¡No! Mejorar la calidad en educación no se logra escogiendo bachilleres con mejores puntajes para hacer carrera docente.

Por: Jhon Vergel.

Después de cuatro meses de tener la revista Semana Educación sobre mi escritorio esperando a que la lea (edición 20 de diciembre/2016, dedicada al tema “Predice el clima educativo de 2017”), por fin me decidí a llevármela a un café y ojearla. En uno de sus artículos encontré una afirmación que me revolvió los intestinos, razón por la cual estoy escribiendo este texto. El artículo trata sobre las mejores facultades de educación en el planeta y se cuestiona el panorama en Colombia, ya todos sabemos que es oscuro. Tratando de explicar las causas de nuestro penoso panorama en temas de educación, el articulista cita a un profesor de la Universidad de los Andes, que afirma lo siguiente:

“… considera que para que los colegios y universidades mejoren su calidad, se deben “poner barreras de entrada, no que todo el mundo pueda acceder a una carrera docente, sino solamente los que tengan puntajes más altos”…” (“La mejores universidades en pedagogía, ¿Que pasa en Colombia?”, 2016)

La siguiente es una reflexión con dos propósitos. El primero, plantear que no necesariamente porque un profesor de los Andes dice algo es palabra de “dios” (quiero aclarar que yo tengo un título de doctorado en esa universidad), quiero lograr implícitamente este propósito con el segundo, cuestionar si poner barreras con puntajes altos para acceder a la carrera docente permitirá mejorar la calidad en educación en nuestro país. Puede que eso funcione en Finlandia o en Nueva Zelanda, pero ellos tienen unas realidades tan diferentes a las nuestras que es posible que tal estrategia no tenga los mismos resultados en Colombia.

Quiero responder este cuestionamiento apoyado en un caso, mi caso. La ventaja de la interdisciplinariedad es que podemos ver un mismo problema desde diferentes ángulos, y aunque soy educador, también soy médico, por lo que veo en la medicina un excelente ejemplo para contra argumentar la tesis del artículo que menciono arriba.

Hace varios años, cuando salí del bachillerato, me puse como meta estudiar medicina en la Universidad Industrial de Santander (UIS), un reto bastante grande porque solo los estudiantes con mejores puntajes ICFES, lo que ahora conocemos como pruebas Saber 11, ganaban un cupo en esta carrera. Me preparé muchísimo para contestar bien este examen, lo presenté tres veces y al final obtuve un puntaje ponderado de 95%. Para mi temporal felicidad, logré un cupo en la carrera de medicina de esa universidad y, cuando entré a estudiar, noté  que mis compañeros también tenían excelentes puntajes, pasamos 35 estudiantes de 1000 inscritos.

La gran  mayoría de nosotros terminamos la carrera y comenzamos a ejercer como médicos del servicio social obligatorio en diferentes regiones del país. Años más tarde, caí en la cuenta de que lograr un cupo en la carrera de medicina es casi igual de difícil para las demás facultades de medicina en este país. Por lo tanto, solo aquellos con los mejores puntajes en las pruebas estandarizadas estudian medicina. Ahora bien, ¿quiere decir esto que en Colombia tenemos el mejor sistema de salud? ¿tamizar a los estudiantes de medicina por resultados en las pruebas del ICFES trajo como consecuencia que la morbimortalidad materno-infantil de Colombia sea la más baja en Latinoamérica? ¿Por qué, entonces, tantos pacientes (incluyéndome) nos quejamos del trato que recibimos de algunos médicos cuando tenemos la desgracia de enfermarnos? ¿Por qué existen colombianos que hoy se mueren de hambre, diarrea o gripas? ¿Por qué en nuestro país tenemos incrementos en los casos de obesidad, personas sedentarias, fumadores, gente que no lleva un estilo de vida saludable? ¿Por qué ocurre todo esto si tenemos médicos con los mejores puntajes? ¿Por qué las guías de manejo y atención a pacientes son construidas por médicos estadounidenses o europeos si tenemos a los más brillantes entre los brillantes estudiando medicina?

Yo creo firmemente que poner barreras en el acceso de la carrera docente, escogiendo a quienes tienen mejores puntajes, no traerá un sistema educativo con mejor calidad, así como sucede con el sistema de salud. Creo esto porque el significado de tener mejores puntajes no es el de tener mayor capacidad de transformar la realidad sino el de haber nacido con mayores privilegios que otros. Yo, por ejemplo, nací en una familia de clase media, mi mamá es licenciada en educación básica primaria y mi papá es comerciante, ambos se preocuparon siempre porque yo tuviese la mejor educación. Cuando estudiaba en el colegio tenía un compañero muy inteligente, era mi amigo, y ambos hacíamos los trabajos que nos dejaba la maestra de tarea, a veces en su casa, a veces en la mía. Cuando fui a su casa noté que su mamá era ama de casa y su papá albañil, las paredes no eran blancas como las de mi casa, eran de ladrillo y el piso no tenía baldosas, era de cemento.

Haciendo las tareas con mi amigo aprendí qué era ser pobre, mi amigo llegaba a nuestras clases sin haber desayunado, en cambio mi mamá se levantaba temprano todos los días para prepararme un milo, con huevos fritos y arepa antes de que yo saliera para el colegio. Mis papás pagaban un tutor para que me diera clases de matemáticas en mi tiempo libre, me permitieron pertenecer a un grupo infantil de literatura en el instituto Bellas Artes de Ocaña, hice dos cursos pre-ICFES, nada baratos, pero mi amigo no tuvo esos privilegios, él obtuvo un 35% de puntaje ponderado en su prueba ICFES, ahora él es albañil, mientras que yo tengo un título de pregrado y tres de postgrado.

Ahora, que veo la historia de mi amigo de la infancia desde otra perspectiva, entiendo que no vivimos en Finlandia, que los resultados de las pruebas tienen otros significados, que impedir el acceso a la carrera docente con base en esos puntajes solo aumentaría la espantosa brecha social que tenemos en este país. Hay que darle oportunidades a los que nunca las han tenido, ellos son los que saben qué se siente estar en desventaja y qué es querer transformar la realidad. Si no tenemos un sistema de salud como el de Finlandia, ¿por qué vamos a creer que escogiendo a los bachilleres con mejores puntajes en la carrera docente vamos a tener su mismo sistema educativo?

Fuente: http://lasillavacia.com/silla-llena/red-de-la-educacion/historia/no-mejorar-la-calidad-en-educacion-no-se-logra-escogiendo

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Kenia: CUE chairman raises concern over quality of education in tertiary institutions

Kenia / 19 de noviembre de 2016 / Por: STANLEY KIMUGE / Fuente: http://www.nation.co.ke/

Commission for University Education chairman Chacha Nyaigotti-Chacha has raised concern about the rise in the number of low-quality courses offered at institutions of higher learning.

Speaking at Moi University’s main campus during the orientation of acting Vice-Chancellor Laban Ayiro on Thursday, Prof Nyaigotti-Chacha said a policy framework needs to be developed to guide the classification of degree courses.

«When you go to these institutions you find that there are degree courses like bachelor of early childhood or even kindergarten (instead of bachelor of arts). Where are these institutions benchmarking?» he posed.

Prof Nyaigotti-Chacha also urged academic scholars to break their silence over the declining quality of education at some universities.

He urged scholars to collaborate in research and other areas, saying universities should partner with not only international institutions but also local and regional ones.

Uasin Gishu County Deputy Governor Daniel Chemno challenged universities to offer market-driven courses.

During the event, Prof Ayiro pledged to turn around the poor financial and academic state of the university.

Fuente noticia: http://www.nation.co.ke/counties/uasin-gishu/CUE-chair-raises-concern-over-quality-education/1183334-3456536-9dc3cm/index.html

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No dejar tarea, la fórmula del éxito de la educación en Finlandia

Finlandia/04 agosto 2016/Fuente: El Espectador

En un documental de diez minutos, el reconocido director Michael Moore averigua cuáles son las razones por las que este país arrasa en las Pruebas PISA. Una jornada escolar corta y enseñar artes, algunos de sus secretos.

Desde que se realizan las Pruebas Pisa (Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes) en Colombia, sus resultados siempre han sido desoladores. Hace dos años nuestro país ocupó el último puesto entre los evaluados, mientras que otras naciones como Shanghái, Nueva Zelanda y República Checa estaban en las primeras casillas.

Entre esos primeros puestos de estos exámenes creados por la OCDE, también es usual que aparezca Finlandia. Este país ubicado en el norte de Europa siempre se ha llevado el protagonismo. ¿Por qué? Eso fue lo que intentó averiguar Michael Moore, el reconocido documentalista estadounidense, director de, entre otros largometrajes, Sicko, Fahrenheit 9/11 y Bowling for Columbine.

Lo que se encontró, y que por nombre lleva “¿Qué invadimos ahora?”, es que la clave de la excelente educación en Finlandia está en varios elementos. Uno de ellos es que los estudiantes no hacen tareas mientras están en el colegio porque, dice la Ministra de Educación de ese país, “deben tener tiempo para ser niños y para disfrutar de la vida”.

 Además, muestra Moore a lo largo de diez minutos, la jornada escolar es una de las más cortas y todo su sistema es público. Eso quiere decir que no hay escuelas privadas y que todas tienen la misma calidad. Calidad que se basa en hacer felices a los alumnos y no dejar de lado la enseñanza de las artes.

Este es el documental, que hace poco fue publicado con subtítulos en español.

Fuente: http://www.elespectador.com/noticias/educacion/no-dejar-tarea-formula-del-exito-de-educacion-finlandia-articulo-646878

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Educación dual,duplicar o reinventar al INA.

Centro America/Costa Rica/Fuente:http://www.elfinancierocr.com/

Por: Leonardo Garnier.

La propuesta de promover en Costa Rica una modalidad “dual” para la educación técnica es una buena idea que puede echarse a perder si su implementación es defectuosa. Y eso es lo que ocurriría si el proyecto se aprueba tal y como fue dictaminado en la Asamblea Legislativa.

Como resultado de la crisis que enfrentó Costa Rica a principios de los ochenta se provocó una tragedia educativa cuyo costo estamos pagando hoy: la cobertura en secundaria se desplomó. El resultado fue dramático: la mitad de nuestra fuerza laboral de hoy no tiene estudios secundarios ni puede aspirar a un trabajo de mediana calificación y remuneración adecuada. La pobreza persistente y la creciente desigualdad tienen, sin duda, una raíz educativa.

En los últimos quince años el país hizo un esfuerzo enorme por revertir esa tragedia y avanzar hacia la universalidad educativa: la cobertura en secundaria, que había caído al 50%, hoy ya supera el 90%.

Hemos logrado que cada vez menos jóvenes abandonen el estudio para trabajar, que menos jóvenes tengan que trabajar mientras estudian y, sobre todo, que cada vez menos jóvenes queden atrapados en la trágica categoría de los “ninis”, que ni estudian ni trabajan.

Además, actualizamos completamente los programas de los colegios técnico-profesionales, adaptándolos a la cambiante demanda del sector productivo en las distintas regiones del país y duplicamos la oferta de esos colegios técnicos, que ya atienden a más del 26% de los estudiantes de secundaria diversificada.

¿Por qué arriesgar estos logros? Una propuesta que ofrezca un ingreso a jóvenes adolescentes para integrarse al esquema de educación dual, directamente compite con Avancemos y fácilmente los tentará a abandonar la secundaria para poder trabajar y ganar dinero inmediato, hipotecando así su futuro y compitiendo por los espacios en el sistema de educación dual, que debieran priorizar a quienes más necesitan de esa opción.

Los jóvenes en edad colegial no deben ser la población meta de este proyecto. Por el contrario, la educación dual es una idea fantástica para que podamos atender la emergencia trágica que tenemos con todos esos jóvenes mayores de 18 años que ya pasaron su edad colegial, que no terminaron el colegio ni recibieron formación técnica y que hoy forman parte de esa enorme masa de jóvenes trabajadores que no logran acceder a empleos formales, productivos y bien pagados.

Es urgente dotar a estas muchachas y muchachos de una formación técnica que les permita aportar más a la producción nacional y tener un mejor ingreso para brindar sustento a sus familias. Es con ellos con quienes Costa Rica está en deuda. Es a ellos a quienes, en primer lugar, debe atender la educación dual. No tiene sentido que los menores de 18 años les quiten campo en esa formación técnica que para ellos sí es urgente.

Pero eso no es todo. Hay un segundo y grave problema con el proyecto que fue dictaminado, y es un defecto que atenta contra la viabilidad misma de la educación dual. Se propone la creación de una nueva institucionalidad –el Consejo Nacional de Educación Dual (Conedual)– para echar a andar esta nueva modalidad. Sin embargo, el Conedual es un mero cascarón sin las condiciones mínimas para realizar su compleja tarea.

Paradójicamente, la integración del Conedual es casi idéntica a la que hoy tiene la Junta Directiva del INA; y además, las funciones del Conedual son también muy similares a funciones que ya tiene establecidas por ley el INA, con la diferencia de que el INA ya existe y cuenta con recursos técnicos humanos y materiales, con experiencia para cumplir esa función y con personal preparado pedagógicamente para impartir formación técnica.

¿Cómo podría ejecutar una tarea tan compleja un mero consejo sin recursos ni marco operativo?¿Para qué crear una nueva entelequia institucional si ya existe el INA? ¿Por qué seguir duplicando instituciones? ¿Por qué para cada nueva idea tenemos que inventar una nueva institución aunque ya existan otras que pueden y deben cumplir esa función?

Para hacer real la educación dual, sería más sensato remozar y aprovechar la institución que el país ha desarrollado para impulsar la educación técnica, en lugar de apostar por un nuevo consejo que sería incapaz de asumir tal responsabilidad.

Lo que corresponde es modificar la ley del INA para que pueda operar también dentro de la modalidad de educación dual. Si lo que queremos es educación dual, y no una dualidad institucional, lo que necesitamos es reinventar el INA, no duplicar el INA.

Fuente: 

http://www.elfinancierocr.com/opinion/educacion_dual-Leonardo_Garnier_0_998300181.html

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La des-educación de Panamá.

Centro América/Panamá/26.07.2016/Autor: Rodrigo Noriega/Fuente:http://www.prensa.com/

Este es un país construido sobre los hombros de los maestros y profesores que nos formaron a todos los panameños. Casi todos los padres y madres fundadoras de esta patria fueron educadores, aunque no hubiesen estudiado el magisterio. Ricardo J. Alfaro, José Dolores Moscote y el propio Manuel J. Hurtado, dedicaron parte importante de sus vidas a compartir sus conocimientos.

Hubo una época donde un título de sexto grado valía como pasaporte a una vida de éxito y sabiduría. Esa fue la era de los grandes autodidactas como Gil Blas Tejeira, Guillermo Sánchez Borbón y Diógenes de la Rosa.

La vocación de servicio de la enseñanza tuvo un desarrollo importantísimo en el devenir del país. Las primeras dos generaciones de educadores eran intelectuales de primer nivel, devoradores de la buena literatura y dueñas de una prosa rica y profunda. Muchos de ellos pudieron optar por diferentes actividades, más rentables y menos sacrificadas, pero la gran meta de construir un país fue un gran imán del mejor talento hacia las aulas de clases. Las siguientes generaciones de educadores marcaron un cambio de género y hacia la mitad del siglo XX, la maestra empezó a dominar el horizonte educativo de la nación. En un mundo sumamente sexista, el magisterio era una de las pocas actividades donde se podían destacar los talentos de valiosísimas mujeres panameñas. Así fueron educadoras desde Sara Sotillo, Clara González, hasta Reina Torres de Araúz, Diana Morán, Ana Elena Porras y, las inolvidables, Aura Emérita Guerra de Villalaz y Esmeralda de Troitiño.

¿Cuándo comenzó a colapsar nuestra educación pública? A principios de la década de 1960, se empezó a reducir la jornada escolar. Una escuela se transformó en tres diferentes colegios. Para mediados de 1970, el devenir natural de la escuela Normal de Santiago, hacia una universidad pedagógica fue bloqueado por la Universidad de Panamá. Los gremios magisteriales, en esa misma década -por razones que explicaremos posteriormente-, se convirtieron en el principal actor de la política de oposición al régimen militar. En 1979 y 1980 organizaron huelgas generales del sector educativo que afectaron tanto a la educación oficial como a la particular. Con apenas dos o tres gremios, se coordinaba a toda la clase magisterial del país.

En el último cuarto de siglo, cada huelga educativa venía precedida de reclamaciones salariales y prerrogativas laborales para el gremio docente. Aparecieron las micro-huelgas de una sola escuela para que “el Presidente de la República acuda de forma inmediata a reparar los servicios sanitarios” o “a limpiar los techos afectados por las palomas”. No se rían, ya que esto es muy serio.

UNESCO tiene una base de datos que documenta la inversión en la educación de los países desde el año 1970 hasta 2015. Esta base de datos revela que en Panamá, durante 1976, invertimos el porcentaje más alto de nuestra historia en el tema educativo. Ese año, el ministro era Aristides Royo y el porcentaje fue de 5.7% del PIB. En contraste, para el año 2011, se alcanzó el nivel más bajo de inversión en educación de nuestra historia, 3.29%, y la ministra era Lucy Molinar.

El esfuerzo nacional en educación ha sido importante. Para que Belisario Porras pudiera expandir la educación primaria a todas las provincias, tuvo que capitalizar al Estado panameño. Esto significó que en 1919 Porras nacionalizó la empresa privada de capital panameño más grande del país, la Lotería Nacional de Beneficencia. En el caso de Harmodio Arias Madrid, el brillante manejo de las finanzas públicas realizado por Martín Sosa, primer Contralor General de la República, no solo permitió crear la Caja de Ahorros, si no también generó los recursos para fundar la Universidad de Panamá. El Tratado Arias Roosevelt, le permitió al presidente Juan Demóstenes Arosemena fundar la escuela Normal de Santiago.

La prosperidad heredada de la Segunda Guerra Mundial facilitó al presidente Enrique Jiménez, expandir la infraestructura educativa y universitaria del país. En la década de 1970, la expansión del Estado y la creación de una economía mixta con grandes empresas estatales generó las riquezas suficientes, para superar, durante casi toda la década, el 5% del PIB. Esa percepción generalizada de prosperidad, que llegaba al país con la reversión del Canal de Panamá, junto con un pésimo manejo político del entonces ministro de Educación, Gustavo García de Paredes, fueron la pólvora que se incendió como parte del gran conflicto docente de esa época.

La descapitalización del Estado panameño impidió, a partir de mediados de 1990, que pudiera dotarse al sistema educativo de los recursos necesarios para dar el gran salto cualitativo en la educación. No es casualidad, que los gremios docentes, nuevamente, salgan a la palestra a reclamar su pedazo de las rentas que produce el Canal de Panamá ampliado. Eso lo hicieron en 1979 con el inicio de la reversión original.

El sistema educativo panameño es una colección amorfa de dos ogros pedagógicos y administrativos: el Ministerio de Educación y la Universidad de Panamá. En ambas instituciones, la relación de docentes a administrativos ha llegado a ser de cuatro a uno en promedio. En contraste, en otros países la relación puede llegar a ser de hasta 15 a uno. Este es el legado de la burocratización de la vida académica. Es mejor ser un administrativo en una oficina refrigerada, que un docente en un campito perdido.

Todo el esfuerzo nacional en materia educativa incluye además al Instituto Panameño de Habilitación Especial, al Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano, al Instituto para la Formación y Aprovechamiento de Recursos Humanos, a cuatro otras universidades estatales, al Instituto Nacional de Agricultura en Divisa, al Instituto Nacional de Cultura, al Instituto Panameño de Deportes, a la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación y hasta a la escuela de jinetes del Hipódromo Presidente Remón.

El sistema piramidal de salarios, refuerza la tendencia de hacer más atractivo ser un burócrata, que un buen profesor. Este es el primer tema a resolver. Tanto en el Ministerio de Educación como en la Universidad de Panamá se ha mal entendido el rol de los académicos y el de los administrativos. Existen casos impresionantes de buenos profesores que son también buenos administrativos, pero esta no es la norma, tampoco es deseable. Imagínese que los mejores profesores terminen empujando papeles y sellando documentos, en vez de estar presentes en las aulas de clases.

Un segundo desafío es el vacío institucional en el que deben trabajar los educadores. El acompañamiento académico e institucional para que exista una vida laboral rica y productiva es inexistente. El maestro o profesor es depositado en el colegio en marzo y, luego, en el mes de enero siguiente, con mucha suerte, atenderá un seminario consistente en unas cuantas charlas y unas fotocopias con lo que tendrá que defenderse en el nuevo año escolar.

La parte funcional de la operación de las escuelas es el tributo más grande que existe a la inoperancia administrativa. Supuestamente la plataforma de Panamá Compra, le debe servir a todas las instituciones del Estado para realizar compras y reparaciones menores. Esto, en la práctica, se transforma en meses de papeleos y molestias. Aquí recuerdo una anécdota que me narró uno de mis hermanos cuando visitó un gigantesco complejo hotelero en Las Vegas. A mi hermano Galo le fascinó como todas las mañanas pasaba un técnico por todos los pasillos del hotel cambiando bombillas, arreglando potes con flores, chequeando la alfombra, verificando la pintura, y constatando si las mucamas habían hecho la limpieza. Esa era una tarea permanente que mantenía una operación de alta eficiencia funcionando a perfección. Ese es el nivel de mantenimiento a que debíamos aspirar en el gobierno, y no esperar a que las cosas colapsen, aunque luego la tramitología de Panamá Compra demore seis meses en producir un cambio.

La bandera del 6% del PIB es una aspiración loable y, a la vez, frustrante. En América Latina, Costa Rica, México y Chile, son parte del exclusivo club del 6% al igual que Belice, Jamaica y Trinidad y Tobago. Un experimento mental nos aclara que si le metemos mil 500 millones adicionales al año, no todo se resolvería. Esto es lo que la lógica nos indica. Las escuelas rancho y la falta de insumos son una ofensa a la inteligencia que puede ser resuelta con los recursos que tenemos en la actualidad, pero no lo hacemos por la negligencia administrativa del Ministerio de Educación. Otorgarle salarios a los maestros y profesores de 3 mil dólares al mes, no los va a transformar en los mejores educadores del mundo. Así como iniciativas como Barrio Seguro y Red de oportunidades no acaban con la delincuencia ni la pobreza, porque simplemente se concentran en un solo factor, el monetario. Aumentarle el salario a los mismos docentes sin que nada más cambie, nos garantizará un sistema educativo mediocre.

Los gremios docentes saben perfectamente que aplicar el “¿Qué hay pa’ mí?” con los excedentes del Canal de Panamá, amarra por completo la capacidad fiscal del Estado. Esto impediría que Panamá se ponga al día en el déficit de infraestructura pública o que atendiera la inminente crisis de la Caja de Seguro Social. Si se le hace caso a los educadores ni las comarcas recibirán los fondos necesarios para mejorar su nivel de vida ni los productores agropecuarios podrán adquirir los instrumentos que les permita mejorar su sistema productivo. Adiós a los techos de esperanza, adiós a las letrinas y al agua potable, y adiós a muchas otras iniciativas de Estado.

¿De dónde sale el 6%? Esa es una recomendación internacional que ha sido codificada en distintos documentos de propuestas de políticas educativas. El promedio de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) de los 34 países más desarrollados del mundo, es de 5.4% como parte del PIB dedicado a la educación. Alemania gasta 5% y Japón 5.1%, y a ambos países le va de lo más bien. México por otra parte supera el 6% y tiene matanzas de normalistas, un horrible paro educativo en el sur del país por parte de los gremios que se oponen a la evaluación de desempeño y que insisten en prácticas tales como que los nombramientos sean hereditarios, incluso a familiares que no son educadores.

Dinamarca invierte 8% del PIB en educación. Corea del Sur está muy próxima con alrededor de 7.5%. Panamá debía aspirar a estos niveles, y podemos fijarlos como un objetivo de la política de Estado para 2030, fecha para la cual ya nuestro déficit de infraestructura pública, viviendas populares, y otros proyectos estratégicos debe haber sido resuelto. El expresidente de Costa Rica, Manuel Jiménez tiene en su lápida inscrita una de sus frases favoritas: “El mejor país es el que tiene más escuelas”.

Panamá debió seguir ese ejemplo, pero nuestra realidad política y económica es muy distinta a la de nuestros vecinos. Costa Rica evitó exitosamente la descapitalización de su Estado, y tiene un eficiente sistema de seguridad social y de salud. La clase política panameña se dejó llevar por los cantos de sirena de las modas internacionales y apostó a las maquilas y las industrias de bajo nivel tecnológico, incluyendo a los servicios, abandonando la agricultura y la ciencia. Costa Rica apostó al ecoturismo y a la alta tecnología.

El desafío educativo requiere un cambio del modelo de desarrollo del país, del sistema de formación de los educadores, y de la institución que lo administra. La misma pelea entre los mismos actores no nos va a dar nada distinto a lo mismo que ya tenemos.

Fuente: http://www.prensa.com/blogoterapia/des-educacion-Panama_7_4537116244.html

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Dividendo la paz para la educación de calidad

Asia/Nepal/Fuente:http://nepalitimes.com/

Por:Kul Chandra Gautam

Cuantitativamente, Nepal ha logrado grandes progresos en la educación básica en las últimas décadas: el 90 por ciento de los niños se inscriben en las escuelas primarias y hay paridad de género virtual en la inscripción. Casi cuatro por ciento del PIB y el 17 por ciento de nuestro presupuesto nacional se asignan al sector de la educación.

Sin embargo, la calidad de la educación en las escuelas públicas es tan pobre que el ocho por ciento de los niños en el grado 1 de abandono y el 23 por ciento repetir el grado . Sólo el 70 por ciento de la cohorte original completar el ciclo primario y menos de un tercio del alcance de Grado 10. Menos de la mitad de los estudiantes de las escuelas públicas que aparecen en el paso del examen SLC, en comparación con el 90 por ciento de los de la educación privada .?

La Educacion Basica es un derecho humano fundamental, pero vemos un sistema de educación dual: uno para los ricos y otra para los pobres. hasta el momento, se han realizado muy pocos intentos de cerrar esta brecha. Aquí está una lista de 10 puntos para mejorar la calidad de la educación básica y convertirla en una base sólida para el desarrollo nacional:

1. Ampliar los programas de desarrollo infantil temprano: los políticos de Nepal y líderes de la comunidad tienden a dar mayor prioridad a la mejora de las escuelas de primaria a secundaria y de Plus-2 a las universidades como signos de progreso educativo. Necesitamos invertir esta tendencia y dar mayor prioridad a la construcción de una base sólida para la educación permanente a partir de los primeros años de vida de un niño.

2. Hacen las escuelas para niños: Muchos niños tienen miedo de ir a la escuela. Los maestros son a menudo sin entrenamiento, sin preocuparse, y rápido para dar el castigo corporal. Las escuelas están sucias y carecen de instalaciones sanitarias mínimas, especialmente para las niñas. El método de enseñanza consiste en la memorización que animar a los niños a explorar y entender lo que están aprendiendo. Una prueba de si una escuela es verdaderamente favorable a los niños es para asegurarse de que es especialmente las niñas. Hay excelentes métodos de aprendizaje centrados en el niño en Nepal, que necesitamos para beneficiarse de estas experiencias.

3. Aumentar las maestras: Una estrategia para hacer que las escuelas sean más favorable a los niños es aumentar enormemente el número y la proporción de maestras. Tener más mujeres como maestros primarios no sólo es deseable debido a la igualdad de género y la justicia social, pero tiene un impacto muy directo sobre la matrícula y la retención de las niñas en las escuelas. Sólo el 40 por ciento de los maestros en el nivel primario, el 17 por ciento en secundaria inferior, y una desgraciada 13 por ciento en las escuelas secundarias superiores son mujeres.Debemos adoptar medidas positivas para tratar de hacer al menos la mitad de todos los maestros son mujeres, en los próximos cinco años.

4. La acción afirmativa para los desfavorecidos: Mientras que la matrícula de más del 90 por ciento en las escuelas primarias es impresionante, el 10 por ciento que están fuera de la escuela son en su mayoría de las comunidades históricamente, geográficamente, económicamente y socialmente desfavorecidas. Sólo el 38 por ciento de los niños de las comunidades indígenas, el 20 por ciento de los dalit, y un mero uno por ciento de los niños con discapacidad están matriculados en las escuelas primarias. Se necesita un plan de acción afirmativa agresivo para asegurar un apoyo extra en la educación básica para los desfavorecidos.

5. Hacer de la educación inclusiva y multicultural: Históricamente nuestro sistema educativo no ha sido sensible a nuestra diversidad.Nuestros libros de texto perpetúan una imagen estereotipada de la sociedad nepalí desigual tradicional.La lengua de enseñanza es en su mayoría de Nepal o Inglés, ambas lenguas maternas negligencia y demasiado énfasis en el aprendizaje de memoria. Esta es pedagógicamente poco sólido. Pero no sería prudente seguir una fórmula rígida en este sentido. Solidez pedagógica y deseos de los padres deben tener prioridad sobre los deseos de los activistas étnicos o lingüísticos.

6. Centrarse en la calidad:Nuestro nuevo lema no debe ser sólo la educación para todos, pero la educación de calidad para todos.Estas intervenciones requieren cambios en las actitudes y comportamiento, no necesariamente grandes inversiones de capital intensivo. El hacinamiento en las aulas es otro problema, especialmente en el Tarai. Nepal tiene una escasez de al menos 60.000 maestros de primaria. Necesitamos más maestros, no más soldados.

7. Cultivar asociación público-privada en la educación: Si bien algunas escuelas privadas ofrecen una educación de calidad, muchas empresas se ven como altamente comercializados.Sin embargo, las escuelas privadas hacen satisfacer una necesidad sentida de los padres para la educación de calidad. En lugar de amenazar con cerrar las escuelas privadas, o quitarle poder a través de la interferencia política excesiva y el exceso de regulación, Nepal debería aprovechar el poder de asociación público-privada para mejorar la calidad de la educación básica.

8. Transformar las escuelas en zonas de paz: Durante el conflicto, muchas escuelas se convirtieron en campos de batalla, tanto la intimidación y la violencia fue infligida contra los niños, y la educación resultó gravemente interrumpidos. Un número de Nepal y organizaciones internacionales introdujo la idea de los niños y las escuelas como zonas de paz.

9. Despolitizar la educación básica: Actualmente Nepal sufre de hiper-politización que afecta a todos los aspectos de la vida. Los sindicatos, los profesores por las organizaciones e instituciones educativas, incluso en el nivel primario no están exentos de actividad política, a menudo sin relación alguna con auténticos problemas educativos. Todos los partidos políticos de Nepal son culpables de tal politización de la educación.

10. La educación como genuina dividendo de la paz: Ahora que la paz y la democracia están a la mano, hay que compensar el tiempo perdido y la oportunidad. Redoblemos nuestra inversión en la educación mediante la creación de un dividendo de paz de los gastos militares reducida y otros gastos derrochadores. Reconozcamos que la educación no sólo es un derecho humano, que es el motor de todo desarrollo humano. Kul Chandra Gautam es el ex Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas y Director Ejecutivo Adjunto del UNICEF. Este es un extracto de su discurso de apertura de la conferencia internacional, Calidad en el Aula, organizado por la Fundación Rato Bangala partir de la 4-7 de abril de 2013.

Fuente: http://nepalitimes.com/regular-columns/Comment/Peace,83

Imagen: http://farm9.staticflickr.com/8108/8640957595_d0ab5edce3.jpg

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China: Joven maestra establece altas ambiciones en el Tíbet.

Asia/China/28.06.2016/Autor y Fuente:http://www.china.org.cn/

Un recién graduado de la Universidad Normal del Este de China será el primer estudiante de Shanghai para convertirse en un maestro de tiempo completo en el Tíbet.

La decisión de Zhang Min puede parecer sorprendente dado que la mayoría de sus compañeros graduados están optando por seguir una carrera en las grandes ciudades.

«He estado pensando en traer una mejor educación a los niños allí después de ver sus malas condiciones de vida durante un programa de voluntarios participé en un puesto de interno y,» dijo Zhang. «Ellos lo merecen.»

El gobierno de Shanghai tiene un programa especial para apoyar el desarrollo del Tíbet. Se envía profesionales en diversos campos, como la educación, la salud y la agricultura, para ayudar a mejorar la calidad de vida en la región autónoma del Tíbet.

Sin embargo, es raro que un graduado individual, como Zhang viajar allí para trabajar de forma independiente.

Ella tomará las entrevistas en el Tíbet a mediados de julio para determinar a qué escuela se enseñará en.

Zhang dijo que ha sido consciente de la pobreza y la mala calidad de la educación en algunas partes de China a partir de la recepción de programas de noticias de televisión desde que estaba en la escuela secundaria, pero no sabía qué podía hacer para ayudar a la gente allí.

Después de entrar en la universidad, ella entró en contacto con los compañeros tibetanos y se unió a un club de cultura tibetana, que organiza los estudiantes voluntarios para enseñar en la región autónoma durante las vacaciones de verano.

Zhang participó en 2013 cuando era una estudiante de segundo año, que trabaja en una escuela primaria en la prefectura de Shannan como maestro voluntario durante un mes.

Ella se sorprendió cuando el estudiantes, pero sintió que se acercaba a la educación tenía algunas deficiencias. Zhang dijo que los maestros obligaron a los estudiantes a memorizar las preguntas y respuestas en los libros de texto, lo que significa que por lo general un buen desempeño en las pruebas dadas por la escuela, pero fracasaron en las organizadas por las autoridades educativas prefectura.

Una maestra le dijo que los estudiantes que obtuvieron buenos resultados en las pruebas de prefectura potencialmente podrían entrar en las escuelas en las zonas más desarrolladas, pero habían pasado dos años desde que un niño en la escuela que enseña había sido aceptada.

Zhang también estaba perplejo por la forma en que se gestionan las escuelas. Dijo que cambiaron los horarios de clase tan a menudo y de manera aleatoria para dar cabida a las licencias por una clase que tenía toda una semana de clases de matemáticas porque todos los otros maestros estaban ausentes.

«Pude ver muchos niños no eran inteligentes y que realmente me tocaron cuando me mira con sus ojos brillantes como yo estaba respondiendo a sus preguntas», dijo. «Pero no pudieron obtener resultados lo suficientemente altas como para entrar en las mejores escuelas para obtener mejores recursos educativos sólo a causa de la mala educación que estaban recibiendo.»

Más tarde se pasó otros tres meses haciendo una pasantía en una escuela secundaria en Lhasa, la capital de la región autónoma, una experiencia que confirmó lo que había visto del sistema educativo era típico.

Esto la impulsó a seguir una carrera como profesor en el Tíbet después de la graduación.

«Creo que no soy lo suficientemente potente como para cambiar cualquier parte del sistema de educación local. Sólo espero que mis alumnos les guste mi estilo y obtener una visión más amplia de mí», dijo. «También espero que pueda llevar a cabo su potencial».

Zhang dijo que se trataba de un reto de convencer a sus padres a estar de acuerdo con su elección como ella tuvo la oportunidad de trabajar en Shanghai escuela local. Pero finalmente accedieron a que su trabajo en el Tíbet durante tres años y medio.

«Voy a tratar de hacerles entender mejor mi elección en los años venideros», dijo.

«No creo que trabaja en el Tíbet es un sacrificio», agregó.

Fuente: http://www.china.org.cn/china/2016-06/26/content_38748200.htm

Imagen: http://images.china.cn/attachement/jpg/site1007/20160626/d43d7e14d47318d98c6251.jpg

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