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Fernando Reimers: «La escuela tendría que alfabetizar en temas religiosos»

19 Noviembre 2017/Fuente: El Periodico /Autor: María Jesús Ibáñez

Fernando Reimers, experto en integración escolar, aboga por enseñar cultura de las religiones para acabar con los extremismos. El profesor de Harvard alerta también del aumento de las desigualdades entre pobres y ricos

No se trata de volver a estudiar doctrina religiosa como se hacía antes, dice Fernando Reimers, profesor de Educación Internacional en la Universidad de Harvard. Pero sí se trata, prosigue este especialista, figura de referencia en materia de equidad e integración escolar, «de alfabetizar a los jóvenes en asuntos religiosos«. «Porque la religión influye en los sistemas de valores de la mayoría de personas y porque sin comprender la diversidad religiosa, la integración se hace casi imposible», afirma.

Reimers, que esta semana ha paseado su voz rotunda y su amplio conocimiento por el recinto de la cumbre mundial de innovación educativa (WISE, en sus siglas en inglés) celebrada en Catar, constata, en una conversación con este diario, que una de las asignaturas pendientes en prácticamente todos los sistemas escolares de los países occidentales es la educación en valores cívicos, en ciudadanía global. Solo así se va a caminar hacia una integración real de los inmigrantes, insiste cuando se cumplen tres meses de los atentados de Barcelona y Cambrils.

«Considero que lo que ocurrió este verano en Catalunya fue algo puntual, un hecho aislado, pero eso no es contradictorio con el hecho de que en este momento estén pasando en el mundo cosas preocupantes y desconcertantes, como es el resurgimiento de los nacionalismos extremos, de los populismos, donde líderes irresponsables están fomentando la exclusión y la negación de quienes son diferentes». Habla Reimers de movimientos neonazis, de populismos como el que ha llevado la fractura a Venezuela (su país de origen) y habla también de la radicalización religiosa alimentada por el Estado Islámico. Y eso, advierte, es justo lo contrario de lo que se debería hacer.

«No se trata de enseñar una práctica confesional, ya que eso corresponde a las familias, sino de que conozcan la diversidad religiosa», afirma Reimers

«A todos nos va a tocar en algún momento de nuestras vidas entrar en interacción con personas distintas a nosotros, de diversos orígenes culturales», reflexiona el profesor. «Bien porque interactuamos con sus ideas a través de los medios de comunicación, bien porque el trabajo está cada vez más desterritorializado y nos conectamos por motivos laborales, bien porque a través del viaje, por la migración o por el turismo, nos encontramos con esas personas diferentes», señala. «Y hemos de enseñar a los niños a estar preparados para ello», defiende.

Una de las necesidades de esta sociedad cada vez más globalizada «es por ejemplo producir una alfabetización religiosa» ¿Y eso es compatible con una escuela laica y aconfesional? «Es que cuando hablo de alfabetizar sobre temas religiosos no hablo de enseñar religión como práctica confesional, porque eso corresponde a las familias y a los grupos religiosos», puntualiza el profesor de Harvard. «La alfabetización religiosa -precisa- es enseñar cuáles son las religiones que hay en el mundo, cómo se han encontrado en el tiempo esas religiones y qué contienen».

Niños más cosmopolitas para evitar el conflicto

«La escuela tiene la capacidad de hacer cosmopolitas a los niños, de hacerlos capaces de compartir con otros niños de diferentes religiones, de diferentes razas y de diferentes orígenes socioeconómicos», proclama el profesor, que es también investigador en políticas y programas de innovación educativa. «Evidentemente la integración no es solo labor de la escuela, porque hay otras instituciones que también educan a los niños, como las familias, los espacios de ocio y actividades extraescolares, pero estos no siempre defienden valores de ciudadanía global y la misión de la escuela es ser capaz de compensarlo», indica.

«Los atentados del verano en Barcelona fueron puntuales, pero hay que estar atentos», agrega

A esa escuela, que es un elemento muy pequeño dentro de la gran trama de actores sociales con la que convive el niño, «hay que ayudarla de manera especial», subraya Reimers. Con el aumento de las desigualdades que ha traído la globalización, hay que invertir más que nunca en la escuela, afirma. «Las personas con mayor capital social, económico e intelectual son – explica- las que mejor se aprovechan de la globalización, porque están más atentas al desarrollo de sus hijos, porque viajan y porque tienen un mayor acceso a la cultura».

«Estamos viendo que un niño de cuatro años cuyos padres son universitarios tiene un vocabulario mucho más rico que el niño pobre de su misma edad y esa brecha, con el paso del tiempo, se hace aún más profunda», señala. Y las posibilidades de que las escuelas lo contrarresten «son cada vez más difíciles». Los intentos hechos por algunos países para evitar que la brecha se amplíe han sido bastante infructuosos hasta ahora, lamenta Reimers. «Hay mecanismos como las becas que ayudan a los estudiantes con talento y sin recursos, pero por ejemplo en EEUU se está viendo que no son la solución, porque la realidad es que estos alumnos llegan en un porcentaje muy bajo a las universidades más prestigiosas», advierte.

Fuente de la entrevista: http://www.elperiodico.com/es/sociedad/20171117/fernando-reimers-universidad-harvard-escuela-tendria-alfabetizar-temas-religiosos-6432145

Fuente de la imagen: http://estaticos.elperiodico.com/resources/jpg/1/5/1510945064651.j

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Carme Gómez: «Todos los niños son genios en potencia»

Europa/España/18 Noviembre 2017/Autor y fuente: El periódico

Esta maestra de ciclo superior de primaria se inspira en escuelas de la India para infundir paz y confianza a sus alumnos

Es un espectáculo ver a 25 niños de 10 y 11 años recitando el mantra del sol y la luna con los ojos cerrados y totalmente concentrados. Pero no estamos en la India ni en una escuela alternativa, sino en el aula de 5º B de la escuela Sant Ramon Nonat de Barcelona, donde Carme Gómez (Barcelona, 1958) imparte clases desde hace 30 años.

–En verano del 2016 hizo un viaje a la India que la marcó.
–Vi un cartel de Terrakia que anunciaba viajes de inmersión cultural y había uno que parecía hecho a mi medida: India y la educación. Tras los pasos de Montessori, Krishnamurti, Vicente Ferrer y Sri Aurobindo. Viajamos al sur de la India, a zonas muy pobres, y visitamos varias escuelas. La experiencia superó todas mis expectativas. Fue un chute de energía que me ha impregnado para no desfallecer y seguir adelante en mi tarea docente.

–¿La meca educativa no era Finlandia?
–¿Por qué es la meca Finlandia? ¿Porque sacan muy buenos resultados?

–Eso es lo que se valora al final, sí.
–Acumular conocimientos no lo es todo. En la India quizá no sepan tantas cosas, pero entienden la educación de manera global y trabajan el ámbito físico, emocional, intelectual y espiritual. Allí los niños no tienen nada, pero tienen una vida interior más rica y están preparados para afrontar muchas cosas de la vida. Aquí tenemos de todo, pero nos falta orden en el terreno emocional.

–¿Qué le sorprendió más de lo que vio?
–El silencio. En la Fundación Krishnamurti vi cómo 600 niños callaban respetuosamente cuando alguien hablaba, sin que nadie tuviera que tocar una campana o decir shhh continuamente.

–Aquí cuesta mucho hacer callar a 25.
–Aquí hay un estrés relacionado con la falta de calma y de paz interior. Cuando mis alumnos entran en clase les pongo música relajante y apago la luz. Cuesta mucho lograr el silencio, pero al final se dan cuenta de que las tareas les salen mucho mejor así que si entran como las cabras. Les he enseñado el mantra del sol y la luna y a veces hacemos ejercicios de yoga entre clases.

–A ver si van a decir que les adoctrina… 
–¡Entonces llevo muchos años adoctrinando niños! [ríe] Se trata de bajarles las revoluciones para que se serenen y aprendan a gestionar sus emociones, a ser más empáticos, a escucharse entre ellos, a adquirir autoconfianza… ¡Lo necesitan!

–¿Andan bajos de autoestima?
–Es una de las principales causas del estrés en los niños, porque piensan que no serán capaces de hacer las cosas. Les estamos sobreprotegiendo y eso les impide crecer. Tenemos que dejar que se equivoquen, que se caigan y se vuelvan a levantar.

–¿Usted siempre había pensado así o todo fue a raíz del viaje a la India?
–Siempre he sido un poco así, pero el viaje lo multiplicó por diez. Por ejemplo, he dicho muchas veces que los niños no se aficionarán a la lectura si les hacemos leer porque toca; si no tienen ganas, no leerán.

–¿Cómo hacerlo entonces?
–En la India visitamos una escuela Montessori, que se organiza por rincones. Está el rincón de la ciencia, de la lengua, del arte… Los niños tienen que pasar por todos, pero pueden escoger el que les apetezca en cada momento. Esto facilita el aprendizaje y les da un nivel de autonomía y de libertad que les será muy útil en la vida. ¡Yo sacaría todos los pupitres y las sillas del aula!

–¿Qué le gusta más de ser maestra?
–Me lo paso muy bien con los niños. Todos son genios en potencia, cada uno con su tipo de inteligencia. Son muy fáciles de motivar, pero también te lo tienes que currar. Lo más importante es observar; no hace falta que les enseñes nada, solo tienes que acompañarles.

Fuente: http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/20171114/carme-gomez-todos-los-ninos-son-genios-en-potencia-entrevista-el-periodico-pedagogia-6423983

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Entrevista a May Puchet. Qué pasó con el arte Uruguayo durante la dictadura militar: ¿Resistencia silenciada o silencio resistente?

El carácter procesual y colectivo del arte conceptual fue un elemento fundamental para construir espacios de encuentro, para salir a la calle o utilizar medios comunicativos.

Por Mariel Cisneros López.
Doctoranda en Difusión del Conocimiento. Universidade Federal da Bahia.
Lda. en Artes Visuales y Antropología Social por la Universidad de la República. Uruguay.
cismariel@gmail.com

Pequeña biografía de la entrevistada:
May Puchet.

Profesora Adjunta en el Instituto Escuela Nacional de Bellas Artes, Facultad de Artes, UdelaR.
Integrante de la Red Conceptualismos del Sur https://redcsur.net/
Como resultado de su investigación sobre el arte en tiempos de dictadura en Uruguay, en 2014 publicó el libro: Octaedro, Los Otros y Axioma. Relecturas del Arte Conceptual en el Uruguay durante la dictadura (1973-1985). Montevideo, Editorial Yaugurú, ISBN: 978-9974-8453-7-4

En 2016 recibió el Primer Premio Nacional de Literatura del Ministerio de Educación y Cultura, en la categoría Ensayos sobre Arte.

Es responsable en investigaciones y cursos sobre Estéticas Contemporáneas, Arte Latinoamericano, Arte y prácticas colaborativas, Investigación y producción en estrategias creativas y otros asuntos que la colocan en una perspectiva de compromiso en la compleja la noción de artista contemporáneo.

Iberoamérica Social: Cómo surge la idea de escribir este libro y por qué

May Puchet: Me considero una investigadora de tipobenjaminiana; en un momento viene la imagen fugaz del pasado, algo que no comprendemos y queremos traer al presente. Ahí empieza todo. Luego construimos un camino para acercarnos a ese pasado, pero se trata de un camino que está plagado de incertidumbres y fragmentos de historias no contadas. Cuando la imagen se vuelve más clara –o tal vez más insistente- y nos animamos a recorrer aquel camino, es porque vemos allí algo de interés y porque además puede transformarse en un aporte significativo para el área de estudio en la que estamos. Entonces surge la investigación.

La argentina Esther Díaz (Doctora en Filosofía) dice que, en última instancia la investigación es una búsqueda de la verdad, entendida la verdad de todas las diferentes maneras que sean posibles. También se puede hablar de fragmentos de verdades. Creo que lo que quise hacer con este libro es producir un fragmento de verdad o una manera de interpretar la realidad, que estaba ausente en los capítulos de la historia reciente del arte uruguayo. Me refiero a la reflexión sobre la violencia ejercida por la dictadura en todos sus aspectos y la resistencia cultural en el ámbito de las artes visuales.

Al revisar nuestra historia sobre el arte en esa época, encontré que no había una mirada crítica al respecto. Existían algunos trabajos sobre el teatro, la música popular y la literatura, pero de las artes visuales no había casi nada, y mucho menos sobre el arte conceptual. Lo que se puede encontrar es algún trabajo sobre los artistas en el exilio, pero sobre la resistencia cultural como a mí me interesaba trabajar, es decir, los artistas que produjeron en su país durante la dictadura, lo que se llamó “el insilio”, no encontré nada sistematizado. Además me interesaba la mirada sobre el conceptualismo, que ya contaba con bastante producción teórica de investigadores de América Latina.

Entonces me hice la pregunta: ¿qué pasó en el Uruguay con estos modos del arte contemporáneo durante los años de dictadura? Por ese lado orienté mi trabajo y me encontré con tres colectivos artísticos que surgieron en Montevideo; Los Otros, Octaedro y Axioma, que, según mi lectura, generaron aportes muy importantes a la conformación de un tipo de arte conceptual desde el Uruguay en los años setenta y ochenta. Lo novedoso para nuestro medio fue la aparición de estos grupos casi simultáneamente que tenían una propuesta de estrategia creativa diferente a los modos tradicionales de las artes visuales, es decir, la incursión en ciertas prácticas artísticas y colectivas que se inscriben dentro del arte conceptual. Además expusieron en espacios no convencionales, fuera del circuito instituido del arte e intentaron superar de algún modo la censura de la época.

IS: ¿Qué significa en ese contexto histórico el arte conceptual?

MP: El arte conceptual tiene varios orígenes paralelos, desde el más duro referido a los artistas de Estados Unidos y de Inglaterra, a otro tipo de conceptualismo que se puede ubicar en América Latina y Europa del Este. A partir de este conceptualismo, que surgió alrededor de los años sesenta y setenta, se crearon nuevos códigos visuales e interpretativos para un contexto particular donde los artistas hallaron la forma de decir lo indecible, de hacer visible lo que no era visible y de generar metáforas,  ya que las formas del arte conceptual -acciones, instalaciones, arte-correo, intervenciones urbanas, etc.-, abrieron un campo mayor de posibilidades de encuentro y de sentido crítico entre los artistas y los espectadores que compartían esos códigos.

IS: ¿Qué significó el arte conceptual en el el río de la plata durante las dictaduras militares?

MP: Para mi trabajo de maestría realicé una investigación comparativa entre ciertas producciones artísticas de Uruguay, Argentina y Chile y puedo decir que fue muy importante lo que se hizo dentro de lo que podríamos llamar arte conceptual en esa época de dictaduras muy violentas en el continente. El carácter procesual y colectivo del arte conceptual fue un elemento fundamental para construir espacios de encuentro, para salir a la calle o utilizar medios comunicativos. Se conformaron lugares de resistencia cultural imprescindibles para enfrentar lo que se vivía.

IS: ¿Puede el arte (en general no solamente el conceptual) educar en contextos de represión?

MP: Sin duda que sí. Lo que se produce artísticamente con determinado sentido y en esos contextos, sea en micro espacios o en aparente silencio, genera un modo de pensar la realidad y de actuar sobre ella, que necesariamente se vuelve algo educativo, por así decirlo. Esa realidad puede ser una realidad subjetiva, no necesariamente estamos hablando de una realidad que involucre a toda la sociedad.

IS: ¿Cuál es el siguiente paso después de trabajar en esta obra inaugural de la literatura rioplatense referida al arte en épocas de dictadura?

MP: Al ser parte de un grupo de investigadores (Red Conceptualismos del Surhttps://redcsur.net) que busca reactivar la memoria y pone énfasis en la potencia crítica del arte contemporáneo, especialmente en las prácticas conceptuales, estoy en contacto permanente con ideas y proyectos que permiten visualizar dichas prácticas en el contexto de América Latina desde los años sesenta al presente. Por lo tanto, desde allí me ubico para pensar en nuevos proyectos. La Red  viene trabajando hace tiempo en la construcción y difusión de Archivos sobre prácticas conceptuales creando una plataforma (archivosenuso.org), que siempre se está actualizando con trabajos de sus integrantes. Creemos que este proyecto es muy útil para investigadores de todo el mundo. El tema de los Archivos y la producción de discursos críticos en torno a estos, es muy interesante. Por ahora pienso que estaré trabajando en esos temas y cómo estos se vinculan a la producción artística en el Uruguay.

Para citar este artículo: Cisneros, M. (2017). Qué pasó con el arte uruguayo durante la dictadura militar: ¿Resistencia silenciada o silencio resistente? Entrevista con May Puchet. Iberoamérica Social: revista-red de estudios sociales
VIII, pp. 9 – 12. Recuperado en http://iberoamericasocial.com/paso-arte-uruguayo-la-dictadura-militar-resistencia-silenciada-silencio-resistente/

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Maggie Hazvinei Mapondera: Una internet feminista debe anclarse en acciones concretas

Maggie Hazvinei Mapondera, nacida en Zimbabwe, es una feminista híbrida que trabaja en el cruce entre el feminismo de las comunidades de base, la comunicación feminista y la creación del movimiento

En esta entrevista, Maggie reflexiona sobre la situación actual de la tecnología e internet en relación al movimiento feminista y la organización y participación de las mujeres en el día a día, a nivel mundial.

Koliwe Majama: Hablemos sobre tu trayecto como activista feminista. ¿Qué es lo que te apasiona y lo que más te motiva?

Maggie Mapondera: Mi trayecto ha sido extraño y creo que la extrañeza se debe a que nunca me restringí a actuar en un sector o lugar único. Mi actividad de militancia feminista comenzó durante mis primeros años de estudiante en la Universidad de Yale, en Estados Unidos. Allí empecé a organizar talleres con mujeres pobres en situación de calle y con problemas de abuso de sustancias, o en proceso de recuperación. Esa experiencia fue la primera sinergia entre la escritura y mi lado creativo como activista. Organicé talleres de escritura creativa con y para esas mujeres. Fue entonces cuando descubrí que la escritura creativa puede tener un papel clave para que las mujeres se hagan oir, identifiquen la causa primaria de sus problemas y encuentren maneras de organizarse.

Luego me pasé a una organización feminista dedicada a organizar el movimiento, Just Associates (JASS), donde me ocupaba de la comunicación. Para mí había una conexión porque JASS se enfocaba en las “her-stories” como medio para que mujeres individuales y comunidades de mujeres relataran la historia de su lucha y no sólo diciéndoles que dieran a conocer su experiencia a otras personas, sino que también las analizaran y se organizaran en forma colectiva para luchar en pos de un cambio. Hoy me encuentro en Womin, una organización que se ocupa de organizar a las mujeres campesinas y de clase trabajadora en toda Africa para que defiendan su derecho a la tierra y la justicia climática.

Cada día interactúo con los desafíos que enfrentan las mujeres porque el clima afecta sus ingresos, la tierra y su capacidad como proveedoras para sí mismas y su familia. Mi pasión son las historias de las mujeres y el poder de cambiar el mundo que tienen esas historias. Si pudiéramos encontrar una forma colectiva de contar una historia diferente sobre el mundo en que vivimos, tal vez podríamos cambiar las cosas.

KM: ¿En qué contribuyen las historias al movimiento?

MM: El movimiento de mujeres se basa en historias de mujeres. Muchas mujeres se encuentran al borde de alguno de los puntos cruciales que constituyen un desafío para el movimiento de las mujeres hoy en día. Se ven enfrentadas al patriarcado todos los días y, en algunos casos, se ven obligadas a lidiar con problemas aún más peligrosos – como las consecuencias de la carrera por el capital por parte de los gobiernos y las corporaciones a expensas de su cuerpo, su vida y sus derechos.

El movimiento de mujeres tiene que imponerse el desafío de pensar fuera de los silos y buscar las interconexiones que hay entre esas historias afin de encontrar una historia completa. De lo contrario, seguimos avanzando dos pasos y retrocediendo cinco, mientras seguimos pensando que la participación política de las mujeres es importante porque la representación en el gobierno nos ayudará a llegar a donde queremos. Pero no alcanza con la historia. Las “her-stories” tienen que nutrir nuestra militancia, al igual que nuestras acciones y nuestro análisis. Además, debemos seguir alimentando ese análisis, haciéndolo cada vez más agudo y lleno de matices. De lo contrario, ¿para qué lo queremos? Empieza a parecer que contamos y compartimos historias por las historias mismas, como si esa fuera la finalidad. Pero no lo es. Como movimiento, debemos esforzarnos y lograr que esas historias no estén simplemente de moda, sino que realmente marquen la diferencia.

KM: En general, ¿las mujeres tienen una representación justa en línea?

MM: No me parece nada justa. Sobre todo cuando te fijas en países como Zimbabwe y la realidad del acceso desigual entre hombres y mujeres. Hay un gran número de mujeres que no tiene representación en los espacios en línea, principalmente por su situación socioeconómica. No estoy segura de que nuestro objetivo debería ser conectar a esas mujeres. Lo que deberíamos hacer,mejor, sería ampliar el modo de conectar nuestras conversaciones en línea con medios tradicionales y “convencionales” tales como la radio y la televisión, afin de que nuestros mensajes se filtren hacia los rincones a los que generalmente no llegamos. De esa forma, traeremos a bordo a esas voces críticas. No podemos permitirnos pensar que internet es la quintaesencia de la comunicación. Tenemos que adecuarnos al contexto y a la gente a la que nos dirigimos. Tenemos que pensar si la comunidad geográfica y/o la comunidad de interés de la mujer que cuenta su historia tendrá acceso a la misma. ¿De qué sirve poner su historia en internet si no ayuda a cambiar su contexto inmediato y su país? Tenemos que ser estratégicas sobre cómo comunicar, a fin de hacerle justicia a las mujeres que representamos en línea.

KM: ¿Cuál es la mejor forma de conectar a los/as “desconectados/as”, sobre todo en los Estados represivos?

MM: Tenemos que ser creativas y agudas en nuestro análisis de clase, porque es el que nos informa lo diferente que es el acceso a internet para todas las mujeres. El acceso a internet varía según la ubicación geográfica, la raza, la clase y la edad. Conociendo esta realidad, el movimiento de mujeres debe organizarse para llegar a cada una de la mejor manera posible y tener la capacidad de compartir nuestras experiencias en forma horizontal. Por ejemplo, no creo que las mujeres aprovechen todo el potencial que ofrecen las plataformas más populares de las redes sociales, como WhatsApp. Hoy en día, en Zimbabwe, WhatsApp es el medio de comunicación y acceso a la información que más se usa. El número de mensajes en cadena que me envía mi madre todos los días, sobre los temas más variados – incluyendo religión y política -, es increíble. La mayor parte de la información que he recibido sobre las protestas callejeras contra la crisis económica y financiera, la paralización de todo el país, organizadas por los movimientos #ThisFlag y #Tajamuka, además de los datos sobre activistas arrestados/as, me llegó por WhatsApp. De modo que esta es la plataforma a través de la cual la ciudadanía de Zimbabwe comparte opiniones, se moviliza y se organiza.

Como integrantes del movimiento de mujeres, tenemos que reconocer y apreciar este hecho. Me parece que, en los tiempos que corren, es crucial encontrar la forma en que las mujeres que ya están conectadas entiendan cuán vulnerables son cuando están en línea. También tenemos que prepararnos para apoyarlas y hacerlas comprender que tienen su propia responsabilidad individual, para que sean conscientes y puedan defender su derecho a la privacidad, además de ser responsables de su seguridad en línea.

KM: ¿Ves algún potencial para que las mujeres se organicen en línea?

MM: Siempre me ha fascinado ver a mi madre y a mis abuelas usando WhatsApp, compartiendo información y siendo tan profesionales. ¡Lo usan más que yo! Así que, obviamente, tiene algo bueno – como organizador de oportunidades. Pero tiene sus propias complicaciones, como la seguridad, algo de lo que se debe empezar a hablar. También quedó claro a partir de las nuevas medidas que la gente que está en el poder en Zimbabwe identificó a WhatsApp como un territorio políticamente peligroso. Eso quiere decir que algo está pasando con este WhatsApp, algo que podemos llamar revolución y que constituye un peligro para quienes están en el poder. Entonces, dado que las personas que tienen el poder en el continente africano ven el lado peligroso de internet, tenemos que ver cómo utilizarla en forma estratégica, sobre todo las redes sociales, para que sea útil a nuestro movimiento. Existen posibilidades y potenciales en todas partes, en diferentes plataformas. El movimiento tiene que utilizar esas oportunidades, como forma de lograr que cada vez más gente pueda estar enterada.

KM: ¿Internet puede fomentar la participación de las mujeres africanas en los conflictos por los polémicos derechos de las mujeres?

MM: Internet tiene límites. Honestamente, creo que no hay nada mejor que abrir espacios y reunir a las mujeres físicamente para que se encuentren cara a cara y hablen. Pero eso no es muy práctico dada la rapidez con la que cambia el contexto, lo que hace que el terreno se haya vuelto tenso y peligroso para el activismo feminista. Así que, si vamos a aventurarnos en las sensibilidades de nuestra condición de ser mujeres, tenemos que ser ágiles y estar preparadas para enfrentar amenazas y responder en forma rápida y eficaz. Otro aspecto peligroso en relación a la participación de las mujeres, estrechamente vinculado a la desigualdad de acceso, es que quienes tienen acceso parecen hablar entre sí todo el tiempo. He observado que en las plataformas y redes sociales – ya sea Facebook, Twitter, o Tumblr – siempre son las mismas personas las que se siguen e interactúan entre sí. Al final, parece que fuera una caja de resonancia. Creo que eso puede ser contraproducente para el activismo y el feminismo de cada una/o, sobre todo cuando las mujeres no se autoimponen el desafío de darse a conocer y hacerse escuchar, o ser realmente solidarias con mujeres reales. Así que, como integrantes del movimiento de las mujeres, debemos imponernos el desafío de no quedar atrapadas en la caja de resonancia de nosotras mismas.

KM: ¿Te parece que el movimiento de mujeres obtiene algún beneficio de internet?

MM: Existen ejemplos de situaciones en que los movimientos utilizaron internet y, sobre todo, las redes sociales para amplificar, multiplicar y dar a conocer algún asunto para ganar terreno. Por ejemplo, la campaña #FeesMustFall (Las tasas deben caer), de Sudáfrica, no empezó en línea. Había habido una movilización estudiantil en torno del asunto durante un buen tiempo. Los y las estudiantes de las universidades sudafricanas estaban furiosos/as hacía tiempo por las injusticias cometidas en instituciones universitarias y, sí, el hashtag realmente prendió y se expandió como fuego. Le dio visibilidad al activismo estudiantil que se siguió desarrollando offline, lo que significa que el hashtag mismo no fue el único motivo por el que la campaña resultó “grande”. Le permitió ganar presencia al movimiento más allá de las fronteras de Sudáfrica, lo que quizá no habría sucedido sin las redes sociales. Lo mismo se puede decir de #BlackLivesMatter. La gente se está organizando hace mucho tiempo, en Estados Unidos, contra el racismo. Y eso no quiere decir que el hashtag sea insignificante. En absoluto.

Sigue siendo un momento y un movimiento poderoso que ha parido a otros movimientos. Sin embargo, es importante recordar que mucho después de que el hashtag desaparece, o se cambia, los movimientos siguen existiendo y creciendo. Nada que suceda en línea y en forma aislada es sustentable. Tiene que haber una conversación en marcha, porque las cosas siempre necesitan tener raíces. La gente suele referirse a la Primavera árabe, por ejemplo, como un fenómeno que sucedió en línea. Pero la gente se había estado organizando contra la opresión durante muchos años. Todos esos movimientos en línea estaban informados por experiencias reales y vividas por gente real, de las comunidades. Así, también para el movimiento de las mujeres, son esas experiencias las que deberían llevarnos a entrar en contacto con otras mujeres. Eso se puede hacer en línea o de otras maneras, de modo que cuando surgen las redes sociales, lo único que hacen es amplificar y difundir el mensaje.

KM: ¿Qué papel tienen las redes sociales en la creación del movimiento?

MM: No hay que ver un sólo aspecto de la estrategia de cualquier movimiento como si se tratara de un fin. Todo debe ser un medio. Si llegamos al fin, entonces, ¿qué estamos haciendo? Nunca llegaremos al fin en la lucha contra la opresión. Tenemos que seguir yendo hacia atrás, esperar, algo sucede y entonces volvemos, analizamos y así avanzamos. De lo contrario, nos volvemos estáticas y nos estancamos. Las redes sociales son parte de la estrategia y su rol es complementario.

KM: ¿Cuáles son los desafíos que enfrentan las mujeres en línea, si los hay?

MM: A diferencia de los hombres, la mayoría de las mujeres no tenemos la confianza de la masculinidad, o las ventajas del patriarcado para decir lo que queremos sin temor. Tenemos que construir una base de apoyo para que las mujeres puedan compartir más en línea, sentirse más confiadas para hablar en voz alta. Es difícil, sobre todo en las redes sociales, porque puede haber muchas reacciones negativas. La gente te salta encima si le parece que estás equivocada, o que tu análisis no es correcto. Como puedes imaginar, para las mujeres es aún más peligroso. Así que, imagina lo que pasa cuando eres una feminista radical y tienes que lidiar con la oposición de políticos radicales, siendo tú una mujer – la violencia y la crítica son inevitables. Lo importante es protegernos creando plataformas públicas y privadas de distintos tipos para poder profundizar el diálogo, tanto entre nosotras, como con otras personas con las que no interactuamos habitualmente.

Tenemos que afilarnos, al igual que afilamos cuchillos, y tener la valentía de decir “Hermana, ¡tienes que dar un paso al frente ahora!” Tenemos que situarnos en espacios donde la reacción negativa será inevitable porque tenemos que hacernos oir. Ese es nuestro desafío actual. Solo algunos grupos de mujeres se hacen escuchar en esos espacios y no estoy segura de que su agenda sea realmente la “política” que representa al movimiento de las mujeres. Personalmente, no veo un análisis de clase, raza, o sexo y sexualidad en los diversos contextos de las conversaciones en línea. En cambio, la mayor parte de las veces, se traza un perfil estrecho y convencional sobre la femineidad y lo que significa ser mujer en el mundo de hoy.

KM: ¿De qué manera te parece que el movimiento feministas puede entrar en contacto con los diversos grupos de mujeres y hacer que su presencia en línea sea más representativa?

MM: Tenemos que interrogarnos a nosotras mismas para saber hasta qué punto podemos ser “representativas” de los grupos a los que suponemos que representamos como individuos. En este sentido, tenemos que ser honestas con nosotras mismas y darnos cuenta de que es necesario ser críticas para poder seguir adelante. Las hermanas de JASS Meso-América utilizan la expresión “crítica amorosa”, que significa amar la crítica. De modo que, por ejemplo, si viste a Maggie en Twitter hablando sobre la situación de las mujeres en Zimbabwe ahora que el país se prepara para las elecciones, puedes adelantarte y recordarle que su trabajo se basa sobre todo en la capital, Harare, y fuera de los límites del país. Así, Maggie se dará cuenta de que no tiene un alcance muy profundo porque no puede hablar en nombre de las mujeres de la zona rural de Murehwa y dar a conocer sus inquietudes en relación a las elecciones, ya que no tiene esas experiencias. Entonces, ¿cómo traemos a las mujeres de Murehwa y las integramos a la conversación? Ese es el trabajo que tenemos que hacer. Es difícil, pero importante.

KM: Describe cómo opera el movimiento de mujeres en línea

MM: Vivo luchando con la naturaleza “performativa” de las conversaciones en línea, ya que las mujeres proponen y dicen cosas que a veces, en realidad, no creen. Vemos múltiples identidades en línea que entran en conflicto con las personalidades que aparecen offline. Es cierto que puede ser muy liberador tener todas esas identidades diferentes, pero de vez en cuando hay que dar un paso atrás y preguntarse en qué creen exactamente. Las personas hacen y dicen cosas sólo para conseguir “clics”, que luego usan para comprobar el éxito de su momento, o movimiento. Eso no es éxito. Nuestro éxito en el movimiento de mujeres se basa en lo que hicimos para cambiarle la vida a mujeres reales, en las comunidades de base. Claro que el hecho de haber tenido conversaciones sobre temas sensibles que nos apasionan es un éxito. Lo puedes poner como un “pequeño resultado”, pero eso no puede ser todo.

KM: Entonces, ¿es posible una internet feminista?

MM: Bueno…[Risas] He tenido tiempo para reflexionar profundamente sobre este asunto desde las Conversaciones en la Ciudad sobre los Principios feministas para internet que tuvo lugar aquí, en Harare. Contar con estos principios nos da fuerza, porque nos brinda un objetivo hacia el que dirigirnos y por el que luchar. Los principios son esenciales, ya que constituyen un código dentro del cual podemos funcionar las feministas. Podemos tratar de crear el espacio de una internet feminista, pero tenemos que saber que, como posible realidad, es algo del futuro lejano – y, de todos modos, está bien.

En general, mi aprendizaje – que se basa por completo en mi trabajo actual con activistas comunitarias – es que internet no es la “mayor” prioridad para la mayoría de las mujeres del continente africano. Mi principal motivo de inquietud en cuanto al feminismo en esta era digital es no haber alcanzado a los públicos relevantes. Sólo un determinado grupo de personas tiene acceso a las historias que se cuentan sobre la vida cotidiana y las conversaciones que se están desarrollando. Este es el dilema de las organizaciones no gubernamentales (ONG). Me parece que es posible que se extienda la “ONGización” del movimiento en línea, si no prestamos atención.Estar en línea nos ayuda a conseguir fondos debido a la exposición y la visibilidad, pero las comunidades que son la razón por la que podemos producir contenidos y el público al que se supone que sirven tales contenidos, no siempre tienen acceso a los mismos.

Fuente: https://www.genderit.org/es/articles/entrevista-una-internet-feminista-debe-anclarse-en-acciones-concretas

 

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Tabitha Goldstaub: La inteligencia artificial nos vende productos machistas y racistas sin que nadie se dé cuenta

El núcleo central de la inteligencia artificial (IA) se compone de un proceso de dos fases: primero se le asigna un objetivo y después ella misma diseña una forma de conseguirlo. Por lo tanto, su forma de alcanzar dicha meta no siempre resulta demasiado transparente. Por eso, si usted está inculcando un cierto sesgo a una máquina de forma inconsciente, es posible que desconozca que, en efecto, el algoritmo también tiene ese sesgo. El resultado es que ese algoritmo podría ser perjudicial para las mujeres, pero costaría mucho averiguar exactamente por qué.

Esto ya ha pasado con la tecnología tradicional: hemos visto mujeres muriendo en accidentes automovilísticos porque los muñecos de prueba de choque tenían la forma de un hombre en lugar de la de una mujer. Con la IA podría haber situaciones similares de vida o muerte, en pruebas de drogas, vehículos autónomos y cosas por el estilo.

También hay algunos ejemplos [del sesgo de género de la inteligencia artificial actual]: anuncios de Google que muestran anuncios [de trabajo] con mayores sueldos a los hombres que a las mujeres. Podemos plantear otras hipótesis de otras situaciones en las que podría suceder: ¿qué pasaría si las mujeres no pudieran obtener los mismos préstamos, hipotecas o seguros?

No tengo una visión distópica de la inteligencia artificial. No creo que vaya a haber robots asesinos. Estoy mucho más centrada en las aplicaciones limitadas, y creo que, si nos fijamos en cada una de ellas, existe la posibilidad de que afecte negativamente a las mujeres. No creo que la inteligencia artificial sea el problema; es un problema adicional, en lugar de la causa. Estamos hablando del riesgo de que nuestro sexismo y racismo inconsciente se transmita a las máquinas que estamos construyendo.

¿Cómo conseguimos que alguien que está construyendo una IA tenga en cuenta estas cosas? Necesitamos que los consumidores exijan una inteligencia artificial ética. La gente no es demasiado consciente de que el problema va más allá de una simple cuestión de género: se trata de un problema real y fundamental del producto.

Fuente: https://www.technologyreview.es/s/9691/la-inteligencia-artificial-nos-vende-productos-machistas-y-racistas-sin-que-nadie-se-de

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Entrevista a Kika Fumero: “Es un arma de doble filo pensar que hay igualdad porque podemos hacer las mismas cosas”

16 noviembre 2017/Fuente: Revista Innovamos

Hace más de 14 años que es profesora de Secundaria, aunque ahora está de excedencia. Pero la educación corre por sus venas, al igual que la justicia, la igualdad, la coeducación, el respeto… Kika Fumero es una luchadora incansable por los derechos de las mujeres, del colectivo Lgbti (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales) y de la diversidad en general, con una filosofía basada en la integración y en el trabajo de todas y todos. Está lanzando junto a otras dos profesionales el Observatorio Coeducativo-Lgbti, un proyecto amplio que contempla la creación y puesta en marcha de una red social, una biblioteca virtual con material específico para la comunidad educativa, entre otros objetivos. Con la campaña de micromecenazgo que iniciaron superaron los 7.300 euros para comenzar su andadura y se encuentran en pleno desarrollo de la que será la plataforma desde la que esperan crear un trabajo en red militante y relevante. Pero esto es solo el principio.

¿Existe todavía un miedo a “lo femenino” en la sociedad?

No sé si lo llamaría miedo. Tal vez por parte de los chicos en general sí exista este miedo, pero la raíz es el hecho de que lo femenino aún está degradado y considerado como lo inferior con respecto a lo masculino. Es por ello que los chicos con pluma, por ejemplo, suelen ser un blanco fácil de acoso en las escuelas y de insultos por parte de la sociedad en general. Otro ejemplo lo vemos en la manera en que las mujeres nos empoderamos y hemos avanzado en igualdad: lo hemos hecho luchando por ocupar el espacio masculino (las calles, el trabajo remunerado y reconocido, etc.) e incluso –en muchos casos– imitando roles y actitudes atribuidos como masculinos para acceder a determinados puestos de poder. Lo que ha pasado con ello es que nadie ocupaba los roles femeninos (los cuidados de las personas de nuestra familia, las tareas domésticas, etc.). Aún estamos en esa lucha: en seguir ganando terreno en lo público, y en delegar responsabilidades y convivir en corresponsabilidad.

¿Por qué no se ha visibilizado todavía el trabajo y la aportación en lo social, cultural, económico, político, científico…, de tantas mujeres a lo largo de la historia?

Porque seguimos bajo un sistema androcéntrico y patriarcal, que sitúa al hombre en el centro del universo y como dueño de la esfera pública: de los medios y las publicaciones, lo económico, lo político, lo científico-tecnológico, las humanidades, etc. Poco a poco vamos conquistando espacio en algunas disciplinas, como las humanidades y lo social, pero el resto aún opone mucha resistencia. Ahí vamos, poco a poco, más lento de lo que nos gustaría.

Hemos estado tan invisibilizadas, que debemos hacer primero un ejercicio de investigación, estudio y publicación masiva de libros que hablen de todas las mujeres que han hecho historia, de todas las que han formado parte de la evolución social y humana gracias a sus descubrimientos, investigaciones y teorías. Estamos en ello, pero son siglos de invisibilidad que no pueden superarse en un abrir y cerrar de ojos. Estamos avanzando en visibilidad, pero aún no hemos llegado a los libros de texto ni a los libros de Historia en general; mucho menos hemos entrado en el aula ni en el currículo de las asignaturas –ya sea en el oficial o en el oculto–: más allá del 25N o del 8M, no existimos. Las escasas mujeres que aparecen (como Rosalía de Castro y Marie Curie) se presentan como mujeres extraordinarias, fuera de serie. Esto hace que nuestras alumnas no las sientan como referentes. Debemos ofrecerles mujeres inteligentes, más cercanas y más reales; no como una excepción, sino como referentes alcanzables e imitables.

Comparte a diario con jóvenes y adolescentes… ¿Cuál es su percepción acerca de la violencia de género?

Tanto las chicas como los chicos no ven esta violencia. En la mayoría de los casos la tienen totalmente asimilada y normalizada. Los enfados bruscos y violentos a causa de los celos, el control de las redes sociales, de la hora a la que llega a casa la chica –o bien el hecho de acompañarla de vuelta a casa para él seguir la fiesta–, de cómo va vestida, de las amistades con quienes anda, etc.; todo ello lo tienen asumido como parte del amor, como prueba o señal de que hay “amor de verdad”.

La percepción que ellos y ellas tienen en general es que ya viven en igualdad. Por ejemplo, así como hay chicos que comparten la foto de su novia desnuda con otros colegas (o bien llegan a publicarla en la Red), te dicen que también las chicas pueden hacer lo mismo. Pero no son capaces de ver que la repercusión que tiene un mismo acto entre ellos y entre ellas no es la misma; es decir, las consecuencias sociales que puede tener el que la foto de una adolescente desnuda gire por las redes no es la misma que la de un chico desnudo, ni la sociedad juzga o condena igual una misma acción deplorable cuando el autor es un chico o una chica. El hecho de pensar que ya hay igualdad porque en principio podemos hacer las mismas cosas es un arma de doble filo, un rearme del patriarcado para perpetuar la desigualdad.

La realidad en las aulas es que la violencia de género va en aumento en los últimos años; ahí están los estudios, no es una percepción subjetiva. La violencia se acepta como una forma más de socialización e incluso como forma de establecer las relaciones afectivo-sexuales, y hemos de ponerle freno.

Diversidad y coeducación

¿Qué le falta y que le sobra el currículo en materia de diversidad?

Por faltarle, podría decir que, en cuanto a la diversidad afectivo-sexual y de género, le falta todo. La única diversidad que se contempla es la intercultural –y también sería revisable–. No hay transversalidad, solo existimos en las charlas o acciones puntuales que con suerte oferta el centro; pero una vez nos damos media vuelta y seguimos con las tareas propias de la vida del centro, desaparecemos, dejamos de existir. Porque ni en los libros de texto, ni en las lecturas obligatorias o sugeridas, ni en el discurso del profesorado: no existimos, parece como si nos tragara la tierra.  Aunque en ocasiones señale el respeto a la diversidad, no lo desarrolla de manera clara y contundente.

¿Existe la ideología de género? ¿Es una amenaza para la sociedad o es una reivindicación necesaria?

Lo que llaman “ideología de género” no es más que la observación de la realidad desde la perspectiva de género. Es decir, apostar por el respeto a la diversidad y por la igualdad de todas y todos ante la ley; no pisotear ni oprimir la forma de ser ni de sentir de cada quién; respetar la naturaleza del ser humano, así como sus elecciones personales; integrar la pluralidad de identidades y convivir con ellas en armonía; no ubicar al hombre en el centro del universo ni someter o coaccionar a la mujer por el mero hecho de serlo. ¿Me preguntas si todo esto es una reivindicación necesaria? Pues yo diría que se nos va la vida en ello. Pero, ojo, “la perspectiva de género no es ideología ni una propuesta feminista, es un mandato jurídico vinculante para los órganos jurisdiccionales españoles”, tal y como se contiene en el Dictamen del Comité Cedaw de 16 de Julio de 2014, en relación a España.

¿Por qué es necesario trabajar la diversidad y los valores de la educación inclusiva en las aulas?

Porque la diversidad forma parte intrínseca del ser humano y de la sociedad: obviarla sería incurrir en una falta grave, sería mostrar una ciudadanía sesgada y nada fiel a la realidad. Además, el no tener un plan integrado y consecuente en la enseñanza ha hecho que se tengan percepciones e ideas interiorizadas de manera errónea. Los planes de igualdad existentes han de pasar del papel al aula; de lo contrario, es tiempo perdido.

¿Qué esperáis conseguir con el Observatorio Coeducativo-Lgbti?

Esperamos conseguir que se convierta en una herramienta útil para toda la comunidad educativa y que sirva de enlace entre esta y las instituciones, y también llegar a ser una plataforma reconocida a través de la cual poder formar de manera concreta y especializada a docentes, padres, madres, alumnado, etc. Asimismo, pretendemos ser un punto de referencia en cuanto a datos y estadísticas, ya que esperamos publicar estudios científicos rigurosos a partir de ellos.

¿Cómo surgió la idea?

La idea surgió del compromiso y dedicación del equipo que compone el Observatorio y de la necesidad detectada. Desde nuestro punto de vista, no podemos separar la igualdad de la diversidad. El machismo lo impregna todo y tiene la misma raíz. Los delitos de odio que se cometen en los centros educativos tienen el mismo apellido que los delitos por violencia de género: el heteropatriarcado.

Carmen, Marian y yo nos conocimos por distintas vías y las energías fueron tales, que decidimos ponernos manos a la obra. Pronto llegó la propuesta de publicación con la Universidad de Islas Baleares, que aceptamos con mucha ilusión ante la expectativa de materializar nuestro trabajo. Así fue cómo, en diciembre de 2016, vio la luz nuestro primer libro, Escuelas libres de violencias machistas(Edicions UIB, 2016). A partir de ahí, todo fue rodado. El siguiente paso fue el Observatorio Coeducativo-Lgbti.

¿Cuántas personas están involucradas en el proyecto de forma directa e indirecta?

Somos Carmen Ruiz Repullo, Marian Moreno Llaneza y yo, tres profesionales del mundo de la coeducación y la enseñanza. Estamos especializadas en género e igualdad, y en las realidades Lgbti en los centros. Nos avalan muchos años de experiencia en los que hemos estado implicadas en la formación al alumnado y al profesorado, con el fin de construir escuelas libres de violencias.

Principalmente es una herramienta para docentes… ¿Lo será también para madres, padres, alumnado, etc.?

No pretendemos ser una herramienta solo para docentes. Nuestro objetivo es abarcar alumnado, profesorado, familias, etc., y ser un puente entre la comunidad educativa y las instituciones encargadas de atender los problemas que les afectan. Para nosotras, el alumnado es el principal protagonista, y nos movemos por ellas y ellos, por su felicidad, por su derecho a disponer de una educación pública que vele por su integridad.

Personal

¿Se puede separar la vida privada de la profesional, o una es consecuencia y vínculo de la otra?

Por poder, se puede. Pero en este caso hablamos de invisibilizar parte de nuestra identidad y esto, a menos que te mantengas al margen del resto de compañeros y compañeras –y aún así–, acaba pasando factura. Tienes que inventarte un personaje e ingeniártelas para construir un muro infranqueable, de esta manera evitas preguntas incómodas y puedes protegerte tras ese muro y vivir “como si nada”. Enfin, ¡un estrés!

Desde luego, una vez que te lanzas, lo más fácil, lo más cómodo, lo más sano y saludable, lo que menos estrés emocional y menos ansiedad causa, lo más coherente contigo mismx y con el mundo… Es ser como somos y vivir en coherencia con nuestra manera identidad: con nuestra manera de sentir y de pensar.

¿Hace falta salir del armario en el ámbito profesional?

Mi respuesta a esta pregunta es siempre un SÍ en mayúsculas. Hace falta porque cuantos más seamos viviendo en libertad y en conherencia, más visibles seremos y mayor número de referentes reales tendrá nuestro alumnado Lgbti. Contar con referentes reales contribuye a que dejemos de sentirnos lxs rarxs, lxs otrxs, lxs diferentes, y pasemos a formar parte de un mismo conjunto. La ley nos ampara, por lo que considero que todxs deberíamos caminar en esa misma dirección para acabar con el acoso o la fobia hacia nosotrxs en los ámbitos profesionales.

¿Has tenido problemas por ser una lesbiana visible en tu trabajo?

Problemas…Pues depende de aquello a lo que otorguemos nosotrxs mismxs la categoría de problemas. Las personas Lgbti visibles –y todas aquellas personas que pertenecemos a una minoría vulnerable– estamos tan acostumbradas a los ataques sibilinos o al acoso de baja intensidad, que nos inmunizamos, o nos adaptamos, ante un cierto grado de presión y rechazo. Por “acoso de baja intensidad” entendemos el de cada día, el que se presenta en principio como inocuo, como un juego: las miradas, el trato como diferente, el ocultar tu identidad ante el resto como algo “malo” o que no debe ser expuesto, el que te digan “a mí tu vida privada no me importa”, el que invisibilicen la realidad Lgbti y no la cuenten como una opción más, los chistes homófobos en las clases y en la sala del profesorado, la burla hacia la pluma –sobre todo hacia la pluma en los hombres porque todo lo femenino se ridiculiza y es ridiculizable–, etc.

Teniendo en cuenta que una ya se ha hecho inmune a todas estas situaciones sutiles –por llamarlas de algún modo–, podría decirte que no, que no tengo problemas cotidianos, porque los voy resolviendo con la alegría y la fuerza que nos da el activismo y el sentimiento de responsabilidad frente nuestro alumnado Lgbti.

Solamente una vez tuve un problema con un curso que boicoteó una película sobre el lesbianismo que estábamos viendo. Cuando llegó una escena de sexo implícito, rompieron en abucheos la inmensa mayoría de la clase. Temí no salir de aquella situación airosa, pero afortunadamente sonó el timbre de cambio de hora y luego tuve el apoyo necesario por parte de dirección.

Es cierto que en alguna ocasión algunxs alumnxs me ha dicho “lesbiana de mierda” o “bollera”, pero de la misma manera que hubiesen utilizado en mi contra y como insulto cualquier otra característica que para ellxs fuera un defecto. La adolescencia es así: se enfada y explota. Luego, si acaso, recapacitan. Y he de reconocer que, cuando lo hacen, se suelen arrepentir la mayoría de las veces.

Ser lesbiana visible te aporta más satisfacciones que problemas: te ofrece compañeros y compañeras, así como alumnado, aliados de verdad, te evita vivir en la tensión que supone estar escondiéndote, tienes la recompensa de suponer un apoyo para el alumnado y para parte del profesorado Lgbti; y, al resto, lo mueve de su sitio, le hace pensar y hacer un ejercicio importante de tolerancia. Tal vez no de respeto, pero sí de tolerancia. Es un primer paso.

Fuente: http://revistainnovamos.com/2017/04/26/kika-fumero-es-un-arma-de-doble-filo-pensar-que-hay-igualdad-porque-podemos-hacer-las-mismas-cosas/

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Carles Monereo: “Dime cómo evalúas y te diré cómo aprenden tus alumnos”

15 de noviembre de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Carles Monereo

¿Tenemos claros los objetivos de las evaluaciones?
Evaluar cubre un amplio espectro de objetivos, desde acreditar unos conocimientos, competencias, capacidades; hasta dar un feedback al alumno y al profesor del proceso de aprendizaje en sí. Cuando evaluamos sabemos si la persona que está aprendiendo va por buen camino o no. También sirve para dar cuentas a la sociedad sobre cómo se educa a los ciudadanos.

¿Cómo evaluamos a nuestros alumnos?
Es complicado definirlo porque nuestro sistema es muy diverso. Hay centros que están muy en línea con la educación por competencias y por lo tanto  evalúan de acuerdo a este sistema, pero hay otros que continúan perpetuando un  método más sumativo, que evalúan conocimiento estático, conceptos declarativos. Este último responde más a una evaluación cuya finalidad  es únicamente acreditar conocimientos.

¿Cuál de las dos es el  mayoritario?
Aún impera la evaluación sumativa, que yo entiendo que es la que tiene menor interés educativo, aunque en ocasiones y en determinados contextos pueda resultar útil.

¿Pero si no educamos como antes, por qué se evalúa como antes?
En los métodos de evaluación también se detecta una evolución. Pero ahora mismo te puedes encontrar que dentro de un mismo centro, incluso de un mismo departamento, los profesores evalúen de forma distinta. Creo que el problema es que la evaluación siempre se ha considerado al margen del aprendizaje, no como parte de él.

¿Evaluar también es una forma de enseñar, entonces?
Claro, es un proceso conjunto. Si no sabes qué vas a evaluar ni cómo lo vas a hacer, ¿cómo decides qué es lo que vas a enseñar y cómo vas a hacerlo? Desde el punto de vista de la educación por competencias, por ejemplo, la diferencia entre una actividad que sirve para evaluar y una que sirve para enseñar tiene pocas diferencias; únicamente los recursos y ayudas que les des a los alumnos para solventar la situación que les plantees.

¿Una misma actividad puede servir entonces para enseñar y evaluar a la vez?
Sí, un mismo ejercicio puede servir para ambas cosas. Lo que se propone cada vez más es que las actividades de evaluación también sirvan para el  aprendizaje.

¿La evaluación sumativa no contribuye al aprendizaje del alumno?
Contribuye a cierto tipo de aprendizaje de tipo memorístico. Adquieres conocimientos muy útiles para ganar en programas de televisión o en juegos de mesa de culturilla general, pero se trata de un aprendizaje poco funcional.

Denos un ejemplo de evaluación innovadora.
A mí me gustan mucho las evaluaciones auténticas, las que plantean al alumno una situación real, como la que puede encontrarse en su día a día, como ciudadano en primaria o como profesional en la educación superior. De esta forma se activan los conocimientos, las aptitudes, el vocabulario, la comunicación, etc.

¿Cómo son las evaluaciones que planteas a tus alumnos?
Mis alumnos serán futuros psicólogos escolares y para evaluarles les propongo una situación verídica: deben ayudar a un profesor real a crear una unidad didáctica atractiva sobre un tema determinado para un grupo de alumnos con unos perfiles determinados. Pero no se trata de una simulación, se trata de casos reales. El profesor al que ayudan además participa en algunas clases y pone algunos  puntos de la nota final de mis alumnos. Este tipo de evaluaciones es lo que llamamos una evaluación auténtica.

 ¿Y este tipo de evaluación motiva o asusta a los alumnos?
Generalmente les asusta al principio, principalmente a los que suelen sacar buenas notas porque les rompe los esquemas de estudio que les funcionan bien. Pero tengo la certeza de que al final del curso el 80% de los alumnos están satisfechos con la evaluación, ya que les pido que, de forma anónima, respondan a un cuestionario para valorar las dinámicas de la clase.

¿Y queda satisfecho con las respuestas de sus alumnos?
Más que quedar satisfecho sirve para poner el termómetro a la clase. A veces los profesores no nos damos cuenta de lo que pasa en el aula. Con este cuestionario acabo averiguando por ejemplo, qué temas explicados en clase no han quedado claros, o qué problemas han tenido los grupos de trabajo cooperativos en los que se integran los alumnos para trabajar en clase.

¿Cuáles definirías como pautas claves para desarrollar una evaluación auténtica?
Este tipo de evaluaciones deben poner al alumno frente a situaciones lo más realistas posibles para que desarrollen y activen todos sus conocimientos y aptitudes. Hay que tener en cuenta y permitir el uso de todas las herramientas que los alumnos tendrían en la vida real. Mis alumnos pueden usar los apuntes, Internet, llamar por teléfono, consultar con otros profesionales, etc.

¿Y en primaria y secundaria?
Lo mismo. Se trata de que los alumnos utilicen los recursos que han aprendido en clase enfrentándose a problemas reales que se encuentran en el día a día, como ir a comprar por ejemplo o entender un prospecto de un medicamento. En situaciones reales los niños y niñas tienen la oportunidad de desplegar conocimiento de matemáticas, lengua, ciencias naturales, pero también de activar actitudes, emociones, procedimientos, etc.

¿Los profesores saben transmitir la importancia de las evaluaciones?
Los alumnos aprenden en función de cómo les evalúas y por consiguiente es fundamental trasmitir muy claramente y desde el primer día qué esperas de ellos. Si planteas a tus alumnos evaluaciones reales, resulta más fácil que los alumnos entiendan cuál es el sentido de lo que vas a enseñar. Pero si propones conceptos abstractos para formular unos cálculos o analizar unas frases que a lo mejor un día les sirven para algo, difícilmente el alumno se motivará.

¿Qué es lo más importante para transformar las evaluaciones?
Debemos tener claro qué es lo que queremos evaluar. Esas listas interminables de competencias abstractas que abundan ahora en las programaciones no ayudan demasiado. Es mejor que cada profesor determine, en primer lugar, qué situaciones auténticas deberán ser capaces de resolver sus alumnos al final de curso y luego diseñe las unidades y planifique las clases de acuerdo a esas situaciones de evaluación.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/carles-monereo-dime-como-evaluas-y-te-dire-como-aprenden-tus-alumnos/

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