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Entrevista a Delphine Grouès: «Las ciencias sociales también deben responder a los cambios digitales»

27 Agosto 2017/Fuente y Autor: Semana Educación

Delphine Grouès, experta en pedagogía, habló con Semana Educación sobre el papel de los maestros de las ciencias sociales en la búsqueda de la innovación. Las clases deben ser interdisciplinarias y activas para adaptarse a las nuevos modelos de enseñanza.

Como a la filosofía, a las ciencias sociales también se les ha cuestionado su relevancia en el mundo actual. Por un lado, se cree que esta ciencia no cuenta con grandes descubrimientos como sucede en las ciencias exactas, y por otro, cada vez es más fuerte la idea de que el concepto de innovación y la articulación con las tecnologías no se aplican en las ciencias sociales y políticas.

Por esta razón, en la Cumbre Líderes por la Educación 2017, el evento más importante del sector educativo,  se abordará a profundidad la relevancia de las ciencias sociales en la actualidad y su papel en la formación innovadora. En el contexto de este evento, varios expertos en esta materia compartirán su conocimiento el 20 y 21 de septiembre en el Cubo de Colsubsidio en Bogotá.

Una de las ponentes de la Cumbre es Delphine Grouès, la actual directora de Estudios e Innovación Pedagógica de Sciences Po (Instituto de Ciencias Políticas, París) una de las instituciones más prestigiosas en Ciencias Sociales y Políticas de Francia, en donde han estudiado presidentes de ese país como François Hollande y Nicolas Sarkozy. En esta institución, Grouès está a cargo de la implementación de políticas académicas y el desarrollo de metodologías y herramientas pedagógicas innovadoras.

Semana Educación la entrevistó para conocer cómo innovan los profesores de Sciences Po y cuál es la relación de las ciencias sociales con las nuevas tecnologías para mejorar la educación.

Semana Educación (S.E): ¿Cómo ha sido su trabajo como directora de Estudios e Innovación Pedagógica de Sciences Po y cuáles han sido sus más grandes retos?

Delphine Gróes (D.G): Sciences Po creció en término de número de estudiantes y de profesores en los últimos 20 años (hay 4.500 profesores). Frente a ese notable aumento, se decidió crear un laboratorio de pedagogía activa que tuviera  tres objetivos principales: valorizar todas las iniciativas pedagógicas innovadoras creadas por los profesores para compartir sus experiencias y así preparar un terreno fértil para nuevas ideas; apoyar esas ideas para que los docentes lancen sus proyectos pedagógicos en clase, y crear un lugar de evaluación de los proyectos realizados y de acompañamiento de la facultad. El reto más claro es cómo acompañar a los profesores que tienen especialidades o profesiones muy diversas, estudiantes de varios niveles, experiencias de enseñanza variadas. Nos propusimos responder a estos retos uniendo las fuerzas innovadoras de nuestra institución y partiendo de las experiencias más exitosas.

S.E.: De acuerdo con esa experiencia, ¿cómo enseñan los  profesores de Sciences Po?

D.G.: Los profesores en Sciences Po suelen proponer formatos de cursos que privilegian la interacción con los estudiantes. Esta pedagogía activa, que reemplaza la tradicional (un maestro que dicta conocimientos a estudiantes que toman apuntes) es el corazón de nuestro proyecto educativo.

S.E.: ¿Cómo pueden innovar las ciencias sociales?

D.G.: Se suele vincular la innovación al campo de las ciencias duras, de la tecnología. Lo que nosotros queríamos poner en tela de juicio, era que las ciencias sociales – a menudo asociadas a campos más tradicionales – no solo saben innovar, sino que es una obligación para preparar a los estudiantes lo mejor posible a los retos del mundo de hoy y mañana.

Por ejemplo, estudiar Historia o Sociología les debe ayudar para entender la sociedad en la que estamos y, sobre todo, cómo las ciencias sociales les pueden entregar una herramienta analítica sólida con la que ellos pueden tomar una distancia, evaluar una situación, llevar a cabo una acción y proponer alternativas.

S.E.: ¿Puede nombrar algunos ejemplos de cuándo las Ciencias Sociales innovan?

D.G.: Por ejemplo, en dos de mis clases, una de Historia y otra de Derecho, usamos formatos como la ilustración y una página web para subrayar el vínculo entre la teoría y la práctica. Se propuso que los estudiantes llevarán a cabo investigaciones profundas en pequeños grupos, con la intención de exponer esa investigación a un público que no conocía el tema. Eso los animó a pensar en el medio más conveniente para transmitir información densa. Al final, se creó una exposición de ilustraciones y una página web titulada Museo de la Justicia.

En término de cambio de currículo, diversos programas crearon clases interdisciplinarias de ciencias sociales y ciencias duras, como las humanidades y la cultura digital, o la política pública y la inteligencia artificial. Es determinante que los estudiantes se acostumbren a cambiar de maneras de proceder, a saber pensar por sí mismos y trabajar en grupo, que no paren de enriquecer sus esquemas de pensamientos para lograr responder a los retos de un mundo en evolución continua.

S.E.: En Colombia los profesores de Ciencias Sociales aseguran que no cuentan con mucho tiempo para hablar de historia, antropología, política, etc. ¿Se puede ser innovador con tan poco tiempo de clase y con tanto por enseñar?

D.G.: Esta pregunta es una pregunta omnipresente a la hora de hablar de currículo. La cuestión de las horas, de elección de temas y asignaturas, de la exhaustividad, está siempre al centro de los intercambios sobre el tema. Frente a las horas, que siempre serán limitadas, el reto es asociar el objetivo pedagógico, la asignatura y el formato para que logren tener la fusión más productiva. Y esto es sin hablar del perfil del profesor, ni a la variedad del público estudiantil a la que se debe adaptar. Por eso, la pedagogía es todo un arte; necesita su estructura, una base sólida, pero también necesita la flexibilidad necesaria a toda acción que involucre la interacción humana.

S.E.: ¿Existe una fórmula secreta para ser innovador en clase?

D.G.: Es difícil establecer una fórmula con un porcentaje. Creo más en la adaptación de los profesores al público suyo, dependiendo de las áreas en las que ellos estén más cómodos. Unos pueden manejar perfectamente un debate, ayudar una reflexión colectiva; otros preferirán pasar por otros métodos, como animar a que sus estudiantes creen, encuentren un análisis propio. Al final, la pedagogía es una alquimia, cuya fórmula puede variar según el contexto y los perfiles de sus actores principales.

 

Fuente de la entrevista:http://www.semana.com/educacion/articulo/las-ciencias-sociales-tambien-deben-responder-a-los-cambios-digitales/537285

Fuente de la imagen:https://static.iris.net.co/semana/upload/images/2016/7/1/480048_1.jpg

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Entrevista a Silvia Bacher: «En tiempos digitales donde todo vuela, la escuela es el lugar para conocernos»

27 Agosto 2017/Fuente: La Capital/Autora: Marcela Isaías

Silvia Bacher dice que en la tarea docente es clave conocer las expectativas de los adolescentes.

Con todos sus defectos, la escuela es el mejor lugar para los chicos». El reconocimiento es de la periodista Silvia Bacher y llega con algo de alivio cuando todas las miradas parecen acusar de todos los males a la escuela. Esa misma mirada constructiva es la que sostiene a lo largo de todo su libro «Navegar entre culturas. Educación, comunicación y ciudadanía digital» (Paidós) que se presentó la semana pasada en Buenos Aires. La autora rescata otra oportunidad valiosa que ofrece la institución educativa en épocas digitales, virtuales, en tiempos del todo vuela…»la escuela es el lugar para tomarnos un tiempo, para poder conocernos, conocer al diferente y poder construir con el otro».

Bacher conduce programas de educación en Radio Nacional y en Radio Splendid. Es docente, magíster en comunicación y cultura por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Desde hace 14 años dirige la asociación civil «Las otras voces. Comunicación para la democracia». La autora de «Tatuados por los medios» (2009, también de Paidós) sobre todo es reconocida como comunicadora y educadora, con un amplio trabajo profesional desarrollado en estos campos, donde asegura que procura «siempre hacer lugar para esas voces que no tienen lugar en la agenda mediática agitada por el día a día; visibilizar así las voces de estudiantes y docentes». Una tarea que encara desde una perspectiva de derechos, porque —analiza— «el derecho a la educación y a la comunicación son derechos habilitantes para el ejercicio de otros derechos».
En charla con La Capital, destaca a las pantallas, a las redes sociales, como verdaderas escuelas que «construyen modelos, prejuicios y puentes o los destruyen». Desde su mirada, es «en esta trama de cultura, educación y comunicación donde se puede pensar en una ciudadanía plena. Es ahí donde es necesario generar conciencia tanto en las audiencias como en quienes participan desde la comunicación y el periodismo».
—En Navegar entre Culturas habla de ese desafío de construir una escuela capaz de formar ciudadanos críticos en tiempos digitales. ¿Por dónde comenzar? ¿Qué rescata de la escuela de hoy para arrancar?
—De la escuela de hoy se rescata muchísimo. No puedo decir todo porque sabemos que hay mucho que ya no responde a la sociedad que ha cambiado. Pero la escuela es el lugar clave donde deberían estar —porque no están— todos los niños, las niñas y los adolescentes. No están porque se terminan yendo, porque sienten que fracasan, que no hay una mirada sobre ellos. También muchos docentes han perdido la pasión, el deseo de estar allí. Entonces creo que lo primero que hay que hacer es preguntarse por qué estamos ahí. Aquí las políticas públicas son imprescindibles, pero además que los equipos docentes y directivos generen un clima de sentido. El libro comienza con un chiste muy remanido de alguien que llora porque no quiere ir a la escuela. Ese alguien es la maestra. Hay que recuperar el por qué estamos ahí. Eso no es tan complejo si hay un equipo directivo que puede sentarse a reflexionar y trabajar con sus docentes cuál es el sentido de estar en la escuela. ¿Para percibir un salario a fin de mes? La verdad, no lo creo. Por supuesto que hay docentes que no tienen esta pasión ni tienen ganas de tenerla, pero hay muchísimos que sí y que necesitan volver a soñar, volver a comprender que la escuela es la última frontera de lo público, como dicen algunos especialistas. Esa última frontera donde tenemos a todos esos jóvenes, adolescentes, que el mercado y los medios ven como consumidores y no como sujeto de derechos. La escuela es ese lugar donde se los debe formar como ciudadanos.

—Tal como propone, la comunicación es una herramienta poderosa para romper estereotipos, mitos… que cita como círculos ¿Qué círculos hay que romper desde la escuela para avanzar en esa construcción de ciudadanía?
—Círculos o muros, ya que hoy se habla tanto de muros. La Unesco señala una frase que afirma que la paz nace en la mente de los hombres. Pienso que los muros también. Los primeros círculos o muros que hay que romper son los propios. Los de docentes, directivos, funcionarios, familias… esos muros que tienen que ver con las propias trayectorias. Y en esto hay un único camino que es escuchar. Si en una escuela tenemos adolescentes distantes, desinteresados, hay que tener la capacidad de saber qué les pasa, quiénes son, cuáles son sus expectativas, cuáles son sus saberes. Hay un dicho jesuita que dice: «Para enseñarle latín a Pedro hay que saber latín, pero también hay que saber Pedro». Para romper esos círculos hay que saber traer desde los equipos directivos a los docentes, saber escucharlos, construir y desarmar esos prejuicios, esos muros, esos círculos. Lo mismo con los estudiantes y las familias, y lo mismo debieran hacer los funcionarios: ir, estar, escuchar, comprender qué es lo que sucede. También valorar lo que el docente sabe. Es clave.
—¿Como recuperar la palabra como herramienta en tiempos de neoliberalismo?
—La palabra es un camino. La palabra construye realidad, tiende puentes o no. Pero la comunicación va más allá de la palabra: es la observación, es la escucha, es la reflexión. Soy una apasionada de la radio, donde la palabra y la palabra oral son instrumentos clave, bisagras, picaportes, son naves. Son muchísimas oportunidades de encuentro, pero no solo la palabra sino también esta capacidad de observar, de escuchar. En tiempos digitales, virtuales, del todo vuela… la escuela es el lugar para tomarnos un tiempo, para poder conocernos, conocer al diferente y poder construir con el otro. Vivimos en un mundo en crisis que trasciende a la Argentina, esta transformación que (Jesús) Martín Barbero denomina «caos», trasciende a nuestra sociedad y cultura porque es donde las fronteras se van borrando. Y es ahí donde sucede la oportunidad de la escuela.
—¿De esos recorridos por las escuelas y encuentros con docentes, qué anécdota recuerda como significativa para su trabajo?
—Diría que cada vez que hablo con alguien encuentro una historia. Pero hay una que sucedió hace mucho tiempo y para mí fue muy clarificadora. Sucedió durante una capacitación para docentes y directivos que di en el NEA (Misiones, Chaco, Corrientes) sobre radio escolar. Había un ejercicio que proponía llevar un cuento a la escuela para que los chicos les pusieran un final. Cuando vuelven a los encuentros, una docente comparte que no pudo lograr que los chicos terminen el final. Me dijo: «Mis chicos dejaron de soñar». Eso fue muy fuerte. El trabajo entonces se convirtió en otro: que recuperaran los sueños. Y la verdad es que ese trabajo fue algo muy concreto, recuperar algo propio. Es un ejercicio de cruzar fronteras. Me gusta hablar de docentes cruzadores de fronteras, donde hay escuelas que no son rígidas, que son porosas y están atravesándose constantemente. Con todos sus defectos, la escuela es el mejor lugar para los chicos. No hay otro. La necesitamos con las mejores condiciones para los chicos y para los docentes. La escuela como un centro que convoca por su energía, como espacio donde uno quiere estar porque hace mejor la vida de los pibes.

Hacia sistemas educativos wiki
Silvia Bacher acuña el concepto de escuelas y sistemas educativos «wiki», que promueven la participación, el intercambio y el debate. Estas escuelas y sistemas toman el modelo colaborativo de la web, que se fortalecen en tanto se piensan a sí mismos como un lugar de encuentro. Dice Bacher que una escuela wiki es una institución confiable, donde interactúan docentes, estudiantes, familias, organizaciones sociales…. También asegura que el gran desafío de hoy de una escuela wiki es reconocer los saberes que traen el docente y los estudiantes, con sus fortalezas y debilidades. Navegar entre Culturas fue presentado la semana pasada en Buenos Aires por el director de Flacso Argentina, Luis Alberto Quevedo; la directora de la maestría en tecnología educativa (UBA), Mariana Maggio; y el filósofo y blogger Tomás Balmaceda. ¿Es posible poner en sintonía culturas tan disímiles como la escolar, la digital y todo aquello que traen los y las estudiantes al aula? ¿Cómo se construyen las políticas públicas para este nuevo paradigma? Algunas de las muchas preguntas que retoma la autora para seguir dando el debate. El libro de Bacher admite una diversidad amplia de destinatarios, pero en especial por aquellos que se mueven en el campo de la educación, de la comunicación y que trabajan con infancias y adolescencias.

«Las otras voces. Comunicación para la democracia» —que preside la periodista Silvia Bacher— es una asociación civil sin fines de lucro creada en 2004, que promueve el ejercicio del derecho a la comunicación y la participación desde la infancia y la juventud. «Entendemos que ejercer los derechos a la comunicación constituye a niños, niñas y jóvenes en sujetos participativos. Consideramos que al conocer y tomar en cuenta sus voces, la sociedad se enriquece. Estamos convencidos que el derecho a la comunicación es una puerta de acceso a todos los derechos. Trabajamos para que todas las voces tengan lugar en la polifonía de sociedades democráticas. Aportamos a la construcción de ciudadanía en cada rincón del país desde una perspectiva de derechos y promoviendo un debate serio y profundo sobre la relación entre medios masivos de comunicación, participación social y vida democrática», se presenta el espacio en www.lasotrasvoces.org.ar

La ONG integra el Consejo Audiovisual para la Infancia (Conacai), contemplado por la ley nacional de servicios de comunicación audiovisual. Las acciones de este espacio reúne un equipo interdisciplinario de profesionales provenientes de la educación, comunicación, periodismo, trabajo social, psicología, sociología, diseño, producción audiovisual, recreación, entre otros.

Para compartir experiencias tanto entre chicos como docentes, Las Otras Voces lleva adelante una línea editorial en diferentes soportes destinada a niñas, niños, jóvenes y adultos. Se trata de libros, cuadernillos, boletines, audios y videos «para fortalecer las experiencias de comunicación desde la infancia y la juventud».

Para saber más sobre las propuestas de trabajo que realiza la ONG de alcance nacional se puede ingresar también al perfil de Facebook: Las Otras Voces

Fuente de la entrevista: http://www.lacapital.com.ar/educacion/en-tiempos-digitales-donde-todo-vuela-la-escuela-es-el-lugar-conocernos-n1433733.html

Fuente de la imagen: http://static.lacapital.com.ar/adjuntos/203/imagenes/020/993/0020993036.jp

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Entrevista a Paco Plaza: «La educación católica te programa para lo sobrenatural»

Por: Olga Pereda

Paco Plaza (Valencia, 1973) ha provocado miedo con hombres lobo y zombis. Ahora pone sus ojos en la crónica policial, en el único expediente oficial en España que sugiere la posibilidad de fenómenos paranormales‘Verónica’, que se estrena el viernes, es una película que habla de espectros por los pasillos de un piso de Vallecas. Habla también de quiénes somos (o quiénes éramos en los 90): los vasos Duralex, la leche hervida en el fuego, el limpiador Centella, los colegios de monjas y las carpetas forradas de ídolos musicales. ‘Verónica’ habla de ‘Cría cuervos’ (Carlos Saura, 1976) y ‘La guerra de papá’ (Antonio Mercero, 1977), y del durísimo paso que supone dejar la infancia y convertirse en adulto; un paso que la protagonista dará tras un ¿inocente? juego de ouija.

 

Todos los chavales de la generación EGB jugamos con la ouija. ¿Usted también? Por supuesto.

¿En plan serio o en broma? Éramos adolescentes, lo hacíamos de broma pero te acojonabas igual. Teníamos risas nerviosas con las que intentábamos disimular el escalofrío.

¿Alguna vez pasó algo? No me quiero hacer el misterioso, pero recuerdo momentos de susto cuando el vaso parecía decir cosas. Siempre teníamos la duda de si alguien lo había empujado o no. Tuvimos momentos confusos y aterradores.

La generación EGB también creció con Jiménez del Oso. ¿Cree o ha creído alguna vez en los fenómenos paranormales? Por supuesto. Lo que no tiene sentido es no creer. Veo a mi alrededor tantas cosas inexplicables… Creo que hay muchos misterios en el mundo, cosas para las que aún no tenemos la explicación. A lo mejor algún día sí. Yo disfruto de lo inexplicado porque la ciencia, lo palpable, es mucho menos interesante que lo sugerido.

‘Verónica’ está inspirada en hechos reales. ¿Accedió a los archivos policiales? No los hay. Lo único que está disponible es el expediente redactado por el inspector, que es mucho más escueto de lo que puede parecer. Viene a decir que él ha sido testigo de cosas inexplicables. Y apunta detalles, como golpes en la pared y arañazos en un póster. Un inspector de policía, un tipo serio, que admite que vio algo que no se puede explicar.

¿Es su película más personal? Sí. Siento un vínculo muy fuerte con la protagonista, en la que he volcado muchos recuerdos porque comparto el pánico a crecer. La adolescencia es esa etapa en la que, de un día para otro, te sale voz de señor y pelos en el bigote. La adolescencia es una hostia con la que te arrancan de un parnaso. En el caso de las chicas tiene un momento muy puntual: la menstruación. Esa frase aterradora de «ya eres mujer». ¿Perdona? ¿Y eso qué significa?

“La adolescencia es una patada en el culo que te echa de la infancia, un periodo en el que te construyes como persona»

La protagonista es una niña atrapada en una vida de mujer. Tiene tres hermanos pequeños a los que alimenta, viste, cuida y arropa. Es una chica a la que le están robando la niñez. Yo quería hablar del miedo de abandonar la infancia. Hay un momento muy significativo, cuando tu madre te deja en el suelo y dice «ya no te cojo en brazos, camina tú solo proque ya pesas mucho». La madre de Verónica le suelta: «Necesito que crezcas, que me ayudes». La adolescencia es una patada en el culo que te echa de la infancia, un periodo en el que te construyes como persona.

‘Verónica’ está ubicada en un colegio de monjas. ¿Usted estudió con curas? Sí. Mi experiencia fue estupenda. Te podrían caer cachetes, pero no lo percibías como algo negativo. Que te pegara una hostia un profesor no era como para montar un número. Me interesa ubicar la acción en un colegio católico porque todos los que tenemos educación católica estamos programados para lo sobrenatural.

¿Por los Cristos en las paredes? No solo por los Cristos. Este señor murió y al tercer día resucitó. Este señor curaba a los ciegos y la virgen María concibió sin pecado. Aquello te permite que tu cerebro se prepare para algo antinatural.

La historia que narra refleja muy bien España. ¿Se puede entender fuera de nuestras fronteras? No hay nada más universal que lo local. El paradigma de cine local que explica su país al resto del mundo es el coreano, que viaja por todo el mundo porque han hecho una clara apuesta por explicar su historia, humor e idiosincrasia. Si un extranjero me pregunta qué fue la guerra civil española le pondría ‘La vaquilla’. Berlanga es el que mejor ha explicado cómo somos: ‘El verdugo’, ‘Plácido’…

¿Volvería a dirigir ‘O.T. la película’, como hizo en el 2002 junto a Jaume Balagueró? Sí. ‘O.T.’ es una historia humana, sobre personas que persiguen un sueño. El material emocional que proporciona un ‘reality’ es material dramático de primera.

No quiero terminar la entrevista sin preguntarle por el atentado de Barcelona. ¿Estaba en la ciudad? No, fui el sábado. Paseé hasta la plaza de Catalunya. Tenía una necesidad de sentirme conectado con la realidad, es la ciudad en la que he vivido 10 años, mi mujer [la cineasta y actriz Leticia Dolera] es de Barcelona y tengo muchos amigos allí. Era imposible no sentir que el suelo se movía debajo de los pies. Han sido días de una emoción muy profunda, pero a la vez he sentido que todo el comportamiento de las autoridades barcelonesas y catalanas ha sido ejemplar. Me he sentido conmovido y orgulloso de la dignidad y la honestidad con la que se han manifestado las autoridades. Dentro de la herida y el dolor nos queda el consuelo de que tenemos una ciudad de la que estar orgullosos.

Fuente:

http://www.elperiodico.com/es/ocio-y-cultura/20170824/entrevista-paco-plaza-esterna-veronica-6241899

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Adolescentes en el museo

Por Bea Espejo

Habitació 1418 es un laboratorio, un punto de encuentro, una plataforma, un grupo de jóvenes, un espacio experimental y un proyecto en continuo replanteamiento. También es todo lo que pasa los sábados de 17 a 21 horas en la plaza dels Àngels, en Barcelona, entre jóvenes de 14 a 18 años. Surgió de la necesidad de acercar a los adolescentes al museo de forma voluntaria y fuera de su actividad docente. La complicidad institucional con el Macba y el CCCB, colindantes en la mítica plaza, ha sido fundamental desde que el proyecto arrancara en 2014.

El proyecto se compone de un grupo de roomers fijos y asiduos, un teen team de unos 15 jóvenes que se apoderan del espacio, lo invaden y lo redefinen. También participan de los contenidos y la elaboración de las actividades. El modelo es unremix que funciona como una canción propia. Hay algo de la tesis de Mark Miller y su equipo de la Tate Modern en eso de acercar a los adolescentes al museo. Está en Festeen que se celebra en Matadero, cita obligada en lo que a cultura adolescente se refiere. También están el Studio 1316 del Georges Pompidou y los programas de mediación de Tabakalera Bilbao. Lo que destaca por encima de todo es su mirada de radar y la capacidad de testeo en cuanto a formatos educativos subversivos.

Del programa se ocupa Fito Conesa, artista y director del proyecto, que quiere llegar a los jóvenes del área metropolitana pero desarrollar un vínculo especial con El Raval, que es el barrio donde se ubica el proyecto. Para él es fundamental la complicidad, el gesto micro, el código invisible. También dejar de hablar de “públicos” para pensar en personas con inquietudes. “Hay que saltar del repetitivo ‘crear red’ o ‘hacer contexto’ y llevarlo a la acción, hacerlo posible. Habitació 1418 es un grupo de unos 15 adolescentes pero con un potencial transformador bestial. Las experiencias educativas artísticas regladas en las escuelas están en crisis y lo neoliberal se intenta imponer como única vía posible. Es el momento adecuado para hacer ruido y distorsionar”, explica.

Tras cuatro años en activo, añade, hay un ciclo que termina. “Ha llegado el momento de dar paso a otras alquimias”. Hablamos con Fito Conesa de aulas y arte, de riesgo y libertad de pensamiento. De complicidad, gestos micro y códigos invisibles.

¿Es posible generar empatía afectiva y efectiva hacia el arte contemporáneo?

Sí. Escuchando al mismo nivel, incorporando otras formas de hacer y en ninguno de los casos imponiendo. A veces hay que dejar que las cosas pasen a la velocidad que deben pasar. No hablo de ser anárquico por defecto, sino de respetar los tiempos de las personas que nos rodean. Todo comentario o forma de sentir puede ser una vía de experimentación. Pensar otros mundos posibles pero permitir que estos lleguen. La empatía es uno de los pilares de nuestro proyecto, y cuando esta surge desde el afecto es directamente efectiva.

Actividad de Habitació 1418 frente al Macba.
Actividad de Habitació 1418 frente al Macba.

Tras cuatro años, ¿cuál es el balance?

Positivo. Hemos aprendido el plano institucional, el personal y el afectivo al tiempo que hemos empezado a mezclarlos. Muchas situaciones, encuentros o talleres que se han dado en nuestro espacio han sido un testeo, con errores y con la posibilidad de aprender en el camino. Somos casi una familia, un elemento vivoainstitucional.

¿Por qué esa mirada al adolescente?

Por su capacidad de no filtrar. Por su libertad verbal y de pensamiento. El mundoteen no es más que un cosmos formado por personas en tránsito. En cada reunión con habitació1418 tengo la sensación de vivir algún tipo de realidad paralela pero que surge de una realidad común. La adolescencia es verbo en movimiento, hacer y después cuestionar.

¿Es Hab1418 alternativa de algo? ¿De qué?

Es una opción. No somos un grupo de jóvenes que se reúnen los sábados, somos otra cosa. Es una alternativa al encefalograma plano global. Es una posibilidad más. Resulta complicado verbalizar por parte de los roomers el hecho de visitar un museo un sábado por la tarde, pero eso es un trabajo de fondo en el que tenemos que trabajar.

¿Ha cambiado mucho la educación artística en los últimos diez años?

La educación en las humanidades está inmersa en un fundido a la nada. No sólo ha cambiado sino que está al borde de la extinción en algunos casos. Pero hay una parte de la historia en esto del Global Warming artístico que nadie nos cuenta de forma abierta. Hay especies que hemos recuperado de la extinción inminente y ahí es donde se sitúa la educación artística. Observo que hay muchos estímulos y puntos a unir a modo de pasatiempo para generar el mapa de la reduvolución. Hay trinchera cultural, de eso estoy seguro, pero necesitamos escucharnos más y fluir de manera libre. Menos ego y más pensamiento expandido.

Entonces, ¿no está el tema del arte y la educación en auge?

Es una necesidad que como tal responde a una demanda. Aunque esto pueda sonar muy neocapitalista, a lo que me refiero es que ese auge viene, en algunos casos, de un grito sordo, que la educación artística regalada, la de las escuelas, está lanzándonos. El museo y otros espacios del arte han empezado a generar redes con otras entidades para ahondar en el potencial transformador de la educación artística pero, ¡atención!, en ningún caso esto debe sustituir a las enseñanzas artísticas dentro de las escuelas. Al contrario. Se debe trabajar en colectividad y de forma conectada para que la red crezca y se haga resistente.

¿Qué significa “enseñar” arte?

Creo que el concepto “enseñar” hay que convertirlo en otra cosa. Cambiemos enseñar por verbos que vayan relacionados con el acompañamiento. Pensemos en pronominal, unirse, juntarse, cuidarse, asociarse… Ese tipo de movimientos son enseñar en arte.

Actividad de danza y movimiento.
Actividad de danza y movimiento. ANNA FÀBREGA

¿Son compatibles los espacios educativos no formales y el aula reglada?

No sólo son compatibles, sino que deben ser aliados. Para construir hay que saber deconstruir.

¿Qué podemos aprender del museo? ¿Qué papel tiene el colegio? ¿Y la investigación pedagógica?

Hay que entender el aprendizaje por capas. Hay una experiencia personal con el espacio, con el físico y con el cognitivo. Con la posibilidad de entender otras maneras de sentir, respirar. El aprendizaje siempre debe ser abstracto, ya que desde ahí podemos asegurar que hay una parte del mismo que es individual e intransferible, y otra muy importante que se vive en comunidad. El colegio es una estructura que debe saber de complicidad y empezar a hablar en términos humanos. Su papel es fundamental. Los esquema hay que romperlos pero en cooperación. El museo o el centro de arte no ha de ser una excursión, ni un evento sólo ligado a nuestra vida en el colegio. Las instituciones culturales son espacios que hemos de usar, invadir y cuestionar. Con respecto a la investigación pedagógica, debemos saber y dejar que nos sorprenda lo otro. Trabajar desde el respeto de las velocidades internas para participar en una colectividad y en un discurso pedagógico común que se escriba solo, que se haga caminando y que trague a la par que andamos. Es fundamental experimentar y debatir, pero en movimiento.

¿Dónde están las teorías pedagógicas de nueva praxis más interesantes?

Destacan varios proyectos que son un “ruido escondido” como la labor que la gente de Idensitat está haciendo en Barrios de Barcelona. En Cartagena, donde lo educativo en las artes es resistencia, hay momentos de magia como elMandarache, un proyecto de fomento de la lectura que requiere de la complicidad de profesorado, bibliotecas, ente público, y que es de esas cosas que ayudan a trabajar en aras del pensamiento crítico. También hay que seguir de cerca algunos proyectos vinculados a la institución pero con espíritu desestructurador, como es el Departament esotèric de Jordi Ferreiro en el Macba, un proyecto vinculado a la universidad, a esos años en los que uno aún es oficialmente joven. También destacaría NcArte en Colombia, ya que es uno de esos espacios que más propician la magia institucional en el universo arte y educación. El MALBA en Buenos Aires está también en mi lista, así como algunas microsociedades en contextos de bibliotecas en todo el mundo. Estoy seguro de que las propuestas más interesantes se están haciendo lejos de los espacios legitimadores, o en cualquier caso se elaboran desde lo invisible.

¿Con qué nivel de precariedad se trabaja en el campo de la educación? ¿Cómo ampliar puntos de vista?

Con un nivel alto. Evidentemente, no debemos medir esto en base exclusivamente al factor económico. Existe también una precariedad en la forma que tenemos de programar y respetar el alma de las cosas. Las ciencias artísticas son una materia en crisis continua. Es posible que el auge de proyectos artístico-educativos esté obligando a una revisión incómoda de estas dinámicas. Trabajar con mínimos a veces es un punto de partida que puede permitirnos darle la vuela a las cosas y replantear, pero de lo que hablo es de respeto, de valorar el trabajo.

¿Qué espacio necesita el arte?

El espacio que se le presupone a otro tipo de ciencias y saberes. El espacio que se otorga a las tecnologías o herramientas de cambio. Estamos lejos de entender el potencial del hecho artístico fuera del ecosistemas generado de los que nos dedicamos al arte. Rompamos la membrana.

Fuente: https://elpais.com/cultura/2017/08/10/babelia/1502364119_402049.html

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Noam Chomsky: Antifa es un «regalo importante a la derecha»

Un académico de renombre mundial hace críticas por sus comentarios sobre el movimiento antifascista a raíz de Charlottesville

Noam Chomsky ha criticado al movimiento antifascista y ha argumentado que sus acciones son erróneas en principio y es un «gran regalo a la derecha».

El eminente intelectual, que se describe como el padre de la lingüística moderna, argumentó que el movimiento era autodestructivo y constituía una pequeña facción en la periferia de la izquierda.

Antifa, abreviatura de las organizaciones antifascistas, se refiere a una coalición de grupos militantes, descentralizados y de base que se oponen a la extrema derecha.

El movimiento, que se fundó en Europa en la década de 1920, ha dominado los titulares a raíz de una reunión de supremacía blanca en Charlottesville a principios de este mes. Neo-Nazis, miembros de KKK y partidarios de «alt-right» se enfrentaron con antifascistas y una mujer fue dejada muerta después de que un automóvil arrolló a una multitud de manifestantes antifascistas.

A raíz de la violencia mortal, el presidente Donald Trump ha incitado a la ira por establecer una paridad moral entre los supremacistas blancos y los antifascistas, diciendo que los manifestantes eran tan violentos como la extrema derecha y los grupos » Muy bien «la gente.

Chomsky, una de las principales voces de la izquierda, famosa por su crítica de la política exterior estadounidense, el neoliberalismo y los principales medios de comunicación, ha criticado a Antifa.

«En cuanto a Antifa, es una franja minúscula de la Izquierda, al igual que lo fueron sus predecesores», dijo el lingüista y filósofo político al Washington Examiner . «Es un regalo importante a la derecha, incluyendo la derecha militante, que son exuberantes».

«Lo que hacen a menudo es un error en principio -como bloquear las conversaciones- y el movimiento es generalmente autodestructivo», dijo el funcionario de 88 años al periódico conservador.

Y añadió: «Cuando la confrontación cambia a la arena de la violencia, es la más dura y brutal la que gana – y sabemos quién es eso, aparte de los costos de oportunidad – la pérdida de la oportunidad de educación, Activismo constructivo «.

Aunque muchos sólo asocian el movimiento antifascista con la acción directa militante, vale la pena señalar que adopta una amplia variedad de tácticas. Esto incluye la organización sindical, la solidaridad de los emigrantes, los programas de educación pública, el derrocamiento de los supremacistas blancos y los neonazis a sus vecinos y empleadores, y la presión a los locales a cancelar los eventos de extrema derecha.

Chomsky lo ha declarado anteriormente en contra del cierre de reuniones de extrema derecha, argumentando que es tácitamente autodestructivo y que el énfasis debe estar en la educación.

Chomsky, que recientemente dejó su puesto como profesor enérito del Instituto de Tecnología de Massachusetts para convertirse en un profesor de la Universidad de Arizona, ha provocado críticas por su evaluación de Antifa.

Eleanor Penny, que ha escrito extensamente sobre el fascismo y la extrema derecha, dijo a  The Independent : «Chomsky trata la batalla contra el fascismo como una batalla por la pureza moral que se puede ganar cuando la izquierda permanezca respetuosa, educada y deferente».

Desde la Batalla de Cable Street en 1936 hasta enfrentamientos similares en Lewisham y Wood Green en Londres en 1977, la resistencia física ha protegido una y otra vez a las poblaciones locales de la violencia racista y ha impedido que un grupo de fascistas Nuevas incursiones en la corriente principal de la política «.

Los críticos de las redes sociales argumentaron que Chomsky, que es uno de los estudiosos más citados de la historia, se había vuelto menos izquierdista en su vejez y las declaraciones significaban que se había vuelto irrelevante.

Asa Winstanley, un periodista, dijo: «Triste: Chomsky se acerca a Trump culpar a» ambos lados «; Dice que Antifa es «un regalo importante para la derecha».

«¿Puedes creer que vivimos en un mundo donde Mitt Romney se queda de Noam Chomsky en Antifa», dijo otro usuario

El movimiento antifascista, que está a favor de la popular oposición de base al fascismo en lugar de confiar en la policía o el Estado, no es una organización centralizada homogénea. Tiene una historia larga y variada que se remonta a la lucha contra los camisas negras de Benito Mussolini en la década de 1920 y, a continuación, los camisas marrones de Adolf Hitler en las tabernas de Munich.

En el Reino Unido, los antifascistas se movilizaron contra los «camisas negras» dirigidos por Oswald Moseley, líder de la Unión Británica de Fascistas, en Cable Street, en el este de Londres en los años treinta y en muchos otros casos.

Chomsky ha advertido antes de combatir el aumento del fascismo en Europa y la situación en América hoy. También ha argumentado que las tácticas deben ser reevaluadas a la luz del contexto actual.

Fuente: http://www.independent.co.uk/news/world/americas/noam-chomsky-antifa-major-gift-right-wing-anti-fascist-alt-left-a7906406.html

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Entrevista a Diana Hincapié del BID: “A pesar de los avances, los niños y jóvenes no están desarrollando las habilidades necesarias”

Colombia/24 agosto 2017/Fuente: Semana

El país debe mejorar su calidad educativa y las habilidades de los jóvenes para que puedan competir a la par con los países más desarrollados. Semana Educación entrevistó a Diana Hincapié, asociada senior de Educación del BID para conocer más de ese tema.

Muchas personas en América Latina y el Caribe no cuentan con las habilidades necesarias para progresar en un mundo rápidamente cambiante. Semana Educación habló con Diana Hincapié, asociada senior de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), sobre lo que funciona y lo que no en las políticas públicas de educación en el continente y en el país.

De acuerdo con la experta, existen soluciones costo-efectivas que permiten perfeccionar las habilidades en todas las etapas de la vida, desde la infancia hasta la adultez. Aprendiendo de los éxitos y de los fracasos de la región y del mundo, los gobiernos pueden elaborar e implementar políticas basadas en la evidencia que sirvan para preparar de manera más adecuada a sus ciudadanos, empresas y países, de modo que puedan competir en el contexto económico actual que continuará cambiando con el avance tecnológico.

Además, Hincapié será uno de los líderes presentes en la Cumbre Líderes por la Educación 2017 que se llevará a cabo este 20 y 21 de septiembre en el Cubo de Colsubsidio.

Semana Educación (S.E.): ¿Cuáles son las habilidades necesarias para progresar hoy en América Latina y sobre todo en Colombia?
Diana Hincapié (D.H.): Las habilidades necesarias para que los países de América Latina progresen son las que permiten el desarrollo de los individuos en el mercado laboral y se pueden llevar a cabo a lo largo de la vida. En nuestra investigación “Aprender mejor: Políticas Públicas para el Desarrollo de Habilidades”, las definimos como las capacidades innatas o adquiridas que aumentan la productividad de un individuo. Estas habilidades se dividen en dos tipos: las generales y las específicas. Las generales mejoran la productividad de las personas en una amplia gama de ocupaciones y se pueden clasificar en tres grandes categorías: habilidades socioemocionales, cognitivas y académicas. Por otro lado, las habilidades específicas son aquellas que aumentan la productividad en una gama reducida de ocupaciones, sectores o empresas. En un mundo rápidamente cambiante, algunos trabajadores pueden sentirse amenazados. Pero el cambio tecnológico y la robotización también ofrecen oportunidades laborales para quienes hayan desarrollados habilidades que les permitan aprender mejor, como por ejemplo, tener capacidades de resolución de problemas, o el pensamiento abstracto y creativo. Los empleadores buscan trabajadores responsables, capaces de trabajar en equipo. Esto es válido para todos los países, incluyendo Colombia.

S.E.: ¿Cómo influyen las políticas públicas y los gobiernos para que las personas aprendan mejor y logren desarrollar su potencial a lo largo de la vida?
D.H.: Estamos en un contexto donde poco a poco la tecnología va tomando más espacios. Afrontar este desafío es fundamental. Si bien los gobiernos de la región ya están haciendo grandes esfuerzos para el desarrollo de habilidades, es necesario que las inversiones se hagan de una manera más eficiente. Deben tomar decisiones basadas en evidencia rigurosa que pueda señalar el camino y exponer tanto los éxitos y las lecciones aprendidas, y proporcionar una base sólida para la toma de decisiones. Con este conocimiento, los responsables de las políticas públicas pueden expandir a escala programas que han demostrado ser costo-efectivos. Por ejemplo, vimos que en promedio, el uso de tecnología guiada con tiempo adicional es más costo-efectivo que extender la jornada escolar. Para contribuir con este esfuerzo, creamos un sitio web (el cual saldrá próximamente) que ayuda a los gobiernos a identificar programas que han sido evaluados de manera rigurosa. Es una herramienta que categoriza, estandariza y presenta evidencia sobre dichas políticas de una forma accesible.

S.E.: ¿Qué se está haciendo bien en el país y qué debería cambiar?
D.H.: La región y el país han hecho grandes esfuerzos para desarrollar las habilidades de sus ciudadanos. Las tasas de matriculación escolar están convergiendo hacia las de los países desarrollados. Por ejemplo, la inscripción en los niveles de primaria, se sitúa a la par con las tasas de las regiones desarrolladas. En Colombia, la tasa de asistencia neta en primaria era de 96 % en el 2015. La brecha de matriculación también se está cerrando en la escuela secundaria. Y el país ha mejorado su desempeño en las pruebas Pisa desde que empezó a participar. Sin embargo, este progreso no es suficiente para cerrar las brechas de habilidades que tenemos con los países desarrollados, ni las brechas que existen al interior de país, entre el sector rural y urbano, o entre estudiantes de diferentes contextos socioeconómicos.

S.E.: ¿Cómo estamos en Educación y en materia de políticas públicas con respecto a los demás países de la región?
D.H.: El país y la región han hecho esfuerzos por aumentar el gasto en educación. Actualmente, América Latina y el Caribe destina en promedio 3 puntos porcentuales más de su producto interno bruto a la educación que hace 25 años. Hoy en día, la región destina a educación cerca del 5% del PIB, un nivel cercano al que invierten los países desarrollados. Colombia está invirtiendo la misma proporción, un punto porcentual más que hace 20 años.  En cobertura, el país se encuentra en el promedio de los países de la región en primaria y terciaria, y por encima de la región en secundaria. Sin embargo, el país se encuentra un poco alejado de las tasas de asistencia neta de los países desarrollados principalmente en los niveles de secundaria y terciaria. A pesar de este gran esfuerzo en aumentar la inversión, los niños y jóvenes de la región no están desarrollando las habilidades necesarias. Por ejemplo, en Ciencias, Colombia ocupó el puesto 57 entre 70 países y economías participantes, por detrás de Chile, Uruguay, Trinidad y Tobago y Costa Rica. A pesar de esto, junto con la ciudad autónoma de Buenos Aires, Bogotá es la ciudad de mejor desempeño dentro de las ciudades que participaron de forma independiente en la región. Pero es importante resaltar que Colombia mejoró significativamente su desempeño en las 3 materias evaluadas por Pisa y está dentro de los 10 países con mejor ritmo de mejora.

S.E.: ¿Cómo ve el BID la inversión en formación de maestros en Colombia?
D.H.: Desafortunadamente, como en la mayoría de los países de la región, en Colombia la profesión docente no es muy atractiva para los jóvenes. Según datos de Pisa 2015, solo el 6% de los estudiantes de secundaria de 15 años reportan estar interesados en ser docentes, frente al 22% que reporta interés en ser ingeniero. Además, los estudiantes universitarios que entran a estudiar Educación son aquellos que obtuvieron los menores puntajes en la prueba Saber 11. Un estudio de Balcázar y Ñopo del 2015 encuentra que durante su formación universitaria las habilidades de los estudiantes de educación empeoran frente a lo que sucede con las habilidades de otros estudiantes. Además, a pesar de los esfuerzos por mejorar los salarios de los docentes, los maestros siguen percibiendo menores salarios que otros profesionales y técnicos de similares características, cerca de 11% menos.

S.E.: ¿Qué hay que hacer para mejorar la inserción laboral en el país? ¿Cómo fortalecer ese paso de la academia al mundo laboral?
D.H.: Lo más importante para mejorar la inserción laboral es el desarrollo de habilidades cognitivas, académicas y socioemocionales, que permitan a los niños y jóvenes estar preparados para enfrentar un mundo laboral cambiante. Igualmente es necesario garantizar su desarrollo a lo largo de las diferentes etapas de la vida, ya que la actualización de ellas es la clave para asegurar la continua empleabilidad de los trabajadores. Particularmente, los empresarios han manifestado que no encuentran a jóvenes con las habilidades necesarias para el mundo laboral. En un estudio del BID que encuestó a 1.200 empresas en América Latina, el 88 % de los empleadores manifestó tener dificultades para encontrar empleados con las habilidades adecuadas al egresar de la secundaria. Ese estudio muestra que las habilidades más demandadas por los empresarios son las habilidades socioemocionales, como la responsabilidad, el trabajo en equipo, el autoestima y el autocontrol. Por lo tanto, es clave que se implementen políticas públicas que permitan el desarrollo de estas desde la primera infancia, y a través de la niñez y la adolescencia. Estas políticas deben estar orientadas a mantener a los jóvenes motivados para que no abandonen la escuela, y deben promover una mejora en la calidad de la educación. Además, es importante que el sector educativo trabaje de la mano del sector productivo para que las habilidades que desarrollen los estudiantes sean relevantes para el mercado laboral. La innovación y la experimentación en políticas públicas en América Latina y el Caribe será clave para encontrar y ofrecer las soluciones adecuadas para los numerosos trabajadores que están en el mercado laboral, deseosos de mejorar sus vidas con un buen empleo.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/cumbre-lideres-por-la-educacion-2017-entrevista-diana-hincapie/537330

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Crear Juntos: Entrevista con Daniel Wilson

23 de agosto de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Una entrevista con el director del Proyecto 0 de la Universidad de Harvard, la casa de Howard Gardner, el padre de las inteligencias múltiples. 

El Proyecto 0 de la Universidad de Harvard ha venido estudiando desde 1967 los vínculos entre el arte y la educación, la naturaleza de la inteligencia, la comprensión, el pensamiento, la creatividad y la ética. Ha sido la casa de Howard Gardner, el padre de las inteligencias múltiples. Daniel Wilson es su actual director y su especialidad es el aprendizaje colaborativo. Conversamos con él durante su reciente visita a Bogotá, invitado por la Universidad de la Sabana.

¿Por qué últimamente ha cobrado tanta importancia la colaboración?

La colaboración ha sido importante siempre. Es un rasgo propio de los seres humanos. Hemos evolucionado porque hemos sido capaces de asociarnos para co-crear soluciones. Hay muchos ejemplos, los sistemas de calendario, los sistemas de riego, entre muchas otras invenciones, tuvieron lugar porque seres humanos se reunieron para co-crear. Así que la idea de la colaboración es central en el modo en que hemos evolucionado. Hoy, al estar conectados globalmente, las oportunidades de colaborar se han multiplicado. Tengo un hijo de ocho años. A él le gusta mucho hacer aviones de papel. Cuando yo era niño, hacía mis aviones de papel tomando ideas de los demás niños de la escuela o de algún libro que encontraba en la biblioteca. Mi hijo hace lo mismo, pero además ve videos en internet, o se pone una cita en línea con un amigo que tiene en Suiza y hacen juntos los aviones. De manera que la tecnología que tenemos disponible nos ofrece cada vez más oportunidades de colaborar.

¿Qué es y qué no es colaboración?

Hay un problema en el modo como comprendemos la colaboración y es que a veces pareciera que solo fuera comunicación. Podríamos intercambiar información, pero eso no es colaborar. La colaboración es una experiencia que conduce a la co-creación. Y es una experiencia que produce una ansiedad muy profunda. Yo soy músico, me reúno con unos amigos para tocar jazz. Podríamos sentarnos a ejecutar una partitura. Eso no es colaboración, sino seguir una serie de instrucciones. Tenemos que comunicarnos, pero eso no es colaborar. La colaboración ocurre cuando algo nuevo surge, incluso si es algo inesperado. En esos momentos, como músico, tienes que escuchar de una manera diferente y tienes que tomar riesgos, porque estás frente a otras personas y tienes que permitir que eso nuevo que se está creando surja con la colaboración de los demás. Así que en música, particularmente en el jazz, esto pasa mucho. El teatro, la comedia, también son formas creativas de escuchar para poder construir, co-crear. Hoy, estas habilidades son necesarias en muchas profesiones porque los retos que enfrentan les demandan crear de manera colectiva. El medio ambiente, la producción de alimentos o la convivencia plantean retos que solo pueden tener soluciones que surjan de la colaboración entre seres humanos.

Usted ha asesorado a organizaciones muy grandes como Cisco, Novartis, incluso a la CIA. ¿Puede hablarse de colaboración en estas grandes organizaciones?

Es una buena pregunta, porque si lo importante de la colaboración es el surgimiento de algo nuevo, ¿cómo podría tener lugar a gran escala? Es complicado. Tomemos por ejemplo una situación de emergencia: hay una inundación en un pueblo. No se sabe exactamente lo que debe hacerse, pero se sabe que hay que involucrar a personas con diferentes conocimientos y experiencias. De manera que en un caso como estos, la colaboración va a ocurrir en “parcelas”. Va a haber ingenieros, médicos, policías, bomberos y puede que en algún punto se junten y creen algo nuevo en conjunto. Pero esto no implica que todo el sistema esté colaborando a gran escala. Sí hay coordinación y comunicación a gran escala. Pero la colaboración va a ocurrir en “parcelas”. El reto del sistema consiste en encontrar la manera en que la colaboración que ocurre en parcelas retroalimente esa coordinación y comunicación a gran escala. Y es curioso… Una de las mejores maneras de comprender cómo pasa esto son las salas de emergencia de los hospitales. Las salas de emergencia tienen que atender permanentemente casos que son impredecibles, en los que hay que diagnosticar muy rápido el problema y poner en practica soluciones. El hospital está coordinando pero todos los días se están creando nuevas ideas y prácticas en las salas de emergencia. De manera que hay que entender de qué forma estas innovaciones pueden retroalimentar a todo el sistema. Esa es la respuesta larga. La respuesta corta es la siguiente: los sistemas grandes no colaboran, sino que crean las oportunidades para que pueda haber colaboración dentro de las parcelas.

¿Y en la escuela?

Si la colaboración es la co-creación de algo nuevo, la pregunta es, cuándo y cómo puede tener lugar en las escuelas. Y hay que decir que las escuelas no fueron diseñadas para colaborar desde un comienzo. Las escuelas han sido creadas históricamente para la coordinación y la comunicación. La coordinación es lo que se necesita para que el sistema funcione bien en conjunto, y la comunicación es la habilidad para que la información circule dentro del sistema. Los colegios hacen eso muy bien. Pero la colaboración plantea el reto de juntar un grupo de personas y lograr que surjan cosas que antes no existían. Los colegios no están diseñados para eso. Están diseñados para que esto no ocurra. Pero en las escuelas está ocurriendo cada vez más. ¿Y cómo se ve esto? Se trata de estudiantes que trabajan juntos para resolver problemas, pero además de maestros que trabajan juntos para encontrar respuestas a soluciones que no tienen, comprometiéndose a crear ideas realizables. Puede ser el diseño de un nuevo currículo, nuevos experimentos con los estudiantes, pero lo importante es que surja algo nuevo. Como maestros, pensamos que sabemos muchas cosas y que nuestro trabajo es decirles esas cosas a los estudiantes. Esto no es colaborar. En un enfoque colaborativo, el maestro reconoce que no lo sabe todo ni tiene todas las respuestas y que necesita a sus estudiantes, a la comunidad, a los otros maestros, para co-construir algo nuevo.

¿Qué puede decir acerca del conflicto en el aprendizaje colaborativo?

“Conflicto” es una palabra muy complicada. No hay ninguna teoría del aprendizaje en la que la palabra conflicto no aparezca. Al parecer, la manera como nuestra especie aprende involucra el conflicto. Pero el conflicto también tiene que ver con aspectos sociorrelacionales, por lo que vienen a la mente palabras como violencia, agresión, identidades… De manera que en educación hay dos maneras de entender esta palabra. En lo que tiene que ver con el conflicto, que es necesario para que haya aprendizaje, como educadores debemos aprender a vivir conflictos saludables. Cuando trabajo con maestros, una buena parte de mi trabajo consiste en producir situaciones en las que mis estudiantes se sienten incómodos. Porque si vas a diseñar experiencias de aprendizaje para otras personas, vas a diseñar experiencias en las que otros van a experimentar conflictos y se van a sentir incómodos. La única manera como podemos llegar a hacer bien esto como educadores consiste en adquirir una comprensión emocional muy compleja de lo que se siente al estar en conflicto. Y es difícil, por eso en Proyecto Cero trabajamos mucho en oportunidades para cultivar esta clase de habilidades en los maestros. En cuanto a los conflictos sociorrelacionales, este es un asunto muy serio. En Estados Unidos tenemos muchos conflictos raciales, de clase, religiosos… Así que, ¿qué hacemos para generar colaboración en estos niveles? Una de las grandes ideas viene de la teoría de la negociación. Si queremos desactivar la agresión o el conflicto entre grupos o personas, tenemos que encontrar una meta común. Algo que mantenga al grupo unido y esta es la clave. Cuando trabajamos en comunidades que están polarizadas, debemos preguntarnos: ¿qué es lo que puede mantener a este grupo unido? ¿Qué es lo que puede hacer que estas personas se unan y colaboren? Puede ser una causa, una creencia, un proyecto… pueden ser muchas cosas. Es lo que en la teoría de la negociación se llama superordinate goal.

Para finalizar, ¿a qué se dedican en Proyecto Cero en la actualidad?

Estamos cumpliendo nuestro aniversario número 50. Es sorprendente, porque el proyecto solo se financia con becas y de esta manera ha permanecido por todo este tiempo. Como centro de investigación hay varias líneas en las que esperamos avanzar bastante en estos próximos años. En creatividad, colaboración, evaluación. Estas áreas llevan activas muchos años. Hay áreas relativamente nuevas como juventud y política. Queremos comprender, por ejemplo, cómo se reúnen los jóvenes por medio de plataformas digitales y logran cambios sociales, proyectos emergentes en educación para la ciudadanía, ¿qué significa la ciudadanía en los años que vienen?, además tenemos investigaciones acerca del trabajo ético en la economía actual. De manera que continuamos con líneas en las que siempre hemos venido trabajando, pero el gran desarrollo que ha tenido la tecnología nos está planteando nuevas preguntas para investigar.

Lea el contenido original en este enlace.

Fuente entrevista: https://compartirpalabramaestra.org/alianza-editorial-magisterio-fundacion-compartir-columnas/crear-juntos-entrevista-con-daniel-wilson

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