América del Sur/Paraguay/02 de Septiembre de 2016/Fuente: Prensa Latina
La iniciativa la esbozaron ante el ministro de Educación y Cultura, Enrique Riera, quien acudió a una audiencia con los integrantes de esa instancia por el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), segunda fuerza política del país.
Según el jefe de la bancada del PLRA, Fernando Silva, ese núcleo había decidido apoyar y tomar la iniciativa en un tema tan importante, por lo cual ya debatieron sus miembros con personalidades ligadas a esa esfera.
Tenemos una propuesta clara, hablada este jueves con el ministro, la de tener ‘el coraje de realizar no una reforma educativa, sino una verdadera revolución educativa’, explicó Silva.
Entre sus puntos incluye lograr un gran Pacto Nacional por la Educación con el fin de generar las condiciones necesarias para un desarrollo sustentable
Igualmente, una Ley de financiamiento que garantice la inversión de al menos el seis por ciento del Producto Interno Bruto nacional para garantizar la calidad de la educación paraguaya.
Otro aspecto es el de dedicar fondos a la formación y capacitación, así como al acondicionamiento de la infraestructura.
El legislador liberal reconoció la similitud existente entre la visión de la bancada y los lineamientos expuestos por el secretario de Estado.
Queremos, dijo, un país educado, que progresa, y crear no una propuesta administrativa circunstancial, sino ‘realmente programas nacionales que perduren por encima de los gobiernos y los gobernantes’.
Al terminar la reunión, Riera afirmó que los proyectos del ministerio a su cargo coinciden con varios puntos de la propuesta tendente a lograr un verdadero pacto educativo.
Los problemas de la educación en Paraguay fueron motivo de varias movilizaciones que planteaban la exigencia de mejoramiento en varios temas, tales como la elevación de la calidad.
La más recordada es una marcha de grandes proporciones en septiembre de 2015 por calles de esta capital, replicada a menor escala en otras ciudades.
En ella se unieron alumnos de centros secundarios públicos y privados, docentes y familiares de los jóvenes, con frutos positivos al verse obligado el Ejecutivo a dialogar con dirigentes de las asociaciones estudiantiles que la organizaron.
Otra fue la toma de centros escolares en mayo pasado en demanda de la renuncia de la entonces ministra, Marta La Fuente, a quien culpaban de muchas de las situaciones negativas, la cual concluyó cuando renunció la funcionaria y asumió Riera.