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España: CGT publica un estudio que evidencia la privatización de la educación

Europa/España/02-07-2021/Autor(a) y Fuente: cgtaeducacion.org

Hemos elaborado un meticuloso estudio con datos extraídos del Instituto de Estadística y Cartografía y Ministerio de Educación y Formación Profesional. En él, hemos comparado y analizado el número de unidades y de personas que trabajan o estudian en centros públicos y privados en enseñanzas de régimen general desde el curso 2011/2012 hasta ahora. Las conclusiones son desoladoras.

Puedes leer el estudio completo y un resumen aquí:

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Fuente e Imagen: http://cgtaeducacion.org/cgt-publica-un-estudio-que-evidencia-la-privatizacion-de-la-educacion/
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Educación pública, patrimonio de la humanidad

Por: Alfredo Aranda Platero* 

«La educación pública es la única que llega a todos los rincones, mientras que la privada-concertada se establece solo en núcleos urbanos grandes, donde hay negocio».

La UNESCO (organismo especializado de la ONU en educación, ciencia y cultura) cataloga la educación pública como fundamento del estado de derecho. La describe como “un bien mundial que debe protegerse para evitar una catástrofe generacional” y considera que la educación debe ser “un bien público y una responsabilidad colectiva”.

En Europa la educación concertada prácticamente no existe y la privada es residual. En España, voy a ser muy gráfico, la educación concertada existe porque existió una dictadura que duró cuarenta años– que dio un golpe letal a la evolución social y económica del país, sumiéndolo en un estado catatónico involutivo que frenó, en seco, la transformación que toda sociedad necesita para ir acorde con los tiempos.

De no haber existido la dictadura la red pública de centros hubiera seguido avanzando y adaptándose a la demanda de cada momento, por lo que no hubiera sido necesario concertar unidades con la educación privada y hoy día los conciertos educativos no existirían o serían anecdóticos, como en el resto de Europa.

Siempre que tienen ocasión, los representantes sindicales de la privada-concertada, afean a PIDE su lucha a favor de la educación pública; en sus prédicas, siempre con un tufo de beatífico resplandor, la debilidad argumental de sus postulados suele ser lo más destacable.

Los fervorosos defensores de la educación concertada sostienen que no solo la educación pública garantiza la igualdad de oportunidades; pero, como siempre, la realidad es tozuda y es un hecho incontrovertible que la educación pública es la única que llega a todos los rincones, mientras que la privada-concertada se establece solo en núcleos urbanos grandes, donde hay negocio. La diferencia abismal entre pública y privada-concertada, reside en que la pública tiene alumnos y la concertada, clientes. Y no pueden evitarlo, pues quien ve la educación como un negocio la trata como tal.

Una falacia más, producto de la ignorancia, es acusarnos de pretender el despido de los docentes de la concertada. Es evidente que desconocen las propuestas del Sindicato del Profesorado Extremeño, PIDE. Resumo una brevemente, con la íntima esperanza de que los partidarios de la privada-concertada la entiendan: PIDE presentó en la Asamblea de Extremadura una propuesta de impulso que pretendía que los colegios concertados se vayan convirtiendo en públicos (sin despedir a nadie) cubriendo las plazas de jubilación, u otras que se produjeran, por funcionarios de la pública. En determinado periodo de años se solucionaría el problema sin despedir a nadie: la educación concertada se transformaría en educación pública (en un determinado periodo  dichos centros pasarían a titularidad pública). Lo centros concertados que no quieran esta transformación, pasarían a ser exclusivamente privados sosteniéndose exclusivamente con la cuota de los padres.

Esta propuesta de PIDE es muy garantista y no habría despidos, por lo que los docentes de la concertada estarían encantados; pero, claro, el sindicato que defiende este señor se quedaría si nada que representar y, por tanto, sin ser necesario.

Las ocurrencias no terminan ahí, dado que sin pudor alguno, los sindicalistas devotos de los conciertos, piden que homologuen las condiciones laborales y salariales de la enseñanza privada-concertada con la Enseñanza Pública. Y añade que: “A igual trabajo, igual salario”. Pero se olvidan, claro, de pedir también la igualdad en la forma de acceso al puesto de trabajo, que en la educación pública respeta los principios de igualdad, mérito y capacidad, y en la educación concertada respeta el principio predemocráctico del enchufe.

Es muy difícil recomponer una estructura educativa donde lo público sea lo primero y lo concertado, de ser estrictamente necesario, subsidiario. Y es difícil porque el gobierno de turno, este y el anterior, parecen desconocer, realmente, la importancia de lo público; tal es el peso del residuo tóxico de la contaminación que dejan aquellos que quieren mercantilizar la educación y convertirla en algo con lo que ganar dinero. Es desolador ver cómo hasta los partidos políticos cuyos principios ideológicos, en teoría, están por la defensa de lo público, se arrodillan, sumisos y obedientes, ante los lobbies que quieren convertir la educación en un negocio.

*Vicepresidente del Sindicato del Profesorado Extremeño (PIDE)

Fuente e Imagen: https://www.eldiario.es/extremadura/educacion/educacion-publica-patrimonio-humanidad_129_8013348.html

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Vera Sacristán: «Subir el precio en las universidades públicas favorece a las universidades privadas»

Por: 

  • Vera Sacristán, coordinadora del informe ¿A qué puede llamarse universidad? recuerda que «a pesar de que el número de estudiantes se haya ido multiplicando por dos cada diez años, no lo han hecho igual en todas las clases sociales». Y avisa de que «si la enseñanza se ve abocada al negocio en lugar de al «bien común», la tentación digital es muy grande, porque es muy barata»

era Sacristán, presidenta del Observatorio del Sistema Universitario, es la autora principal del informe ¿A qué podemos llamar universidad?. Las conclusiones del estudio son demoledoras: solo 18 universidades del total de 81 que existen en España cumplen los requisitos fijados por la Administración. El resultado aún es peor si se tienen en cuenta las nuevas normas que está a punto de aprobar el Gobierno. En conclusión, las públicas cumplen en actividad investigadora, pero no en las condiciones de sus plantillas, con exceso de empleos a tiempo parcial y de duración temporal. En las universidades privadas está ausente la investigación, uno de los requisitos básicos para ser consideradas como tal.

Vera Sacristán, profesora de Matemática aplicada en la Universidad Politécnica de Catalunya, es una de las voces más respetadas y críticas a la hora de diagnosticar la salud de nuestras universidades. Es fundadora y presidenta del Observatorio del Sistema Universitario, una asociación creada el año 2013 y cuyos estudios son un referente para conocer cómo funcionan las universidades. La asociación, formada principalmente por profesores de las cuatro universidades públicas de Barcelona, se financia exclusivamente por la cuota de sus miembros. La independencia de criterio constituye una de sus grandes cualidades y, en este sentido, Vera Sacristán insiste en que dejemos constancia de que “las opiniones expresadas en la entrevista no tienen relación explícita con los resultados del informe presentado por el Observatorio del Sistema Universitario, sólo reflejan las opiniones de la entrevistada”. Estas son sus opiniones.

Antes de preguntarle por el informe en cuestión le preguntaré de manera general por la gestión de Manuel Castells al frente del ministerio. ¿cree que las propuestas de reforma responden a las necesidades estructurales del sistema universitario?

Esta regulación lo que pretende es poner unos cuantos requisitos mínimos en las universidades para considerarlas como tal, es un intento de modernizar, actualizar el decreto que existe el cual, a su vez, sustituye al anterior de 1991. Este tipo de normativa ha existido siempre. La novedad principal de lo que pretende el Ministerio es que en los requisitos que hoy en día sólo son un mínimo sobre la oferta docente y las plantillas, añadir otro sobre la actividad investigadora que debe tener una universidad. Además, también, modernizar un poco los requisitos sobre la oferta docente, incrementándolos. En cambio reduce un poco los de plantillas. Dicho esto, ¿parece razonable que en un sistema universitario que está en expansión porque hay muchas universidades privadas nuevas se introduzcan requisitos sobre la investigación que no existían? A priori, parece coherente con el principio y función de las universidades.

Lo que sí es cierto es que los hechos indican que el grueso de las universidades privadas no hacen investigación. El motivo es que es cara. El grueso estas cosas no las hace al igual que no ofrece carreras costosas, como las de ciencias o de ingenierías pesados ​​(no TIC). Es todo muy coherente.

En concreto, ¿cómo valora la propuesta de Real Decreto: qué elementos destacaría que pueden reforzar positivamente la salud del sistema universitario español y cuáles que la pueden perjudicar?

Sí. A mí me parece que los requisitos que añade en cuanto a la investigación son razonables y son de mínimos, que están bastante lejos de lo que es la media de las universidades públicas. Quiero puntualizar que son propuestas de real decreto y no de ley, lo que significa que lo aprueba el Consejo de Ministros y se acabó. En la propuesta que hemos leído, que es la que se sometió a audiencia pública y que, por lo tanto, no está escrito que sea la final, de las cosas que aparecen en ese texto, el requisito que se reduce y que a mí me parece que no es buena idea, es el que dice que las universidades no deben tener un mínimo del 60% de su personal docente investigador a tiempo completo.

¿Por qué le parece un error?

Pues porque no cuadra. No cuadra con la parte de la investigación. Es decir, el personal investigador a tiempo parcial es contratado para hacer docencia, y la parte que no se le contrata es la parte de investigación. Por lo tanto, si quieres garantizar unos mínimos de investigación debes garantizar unos máximos de personal a tiempo parcial. Y, sorprendentemente, estos máximos que han existido siempre, en el texto que vimos en la web del Ministerio, han desaparecido. Esto, creo, es inconsistente y no está argumentado.

Después, hay otra cosa que me parece preocupante, que es el control. Esto no depende sólo del decreto, pero en parte sí. Al hacer este estudio sobre qué grado de cumplimiento había por parte de las universidades de los nuevos requisitos nos encontramos con la sorpresa de que muchas no cumplen los vigentes. Esto significa que el mecanismo de seguimiento y de corrección de los problemas y, si es necesario, de sanción, no ha funcionado. El nuevo decreto debería ser consciente de ello y ponerle remedio con un sistema que pueda ser efectivo. Esto creo que también es una carencia y debería concretarse más.

A raíz de esto le quería preguntar, ya que el informe elaborado por el Observatorio del Sistema Universitario se basa en el análisis del cumplimiento de las universidades españolas a la normativa en vigor, el Real Decreto 420/2015, así como de la nueva propuesta de decreto. Una de las cosas que señala el informe no es que el actual modelo universitario no cumpla con los requisitos del nuevo borrador, sino que no cumple con la normativa vigente. ¿Por qué cree que estos datos son un suspenso ahora si, según se afirma en el informe, había un incumplimiento sistemático de los requisitos de la ley?

No te sé explicar por qué ha habido tanto eco de este informe respecto de otros que habíamos hecho. Es un poco sorprendente. Me temo que puede ser por un motivo que no me gusta, que es el de los rankings. Este tipo de titular es muy impactante, pero es poco matizado. Tienen más éxito este tipo de titulares que otros más complicados. Pero, por otra parte, en buena hora un conjunto de cuestiones como las tratadas en el informe puedan tener este eco.

Pero, ¿cuántas universidades incumplen los criterios?

No importa tanto cuántas universidades cumplen los criterios, sino mirar a cada una que no cumple y en qué medida no lo hace. De los 22 criterios que propone el Ministerio hemos podido valorar 14 porque del resto no hay datos públicos. Si de estos, una universidad incumple uno y por muy poco, aunque formalmente falle no tiene nada que ver con la universidad y que ves que no saldrán tras los cinco años de margen que considera el decreto. Este es el matiz que cuesta, lo que realmente importa al final.

El informe hace un análisis detallado por comunidades autónomas y destaca dos grandes perdedores: Catalunya y la Comunidad de Madrid. ¿Tiene alguna explicación de por qué las comunidades que precisamente tienen algunos de los centros con más reputación del Estado son, a la vez, las que menos cumplen la legislación vigente?

Sí, esto es algo curioso y que llama la atención. ¿Son universidades exitosas? La respuesta es sí. Ponemos de ejemplo las catalanas, pero en Madrid es muy similar. Si tú miras las universidades públicas catalanas –después hablamos de las privadas–, miras la oferta docente y está por encima de la media del conjunto. Miras la actividad investigadora y lo mismo. En este sentido son universidades exitosas. Ahora, miras la situación de sus plantillas y están mucho peor que el resto de España. Catalunya es premio en temporalidad y en contratos a tiempo parcial en las universidades.

¿Cómo es que estas dos cosas pueden convivir? La respuesta es que los efectos de una precarización de una plantilla son lentos. Desde el momento que comienza una investigación hasta que se publican los resultados pueden pasar años.

Entonces, si tú produces unos grandes recortes como hizo la Generalitat de Catalunya en la financiación de las universidades públicas en el año 2011, tardas en ver los efectos porque tienes unos grupos de investigación que tienen unas inercias de trabajo, y si deben incorporar una persona a tiempo parcial para seguir la rueda, lo hacen. Ahora bien, esto es pan para hoy y hambre para mañana, porque con el personal senior que tienes sigue la máquina funcionando, pero no estás alimentando de jóvenes estos grupos de investigación, o grupos de investigación nuevos.

A raíz de la publicación del informe, algunos representantes políticos de algunas comunidades han salido el paso criticando los resultados. El secretario de Universidades e Investigación catalán, Francesc Xavier Grau Vidal, tildó el informe de «tendencioso», porque cuestiona el modelo de coexistencia entre personal contratado y personal funcionario dentro de las universidades. ¿Qué opina de esta crítica y, también, qué opinión le merece un modelo basado en la coexistencia de dos estatutos diferentes para los trabajadores?

Una puntualización: sólo una comunidad ha protestado, y ha sido el Secretario de Universidades de Catalunya, que creo que se equivoca en su crítica. En primer lugar, la cuestión de si el modelo debe ser laboral y funcionarial al mismo tiempo o no. Aquí, de lo que estamos hablando es de temporalidad o no, porque es igual si el personal permanente es o no funcionario o laboral. Lo que estábamos discutiendo respecto a las universidades catalanas en concreto era la cuestión de la temporalidad y del tiempo parcial, y esto no tiene nada que ver con el hecho de que los permanentes sean de una manera u otra. Por tanto, no era un ataque al modelo de la doble carrera.

Dicho esto, el modelo de la doble carrera –y hablo a nivel completamente personal, porque el Observatorio nunca se ha posicionado en esta cuestión– desde mi punto de vista está mal justificado. Es decir, quien es partidario de la vía paralela y que haya dos (funcionarial y laboral) te cuenta que lo que quiere es que ambas  tengan los mismos derechos y deberes. Y, entonces, ¿cuál es la diferencia? Es decir, si esto fuera así, ¿cuál es la justificación para tener dos vías, si tienen que ser iguales en derechos y deberes? ¿En qué se diferencia entonces un funcionario de uno laboral? Bueno, en al que el laboral lo echas más fácilmente. Es que, si no, no veo cuál es la diferencia desde el punto de vista institucional.

Otra cosa es que en España la legislación sobre funcionarios universitarios está en manos del Congreso y el Senado, y la legislación laboral está en manos de las comunidades autónomas. Esta puede ser la otra explicación de por qué hay una defensa de la doble vía. Por el otro lado, quien es contrario a la doble vía, normalmente hace una defensa de la vía funcionarial basada en dos factores: al funcionario, para echarlo, debe haber hecho algo gordo, y, dos, la libertad de cátedra se defiende mejor desde la función pública debido a esta condición laboral.

Una universidad que está en manos de un fondo de capital riesgo y que tiene estrictamente ánimo de lucro no está claro que le resulte tan rentable adaptarse como lo que está haciendo ahora, que es hacer de academia

Posiblemente el punto más conflictivo del borrador de Decreto ley está en el artículo 2.1, donde se afirma que sólo podrán denominarse como universidades aquellos centros que cumplan con los requisitos de la ley. El informe, sin embargo, prevé que los cinco años de margen que da el decreto no serán suficientes y que, por lo tanto, algunas universidades perderán la categoría de universidad. ¿Cree que, llegado el momento, la amenaza se acabará cumpliendo?

No lo sé decir, pero a juzgar por los datos que hemos visto en el informe los problemas detectados en universidades públicas se arreglan muy fácilmente porque son de precarización de la plantilla. Todo lo demás, en general, lo cumplen, y lo que no, con un pequeño esfuerzo, llegará, salvo la cuestión de la precarización de las plantillas. Y entiendo por precarización de las plantillas el tiempo parcial y temporalidad. Esto se arregla con dinero de manera fácil, porque las universidades públicas españolas no han parado de generar doctores, titulados y todo lo necesario. Por lo tanto, lo único que hay que hacer es captar personal con la titulación adecuada para incorporarla a tiempo completo. No es falta de capital humano, es falta de dinero para pagarlo y tenerlo contratado en condiciones.

¿Y en las universidades privadas?

Aquí el problema es mucho más grave. Lo que hemos detectado es la inexistente actividad de investigación. Hay algunas excepciones notables, como sería el caso de la Universidad de Navarra. Ahora bien, el grueso de las otras no es así, y eso tiene mucho más mal arreglo.

¿Por qué?

Primero, porque no está claro que lo deseen. Una universidad que está en manos de un fondo de capital riesgo y que tiene estrictamente ánimo de lucro no está claro que le resulte tan rentable como lo que está haciendo ahora, que es hacer de academia.

Y por parte de las universidades que sí quisieran hacer investigación y que ahora no la estén haciendo –porque las que empezaron hace poco tiempo lo conseguirán dentro de unos años– deben de hacer muchas cosas. Debe cambiar su estructura de plantilla para tener personal capaz de sacar adelante grupos de investigación, tiene que hacer propuestas de proyectos, tiene que conseguir la financiación para los grupos de investigación, proponer programas de doctorados, etc. Tiene que hacer muchas cosas antes de que lleguen los resultados mínimos que requieren que, por otra parte, insisto, son sorprendentemente mínimos.

¿Desde cuándo se aprecia el boom en las universidades privadas?

España legalizó la posibilidad de que haya universidades privadas en 1983. Hace muchos años de eso. En cambio, el boom se produce mucho más tarde. Yo lo atribuyo al crecimiento de la población universitaria. Una de las cosas más interesantes de ver son los datos de cuántos estudiantes universitarios hay en España desde la Guerra Civil hasta ahora. Cuando la gente comienza a poder comer, hacia la década de los 50, comienza a despegar y la población universitaria comienza a crecer exponencialmente. Hasta el año 2000 aproximadamente, los estudiantes universitarios se doblan cada década. La última vez que doblamos pasamos de 700.000 a un millón y medio, y cuando la población que quiere estudiar llega a estas cifras, crear universidades privadas se convierte en una posibilidad de negocio.

Asimismo, y podríamos decir aproximadamente que desde los últimos diez años, los precios de las carreras universitarias y de los másters han ido en aumento de manera continuada, y la capacidad adquisitiva de la población, en general, ha ido disminuyendo.

Los precios que subieron en 2011 fueron los de las universidades públicas, que son los únicos regulados por ley. Por lo tanto, hace más competitiva la oferta privada. Por otro lado, hay otro factor para entender cómo funciona el negocio de las universidades que es: ¿quiénes son los estudiantes universitarios? A pesar de que se hayan ido multiplicando por dos cada diez años, no lo han hecho igual en todas las clases sociales.

¿El origen social de los padres cada vez tiene más peso?

Exactamente. Hay muy poca gente de origen social bajo en las universidades, y mucho estudiante de origen social alto. Entonces, cuando suben los precios, una parte de la franja más alta de los estudiantes puede optar por irse a la privada porque encuentra que no hay tanta diferencia. Esto es algo que hemos constatado en Catalunya. En cambio en el otro extremo, el de las clases sociales más bajas, estos pocos que llegan a la universidad son las «lumbreras» de cada familia, y llegan pase lo que pase, porque son tan pocos que las familias hacen lo que sean para que lleguen.

¿Qué niveles de financiación cree que debería destinar el Ministerio para solucionar este desfase entre clases sociales en el acceso a la universidad?

Aunque es cierto que las universidades reciben dinero para hacer investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación, el dinero de funcionamiento proviene de las comunidades autónomas. Y aquí hay una gran diferencia, en términos relativos, entre cómo son financiadas unas y otras. Nosotros hicimos un informe sobre este tema en el Observatorio, y te puedo asegurar que las diferencias son muy notables entre unas y otras.

¿Por ejemplo?

Las que más recortaron el año 2011 son, en primer, lugar Catalunya y, en segundo lugar, la Comunidad de Madrid. Estamos hablando de reducciones en la financiación ordinaria de las universidades del orden del 30%. Son cifras muy grandes. La diferencia, en el caso de Catalunya, es que esto no lo ha llegado a compensar nunca. Otras comunidades comenzaron a remontar con los años –otra cosa es que la Covid-19 y los datos postCovid no los tenemos–. Hay un matiz respecto a la política de la Generalitat y es que, este año, decidió retrotraer el incremento de precios que hizo el año 2011, y también ha subido la financiación pública para compensarlo.

¿Qué otras comunidades lo han hecho mejor?

Hay algunos datos que podrían sorprender si se pretende hacer un análisis en función de los partidos políticos que están en el gobierno.

En el tema de precios, por ejemplo, Galicia no ha modificado nunca los precios de las matrículas. Ni siquiera el IPC, por lo que en términos reales los ha ido bajando. Andalucía los bajó. Se han hecho políticas muy diferentes y no todas responden a una clasificación política fácil. Ahora bien, las dos comunidades más emblemáticas por su línea más neoliberal –que son Catalunya y Madrid–, estas sí recortaron, aunque Madrid lo fue bajando con el tiempo.

Tenemos una estructura económica laboral en la que la cualificación no es lo que prima. Priman los puestos de trabajo de niveles bajos

Si comparamos España con el resto de los países de la OCDE en el ámbito de la calidad del sistema universitario, así como en el acceso que garantice una igualdad de oportunidades a la población, ¿con qué nos encontramos?

El porcentaje de población que tiene un título universitario en España es perfectamente comparable con las europeas, las de la OCDE, o las de cualquier país similar a España. En cambio, si miras la clasificación internacional de los puestos de trabajo de ejecutivos, de técnicos, etc., es decir, la estructura de los puestos de trabajo de nuestro país, hay un crecimiento inequívoco de puestos de trabajo de baja cualificación comparado con los países similares en España. No hay color. Tenemos una estructura económica laboral en la que la cualificación no es lo que prima. Priman los puestos de trabajo de niveles bajos, lo cual es completamente coherente con un país muy centrado en el turismo y poco en la innovación. No es que tengamos sobrecualificados, tenemos infratrabajo. Es un problema de la estructura económica del país.

Una última pregunta: la pandemia de la Covid-19 ha puesto sobre la mesa una necesidad –inevitable por el contexto– de una digitalización de la educación. ¿Cómo cree que puede evolucionar la educación universitaria en los próximos años en este sentido, con los nuevos modos y tecnologías?

Depende. Y depende, sobre todo, de hasta qué punto la enseñanza universitaria se mercantilice o no. Es decir, lo que nos ha enseñado la pandemia es que si no puedes ir de manera presencial, obviamente que no te queda más remedio que hacerlo de manera digital. Ahora bien, lo que también nos ha enseñado es que el estudiante dice que no hay color. Que es infinitamente más fructífera la enseñanza presencial y la interrelación más directa, etc.

La enseñanza online está muy bien como herramienta de apoyo, por ejemplo, en caso de una enfermedad que me impida ir a clase o para aquella gente que trabaja y no puede acudir presencialmente. Pero son casos específicos, más condicionados a no poder hacerlo de manera presencial. Ahora bien, si la enseñanza se ve abocada al negocio en lugar de al «bien común», la tentación digital es muy grande, porque es muy barata. Y más en España, donde por el tema de la lengua el mercado potencial de América Latina es gigante y desde aquí lo puedes captar sin moverte. Si impera el ahorro público, y el negocio privado… la enseñanza será mucho más digital.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2021/04/05/vera-sacristan-subir-el-precio-en-las-universidades-publicas-favorece-a-las-universidades-privadas/

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Argentina: Autorizan un aumento de hasta el 21% en las cuotas de los colegios privados en San Juan

América del Sur/Argentina/14-05-2021/Autor(a) y Fuente: www.diariodecuyo.com.ar

Lo informó el Ministerio de Educación. «El porcentaje busca un equilibrio entre las necesidades de las instituciones y la realidad económica de las familias», indicaron.

Este lunes a última hora, el Ministerio de Educación de la provincia autorizó un incremento de hasta el 21 por ciento de las cuotas de los colegios de gestión privado, a partir de mayo próximo.

Según detallaron, ese monto surge del índice acumulado del cuarto trimestre del 2020 (7%) y el primer trimestre 2021 (14%).

Desde la Dirección de Educación Privada sostuvieron además que para tomar la decisión «se solicitó el análisis e intervención del Instituto de Investigaciones Económicas y Estadísticas del Ministerio de Hacienda y Finanzas (IIEE), ante el pedido realizado por las instituciones educativas de gestión privada para actualizar aranceles y así sostener los costos de mantenimiento que deben afrontar para el funcionamiento operativo de los establecimientos educativos».

Este procedimiento se viene implementando desde el año 2020 y posibilitó establecer el Índice Provincial de Aranceles de Educación Privada (IPADEP). Este se obtiene en forma periódica trimestral y se publica el primer día hábil después de 40 días corridos de finalizado el trimestre por el IIEE.

Las variables que se tienen en cuenta para calcular el índice son tres:

– Evolución de salarios cargo testigo de Docente con Antigüedad

– Índice de Precios al Consumidor Nacional (IPC Nación)

– Coeficiente de Variación Salarial (CVS) Nacional

Fuente: Ministerio de Educación

Fuente e Imagen: https://www.diariodecuyo.com.ar/economia/Autorizan-un-aumento-de-hasta-el-21-en-las-cuotas-de-los-colegios-privados-en-San-Juan-20210511-0010.html

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México: Un desafío que resultó en un fracaso: menos del 1% de los colegios privados han vuelto a clases presenciales

La mayoría de los docentes encuestados considera “irresponsable” volver a las aulas ante el riesgo de contagios

Alejandra Flores no está dispuesta a llevar a sus hijos al colegio aunque tenga que seguir pagando sus colegiaturas. “La situación por la pandemia sigue muy delicada y no creo que ningún padre quiera exponer a sus hijos ni a su familia a un contagio”, cuenta por teléfono la madre de dos hijos que acuden a un colegio privado en el Estado de México. A mediados del año pasado consiguió negociar un descuento en el pago de las colegiaturas, y ahora paga 1.800 pesos al mes (unos 86 dólares) por cada uno de sus hijos, ya que sus ingresos se han reducido debido a la crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus en el país.

El desafío que lanzó la Asociación Nacional de Escuelas Particulares (ANEP) a las autoridades educativas para regresar a clases presenciales el 1 de marzo ha resultado en un fracaso. De acuerdo con cifras de esta organización, fueron 348 institutos de educación privada los que abrieron sus puertas aunque solo la semana pasada declararon que unos 8.000 institutos, de preescolar a posgrado, estaban preparados para volver a clases.

“La idea era que empezaran a abrir escuelas de manera voluntaria al igual que los padres”, dice Alfredo Villar, director de la ANEP. De acuerdo con cifras de la SEP, se tienen registradas 46.675 escuelas de carácter privado, por lo que menos del 1% de los colegios se sumaron a este desafío a la Secretaría de Educación Pública (SEP).

“Es una irresponsabilidad absoluta regresar a clases”, considera Claudia Rodríguez, directora de una escuela preescolar en la alcaldía Álvaro Obregón, en Ciudad de México. “Esa asociación solo busca vender amparos o asesorías y confrontarse con las autoridades educativas”, dice mediante mensajes de texto. De acuerdo con la ANEP, por lo menos una veintena de colegios han recurrido a amparos judiciales para poder seguir impartiendo clases, tal como lo hiciera el selecto colegio Humanitree, propiedad de Ricardo Salinas Pliego.

El gremio de profesores y docentes de la educación privada en México está dividido. Mientras unos se muestran cautos sobre el regreso a las aulas, otros buscan con urgencia volver a las lecciones presenciales. Existen por lo menos unas cinco organizaciones en el país que agremian a maestros, padres y escuelas, y no todos comparten la misma opinión. La Confederación Nacional de Escuelas Particulares (CNEP), que agrupa a unos 3.500 colegios en el país, es una de esas organizaciones. Para María de Jesús Zamarripa Guardado, presidenta de esta organización, no hay ninguna prisa por regresar a clases. “El tal retroceso educativo que dicen no sé cómo es que lo midan, los alumnos no tienen un rezago, siguen aprendiendo desde sus hogares”, señala en entrevista.

EL PAÍS realizó un recorrido por varias escuelas particulares de Ciudad de México y ninguna de ellas ha recibido alumnos en la última semana. La propia Autoridad Educativa de la capital y la SEP reconocieron el esfuerzo de las escuelas que han seguido impartiendo clases a la distancia. “[La SEP] reiteró su llamado a que la reapertura de las instituciones escolares se realice conforme al semáforo epidemiológico, y con base en las indicaciones que emitan las autoridades tanto de Salud, como de Educación”, ha dicho la dependencia.

Para Zamarripa, existe una urgencia de muchos padres de familia que han visto mermados sus ingresos por la contingencia. “Atender a los alumnos en casa y el trabajo al mismo tiempo es complicado, por eso no dudamos que haya padres que consideren pesada esta situación”, dice la también religiosa.

Para los maestros disidentes, tener las escuelas cerradas es una violación a los derechos básicos de los alumnos. “El presidente ha dicho que está prohibido prohibir, por eso no pueden clausurarnos o multarnos, no queremos confrontación, sino evitar los retrasos de un año con las escuelas cerradas”, dice Alfredo Villar, presidente de la ANEP.

Fuente: https://elpais.com/mexico/2021-03-04/un-desafio-que-resulto-en-un-fracaso-menos-del-1-de-los-colegios-privados-han-vuelto-a-clases-presenciales.html

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¿Quién es responsable de la desconexión educativa?

Por: Contrahegemoniaweb


Está claro, la Pandemia profundizó los problemas de la educación que traíamos de arrastre. Llevamos un par de décadas viendo que la obligatoriedad de la educación, sin presupuesto, termina agregando presión en una escuela cada vez más contenedora.

Desde lo pedagógico vemos que la presión de los organismos que “orientan” las políticas educativas a nivel mundial – y de eso dependen muchos créditos, subsidios e inversiones – ha logrado su objetivo, gobierne quien gobierne. El consejo que bajan es claro, para la educación pública de los hijos e hijas de lxs trabajadorxs: menos contenidos es mejor (Menos es más), con la formación para un trabajo flexibilizado alcanza. Esto ha ido vaciando la escuela pública de los contenidos necesarios para construir un pensamiento complejo que pueda enfrentar los serios problemas de un sistema y una sociedad que hace agua por todos lados.

El resultado está a la vista de todes: Existe una educación privada para lxs hijxs de la élite que se propone para dirigir los destinos del país y otra pública, abandonada a su suerte, sólo sostenida con mucho esfuerzo todos los días por los y las docentes. Aunque la crisis está aumentando la matrícula de la escuela pública ya que una gran cantidad de familias no pueden sostener las cuotas en medio de la Pandemia, las diferencias subsisten.

Muchos de los problemas, paradójicamente, se hicieron visibles cuando dejamos de vernos docentes y alumnxs. Las cuarentenas extendidas y flexibilizadas dejaron al descubierto la desigualdad social, teniendo a la escuela como una caja de resonancia de los problemas socio-económicos. De la emergencia sanitaria pasamos a la devastación social en muchas de las casas de nuestrxs alumnxs. Pero, ¿Cómo mantener y sostener algo de educación a distancia, algo de continuidad pedagógica, algo de contención sin presencialidad?

Tener o no tener wifi, esa es la cuestión

Después de meses de poner el cuerpo y las cabezas (¡y nuestros bolsillos!) para sostener algún vínculo humano y pedagógico con nuestrxs alumnxs, la dura realidad nos va golpeando a todos y todas. Cada vez participan menos chicxs en las reuniones de zoom; reuniones con cuatro o cinco profes y sólo 3 alumnxs; menos visitas en el Classroom y menos actividades o tareas respondidas. La realidad es que más de la mitad de lxs alumnxs de la escuela pública, se quedaron en el camino.

¿De quién es la responsabilidad?

Hay muchxs docentes que después de darlo todo, y ante la presión de algunos equipos directivos, sienten una gran frustración: “Ya no sé más que hacer”. Como si la culpa de la desconexión fuera de ellxs.

Es que la campaña sistemática de responsabilizar al docente de los problemas que arrastra la educación terminan surgiendo efecto. Por eso en el centro del banquillo de los acusados, no están las constantes reformas inútiles aconsejadas por el Banco Mundial y sucedáneos (y nunca consultados con lxs propios docentes) ni los constantes lobbies privados que pujan por quedarse con una parte de la educación pública. Mirada como un negocio, se despoja de una educación laica, científica y gratuita a lxs hijxs de las familias trabajadoras de bajos recursos.

Y tampoco figura la responsabilidad del gobierno nacional y los gobiernos provinciales. Un gobierno que dijo de entrada, que su preocupación central era lxs más pobres, lxs más necesitadxs.

Mención especial al hablar de responsabilidades, la tiene la complicidad de los sindicatos oficialistas, más preocupados en no hacer olas que en defender los intereses de la comunidad educativa.

Los sindicatos docentes opositores a la conducción nacional y provincial, venimos denunciando y luchando desde las primeras semanas de la pandemia para que se garanticen los instrumentos y la conectividad de docentes, alumnos y estudiantes para garantizar la continuidad educativa.

Desde un primer momento, caracterizábamos que la situación socio-económica que ya era mala, después de una década de recesión económica y endeudamiento externo, se iba a agravar.

En el ámbito docente eso impactó en salarios congelados, pero sobre todo en una gran cantidad de cargos sin cubrir, por la ausencia de actos públicos. Esto profundizó la pauperización de una parte muy importante de docentes.

En las barriadas populares, muchxs trabajadorxs, incluso docentes, manda a sus hijxs a escuelas privadas. Allí encuentran a lxs mismos docentes de la escuela pública, pero con la mayoría de lxs alumnxs con conectividad, netbooks o PC en sus casas, clases por zoom casi diarias, posiblemente un acompañamiento mayor de un miembro de la familia y por ende otras respuestas a las actividades enviadas. Todo lo que no puede tener una casa que está por debajo de la línea de pobreza o ya en la indigencia. Esto no es una crítica a las familias que recurren a la escuela privada, sólo es la constatación de una realidad. Tampoco quiere decir que exista acto educativo en las privadas. Sin ida y vuelta, sin relación dialógica lo único que podremos hacer es mantener el “piloto prendido” para que no haya abandono.

El Estado, con sus subvenciones y convenios, pagando los sueldos de los docentes de escuela privada, sostiene la continuidad pedagógica de un sector de la población. Si el Estado quiere, pone plata para sostener la continuidad educativa. Cuando quiere, puede.

Nuestro reclamo de celulares con chip educativos con crédito, netbooks y wifi liberado para todes los integrantes de la comunidad educativa, son de vital importancia. La educación se muere si no hay fondos para garantizarla. De ahí, la insistencia de nuestro reclamo.

S , ó ́

En tiempos de educación a distancia, la diferencia la hace el tener o no tener los medios para estar conectados.

Eso el gobierno lo sabe. Que estén los fondos o no, depende de una decisión política. Y el gobierno ya decidió que los fondos vayan a pagar la deuda externa con los especuladores financieros tenedores de bonos y la del FMI.

¡Basta de hipocresía! ¡La deuda es con el pueblo!

Si de verdad les preocupa, ¡fondos para la educación!

¡Ningún docente sin trabajo, ningún estudiante sin docente! (Creación y cobertura de más cargos para que cada docente pueda atender un número reducido de estudiantes)

¡Datos y conectividad gratuita para docentes y estudiantes!

En SUTEBA  Multicolor y el Encuentro Colectivo Docente de la Provincia de Buenos Aires.

Fotografía: CONTRAHEGEMONIAWEB.

Fuente: https://contrahegemoniaweb.com.ar

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Las ventajas y desventajas de la escuela pública y privada en el próximo ciclo escolar

Sitúo el análisis en el ámbito estricto de la escuela y para el caso de la educación básica. Y lo expongo en los términos que indica el título, por una razón fundamental: desde nuestra perspectiva, en esta coyuntura educativa el análisis debe orientarse hacia el niño y el aprendizaje. Y este se va a desarrollar ya sea en la escuela pública o la escuela privada. Y en ambas instancias se tienen ventajas, así como desventajas; y esos elementos son claves para el padre de familia. Por tanto, la línea argumentativa en el presente artículo se ubica en estos parámetros. Y para tal efecto, iniciamos con el caso de la escuela pública.

Bajo las condiciones que se han expuesto hasta el momento, ¿qué ventaja tiene la escuela pública con respecto a la escuela privada en el próximo ciclo escolar? Si un padre de familia tiene a su hijo en una escuela privada y lo quisiera inscribir en una pública, la ventaja que tendría sería en el plano económico, por el tema de las colegiaturas. No obstante, nuestro punto de análisis no es ese, sino el proceso de enseñanza-aprendizaje. Y en este aspecto, hay más dudas que respuestas.

Me explico: en el artículo anterior, un servidor había adelantado algunas preguntas precisamente sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje. Y señalaba lo siguiente: ¿cuál va a ser el rol del docente en este modelo de educación a distancia? ¿Qué tipo de práctica docente va a desarrollar? ¿Cómo va a ser el proceso de retroalimentación a los alumnos y a través de qué medios? ¿Cómo va a verificar la autoridad educativa que se esté cumpliendo, en términos de aprendizaje, con los niños, niñas, adolescentes, que van a cursar el próximo ciclo a distancia? (Educación Futura, 10 de agosto del 2020). Amplío estas interrogantes con el siguiente análisis: en el proceso de enseñanza-aprendizaje, se tienen los siguientes aspectos fundamentales para el docente: 1) El proceso de diagnóstico, para saber en qué condiciones se recibe a los niños para el próximo ciclo escolar; 2) La planeación de los contenidos; 3) El planteamiento de los objetivos de aprendizaje; 4) La estrategia didáctica para la enseñanza de los contenidos; 5) El diseño del sistema de tareas; y 6) La evaluación de los aprendizajes. En estos aspectos el maestro estará siendo excluido en el modelo de educación a distancia que está planteando la SEP, porque -a como se observa – el proceso estará centralizado. Y eso tendrá costos importantes en el aprendizaje de los niños, porque prácticamente el docente entraría en el último eslabón de la cadena: en la evaluación.

Lo anterior lo afirmo, porque hasta el momento no se ha aclarado el rol didáctico que cumplirá el docente en el modelo de educación a distancia. Afino la pregunta: no se ha explicado cómo se va a vincular la figura del telemaestro -si me permiten la expresión-, con el maestro de grupo y el padre de familia. ¿Cómo se vincularán estas tres figuras en lo referente al aprendizaje del niño? Nada se ha dicho al respecto.

Agrego lo siguiente para clarificar el punto anterior: con el modelo de educación a distancia, al transformarse la dualidad tiempo-espacio en el que se desarrolla la clase, los maestros tienen que cambiar de forma sustantiva la planeación. ¿En qué aspectos? En primer lugar, al ser una educación a distancia, inexorablemente se tienen que seleccionar los contenidos que se le van a impartir al alumno de acuerdo con los objetivos de aprendizaje que se definan -vinculados con el perfil de egreso-. La educación a distancia, o no escolarizada -para utilizar la terminología de la SEP para educación superior-, es diametralmente distinta a la educación escolarizada. Por esencia, la educación no escolarizada implica una carga de contenidos más sintética que la educación escolarizada, por ende, requiere una selección cualitativa por parte del docente. Esto último no se va a poder realizar en la educación pública, debido a que ya estarán definidos los contenidos con anterioridad en los programas que se van a transmitir por televisión. En ese sentido, como lo señalamos en el párrafo anterior, el docente estará excluido.

En segundo lugar, lo ideal es que, para el modelo de educación a distancia, los docentes desarrollen un proceso de tareas integradoras para reducir la carga de trabajo a los niños -y, sobre todo, a los padres de familia- y no tareas por materias como ocurre tradicionalmente en la clase presencial. Esto tampoco va a poder desarrollarse con los alumnos, porque no hay condiciones para que los maestros trabajen un proceso de ese tipo.

En tercer lugar, si se considera el fenómeno migratorio que se va a presentar de la escuela privada a la escuela pública, no se tiene claro cuál va a ser la relación maestro-alumno para el próximo ciclo escolar; es decir, el número de alumnos que le va a tocar “atender” a cada maestro. Por simple sentido común, suponemos que esa relación se va a incrementar. Y la pregunta es: ¿qué va a hacer un maestro con un grupo de 50 alumnos o más, en un modelo de educación a distancia? Este punto es clave en referencia a los aprendizajes.

Integro un último punto: en un modelo no escolarizado, por definición el tema del aprendizaje recae de forma importante en el autoaprendizaje del alumno. Eso se puede desarrollar en el nivel universitario, no así en la educación básica. En este nivel educativo, necesariamente se debe acompañar el proceso de aprendizaje del niño. Y es aquí donde entra la figura del padre de familia. ¿Cómo le va a entrar el padre de familia a este proceso? Ojo: no es lo mismo culminar un ciclo escolar con un modelo improvisado de educación a distancia, que iniciarlo. Y en un escenario donde el modelo de educación a distancia se mantenga en todo el ciclo escolar, ¿cómo le van a hacer los padres de familia en todo ese tiempo? No se ha dicho nada. Por tanto, lo que hay es una gran incógnita.

Visto así, para el próximo ciclo escolar, la escuela pública nos ofrece más dudas que respuestas. Hay una nebulosa configurada en torno a un conjunto de preguntas. Y mientras no se aclaren estas interrogantes por parte de las autoridades educativas, las dudas se trocan en desventajas en lo referente a los aprendizajes de los niños.

En lo concerniente a las escuelas privadas, al hablar de desventajas, la mirada se orienta al tema de las colegiaturas, no en cuanto a los aprendizajes. Y cuando se señala esto último, se hace referencia a la baja calidad educativa. A lo anterior, bien vale señalar lo siguiente: Las escuelas privadas tuvieron un periodo de experiencia pedagógica y con ello están ajustando la planeación del próximo ciclo escolar, porque están ajustando las contradicciones internas que se presentaron a fines del pasado ciclo escolar.

En ese sentido, se observa una ventaja sustantiva con respecto a la escuela pública: las escuelas privadas van a desarrollar un modelo de educación a la distancia a través de las tecnologías. Ese proceso lo pueden desarrollar de manera interna, debido a que no operan en una lógica centralizada -como sí ocurre en la educación pública-. Y por ello, en lo referente al proceso de enseñanza-aprendizaje, tienen pleno control sobre la tarea didáctica que se va a desarrollar con los alumnos a través del docente. En ese sentido, cuando se presente el regreso a la clase presencial, el desfase de los aprendizajes será mucho menos pronunciado con respecto a los alumnos que cursaron el ciclo escolar en una escuela pública, porque el seguimiento va a ser más cercano con el alumno.

Por otra parte, las escuelas privadas tendrán la posibilidad de preparar el terreno para estar preparadas para un escenario de un modelo híbrido en la educación, sobre todo si se presentaran en el futuro otros fenómenos de pandemia. Un modelo híbrido que las propias escuelas podrían echar a andar en caso de que los niños se tengan que ausentar de la escuela una vez que se regrese al modelo presencial. Hasta antes de esta pandemia, si un niño se enfermaba y tenía que faltar a la escuela por motivos de salud, se perdía las clases, así como los contenidos observados durante ese tiempo. Con un modelo híbrido ese problema podría quedar solucionado. Y las escuelas privadas bien podrían hacerle frente a esa condicionante, y ello sería producto de esta experiencia que se va a vivir en el próximo ciclo escolar.

Así, si se expone en términos comparativos, se observan -hasta el momento- mejores condiciones en la escuela privada que en la pública. Y lo anterior es de suma preocupante si consideramos que la educación pública va a tener mayor peso en la matrícula por la migración que se va a presentar de la escuela privada a la escuela pública. Si antes de esta pandemia el rezago educativo de la escuela pública con respecto a la escuela privada -en educación básica- era importante -así lo indican las pruebas PISA y la prueba PLANEA-, con el siguiente ciclo escolar ese rezago se puede ampliar todavía más.

Entiendo que el gobierno federal está desarrollando un esfuerzo importante por sacar adelante el próximo ciclo escolar; pero se observa que se está trabajando por urgencias. O, en otras palabras, como señalamos en el artículo anterior: se garantiza el ciclo escolar, no así los aprendizajes.

Fuente: https://www.educacionfutura.org/las-ventajas-y-desventajas-de-la-escuela-publica-y-privada-en-el-proximo-ciclo-escolar/

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