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Entrevista a Mari Carmen Canto: «El profesor en Finlandia es la figura más valorada»

Finlandia/17 de Julio de 2017/

Estuvo nueve meses en Finlandia estudiando su sistema educativo y comparándolo con el modo de estudiar matemáticas en España.

-Era el trabajo de fin de Máster antes de adentrarme en la tesis doctoral. Consistía en comparar resultados en segundo de Primaria entre Finlandia y los chicos de la provincia de Cádiz que estudiaban cálculo por el sistema tradicional y por los nuevos algoritmos del ABN.

 -¿Es Finlandia el paraíso educativo que se dice?
-Todo lo que se dice es verdad. Se trata de una comunidad que le da una importancia absoluta a la Educación. Los docentes están muy bien preparados y la figura del profesor es la más valorada. Pero es que, además, las familias participan en el proceso educativo de manera natural. Es una implicación total de un país con su futuro.

-¿En qué nos diferenciamos exactamente? Póngame un ejemplo relevante para que lo entienda.

-La principal diferencia se encuentra en el proceso de selección del profesorado. Nosotros utilizamos el sistema de oposiciones en el que se evalúan conocimientos, pero no capacidad en el aula ni vocación. Allí los profesores pasan por el director del centro en una entrevista de trabajo y se valora mucho, por ejemplo, los trabajos de voluntariado con la comunidad. Los mejor preparados cogen los cursos más bajos y los que tienen menos experiencia los más elevados porque los chicos ya vienen aleccionados desde abajo. Es un sistema que funciona.

-Sin embargo, en su estudio, los chicos finlandeses sacaron peores resultados en Matemáticas que los chicos de Cádiz que utilizaban el método de cálculo que 

destierra las cuentas.

-Sus datos estaban por debajo, pero se aproximaban mucho en las pruebas de resolución de problemas. Allí se aborda la solución de problemas trabajando con la experimentación y la discusión en grupos. La forma de trabajar aquí consiste en que el problema va por un lado y la operación por otro. Son dos fases. En Finlandia, al igual que en nuestro método, la fórmula del problema no se descontextualiza. Puede

haber distintas formas de llegar a la resolución del problema y todas son válidas. Es un proceso de razonamiento.

-Tienen cerca de cien mil niños en España con el método ABN, sin cuentas. Sus resultados son buenos. ¿Se reflejará en los informes PISA?

-Con vistas a medio o largo plazo estoy segura de que esos resultados darán la cara, pero hace falta tiempo. PISA es un estudio de Secundaria y nosotros empezamos en Primaria con los primeros niños en el año 2008. Están empezando a llegar.

-Los asiáticos son los primeros en el PISA. ¿Su método, que no es el de cuentas, se parece en algo al que ustedes trabajan?

-Absolutamente en nada. El método Singapur viene de los ábacos y lo que se trabaja es la rapidez de cálculo. Nosotros trabajamos la comprensión.

-¿Han estudiado la reacción cerebral de los niños ante distintos métodos?

-Desde el departamento de Psicología de la Universidad de Cádiz se han hecho electroencefalogramas a niños a través de un aparato llamado Emotiv Epoc. Lo que se ha visto hasta el momento es que el alumno que sigue el método ABN ante la resolución de un cálculo activa las zonas relacionadas con el aprendizaje matemático, mientras que quien sigue el método tradicional se muestra más tenso y se activan otras partes del cerebro ajenas a este aprendizaje, lo que puede generar déficits atencionales y se sobrecarga la memoria de trabajo. Estos son dos de los problemas que hemos detectado en nuestro sistema educativo, pero todavía trabajamos sobre hipótesis.

-ABN se basa en el razonamiento, por lo que cabría pensar que actúa sobre otras disciplinas.

-De momento es eso, una suposición. Habría que realizar los trabajos de experimentación necesarios para poder afirmarlo. Por lógica debería de ser así.

-Ustedes consideran que ABN debería ya dejar de ser considerado como un experimento, que los datos aportados por su tesis son concluyentes.

-En la tesis se ha hecho un trabajo sobre un gran número de estudiantes de 4º de Primaria y los datos están ahí. El aprendizaje es más rápido y más sólido. Hemos conseguido que colegios públicos incluyan, con la aprobación de sus claustros, el método dentro de sus proyectos de centro, algo que ya venía sucediendo desde hace tiempo en la concertada y la privada, que necesitan resultados para ser competitivos.

-¿Se está trabajando en este sentido en otros países?

-Holanda trabaja en métodos alternativos, pero no están tan desarrollados. En Chile hay un proyecto a nivel estatal para incorporar el ABN a todo sus sistema y hay profesores en Argentina, Perú o México que ya lo aplican.

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Entrevista a Esteban Hernández González. Bien común

Entrevista

Por: Jesús Jank Curbelo

Nos invitaron a un pueblo pequeño que está enfrascado en conservar su historia. Un conjunto de casas con un parque y una iglesia pequeña y una escuela y una estación en la que hace ya tiempo paró un tren que llevaba a José Martí; en la que hace ya tiempo paró un tren en el cual iba Fidel. Un pueblecito con una gacetilla en la que escriben sus propios habitantes y un proyecto comunitario espléndido que actúa hace más de cinco años.

Fuimos un sábado. Casi una hora y media por carretera desde Centro Habana hasta Quivicán y Quivicán adentro hasta San Felipe. En San Felipe, entonces, nos reunimos con varias personas en el saloncito de un círculo infantil.

–La idea del proyecto –dice Esteban Hernández González, su coordinador general– surgió conversando con la delegada. Nos percatamos de que había cierto aletargamiento en un grupo de instituciones; de que se acumulaban los problemas sociales a partir de la falta de iniciativas; y de que hacía falta revitalizar el trabajo con la comunidad.

«Entonces, el 25 de diciembre del 2011, nos reunimos en el cine con un grupo de artesanos, pintores, escritores, delegados, combatientes… Y dimos a conocer la idea».

Así comenzó todo. Hicieron un diagnóstico de San Felipe y vieron fortalezas: el potencial académico del pueblo; el trabajo de la Asociación de Combatientes; los resultados de los CDR, del círculo infantil, de la CPA 17 de Mayo. Y que todo esto era una base sólida para contrarrestar ciertos problemas: la falta de sentido de pertenencia; la falta de opciones recreativas; indisciplinas; las desacertadas condiciones higiénicas.

–Nos propusimos un grupo de acciones –explica Esteban–. En primer lugar, dijimos: hay que fortalecer el sentido de pertenencia, porque la población se había rejuvenecido, y se habían incorporado personas de otros lugares que no conocían quiénes se destacaron en el proceso revolucionario, en la construcción de las aceras, del acueducto; y en el deporte, la cultura, los maestros, los médicos…

Investigaron. Armaron un folleto con la historia local; varios folletos sobre literatura; un especial llamado Con Martí en el corazón.

–En el tema de la historia descubrimos que por aquí habían pasado Martí y Fidel, pero también Maceo y Pablo de la Torriente Brau, por la estación de trenes. Y la estación se convirtió en un símbolo. Nos dimos cuenta de que no éramos tan poca cosa, y empezamos a trabajar en este sentido.

Al proyecto le pusieron por nombre Arte-Sanfelipeño (ASF). Así de escueto. Así de natural.

–Después surgió la idea de hacer un festival cultural con los niños, para paliar el problema de la recreación. Hicimos varios equipos, buscamos el jurado, e hicimos la competencia en el cine. Aquello se abarrotaba. Los mismos niños montaban números de teatro, de humor, danza, música, plástica. Teníamos una instructora de música y una de danza.

Nos ayudaron mucho –dice Esteban.

Entonces nos enseñaron los trajes que cosen a máquina para los niños que bailan donde sea que los inviten: trajecitos de recortes de nailon o de sacos de yute; de recortes de tela o de cintas de videocasetes.

–Esa es mi niña –me dijo Yailen señalando la pantalla del teléfono mientras ponía un video de varios niños, en sus trajes de nailon, que bailaban una danza folclórica en La Habana Vieja–. Esa es mi niña, mírala. Es la del medio.

Yailen Amaro Hernández es miembro del grupo organizador. Ella reunió a los niños y montó con ellos la compañía Granitos de azúcar.

–Hemos bailado en la Casa del Alba, en Tropicana, en Varadero –dice.

Su madre cose los trajes a máquina. Yailen también se encarga de escribir sobre temas de salud en el boletín.

–Me encanta este trabajo y cómo repercute en nuestra comunidad. Todos los meses me reúno con la especialista, intercambiamos criterios y damos salida a temas que ayuden a la formación de valores en las familias… Me gusta sentir que ayudo a que los padres conozcan, porque yo también tengo niños en la edad de la adolescencia.

La idea del boletín surgió en febrero del 2012 a propuesta de Eddy Delgado Saavedra, un arquitecto de 27 años.

–San Felipe tuvo un periódico en la época neocolonial. Se me ocurrió que retomar la idea podía ser útil, así que lo hablamos con el Gobierno y con el Partido, y empezamos a trabajar en eso.

Armaron un equipo (un responsable para cada una de las secciones: Sociedad, Noticias, Salud, Clasificados, Escolares, Cultura, Deportes, Historia, Variedades e Internacionales), y el 8 de marzo del 2012 lanzaron un primer número, dedicado a las mujeres del pueblo.

–El boletín –dice Eddy– comenzó como una herramienta para dar a conocer el proyecto. La gente nos sugirió secciones, ideas, criterios. Actualmente publicamos la programación de las asambleas del Poder Popular: los acuerdos, los planteamientos de la población, las respuestas de los directores. O sea, que también se ha convertido en un instrumento para las actividades del Gobierno y las asociaciones de masas… Todas las instituciones tienen espacio.

«El proceso de edición es sencillo. Antes de comenzar el año nos reunimos y proponemos una serie de temáticas. Ahí definimos, de las 12 páginas, tres o cuatro que pueden ser seguras: aniversarios, trabajos históricos. Las demás salen sobre la marcha».

–¿Y dónde imprimen?

–En La Habana Vieja, en la Oficina del Historiador.

–Lejísimo.

–No hay imprentas más cerca.

–¿En cuánto sale?

–Depende de la tirada. Ahora estamos haciendo 300 números, así que nos sale sobre los 500 pesos.

El boletín es autosustentable: Una tirada de 300 números equivale a 300 suscriptores. Dos pesos por cada uno: 600. Para cubrir la imprenta, 500 pesos, y 100 para cubrir gastos como el transporte. El resto del proyecto se sustenta, básicamente, con esfuerzos propios.

–Con el tiempo –dice Esteban–, nos dimos cuenta de que ASF debía tener vida propia, y comenzamos a trabajar en la producción de artesanías. Pero también dijimos, ¿por qué no hacer carbón? E hicimos un proyecto para producir carbón, tanto para nosotros como para el resto del municipio. También empezamos a trabajar en el huerto de la escuela, y esos productos aportan a la propia escuela, se venden a la población, y se entregan al círculo infantil, al hogar de ancianos… Y así comenzamos a generar fuentes de empleo, que fueran útiles para el pueblo y a la vez aportaran al proyecto.
Entonces les pregunto cuánto les ha aportado ASF, aunque es redundar.

–Muchísimo –me dice Esteban con ojos llorosos. Salimos.

San Felipe parece un pueblo nuevo. Hay tarjas en el parque que recuerdan personajes históricos y hay árboles en las orillas y algo espiritual que bordea la estación del tren.

Hay casas antiguas, y más nuevas, y una donde nació Eladio González, uno de los ocho estudiantes de Medicina acribillados por los españoles; y otra donde nació el mambí más joven de la tropa de Maceo.

Y hay gentes que visitan San Felipe por el proyecto.

Así que si algo ha conseguido Arte–Sanfelipeño ha sido arrimar la voluntad de muchos a un bien común; un bien que es, a la larga, un bien personal. Si están logrando algo, es conservar la identidad del pueblo, que es un alto por ciento de la identidad de las 2 500 personas que lo habitan. Y de Cuba. Porque la Historia Patria es la juntura de las historias pequeñas de los pueblos. Y la Patria es, en fin, la humanidad.

Fuente: http://www.granma.cu/cultura/2017-07-07/bien-comun-07-07-2017-01-07-08

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Entrevista a Vicky Colbert: “Apoyar la educación rural dará convivencia pacífica”

16 Julio 2017/Fuente: compartirpalabramaestra/Autor: Palabra Maestra

Una reflexión sobre el rol de los docentes y la educación rural en la actualidad de Colombia.

Bogotá celebró el 3º Congreso Internacional de Escuelas Nuevas que contribuyó a la discusión global sobre la calidad de la educación y la importancia de implementar modelos educativos innovadores y flexibles. La líder de la Fundación Escuela Nueva, organizadora del evento, reflexiona sobre el rol de los docentes y la educación rural en la actualidad del país.

‘Construyendo Redes y Transformando la Educación’ fue el eje central de este encuentro académico buscó consolidar alianzas e iniciativas que propendan por el mejoramiento de la vida de los más vulnerables a través de una educación de calidad, centrada en quien aprende y que promueva un aprendizaje activo, cooperativo y personalizado.

Desde la década del 70, la Fundación Escuela Nueva ha trabajado por reinventar continuamente la educación rural en Colombia. Sus aportes a la política educativa del país la han convertido en un referente nacional e internacional a la hora de hablar de métodos de enseñanza y aprendizaje en el campo, y en un modelo que ha sido galardonado por la Unesco en 2003 y por la revista suiza The Global Journey, por destacarse como una de las 100 mejores organizaciones del mundo.

Ante la actual coyuntura nacional, su fundadora, Vicky Colbert, considera que hoy más que nunca Colombia debe volver su mirada a la ruralidad para recoger lo andado y capitalizar lo aprendido. Pero además para fortalecer la calidad educativa que configure a la escuela como un espacio más democrático, abierto a la reconciliación y a la construcción de paz.

¿Cómo ve la educación rural de Colombia en la actualidad?

En Colombia se han hecho esfuerzos muy grandes por universalizar la primaria en el campo y creo que ahí hemos tenido un logro muy importante en los últimos años. Ahora el reto nuestro es poder llegar más a los jóvenes, pero especialmente con un énfasis de calidad. Tristemente ahora en América Latina el 50% de los niños en cuarto grado no entienden lo que leen. Entonces hay que fortalecer todas estas habilidades básicas. Pero también porque volver al campo es algo fundamental para la construcción de paz.

¿Por qué?

Porque es precisamente en la ruralidad donde se vuelve a dar la inequidad. Pero, además, porque la necesidad es la madre de la innovación y del campo vienen las experiencias más innovadoras. En los márgenes de las sociedades se generan las innovaciones más importantes de un país. Si seguimos apoyando al campo y a la educación en las zonas rurales, vamos a poder tener un gran impacto en convivencia pacífica, que es lo más importante.

¿Y en qué sentido se debe dar esa innovación, ese cambio?

Hay que seguir construyendo sobre lo construido porque ya ha habido evidencias y soluciones probadas en Colombia. Hay que comenzar a trabajar con las normales que es de donde salen los maestros para el campo y luego es fundamental escucharlos y no dejarlos solos. Hay que involucrar a la sociedad civil como parte fundamental en el trabajo con el Estado y entender que el concepto de espacio y tiempo para aprender ha cambiado y no es solo la escuela.

Aquí tenemos escuelas rurales que, a pesar de ser de bajos recursos económicos, tienen mejor calidad en muchas dimensiones porque tienen ambientes de aprendizaje muy ricos, y eso hace que un estudiante se quiera quedar en la escuela.  Podemos lograr una innovación en la educación rural en Colombia si cambiamos los paradigmas pedagógicos y nos convencemos que más de lo mismo no es suficiente.

¿Cuál es el rol del docente en esta transformación de la escuela rural?

Que no sea transmisor de información porque un joven o un niño hoy entra a Google y obtiene más información y más rápido que la que le puede dar el maestro. El rol del docente es otro. Es tener más tiempo para conocer a sus alumnos, quererlos más, conocer sus estilos de aprendizaje, retroalimentar en el proceso. El nuevo rol del docente del siglo XXI es ser un acompañante, un facilitador, un catalizador.

Ustedes lograron llegar a más de 25 mil escuelas en los 90. ¿Cómo está Escuela Nueva en la actualidad?

Luego de la descentralización que hubo en el país en los años 90 la gente se empezó a concentrar más en lo administrativo y se olvidó de lo pedagógico. Muchos docentes de trasladaron a otros lugares, los nuevos no fueron capacitados, llegó mucho material a escuelas donde no había personas capacitadas, entonces todo se comenzó a descuadernar.

Fuimos política nacional, luego esto comenzó a decaer y en este momento estamos hablando de nuevo hablando con los nuevos gobernadores. Actualmente estamos haciendo un trabajo enorme con el Ministerio de Educación Nacional llegando a más de 4.500 docentes, pero no es suficiente.

Puntualmente, ¿cuáles son esas estrategias que Escuela Nueva propone para mejorar la convivencia en la escuela?

Hay estrategias e instrumentos muy concretos que tienen metodologías de aprendizaje activo y muy participativo. Por ejemplo, a través de los gobiernos de los niños donde los estudiantes aprenden a elegir y ser elegidos, a conformar comités, a incentivar el autogobierno. Ahí es donde se terminan tocando las destrezas del siglo XXI, que son las que promueven lo que un computador no puede hacer: aprender a aprender, liderar procesos, tomar iniciativas, pero especialmente aprender a trabajar en equipo y con respeto.

Cuando un niño tiene elementos concretos para aprender, ellos mismos son los primeros en manejar y controlar los comportamientos a veces no deseables de otros niños. Los mismos niños comienzan a tener instrumentos de auto regulación, de comportamientos democráticos y de convivencia pacífica.

¿Y para fortalecer la calidad?

Eso es fundamental porque los docentes no tienen tiempo para planear todos los días clases maravillosas. Entonces diseñamos un instrumento que se llama ‘Guía de aprendizaje’ que es el híbrido entre un texto y un cuaderno de actividades en donde le presentamos a los docentes algunas propuestas de lecciones donde aterriza el currículo nacional a las actividades en la escuela.

Eso sí, teniendo en cuenta que no todos tienen el mismo ritmo de aprendizaje y que se requiere fomentar el aprendizaje colaborativo, el diálogo, el trabajo de pares. Teniendo en cuenta que el otro piensa distinto y no lo voy a matar por eso. Ese es un concepto de pedagogía que dijo John Dewey hace cien años y es lo que hay que poner en práctica. Los conocimientos los tenemos, pero hay que ponerlos en la práctica y apoyar a los docentes para que lo puedan hacer.

Fuente de la entrevista: https://compartirpalabramaestra.org/noticias/entrevista-apoyar-la-educacion-rural-dara-convivencia-pacifica-vicky-colbert

Fuente de la imagen:

https://compartirpalabramaestra.org/sites/default/files/styles/articulos/public/field/image/entrevista-apoyar-la-educacion-rural-dara-convivencia-pacifica-vicky-colbert.jgp

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Entrevista a Luciana Peker: “Se condena a las mujeres que desean”

16 Julio 2017/Fuente: kaosenlared/Autor:  Laura Hurtado

La periodista argentina especializada en género participó en un taller sobre cómo los medios narran las violencias contra las mujeres, organizado por Oxfam Intermón en el XVIII Congreso de Periodismo Digital de Huesca.

La periodista Luciana Peker hace años que habla sobre lo que les pasa a las mujeres en Página/12, en la revista Anfibia y en muchos otros foros. Impulsora en Argentina del movimiento #NiUnaMenos, ha publicado La revolución de las mujeres, sobre los avances del movimiento de mujeres en su país durante los últimos 30 años. Estuvo en España para participar en un taller sobre cómo los medios narran las violencias contra las mujeres, dirigido por Magda Bandera, directora de La Marea, y organizado por Oxfam Intermón en el XVIII Congreso de Periodismo Digital de Huesca.

Como periodista especializada en género, ¿cómo cree que los medios deberían hablar sobre los feminicidios y los asesinatos de mujeres?

El periodismo que toca estos temas debe ser comprometido, respetuoso, y no poner jamás a las víctimas en riesgo, pero eso no quita que siga siendo periodismo: debe emocionar, sensibilizar, contar historias. Yo no creo en un periodismo aséptico y frío que sea totalmente inocuo (que lamentablemente es el que recomiendan muchos protocolos contra la violencia de género) y que pierda audiencia frente a los realitys y los programas basura que hacen puro morbo.

En su opinión, ¿las mujeres que han sufrido violencia machista deben salir en las noticias?

Creo que las protagonistas de esas noticias tienen que estar. Si ellas quieren contar su historia, hay que darles voz. Si pudieron salir adelante, si encontraron obstáculos, si la violencia deja huellas que no se borran. Contar todo eso con sensibilidad es imprescindible para que se produzca el terremoto necesario para erradicar (y evitar) la violencia de género. A mí, conocer a mujeres que han sido víctimas de violencia me ha cambiado la vida, es algo de lo que no te olvidas.

¿Qué le parece el tratamiento informativo de las agresiones sexuales a mujeres?

Creo que es el asunto que se cubre peor. La mujer asesinada no existe más, pero la que sobrevive siempre es condenada. Además, se usa a la mujer violada para disciplinar a las otras mujeres, muy especialmente a las más jóvenes, para darles miedo: que no viajen, que no salgan de noche, que no estudien, que no trabajen, que no se revelen frente a su novio, que no tengan citas con desconocidos, que no beban… Parece que cualquier cosa que hagan justifica una violación.

¿Por qué cree que se culpabiliza a las mujeres que han sido violadas?

Creo que se condena a las mujeres y a las jóvenes que desean. La condena es al deseo femenino. Los medios de comunicación siguen repitiendo las estigmatizaciones más básicas: cómo iba vestida la chica, por qué razón fue a la casa de él, si eran novios (como si eso justificara la agresión…). Para mí, otra forma de condenar a las mujeres “deseantes” son esas violaciones masivas que se están produciendo en muchas partes del mundo. A mí no me gusta que los medios muestren todo el tiempo a mujeres objeto, ultra sexualizadas, pero no soy moralista, me gustan las mujeres “deseantes” y quiero que los medios muestren un deseo legítimo de las mujeres. También quiero que se pueda desear a las mujeres, pero debe ser un deseo no vengativo.

¿Cómo se puede hacer un mejor tratamiento de las agresiones sexuales?

No sé si la solución pasa por instaurar protocolos muy rígidos, porque en la mayoría de los casos no se cumplen, pero sí por intentar generar conciencia y mayor empatía. Los medios tienen que proteger a las víctimas, hacer de escudo. Y no al revés.

¿Piensa que los medios deberían hablar más sobre las otras violencias que sufren las mujeres, y no solo de la violencia física?

Es obvio que los feminicidios y los asesinatos de mujeres son gravísimos y no se pueden minimizar, pero hay que mostrar todas las violencias. Por ejemplo, hablar de la diferencia salarial entre hombres y mujeres, que en Argentina ronda el 25%. O de la violencia contra la salud sexual y reproductiva, que se da, por ejemplo, cuando a una mujer no le quieren dar anticonceptivos. Para ello, el mejor motor son las historias de las mujeres. Contar lo que te explica aquella que puso una denuncia por acoso laboral, la que fue despedida por pedir reducción de jornada, la que es maltratada por estar embarazada, seguir lo que hacen las organizaciones de mujeres, recoger datos, ver qué pasa en otras partes del mundo para ver qué pasa en tu país o en tu región. Si escuchamos a las mujeres se abre un abanico infinito de temas.

En los últimos tiempos se observa mucha violencia hacia las mujeres que denuncian la violencia de género.

Este es un fenómeno que las mujeres que trabajamos contra la violencia de género no nos lo esperábamos. Hay un resurgimiento de la violencia machista muy exacerbado, especialmente hacia las mujeres lideresas o influyentes, como humoristas, opinadoras o periodistas. Hablo de los trolls en Internet, pero también de grupos que pueden amenazar por teléfono o llevar a cabo amenazas jurídicas. Gente que intenta controlar que la voz de las mujeres se expanda. No son iguales que hace 20 años atrás, estamos ante un neomachismo, que es mucho más peligroso.

¿Cómo se puede luchar contra estas agresiones?

Hay mujeres fuertes a las que no les importa o lo saben manejar, pero creo que no tenemos que pedir que las mujeres sean heroínas o que se blinden. Si pedimos eso, las que van a quedar van a ser muy pocas. Yo he sufrido muchas amenazas y lo he pasado mal. Además, me he sentido muy sola. Las condiciones laborales de los periodistas en Argentina no te protegen, ni los sindicatos o las leyes. Por eso, las mujeres periodistas o aquellas que tienen voz en medios y redes sociales necesitamos cuotas, ocupar más espacios, porque todavía luchamos contra el machismo clásico que nos quiere invisibilizar. Pero, además, necesitamos protección para poder avanzar frente a este neomachismo que nos quiere calladas.

¿Qué consecuencias tienen estas agresiones?

La verdad es que no son inocuas, pues no trabajamos igual, no publicamos igual, no llegamos igual. Implica altísimos costos profesionales y, por supuesto, personales, porque siempre tienes la sensación de estar poniendo en riesgo tu vida.

¿Cree que la gente es más consciente de las múltiples violencias que sufren las mujeres?

En Argentina tenemos una ley muy progresista para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, que nombra diferentes tipos de violencia, desde la física o psicológica hasta la mediática o institucional. Y eso es porque en mi país hay muchas mujeres en la política (un 30%). Es cierto que las leyes van por delante de la realidad, pero hay cada vez más conciencia de que las mujeres sufren muchas violencias y que eso está mal.

¿Cómo se ha logrado que haya más conciencia social?

Es a través de la escuela que el Estado puede frenar la violencia: evitar que las chicas sean víctima de violencia y que los chicos sean victimarios. A los 15 o 16 años puedes frenar paradigmas de machismo o que no se repitan secuencias de violencia que los chicos sufren en casa. Una vez cumplidos los 18, el Estado pierde esa oportunidad. En ese sentido, creo que la ley de educación sexual integral que tenemos es lo más parecido a una vacuna contra la violencia de género. Implica enseñar a respetar el cuerpo desde el jardín de infancia, siendo la manera más efectiva de prevenir los abusos sexuales. O hablar de la pubertad, la menstruación o los anticonceptivos desde primaria para prevenir las enfermedades de transmisión sexual, los embarazos no buscados y los noviazgos violentos. Hoy, en Argentina, las más jóvenes son las que más pelean para que sus derechos se cumplan.

 

Fuente de la noticia: http://www.lamarea.com/2017/07/13/luciana-peker-violencia-contra-mujeres/

Fuente de la imagen: http://kaosenlared.net/wp-content/uploads/2017/07/00-96.jpg

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Entrevista a Daniel Wilson: Crear Juntos

16 Julio 2017/Fuente:compartirpalabramaestra /Autor: Darío Ayarza

Una entrevista con el director del Proyecto 0 de la Universidad de Harvard, la casa de Howard Gardner, el padre de las inteligencias múltiples. 

El Proyecto 0 de la Universidad de Harvard ha venido estudiando desde 1967 los vínculos entre el arte y la educación, la naturaleza de la inteligencia, la comprensión, el pensamiento, la creatividad y la ética. Ha sido la casa de Howard Gardner, el padre de las inteligencias múltiples. Daniel Wilson es su actual director y su especialidad es el aprendizaje colaborativo. Conversamos con él durante su reciente visita a Bogotá, invitado por la Universidad de la Sabana.

¿Por qué últimamente ha cobrado tanta importancia la colaboración?

La colaboración ha sido importante siempre. Es un rasgo propio de los seres humanos. Hemos evolucionado porque hemos sido capaces de asociarnos para co-crear soluciones. Hay muchos ejemplos, los sistemas de calendario, los sistemas de riego, entre muchas otras invenciones, tuvieron lugar porque seres humanos se reunieron para co-crear. Así que la idea de la colaboración es central en el modo en que hemos evolucionado. Hoy, al estar conectados globalmente, las oportunidades de colaborar se han multiplicado. Tengo un hijo de ocho años. A él le gusta mucho hacer aviones de papel. Cuando yo era niño, hacía mis aviones de papel tomando ideas de los demás niños de la escuela o de algún libro que encontraba en la biblioteca. Mi hijo hace lo mismo, pero además ve videos en internet, o se pone una cita en línea con un amigo que tiene en Suiza y hacen juntos los aviones. De manera que la tecnología que tenemos disponible nos ofrece cada vez más oportunidades de colaborar.

¿Qué es y qué no es colaboración?

Hay un problema en el modo como comprendemos la colaboración y es que a veces pareciera que solo fuera comunicación. Podríamos intercambiar información, pero eso no es colaborar. La colaboración es una experiencia que conduce a la co-creación. Y es una experiencia que produce una ansiedad muy profunda. Yo soy músico, me reúno con unos amigos para tocar jazz. Podríamos sentarnos a ejecutar una partitura. Eso no es colaboración, sino seguir una serie de instrucciones. Tenemos que comunicarnos, pero eso no es colaborar. La colaboración ocurre cuando algo nuevo surge, incluso si es algo inesperado. En esos momentos, como músico, tienes que escuchar de una manera diferente y tienes que tomar riesgos, porque estás frente a otras personas y tienes que permitir que eso nuevo que se está creando surja con la colaboración de los demás. Así que en música, particularmente en el jazz, esto pasa mucho. El teatro, la comedia, también son formas creativas de escuchar para poder construir, co-crear. Hoy, estas habilidades son necesarias en muchas profesiones porque los retos que enfrentan les demandan crear de manera colectiva. El medio ambiente, la producción de alimentos o la convivencia plantean retos que solo pueden tener soluciones que surjan de la colaboración entre seres humanos.

Usted ha asesorado a organizaciones muy grandes como Cisco, Novartis, incluso a la CIA. ¿Puede hablarse de colaboración en estas grandes organizaciones?

Es una buena pregunta, porque si lo importante de la colaboración es el surgimiento de algo nuevo, ¿cómo podría tener lugar a gran escala? Es complicado. Tomemos por ejemplo una situación de emergencia: hay una inundación en un pueblo. No se sabe exactamente lo que debe hacerse, pero se sabe que hay que involucrar a personas con diferentes conocimientos y experiencias. De manera que en un caso como estos, la colaboración va a ocurrir en “parcelas”. Va a haber ingenieros, médicos, policías, bomberos y puede que en algún punto se junten y creen algo nuevo en conjunto. Pero esto no implica que todo el sistema esté colaborando a gran escala. Sí hay coordinación y comunicación a gran escala. Pero la colaboración va a ocurrir en “parcelas”. El reto del sistema consiste en encontrar la manera en que la colaboración que ocurre en parcelas retroalimente esa coordinación y comunicación a gran escala. Y es curioso… Una de las mejores maneras de comprender cómo pasa esto son las salas de emergencia de los hospitales. Las salas de emergencia tienen que atender permanentemente casos que son impredecibles, en los que hay que diagnosticar muy rápido el problema y poner en practica soluciones. El hospital está coordinando pero todos los días se están creando nuevas ideas y prácticas en las salas de emergencia. De manera que hay que entender de qué forma estas innovaciones pueden retroalimentar a todo el sistema. Esa es la respuesta larga. La respuesta corta es la siguiente: los sistemas grandes no colaboran, sino que crean las oportunidades para que pueda haber colaboración dentro de las parcelas.

¿Y en la escuela?

Si la colaboración es la co-creación de algo nuevo, la pregunta es, cuándo y cómo puede tener lugar en las escuelas. Y hay que decir que las escuelas no fueron diseñadas para colaborar desde un comienzo. Las escuelas han sido creadas históricamente para la coordinación y la comunicación. La coordinación es lo que se necesita para que el sistema funcione bien en conjunto, y la comunicación es la habilidad para que la información circule dentro del sistema. Los colegios hacen eso muy bien. Pero la colaboración plantea el reto de juntar un grupo de personas y lograr que surjan cosas que antes no existían. Los colegios no están diseñados para eso. Están diseñados para que esto no ocurra. Pero en las escuelas está ocurriendo cada vez más. ¿Y cómo se ve esto? Se trata de estudiantes que trabajan juntos para resolver problemas, pero además de maestros que trabajan juntos para encontrar respuestas a soluciones que no tienen, comprometiéndose a crear ideas realizables. Puede ser el diseño de un nuevo currículo, nuevos experimentos con los estudiantes, pero lo importante es que surja algo nuevo. Como maestros, pensamos que sabemos muchas cosas y que nuestro trabajo es decirles esas cosas a los estudiantes. Esto no es colaborar. En un enfoque colaborativo, el maestro reconoce que no lo sabe todo ni tiene todas las respuestas y que necesita a sus estudiantes, a la comunidad, a los otros maestros, para co-construir algo nuevo.

¿Qué puede decir acerca del conflicto en el aprendizaje colaborativo?

“Conflicto” es una palabra muy complicada. No hay ninguna teoría del aprendizaje en la que la palabra conflicto no aparezca. Al parecer, la manera como nuestra especie aprende involucra el conflicto. Pero el conflicto también tiene que ver con aspectos sociorrelacionales, por lo que vienen a la mente palabras como violencia, agresión, identidades… De manera que en educación hay dos maneras de entender esta palabra. En lo que tiene que ver con el conflicto, que es necesario para que haya aprendizaje, como educadores debemos aprender a vivir conflictos saludables. Cuando trabajo con maestros, una buena parte de mi trabajo consiste en producir situaciones en las que mis estudiantes se sienten incómodos. Porque si vas a diseñar experiencias de aprendizaje para otras personas, vas a diseñar experiencias en las que otros van a experimentar conflictos y se van a sentir incómodos. La única manera como podemos llegar a hacer bien esto como educadores consiste en adquirir una comprensión emocional muy compleja de lo que se siente al estar en conflicto. Y es difícil, por eso en Proyecto Cero trabajamos mucho en oportunidades para cultivar esta clase de habilidades en los maestros. En cuanto a los conflictos sociorrelacionales, este es un asunto muy serio. En Estados Unidos tenemos muchos conflictos raciales, de clase, religiosos… Así que, ¿qué hacemos para generar colaboración en estos niveles? Una de las grandes ideas viene de la teoría de la negociación. Si queremos desactivar la agresión o el conflicto entre grupos o personas, tenemos que encontrar una meta común. Algo que mantenga al grupo unido y esta es la clave. Cuando trabajamos en comunidades que están polarizadas, debemos preguntarnos: ¿qué es lo que puede mantener a este grupo unido? ¿Qué es lo que puede hacer que estas personas se unan y colaboren? Puede ser una causa, una creencia, un proyecto… pueden ser muchas cosas. Es lo que en la teoría de la negociación se llama superordinate goal.

Para finalizar, ¿a qué se dedican en Proyecto Cero en la actualidad?

Estamos cumpliendo nuestro aniversario número 50. Es sorprendente, porque el proyecto solo se financia con becas y de esta manera ha permanecido por todo este tiempo. Como centro de investigación hay varias líneas en las que esperamos avanzar bastante en estos próximos años. En creatividad, colaboración, evaluación. Estas áreas llevan activas muchos años. Hay áreas relativamente nuevas como juventud y política. Queremos comprender, por ejemplo, cómo se reúnen los jóvenes por medio de plataformas digitales y logran cambios sociales, proyectos emergentes en educación para la ciudadanía, ¿qué significa la ciudadanía en los años que vienen?, además tenemos investigaciones acerca del trabajo ético en la economía actual. De manera que continuamos con líneas en las que siempre hemos venido trabajando, pero el gran desarrollo que ha tenido la tecnología nos está planteando nuevas preguntas para investigar.

Fuente de la entrevista: https://compartirpalabramaestra.org/alianza-editorial-magisterio-fundacion-compartir/crear-juntos-entrevista-con-daniel-wilson

Fuente de la imagen:

https://compartirpalabramaestra.org/sites/default/files/styles/articulos/public/field/image/crear-juntos-entrevista-con-daniel-wilson.jpg?itok=6Kg3mq

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Dora Barrancos: «La ciencia es patriarcal»

Por Universidad Nacional de La Plata /Mujeres y Ciencia

Compartimos la mirada de Dora Barrancos, una de las dos mujeres que integran el directorio del CONICET

Si bien el 52% de las personas que investigan en el CONICET son mujeres, en su directorio sólo hay dos representantes entre 9 cargos y sólo un 25% ocupa cargos directivos. Dora Barrancos, especialista en estudios sobre género, doctora en Historia, licenciada en Sociología, docente e investigadora universitaria, es una de ellas.

La estructura de la ciencia tiene una matriz patriarcal desde sus orígenes -reconoce Barranco- las mujeres fueron apartadas de las Universidades y sólo pudieron conquistar su ingreso en la segunda mitad del XIX. Participaron en la producción del conocimiento pero sin reconocimiento y ese criterio patrialcal se evidencia en situaciones cotidianas, como que para los estudios de inteligencia que se hacen con animales generalmente se eligen machos de las especies, según marcan las biólogas feministas.

Según la científica, Argentina tiene una proporción muy notable de mujeres y ha mejorado bastante la condición de posibilidad del ascenso al sistema científico hegemonizado por el CONICET. De todos modos, la base de la pirámide es suculenta en mujeres, más del 52%, mientras que la cresta de la pirámide sólo tiene 25% de mujeres.

Las causas de esta situación son múltiples, en primer lugar las mujeres científicas tienen las mismas obligaciones del sistema patriarcal nuestro respecto de las gerencias de su casa, el cuidado de los chicos, y esto dificulta producir la misma cantidad de papers que un varón. En segundo lugar, muchas científicas se casan con varones científicos y muchas veces ven condicionadas sus oportunidades porque se prioriza la carrera del hombre. Y la tercera cuestión que señala Dora Barrancos, es que las mujeres, están con bastantes más dificultades para creer en sus oportunidades. A menudo hay una especie de auto impugnación («esto no es para mí», «esta no es mi oportunidad») ante una situación de mayor complejidad.

La matrícula universitaria se ha feminizado notablemente, pero en algunas disciplinas no, por ejemplo en ingeniería donde el ingreso apenas supera el 22 %. Esto marca que hay algo estructural y que hay algo también que obviamente es consonante con la personalidad de los varones que dirigen laboratorios. El problema del patriarcado es su triunfo en la subjetividad de las mujeres, muchas jefaturas de laboratorios que son mujeres encarnan los mismos procedimientos valorativos que los varones, y esto es un problema, porque allí radica el triunfo del patriarcado, explica Barrancos.

El cambio debe ser mas amplio, no solamente desde la estructura científica sino en toda la vida de la socialización que tienen los niños y las niñas en escuelas, colegios y las propias Universidades. «Estamos viendo cómo se extiende los protocolos para atender la violencia y eso es comenzar a darse cuenta en el propio territorio de las Universidades. Porque en realidad la segregación de las mujeres de la ciencia, el no darle las mismas posibilidades de desarrollarse en laboratorios, el menguar su presencia en un paper, etcétera, es violencia» recalca Dora Barrancos.

Fuente: http://www.exactas.unlp.edu.ar/articulo/2017/3/10/la_ciencia_es_patriarcal

Imagen tomada de: http://perio.unlp.edu.ar/sites/default/files/u5/img_5234.jpg

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Entrevista a Eva Marina López: La educación de las destrezas del siglo XXI necesita de la colaboración entre padres y profesores

13 julio 2017/Fuente:Educaweb

Eva Marina López (Madrid, 1970) dirige la Fundación Educativa Universidad de Padres desde el año 2008, un centro de investigación impulsado por el filósofo José Antonio Marina con el objetivo de desarrollar proyectos pedagógicos que ayuden a padres y madres en el proceso educativo de sus hijos.  Licenciada en Ciencias de la Información y fundadora de numerosos grupos teatrales, ha utilizado el arte dramático como herramienta para mejorar el rendimiento escolar. Co-autora del libro El aprendizaje de la creatividad, actualmente centra sus esfuerzos en impulsar la transformación del sistema educativo para nuestra incorporación a la sociedad del aprendizaje.

¿Por qué es importante la comunicación entre la escuela y la familia?

Los investigadores que han tratado el tema consideran que uno de los factores esenciales para lo que se llama éxito educativo es que padres y escuela trabajen conjuntamente. No sólo mejora la instrucción de los niños, sino también la formación del carácter, si la escuela, en todos los niveles educativos, y los padres, que son los que están siempre con los niños, tienen una misma visión, unos mismos objetivos y una misma idea de cómo van a ser estos futuros ciudadanos.

El sistema educativo, aquí y en todas partes, está cambiando a una velocidad de vértigo porque, ante todos los desafíos a los que nos están llevando la globalización y la aceleración tecnológica, están cambiando nuestros espacios de acción, de conducta, y por lo tanto tenemos que empezar, desde el sistema educativo, a enseñar otro tipo de competencias que van más allá de la mera instrucción de las matemáticas o el inglés. Me refiero a la educación de las destrezas del siglo XXI, que necesitan de la colaboración entre padres y profesores. Porque estamos hablando de competencias que se tienen que ir adquiriendo de una manera coherente en los distintos espacios de aprendizaje. Estoy hablando, por ejemplo, de la creatividad, la creación de valores universales, éticos, de competencias de liderazgo, trabajo en equipo, idiomas, etc. Que no consiguen en un año, sino a lo largo de toda la vida y en el que intervienen muchos agentes educadores.

Y, por otro lado, sabemos que tenemos que reformar el sistema educativo para que todos nosotros, no solamente los niños, empecemos a tener las competencias necesarias para ingresar en aquello que se llama la sociedad del aprendizaje. Una sociedad en la va a ser necesario que todos tengamos una capacidad muy alta de aprender. Un ejemplo: ahora mismo no sabemos en 20 años cuáles van a ser los puestos de trabajo en un 60%. La aceleración tecnológica está cambiando los perfiles profesionales y la globalización está cambiando mucho la forma de relacionarnos con el otro, entre sociedades y culturas distintas. Y los educadores andamos un poco a ciegas. La realidad es que para que podamos enseñar estas competencias a los niños y niñas, las familias y los centros educativos deben colaborar de manera eficaz para ayudar a nuestros hijos a desenvolverse en ese mundo que es muy incierto, muy ambiguo, muy complejo.

¿Puede explicar cómo es entonces la comunicación entre el centro educativo y los padres y madres?

Ahora mismo, los padres tienen tres herramientas para mantener una relación con los colegios: las tutorías, las posibilidades que tienen las AMPA y el espacio que queda entre lo que los niños aprenden en clase y lo que aprenden en casa, que es todo lo que tiene que ver con los deberes. En ninguna de ellas la comunicación está siendo buena. En muchas ocasiones las familias y los docentes van por caminos muy distintos desde un punto de vista educativo.

Entonces, ¿cómo debería ser esa comunicación ideal?

Esta comunicación ideal pasa por la formación y el conocimiento tanto de las familias como de las escuelas. Un conocimiento que sea común, que todo el mundo entienda a qué nos estamos refiriendo. Por ejemplo, pensemos en la motivación. Los padres entran mucho en conflicto por los profesores, porque unos hablan de motivación, de ganas, y otros de disciplina, de deber. Tiene que haber acuerdos entre profesores y los padres, no se trata de que uno proponga y el otro se limite a aceptar.  Y, para ello, tiene que haber una base psicológica y pedagógica común.

Nosotros, en la Fundación Educativa Universidad de Padres, estamos trabajando mucho con las familias, no solamente ayudándolas a formarse, que vayan asumiendo que su rol educativo ha cambiado en los últimos años, sino también animando a que participen cada vez más en el Proyecto Educativo de Centro (PEC). Creo que el PEC tendría que ser un proyecto educativo en el que todo el mundo tuviera su participación y su toma de decisiones, es decir, no sólo los directivos sino los padres y los alumnos, que son los protagonistas de todo esto. Es decir, más formación para ambos y generar vínculos de decisiones compartidas que tienen que ver con el PEC serían las dos fases en las que habría que trabajar.

¿De quién es la responsabilidad de garantizar la calidad de esa comunicación?

De ambas partes. Creo, siempre hablando en términos generales, que hay mucha tendencia a que los docentes se encierren en el aula y los centros se cierren en sí mismos; y también hay padres y familias que parece que ciertas cosas no les tocan a ellos, que consideran que no tienen que participar en la toma de decisiones. Y esto está creando muchos conflictos. Somos toda la sociedad los que tenemos la responsabilidad educativa de nuestros menores. Los tantos por ciento de responsabilidad son distintos, pero la tenemos todos.

¿A quién le correspondería mejorar la comunicación por parte del centro educativo?

Creo que en el Proyecto Educativo de Centro, que habitualmente lleva a cabo el equipo directivo, habría que centrarse más en cómo realmente se trabaja con los padres y también invitarles a que participaran en su proyecto. Y, luego, en la comunicación diaria, entiendo que los profesores están con horarios muy saturados, que han de cumplir unos objetivos determinados que marcan las consejerías, que la posibilidad de tiempo real con las familias es difícil, etc., pero sí hay que habilitar formas para que hubiera una comunicación más constante y más fluida con las familias que no fuera solamente cuando se detecta un problema, que es la mayoría de veces. Por ejemplo, las nuevas tecnologías pueden ayudar mucho a que exista un flujo constante de comunicación entre los docentes, los equipos directivos y los padres.

¿Y por parte de las familias, cómo podría mejorar la comunicación?

Podrían empezar por mejorar su conocimiento pedagógico, intentar entender que en todo el mundo occidental nos estamos enfrentando a retos muy complicados y complejos y que nos tenemos que preparar para ello. El gran antídoto ante estos desafíos es la educación. Para ello no sólo hace falta más conocimiento, sino más implicación en el día a día y en el Proyecto Educativo de Centro; y también en los barrios, porque los barrios también educan. No es lo mismo educar un niño en un barrio deprimido que un barrio de nivel medio-alto. Como sociedad, tenemos que velar por que la educación sea ese recurso que tenemos para mejorar la falta de oportunidades.

En concreto, ¿qué papel considera que juegan las Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado?

La mayoría de las AMPA realizan un trabajo voluntario de un enorme esfuerzo. El problema que tienen es la falta de implicación de los padres y la falta de implicación por parte de los profesores sobre lo que está haciendo la AMPA. Por ejemplo, las relaciones de las actividades extraescolares con el Proyecto Educativo de Centro es ninguna. Y básicamente, todos los niños en Primaria hacen una, dos o tres actividades extraescolares. O sea, va cada uno por su lado, por lo que podemos encontrarnos con una incoherencia y una inconsistencia pedagógica.

Creo que habría que reestructurar las funciones de la AMPA para que fuera un elemento movilizador. Yo sé que esto es muy difícil –es muy fácil hablarlo desde un despacho-, pero las AMPA, con las funciones que tiene ahora mismo, con que todo se basa en un trabajo voluntario y con una dejación del resto, ya están haciendo mucho, porque realmente es navegar contracorriente.

¿Qué acciones, recursos, herramientas o aplicaciones recomienda utilizar para mejorar la comunicación entre el centro educativo y los padres?

Creo si se manejaran mejor los espacios digitales donde todo el mundo puede participar sin un horario determinado, y se diera también cabida a los padres… Y no estoy hablando de grupos de Whatsapp de padres, sino de espacios compartidos entre el centro y los padres, como una intranet, un blog, un espacio de participación y aprendizaje digital… Ahí hay unas grandísimas posibilidades de que realmente ayuden a que la comunicación y la participación se lleven a cabo sin que tanto profesores como padres no se tengan que volver locos para poder quedar. Porque, claro, estamos en la sociedad en la que estamos: todos tenemos mucho trabajo, hemos pasado por una crisis y que la conciliación laboral y familiar no es una cosa que hayamos hecho muy bien… Todo esto es un contexto que no está facilitando la colaboración, comunicación y participación.

Quizá aquí radica la dificultad, en que comunicar implica escuchar y replantearse las cosas…

Sí, en el sistema educativo y en todas partes. Tanto la comunicación como la posibilidad de cambiar los modelos de relación suelen ser muy difíciles de gestionar adecuadamente y vamos a encontrar inercias por parte de todos los agentes educadores. Negar que los sistemas educativos están cambiando es un error y eso implica también transformar los roles tradicionales educativos de los docentes y los padres. Nuestros hijos van a vivir en un mundo muy distinto al actual y como país no nos podemos quedar atrás, por ello es necesario una movilización general de la sociedad para impulsar la transformación del sistema educativo. Necesitamos preparar a la sociedad para que sea capaz de aprender, y de aprender mucho, porque solamente así crearemos riqueza, bienestar y ampliación de la dignidad y los derechos humanos. Si no lo hacemos, crearemos cada vez más desigualdades entre zonas del mundo y también dentro de los Estados.

¿Hay algún referente, nacional o internacional, en el que podamos inspirarnos a la hora de cambiar?

A veces pienso que estamos como en una gran guerra en el modo de plantearnos la educación. Yo veo como dos grandes modelos: Finlandia y Corea. En Corea, el sistema educativo es muy, muy, muy exigente para los niños, y muy, muy especializado. Cuentan con muchas posibilidades, pero sólo pueden llegar algunos, los mejores. Por otro lado, Finlandia ha hecho una reforma educativa mucho más inclusiva, de tal manera que el sistema educativo sea el gran recurso para minar las desigualdades. Además, se fija no sólo en el trabajador especializado, sino en el ciudadano. Aquí es donde está el quid del asunto: la educación no solamente crea trabajadores especializados, crea ciudadanos del estado, de la ciudad y del mundo.

En España, por ejemplo, hay colegios que están haciendo un trabajo muy interesante. La Compañía de Jesús ha reformado todo su sistema de formación obligatoria basándose en la pedagogía de trabajo por proyectos, que una gran parte va por ahí, porque los proyectos son una gran herramienta para trabajar todas las competencias que he mencionado antes. También está toda la investigación de las Non Cognitive  Skills, que en la Universidad de Padres hemos traducido como Funciones ejecutivas y que se pueden trasladar al mundo educativo. Estamos hablando de unas competencias que ayudan a regular nuestro comportamiento, así como la motivación, la planificación, la flexibilidad o la metacognición. En las ciencias del aprendizaje se está produciendo un auténtico terremoto innovador. Parte de nuestro talento educativo se va a basar en como trasladamos todos estos avances a toda la sociedad.

Fuente noticia: http://www.educaweb.com/noticia/2017/06/01/educacion-destrezas-siglo-xxi-necesita-colaboracion-padres-profesores-13973/

Fuente imagen: https://i.ytimg.com/vi/MS80BFFfNvw/maxresdefault.jpg

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