Francia: Déçu par ses élèves de 5e, un professeur de français leur inflige un contrôle délirant

Francia/Enero de 2018/Autor:Hervé Hillard/ Fuente: Ouest France

Resumen:

Le había pedido a sus alumnos de quinto grado que leyeran «The Kingdoms of the North», de Philip Pullman, y escribiera una hoja de lectura. Solo tres de ellos lo han hecho, esta profesora de francés decidió vengarse al infligir finalmente un interrogatorio surrealista en un breve extracto de «Sí, sí en la granja», con una docena de preguntas dignas de EC1. Lo cual creó una controversia y un #YesOuiGate en las redes sociales.

 

Il avait demandé à ses élèves de 5e de lire un roman, « Les royaumes du nord », de Philip Pullman, et d’en écrire une fiche de lecture. Seuls trois d’entre eux l’ayant fait, ce professeur de français a décidé de se venger en leur infligeant finalement une interro surréaliste sur un court extrait de « Oui-Oui à la ferme », avec une dizaine de questions tout juste dignes du CE1. Ce qui a créé une polémique et un #OuiOuiGate sur les réseaux sociaux.

« Oui-Oui, un pantin de bois un peu étourdi, est chauffeur de taxi dans la capitale du Pays des Jouets, Miniville »… Ainsi commence l’extrait de 7 lignes de « Oui-Oui à la ferme », écrit par Enid Blyton, sujet du contrôle d’un professeur de français pour ses élèves de 5e. Oui, de 5e. Contrôle qui consiste en dix questions évidentes dont toutes les réponses sont soit « Oui-Oui », soit « oui ». Suivies par six questions sur la couverture du livre à peine dignes du niveau du CE1.

La raison de cette interro délirante ? La déception de ce professeur de français face à la paresse de ses élèves. En début d’année, il leur avait demandé de lire, petit à petit, chapitre par chapitre, « Le royaume du Nord » de Philip Pulman, un roman d’heroic fantasy entre « Harry Potter » et « Game of Thrones », plusieurs fois primé en Grande-Bretagne, dont il s’était dit qu’il leur plairait.

Le contrôle qui a donné naissance au #OuiOuiGate.
Le contrôle qui a donné naissance au #OuiOuiGate. | Capture écran

Deux élèves avaient lu les trois premiers chapitres

Peine perdue. Au bout d’un mois, sur 23 élèves, 3 seulement avaient lu le livre entier. Sur les 20 restants, deux avaient lu les trois premiers chapitres. Les autres n’avaient même pas ouvert le livre.

Dépité par tant de paresse, le professeur a décidé de leur donner une petite leçon avec ce contrôle humoristique – et qui n’était évidemment qu’une plaisanterie, un « fake ».

Le professeur a ensuite publié toute l’histoire sur un groupe de privé de Facebook, consacré à l’enseignement. Mais ses deux messages – son coup de gueule et le fac-similé du contrôle – ont été rendus publics. Une journaliste l’a notamment publié sur Twitter. Et le tout a déclenché une avalanche de réactions sur les réseaux sociaux. À tel point qu’on hashtag #OuiOuiGate est même né.

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Car l’initiative du professeur divise, et pas seulement les enseignants. Pour schématiser, il y a ceux qui sont pour – « une petite leçon à bon compte » – et ceux qui désapprouvent – « on ne doit pas humilier un élève ».

Quoi qu’il en soit, tout le monde se mettra peut-être d’accord sur la phrase du romancier Daniel Pennac, prononcée sur France Culture, ce week-end : « Si un élève vous dit qu’il n’aime pas lire, il ne sait pas ce qu’il dit. Si vous le croyez, il est foutu. Et vous aussi comme professeur ».

Fuente: https://www.ouest-france.fr/education/enseignement/decu-par-ses-eleves-de-5e-un-professeur-de-francais-leur-inflige-une-interro-delirante-5517215

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Argentina: Porque defendemos la educacion publica de calidad reclamamos una nueva ley de financiamiento educativo.

América del Sur/Argentina/14.02.2017/Autor y Fuente:http://www.ctera.org.ar/

En el marco de la Campaña por una nueva Ley de Financiamiento Educativo la CTERA difunde la revista editada por la Secretaría de Educación que inaugura la serie llamada “Pedagogía y Políticas Educativas” de Ediciones CTERA.

En esta publicación se presentan distintas reflexiones y argumentaciones acerca de la necesidad de contar con una nueva Ley de Financiamiento Educativo que permita garantizar el derecho social y humano a la Educación en el contexto actual.

En este número inaugural de la serie escriben referentes sindicales y pedagógicos, e incluye una nota de opinión de Stella Maldonado del año 2010, donde nuestra querida compañera ya planteaba la necesidad de contar con un marco normativo que lleve la inversión en Educación al 10% del PBI. También presenta un informe elaborado por el Instituto de Investigaciones Pedagógicas “Marina Vilte” de CTERA sobre las tendencias privatizadoras de la educación en las definiciones presupuestarias y financieras, y una síntesis de la investigación realizada por el Observatorio Latinoamericano de Políticas Educativas de la IEAL sobre las tendencias actuales en educación.

Fuente: http://www.ctera.org.ar/index.php/educacion/publicaciones/item/2141-porque-defendemos-la-educacion-publica-de-calidad-reclamamos-una-nueva-ley-de-financiamiento-educativo

Imagen:http://www.ctera.org.ar/media/k2/items/cache/872ede1c1b32b96ba8500685aaa6a3f8_L.jpg

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Con la Matemática elemental podemos dilucidar problemas no tan elementales

Por: Nestor del Prado

La matemática es mucho más que el cálculo numérico, es también análisis lógico deductivo e inductivo, es optimización, es inferencia, es teoría de la decisión. Con la Matemática elemental podemos resolver problemas socioeconómicos no tan elementales.

Es mucho lo que nos falta en la aplicación de la Matemática a la solución de problemas sociales y económicos complejos, pero la Matemática elemental nos puede ayudar a pensar y resolver problemas de la vida cotidiana de una manera popular.

En este artículo me referiré a algunos casos concretos de actualidad e importancia para la inmensa mayoría de los cubanos, ya sea como simple ciudadano o como ciudadano con cargos de dirección.

La Matemática es una ciencia exacta con una imbricación muy fuerte con la sociedad y sus diversos componentes construidos por el hombre. La sociedad se integra a los aspectos de la naturaleza y todo su entramando, pero lo fundamental y sobre lo que podemos decidir o ejercer una mayor influencia es en lo que los seres humanos diseñamos, construimos y ponemos en práctica.

En el entramado social hay partes globales y complejas, pero también otras locales y sencillas, en que la aplicación correcta de la Matemática puede ayudarnos mucho.

Escribir artículos de opinión para Cubadebate requiere tener en cuenta la diversidad de lectores. Desde científicos de alta estirpe pasando por profesores, especialistas y personas de vasta cultura,  hasta quienes saben que no saben del asunto en debate, pero tienen el valor y el derecho de preguntar, de aprender, de pensar y opinar. La virtud de la brevedad suele entrar en conflicto con el abordaje de asuntos complejos.

La sociedad es un sistema complejo, en que un cambio significativo en una de sus partes provocará cambios en el todo, y que cambios aparentemente insignificantes pueden provocar grandes cambios; tal como nos enseña el llamado “efecto mariposa”, asociada a la teoría matemática del caos.

No siempre se requiere de una solución ni de gran exactitud ni de gran precisión. En función del problema a resolver se pueden considerar aceptables márgenes de error e intervalos de confianza y nivel de confiabilidad previamente calculados o fijados.

He seleccionado las aplicaciones siguientes:

  1. La efectividad del salario
  2. La relación venta-precio
  3. La regla de los pocos vitales y los muchos triviales

La efectividad del salario

Para medir la efectividad del salario, basta con un análisis lógico y numérico.

Escribo tanto para los decisores, es decir quienes tienen la responsabilidad de dirigir los procesos económicos-sociales, como para los que tienen una participación importante pero no necesariamente directiva.

El salario único o pluri debía satisfacer necesidades básicas, reserva de inversión o ahorro de cualquier trabajador. Cuando digo pluri es porque ya resulta significativa la cantidad de trabajadores que tienen más de un empleo legalmente establecido.

Este análisis no abarca ni integra todo el proceso de entrada y salida del dinero en su forma legal, pero puede dar una idea bastante aceptable.

El problema no radica en el monto del salario ni en los precios por separado, sino en su interrelación dinámica.

Entonces viene una resta clave: Ingresos-Gastos

No se incluyen otros ingresos como pueden ser remesas familiares,  renta de bienes, etc. También debemos tener en cuenta que en un hogar puede haber varios salarios operando.

Una distribución hipotética

  • Gastos corrientes regulares
    • Alquiler de vivienda
    • Electricidad
    • Agua
    • Teléfono
    • Pago alimentos normados
  • Gastos corrientes irregulares
    • Pago alimentos liberados
    • Pago de medicinas, medios de higiene, útiles del hogar,…
    • Pago de transportación
    • Pago de mantenimiento y reparación de medios básicos y equipos
    • Pago de entretenimiento, ocio
  • Gastos de compra de bienes o inversiones o ahorro
    • Compra de ropa y calzado
    • Compra de equipos del hogar
    • Ahorro para vacaciones
    • Ahorro para contingencias

Hasta aquí se podría pensar que no hace falta gastar tantas palabras para demostrar lo que la vida cotidiana se encarga de demostrar, pero es una manera de sistematizarlo y sobre todo de ayudar a resolverlo.

Por tanto la Matemática elemental nos ayuda a una declaración consistente: “el salario debe asegurar que la familia o  persona pueda afrontar los gastos corrientes y futuros para tener una buena vida”. Así se convierte en un medidor de  justicia social. Es cierto que en la partida de los gastos debíamos tener en cuenta servicios básicos gratuitos o subsidiados, tales como educación, salud, agua, electricidad,…

El papel de la Matemática elemental radica en evidenciar la relación entre  el salario y los egresos necesarios, con lo precios vigentes. En la medida en que el cociente salario/egresos  se aleje de 1 por defecto,  no estaremos bien. En otras palabras el salario devengado  debe ser mayor que esos egresos normalizados.

Considero que la elicitación a nivel popular de estos ratios o relaciones numéricas puede ser una brújula para analizar y buscar los caminos correctos correctamente.

Habría otras muchas consideraciones que hacer de economía doméstica y también de economía política, pero esto rebasa la brevedad del artículo. Ya sé que lloverán esas consideraciones y bienvenidas sean.

De la relación venta-precio

Sin pretender dar una clase de economía, sabemos que las empresas venden, pero han de tener un margen de utilidades para aportar al Estado; que luego debe redistribuir para buscar toda la justicia social posible, y para poder seguir produciendo con la mayor productividad posible, desarrollarse y estimular a sus trabajadores.

Hay un concepto muy importante que intentaré explicar de manera accesible para la mayoría: la elasticidad de la demanda

Se puede definir la elasticidad de la demanda como el grado en que la demanda de un bien o servicio varía con su precio. Normalmente, las ventas aumentan con la caída de los precios y disminuyen con el aumento de los precios. La elasticidad de la demanda de un producto o servicio depende en muchos casos de si este es de primera necesidad o no, así la mayoría de los artículos de primera necesidad (alimentos, medicinas, ropa básica) son inelásticos ya que pese a que el precio varíe la demanda cambiará poco. Sin embargo en artículos de lujo, la demanda si es elástica variando mucho en función de la variación del precio.

El factor principal en la determinación de la elasticidad de la demanda es la voluntad y capacidad de los consumidores de aplazar las decisiones inmediatas de consumo sobre un bien o servicio cuando este sube su precio o viceversa.

Elasticidad entre precio (P) y la cantidad demandada (D)

Se calcula mediante la ecuación siguiente

No siempre utilizamos esta matemática elemental. En una ocasión en mi reparto vecinal en una calle estaban 4 proveedores de viandas, frutas y vegetales. Me le acerqué a uno y le propuse un experimento.  Anunciar una rebaja sensata de los precios o aplicación de modalidades de cobrar menos por más cantidad de productos de manera relativa. Aceptó y en menos de una hora ya tenía vendida toda su mercancía, que además era perecedera.

Esto que está ejemplificado en economía de bodega, puede extrapolarse al gran comercio. Les aseguro que es aplicación de matemática elemental: proporciones y porcientos, pero con resultados insospechados.

Por último el principio de los pocos vitales y los muchos triviales

Es también conocido como el Diagrama de Pareto, gracias a su creador.

  1. Pareto enunció que el 80 % de los efectos eran originados por un 20 % de las causas, de ahí que también se conozca como el 20/80.

Esta relación numérica elemental se puede aplicar a muchas situaciones de la vida socioeconómica, desde lo más pedestre de la vida doméstica hasta lo más estratégico de las grandes decisiones empresariales y gubernamentales.

Vamos a explicar algunos ejemplos

  • La empresa X tiene un millón de pesos en cuentas por cobrar, pero tiene más de cien clientes deudores. La dirección debe hacer gestión de cobro de las cuentas envejecidas, pero esa gestión implica recursos de varios tipos. Entonces aplica Pareto, buscando el 20% de los clientes que acumulan el 80% de las deudas y se concentra en esos, sin dejar olvidados al restante 80%.
  • Nuestro país afronta un serio problema de liquidez para comprar insumos, materias primas, partes y piezas para asegurar los planes de producción. Por tanto una medida que salta a la vista y ojalá que a la mente, es la utilización de los inventarios. Entonces se podría aplicar Pareto y concentrar las gestiones de los gobiernos locales y del central, en el 20% de las entidades que acumulan el 80% del físico o del valor de los inventarios ociosos o de lento movimiento. Esto es válido para la mercancía destinada al consumo. En una provincia puede sobrar y en otra faltar.
  • Necesitamos firmar contratos con empresas extranjeras. Tenemos 100 ofertas, pero luego de un análisis cualitativo se impone otro cuantitativo, para decidir los candidatos de mejores pronósticos de efectividad.
  • Un último ejemplo asociado a un aspecto vital: la calidad de la producción y los servicios. Luego de un análisis bien hecho se determina que hay 20 causas equiponderadas de las fallas en la calidad, pero es imposible atacarlas a todas a la vez. Entonces vuelve Pareto a nuestro auxilio.

Aclaro que lo del 20 y del 80 no son números exactos, son aproximados a dichos valores.

Lo aquí escrito es una pálida muestra de lo mucho que podemos hacer utilizando la Matemática y a los matemáticos, que en muchas ocasiones están subutilizados o perdiéndose del Morro.

En otro momento compartiré un artículo sobre la utilización de la Matemática más desarrollada en función de la sociedad y la economía.

Como siempre, adelante con sus comentarios, preguntas, concordancias, discrepancias, puntos de vistas diferentes, en fin con el debate culto y la cultura del debate.

Fuente: http://www.cubadebate.cu/opinion/2017/02/01/con-la-matematica-elemental-podemos-dilucidar-problemas-no-tan-elementales/#.WJJlGrlGT_s

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La «revolución» educativa de Macri: ¿volver a alfabetizar por «conciencia fonológica»?

Por Manuel Jerónimo Becerra

Según notas en La Nación y Clarín el Gobierno nacional incentivaría el abandono de los métodos de alfabetización constructivista para volver a la «conciencia fonológica”. ¿Qué hay detrás del debate?

En apenas una semana, el diario La Nación publicó dos artículos con la misma protagonista, María de las Mercedes Miguel –Secretaría de Innovación y Calidad Educativa del Ministerio de Educación de la Nación– anunciando con bombos y platillos el ingreso al sistema educativo de cursos de capacitación para docentes en estrategias enmarcadas en la neurolingüística como paradigma rector de la enseñanza de la lectoescritura en los niveles inicial y primario. Por su parte, el diario Clarín se hizo eco también de esta restauración de “las buenas viejas prácticas pedagógicas que nunca deberían haberse abandonado”. Sin embargo, lo que parece plantearse como un debate pedagógico está en realidad plagado de falacias y aseveraciones taxativas que suenan a mala intención. Es estrictamente necesario separar ese tipo de chicanas del debate pedagógico saludable, constructivo y plural, precisamente para salvar las instancias que permiten pensar una mejor educación.

La paradoja de la burocracia obediente

Uno de los primeros aspectos en los que vale la pena detenerse es la idea de que cambiando un método de enseñanza de la lectoescritura desde el Ministerio de Educación de la Nación los problemas del sistema educativo se solucionan mágicamente. En primer lugar, el Estado nacional no tiene la potestad para cambiar los planes de estudio de los institutos de formación docente (en total, aproximadamente 1300 en todo el país incluyendo los niveles inicial, primario y secundario) ya que, en un sistema educativo federalizado estos establecimientos están bajo la jurisdicción de las provincias. Esto significa que, si bien los planes de estudio deben adecuarse a la normativa emitida por el Instituto Nacional de Formación Docente (Infod) y el Consejo Federal de Educación (CFE), cada proceso de reforma curricular implica un debate al interior de cada instituto –sus actores: docentes, estudiantes, graduados– y la necesidad de consensos, marchas y contramarchas. Reformulando: realizar una readecuación curricular de todos los planes de estudio para imponer sólo la conciencia fonológica como paradigma implicaría un estallido del debate en todos los institutos de formación docente, que no sería resuelto antes que finalice el mandato de, al menos, Mauricio Macri. Así que desde el vamos, se está planteando un debate que se topa con la estructura real del sistema educativo: mucho más expuesto a consensos y tensiones políticas que a volantazos coyunturales de la cúpula ministerial.

Pero aun en el escenario imposible de que se modificaran todos los planes de estudio del país para impartir una formación exclusiva en conciencia fonológica, resta el trecho –el abismo– que separa esa formación inicial de la práctica diaria. Como hemos explicado en este blog innumerables veces, y como sabe todo docente, las escuelas son espacios –como cualquier agencia estatal, u organización en la que intervienen, literalmente, millones de agentes– muy atravesados por las tradiciones y con tiempos yuxtapuestos. Llenamos registros de asistencia como en 1935 mientras armamos estrategias didácticas con el Age of Empires para explicar la revolución neolítica. Tratamos de innovar pedagógicamente pero copiamos en el pizarrón y dictamos para “disciplinar” a un curso que no se predispone para el trabajo pero sí responde a los estímulos más puramente conductistas de la liturgia educativa. ¿Qué significa esto? Que para que una modificación curricular se transforme en una práctica efectiva requiere un sinfín de capacitaciones, propaganda –en el sentido más perverso del término–, disponibilidad de materiales y, lo que es más difícil de todo, que haya una voluntad alerta, potente y sostenida en el tiempo (y financieramente) del Estado para asegurar la implementación exacta de los deseos de los expertos. Esto, como imaginará el lector, no sucedió jamás, en ningún aula del mundo.

En una oportunidad se le señaló a este blog cierta incomodidad que genera el uso analogías castrenses para referirse al sistema educativo (por ejemplo, cuando nos permitimos “ejército docente” para referirnos a la legión de personas que están a cargo de las aulas todos los días). Esa incomodidad es más pertinente en este caso, ya que los docentes no somos un ejército, precisamente, porque contamos al mismo tiempo con el margen de mediación que nos permite estar al frente de un aula (los soldados obedecen sin chistar a su general, en la escuela se construyen consensos), pero también con el hecho de que los expertos en educación no son los tirapostas del ministerio –más o menos académicos– sino nosotros mismos. Sabemos lo que es un aula, sus condicionantes, sus lógicas más o menos estables, las variables de incertidumbre que intervienen, los márgenes de maniobra. Sabemos leer a los grupos de chicas y chicos, sus comportamientos colectivos e individuales. Sabemos intuir cuando una estrategia didáctica está fallando, y cuándo podemos estar teniendo éxito, y cuándo ese éxito tal vez sea la punta del ovillo de una verdadera innovación. De manera que no sólo la conciencia fonológica no llegaría a las aulas de la forma en que Miguel y Borzone pretenderían, sino que sus archirrivales psicogenéticos tampoco llegaron a las aulas como Miguel y Borzone afirman que llegó. En las aulas reales –ésas que el sentido común circulante, los responsables políticos, y buena parte de la academia parecen desconocer por completo– se desarrollan estrategias mixtas: mezclamos psicogenética con conciencia fonológica, dictados con redacciones de tema libre, stalinismo ortográfico con el foco en lo conceptual, lectura de manuales con registros de debates en casa.

La innovación real, concreta, transformadora del sistema educativo no está en las universidades ni en los ministerios: está en las aulas de inicial, primaria, secundaria y formación docente, y sus diseñadores son agentes anónimos que no tienen ningún reconocimiento más que el afecto y la emancipación agradecida de sus alumnos. Sin dudas, se trata de una minoría de profesionales, pero una minoría profundamente dinámica que sigue trabajando en condiciones de precarización absoluta, ante la desidia y el abandono estatal, viendo cómo se mueren sus alumnos víctimas de la violencia y del consumo. La innovación pedagógica ya pasó, y pasa todos los días, sin que los decisores se enteren. Y nadie, absolutamente nadie en los organismos estatales de diseño de políticas educativas tiene el más mínimo interés en convocar esas experiencias para replicarlas. Tampoco podemos, los docentes, producir teoría sobre esas estrategias mixtas e innovadoras: no cobramos un salario que nos permita investigar, publicar y divulgar nuestros desarrollos, pues los sueldos nos alcanzan para comer, vestirnos, viajar hacinados y, cada tanto, ir al cine o al teatro o a cenar afuera. El resto del tiempo estamos frente al aula.

Sin embargo, los elencos educativos –especialmente los que parten de una mentalidad empresaria– aún fantasean con un ejército de hombres y mujeres de guardapolvo blanco que aguardan órdenes para cumplirlas sumaria y precisamente, y si no se obtienen los resultados esperados vendrá un nuevo intento de volantazo para reparar el error. Sic transit gloria mundi, en un encabalgamiento de paradojas que se perpetúan en el tiempo; pasan los elencos ministeriales, pasan los think tanks, y quedamos los docentes.

Falacias de diseño

En el artículo de La Nación, como dijimos, se cita a Ana María Borzone, quien fue invitada como “experta” al Ministerio de Educación para aportar sus perspectivas sobre la conciencia fonológica. Las otras “expertas” citadas son Beatriz Diuk y Florencia Salvareza. Esta última aportaría su punto de vista desde el campo de la neurociencia para trabajar con el paradigma de la conciencia fonológica. Este “método” de enseñanza de la lectoescritura, que se utilizaba de forma predominante y oficial en nuestro país hasta la década de los 80, aparece en la nota como contrapuesto a la psicogenética de raíz constructivista piagetiana. Queda establecida desde los artículos en los dos diarios más importantes de la Argentina una batalla pedagógica entre dos “métodos” que se presentan como mutuamente excluyentes, como un Boca-River, como una grieta. Borzone llega a afirmar en Clarín, incluso, que el “método” de la conciencia fonológica está “prohibido” en nuestro país desde la década de los 90. Presa de la ignorancia, de un abuso de imaginación conspirativa, o de lisa y llana mala fe, Borzone omite que en los diseños curriculares –los lineamientos básicos para la enseñanza en cada nivel educativo–, al momento de abordar los primeros pasos de la lectoescritura, se proponen estrategias combinadas –la conciencia fonológica se centra más en el entrenamiento y habituación del sonido de las letras, mientras que la psicogenética aborda la lectoescritura de forma más integral, haciendo más énfasis en los usos sociales del lenguaje y la experiencia de la expresión–. Esta mixtura de paradigmas responde a lo que se afirmaba antes sobre la dinámica del aula: la multiplicidad de factores que inciden en el trabajo educativo cotidiano obliga a echar mano a diferentes estrategias para llevar adelante la tarea. Ningún docente utilizó durante toda su carrera un solo “método”, por más ortodoxa o disruptiva que fuera su práctica. Nobleza obliga, sí debe admitirse una proscripción pedagógica, pero en sentido inverso al que plantea Borzone: en 2015 el PRO intervino en la Escuela de Maestros de CABA para efectivamente cerrar un postítulo en alfabetización, pero centrado en estrategias psicogénicas, justamente el paradigma que Borzone plantea como dominante y monolítico.

¿Cuál puede ser el objetivo de plantear que la conciencia fonológica es un tabú en Argentina, cuando no sólo no lo es, sino que está asumido como parte de las prácticas usuales? Como hipótesis, podríamos plantear que el objetivo es apelar a los discursos nostalgiosos sobre la educación: el clásico “cuando yo iba a la escuela [inserte práctica pedagógica virtuosa que al ser abandonada abrió la puerta a la decadencia y el caos]”. Hemos planteado varias veces que la nostalgia es uno de los recursos preferidos de la derecha pedagógica –tal vez el único que tiene–, y que es un relato de mucha pregnancia en el sentido común. Es probable que eso se deba a que toca las fibras sensibles de la fábula meritocrática que ha llevado a cada individuo a creerse la culminación de un esfuerzo que fue acompañado por una escuela marcial e intransigente que nos obligó a superarnos a nosotros mismos. Y las falacias de ese “esfuerzo” vinculado al sufrimiento y la dificultad le dicen al lego interlocutor: “Esto que sos vos, este humano completo, sólo fue posible gracias a aquellas buenas viejas prácticas”. Los problemas del presente, entonces, son “todos problemas de educación”, y se vinculan directamente con un relajamiento de esa marcialidad e intransigencia, con el “aprobar a todo el mundo”, con el “facilismo”. Y acá se presenta, precisamente, a la psicogenética como parte de un cúmulo de nubes conformadas por un supuesto progresismo pasado de rosca que en su afán de contener terminó en el pandemónium de la permisividad y el cambalache: todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor. Para la fábula meritocrática, nada mejor que decirle al que se intenta seducir: “Vos sí sos mejor”. Se consiguen así multiplicadores de los discursos que ven en los problemas educativos de hoy las consecuencias de –en este caso– haber aplicado la psicogenética y abandonado la conciencia fonológica: empiria pura. Pero no: no es empiria, es falacia. Los dos enfoques conviven en las aulas, y nunca dejaron de hacerlo. Negarlo es desconocer las aulas reales o tener intereses que están velados a primera vista.

Adicionalmente, las palabras de la referente de la psicogenética que cita el artículo, Mirta Castedo, no suman –tal como están presentadas en el artículo de La Nación– al debate. Más bien, parecen balbuceos de alguien que no puede defender satisfactoriamente su postura. El arte con que se confeccionó la nota de Luciana Vázquez parecería tender a postular los planteos de Borzone y Miguel como los positivos -anclados en datos duros e irrefutables- y los de Castedo como inconsistencias. Sin embargo, el mismo día de la publicación, Castedo realizó un descargo en su perfil de Facebook donde niega algunos de los dichos que se le atribuyen, afirma que otros fueron tergiversados y aporta información relevante al debate –sí– pedagógico, que aparece como sedimento –y no como caudal– de todo este ruido mediático. Es recomendable detenerse en las objeciones que plantea (su perfil es público), pues comienza a descascarar el relato monolítico y definitivo que aparece en el artículo, complejizando sus variables. Y, como hemos dicho tantas veces, el sistema educativo es un universo multidimensional, donde el reemplazo de una pieza no soluciona los problemas generales. La educación en Argentina no es un coche al que se le terminaron las pastillas de freno, entonces hay que reemplazarlas y vuelve a andar bien. Se parece más a un portaaviones a la deriva, todo oxidado y con marineros medio muertos de hambre, con buena parte de las piezas que es necesario reemplazar en espacios del barco medio inaccesibles y muy separadas entre sí.

Business are business

Pues entonces, ¿Cuál es el objetivo de este presunto debate? Debemos retomar el punto inicial. Dos artículos, con escaso tiempo de diferencia entre sí, con dos factores en común: la introducción de actores que vienen a aportar perspectivas “novedosas” para solucionar mágicamente los problemas educativos. Y una protagonista: María de las Mercedes Miguel. Afirmamos ya que modificar los planes de estudio de todo el país para orientarlo exclusivamente hacia la conciencia fonológica es una quimera irrealizable en el corto y en el mediano plazo. Pero el PRO, durante sus 9 años de gestión en la Ciudad de Buenos Aires, tejió alianzas con fundaciones vinculadas a ONG –muchas de ellas derivadas de las iniciativas de responsabilidad social empresaria con pata educativa, que les permite a corporaciones con sede en nuestro país desgravar impuestos–, y que tienen en un creciente ejército –ahí sí– de “voluntarios” sus recursos humanos para tender hacia la innovación pedagógica que, según Esteban Bullrich y el resto de sus cuadros educativos –Miguel entre ellos–, es imposible con los docentes profesionales. Así, las ONG atraen con una propuesta lavada y presuntamente desideologizada a jóvenes profesionales y estudiantes de las clases medias y altas a quienes les picó el bichito del compromiso social, y que terminan siendo la carne de cañón precarizada laboralmente para ir desplazando por goteo a los docentes de su rol. En CABA –el gran laboratorio político del PRO para su proyección nacional–, de hecho, ya se ha tercerizado en estas organizaciones no gubernamentales la Red Comunitaria de Apoyo Escolar: una oferta del Ministerio de Educación local para acompañar las trayectorias escolares en territorio. Si se busca en esa red a profesores particulares, ya no los encontrarán: tal vez sean estudiantes de márketing o relaciones públicas de una universidad privada que están enseñando a dividir y multiplicar.

Las ONG, a su vez, contratan a docentes e investigadores para brindar una mínima capacitación sobre didácticas y pedagogías a sus voluntarios. Y, como para muestra basta un botón, los materiales utilizados por la Red de Apoyo Escolar fueron los del programa DALE (“Derecho a Aprender a Leer y Escribir”) que está a cargo de Beatriz Diuk, estrecha colaboradora de Borzone como se puede advertir en los cuadernillos del programa (el maridaje entre DALE y la Red de Apoyo Escolar terminó en un pedido a la Escuela de Maestros de CABA para recibir a estos voluntarios en el marco de una capacitación con estrategias diferentes a las de DALE, que no habían dado el resultado esperado. Vale recordar que la Escuela de Maestros tiene como función única capacitar a docentes profesionales del sistema educativo público, y no a voluntarios de ONG sin título habilitante).

En síntesis, las “expertas” convocadas para realizar la consulta sobre cuestiones pedagógicas ya tienen en curso asociaciones bien concretas con la gestión de CABA, que resulta ser del mismo signo político que la gestión nacional.

Hipótesis y contexto

Surgen entonces algunas preguntas: ¿Por qué el Ministerio de Educación de la Nación presenta escenarios de renovación pedagógica que, dada la estructura del sistema educativo son irrealizables en el corto y mediano plazo, y su ejecución implicaría una nada desdeñable cantidad de Institutos de Formación Docente en estado asambleario? ¿Por qué insistir con un enfoque de una teoría pedagógica que –como plantea Castedo en su descargo– ni siquiera es el más renovador dentro de ese mismo paradigma? ¿Acaso busca situar un tema en agenda apelando a la nostalgia educativa de un público poco avezado en las sutilezas del campo educativo? ¿Con qué fin? ¿Será el de ampliar las alianzas entre el Estado y los programas a cargo de las “expertas” convocadas, de forma análoga a como parece estar planteada la relación entre el Ministerio de Educación de la Nación y el neuronegociado? ¿Será, en vez de un debate pedagógico, la simple puesta en funcionamiento de un lobby educativo que busca consensos más amplios con mensajes simplificadores? Son cuestionamientos que sería interesante dilucidar.

Por último, es pertinente incluir en este análisis el dato de que Emilia Ferreiro, señalada en el artículo de La Nación como la ideóloga de la psicogenética educativa y sus métodos, visita el país en estos días, en el marco de las Jornadas Internacionales de Escritura y Alfabetización que se realizan en la Universidad Nacional de La Plata. Emilia Ferreiro aplicó sus hipótesis sobre poblaciones vulnerables de diferentes países, y los resultados de sus indagaciones son de dominio público. A partir de ellas es que se trazaron algunas directrices que responden a algunos de sus planteos y que fueron incluidas como partes importantes de las estrategias oficiales de enseñanza de lectoescritura.

Este dato podría también ayudar a comprender por qué justo en el mismo momento en que Ferreiro visita nuestro país sale una nota atacando frontalmente sus postulados generales con tergiversaciones y simplificaciones brutales. ¿Aprovechar la coyuntura para, rebotando en Ferreiro, darle más visibilidad al nuevo-viejo “método” de la conciencia fonológica? Más preguntas. Todas ellas, divorciadas de las aulas reales, donde todos los días los docentes hacemos de nuestro trabajo un cadáver exquisito de verdades e intuiciones lejos de las marquesinas y el glamour de la siempre pasajera alta política.

Agradecemos a las compañeras docentes que aportaron información valiosísima para esta publicación y a los que comenten con sus opiniones.

* Publicada originalmente en el blog del autor

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/La-revolucion-educativa-de-Macri-volver-a-alfabetizar-por-conciencia-fonologica

Imagen: www.laizquierdadiario.com/local/cache-vignettes/L653xH368/arton60211-38967.jpg?1479783791

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