El Salvador/Septiembre de 2016/El Salvador.com
informe de seguimiento de la educación en el mundo 2016, denominado “La educación al servicio de los pueblos y el planeta: creación de futuros sostenibles”, difundido por la UNESCO a principios de este mes, ha vuelto a poner en primer plano el rezago que algunos países tienen en cuanto a cumplir con el objetivo de desarrollo sostenible en educación, establecido en 2015 en el Foro de Incheon (República de Corea) de cara al 2030.
El objetivo en mención establece que se debe garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, pero también promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida, para todos.
Sin embargo, los representantes de algunas organizaciones sociales vinculadas al tema, como la Fundación Innovaciones Educativas Centroamericanas (Fieca), señalan que en el país la deuda por resolver primero es la de incrementar la inversión que se hace en este rubro, de allí ampliar el servicio educativo para la primera infancia.
Maribel Gómez, directora regional de la Fieca, subraya que “si seguimos invirtiendo lo que estamos en este momento, que es el 3.5 % del PIB, no vamos a lograr alcanzar las metas ni en el 2030, ni en el 2050. Entonces es importante inyectar a la educación un mayor porcentaje del PIBy por supuesto lo que es el presupuesto del gasto público”.
Y es que según el estudio, que fue diseñado por un equipo de especialistas internacionales, es necesario apostarle en serio a la educación para que las naciones cumplan los otros objetivos de desarrollo que se definieron en Incheon, entre ellos la reducción de la pobreza, la erradicación del hambre, la mejora de la salud, la igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres, la producción y consumo sostenible.
Gómez coincide con el informe en el sentido de que para poder acercarse a las metas educativas se debe tener más o menos el 6 % del PIB y el 8 % del gasto público, en momentos que hay países más avanzados que se han planteado el 14 % del PIB y el 18 % del gasto público.
De hecho advierte que es por esa razón que varias organizaciones y organismos internacionales, que tienen representación en el país y forman parte de la Red Salvadoreña por el Derecho a la Educación (RESALDE), están pujando porque en El Salvador se logre por lo menos invertir el 6 % del PIB, aunque reconoce que lo ideal sería un 7 %.
La representante de la Fundación dijo que las organizaciones preparan una propuesta de ley con la cual se busca que quede establecido la asignación del 6 % del PIB para educación, y la cual tienen previsto presentar en la primera quincena de octubre a la Asamblea Legislativa.
Para llegar a esa meta se tendría que hacer una inversión gradual de 0.5.
“El anteproyecto (que también cuenta con el apoyo del Ministerio de Educación) abarca diferentes áreas. Se estaría priorizando la universalización de la primera infancia, el tema de la infraestructura, el tema de las escuelas libres de violencia, el tema de la formación docente. Se están abordando todos los flancos débiles en educación”, dijo.
En cuanto la educación inicial, Gómez precisa que aún no se logra la cobertura total de la población de 0 a 3 años de edad y de 4 a 6: “En este momento se tiene una cobertura de un poco más del 2 % en la etapa de 0 a 3 años. Estamos con 64 % de 4 a 6 años y vemos que hay una brecha bastante importante para llegar a la universalización”.
La atención de la primera infancia es crucial, pues según indica, es sumamente importante porque es una etapa en la que los niños asimilan más, se sientan las bases de la creatividad y se asegura que tengan un mejor desempeño a lo largo de su vida.
La directora regional de la Fieca sostiene que además del tema de la primera infancia también es crucial atender el de la formación de los docentes que laboran en las instituciones educativas de todos los niveles educativos: “Estamos hablando de que quizás el 15 % de los docentes tienen apenas técnico de tres años para poder impartir clases… En las universidades también un porcentaje muy corto de profesores, el 2 %, tiene doctorado”.
Maribel Gómez reconoce que la infraestructura escolar y la mejora de los ambientes escolares es una deuda.
“Tenemos el 60 % de los centros escolares que está afectado de alguna manera”, subraya.
Y si bien reconoce que en el tema de la cobertura en algunos niveles educativos mejoró en las últimas décadas, también señala que ese avance estaría en peligro considerando que la violencia ha generado deserción.
De acuerdo con sus palabras, la violencia es una situación coyuntural que requiere más políticas, más voluntad para poder lograr que los jóvenes se mantengan en los centros escolares y sobreponerse al riesgo de que el país descienda en los indicadores de cobertura.
El informe publicado por la UNESCO plantea de igual forma la necesidad de que la educación sufra una transformación para poder hacer frente a los problemas que afronta hoy en día la humanidad y el planeta.
Según apunta en los planes de estudio de la mitad de los países del mundo no hay ninguna mención explícita al cambio climático y la sostenibilidad ambiental.
De acuerdo con los escritos que acompañan el documento a estas alturas los sistemas educativos deben asegurarse de que brindan a las personas de las competencias y conocimientos indispensables para afrontar la transición a industrias y prácticas agrícolas más ecológicas.
Al respecto Gómez destaca que es importante que en la búsquedad de transformar la educación basada en aprendizajes para la vida se aborde esas temáticas con los escolares, sobre todo en aras de armonizar con la naturaleza.
No obstante, también destaca que debe haber capacidad docente, para que pueda tener una mediación pedagógica que permita aprender y estar preparados para los cambios.