Page 5 of 21
1 3 4 5 6 7 21

Libro(PDF): Ambiente, cambio climático y buen vivir en América Latina y el Caribe

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

Este libro es el resultado de la convocatoria lanzada por CLACSO en febrero de 2020 para el desarrollo de proyectos de investigación sobre «Ambiente, cambio climático y buen vivir en América Latina y el Caribe». Los ensayos presentados reúnen a más de veinte investigadoras e investigadores de ocho países latinoamericanos, que abordaron las temáticas propuestas desde diferentes perspectivas, considerando los vínculos entre el concepto de «buen vivir» y los fenómenos ambientales y económicos que están ocurriendo en todo el mundo, como el innegable cambio climático, y en particular en los países latinoamericanos, como el modelo extractivista de explotación de la naturaleza.

Autoras(es): Tatiana Cuenca Castelblanco. Letícia Larín. Juan Manuel Delgado Estrada. Luz Carina Durán Solarte. Cindy Vanessa Quintero Ramírez. Manuel Alejandro Henao Restrepo. Sara Latorre. Andrea Bravo. Marisabel García Acelas. Robert Adrián Quintero Leguizamón. Marisela Pilquimán Vera. Stepfanie Ramírez. Clarena Rodríguez Jaramillo. Melisa Argento. Ariel Slipak. Florencia Puente. Sarah Patricia Cerna Villagra. Agustín Carrizosa. María Irene Rodríguez. Stefannia Parrado Morales. [Autoras y Autores de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO.

Año de publicación: 2022

País (es): Argentina.

ISBN: 978-987-813-158-0

Idioma: Español

Descarga: Ambiente, cambio climático y buen vivir en América Latina y el Caribe

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2473&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1609

Comparte este contenido:

Ester Bonet: “Hay que mostrar a los niños que sus privilegios son fruto de la desigualdad que afecta a las mujeres”

Por: Pepa Agüera

Ester Bonet, lingüista especializada en el análisis del discurso desde la perspectiva de género y colaboradora en Wikimujeres, nos habla sobre la importancia de visibilizar a los referentes femeninos en la mayor enciclopedia virtual del mundo.

Según datos de la organización benéfica Inspiring Girls International, el 70% de las niñas ve de manera diferente su futuro laboral después de escuchar a mujeres referentes de distintos campos profesionales: así descubren con hechos y ejemplos que no hay límites para sus objetivos. Ver a mujeres artistas, científicas, cineastas, pintoras o astronautas en los libros, en la televisión y, sobre todo, en Internet es en muchos casos decisivo para su futuro. Pero, como cuenta Ester Bonet, “por desgracia, los libros de texto continúan siendo una fuente de referencias sesgadas y sitios como la Wikipedia redundan en el mensaje que las niñas reciben por todas partes”. La enciclopedia virtual es un sitio habitual de consulta del alumnado y, sin embargo, es también un espacio desigual: “Solo el 18% de las biografías son de mujeres”. El equipo de Wikimujeres, encabezado por Montserrat Boix y Ester Bonet, trabaja para disminuir esta brecha.

Pregunta: Tenéis como objetivo convertir la Wikipedia en un lugar más diverso y neutral, ¿qué hacéis para conseguirlo?

Respuesta: Básicamente participamos en eventos e impartimos talleres en los que damos a conocer la Wikipedia y la necesidad de que las mujeres colaboren en ella.  Se calcula que son solo un 10% de las personas que editan; no se sabe la cifra exacta porque solo se cuenta si te das de alta como usuaria y seleccionas la identidad femenina, y también se puede editar anónimamente.

Ester Bonet wikimujeres

La Wikipedia presenta una gran brecha de contenido: solo el 18% de las biografías son de mujeres. Así que cuantas más participemos en la edición, más podremos revertir esta brecha y, lo que es más importante, podremos añadir biografías de otros ámbitos como, por ejemplo, el científico, donde solo representan un 15%: de 307.623 biografías, solo 45.080 son de mujeres.

P: ¿Cuál de ellas os sorprendió más que no estuviera ya en la enciclopedia virtual?

R: Por ejemplo, la política y defensora de los derechos humanos Marielle Franco, que hasta que no fue asesinada no tuvo su entrada.

P: ¿Cómo de importante es que las niñas encuentren referentes en sitios como la Wikipedia? 

R: Es una fuente de consulta importantísima para el alumnado, muchas veces es la puerta de entrada al conocimiento y si la información que ofrece está sesgada, y este sesgo se va multiplicando tantas veces como se consulte. Por ejemplo, si miramos la biografía de Margaret Lindsay Huggins y la comparamos con su marido William Huggins, podemos ver la diferencia que existe.

Datos de Wikipedia de Margaret Huggins y William Huggins

P: Muchas generaciones han crecido sin ejemplos de mujeres científicas, matemáticas, filósofas, políticas… ¿En qué medida puede haber afectado esto a sus carreras? 

R: Ha afectado muchísimo, pues no tienen referentes. Su imaginario está lleno de estas mujeres que gustan a los hombres, modelos, actrices, cantantes… Por ejemplo, si consultamos la brecha de género por lo que respecta a las biografías de actrices vemos como el porcentaje se reduce. En el caso de las actrices pornográficas se revierte del todo y pasa a ser de un 88% de entradas.

Ester Bonet wikimujeres
Ester Bonet wikimujeres

Las niñas también reciben mensajes de lo que se espera de ellas según su género, como la maternidad y el cuidado del hogar. Así, las mujeres académicas o investigadoras, a pesar de ser mayoría en las etapas formativas, se van perdiendo a medida que ascienden en la carrera científica y son muchas menos que los hombres en las posiciones de mayor responsabilidad profesional, como profesoras titulares o catedráticas.

Es trabajo de quienes hacen crecer la Wikipedia buscar otras fuentes donde la realidad no sea sesgada y mostrar otras mujeres y otras maneras de vivir.

Ester Bonet

Por desgracia, la Wikipedia redunda en el mensaje que las niñas reciben por todas partes. Los medios de comunicación difunden un mensaje que la enciclopedia recoge, pues para escribir en ella necesitas tener fuentes de donde obtener la información y así se convierte en un espejo de la sociedad en la que vivimos. Es trabajo de quienes hacen crecer la Wikipedia buscar otras fuentes donde la realidad no sea sesgada y mostrar otras mujeres y otras maneras de vivir.

P: Hoy que es 8M, ¿qué se puede mejorar en el ámbito educativo para que tanto niños como niñas tengan acceso a una educación en igualdad de género? 

R: Los libros de textos continúan siendo una fuente de referencias sesgadas. Hay que pedir a las editoriales que dejen de editar copiando siempre los mismos errores. Hay que escribir explicando la historia de la mujeres en todas sus dimensiones. Si explicamos solo grandes hechos históricos como guerras y conquistas donde el hombre es siempre el protagonista, poco se hará a favor de la igualdad.

P: ¿Qué herramientas o actividades crees que deberían utilizar los docentes para concienciar al alumnado en este aspecto? 

R: No sé bastante sobre este tema, pero supongo que tomar conciencia de la desigualdad a la que se van a enfrentar las niñas cuando sean adultas puede ser una buena manera para pensar en recursos y estrategias. Y, sobre todo, también educar a los niños y mostrarles cómo sus privilegios son fruto de la desigualdad que se ejerce sobre las mujeres: “El trozo de pastel que les toca es mayor porque se comen la parte que les tocaría a las mujeres”.

“El trozo de pastel que les toca es mayor porque se comen la parte que les tocaría a las mujeres”

P: Para terminar, ¿crees que las alumnas ahora cuentan con más referentes? 

Supongo que sí que tienen más referentes, pero no les llegan filtrados, sino que son una mezcla de mujeres que triunfan por su belleza y las que triunfan por su esfuerzo.

P: ¿Qué se puede hacer para seguir mejorando?

Desde muy joven, la frase de Angela Y. Davis “he dejado de aceptar las cosas que no puedo cambiar. Estoy cambiando las cosas que no puedo aceptar” ha sido un referente y una motivación para avanzar. Creo que para mejorar hay que entender y enseñar que es posible cambiar aquello que no se puede aceptar.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/ester-bonet-wikimujeres/

Comparte este contenido:

Libro(PDF): Peregrinaciones de una paria y otros textos recobrados

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

La figura de Flora Tristán, escritora, viajera, defensora de los derechos de las mujeres, no solo sigue vigente, sino que sus aportes cobran especial actualidad en el presente contexto de luchas, reivindicaciones y debates acerca del rol de los feminismos y su relación con las desigualdades de clase. Autora de diarios de viaje, ensayos y una novela, Flora Tristán expresó en sus textos su mirada socialista e internacionalista, con propuestas a favor del divorcio y el acceso al trabajo y a la educación. Esta edición presenta una selección de sus escritos, no solo de su obra más conocida, Peregrinaciones de una paria, sino también de Paseos en Londres, Unión Obrera y El tour de Francia, que revalorizan su rol de pionera en observar y narrar los vínculos entre patriarcado y capitalismo, las esclavitud de las mujeres indígenas o la situación de las mujeres extranjeras en Francia.

Autoras(es): Virginia Vargas Valente. Diana Miloslavich Tupac. Francesca Denegri. Flora Tristán. [Autoras]

Karina Batthyány. [Presentación]

Editorial/Edición: CLACSO. Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán. Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Año de publicación: 2022

País (es): Argentina. Perú

ISBN: 978-987-813-133-7

Idioma: Español

Descarga: Peregrinaciones de una paria y otros textos recobrados

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=2467&orden=&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1606

Comparte este contenido:

Entrevista a la feminista española Nuria Varela «Estamos pagando muy caro el éxito del feminismo del 8 de marzo de 2018»

Fuentes: https://www.elespanol.com

La activista feminista, periodista y directora general de Igualdad del Principado de Asturias analiza la situación de las mujeres en la España del siglo XXI y recuerda que «las mujeres ni se compran, ni se vende, ni se alquilan».


Nuria Varela (Turón, 1967) lleva décadas siendo una de las voces –y plumas– más relevantes del feminismo en nuestro país. A sus espaldas deja libros tan reconocidos como Íbamos a ser reinas. Mentiras y complicidades que sustentan la violencia contra las mujeres (2002, Ediciones), Feminismo para principiantes (2005, Ediciones B), La voz ignorada (2012, Debate), Cansadas (2017, Ediciones B) o Feminismo 4.0 (2019, Ediciones B).

Después de liderar el gabinete del Ministerio de Igualdad creado por José Luis Rodríguez Zapatero en 2008 y dar clases de Comunicación, Políticas de Igualdad, Historia de la Teoría Feminista y Violencia de Género en la Universidad Complutense de Madrid, decidió volver a su tierra natal, Asturias.

Desde finales de 2019 ha tomado las riendas del Instituto Asturiano de la Mujer y de la Dirección General de Igualdad del Principado. Allí, el 25 de noviembre de 2020, creó el Centro de crisis para víctimas de agresiones sexuales, el primero en nuestro país en abrir sus puertas con atención 24 horas al día y 365 días al año.

Alguna vez ha dicho que se considera una mujer rebelde, pero ¿qué significa?

Ser rebelde significa analizar el mundo en el que vives, detectar lo que es injusto, detectar las mentiras que te cuentan y enfrentarte a ellas y remangarse para cambiarlas. Eso es ser una mujer rebelde. Es decir, ser feminista, básicamente.

¿Qué se siente siendo un referente del feminismo en este país? Porque, sabe, lo es para muchas.

Es complicado hasta que me hagan la pregunta. Pero siento mucho orgullo de ser feminista y me siento muy orgullosa de pertenecer a una larguísima genealogía de mujeres. Para mí la genealogía es muy importante y por eso cito tanto en mis libros y soy tan pesada con las mujeres jóvenes de que no empiecen por el final, sino por el principio. Creo que ahí está nuestra fortaleza y nuestra mayor rebeldía.

Frente al patriarcado, que siempre ha querido enfrentarnos, separarnos, pelearnos y rompernos, ha estado el feminismo, que siempre ha querido unirnos, trabajar juntas y sacar proyectos juntas. Me siento muy orgullosa de haber tenido la suerte de ser feminista y de todo el trabajo desarrollado, tanto por las mujeres que nos abrieron las puertas como por mi generación, como por todas las jóvenes.

«Ser una mujer rebelde es ser feminista, básicamente»

¿Están las generaciones más jóvenes a la altura de sus maestras en la lucha feminista?

Siempre he confiado absolutamente en las generaciones jóvenes y creo que, además, cada generación tiene sus retos y tiene sus dificultades y tiene sus preguntas a las que dar respuesta y, por supuesto, sus dificultades. El 8 de marzo de 2018 no hubiese sido posible si las generaciones jóvenes. Es un orgullo de las que ya tenemos un largo recorrido ver cómo empezaba en esos años previos al 2018 a surgir grupos feministas en los institutos de mujeres tan jóvenes con tanta conciencia de la profundísima desigualdad en la que vivimos, a pesar de todo el bombardeo que tienen, de mensajes que les dicen lo contrario, de tantas mentiras como les cuenta, de lo hipersexualizada que pretenden que estén desde las propuestas de ropa hasta las de ocio… y a pesar de todo eso, ver esos millones de mujeres jóvenes en España, miles de mujeres jóvenes en Asturias, concienciadas, juntas, saliendo a la calle, trabajando, peleando, proponiendo…

Por supuesto que están a la altura y han cogido el relevo. Pero del feminismo no se va nadie, porque ahí tenemos a nuestras mayores. Se han ido sumando todas las generaciones.

A finales del año pasado se hablaba de que se producen seis violaciones al día en España. ¿Realmente ha aumentado la violencia sexual o es que se está visibilizando más?

Es que esos titulares son falsos. ¿Y por qué son falsos? Porque no lo sabemos y quien diga que lo sabe, miente. No lo sabemos. Por un lado, se confunde –que no entiendo como a estas alturas se sigue confundiendo– la violencia denunciada con la violencia real. Que haya más o menos denuncias, en principio no es ni un buen ni un mal indicador. Porque que haya más o menos denuncias… ¿dónde se está hablando de que hay más o menos violencia? Por ejemplo, Asturias ha sido la comunidad autónoma donde más han aumentado las denuncias en el último año. No puede ser casualidad que sea la única que tiene un centro de crisis. ¿Eso significa que es donde más aumenta la vida sexual? Ya lo dudo.

¿Diría, entonces que tal vez que la labor de acompañamiento del centro de crisis produzca un incremento de denuncias?

En cualquier caso es lo que yo quiero pensar, pero tampoco lo sabemos. El mayor déficit que tenemos es en datos. O sea, una violencia tan poco denunciada, tan poco estudiada y tomada con tan poca preocupación socialmente y académicamente, es muy difícil saberlo. La lógica, el sentido común y la experiencia en el estudio de la violencia de género nos hacen pensar que cuando una violencia no se denuncia –partimos de una situación tan mala como un 8% de denuncias en toda España– y vemos un aumento de denuncias acompañado de un nuevo recurso, queremos pensar que es que ese nuevo recurso está dando confianza a las mujeres para denunciarlo más.

Pero todo esto hay que seguir estudiándolo y tenemos que seguir viéndolo. Ahora, lo que no hay que estudiar y lo que tenemos que evitar es confundir las denuncias con la violencia.

«Que haya más o menos denuncias, en principio no es ni un buen ni un mal indicador»

Entonces, ¿tenemos la intuición de que está aumentando la violencia sexual en los últimos años?

Tenemos esa intuición, pero es una intuición porque no lo sabemos realmente. Sí que vemos que está bajando la edad de la violencia. Vemos que está bajando la edad en el inicio de las relaciones sexuales. Vemos que se ha disparado el consumo de la pornografía en internet. Es decir, vemos una serie de indicadores, pero como no tenemos cifras con las que comparar, yo sería muy prudente. Lo que está claro es que tenemos mucha violencia sexual y tenemos mucha violencia sin denunciar. Eso es lo que me dice entre las estimaciones y la experiencia de un año en marcha del Centro de Crisis nos dice que incluso hay más necesidad de la que detectábamos cuando lo pusimos en marcha.

Eso lleva pasando muchos años, otra cosa es que en 2021 lo hemos visto porque se ha llevado al Congreso. Los grupos que no reconocen los derechos y la libertad de las mujeres, y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres llevan oponiéndose desde siempre. No quiero ni acordarme de lo que fue la redacción de la actual Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. ¡Teníamos manifestaciones con los obispos en la calle!

¿A qué responden estas situaciones?

Tiene que ver con una sociedad que parece que da retrocesos no sólo en igualdad, sino en respeto, que creo que al final es la base de esta. El auge de la ultraderecha es el auge del negacionismo y de la falta de respeto a los derechos y las libertades, a cosas y ámbitos que, si bien sabíamos perfectamente que no estaban completamente desarrollados, sí que pensamos que había un mínimo de juego democrático común. Es decir, que las reglas del juego democrático estaban claras, que pasan por el respeto y los derechos humanos.

Las sociedades más sólidas democráticamente, con un sistema de justicia y económico más sólidos también son las sociedades más igualitarias, que más respetan los derechos de las mujeres. O sea que la vida de las mujeres, el respeto a las mujeres y la igualdad entre mujeres y hombres es la prueba del algodón de las democracias.

Esto me recuerda a la nueva misoginia de la que habla en Cansadas. ¿En qué se diferencia de la del siglo XX?

Cuando escribí ese libro, la diferencia fundamental era lo sutil. La misoginia anterior era mucho más evidente, se presumía de esa misoginia. Y cuando escribí Cansadas, a lo que nos enfrentábamos era a una misoginia más sutil, en la que no daba prestigio ser misógino, pero se seguía siendo. Y tenía mucho que ver con que apruebes leyes estupendas, pero no hagas los procedimientos adecuados para que se cumplan, por ejemplo. O que hagas grandes planes de igualdad en la universidad, pero no pongas asignaturas, no cambies el conocimiento.

«La vida de las mujeres, el respeto y la igualdad entre mujeres y hombres es la prueba del algodón de las democracias»

Y ahora, ¿qué tipo de misoginia nos encontramos?

Lo que podemos ver en los ultimísimos años es que estamos pagando muy caro el éxito del feminismo del 8 de marzo de 2018. La demostración de fortaleza, de seriedad, de agenda política y de compromiso que se visibilizó en todo el mundo el 8 de marzo de 2018 ha provocado una reacción patriarcal fortísima y no sólo por la ultraderecha, sino por muchos otros agentes, también de izquierda.

Hay dos procesos que habría que estudiar. Por un lado, cómo hay demasiada gente queriendo coger el potencial político del feminismo demostrado en las calles. Por otro, la cantidad de gente que está tremendamente asustada con ese potencial político.

Cómo ya escribió Susan Faludi en Reacción (2006, Anagrama), no es que el feminismo hubiese conseguido la igualdad, es que por primera vez pareció que la podíamos conseguir. La reacción patriarcal, la misoginia, está siendo insoportable también desde ámbitos que nunca esperábamos.

¿Como cuáles?

Desde una izquierda curiosamente mucho más apegada a las identidades que a la agenda de la igualdad, a  ámbitos económicos que nunca se habían pronunciado, pero que ahora están beligerantemente en contra de la igualdad, porque están haciendo muchísimo negocio tanto de la capacidad reproductiva de las mujeres como de los cuidados gratuitos que hacen las mujeres. También la industria farmacológica… Hay muchísimos ámbitos, incluso algunos que a lo largo de historia habían sido aliados y de pronto están siendo beligerantes en contra de los derechos de las mujeres, especialmente en contra de los derechos de las mujeres pobres, que son las que sacan más rendimiento económico.

 «La demostración de fortaleza, de seriedad, de agenda política y de compromiso que se visibilizó el 8-M de 2018 ha provocado una reacción patriarcal fortísima»

¿Se refiere a maternidad subrogada?

Y no sólo eso, también la donación de óvulos. Es que no es sólo un fenómeno, es toda una industria.

Parece que hay un debate abierto en materia de gestación subrogada en nuestro país.

No hay gestación subrogada. La gestación no se puede subrogar. La misma expresión es vergonzosa. Es que ni siquiera son vientres de alquiler, porque un vientre no es independiente. Un vientre no gesta sólo, son madres de alquiler. Yo lo tengo muy claro, y el Gobierno de Asturias siempre se ha pronunciado al respecto, las mujeres ni se compran y ni se venden, ni se alquilan. Son cosas muy básicas.

Ocurre lo mismo con la prostitución, ¿no?

Es que la prostitución es otra gran industria, es el patriarcado. Toda nuestra historia y nuestra cultura están construidas sobre la desigualdad y el abuso económico, social, político y reproductivo de las mujeres. Acabar con el patriarcado no sólo significa cambiar toda una cultura, sino un sistema económico. No son guerras culturales, son guerras económicas muy serias.

¿Qué les diría a los que dicen que la legalización de la prostitución mejoraría la vida de algunas mujeres?

No voy a entrar en ese debate. Ya lo he resumido: las mujeres ni se compran, ni se venden, ni se alquilan.

«No hay gestación subrogada. La gestación no se puede subrogar. La misma expresión es vergonzosa»

Otro gran debate que parece dividir el feminismo es el de las realidades trans. ¿Hay una brecha?

Eso nos llevaría un año tratarlo. Para resumirlo, el feminismo no es una teoría de la identidad; el feminismo es una teoría política. El feminismo siempre ha debatido, su fortaleza es el debate hasta el agotamiento. Todos los debates son bienvenidos y yo creo que nos fortalecen mucho, pero hay mucho falso debate.

Creo que el debate en el feminismo siempre ha sido bueno, siempre lo hemos hecho y, como digo, nuestra fortaleza es el ser capaces de hablar, de argumentar, de contraargumentar y de pensar, de escribir, de debatir y de hacer propuestas claras que han ido cambiando el mundo.

Ahora que nos encontramos con mucho falso debate, porque tampoco creo que haya mucho debate interno. Lo que hay es mucho ruido. Y desde luego, lo que está claro es que el feminismo no es una teoría de identidad. Se pretende abrir un debate sobre el feminismo como identidad, y eso es un falso debate. Vuelvo a decirlo: no es una guerra cultural, es una guerra económica.


Fuente: https://www.elespanol.com/mujer/protagonistas/20220206/nuria-varela-pagando-caro-exito-feminismo-marzo/647935225_0.html

Comparte este contenido:

Libro(PDF): El despertar chileno. Revuelta y subjetividad política

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

El 18 de octubre de 2019 los chilenos abrieron otro capítulo de una larga lucha que prometieron llevar hasta que la dignidad se haga costumbre. Este volumen colectivo que conjuga palabra escrita, imagen y poesía se inscribe en un intento por tratar de documentar, visibilizar y analizar las dimensiones no solo políticas, sino también expresivas, creativas y profundamente subjetivas de dicho estallido ciudadano, social y democrático. Sus capítulos componen una polifonía de voces que asumen el desafío de escribir sobre la revuelta del 18-O desde diferentes perspectivas y posiciones disciplinares. Abordando múltiples expresiones, que van desde la participación de jóvenes y mujeres, el rol de las redes sociales y las prácticas artivistas, hasta la inclusión de una historieta, fotografías y un poemario que emergieron al calor de la revuelta, este libro se configura como un genuino artefacto cultural que interroga el contexto, los efectos políticos y los procesos de transformación subjetiva, a nivel personal y colectivo, producto de la revuelta.

Autoras(es): Ximena Goecke. Karla Henríquez. Raúl Zarzuri Cortés. Rodrigo Ganter Solís. [Compiladores]

Violeta Montero Barriga. Katia Valenzuela. Alejandro Tsukame. Julio Cortés Morales. Carlos Reyes. Augusto Mora. Mónica Salinero. Javiera Briones Bello. Catalina Mendoza Riquelme. Óscar Basulto Gallegos. Sebastián Fuentealba González. André Álvarez Oliva. Paula Jeria Tapia. Ximena Goecke. Karla Henríquez. Raúl Zarzuri Cortés. Rodrigo Ganter Solís. [Autores de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO. Universidad de Concepción. Universidad Bernardo O`Higgins. Universidad Academia de Humanismo Cristiano.

Año de publicación: 2022

País (es): Argentina.

ISBN: 978-987-813-094-1

Idioma: Español

Descarga: El despertar chileno. Revuelta y subjetividad política

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2464&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1601

Comparte este contenido:

“Hay un retroceso en el sistema de garantías de derecho de las mujeres”, dice abogada Fátima Ortiz

Por: Wiliam A. Hernández / @walexhernan

Todos los 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha que algunos aprovechan para reflexionar y analizar sobre el rol de la mujer en la sociedad salvadoreña. Otros, simplemente son indiferentes.

Hay una realidad en El Salvador y es que, pese a existir una serie de normas y leyes para proteger a la mujer salvadoreña, sigue existiendo una gran deuda de la sociedad y seguimos viendo casos de violencia, feminicidios, acosos, ataques en redes sociales y otras acciones en contra de ellas.

El Diario de Hoy habló con Fátima Ortiz, una feminista, abogada y defensora de derechos humanos sobre el avance o retroceso que ha tenido el país en materia de protección de los derechos de la mujer. Estas fueron sus respuestas:

¿Qué tanto ha avanzado El Salvador en materia de respeto a los derechos de la mujer?

Después de la aprobación de la LEIV (Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres) y Ley de Igualdad más que avances hay retrocesos en asignación de presupuestos asignados al sistema de garantía de los derechos humanos de las mujeres, además que se mantienen los feminicidios, desapariciones de mujeres.

La situación de las mujeres no ha mejorado.

Por los casos de femicidio, de mujeres desaparecidas, abusadas y por los índices de inseguridad contra ellas, cientos de salvadoreñas alzaron su voz durante la conmemoración del Día Internacional de la Mujer

¿Ha disminuido la brecha entre mujeres y hombres?

No, al contrario, se ha acrecentado, agravada por la pandemia donde muchas mujeres tuvieron que abandonar sus trabajos remunerados y cargar además con los cuidados del hogar donde al no ser compartidos, no les permite su desarrollo académico y laboral.

¿Qué significa el 8 de marzo?

Es un día para reivindicar los derechos conquistados en la historia, exigir su cumplimiento y además acompañar las luchas actuales de las mujeres, sus demandas, sus exigencias como es el caso de las madres de las personas desaparecidas, víctimas de trata, trabajadoras despedidas injustificadamente y que son cabezas de familia.

Desde que se aprobó la Ley de Violencia contra la Mujer, en lugar de disminuir los casos de violencia y feminicidios, vemos más. ¿Qué está pasando?

El sistema patriarcal, desigual para las mujeres no ha cambiado, la cultura machista y violenta persiste de ver a las mujeres como objetos y no somos sujetas de derechos.

Mantiene algunas como las que ejecuta ISDEMU pero que no llegan a ser suficientes, las que se mantienen son las que tienen que ver con la atención a casos de violencia.

¿Hay programas de apoyo a favor de las mujeres?

¿Qué hacer ante un caso de agresión a una mujer?

Primero apoyar a las mujeres, no juzgarlas y acompañarlas si desean denunciar, además que pueda ir a atención psicológica para superar la crisis, las organizaciones de mujeres tienen estos servicios gratuitos. También acudir directamente a la Fiscalía General para la denuncia y muy recomendable acudir también a la Procuraduría de Derechos Humanos, a la Unidad de la Mujer.

“La actual primera Dama tiene una visión limitada y tradicional de los problemas que tenemos las mujeres, no basta su iniciativa de “Nacer con cariño” que tiene una visión de familia tradicional y además romantiza la maternidad”. Fatima Ortiz, .

¿Qué opina del rol que está desarrollando la primera Dama de la República?

La figura de la Primera Dama en El Salvador como en otros países del mundo está mal utilizada, automáticamente llegan a administrar fondos púbicos, programas y políticas solo por ser esposas de los presidentes sin contar con preparación técnica y sin estar incluidas en la administración pública.

La actual Primera Dama tiene una visión limitada y tradicional de los problemas que tenemos las mujeres, no basta su iniciativa de “Nacer con cariño” que tiene una visión de familia tradicional y además romantiza la maternidad en un país donde hay número alarmante de embarazos en adolescentes por violación.

¿Espera algo de ella?

Tiene una gran responsabilidad de hacerlo, está, aunque no quiera en un puesto privilegiado cerca del poder y además maneja fondos públicos para financiar proyectos estratégicos para las mujeres, después de unos años se arrepentirá de no hacer algo por la mayoría, ella no es una aliada para nosotras.

Fatima Ortiz

Preparación:

Abogada, defensora de derechos humanos y feminista.

Cargos:

Coordinadora Nacional del eje de “Atención a Víctimas“ de las políticas de Justicia, Seguridad Pública y convivencia (2009-2019) y del Plan El Salvador Seguro.

Fundadora de la Dirección de Atención a Víctimas del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública.

Directora de Atención a Víctimas, Ministerio de Justicia y Seguridad Pública (2009-2019).

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/abogada-fatima-ortiz-hay-un-retroceso-en-el-sistema-de-derecho-las-mujeres/933923/2022/

Comparte este contenido:

Sobre los orígenes socialistas del Día Internacional de la Mujer

Por Temma Kaplan
Traducido del inglés por Sebastián Risau

Recuperamos este artículo de 1985 que pretende acabar con los mitos edulcorados sobre el origen del Día Internacional de la Mujer.

Introducción de Claire G. Moses, directora de Feminist Studies

Cada 8 de Marzo cuento en mis clases de Estudios Feministas la historia del Día Internacional de la Mujer. Es una historia que me han contado muchas veces, y que por ello conozco bien. En 1857, una manifestación espontánea, llevada a cabo por las trabajadoras textiles de Nueva York que protestaban por los bajos salarios, la jornada laboral de doce horas y la creciente carga de trabajo, fue brutalmente dispersada por la policía. Muchas mujeres fueron arrestadas y algunas fueron pisoteadas por la multitud. Cincuenta años después, en el aniversario de esa movilización, se instituyó en su memoria el Día Internacional de la Mujer. Mis estudiantes responden a esta historia con una emoción muy cercana a la gratitud. Usualmente el 8 de Marzo coincide con el momento del semestre en el que más sienten el peso de la opresión de la mujer: están hambrientas por el conocimiento de la resistencia de las mujeres. Las trabajadoras textiles de Nueva York suplen esa necesidad de antecesoras heroicas.

Por eso, fue con cierta ambivalencia, interés académico mezclado con desconfianza política, que leí en la revista francesa feminista La Revue d’en face (12, 1982, pp 67-80) el artículo de Liliane Kandel y Francoise Picq, «Le Mythe des origines, A propos de la journée internationale des femmes.» ¿El mito de los orígenes? ¿Nunca había existido un evento como nuestra manifestación de 1857? Efectivamente, según Kandel y Picq, la manifestación de la obreras textiles de Nueva York en 1857 es una leyenda nacida en 1955. En su esclarecedor artículo ellas especulan sobre el origen de la «leyenda de 1857», sobre la probabilidad de que, en 1955, resultara muy oportuno «separar el Día Internacional de la Mujer de su historia soviética, para darle un origen más internacional, más antiguo que los bolcheviques, más espontáneo que la decisión de un Congreso, o la iniciativa de mujeres afiliadas al Partido, y que la fecha de 1857 haya sido elegida como tributo a Clara Zetkin, nacida ese año.»

Intrigadas por esta revisión de nuestro registro histórico, las editoras de Feminist Studies le pedimos a Temma Kaplan, de quien conocíamos sus estudios sobre rituales y días festivos socialistas, que nos proporcionara un registro más verdadero sobre el origen del Día Internacional de la Mujer. El meticuloso análisis de Kaplan sobre el nacimiento del Día Internacional de la Mujer demuele un mito en el cual muchas de nosotras nos apoyábamos para interesar a nuestras estudiantes. Ellas, que consideraban inspiradora la idea de una manifestación espontánea, seguramente extrañarán la leyenda de 1857. Pero en los ’80, cuando mejor necesitamos entender la efectividad de la resistencia organizada ¿no corresponde acaso que nos inspiremos no sólo en las manifestaciones espontáneas, sino también en las mujeres que se embarcaron en luchas de largo aliento y que crearon rituales para sostener esa lucha frente a una oposición implacable?

Sobre los orígenes socialistas del Día Internacional de la Mujer

Temma Kaplan

Una de las formas en que los socialistas y los anarquistas del siglo XIX intentaron establecer tradiciones comunales y seculares fue a través de los días festivos. Incluso en España, los izquierdistas celebraban festivales el 14 de julio, aniversario de la Toma de la Bastilla, porque esa fue la fecha más revolucionaria del calendario europeo hasta la Revolución Rusa. Los socialistas eligieron esa fecha para reunirse en París en 1889 para organizar la Segunda Internacional, una asamblea de partidos socialistas, sindicatos y clubes políticos. Con frecuencia, como ocurría con la conmemoración de la Comuna de París en cualquier día entre el 18 y el 28 de marzo, las fecha de los días festivos variaba. En el fondo lo que realmente importaba no era tanto la fecha sino la solidificación de un sentimiento de comunidad [1].

El primer Día Internacional de la Mujer (en singular) [actualmente es plural en inglés. N del T] se celebró el 23 de febrero de 1909 en Estados Unidos. Al igual que el Día del Trabajo, que tiene una historia parecida, el Día de la Mujer comenzó como un medio para unir a la comunidad popular alrededor de una serie de metas comunes. Originalmente ambos días festivos tuvieron lugar en domingos, para que la gente no perdiera un día de trabajo. Sin embargo, ambos quedaron fijados en fechas específicas porque los eventos históricos se impusieron a los manifestantes [2].

Curiosamente, una historia apócrifa emergió en los círculos comunistas franceses durante la década de 1950. Supuestamente, una huelga de obreras textiles de Nueva York el 8 de marzo de 1857 fue brutalmente reprimida, lo que condujo a una movilización para conmemorar su 50° aniversario en 1907. Ninguno de los eventos parecen haber tenido lugar, pero muchos europeos piensan que el 8 de marzo de 1907 inauguró el Día Internacional de la Mujer. Algunas feministas francesas ven este mito como un nuevo capítulo en la discusión de larga data entre feministas y comunistas sobre si las mujeres tienen otros derechos más allá de los que tienen como trabajadoras [3].

La historia real del Día Internacional de la Mujer no puede ser separada de la vida política de Clara Zetkin. Ella asistió a la reunión de 1889 en París en la que se creó la Segunda Internacional. En ese momento los izquierdistas allí reunidos acordaron una manifestación para el Día del Trabajo en la que reclamarían por la jornada de 8 horas y por poner límites al trabajo de mujeres y niños, puntos promovidos por Zetkin. Como editora entre 1890 y 1925 de Gleichheit [Igualdad], el periódico femenino del partido Social Demócrata alemán, ella promovía los intereses de las mujeres trabajadoras. Aunque Zetkin se oponía con virulencia a las feministas dentro y fuera del partido, trató de familiarizar a los socialistas con las condiciones de las mujeres trabajadoras. Después de la guerra se hizo comunista, y llevó la propuesta del Día Internacional de la mujer a la Tercera Internacional, en 1922 [4]. A partir de ese momento, el Día Internacional de la mujer se trasformó en un día festivo comunista. Desde finales de los 60 las feministas han revitalizado la celebración, infundiéndole un nuevo significado.

Muchas mujeres socialistas en Europa y en Estados Unidos reforzaron su compromiso con el internacionalismo en los años previos a la Primera Guerra Mundial. El 17 de agosto de 1907, justo antes de la reunión de la Segunda Internacional en Stuttgart, hubo un encuentro de mujeres asociadas al socialismo. Lideradas por Clara Zetkin y Louise Zietz, estas socialistas se comprometieron a luchar por la igualdad en todos los aspectos de la vida, y debatieron sobre manifestarse para publicitar sus objetivos [5].

Tanto en los Estados Unidos como en Europa las socialistas quedaron en un segundo plano respecto de las sufragistas, ya que consideraban a los derechos políticos de las mujeres como subordinados al avance económico de la clase obrera masculina. En todo el mundo la izquierda había asociado el voto femenino con el conservadurismo y Estados Unidos no era una excepción. Sin embargo, las mujeres de la Segunda Internacional consiguieron finalmente el apoyo de sus camaradas para la campaña por el sufragio, antes de la Primera Guerra Mundial. En 1908, el Partido Socialista de Estados Unidos creó el Comité Nacional de Mujeres por el Sufragio y les pidió que organizaran manifestaciones. Ansiosas por empezar, la rama Número 3 de la Sociedad Social Demócrata de Mujeres, de Nueva York, organizó una reunión masiva por el sufragio femenino, el 8 de marzo de 1908 [6].

Las Socialistas de Estados Unidos declararon el último día de febrero como Día Nacional de la Mujer. El 23 de febrero de 1909, la asamblea principal se celebró en Nueva York, en el Liceo Murray Hill, en la esquina de la Tercera Avenida y la Calle 34. Dos mil personas escucharon a Leonora O’Reill y otras explicar los principios de la igualdad de derecho y exigir el voto para las mujeres. En la asamblea del Liceo del Trabajo de Brooklyn se recitó «El Dios de Oro», seguido de cantos religiosos. Charlotte Perkins Gilman se dirigió a la congregación de la iglesia Parkside, en Brooklyn, junto a la secretaria de la Hermandad Cristiana Socialista. «Es cierto que el deber de una mujer está centrado en su hogar y en la maternidad”, dijo Gilman, pero también que «como hogar debería entenderse todo el país, y no estar confinado a tres o cuatro habitaciones, o a una ciudad, o a un estado.» [7]

La movilización del año siguiente en Nueva York se produjo el 27 de febrero de 1910, y se abrió con una asamblea en el Carnegie Hall. La audiencia cantó la Marsellesa, y luego Rose Schneiderman, Charlotte Perkins Gilman, y Metta I. Stem explicaron cómo las socialistas alemanas habían marcado el camino en Stuttgart en 1907 al exigir la igualdad económica para las mujeres y el derecho al voto [8].

Las socialistas de Estados Unidos inauguraron el Día Internacional de la Mujer con su Día Nacional de la Mujer en 1909, mientras que las europeas lo hicieron en 1911. Un patrón similar se había dado con el Día del Trabajo, introducido en 1886 por los Caballeros del Trabajo [organización presindical del movimiento obrero, N del T], que sin embargo no fue adoptado por los europeos hasta 1890. En la Asamblea de Mujeres que precedió a la Asamblea General de la Segunda Internacional en Copenhague, en 1910, Louise Zetz sugirió que al año siguiente se celebrara un día Internacional de la Mujer, y Clara Zetkin apoyó esta moción, pero nunca se fijó una fecha [9].

El 18 de marzo de 1911, en el 40° aniversario de la Comuna de París, se celebró en Europa el primer Día Internacional de la Mujer, para publicitar la necesidad de derechos para la mujeres y el sufragio. Sin embargo, en Estados Unidos las mujeres continuaron movilizándose el último domingo de febrero.

En una rara muestra de solidaridad, las socialistas de Boston les propusieron a las sufragistas movilizarse juntas hacia las audiencias por el sufragio el 23 de febrero de 1911. Las mujeres organizaron una manifestación al aire libre, y una asamblea en Ford Hall. Después de juntarse en Park Square, llegaron a la sala de audiencias y se encontraron con que no había lugar suficiente para todas ellas. Inspiradas por las sufragistas, todas estaban vestidas de blanco y llevaban diferentes banderas según sus opiniones políticas, pero las socialistas superaban en número a las sufragistas. La periodista del Periódico de la Mujer (el órgano oficial de la Asociación Nacional de Sufragistas de Estados Unidos) admitió que «las socialistas parecen ser las únicas en tomarse la cosa tan en serio como para marchar por la causa» [10].

En Nueva York, la asamblea por el Día Internacional de la Mujer de 1911 se celebró en la noche del sábado 25 de febrero en el Carnegie Hall. El discurso principal, a cargo de Bertha Fraser, elogiaba la incapacidad de combatir como una cualidad positiva para la ciudadanía. «Otro argumento contra las mujeres es que no pueden ser soldados. Y que además, cuando consigan el voto, lo usarán para hacer imposible la guerra.» [11]

En la primera celebración europea del Día Internacional de la mujer, el 18 de marzo de 1911 las mujeres marcharon por la Ringstrasse de Viena, llevando pancartas que incluían banderas rojas conmemorando a los mártires de la Comuna de París. Las mujeres se detuvieron frente al mercado de las flores y manifestaron a favor del sufragio femenino. A lo largo de todo el imperio austro-húngaro hubo 3000 manifestaciones de mujeres.

En ese día de 1911 los delegados socialistas en el parlamento austríaco defendieron abiertamente la igualdad de la mujer y el sufragio femenino por primera vez [12], renunciando de esa manera, al menos de palabra, a la persistente oposición socialista al voto de las mujeres. Pero justo cuando algunos socialistas estaban empezando a apoyar el voto femenino, la guerra acabó con toda posibilidad de reforma social durante cinco años.

Durante el primer invierno y la primavera de la Primera Guerra en 1915, las mujeres comenzaron a pasar a la acción. Proclamaron sus derechos como esposas, madres o amas de casa tanto en el dominio público como en el privado, para interceder allí donde los líderes políticos se mostraban incompetentes. El Día Internacional de la Mujer era una buena oportunidad. En Nueva York hubo muchas celebraciones de este día, como aquella en la que habló Juliet Stuart Poyntz, profesora adjunta de economía, graduada en el Barnard College [13,14]. La socialista Marian Craig Wentworth escribió una una obra de teatro en la que las mujeres se oponían a parir hasta que fuesen integradas a los consejos de guerra. Una foto en la revista New York Call mostraba a una madre y su hijo con un fondo destruido por la guerra. En el pie de la foto se preguntaba si las mujeres votarían por esto si tuvieran el voto [15].

En Berna (Suiza) Clara Zetkin reunió a mujeres socialistas de países en guerra y neutrales para manifestarse contra la guerra. Para las que venían de países beligerantes, eso significaba una traición contra sus países y partidos. Las mujeres que marcharon el 7 de marzo de 1915 no apoyaban a sus países ni del Este ni del Oeste. Llamaban a una «reconstitución de la Segunda Internacional», que había colapsado bajo el peso de los nacionalismos en 1914, pero no pedían por una Tercera Internacional, como los exilados rusos bolcheviques querían que hicieran. Para eso, los bolcheviques organizaron otra asamblea a principios de septiembre de 1915 en Zimmerwald, cerca de Berna, donde se formó el embrión de la Tercera Internacional [16].

Las socialistas de Berna volvieron a sus países con un manifiesto que distribuyeron clandestinamente. Estaba dirigido «A las mujeres del proletariado», y preguntaba, «¿Donde están vuestros maridos? ¿Donde están vuestros hijos?» Declaraba también que «los trabajadores no tienen nada que ganar con esta guerra. Y tienen todo para perder, todo, todo lo que les es caro.» El manifiesto exhortaba a las mujeres a pasar a la acción para ganar la paz.

Cuando la socialista francesa Louise Saumoneau salió de la cárcel, dos meses después de haber sido detenida por distribuir el manifiesto en Francia, descubrió que su sobrino favorito, de izquierda, había muerto en la guerra. Como siempre respondía a la pena con acciones, escribió su panfleto como una forma de llorarlo. En él, se lamentaba (amargamente) de que «hace 16 meses, nosotras las madres, las esposas, las hermanas de aquellos que partieron (…) manteníamos, a pesar de nuestra pena, la esperanza de que este ser tan querido para nosotras regresaría en buenas condiciones. Ni una sola de nosotras podía admitir que ese joven robusto que habíamos acompañado a la estación de tren no volvería nunca. Desde entonces, ¡ay! cuántas mujeres están llorando…» [17]

La guerra continuó a pesar de todos los esfuerzos de las mujeres, pero también continuó la celebración socialista del Día Internacional de la Mujer. Las socialistas neoyorquinas aplaudieron a la Liga contra los Altos Precios, que forzó a los municipios a establecer controles de precios sobre los carniceros Kosher, llamando a apoyar el derecho de las mujeres a alimentar a sus familias.

La guerra causó una escasez mucho peor entre las naciones beligerantes de Europa. Para enero de 1917, en Italia el precio de la harina había aumentado un 88%, el del vino un 144% y el de la papa un 131%, respecto de los precios de 1910 [18]. En el Día Internacional de la Mujer, el 23 de febrero de 1917, las socialistas de Turín colocaron afiches dirigidos a las mujeres, en los barrios obreros. En ellos se leía: «¿No ha causado ya demasiados tormentos esta guerra? Ahora la comida para nuestros niños ha comenzado a escasear. Es tiempo de que actuemos en nombre de la humanidad que sufre. Nuestro grito es: ¡Bajen las armas! Somos parte de la misma familia. Queremos paz. Debemos demostrar que las mujeres pueden proteger a quienes dependen de ellas.» [19]

La más dramática de las celebraciones del Día Internacional de la Mujer ocurrió en 1917, en Rusia. Bajo la dirección de la feminista Alexandra Kollontai, las mujeres rusas habían comenzado en 1913 a celebrar ese Día al estilo americano, con una movilización durante el ultimo domingo de febrero. En 1917, el principal reclamo de sus protestas era contra la degradación de sus condiciones de vida. Los alquileres habían aumentado a más del doble en San Petersburgo (rebautizada Petrogrado) entre 1905 y 1915, Los precios de los alimentos, en particular de la harina y del pan, habían aumentado entre 80 y 120% en la mayoría de las ciudades europeas. El precio de la libra de pan de centeno, componente básico de la dieta obrera en Petrogrado, había aumentado de 3 kopeks en 1913 a 18 kopeks en 1916. Hasta el jabón había aumentado un 245% en 1917 en Petrogrado [20]. Los comerciantes especulaban con los granos, el combustible y la carne, mientras que las fábricas cerraban por falta de energía eléctrica para funcionar. Los asalariados, tanto hombres como mujeres, iban a la huelga para enfrentar los despidos. Entre enero y febrero de 1917 se movilizaron mas de medio millón de trabajadores rusos, la mayor parte de ellos en Petrogrado.

Aprovechando la ocasión del Día Internacional de la Mujer (celebrado el 23 de febrero del calendario juliano, que correspondía al 8 de marzo en occidente [21]) las mujeres encabezaron una gran manifestación, partiendo de las fábricas y de las filas de reparto de comida. Los obreros metalúrgicos, hombres en su mayoría, se unieron a ellas, a pesar de que los bolcheviques consideraban que la movilización de las mujeres era precipitada.

El 25 de febrero, dos días después del comienzo de la insurrección de las mujeres, el zar le ordenó al General Khabalov, del Distrito Militar de Petrogrado, que aplastaran la revolución de las mujeres, disparando si era necesario. Khabalov resumió así el problema que tienen las autoridades cuando se enfrentan a las demandas de las mujeres: «cuando ellas decían «Dennos pan», les dábamos pan, y la cosa terminaba ahí. Pero cuando decían «¡Abajo la autocracia!» ya no podíamos aplacarlas con pan» [22]. Así comenzó la revolución de Febrero en Rusia. Para el 12 de marzo (27 de febrero en el calendario juliano), el zar Nicolás II ya había sido forzado a abdicar. El gobierno provisional, formado para conducir el país hasta la elección de una asamblea constituyente, fue el primer gobierno de una gran potencia en otorgar a las mujeres el derecho al voto [23].

Los eventos de 1917 en Rusia fijaron la fecha de la celebración del Día Internacional de la Mujer en el resto de Europa, a partir del año siguiente. Ya hacia el fin de la guerra, el 8 de marzo de 1918, las austríacas celebraron en las calles el Día Internacional de la Mujer. A pesar de que las manifestaciones estaban prohibidas, tres mil mujeres marcharon a lo largo de la Ringstrasse, pasando por el Parlamento y por el Palacio de justicia. También hubo otras manifestaciones en el resto del imperio austro-húngaro. Como lo explicó Adelheid Popp, líder de las socialistas austríacas, las mujeres intentaban mostrar, como esposas y como madres, su aversión por la guerra y sus demandas por la paz [24].

Con la ayuda de Clara Zetkin, Lenin declaró el Día Internacional de las Mujeres como un día festivo Comunista en 1922, cuando los comunistas chinos comenzaron a celebrarlo. En España, luego de la victoria de la lista del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, la Pasionaria, una de las dirigentes del Partido Comunista Español, condujo a miles de mujeres para manifestarse en Madrid el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, para exigir la protección de la república frente a la creciente amenaza fascista.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el Día Internacional de la Mujer siguió siendo un día festivo comunista hasta aproximadamente 1967. Según una de las historias, fue revivido en Estados Unidos por el Círculo de Chicago, un grupo de mujeres de la Universidad de Illinois que incluía a algunas hijas de comunistas americanas que recordaban haber escuchado sobre ese día festivo. Desde ese entonces, se ha transformado en una ocasión para un nuevo sentimiento de conciencia feminista y un nuevo sentimiento de internacionalismo feminista.

Mi agradecimiento a Claudia Koonz, Ruth Milkman, y Robert Moeller.

Notas:

1. Para una discusión de los días festivos en la Izquierda, ver: Temma Kaplan, «Civic Rituals and Patterns of Resistance in Barcelona, 1890-1930», en The Power of the Past: Essays for Eric Hobsbawm, ed. Pat Thane, Geoffrey Crossic, y Roderick Floud (Cambridge: 1984), 173-93.

2. Michelle Perrot, “The First of May 1890 in France: The Birth of a Working-Class Ritual,» en Thane, Crossic, y Floud, The Power of the Past, 143-71.

3. Liliane Kandel y Françoise Picq, «Le Mythe des origines à propos de la journée internationale des femmes.» La Revue d’en Face, 12 (Otoño de 1982): 67-80.

4. Karen Honeycutt, «Clara Zetkin: A Left-Wing Socialist and Feminist in Wilhelmian Germany» (Tesis de Doctorado, Columbia University, 1975); Renate Pore, A Conflict of Interest: Women in German Social Democracy, 1919-1933 (Westport, Connnecticut, Greenwood Press, 1981); y Jean H. Quataert, Reluctant Feminists in German Social Democracy, 1885-1917 (Princeton: Princeton University Press, 1979).

5. Bericht der 1. Intemationalen Frauenkonferenz Stuttgart, 17 Aug. 1907, Stuttgart, 1907, citado en Quataert, 249.

6. Mencionado en «New York City,» Socialist Woman, Marzo de 1988, incluído con una carta personal de Renée Coté, del 16 de febrero de 1984. Esta fue omitida por error en su libro, editado con Sylvie Dupont, La journée internationale des femmes ou les vrais faits et les vraies dates des mystérieuses origines de 8 mars jusqu’ici embrouillées, truquées, oubliées: la clef des énigmes la vérité historique (Montreal: 1984).

7. «The Suffragists and Socialists Demand Votes for Women,» Call, 1 de marzo de 1909, 1.

8. «A.B.C A Day of Anticipation:’ Call, 27 de Febrero de 1910, Magazine, 13.

9. Adelheid Popp, Der Weg zur Hohe: Die Sozialdemokratische Frauenbewegung Osterreichs(Vienna: 1930), 99.

10. Women’s journal. 56.

11. «Socialists Argue Strongly in Favor of Women’s Suffrage,» Call, 26 Feb. 1911, Magazine, 1-2.

12. Popp, 100.

13. Barnard College es una universidad privada dedicada a las Humanidades, ubicada en la ciudad de Nueva York. Fue fundada en 1889 por Annie Nathan Meyer como respuesta a la negativa de la Universidad de Columbia a admitir mujeres, y toma su nombre del décimo presidente de la Universidad de Columbia, Frederick Barnard (N del T).

14. «Great Socialist Meetings will Mark Woman’s Day Tomorrow,» Call, 27 Feb. 1915, 1.

15. Ibid.

16. Charles Sowerwine, Sisters or Citizens? Women and Socialism in France since 1876(Cambridge: Cambridge University Press, 1982), 151.

17. Ibid., 148, 152.

18. Encarecimiento de la vida durante la Guerra: Precios de la subsistencias en España y en el extranjero, 1914-1918 (Madrid , 1918),49.

19. Paolo Spriano, Socialismo e classe operaria a Torino dal 1892 al 1913 (Turin, 1958), 393. Para otros ejemplos de movimiento políticos en los que las mujeres reclaman su derecho de actuar en nombre de su comunidad, ver Temma Kaplan, «Female Consciousness and Collective Action: The Case of Barcelona, 1910-1918:’ Signs 7 (Spring 1982): 545-66.

20. Dale Ross, «The Role of the Women in Petrograd in War, Revolution, and Counter-Revolution, 1914-1921» (Tesis de Doctorado, Rutgers University, 1973). 28.

21. Debido al cálculo incorrecto de la duración del año solar, el calendario juliano presentaba en el siglo XVI un desfasaje importante complicando el cálculo de la fecha de la Pascua. Para remediar esto, en 1582 el papa Gregorio XXIII impulsó la adopción de un nuevo calendario, más preciso, para la iglesia católica. Sin embargo, las iglesias ortodoxas se opusieron a este cambio durante siglos. En Rusia en particular, fue el gobierno bolchevique que decretó el cambio al calendario gregoriano en 1918 (N del T)]

22. Ross, 32.

23. Bemice Glatzer Rosenthal, «Love on the Tractor: Women in the Russian Revolution and after,» en Becoming Visible: Women in European History, ed. Renate Bridenthal and Claudia Koonz (Boston: Houghton Mifflin, 1977), 370-99, 377.

24. Popp, 100.

Este artículo se publicó en la revista Feminist Studies, Vol. 11, No. 1 (Primavera de 1985), pp. 163-171.

Sobre los orígenes socialistas del Día Internacional de la Mujer

Comparte este contenido:
Page 5 of 21
1 3 4 5 6 7 21