que estemos en un momento en el que los niños y niñas están pudiendo tener menos experiencias ricas de las que teníamos en otras generaciones.

Este análisis me lleva a pensar que mala solución tiene.

No, es una solución compleja, pero tiene solución. Se ha producido algo importante, y es que hemos tomado conciencia del problema. Es el primer paso siempre. Ahora nos damos cuenta de que esto está siendo un problema, aunque no todo el mundo esté de acuerdo con el diagnóstico. Hay al menos dos grandes líneas de avance. Una, la que más peso ha tenido hasta ahora: el urbanismo. La geografía de la infancia es un campo de conocimiento que reúne disciplinas distintas (antropólogos, psicólogos, arquitectos, urbanistas, sociólogos) y mira el problema desde la riqueza de todas esas disciplinas. Entienden que la ciudad no se ha diseñado teniendo en cuenta la infancia. Cuando se diseñan nuevos espacios (cuando se hace bien) se hace pensando en cómo hacer accesible la movilidad de los niños y niñas —no solo la peatonalización— para permitir que ejerzan sus derechos. Esto es importante. Los niños tienen derecho al juego, está en la Convención sobre los Derechos de la Infancia de la ONU, y para que se cumplan los derechos el espacio urbano tiene que ofrecer posibilidades para ello.

Y la otra línea…

La otra, de la que se es menos consciente, es que, junto con eso, hay que trabajar con las familias y los docentes, con las personas que tienen la responsabilidad de organizar las rutinas de los niños. Ellas son las que marcan al final lo que les dejan hacer o no. O, incluso, lo que les promueven. Las familias eligen los otros contextos donde sus hijos se mueven: eligen colegio, extraescolares, amigos con los que están o no. Y con estas decisiones configuran el desarrollo de sus hijos. Y a veces los padres no somos conscientes de la trascendencia de las decisiones que tomamos. Cuando eliges un colegio lo piensas mucho porque eres consciente de la trascendencia de la decisión, pero otras… No se puede esperar que la gente lo sepa, hay que hacer toda una tarea de educación de las familias. Los padres, por ser biológicamente capaces de procrear, no quiere decir que sean culturalmente capaces de hacerlo. Educar en este momento es más complicado que antes. Antes el niño con salir a jugar con los amigos era suficiente. Y un padre no tenía por qué saberlo, pero las prácticas sociales lo garantizaban. Ahora las prácticas sociales no lo garantizan y por tanto seguir teniendo esa dimensión de desarrollo supone que quienes somos responsables de la educación de los menores (escuela, familia, ayuntamiento) tomemos conciencia de ello y lo planifiquemos.

¿Dónde habría que hacer esta educación de familias? ¿Qué papel le toca jugar a la escuela?

Hay unos centros del Ayuntamiento de Madrid llamados CAF (Centro de Apoyo Familiar) donde cuando tienes un hijo te ofrecen un apoyo. Pero no porque tengas un hijo con problemas, sino para enseñarte a jugar con tus hijos, por ejemplo. Jugar no es darle juguetes cerrados que configuran ya la actividad (este juguete es para tocar). Es saber que tienes que darles actividades abiertas, amplias, exploratorias. Todo eso se enseña. Los CAF enseñan a las familias cómo provocar un buen desarrollo de sus hijos. Las administraciones públicas (algunas) han tomado conciencia de que ser padre no es algo que venga garantizado, necesita apoyo y hay que brindarlo. María José Rodrigo, una catedrática de La Laguna, tiene un programa en el que trabaja con familias en programas muy largos haciendo que los padres tomen conciencia de cuál es el mejor estilo educativo, que es el que consigue reunir control y afecto. En Sevilla hay otro equipo en torno a Mari Carmen Moreno y Jesús Palacios. Cuando las madres van al centro de salud embarazadas, junto al seguimiento biológico de su embarazo se les ofrece una preparación psicológica para la tarea. Se hacen grupos de madres y padres entre sí con psicólogos educativos, hay grupos para adolescencia, para ver cómo se trabajan los deberes, las pantallas. Las familias no saben si es bueno trabajar las pantallas o si deben ayudar a hacer los deberes.

La escuela puede tener algunas de estas características, pero la escuela es la que mejor lo hace porque sabe que tiene que provocar desarrollo, aunque también tenga esta idea proteccionista porque estamos todos retraídos por si nos denuncian (¿si le saco y se cae o se hace una herida?). A pesar de que la escuela puede estar un poco retraída, está infinitamente más esponjada que las normas que ponemos los padres, porque en la escuela hay profesionales.

Me llama la atención que hemos hablado de familias, CAF, programas universitarios en La Laguna o Sevilla… Pero nada de las escuelas. ¿Dónde queda la relación escuela-familia?

Hace no muchos años, en el Reino Unido la ministra de Educación se llama de Escuela, Familia e Infancia. Solo el título es un mensaje de comprensión. La Educación no es la escuela. Hay muchas teorías psicológicas que ponen de manifiesto que el ser humano se desarrolla en diferentes contextos de práctica social. En nuestro caso es escuela, familia, medios de comunicación y los pares. Si el desarrollo se está produciendo por estar inserto en todas esas prácticas sociales, la coordinación de estas prácticas sociales es esencial. Si no, unos tiran para unas metas y otros para otras. Cuando no somos conscientes de que estamos provocando desarrollo no lo planificamos adecuadamente, pero lo estamos provocando. Las familias, espacios donde niños y niñas están con otros niños y niñas explorando, es un contexto fundamental de desarrollo. Cada persona tiene el contexto que más le influye, pero si van en direcciones totalmente contrarias… Como dicen los maestros: yo trabajo los valores, pero la tele me los desmonta en una tarde. Tiene que haber coordinación entre contextos, por eso la importancia de que lo planifiquemos conjuntamente. En último término, las administraciones educativas deberían darse cuenta de que su obligación no es solo garantizar un sistema escolar de calidad, sino garantizar todas las prácticas educativas que tienen influencia sobre la infancia como promover los derechos. En algunos países, cuando das a luz hay personas que te acompañan a casa, te enseñan a ser madre, porque las madres se agobian, los niños no quieren mamar. Es muy educativo. Pero las familias lo ven como una ingerencia. No lo es. Hay que crear la cultura. ¿Quién no quiere que le ayuden?

Esto último que cuenta me lleva de vuelta a lo que comentaba antes del individualismo de las familias y cómo cada vez más parece que las familias dicen: “Es la educación de mis hijos y hago lo que me da la gana”.

Los seres humanos somos todavía muy homínidos, muy primarios. Hay que tomar conciencia de esto. Entender que lo que vemos no es la realidad es muy difícil. La gente no quiere aceptar el principio profundo de que el ser humano tiene una mente que limita la forma en que conoce y por tanto actúa. Dicen: “Es mi hijo”. Y en esa afirmación predomina la idea de que es suyo. Pero en cambio la cultura ha desarrollado una idea más fuerte: “No, es un ser humano”. Eso es lo fundamental, no que tú seas su padre. Y, por tanto, el bien mayor del pequeño es lo esencial. Será tu hijo, pero si no satisfaces sus necesidades, sus derechos, mi obligación, la de la sociedad, es quitártelo. Aunque antes de llegar a ello te enseño a que promuevas sus derechos. Esto no se cree. Cuando yo, en 3º de Psicología, planteo esto, mis alumnos reaccionan con mucha agresividad, porque tienen esa idea más intuitiva de que son sus hijos. ¿Por qué cuando se hace una adopción miramos a los padres pero cuando tenemos hijos no? ¿Por qué pensamos que por ser biológicamente capaces de procrear lo somos culturalmente de educar? Esa idea no tiene ninguna racionalidad. Es una lógica que creo que es una línea de avance de la humanidad enorme, pensar en esto que le gusta tanto a la gente de “para educar hace falta una tribu”, pues creáselo. Deje de decir eslóganes. Eso quiere decir que toda la tribu es responsable del niño, no los padres, y hay que pensar que los derechos de los niños están por encima de los de los padres. Y esta idea no es fácil de asimilar, y más en una sociedad en la que se ponen los derechos individuales por encima de los colectivos. “Quiero que mi hijo vaya a tal escuela”. Pero por encima de los derechos individuales está que, por ejemplo, una escuela no pueda concentrar un cierto porcentaje de inmigrantes porque deja de poder funcionar. El derecho colectivo a la calidad de la educación de todos los niños y niñas pone un límite a la libertad de elección de centro. Esto la gente tampoco lo acepta. La educación exige cosas más complejas y necesitamos que nos ayuden a pensar juntos, que nos eduquen como educadores, que nos eduquen para educar.

Ha estado mencionando la Convención de los Derechos del Niño de la ONU, etc. Pero, aparte de la parte básica de la protección, que sí se tiene en cuenta, si bajamos a un ‘segundo nivel’, como la participación, parece no importarle a nadie, no hablamos ya de cumplirse.

Eso va por los consejos de Juventud o Infancia. Los niños y niñas no solo tienen derechos, sino tienen el derecho a ejercer los derechos, a defenderlos, conocerlos, a participar. Esa idea está más parada porque es menos intuititva que “si no se cumplen los derechos hagamos algo”. Esta idea de la participación es todavía menos intuitiva que la de proteger el derecho. Pero están creciendo. Hay muchos colegios donde una de las ideas centrales es en qué medida las decisiones se toman de manera participativa con los estudiantes.

En Salud existe la atención primaria, secundaria y terciaria. Pues en derechos de la infacia estamos en atención terciaria; cuando no se cumple algo, actúamos. El problema es la primaria, cómo educas evitando que aparezcan los problemas. Eso que en salud se ha aceptado, en educación está menos presente. Estamos más en cómo evitar problemas que en cómo promover cosas. Hay poca cultura de participación de los derechos de los niños como ciudadanos auténticos.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/04/12/hemos-entrado-en-un-periodo-de-excesivo-proteccionismo-de-los-ninos-en-familias-y-escuelas/

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Entrevista com Sandra Goulart, reitora da UFMG: ‘Não há país sem educação, ciência e tecnologia’

Por. Junia Oliveira

Terceira mulher a assumir a maior universidade do estado fala sobre aperto orçamentário, avalia que a Lei do Teto pode sufocar o setor, mas diz que atividade fim é intocável na UFMG.

Em 90 anos de história, ela é a terceira mulher a ocupar o cargo máximo da Universidade Federal de Minas Gerais, maior instituição de ensino superior do estado e uma das mais importantes do país. A professora Sandra Goulart assumiu a reitoria  e fica no comando até 2022, com o vice-reitor, Alessandro Fernandes Moreira. Vice-reitora na gestão anterior, ela pretende manter e expandir programas, além de enfrentar desafios com inovação e administrar a já longa crise de orçamento. Com dinheiro a menos no caixa e valores ainda retidos nos cofres da União, a nova dirigente garante que não mexe nas ações de ensino, pesquisa e extensão, mas prevê dias difíceis diante da Lei do Teto dos Gastos Públicos, que estipula limite para despesas durante  duas décadas. Em entrevista ao Estado de Minas, ela fala sobre esses e outros assuntos, como inclusão, prioridades, autonomia universitária, regras e supostas fraudes à política de cotas. Confira os principais trechos.

Que pontos da gestão anterior serão mantidos e o que muda?
Na parte acadêmica conseguimos manter, apesar de toda a crise orçamentária que vivemos nos últimos anos, a qualidade dos nossos programas, tanto da graduação quanto da pós. A UFMG recebeu a nota máxima nos dois quesitos principais do MEC (Ministério da Educação), coisa que apenas outras três universidades obtiveram. Ela tem nota 5 no Índice Geral dos Cursos  e na avaliação que ocorreu in loco em 2016. Também tivemos avaliação dos programas de pós-graduação e foi comprovado que 63% dos nossos cursos são de qualidade internacional. Expandimos muito as redes de extensão, bem como os programas em parceria com a comunidade e com movimentos sociais. E fizemos toda uma gestão voltada para a inclusão, em paralelo à qualidade. Criamos a Pró-Reitoria de Assuntos Estudantis, o Núcleo de Acessibilidade e Inclusão e elaboramos uma política dos direitos humanos muito importante. Vamos manter e expandir esses programas.

Quais são os desafios?

Um dos que temos colocado para as universidades de modo geral é pensar a produção de conhecimento em um novo contexto. Hoje, temos cada vez mais de nos mover para uma perspectiva transdisciplinar para a solução de problemas. Precisamos preparar nossos cursos de graduação e de pós para isso, favorecendo temas que são importantes para nosso país e para a humanidade. Isso será uma das prioridades. Temos também de pensar em um contexto mais amplo. A UFMG hoje é muito diferente do que era há 20, 30 anos, pois é cada vez mais inclusiva e precisa ser, para atender às demandas do nosso país. Temos 50% de nossos alunos vindos do ensino público e a cota para pessoas com deficiência. Mas, com isso, vem também uma série de desafios, pois temos de dar condições para que esses estudantes permaneçam, via políticas de assistência estudantil e de ações afirmativas. Outro desafio é pensar a questão da inovação no contexto mais amplo, e não só na transferência de tecnologia.

Os contingenciamentos estão equacionados?
Nossa grande preocupação é com a Lei do Teto dos Gastos Públicos, que deve valer por 20 anos. Se olharmos na Lei de Orçamento Anual, no MEC ou Ministério do Planejamento, o orçamento aumentou. Só que o que aumentou foram gastos que são relativos a salários ou aposentadorias, e não o gasto real. Nosso orçamento, hoje, pensando comparativamente, é menor do que no ano passado, com um agravante que para nós é muito sério. A verba da universidade vem como custeio e como capital, que é para obras, e esta continua contingenciada. Ao longo dos anos, foi contingenciada em quase 70%. A longo prazo, a Lei do Teto impõe uma realidade extremamente preocupante, porque o orçamento não pode aumentar. Se não tem como, e a despesa vai sempre crescer, por exemplo, em termos de pessoal, teremos de tirar de algum lugar. A verba para a manutenção da universidade acabará sendo muito diminuída em 20 anos. A gente não pode descontinuar os avanços que tivemos com relação às universidades no nosso país. Investimento em educação, ciência e tecnologia tem que ter perenidade. É investimento, não é gasto.

Só se poderá aumentar a despesa com pessoal? 
Não, nem isso. O orçamento é tudo: é salário nosso, aposentadorias e outros. No salário tem dissídio, tem aposentadoria, o gasto sobe, independentemente de o governo querer. Se aumenta, e há um teto dos gastos públicos, há que se tirar de algum outro lugar. A luz, por exemplo, vai aumentar consideravelmente em breve. Os gastos vão aumentar e para honrá-los terei de tirar de algum lugar, porque meu orçamento não pode crescer, devido ao teto de 20 anos. A gente até entende que isso foi pensado para manter as contas, mas é incoerente nas áreas que são prioritárias para o governo e a sociedade, que são educação e saúde. Isso é muito preocupante.

A universidade está tendo de se adequar, como outras fizeram no ano passado, a ponto de cortar até insumos como papel higiênico?
Nós ainda não sabemos como será (este ano). No passado, tivemos de fazer alguns cortes. Temos priorizado as ações fim da universidade, que são ensino, pesquisa e extensão. E onde podemos reduzir os gastos, temos reduzido. Houve redução grande em relação às obras, que estão paradas. Concluímos duas agora: o prédio de atividades didáticas de exatas (CAD 3) e a moradia universitária. Mas temos algumas paradas por falta justamente de orçamento para capital e obras. Tivemos que fazer opções. Agora aguardamos para ver se esse orçamento previsto será todo liberado.

Em todo o ano passado ficou a expectativa e ele não apareceu…
Todo contingenciamento é danoso para a universidade. O nosso orçamento hoje é cerca de 6% menor do que do ano passado. Isso já nos coloca um certo gargalo. A universidade é uma instituição séria, isso é importante destacar, comprometida, ciosa de uma gestão equilibrada. Faremos todas as gestões possíveis, mas é importante também destacar isso: o teto dos gastos públicos terá impacto no futuro muito grande para as universidades públicas. E não só para elas, mas para toda a área de educação e saúde.

Há resultado da sindicância aberta para apurar o caso das supostas fraudes em cotas raciais?
A sindicância está no rito final. Em breve teremos resultado. É importante destacar, primeiro, a importância dessa política de cotas para a universidade e para a sociedade de modo geral, tanto as cotas socioeconômicas quanto as raciais. Elas estão atendendo a uma demanda para quem de fato esteve excluído do ensino superior durante esses anos. O que temos de fazer é que essa política atinja as pessoas que de fato necessitam, e a universidade está muito atenta a isso. Vai investigar sempre que houver dúvida ou questionamento de fraude, que de fato é inaceitável. A sindicância dá direito ao contraditório e à ampla defesa. Caso seja comprovada fraude, a pessoa pode ser punida inclusive com a expulsão. Estamos também criando mecanismos para que isso não ocorra. Temos agora uma carta que pedimos que seja preenchida (pelo candidato) e, além disso, teremos comissão permanente de acompanhamento das questões relacionadas às cotas.

A carta foi usada na entrada deste início de ano? Houve algum caso julgado improcedente?

O objetivo dessa carta em um primeiro momento é de que as pessoas se conscientizem sobre o objetivo das cotas. Quando o candidato ou candidata tem que parar e preencher um documento dessa natureza vai pensar: “Eu tenho mesmo direito a isso? Estou dentro desse grupo que precisa de uma reparação histórica?”. O segundo momento é, claro, em casos em que tivermos alguma dúvida. Se houver questionamento em relação à adequação de algum candidato, essa carta será usada também.

Houve algum resultado?
Não é uma questão de resultado. A gente não vai ler e falar: “Isso aqui sim, isso aqui não”. Essa não é a função. A função é que a pessoa se conscientize e, em caso de dúvida, vamos cotejar isso com os outros documentos que foram apresentados, porque há também o aspecto da cota da escola pública. Se houver questionamento em relação a uma determinada pessoa, vamos avaliar os documentos. Se for comprovado que há possibilidade de fraude, abre-se a sindicância.

Dos quatro alunos denunciados em 2017 por terem supostamente burlado as cotas, que foram alvo de sindicância, um falou que ia pedir desligamento. Ele e os demais continuam estudando?
O que posso dizer é que aqueles alunos sobre o quais temos dúvida e registro de que possam ter burlado a cota estão na listagem que a comissão está avaliando.

Diante do cenário político, bem indefinido, e com possibilidade de grande polarização, a universidade entende que tem também o papel de se posicionar politicamente?

A UFMG se posiciona dentro da sua missão principal, que é a defesa da educação pública, gratuita, de qualidade, de referência para nosso estado e nosso país. Temos de defender também algo que para nós é muito caro, que é a autonomia universitária, autonomia de pensamento, liberdade didático-pedagógica, laicidade (independência da influência religiosa), de administrar seus próprios recursos. A UFMG não se coloca de forma partidária, mas se coloca em defesa de valores que para nós são importantes. A UFMG e a universidade pública no país não tratam apenas nossos estudantes para uma carreira ou para uma formação acadêmica, formam também cidadãos e cidadãs que vão atuar na sociedade. Defenderemos as pautas que vão ao encontro daquilo em que acreditamos e que é a missão da universidade, em defesa não só da universidade pública, gratuita e de qualidade, em defesa da ciência e tecnologia. Porque disso depende o nosso país. Não há país sem educação, ciência e tecnologia. Disso, nós não abriremos mão. Estaremos sempre do lado daqueles que defendem esses valores que para nós são tão caros.

Ano passado, a reitoria foi alvo de operação da Polícia Federal (relativa a investigação sobre uso de dinheiro destinado ao projeto do Memorial da Anistia Política do Brasil) e integrantes da cúpula da universidade foram conduzidos coercitivamente. Como está o processo?
A investigação está sub judice. E a mim, enquanto dirigente máxima da instituição, não cabe me manifestar sobre esse assunto. Estamos convictos, primeiro, da seriedade das nossas ações, da seriedade de uma instituição do porte da UFMG, que é um patrimônio do nosso estado e do nosso país. É uma instituição séria, responsável, transparente. Estamos com a consciência tranquila e com a certeza do dever cumprido. Confiamos que as apurações elucidarão todas as circunstâncias e a UFMG se mantém, como sempre se manteve, à disposição das autoridades.

Fonte:
https://www.em.com.br/app/noticia/gerais/2018/04/08/interna_gerais,949969/entrevista-com-sandra-goulart-reitora-da-ufmg-nao-ha-pais-sem-educa.shtml
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“La pretensión de convertir la escuela en una fábrica de mano de obra es una barbarie”: Carlos Fernández Liria, Olga García Fernández y Enrique Galindo Ferrández / Autores de ‘Escuela o Barbarie’

España/ Autor: Salvador López Arnal / Fuente: ctxt

Carlos Fernández Liria es profesor de Filosofía en la UCM. Entre sus numerosos libros cabe citar En defensa del populismo (2015), Para qué servimos los filósofos (2012) y El orden de El Capital. Por qué seguir leyendo a Marx (2010), junto al también filósofo Luis Alegre Zahonero. Olga García Fernández y Enrique Galindo Ferrández son profesores de enseñanza secundaria, activistas en las Mareas por la Educación Pública y militantes de Podemos e Izquierda Unida, respectivamente. Los tres llevan más de quince años de lucha en común y han publicado recientemente Escuela o barbarie. Entre el neoliberalismo salvaje y el delirio de la izquierda (Akal).

Se conocieron en la lucha contra el conocido como Informe Bricall (Informe Universidad 2000), antesala de la lucha contra Bolonia. En aquel entonces tanto Olga García Fernández como Enrique Galindo Ferrández eran alumnos de Carlos Fernández Liria. “Lo que ellos hicieron, lo que hicieron los estudiantes de esa generación por salvar la universidad pública de los planes neoliberales fue impresionante. Estas generaciones de estudiantes han plantado cara a todos los libros blancos, a todos los informes ministeriales, con una competencia que dejaba boquiabiertas a las autoridades académicas. Precisamente por eso jamás se les dejó discutir públicamente en los medios de comunicación”, señala Fernández Liria, quien recuerda que en las pocas ocasiones en las que alguna autoridad académica se atrevió a discutir con ellos quedó muy claro que sus argumentos “eran incontestables y que sólo se les discutía con lugares comunes, tópicos manidos y apelaciones a la esperanza europea”.

De aquella lucha contra el Informe Bricall surgieron muchos de los que hoy son profesores de enseñanza secundaria de Filosofía. La lucha contra Bolonia fue una escuela de pensamiento, en la que se formó toda una generación. De ahí surgió luego Juventud sin Futuro, el 15M y, sin duda, gran parte de Podemos.

Antes de entrar en el contenido de su libro permítanme situarme en los alrededores. Escuela o barbarie es el título del libro. ¿Un homenaje, un recuerdo, a la disyuntiva excluyente de Rosa Luxemburgo sobre socialismo o barbarie?

Carlos Fernández Liria: Sí, por supuesto. No hemos tenido socialismo y cada vez tenemos más barbarie, eso nadie lo puede poner en duda. En doscientos años de capitalismo, nos hemos cargado el planeta. No sé si nos hacemos una idea de esto. Doscientos años es apenas un pestañeo en el curso de los 50.000 años que lleva el homo sapiens sobre el planeta. El capitalismo, un sistema de producción que no puede descansar, que necesita crecer a un ritmo creciente en un planeta que no crece a su vez, que es redondo y muy limitado, es un sistema suicida, que avanza vertiginosamente hacia el abismo. Con respecto a la escuela pública la nueva ola neoliberal está siendo demoledora. Y es algo muy doloroso, porque la escuela pública es probablemente la más bella de las creaciones humanas de todos los tiempos.

¿De qué escuela hablan en su libro? ¿Cómo debemos entender barbarie en el título?

Olga García Fernández: Hablamos de la escuela republicana, heredera de los planteamientos de autores como el francés Condorcet y de los españoles Marcelino Domingo y Lorenzo Luzuriaga. Una escuela que, por republicana, está al servicio de la construcción de lo común, de lo público y que, por este motivo, tiene como base la formación de ciudadanos críticos a través del conocimiento; críticos, fundamentalmente, con la sociedad y las instituciones que la albergan. Debemos entender la barbarie como la pretensión de hacer de la escuela el lugar en el que, más que instruir para la emancipación, se eduque para la formación de la conducta a través de dinámicas como el coaching, el pensamiento positivo, la iniciativa emprendedora y toda esta suerte de técnicas para la creación de un tipo de sujeto acorde a los intereses corporativos que demande el sistema productivo.

LA NUEVA OLA NEOLIBERAL ESTÁ SIENDO DEMOLEDORA CON LA ESCUELA PÚBLICA. Y ES ALGO MUY DOLOROSO, PORQUE ESTA ES PROBABLEMENTE LA MÁS BELLA DE LAS CREACIONES HUMANAS DE TODOS LOS TIEMPOS

Enrique Galindo Ferrández: Hablamos, en efecto, de la escuela pública, una conquista de las clases populares después de muchas luchas y mucho sufrimiento. No hay que olvidar que escolarizar a los niños y niñas de las clases trabajadoras fue la manera de poder sacarlos del trabajo en las fábricas y en el campo y costó mucho conseguirlo. Que  se consiga arrancar una institución como la escuela pública al curso de la historia, a los intereses de los patronos y terratenientes, debe ser considerado una victoria, todo lo precaria que se quiera, de los principios ilustrados y que merece la pena defender a toda costa. Desde luego la lucha no acaba ahí, después hay que defenderla de los intentos de pervertir esa institución y convertirla en otra cosa. Como dice Olga, es precisamente a esos intentos a lo que llamamos barbarie, a la pretensión de convertir la escuela en una mera fábrica de mano de obra, en un gimnasio laboral, olvidando que pertenece a su propia constitución esencial ser, en parte al menos, lo otro del trabajo, el lugar donde cabe siquiera asomarse a eso que Marx llamó “el reino de la libertad”, y que la propia palabra escuela, que deriva de skholé, ocio, recuerda.

CFL: Sin darnos cuenta, hemos pasado de considerar la educación como un derecho a considerarla como una inversión para un negocio vital que va a durar toda la vida. Esta jugada se viste siempre con palabras bonitas (prestadas, por cierto, de discursos izquierdistas), pero es una barbaridad. Y nuestro libro intenta diagnosticar hasta qué punto.

¿Por qué es tan salvaje ese neoliberalismo al que apellidan como salvaje?

EGF: Para mí el salvajismo neoliberal consiste fundamentalmente en el ataque sistemático a todas las instituciones que podrían proteger mínimamente a la población de los excesos del mercado desregulado y, complementariamente, en la pretensión insensata de crear un “hombre nuevo” adaptado única y exclusivamente a los parámetros mercantiles: el emprendedor. Si te fijas en el tipo humano que se pretende implantar con esa figura te encuentras con individuos atomizados compitiendo todos contra todos en la jungla del mercado, en una especie de estado natural hobbesiano, artificialmente creado, donde impera el darwinismo social. Eso es de un salvajismo sin precedentes.

OGF: Porque no deja lugar libre de explotación, literalmente. No existe espacio público no colonizado por sus intereses corporativos. La sanidad, primero, y la escuela pública, después: el lugar de producción de los futuros trabajadores bajo el paradigma de la flexibilidad, del reciclaje permanente (aprendizaje a lo largo de toda la vida) y de la automotivación, de la mentalidad proactiva que se retroalimenta a sí misma para aguantar en una agónica carrera hasta el infinito en la búsqueda de realización personal. Todo ello bajo la condición principal de que, fundamentalmente, este trabajador debe ser consumidor, para mantener infinitamente el margen de beneficios de las diferentes corporaciones internacionales y de los organismos que las defienden (FMI, OMC, OCDE).

CFL: Es algo peor que salvaje, es suicida y criminal al mismo tiempo. Es ridículo y estúpido pensar que el capitalismo va a respetar las instituciones republicanas, el Estado de derecho, la democracia o la escuela pública cuando ni siquiera es compatible con el equilibrio ecológico más elemental de este planeta. Yo siempre recuerdo las palabras de Dennis Meadows, el coordinador del informe del Club de Roma sobre Los límites del crecimiento, el estudio que en 1972 daría el pistoletazo de salida al ecologismo político. Mucho tiempo después, en una entrevista de 1989, al ser preguntado si aceptaría realizar hoy un estudio semejante, respondía: “Durante bastante tiempo he tratado ya de ser un evangelista global, y he tenido que aprender que no puedo cambiar el mundo. Además, la humanidad se comporta como un suicida, y ya no tiene sentido argumentar con un suicida una vez que ha saltado por la ventana”. No es muy esperanzador, desde luego. Un suicida que ya ha saltado por la ventana no tiene ni tiempo ni ganas para reflexionar sobre cosas tales como el sentido de la escuela pública.

¿Al delirio de qué izquierda hacen referencia? ¿Qué tipo de delirio, por cierto?

CFL: Comenzamos el libro criticando el concepto althusseriano de Aparato Ideológico de Estado (AIE). Sobre el tema de la escuela, la izquierda de los años sesenta-setenta comenzó implantando un delirio que luego, además, iba a resultar de lo más funcional al salvajismo neoliberal que se iba a encargar de triturar la escuela pública. Es la idea de que la escuela pública –la más grandiosa de las conquistas que la clase obrera aportó a la humanidad– sería un aparato ideológico al servicio de la clase dominante, una institución disciplinaria del género de las cárceles y los reformatorios, que debería ser superada y sustituida por algo mejor, más imaginativo, más lúdico, más creativo, más libre y participativo, etc. Pero eso es lo malo, que esas utopías heredadas de mayo del 68 finalmente se han hecho realidad. Y el espectáculo es desolador. La izquierda ha colaborado mucho en la tarea de difamación orquestada contra la escuela pública.

HEMOS PASADO DE CONSIDERAR LA EDUCACIÓN COMO UN DERECHO A CONSIDERARLA COMO UNA INVERSIÓN PARA UN NEGOCIO VITAL QUE VA A DURAR TODA LA VIDA

Su discurso antiautoritario y siempre pretendidamente innovador ha encajado a la perfección con los planes neoliberales que veían en la escuela pública un lujo social que hacía a la población “vivir por encima de sus posibilidades”. Al final, tanta innovación ha “hecho migas” la escuela. La expresión es de Michel Eliard, el autor que mejor ha diagnosticado el problema en Francia. Nuestro diagnóstico se podría resumir así: la izquierda, pretendiendo combatir el autoritarismo estatal al servicio del capitalismo, lo que hizo, invariablemente, fue combatir lo poco de Ilustración y de República que habíamos logrado incrustar en la sociedad capitalista. Y así, la izquierda colaboró en la instauración de una Nueva Edad Media, lo que tenemos actualmente, un nuevo reino de lo privado, en el que los señores feudales son ahora grandes corporaciones económicas que operan y negocian en paraísos legales (y fiscales), al margen de cualquier control político parlamentario. El delirio izquierdista ha sido siempre una obsesión por la innovación. No se quería advertir que en este mundo hay muchas cosas sobre las que no conviene innovar. Es un tontería intentar reformar imaginativamente el teorema de Pitágoras, por ejemplo. Y hay muchas cosas que conviene incluso conservar a cualquier precio. Para empezar, la más importante de ellas, la dignidad, lo más importante en la vida, porque sin dignidad ni siquiera merece la pena vivir. Con toda esa obsesión por la perpetua innovación, la izquierda ha cuidado muy poco de la dignidad de las instituciones escolares. No se advertía que en eso de innovar era imposible competir con el turbocapitalismo neoliberal. Al final, el capitalismo ha innovado mucho más y mucho más rápido.  Y no ha  dejado títere con cabeza.

OGF: Nos referimos al delirio de una izquierda que ha dejado de lado a su  clase, que no se siente clase obrera o no entiende cuáles son los intereses de la misma cuando, en lugar de defender la instrucción, la impartición de contenidos, pone por encima de la misma la inclusión contemplativa y afectiva de las diferencias sociales, adjudicando a la escuela la labor de resolverlas en lugar de armar al alumnado con los conocimientos, con la preparación que, al convertirse en ciudadanos, le permitirían combatir esas diferencias sociales que no van a dejar de existir por mucho que nos creamos el discurso del emprendimiento individual, de que todos podemos llegar a ser clase media, a base de ser “empresarios de sí mismos”. Como en su momento afirmó Salustiano Martín en La comprensividad como estratagema (la lucha de clases en la educación), justo cuando la clase obrera, allá por los ochenta, tuvo la posibilidad de acceder al conocimiento, a la formación que les daría acceso a la igualdad real (isonomía), vio como la progresía, las cúpulas de izquierda, ya, de facto, clase media, decidieron que era mejor que se contentaran con algo más lúdico, no tan pesado como el conocimiento que aportan los contenidos. Un delirio traidor a la clase, alineado con los intereses neoliberales, en el caso de la progresía del PSOE y creyente acríticamente en el poder de la pedagogía, del acompañamiento afectivo, por encima del conocimiento, en el caso de IU y Podemos.

LA IZQUIERDA HA COLABORADO MUCHO EN LA TAREA DE DIFAMACIÓN ORQUESTADA CONTRA LA ESCUELA PÚBLICA

EGF: Es lo que podríamos llamar el delirio del pedagogismo. Una izquierda que asume los parámetros capitalistas y que, ante su impotencia para introducir cambios políticos reales, reconduce sus pretensiones de transformación social al ámbito educativo, pretendiendo que la educación resolverá los problemas sociales, por lo que cualquier problema social que se presente tiene que ser tratado en la escuela. Así, esta se va vaciando de contenidos sustantivos, va abandonando su misión de transmisión cultural crítica y sustituyéndola por una suerte de tratamiento psicológico que termina siendo puramente adaptativo. Una parte nada despreciable de la izquierda, incluso la que se autoconcibe como rupturista, ha abrazado este buenismo educativo que termina por producir resultados extraordinariamente reaccionarios; al encomendar al sistema educativo una misión imposible se termina por ponerlo permanentemente en cuestión y los más perjudicados son precisamente los más desfavorecidos socialmente, pues se les hurta el acceso a los contenidos culturales a partir de los cuales podrían comprender y poner en cuestión las causas políticas y económicas que los abocan a esa situación desfavorecida.

Dedican el libro a sus alumnos y a los compañeros y compañeras de Mareas por la Educación Pública. ¿Qué papel han jugado estas mareas en los últimos años de ataque directo y sin contemplaciones a la escuela pública?

OGF: Un papel esencial, el de la denuncia, el de la exigencia de reflexión acerca de la importancia de defender y conservar lo público, lo común, lo de todos. Las Mareas son, ante todo, un esfuerzo inagotable por resistir, por unir a alumnos, padres, profesores y la sociedad en general en la defensa de la escuela pública. Las Mareas son, asimismo, un espacio heterogéneo, lo que significa debate, crítica, encuentros y desencuentros y, ante todo, con Nietzsche, el rugir del león, la posibilidad de decir No, de abrir el espacio de libertad necesario para, sabiendo que hay mucho destruido, que la nada avanza, poder construir poco  a poco y duramente un cerco alrededor de la escuela pública para conservarla como institución frente a los diferentes intereses corporativistas que la amenazan.

EGF: En concreto, Mareas por la Educación Pública es un espacio para que las distintas asambleas de los territorios del Estado puedan coordinarse e intercambiar puntos de vista e iniciativas. Ese espacio costó mucho esfuerzo construirlo y darle estabilidad, y muchos compañeros y compañeras de Madrid, de Baleares, de Galicia, de Andalucía, etc., se han dejado la piel para ello. La dedicatoria es un pequeño reconocimiento a su inmenso trabajo. No ha sido nada fácil mantener la independencia frente a los intentos de instrumentalización por parte de partidos y sindicatos. Hay que estar todo el rato recordando que  esto es un movimiento social básicamente asambleario que no se vincula con ningún partido ni sindicato, aunque algunos militemos además en partidos políticos y estemos afiliados a sindicatos y haya, evidentemente, mayor afinidad con unos que con otros. También es cierto que la Marea Verde, como movimiento social, ha bajado de intensidad en los últimos tiempos, pero es importante mantener viva la llama y tener una estructura que permita coordinarnos y estar preparados cuando, por decirlo así, “suba la marea” de nuevo. Además van surgiendo causas concretas en diferentes lugares, los compañeros de Andalucía están dando la batalla ahora mismo contra los intentos de Susana Díaz de favorecer a la concertada, y han conseguido algunas cosas; en Madrid, ahora mismo, la lucha contra el cierre del Instituto Pérez Galdós en concreto y, en general, contra la privatización acelerada del sistema de enseñanza madrileño que los sucesivos gobiernos del PP están llevando a cabo. A partir de esas luchas se van creando y fortaleciendo redes de resistencia al salvajismo del que hablábamos antes. Es una labor necesaria e importantísima.

A VECES HAY QUE EDUCAR PARA PODER INSTRUIR, PERO LA PRETENSIÓN DE HACER CARGAR A LA ESCUELA CON TODOS CALLEJONES SIN SALIDA SOCIALES ES UNA BARBARIDAD

Hablan también de Daniel Noya, un ejemplo para la escuela pública, afirman. ¿Quién es Daniel Noya?

CFL: Aparte de ser un gran poeta que vive y da clase de filosofía en el valle del Tiétar, es un hombre normal, lo que no es tan habitual, un hombre noble y honrado que lleva toda su vida dedicado a la enseñanza en el mundo rural. Le he citado en el libro como un ejemplo más de esos millares de profesores que aman su profesión, que han instruido a generaciones y generaciones de alumnos de una forma bella y desinteresada, muy por encima de sus obligaciones laborales. Son estos profesores, a los que yo calificaría de verdaderos héroes anónimos, los que han convertido la escuela pública en un milagro ilustrado de la humanidad. La propaganda neoliberal y el delirio izquierdista, en cambio, los denigran día a día, cada vez más, con calumnias lobotomizadas sobre el desempeño de su profesión, con controles delirantes que limitan su libertad de cátedra, llegando incluso a sugerir, desde no se sabe qué tribunas académicas de élite, que deben ser “enseñados a enseñar”, vigilados y disciplinados para una continua innovación suicida, reciclados en entrenadores del gimnasio laboral que reclaman los mercados cada día de forma más imprevisible. Y este diagnóstico lo hacen tecnócratas que jamás han pisado un aula.

Para aclararnos de aquí en adelante. ¿De qué deberíamos hablar, de educación o de instrucción?

OGF: De las dos. En el parágrafo titulado Instrucción vs. Educaciónlo explicamos. Instruir, en tanto que ejercicio de la filomatía (amor por aprender) es una dinámica en la que el profesor enseña conocimientos que le han sido costosos de aprender y en los que es experto. Y los enseña para que el alumno los haga propios a través de la reflexión y de la crítica, para que en esa dialéctica, realmente “piense por sí mismo”. Esta forma de enseñar y aprender exige el reconocimiento de la diferencia entre el profesor y el alumno. Una diferencia “geométrica”, entre el que posee el conocimiento y el que se hace con él. Y fundamentalmente exige “respeto”: del que aprende por el que sabe, por la pasión con la que lo enseña, y del que enseña por el que aprende, por la capacidad que tiene para ello. Ese respeto exige esa previa distancia, garantía del reconocimiento entre uno y otro a través de lo aprendido, y nunca a través de lo afectivo. Es esencial que esto quede claro: educar, en el sentido de acompañar, lo que hace el pedagogo, de identificarse afectivamente, es lo contrario que aportar herramientas al alumno para la crítica y la emancipación. Esto no significa dejar de lado la educación del corazón por la del intelecto, como decía Aristóteles en la Política, sino entender esa educación del corazón como respeto hacia una persona en formación, que aun está por ser adulto. La educación de lo afectivo es paidocentrismo, es educar en la consideración de que el alumno es un ente acabado como niño o adolescente, y no un ser humano emancipable en potencia.

EGF: Lo que intentamos es salir de la falsa polémica entre instrucción y educación que considera que la primera es algo así como rellenar las cabezas de los alumnos con contenidos que les son completamente ajenos. Hay que decir que la instrucción, que, como acaba de explicar Olga, entendemos como filomatía (término este que tomamos de la excelente tesis doctoral de José Sánchez Tortosa), es en sí misma educativa. A este respecto hay un dato que me parece significativo: la II República mantuvo el nombre de Ministerio de Instrucción Pública y fue el primer gobierno de Franco, en fecha tan temprana como 1938 el que lo cambió  por Ministerio de Educación Nacional. Este cambio de nomenclatura no es inocente, pues implica privilegiar los elementos de guía y conducción, haciendo del pedagogo (conductor de niños) el preparador del terreno para el éxito del demagogo (conductor de pueblos o, en este caso concreto, caudillo).

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN, MANEJANDO ADEMÁS TÓPICOS PEDAGÓGICOS EXECRABLES, NO HAN PARADO DE DIFAMAR Y CALUMNIAR, ECHANDO BASURA MEDIÁTICA SOBRE LA PROFESIÓN DE PROFESOR

CFL: A veces hay que educar para poder instruir, pero la pretensión de hacer cargar a la escuela con todos callejones sin salida sociales es una barbaridad. La escuela no puede dar trabajo a los padres de los alumnos que están en paro, por ejemplo. En esta sociedad hay problemas gravísimos que tienen que ser resueltos políticamente. Y los profesores, que son los primeros en vivirlos cotidianamente, al convivir con alumnos de todas las edades a diario, se están comportando, en general, como verdaderos héroes, desplegando una generosidad de gran sensibilidad social. Pero en lugar de agradecimiento (que suelen tenerlo, en cambio, y muy sincero, por parte de los alumnos), se encuentran con que los poderes fácticos les responsabilizan por no lograr solucionar lo que esos mismos poderes deberían estar solucionando por otros vías. Los medios de comunicación, manejando además tópicos pedagógicos execrables, no han parado de difamar y calumniar, echando basura mediática sobre la profesión de profesor. De este modo, los profesores han perdido el prestigio y el respeto de la sociedad en general. Esto es un desastre de la civilización.

No parecen muy entusiastas de la pedagogía. Pero personas muy entrañables y muy reconocidas en las tradiciones de izquierda e ilustradas fueron pedagogos. Pienso, por ejemplo, en Ferrer i Guàrdia o en Makarenko. ¿Dónde se ubican sus principales críticas a la Pedagogía?

OGF: En primer lugar, en su autoproclamación de ciencia experta en el arte de enseñar a enseñar, cuando no tiene cuerpo teórico alguno. Postularse como la metaciencia que enseña cómo enseñar más allá de los contenidos específicos de cada disciplina es grotesco desde un punto de vista científico. Como mucho, la pedagogía es una técnica o conjunto de recomendaciones formales. En segundo lugar, precisamente, el discurso pedagógico moderno (de origen jesuita) es “forma vaciada de contenidos”. Es lo que se denomina “formalismo pedagógico”: el progresivo vaciamiento de los contenidos en favor de sucesivas metodologías cuyo fin es, exclusivamente, el reajuste del aprendizaje en términos rentables, en la producción de determinado tipo de persona, del “hombre nuevo” necesario en cada momento.   En tercer lugar, al formalismo pedagógico le acompaña como sustituto del conocimiento, el establecimiento del afecto, de lo emocional. El discurso actual de la pedagogía está transido de estructuras biensonantes y, por lo tanto, muy difíciles de desmontar como “democratizar la enseñanza”, “educar en la autoestima y en lo emocional”, “construir el propio aprendizaje”, “iniciativa emprendedora”….. Es un lenguaje a favor de los intereses neoliberales que requieren un ciudadano adaptable a todo tipo de circunstancias. Por lo tanto, no se trata tan sólo de que, en origen, la Pedagogía se considere a sí misma indispensable para las disciplinas que sí son científicas, sino que en su labor de “tutela” desacredita la importancia de los conocimientos aportados por las mismas, promueve el vaciamiento de contenidos de la escuela frente a lo afectivo y obedece históricamente a los intereses y tendencias innovadoras de reforma de los “agentes sociales”.

EGF: Fíjate que tanto Ferrer i Guàrdia como Makarenko son pedagogos en tanto que reflexionaban sobre su propia práctica como maestros; se enfrentaban directamente en su día a día con los problemas que surgían en sus escuelas y en el trato directo con los alumnos y a partir de ahí hacían una teorización, por así decir, enraizada en su propia praxis. Eso es enteramente diferente de erigirse en los detentadores de una presunta (e imposible) “ciencia de la educación” que exacerba el formalismo del que habla Olga. Las teorías pedagógicas se van alejando de la práctica concreta y de los contenidos concretos y se convierten en prescriptivas e invasivas del principio fundamental de la libertad de cátedra, además de puramente formales. Al concebirse como una ciencia positiva más pretende ocupar un lugar autónomo e independiente en la ciudad científica, pero eso la lleva al formalismo y este al delirio pedagogista del que hablábamos antes. Esto lo localizó muy bien Hannah Arendt en los años cincuenta del siglo pasado, cuando decía aquello de que bajo la influencia del pragmatismo y la psicología la pedagogía se separó de los contenidos a transmitir y con ello de las normas básicas de la sensatez. Por ello, nuestras críticas se centran en las pretensiones cientificistas de la Pedagogía, que terminan sirviendo a intereses espurios legitimándolos.

ES UNA IDEA DISPARATADA INSTITUIR UNA CARRERA UNIVERSITARIA EN LA QUE SE PRETENDE ENSEÑAR COMO “ENSEÑAR A ENSEÑAR” A LOS PROFESORES Y ESO, ADEMÁS,  SIN HABER ENSEÑADO NUNCA

CFL: Por mucho que tengo fama de antipedagogo, yo no  tengo nada contra la pedagogía. Siempre y cuando, por supuesto, sea cosa de profesores. Cuando los profesores reflexionan sobre su  propia práctica docente tienen, sin duda, cosas importantísimas que decir, en el terreno de la didáctica y en el de la pedagogía. Yo sería partidario, incluso, de que se reservara una porción importante del tiempo de trabajo de los profesores para estas reflexiones. Pero lo que es una idea disparatada es instituir una carrera universitaria en la que se pretende enseñar como “enseñar a enseñar” a los profesores y eso, además,  sin haber enseñado nunca. Yo no sé cómo puede parecer sensata una  cosa así. Luego, ocurre lo que ocurre. Cada vez que hay que hacer un plan educativo o implementar un política para la enseñanza, se convoca a los “expertos en educación” en lugar de a los profesores. Hasta en Podemos ha pasado esto. Es así como el destino de la educación en este país ha quedado en manos de tecnócratas que jamás o apenas han pisado un aula, pero que se han pasado la vida elaborando libros blancos para los ministerios. Se trata, además,  de una estafa que ha sido muy interesadamente ocultada. A los egresados de Ciencias de la Educación, hace ya décadas, se les regaló el CAP, un cursillo ignominioso del que jamás ningún profesor ha dicho nada bueno (quizás haya alguna excepción, vale). Ese cursillo jamás se evaluó, jamás se hicieron  públicos los datos sobre su aceptación entre el profesorado que tenía obligatoriamente que pasar por él. Y luego, aprovechando el revuelo del Plan Bolonia, el CAP se transformó en un flamante Master de Formación del Profesorado, diez veces más caro y cinco veces más largo. Es curioso ver que, por ejemplo, el MFP de la UCM es el  único máster sobre el que no hay manera de encontrar los datos de su autoevaluación, que son obligatorios. No sé cómo será en otros sitios, pero me temo que pasará algo parecido.

Se suele hablar de una educación, de una universidad, de una escuela a favor de la sociedad. ¿les parece razonable una finalidad formulada en estos términos?

CFL: En  los tiempos de la lucha contra el Plan Bolonia, escribí, junto con mis alumnos, dos libros contra ese pernicioso lema: una escuela, una universidad, “al servicio de la sociedad”. Decía Humboldt que en la enseñanza secundaria el profesor debe estar al servicio del alumno, y que en la enseñanza superior, en cambio, ambos dos, el profesor y el alumno, se deben a la verdad. Esto me parece una manera adecuada de plantear las cosas. Pero una Escuela o una Universidad al servicio de la sociedad es un lema envenenado,  sobre todo si se trata de una sociedad tan mala como esta. En una sociedad en la que ni siquiera los parlamentos pueden nada contra la dictadura de los corporaciones económicas, poner la enseñanza al servicio de la sociedad es una estrategia suicida, que sólo sirve para acelerar el molino de la destrucción turbocapitalista que se avecina. Supongo que nadie aceptaría un lema que alentara poner el derecho al servicio de la sociedad. Porque no es el derecho el que debe estar al  servicio de la sociedad, es la sociedad la que debe estar en “estado de derecho”. ¿No es así? Pues lo mismo pasa respecto al uso teórico de la razón. No hay que considerar verdad lo que la sociedad opina a través de sus aparatos mediáticos e ideológicos, sino que la sociedad debe aprender a distinguir la verdad de la basura ideológica. Para eso se inventó la escuela pública. La sociedad no es quién para opinar sobre la verdad o la falsedad del teorema de Pitágoras. En resumen, bajo el lema “una enseñanza al servicio de la sociedad” lo que se esconde es el proyecto de poner las instituciones estatales al servicio de las necesidades mercantiles. Es un plan muy astuto para que las empresas puedan aspirar dinero público para sus propios negocios, logrando, para empezar, que todo un ejército de becarios trabaje para ellas sin pagarles nada, cobrando con el dinero estatal, es decir, con el dinero que pagan otros trabajadores con sus impuestos. En resumen, es el plan perfecto del neoliberalismo: que el sueldo de los trabajadores lo paguen otros trabajadores.

BAJO EL LEMA “UNA ENSEÑANZA AL SERVICIO DE LA SOCIEDAD” LO QUE SE ESCONDE ES EL PROYECTO DE PONER LAS INSTITUCIONES ESTATALES AL SERVICIO DE LAS NECESIDADES MERCANTILES

OGF: La única posibilidad de que la escuela, en cualesquiera de sus niveles, pueda servir realmente a la sociedad, es si está protegida de los diferentes intereses corporativos que insisten en infiltrarla. Una escuela que sirva a la sociedad es aquella que, de alguna forma, está aislada de la misma, a la que no se exige que enseñe algo aplicable en términos de “impacto social”, “transferencia de activos” o rentabilidad económica. Es una escuela que forma ciudadanos “útiles” en el sentido ilustrado: personas instruidas en profundidad en el corpus teórico de la carrera elegida y aptas para el ejercicio de la ciudadanía; es decir, críticas con las instituciones.

¿Dónde creen que es más clara y más enérgica la privatización de la escuela preuniversitaria?

EGF: Si te refieres a en qué comunidades autónomas se percibe más claramente creo que hay que decir que la Comunidad de Madrid es la campeona de la privatización con diferencia. Es el laboratorio privilegiado de este tipo de políticas. Aunque creo que en Cataluña o la Comunidad Valenciana (al menos hasta el cambio de gobierno) tampoco se han quedado mancos en ese sentido. En otro orden de cosas hay que atender también a dimensiones de la privatización que van más allá de favorecer descaradamente a la privada-concertada en detrimento de la pública, lo que llamaríamos privatización exógena. Los cambios, por ejemplo, que la LOMCE introduce en el modelo de gobierno y gestión de los centros públicos significan un tipo de privatización endógena, al implantar en los centros públicos los principios de la gestión empresarial con el objetivo de ponerlos a competir en el cuasi-mercado educativo que se está creando. Y esto es igual para todas las regiones. Si preguntamos por ese “dónde” en el terreno ideológico, la retórica de la igualdad de oportunidades (en vez de hablar, como se debería, de igualdad de derechos) y de la libertad de elección (o el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos, cosa muy discutible tal y como se suele plantear), con su corolario de defensa del cheque escolar, son ejemplos de que la ideología privatizadora se ha naturalizado hasta convertirse en hegemónica.

Conviene preguntar lo mismo pensando en la universidad pública.

CFL: Si entiendo la pregunta en el mismo sentido que ha respondido Enrique, hay que decir que es un fenómeno absolutamente global. Viajando a Colombia, a México, a Grecia, a Holanda, te das cuenta de que en todas partes se manejan los mismos tópicos, la misma jerga pedagógica, los mismos lemas. Los objetivos son los mismos en todas partes. Esto me ha sorprendido muchísimo. Parece una conspiración global. Me recuerda a los comienzos de la lucha contra el Plan Bolonia, cuando se trataba de luchar contra el Informe Bricall. En el año 2000, hubo unas manifestaciones multitudinarias contra un documento, el Informe Bricall, que ni siquiera había sido todavía publicado. El propio artífice del informe declaró su sorpresa porque se protestara tanto contra un texto que todavía no existía oficialmente. ¿Qué había pasado? Pues que una generación de estudiantes, entre los que se contaban, según recuerdo, Miguel Urbán, Luis Alegre y algunos protagonistas más de Podemos, se habían encerrado en la Universidad para traducir del inglés las ponencias sobre educación de la última cumbre de la OMC, en Nueva Zelanda.  Y antes de que se publicara el famoso “Informe”, ellos ya sabían lo que iba a decir. Lo malo ha sido que esas directrices han sido un destino insoslayable a nivel mundial. Una verdadera apisonadora. Si no se hubiera presentado resistencia, sin duda que el resultado habría sido mucho peor. Pero, de todos modos, el destino ha sido el destino, no ha habido forma de pararlo. De un lado a otro del planeta, las autoridades académicas de derechas y de izquierdas se han plegado a los planes de la OMC.

Dedican bastante páginas a criticar abiertamente la noción althusseriana de la escuela como un aparato ideológico de Estado (AIE). Esta valdría, señalan, para el caso de un Estado dictatorial como el franquista pero no en el caso de un Estado democrático. Déjenme que haga de abogado del diablo althusseriano. Según tengo entendido la enseñanza pronuclear que se imparte en las escuelas niponas es de juzgado de guardia; en España, en la asignatura Economía e Iniciativa Emprendedora se hace una apología de la economía de mercado y de la teoría y cosmovisión neoliberal que echa para atrás en su indocumentación. Lo que se cuenta a los niños y niñas escolarizados en Cataluña sobre la historia del propio país clama también al cielo. O sea, tres ejemplos de escuela que actúa, aunque sea parcialmente, como un aparato ideológico intoxicador de Estado. ¿Me pueden refutar por favor?

OGF: Es irrefutable. Cuando decimos que la escuela en un Estado democrático no funciona(ría) como AIE, hablamos de un estado “verdaderamente democrático”, y esto no es un puro formalismo: es exigir que las instituciones funcionen como garantes de la libertad (el autogobierno a través de la razón de un individuo crítico), de la igualdad en términos de isonomía (en el acceso al conocimiento y ante la ley) y de la fraternidad (que todos seamos propietarios de los mínimos que garantizan la dignidad: sanidad, vivienda, educación, etc.). Cuando se habla de un Estado democrático se habla de un Estado republicano, donde las instituciones son protectoras de lo que es público, de lo que es de todos. Una escuela en este Estado verdaderamente democrático no tiene carácter de clase. Es una institución al servicio de la autonomía racional, que instruye para la libertad y la igualdad y no está infiltrada por intereses corporativos.  Hablamos en presente porque es posible: la debe construir la izquierda. Pero desde luego, debemos afirmar que no es la escuela que desarrolla su función bajo planes de estudios que obligan a la impartición de Religión Católica, Iniciativa a la Actividad Empresarial y Emprendedora, la antigua Educación para la Ciudadanía, la actual Valores Éticos o la Filosofía de 1ª de Bachillerato que tiene entre sus contenidos, también, la iniciativa y el espíritu emprendedor. Pero es que ésta, la de hoy en día no es una escuela republicana como éste no es un Estado democrático más allá de la pura estructura formal de la democracia. El liberalismo ganó históricamente la partida a la Ilustración, pero esto no significa que no se pueda rescatar el proyecto ilustrado.

LA ÚNICA POSIBILIDAD DE QUE LA ESCUELA, EN CUALESQUIERA DE SUS NIVELES, PUEDA SERVIR REALMENTE A LA SOCIEDAD, ES SI ESTÁ PROTEGIDA DE LOS DIFERENTES INTERESES CORPORATIVOS QUE INSISTEN EN INFILTRARLA

EGF: Claro, no es lo mismo decir que la escuela funciona de hecho en determinadas circunstancias como un aparato ideológico intoxicador del Estado, lo cual es indudable, que sostener que la escuela es de derecho nada más que un AIE. Eso es un error catastrófico que ha servido muy bien a lo que alguien ha llamado “la guardia roja del capital”. Con ese tipo de argumentación se acaba por vaciar la escuela de todo lo que tenía de institución ilustrada y de freno a las pretensiones capitalistas de rentabilidad a cualquier precio y, al vaciarla, se convierte en un puro instrumento gubernamental. El propio Marx advertía contra las pretensiones de nombrar al Estado educador del pueblo y decía que lo que había que hacer era precisamente proteger la escuela de toda influencia del gobierno (y, por cierto, también de la iglesia).

CFL: Nuestra tesis es que cualquier ejemplo que se ponga en ese sentido que tú dices lo que prueba es que no hay verdadera separación de poderes y que, por lo tanto, no hay verdadero estado de derecho. Eso puede ser muy oportuno señalarlo y para la izquierda habría sido una buena estrategia a seguir. La mejor prueba de lo perniciosas que son las condiciones capitalistas es lo mal que funciona en ellas, por ejemplo, la escuela pública (y, en general, todas las instituciones republicanas, para empezar, la separación de poderes). Lo que nos parece disparatado, en cambio, es hacer cargar con el problema a la propia escuela pública, como si ésta hubiera sido, digamos que una mala idea. Esto ha sido un mal endémico para la izquierda, sobre todo desde los años sesenta: como el capitalismo convierte el parlamento en una estafa, en lugar de combatir el capitalismo para salvar el parlamentarismo, combatimos el parlamentarismo mismo; como el capitalismo  denigra la condición de la ciudadanía, nos ponemos a inventar un “hombre nuevo”, una idea mejor que el ciudadano (así inventamos, por ejemplo,  el camarada, el militante, el revolucionario, el hombre nuevo, ideas antropológicamente inconsistentes y políticamente disparatadas que no podían crear ningún tipo de hegemonía); como el estado de derecho es imposible bajo el capitalismo, en lugar de presentarnos como los verdaderos valedores del estado de derecho y combatir en su nombre el capitalismo, hicimos al revés, nos empeñamos en inventar algo mejor que todo eso. La izquierda lleva siglos intentando inventar la pólvora. Y al mismo tiempo, toda la reflexión sobre el Estado moderno, una obra maestra del pensamiento político, plasmada en la historia de la filosofía, se regalaba al enemigo, a lo que se llamaba el pensamiento burgués, y a cambio se estudiaba a lumbreras como Stalin o Mao. Mas habría valido seguir el ejemplo de Marx, cuando decía, “un negro es un negro, solo bajo determinadas condiciones se convierte en un esclavo; una máquina de hilar es una máquina de hilar, sólo bajo determinadas condiciones se convierte en capital; en tanto que máquina de hilar, ahorra tiempo de trabajo y libera al ser humano, en tanto  que capital, alarga la jornada laboral y le impone el yugo de las fuerzas naturales”. Más habría valido continuar por el mismo camino: un parlamento, una escuela, una sanidad pública, un estado moderno, son una buena idea, sólo bajo el capitalismo se  convierten en una maldición. Y por lo tanto, hay que combatir  el capitalismo y no la escuela pública. Y combatir el capitalismo en defensa, precisamente, de la escuela pública. Esto es lo que pensamos que habría sido un camino sensato, en lugar de seguir los pasos de la famosa canción de Pink Floyd.

Fuente de la Entrevista:

https://ctxt.es/es/20170426/Politica/12430/Entrevista-Carlos-Fernandez-Liria-Olga-Garcia-Fernandez-Enrique-Galindo-Ferrandez-Escuela-o-barbarie.htm

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