Page 6 of 21
1 4 5 6 7 8 21

“Hay un retroceso en el sistema de garantías de derecho de las mujeres”, dice abogada Fátima Ortiz

Por: Wiliam A. Hernández / @walexhernan

Todos los 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha que algunos aprovechan para reflexionar y analizar sobre el rol de la mujer en la sociedad salvadoreña. Otros, simplemente son indiferentes.

Hay una realidad en El Salvador y es que, pese a existir una serie de normas y leyes para proteger a la mujer salvadoreña, sigue existiendo una gran deuda de la sociedad y seguimos viendo casos de violencia, feminicidios, acosos, ataques en redes sociales y otras acciones en contra de ellas.

El Diario de Hoy habló con Fátima Ortiz, una feminista, abogada y defensora de derechos humanos sobre el avance o retroceso que ha tenido el país en materia de protección de los derechos de la mujer. Estas fueron sus respuestas:

¿Qué tanto ha avanzado El Salvador en materia de respeto a los derechos de la mujer?

Después de la aprobación de la LEIV (Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres) y Ley de Igualdad más que avances hay retrocesos en asignación de presupuestos asignados al sistema de garantía de los derechos humanos de las mujeres, además que se mantienen los feminicidios, desapariciones de mujeres.

La situación de las mujeres no ha mejorado.

Por los casos de femicidio, de mujeres desaparecidas, abusadas y por los índices de inseguridad contra ellas, cientos de salvadoreñas alzaron su voz durante la conmemoración del Día Internacional de la Mujer

¿Ha disminuido la brecha entre mujeres y hombres?

No, al contrario, se ha acrecentado, agravada por la pandemia donde muchas mujeres tuvieron que abandonar sus trabajos remunerados y cargar además con los cuidados del hogar donde al no ser compartidos, no les permite su desarrollo académico y laboral.

¿Qué significa el 8 de marzo?

Es un día para reivindicar los derechos conquistados en la historia, exigir su cumplimiento y además acompañar las luchas actuales de las mujeres, sus demandas, sus exigencias como es el caso de las madres de las personas desaparecidas, víctimas de trata, trabajadoras despedidas injustificadamente y que son cabezas de familia.

Desde que se aprobó la Ley de Violencia contra la Mujer, en lugar de disminuir los casos de violencia y feminicidios, vemos más. ¿Qué está pasando?

El sistema patriarcal, desigual para las mujeres no ha cambiado, la cultura machista y violenta persiste de ver a las mujeres como objetos y no somos sujetas de derechos.

Mantiene algunas como las que ejecuta ISDEMU pero que no llegan a ser suficientes, las que se mantienen son las que tienen que ver con la atención a casos de violencia.

¿Hay programas de apoyo a favor de las mujeres?

¿Qué hacer ante un caso de agresión a una mujer?

Primero apoyar a las mujeres, no juzgarlas y acompañarlas si desean denunciar, además que pueda ir a atención psicológica para superar la crisis, las organizaciones de mujeres tienen estos servicios gratuitos. También acudir directamente a la Fiscalía General para la denuncia y muy recomendable acudir también a la Procuraduría de Derechos Humanos, a la Unidad de la Mujer.

“La actual primera Dama tiene una visión limitada y tradicional de los problemas que tenemos las mujeres, no basta su iniciativa de “Nacer con cariño” que tiene una visión de familia tradicional y además romantiza la maternidad”. Fatima Ortiz, .

¿Qué opina del rol que está desarrollando la primera Dama de la República?

La figura de la Primera Dama en El Salvador como en otros países del mundo está mal utilizada, automáticamente llegan a administrar fondos púbicos, programas y políticas solo por ser esposas de los presidentes sin contar con preparación técnica y sin estar incluidas en la administración pública.

La actual Primera Dama tiene una visión limitada y tradicional de los problemas que tenemos las mujeres, no basta su iniciativa de “Nacer con cariño” que tiene una visión de familia tradicional y además romantiza la maternidad en un país donde hay número alarmante de embarazos en adolescentes por violación.

¿Espera algo de ella?

Tiene una gran responsabilidad de hacerlo, está, aunque no quiera en un puesto privilegiado cerca del poder y además maneja fondos públicos para financiar proyectos estratégicos para las mujeres, después de unos años se arrepentirá de no hacer algo por la mayoría, ella no es una aliada para nosotras.

Fatima Ortiz

Preparación:

Abogada, defensora de derechos humanos y feminista.

Cargos:

Coordinadora Nacional del eje de “Atención a Víctimas“ de las políticas de Justicia, Seguridad Pública y convivencia (2009-2019) y del Plan El Salvador Seguro.

Fundadora de la Dirección de Atención a Víctimas del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública.

Directora de Atención a Víctimas, Ministerio de Justicia y Seguridad Pública (2009-2019).

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/abogada-fatima-ortiz-hay-un-retroceso-en-el-sistema-de-derecho-las-mujeres/933923/2022/

Comparte este contenido:

Sobre los orígenes socialistas del Día Internacional de la Mujer

Por Temma Kaplan
Traducido del inglés por Sebastián Risau

Recuperamos este artículo de 1985 que pretende acabar con los mitos edulcorados sobre el origen del Día Internacional de la Mujer.

Introducción de Claire G. Moses, directora de Feminist Studies

Cada 8 de Marzo cuento en mis clases de Estudios Feministas la historia del Día Internacional de la Mujer. Es una historia que me han contado muchas veces, y que por ello conozco bien. En 1857, una manifestación espontánea, llevada a cabo por las trabajadoras textiles de Nueva York que protestaban por los bajos salarios, la jornada laboral de doce horas y la creciente carga de trabajo, fue brutalmente dispersada por la policía. Muchas mujeres fueron arrestadas y algunas fueron pisoteadas por la multitud. Cincuenta años después, en el aniversario de esa movilización, se instituyó en su memoria el Día Internacional de la Mujer. Mis estudiantes responden a esta historia con una emoción muy cercana a la gratitud. Usualmente el 8 de Marzo coincide con el momento del semestre en el que más sienten el peso de la opresión de la mujer: están hambrientas por el conocimiento de la resistencia de las mujeres. Las trabajadoras textiles de Nueva York suplen esa necesidad de antecesoras heroicas.

Por eso, fue con cierta ambivalencia, interés académico mezclado con desconfianza política, que leí en la revista francesa feminista La Revue d’en face (12, 1982, pp 67-80) el artículo de Liliane Kandel y Francoise Picq, «Le Mythe des origines, A propos de la journée internationale des femmes.» ¿El mito de los orígenes? ¿Nunca había existido un evento como nuestra manifestación de 1857? Efectivamente, según Kandel y Picq, la manifestación de la obreras textiles de Nueva York en 1857 es una leyenda nacida en 1955. En su esclarecedor artículo ellas especulan sobre el origen de la «leyenda de 1857», sobre la probabilidad de que, en 1955, resultara muy oportuno «separar el Día Internacional de la Mujer de su historia soviética, para darle un origen más internacional, más antiguo que los bolcheviques, más espontáneo que la decisión de un Congreso, o la iniciativa de mujeres afiliadas al Partido, y que la fecha de 1857 haya sido elegida como tributo a Clara Zetkin, nacida ese año.»

Intrigadas por esta revisión de nuestro registro histórico, las editoras de Feminist Studies le pedimos a Temma Kaplan, de quien conocíamos sus estudios sobre rituales y días festivos socialistas, que nos proporcionara un registro más verdadero sobre el origen del Día Internacional de la Mujer. El meticuloso análisis de Kaplan sobre el nacimiento del Día Internacional de la Mujer demuele un mito en el cual muchas de nosotras nos apoyábamos para interesar a nuestras estudiantes. Ellas, que consideraban inspiradora la idea de una manifestación espontánea, seguramente extrañarán la leyenda de 1857. Pero en los ’80, cuando mejor necesitamos entender la efectividad de la resistencia organizada ¿no corresponde acaso que nos inspiremos no sólo en las manifestaciones espontáneas, sino también en las mujeres que se embarcaron en luchas de largo aliento y que crearon rituales para sostener esa lucha frente a una oposición implacable?

Sobre los orígenes socialistas del Día Internacional de la Mujer

Temma Kaplan

Una de las formas en que los socialistas y los anarquistas del siglo XIX intentaron establecer tradiciones comunales y seculares fue a través de los días festivos. Incluso en España, los izquierdistas celebraban festivales el 14 de julio, aniversario de la Toma de la Bastilla, porque esa fue la fecha más revolucionaria del calendario europeo hasta la Revolución Rusa. Los socialistas eligieron esa fecha para reunirse en París en 1889 para organizar la Segunda Internacional, una asamblea de partidos socialistas, sindicatos y clubes políticos. Con frecuencia, como ocurría con la conmemoración de la Comuna de París en cualquier día entre el 18 y el 28 de marzo, las fecha de los días festivos variaba. En el fondo lo que realmente importaba no era tanto la fecha sino la solidificación de un sentimiento de comunidad [1].

El primer Día Internacional de la Mujer (en singular) [actualmente es plural en inglés. N del T] se celebró el 23 de febrero de 1909 en Estados Unidos. Al igual que el Día del Trabajo, que tiene una historia parecida, el Día de la Mujer comenzó como un medio para unir a la comunidad popular alrededor de una serie de metas comunes. Originalmente ambos días festivos tuvieron lugar en domingos, para que la gente no perdiera un día de trabajo. Sin embargo, ambos quedaron fijados en fechas específicas porque los eventos históricos se impusieron a los manifestantes [2].

Curiosamente, una historia apócrifa emergió en los círculos comunistas franceses durante la década de 1950. Supuestamente, una huelga de obreras textiles de Nueva York el 8 de marzo de 1857 fue brutalmente reprimida, lo que condujo a una movilización para conmemorar su 50° aniversario en 1907. Ninguno de los eventos parecen haber tenido lugar, pero muchos europeos piensan que el 8 de marzo de 1907 inauguró el Día Internacional de la Mujer. Algunas feministas francesas ven este mito como un nuevo capítulo en la discusión de larga data entre feministas y comunistas sobre si las mujeres tienen otros derechos más allá de los que tienen como trabajadoras [3].

La historia real del Día Internacional de la Mujer no puede ser separada de la vida política de Clara Zetkin. Ella asistió a la reunión de 1889 en París en la que se creó la Segunda Internacional. En ese momento los izquierdistas allí reunidos acordaron una manifestación para el Día del Trabajo en la que reclamarían por la jornada de 8 horas y por poner límites al trabajo de mujeres y niños, puntos promovidos por Zetkin. Como editora entre 1890 y 1925 de Gleichheit [Igualdad], el periódico femenino del partido Social Demócrata alemán, ella promovía los intereses de las mujeres trabajadoras. Aunque Zetkin se oponía con virulencia a las feministas dentro y fuera del partido, trató de familiarizar a los socialistas con las condiciones de las mujeres trabajadoras. Después de la guerra se hizo comunista, y llevó la propuesta del Día Internacional de la mujer a la Tercera Internacional, en 1922 [4]. A partir de ese momento, el Día Internacional de la mujer se trasformó en un día festivo comunista. Desde finales de los 60 las feministas han revitalizado la celebración, infundiéndole un nuevo significado.

Muchas mujeres socialistas en Europa y en Estados Unidos reforzaron su compromiso con el internacionalismo en los años previos a la Primera Guerra Mundial. El 17 de agosto de 1907, justo antes de la reunión de la Segunda Internacional en Stuttgart, hubo un encuentro de mujeres asociadas al socialismo. Lideradas por Clara Zetkin y Louise Zietz, estas socialistas se comprometieron a luchar por la igualdad en todos los aspectos de la vida, y debatieron sobre manifestarse para publicitar sus objetivos [5].

Tanto en los Estados Unidos como en Europa las socialistas quedaron en un segundo plano respecto de las sufragistas, ya que consideraban a los derechos políticos de las mujeres como subordinados al avance económico de la clase obrera masculina. En todo el mundo la izquierda había asociado el voto femenino con el conservadurismo y Estados Unidos no era una excepción. Sin embargo, las mujeres de la Segunda Internacional consiguieron finalmente el apoyo de sus camaradas para la campaña por el sufragio, antes de la Primera Guerra Mundial. En 1908, el Partido Socialista de Estados Unidos creó el Comité Nacional de Mujeres por el Sufragio y les pidió que organizaran manifestaciones. Ansiosas por empezar, la rama Número 3 de la Sociedad Social Demócrata de Mujeres, de Nueva York, organizó una reunión masiva por el sufragio femenino, el 8 de marzo de 1908 [6].

Las Socialistas de Estados Unidos declararon el último día de febrero como Día Nacional de la Mujer. El 23 de febrero de 1909, la asamblea principal se celebró en Nueva York, en el Liceo Murray Hill, en la esquina de la Tercera Avenida y la Calle 34. Dos mil personas escucharon a Leonora O’Reill y otras explicar los principios de la igualdad de derecho y exigir el voto para las mujeres. En la asamblea del Liceo del Trabajo de Brooklyn se recitó «El Dios de Oro», seguido de cantos religiosos. Charlotte Perkins Gilman se dirigió a la congregación de la iglesia Parkside, en Brooklyn, junto a la secretaria de la Hermandad Cristiana Socialista. «Es cierto que el deber de una mujer está centrado en su hogar y en la maternidad”, dijo Gilman, pero también que «como hogar debería entenderse todo el país, y no estar confinado a tres o cuatro habitaciones, o a una ciudad, o a un estado.» [7]

La movilización del año siguiente en Nueva York se produjo el 27 de febrero de 1910, y se abrió con una asamblea en el Carnegie Hall. La audiencia cantó la Marsellesa, y luego Rose Schneiderman, Charlotte Perkins Gilman, y Metta I. Stem explicaron cómo las socialistas alemanas habían marcado el camino en Stuttgart en 1907 al exigir la igualdad económica para las mujeres y el derecho al voto [8].

Las socialistas de Estados Unidos inauguraron el Día Internacional de la Mujer con su Día Nacional de la Mujer en 1909, mientras que las europeas lo hicieron en 1911. Un patrón similar se había dado con el Día del Trabajo, introducido en 1886 por los Caballeros del Trabajo [organización presindical del movimiento obrero, N del T], que sin embargo no fue adoptado por los europeos hasta 1890. En la Asamblea de Mujeres que precedió a la Asamblea General de la Segunda Internacional en Copenhague, en 1910, Louise Zetz sugirió que al año siguiente se celebrara un día Internacional de la Mujer, y Clara Zetkin apoyó esta moción, pero nunca se fijó una fecha [9].

El 18 de marzo de 1911, en el 40° aniversario de la Comuna de París, se celebró en Europa el primer Día Internacional de la Mujer, para publicitar la necesidad de derechos para la mujeres y el sufragio. Sin embargo, en Estados Unidos las mujeres continuaron movilizándose el último domingo de febrero.

En una rara muestra de solidaridad, las socialistas de Boston les propusieron a las sufragistas movilizarse juntas hacia las audiencias por el sufragio el 23 de febrero de 1911. Las mujeres organizaron una manifestación al aire libre, y una asamblea en Ford Hall. Después de juntarse en Park Square, llegaron a la sala de audiencias y se encontraron con que no había lugar suficiente para todas ellas. Inspiradas por las sufragistas, todas estaban vestidas de blanco y llevaban diferentes banderas según sus opiniones políticas, pero las socialistas superaban en número a las sufragistas. La periodista del Periódico de la Mujer (el órgano oficial de la Asociación Nacional de Sufragistas de Estados Unidos) admitió que «las socialistas parecen ser las únicas en tomarse la cosa tan en serio como para marchar por la causa» [10].

En Nueva York, la asamblea por el Día Internacional de la Mujer de 1911 se celebró en la noche del sábado 25 de febrero en el Carnegie Hall. El discurso principal, a cargo de Bertha Fraser, elogiaba la incapacidad de combatir como una cualidad positiva para la ciudadanía. «Otro argumento contra las mujeres es que no pueden ser soldados. Y que además, cuando consigan el voto, lo usarán para hacer imposible la guerra.» [11]

En la primera celebración europea del Día Internacional de la mujer, el 18 de marzo de 1911 las mujeres marcharon por la Ringstrasse de Viena, llevando pancartas que incluían banderas rojas conmemorando a los mártires de la Comuna de París. Las mujeres se detuvieron frente al mercado de las flores y manifestaron a favor del sufragio femenino. A lo largo de todo el imperio austro-húngaro hubo 3000 manifestaciones de mujeres.

En ese día de 1911 los delegados socialistas en el parlamento austríaco defendieron abiertamente la igualdad de la mujer y el sufragio femenino por primera vez [12], renunciando de esa manera, al menos de palabra, a la persistente oposición socialista al voto de las mujeres. Pero justo cuando algunos socialistas estaban empezando a apoyar el voto femenino, la guerra acabó con toda posibilidad de reforma social durante cinco años.

Durante el primer invierno y la primavera de la Primera Guerra en 1915, las mujeres comenzaron a pasar a la acción. Proclamaron sus derechos como esposas, madres o amas de casa tanto en el dominio público como en el privado, para interceder allí donde los líderes políticos se mostraban incompetentes. El Día Internacional de la Mujer era una buena oportunidad. En Nueva York hubo muchas celebraciones de este día, como aquella en la que habló Juliet Stuart Poyntz, profesora adjunta de economía, graduada en el Barnard College [13,14]. La socialista Marian Craig Wentworth escribió una una obra de teatro en la que las mujeres se oponían a parir hasta que fuesen integradas a los consejos de guerra. Una foto en la revista New York Call mostraba a una madre y su hijo con un fondo destruido por la guerra. En el pie de la foto se preguntaba si las mujeres votarían por esto si tuvieran el voto [15].

En Berna (Suiza) Clara Zetkin reunió a mujeres socialistas de países en guerra y neutrales para manifestarse contra la guerra. Para las que venían de países beligerantes, eso significaba una traición contra sus países y partidos. Las mujeres que marcharon el 7 de marzo de 1915 no apoyaban a sus países ni del Este ni del Oeste. Llamaban a una «reconstitución de la Segunda Internacional», que había colapsado bajo el peso de los nacionalismos en 1914, pero no pedían por una Tercera Internacional, como los exilados rusos bolcheviques querían que hicieran. Para eso, los bolcheviques organizaron otra asamblea a principios de septiembre de 1915 en Zimmerwald, cerca de Berna, donde se formó el embrión de la Tercera Internacional [16].

Las socialistas de Berna volvieron a sus países con un manifiesto que distribuyeron clandestinamente. Estaba dirigido «A las mujeres del proletariado», y preguntaba, «¿Donde están vuestros maridos? ¿Donde están vuestros hijos?» Declaraba también que «los trabajadores no tienen nada que ganar con esta guerra. Y tienen todo para perder, todo, todo lo que les es caro.» El manifiesto exhortaba a las mujeres a pasar a la acción para ganar la paz.

Cuando la socialista francesa Louise Saumoneau salió de la cárcel, dos meses después de haber sido detenida por distribuir el manifiesto en Francia, descubrió que su sobrino favorito, de izquierda, había muerto en la guerra. Como siempre respondía a la pena con acciones, escribió su panfleto como una forma de llorarlo. En él, se lamentaba (amargamente) de que «hace 16 meses, nosotras las madres, las esposas, las hermanas de aquellos que partieron (…) manteníamos, a pesar de nuestra pena, la esperanza de que este ser tan querido para nosotras regresaría en buenas condiciones. Ni una sola de nosotras podía admitir que ese joven robusto que habíamos acompañado a la estación de tren no volvería nunca. Desde entonces, ¡ay! cuántas mujeres están llorando…» [17]

La guerra continuó a pesar de todos los esfuerzos de las mujeres, pero también continuó la celebración socialista del Día Internacional de la Mujer. Las socialistas neoyorquinas aplaudieron a la Liga contra los Altos Precios, que forzó a los municipios a establecer controles de precios sobre los carniceros Kosher, llamando a apoyar el derecho de las mujeres a alimentar a sus familias.

La guerra causó una escasez mucho peor entre las naciones beligerantes de Europa. Para enero de 1917, en Italia el precio de la harina había aumentado un 88%, el del vino un 144% y el de la papa un 131%, respecto de los precios de 1910 [18]. En el Día Internacional de la Mujer, el 23 de febrero de 1917, las socialistas de Turín colocaron afiches dirigidos a las mujeres, en los barrios obreros. En ellos se leía: «¿No ha causado ya demasiados tormentos esta guerra? Ahora la comida para nuestros niños ha comenzado a escasear. Es tiempo de que actuemos en nombre de la humanidad que sufre. Nuestro grito es: ¡Bajen las armas! Somos parte de la misma familia. Queremos paz. Debemos demostrar que las mujeres pueden proteger a quienes dependen de ellas.» [19]

La más dramática de las celebraciones del Día Internacional de la Mujer ocurrió en 1917, en Rusia. Bajo la dirección de la feminista Alexandra Kollontai, las mujeres rusas habían comenzado en 1913 a celebrar ese Día al estilo americano, con una movilización durante el ultimo domingo de febrero. En 1917, el principal reclamo de sus protestas era contra la degradación de sus condiciones de vida. Los alquileres habían aumentado a más del doble en San Petersburgo (rebautizada Petrogrado) entre 1905 y 1915, Los precios de los alimentos, en particular de la harina y del pan, habían aumentado entre 80 y 120% en la mayoría de las ciudades europeas. El precio de la libra de pan de centeno, componente básico de la dieta obrera en Petrogrado, había aumentado de 3 kopeks en 1913 a 18 kopeks en 1916. Hasta el jabón había aumentado un 245% en 1917 en Petrogrado [20]. Los comerciantes especulaban con los granos, el combustible y la carne, mientras que las fábricas cerraban por falta de energía eléctrica para funcionar. Los asalariados, tanto hombres como mujeres, iban a la huelga para enfrentar los despidos. Entre enero y febrero de 1917 se movilizaron mas de medio millón de trabajadores rusos, la mayor parte de ellos en Petrogrado.

Aprovechando la ocasión del Día Internacional de la Mujer (celebrado el 23 de febrero del calendario juliano, que correspondía al 8 de marzo en occidente [21]) las mujeres encabezaron una gran manifestación, partiendo de las fábricas y de las filas de reparto de comida. Los obreros metalúrgicos, hombres en su mayoría, se unieron a ellas, a pesar de que los bolcheviques consideraban que la movilización de las mujeres era precipitada.

El 25 de febrero, dos días después del comienzo de la insurrección de las mujeres, el zar le ordenó al General Khabalov, del Distrito Militar de Petrogrado, que aplastaran la revolución de las mujeres, disparando si era necesario. Khabalov resumió así el problema que tienen las autoridades cuando se enfrentan a las demandas de las mujeres: «cuando ellas decían «Dennos pan», les dábamos pan, y la cosa terminaba ahí. Pero cuando decían «¡Abajo la autocracia!» ya no podíamos aplacarlas con pan» [22]. Así comenzó la revolución de Febrero en Rusia. Para el 12 de marzo (27 de febrero en el calendario juliano), el zar Nicolás II ya había sido forzado a abdicar. El gobierno provisional, formado para conducir el país hasta la elección de una asamblea constituyente, fue el primer gobierno de una gran potencia en otorgar a las mujeres el derecho al voto [23].

Los eventos de 1917 en Rusia fijaron la fecha de la celebración del Día Internacional de la Mujer en el resto de Europa, a partir del año siguiente. Ya hacia el fin de la guerra, el 8 de marzo de 1918, las austríacas celebraron en las calles el Día Internacional de la Mujer. A pesar de que las manifestaciones estaban prohibidas, tres mil mujeres marcharon a lo largo de la Ringstrasse, pasando por el Parlamento y por el Palacio de justicia. También hubo otras manifestaciones en el resto del imperio austro-húngaro. Como lo explicó Adelheid Popp, líder de las socialistas austríacas, las mujeres intentaban mostrar, como esposas y como madres, su aversión por la guerra y sus demandas por la paz [24].

Con la ayuda de Clara Zetkin, Lenin declaró el Día Internacional de las Mujeres como un día festivo Comunista en 1922, cuando los comunistas chinos comenzaron a celebrarlo. En España, luego de la victoria de la lista del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, la Pasionaria, una de las dirigentes del Partido Comunista Español, condujo a miles de mujeres para manifestarse en Madrid el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, para exigir la protección de la república frente a la creciente amenaza fascista.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el Día Internacional de la Mujer siguió siendo un día festivo comunista hasta aproximadamente 1967. Según una de las historias, fue revivido en Estados Unidos por el Círculo de Chicago, un grupo de mujeres de la Universidad de Illinois que incluía a algunas hijas de comunistas americanas que recordaban haber escuchado sobre ese día festivo. Desde ese entonces, se ha transformado en una ocasión para un nuevo sentimiento de conciencia feminista y un nuevo sentimiento de internacionalismo feminista.

Mi agradecimiento a Claudia Koonz, Ruth Milkman, y Robert Moeller.

Notas:

1. Para una discusión de los días festivos en la Izquierda, ver: Temma Kaplan, «Civic Rituals and Patterns of Resistance in Barcelona, 1890-1930», en The Power of the Past: Essays for Eric Hobsbawm, ed. Pat Thane, Geoffrey Crossic, y Roderick Floud (Cambridge: 1984), 173-93.

2. Michelle Perrot, “The First of May 1890 in France: The Birth of a Working-Class Ritual,» en Thane, Crossic, y Floud, The Power of the Past, 143-71.

3. Liliane Kandel y Françoise Picq, «Le Mythe des origines à propos de la journée internationale des femmes.» La Revue d’en Face, 12 (Otoño de 1982): 67-80.

4. Karen Honeycutt, «Clara Zetkin: A Left-Wing Socialist and Feminist in Wilhelmian Germany» (Tesis de Doctorado, Columbia University, 1975); Renate Pore, A Conflict of Interest: Women in German Social Democracy, 1919-1933 (Westport, Connnecticut, Greenwood Press, 1981); y Jean H. Quataert, Reluctant Feminists in German Social Democracy, 1885-1917 (Princeton: Princeton University Press, 1979).

5. Bericht der 1. Intemationalen Frauenkonferenz Stuttgart, 17 Aug. 1907, Stuttgart, 1907, citado en Quataert, 249.

6. Mencionado en «New York City,» Socialist Woman, Marzo de 1988, incluído con una carta personal de Renée Coté, del 16 de febrero de 1984. Esta fue omitida por error en su libro, editado con Sylvie Dupont, La journée internationale des femmes ou les vrais faits et les vraies dates des mystérieuses origines de 8 mars jusqu’ici embrouillées, truquées, oubliées: la clef des énigmes la vérité historique (Montreal: 1984).

7. «The Suffragists and Socialists Demand Votes for Women,» Call, 1 de marzo de 1909, 1.

8. «A.B.C A Day of Anticipation:’ Call, 27 de Febrero de 1910, Magazine, 13.

9. Adelheid Popp, Der Weg zur Hohe: Die Sozialdemokratische Frauenbewegung Osterreichs(Vienna: 1930), 99.

10. Women’s journal. 56.

11. «Socialists Argue Strongly in Favor of Women’s Suffrage,» Call, 26 Feb. 1911, Magazine, 1-2.

12. Popp, 100.

13. Barnard College es una universidad privada dedicada a las Humanidades, ubicada en la ciudad de Nueva York. Fue fundada en 1889 por Annie Nathan Meyer como respuesta a la negativa de la Universidad de Columbia a admitir mujeres, y toma su nombre del décimo presidente de la Universidad de Columbia, Frederick Barnard (N del T).

14. «Great Socialist Meetings will Mark Woman’s Day Tomorrow,» Call, 27 Feb. 1915, 1.

15. Ibid.

16. Charles Sowerwine, Sisters or Citizens? Women and Socialism in France since 1876(Cambridge: Cambridge University Press, 1982), 151.

17. Ibid., 148, 152.

18. Encarecimiento de la vida durante la Guerra: Precios de la subsistencias en España y en el extranjero, 1914-1918 (Madrid , 1918),49.

19. Paolo Spriano, Socialismo e classe operaria a Torino dal 1892 al 1913 (Turin, 1958), 393. Para otros ejemplos de movimiento políticos en los que las mujeres reclaman su derecho de actuar en nombre de su comunidad, ver Temma Kaplan, «Female Consciousness and Collective Action: The Case of Barcelona, 1910-1918:’ Signs 7 (Spring 1982): 545-66.

20. Dale Ross, «The Role of the Women in Petrograd in War, Revolution, and Counter-Revolution, 1914-1921» (Tesis de Doctorado, Rutgers University, 1973). 28.

21. Debido al cálculo incorrecto de la duración del año solar, el calendario juliano presentaba en el siglo XVI un desfasaje importante complicando el cálculo de la fecha de la Pascua. Para remediar esto, en 1582 el papa Gregorio XXIII impulsó la adopción de un nuevo calendario, más preciso, para la iglesia católica. Sin embargo, las iglesias ortodoxas se opusieron a este cambio durante siglos. En Rusia en particular, fue el gobierno bolchevique que decretó el cambio al calendario gregoriano en 1918 (N del T)]

22. Ross, 32.

23. Bemice Glatzer Rosenthal, «Love on the Tractor: Women in the Russian Revolution and after,» en Becoming Visible: Women in European History, ed. Renate Bridenthal and Claudia Koonz (Boston: Houghton Mifflin, 1977), 370-99, 377.

24. Popp, 100.

Este artículo se publicó en la revista Feminist Studies, Vol. 11, No. 1 (Primavera de 1985), pp. 163-171.

Sobre los orígenes socialistas del Día Internacional de la Mujer

Comparte este contenido:

Día Internacional de la Mujer 2022 ¡en movimiento por la emancipación de todos los pueblos!

En este Día Internacional de la Mujer de 2022, hacemos un llamamiento para que se haga una reflexión sobre la importancia de la “feminística”, neologismo que reúne los conceptos de mística y femenino, que se refiere a la esencia femenina que habita todos los seres humanos, independientemente de género u orientación sexual. Observamos la “feminística” en actitudes como saber recular, saber flexibilizar y saber feminizar.

Todo movimiento que busca el cambio de la sociedad enfrentará obstáculos. Mujeres y hombres que lideran comunidades y diversos frentes proactivos son, muchas veces, presionadas(os), intimidadas(os) y amenazadas(os) por individuos corruptos, por cuestiones ideológicas, políticas, religiosas, étnicas, entre otras.

Es importante apoyar esos liderazgos, pues son ellos que cargan, provocan e impulsan otros. Si ellos se debilitan, debilitan algunos millones de dependientes de sus acciones, que también precisan de apoyo y estímulo para seguir adelante.  Esta es una de las premisas de nuestro movimiento de mujeres y hombres por la paz, principalmente si esa persona es una mujer.

Mujeres y medio ambiente

Ha sido mucho más fácil sensibilizar a las mujeres con relación a la preservación y conservación ambiental debido a su propia condición biológica, como gestoras de la vida.

Las mujeres deben asumir su condición de guardianas de las florestas, los ríos, la biodiversidad y nuestro ambiente una vez que, a diario, son las que más sufren con la falta de agua, de energía, de alimentos y principalmente la violencia doméstica. Infelizmente el chauvinismo que predomina en nuestra sociedad todavía delega primordialmente a las mujeres los quehaceres domésticos.

La violencia contra la mujer no se manifiesta solamente en la agresión corporal o verbal, sino igualmente en la pobreza, la falta de educación, de trabajo, en la salud, en la falta de recursos básicos de sobrevivencia. Una puede culminar con su muerte. La otra subjetiva, indirecta, subliminar, alcanza la ética, la estética y la moral. Es la más perniciosa de las agresiones. Pude darse de varias maneras, diversas formas de discriminación, agresión psicológica, asedio moral, asedio sexual, intimidación y destrucción de la autoestima.

El poder de la palabra

La palabra tiene fuerza. Podemos, por ella, desactivar una bomba en el sistema financiero o una acción racista; podemos denunciar un sitio de pedofilia o derribar sitios mentirosos, enmascarados; podemos desarmar una agresión a la Amazonía o una farsa montada por estafadores. Otras personas, empero, precisan de ese eco para soportar la presión de la agresión de las confrontaciones y las guerras en sus regiones y territorios.

Sin embargo, si fuimos nosotros, los humanos, que hemos creado el problema, nos toca a nosotros, los humanos, buscar soluciones, no por el mismo sistema y en el mismo grado de consciencia que lo ha creado, como observó Albert Einstein.

Por lo tanto, si utilizamos los mismos sistemas de comunicación que han fortalecido ese modelo degradador e inhumano, evidentemente será posible reprogramarlo para una nueva consciencia. Eso no depende de dinero, depende de la sensibilización de corazones y mentes. Depende de un código de ética y moral universal. Depende especialmente de despertar la “feminística” que habita la esencia por la verdadera igualdad entre mujeres y hombres, con el objetivo de promover la paz entre grupos étnicos, pueblos y naciones con acciones que propicien la aproximación, la creación y el fortalecimiento de las relaciones interraciales e interculturales, orientando la no intervención, lo no injerencia y la no dominación de unos sobre otros, fomentando la tolerancia, la concordia, la colaboración y el auxilio mutuo, de modo que la identidad y la libertad sean indisociables y utilizadas como instrumentos para la construcción de un mundo que comprenda la existencias de designios superiores y trascendentales para la Humanidad.

Allahmdoulillah!  (¡Gracias a Dios!)


Amyra El Khalili, por el Movimiento Mujeres por la P@Z!

*Transcripción del audio para Radio Cairo, Egipto y video para el Consejo Municipal de Defensa de los Derechos de la Mujer (CMDDM)- desde Amazonía, ciudad de Porto Velho, Rondônia, Brasil.

Amyra El Khalili* es beduina palestino-brasilera, del linaje del Shayk Muhammad al-Khalili*. Es profesora de economía socioambiental. Fue economista, con más de dos décadas de experiencia en los mercados futuros y de capitales. Editora de las redes Movimiento Mujeres por la P@Z! y de la Alianza RECOs – Redes de Cooperación Comunitaria Sin Fronteras. Autora del e-book Commodities ambientales en misión de paz: nuevo modelo económica para América Latina y El Caribe.

Comparte este contenido:

Aborto legal y seguro en Colombia hasta las 24 semanas

Otras Voces en Educación

La Corte Constitucional de Colombia votó este lunes a favor de despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 24 de gestación, un paso «histórico para América Latina», que han empujado organizaciones feministas para la protección de la vida y la salud de las mujeres.

Este lunes 21 de febrero la Interrupción Voluntaria del Embarazo hasta la semana 24 de gestación, una decisión impulsada por el movimiento Causa Justa. A partir de hoy, se podrá abortar hasta los seis meses de embarazo sin que la mujer reciba castigo penal, sin embargo, el tribunal dijo que la práctica no se eliminará del Código Penal y será juzgada si se realiza después de ese tiempo y fuera de las tres causales existentes hasta ahora. Cada año, unas 400 mujeres eran procesadas en el país por abortar y miles se ven abocadas a clínicas ilegales.

Desde 2006 y hasta este lunes, el aborto era considerado un derecho en tres causales solamente: cuando el embarazo implica un riesgo para la salud física o mental de la mujer, en caso de violación o incesto y malformación del feto.

En el resto de los casos (no querer ser madre, un accidente, falta de anticoncepción, etc.) el aborto estaba penado con hasta cuatro años y medio de cárcel.

Por el fin del estigma al aborto

La decisión de este lunes fue adoptada gracias a los votos de los magistrados Alberto Rojas, Diana Fajardo y José Fernando Reyes y del conjuez Julio Andrés Ossa, quien fue elegido para desempatar la votación en la Corte.

La demanda del movimiento Causa Justa de eliminar del todo el aborto del Código Penal no se logró, por lo que a partir de la semana 24 de gestación, la mujer podrá ser castigada penalmente si se realiza un aborto que no entra dentro de las tres causales ya mencionadas.

La decisión de la Corte Constitucional es un gran paso en un país donde, según un informe del colectivo la Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres, “alrededor de 400 casos son llevados ante la justicia penal anualmente y que son las mujeres, adolescentes y niñas en situación de vulnerabilidad quienes están en mayor riesgo de ser criminalizadas. De esta manera, un 12,5% de los casos de aborto perseguidos por la justicia colombiana corresponden a mujeres entre los 14 y 17 años; y un 24% de los casos que derivan en condena, corresponden a mujeres menores de edad”.

Otras cifras indican que, en 2020, al menos 4.268 niñas de entre 10 y 14 años fueron madres en Colombia, donde este tipo de relaciones sexuales son consideradas violaciones y que por tanto podrían entrar dentro de las causas del aborto legal.

Además, en promedio, cerca de 400.000 abortos se realizan en Colombia anualmente y menos del 10% son llevados a cabo en instituciones que cumplan con todas las garantías sanitarias, por lo que la Interrupción Voluntaria del Embarazo es la cuarta causa de mortalidad materna en Colombia.

Imágenes de la web

 

Comparte este contenido:

Libro(PDF): Economía de la vida. Feminismo, reproducción social y financiarización

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

Economía de la vida. Feminismo, reproducción social y financiarización representa la relación dialéctica entre la financiarización y la reproducción social desde una perspectiva feminista.

El libro Economía de la vida coloca a las mujeres como el centro de la reproducción social rompiendo las brechas de género y las relaciones patriarcales establecidas a lo largo de la historia en diferentes culturas. Profundiza, mediante el proceso de financiarización, el vínculo entre la vida familiar y las diferentes formaciones sociales. Conjuga las relaciones de los mercados financieros, las crisis recurrentes y el impacto en la microeconomía. La economía feminista desempeña un papel fundamental en el entrelazamiento existente entre las unidades familiares, las sociedades y la interconectividad con las políticas públicas y, al mismo tiempo, con los acontecimientos macroeconómicos dirigidos por el proceso de la financiarización.

Autora: Alicia Girón.

Editorial/Edición: CLACSO. UNAM.

Año de publicación: 2021

País (es): Argentina. México.

ISBN: 978-987-813-061-3

Idioma: Español

Descarga: Economía de la vida. Feminismo, reproducción social y financiarización

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=2428&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1598

Comparte este contenido:

Libro(PDF): ¿Por qué luchamos? Un libro sobre amor y libertad

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

Manuela D ́Avila explica el feminismo actual para quien todavía no lo conoce o comprende. Con ella es posible entender que el feminismo es un asunto de todas y de todos. Es un libro dedicado especialmente a mujeres jóvenes que se quieren comprometer o quieren saber más y no se animan a preguntar. Es, también, una conversación, un abrazo y un punto de apoyo para reflexionar sobre la maternidad y la sororidad, las diferencias y la igualdad, la deconstrucción y la libertad, la violencia doméstica y el miedo, en definitiva: todo aquello por lo que luchamos. La autora sugiere pero también interactúa con las lectoras, incita a la reunión, la cofradía y la escucha para asegurarse (y asegurarnos) de que las mujeres no estaremos nunca más solas.
Autora: Manuela D’Ávila

Editorial/Edición: CLACSO. Siglo XXI.

Año de publicación: 2021

País (es): Argentina.

ISBN: 978-987-813-051-4

Idioma: Español

Descarga: ¿Por qué luchamos? Un libro sobre amor y libertad

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2413&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1598

Comparte este contenido:

Libro(PDF): Pensamiento crítico latinoamericano sobre el desarrollo

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

El libro critica el modelo de desarrollo hegemónico, el extractivismo y la degradación ambiental que lo caracterizan, así como la idea de reducir la inclusión social al acceso a los bienes de consumo individual. Para ello, los distintos capítulos abordan cuestiones fundamentales como los debates sobre economía, comercio internacional y desarrollo; los imaginarios sobre el desarrollo en América Latina; discusiones sobre el medio ambiente en la región y sus contribuciones para repensar nuestro actual modelo de producción y consumo, y los vínculos entre migración y desarrollo; así como entre feminismos, género y desarrollo, con énfasis en las relaciones Sur-Sur. Otros temas también analizados en el libro son las propuestas descoloniales y de posdesarrollo ampliamente debatidas en la región y los aportes latinoamericanos desde campos como la educación y la comunicación para pensar alternativas al modelo de desarrollo actual. Finalmente, en el contexto de la pandemia Covid-19, el capítulo sobre salud y desarrollo también destaca los debates regionales sobre el tema y la necesidad de fortalecer la cooperación regional y la soberanía en salud.

Autora:

Tahina Ojeda Medina. María del Carmen Villarreal Villamar. [Editores] Manuela D’Ávila. [Presentación] Tahina Ojeda Medina. María del Carmen Villarreal Villamar. Breno Bringel. Enara Echart Muñoz. Teresa M. Spyer Dulci. Eduardo Paz Rada. Karina Andrea Bidaseca. Gregorio Vidal. Maribel Aponte García. René Ramírez G .. Alexandra Agudelo. Alejandra Boni. Raúl Delgado Wise. Gonzalo Basile. Javier Surasky. [Autoras y Autores del capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO. IUDC-UCM. FAPERJ.

Año de publicación: 2021

País (es): Argentina.

ISBN: 978-987-813-068-2

Idioma: Portugués

Descarga: Pensamiento crítico latinoamericano sobre el desarrollo

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=2427&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1598

Comparte este contenido:
Page 6 of 21
1 4 5 6 7 8 21