Uruguay/10 de Julio de 2016/Diario El Pueblo
María Luisa de Francesco y Mabel de Agostini – referentes del Plan Nacional de Lectura elaboraron un proyecto que atiende a“La animación a la lectura como estrategia socio-educativa para el desarrollo del potencial humano en centros de reclusión carcelaria”, una experiencia que se desarrolló en el aula virtual del MEC. Para dinamizar la lectura en centros de reclusión – “En contextos de crisis, leer tiene más valor porque nos da otro lugar, otro tiempo.
Se trata de la apertura de un espacio que permite la ensoñación, el pensamiento, y que da ilación a las experiencias.
Cuando hay crisis, mucha gente busca literatura. En el siglo XX, hubo personas que en los campos de concentración pudieron aguantar lo inaguantable con los recuerdos de unos relatos o de poesías. Con las crisis actuales, se observa en países como Francia, España, Inglaterra, Estados Unidos un aumento del consumo de libros y de la frecuentación de las bibliotecas.
¿Qué aporta la lectura en la salud? Una investigación de la Universidad de Sussex, en el Reino Unido, por ejemplo, demostró que leer es más eficaz para aliviar el estrés que escuchar música, ir a dar un paseo o sentarse a tomar una taza de té. La BBC reveló que el nivel de estrés de los participantes en el estudio se redujo en un 68 % a escasos seis minutos de haber empezado a leer un libro cualquiera.
Investigaciones afirman qué: Según otro estudio llevado a cabo por investigadores de la Ohio State University en 2012, el impacto de la lectura en las emociones incluso puede cambiar el comportamiento de un lector. Otros estudios realizados por centros universitarios de investigación también demostraron que leer poesía estimula partes del cerebro relacionadas con la memoria.
Incluso se sabe que la lectura: lo más sorprendente de los resultados son los que tienen que ver con la lectura de novelas. Cada vez más los estudios científicos sugieren que leer ficción es un apoyo invaluable a la hora de enfrentar los desafíos de la vida. Esto comprueba una verdad ya sabida por los lectores de novelas: que un libro no tiene que contener un sermón para dejar una huella imborrable en nuestras vidas y que toda buena novela, nos cambia. Que la medicina nos cura las heridas visibles, pero la literatura nos cura las invisibles.
La experiencia vicaria de la lectura. La lectura de literatura nos vuelve hacia el propio mundo para observarlo desde otros prismas, haciendo posibles otros encuentros con nuestra cotidianidad. Es, en definitiva, una forma de leer el mundo y de leernos a nosotros mismos, para interpretar aquello que está en nuestro espíritu pero que sólo podemos visualizar en la narración de las experiencias de otros. La lectura literaria permite la construcción de discursos ficcionales, pero éstos no necesariamente implican, como suele plantearse, una evasión de la realidad. Tomado de Munita F & Riquelme.
La experiencia vicaria de la lectura. Ésta no se limita a representar una narrativa en tanto palabras u objetos literarios, la arquitectura de la ficción se articula con un lector activo a través de su capacidad de desacoplar desde el texto literario sus propios estados mentales y emociones a través de aquellos expresados por los personajes. Esto implica aceptar los vehículos imaginarios, desacoplar lo objetivo y explorar los estados mentales propios y de las demás personas, sus deseos, creencias, emociones. Cómo debería ser el espacio – Un espacio bien iluminado que nos permita leer y vernos a todos.
Fuente: http://www.diarioelpueblo.com.uy/generales/promueven-la-animacion-a-la-lectura-como-estrategia-socio-educativa-en-los-centros-de-reclusion-carcelaria.html