España/05 de Noviembre de 2016/Actuall
El autor de «Sida, repensar la prevención» señala en su libro que la promiscuidad y los cambios constantes de pareja aumentan los contagios del VIH. Por ello aconseja promover la educación ante la pobreza moral de los llamados países civilizados.
Cada año se producen 2,5 millones de casos de sida en el mundo. Según el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el sida publicado en 2015, en el año 2014 había hasta 36,9 millones de personas contagiadas en todo el planeta.
Un año después la revista The Lancet HIV revelaba que el número de casos ha aumentado hasta 38,8 millones a finales de 2015, año en el que se contagiaron 2,5 millones de personas.
Pedro Pérez Cárdenas, doctor en en Psicopedagogía y licenciado en Químicas, autor de “Sida, repensar la prevención”, explica el fenómeno empleando el término “bombero pirómano”.
Sostiene Pérez que con el sida se ha generado el modelo de bombero pirómano que aparenta apagar un incendio, pero en realidad lo favorece. “Si una persona me dice que está contra el sida, pero no renuncia a estilos de vida peligrosos que le hacen cercano al virus, no le creo”, declara a Actuall.
Pero más allá de los tratamientos, ¿cómo se puede luchar contra la pandemia?
El autor de “Sida, repensar la prevención” aporta algunas claves: “Hay que promover la educación y los valores ante la pobreza moral que se da en los llamados países desarrollados. El sida es una enfermedad que está muy unida a la conducta humana, por ello mientras no nos civilicemos un poco más esto va a seguir pegando fuerte”, asegura a Actuall.
La promiscuidad, sostiene, tiene una influencia decisiva. “Igual que pisar el acelerador en un coche aumenta los accidentes, la promiscuidad y los cambios constantes de pareja aumentan los contagios. Es una visión hedonista de la vida. El problema es que seguimos teniendo referentes sociales promiscuos, así que mientras los jóvenes sigan viendo la telebasura, vamos por mal camino”, reflexiona Pérez Cárdenas.
Hay datos especialmente preocupantes, sobre todo referido a los adolescentes. El número de muertes entre los más jóvenes a causa del sida se ha triplicado desde el año 2000, según demostró el director de los programas mundiales del VIH de Unicef, Craig McClure, durante el Foro de pensamiento crítico celebrado en Johannesburgo en diciembre de 2015.
La mitad de los adolescentes infectados en 2014 viven en seis países: Sudáfrica, Nigeria, Kenia, India, Mozambique y Tanzania. Esta enfermedad es la principal causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 19 años en África y la segunda a nivel mundial. De hecho los adolescentes son el único grupo de población en que las cifras de mortalidad no disminuyen.
El caso de los bisexuales
Claro que en Europa las cosas no están mucho mejor. En 2014 se registraron más de 142.000 casos de inmunodeficiencia humana, cifra que supone el récord anual, según la Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud. Mientras que en la transmisión heterosexual es la principal causa del incremento en Europa del Este, en la UE lo es el sexo entre hombres. “Los diagnósticos de VIH entre homosexuales han crecido a ritmo alarmante, del 30% en 2005 al 42% en 2014, con subidas en toda la UE y el espacio Económico Europeo excepto seis países”, recoge el informe.
Una tendencia muy similar -incluso peor- la sigue España, donde la incidencia del sida no disminuye, pues se registran más de 3.000 nuevos pacientes cada año. En 2014 el ministerio de Sanidad informó de que se produjeron 3.336 casos, o sea, casi diez al día. Pero los casos reales, como ocurre en cualquier lugar, son incalculables, puesto que mucha gente no se somete a las pruebas.
Desde 2005 los contagios en España han aumentado un 1,5% mientras que en la mayoría de la Europa occidental los casos han disminuido
Desde 2005 los contagios en España han aumentado un 1,5% mientras que en la mayoría de la Europa occidental los casos han disminuido. A finales de 2015 los contagiados en nuestro país eran 130.330.
De los 26% de heterosexuales infectados, una parte son varones que tienen tanto conductas bisexuales, por ello, el porcentaje de varones con VIH y que tenían relaciones con personas de ambos sexos podría ser cercano al 70%, pues el 53,9% de los contagiados son estrictamente homosexuales.
Así, en 2013 el Sistema de Vigilancia del Ministerio de Sanidad comunicaba que más del 80% de los nuevos casos de VIH se produjo entre gays. También hay que tener en cuenta el número de personas en cada grupo. A pesar de que los homosexuales son el 3% de la población -señala el libro-, protagonizan la mayoría de los contagios (70%).
Renunciar a un estilo de vida
¿A qué se debe este desequilibrio? “Nadie lo puede negar, es un dato estadístico. La realidad es tozuda. Si tomo 1.000 personas homosexuales y heteros, la proporción de los que me voy a encontrar con VIH es mucho más alta entre homosexuales. Son más promiscuos y el sexo anal conlleva más riesgos”, declara a Actuall Pérez Cárdenas.
No es alentador el estudio publicado en Holanda en enero de 2016 publicado en Science Transnational Medicine, que señalaba que a pesar de que los tratamientos mejoran, el número de casos sigue aumentando. El 71% de los nuevos infectados no sabía de su situación y tampoco que se habían contagiado con hombres que en un 30% de casos tampoco lo sabía.
“¿No se puede cambiar la mentalidad haciendo ver que el sexo loco trae funestas consecuencias para la propagación del sida?”, pregunta Pérez Cárdenas
Un problema puntual
Otro de los puntos negros y de lo que menos se habla es de la eficacia del preservativo como barrera a la propagación del sida. “¿No se puede cambiar la mentalidad haciendo ver que el sexo loco trae funestas consecuencias para la propagación del sida?”, apunta Pérez, que añade que “difundir condones entre la población y animar a su uso se ha demostrado ineficaz o al menos insuficiente”.
El libro recoge que el 23% de los maridos y de las esposas de los que ya tenían sida se infectaron a pesar de usar consistentemente el preservativo. Según la OMS el preservativo falla entre un 10 y un 20% de los casos.
La no infabilidad del preservativo también se demuestra por los datos aportados por el Servicio Andaluz de Salud, que revela que el 71% de las jóvenes que solicitaron la píldora del día después reconocieron que se debía a que el condón se había roto.
Algo parecido es lo que se desprende de lo publicado por la Sociedad Española de la Contracepción en noviembre de 2011: el 77% de 6.200 mujeres entre 14 y 50 años que habían recurrido a la píldora del día después reconocieron haber tenido algún “problema puntual” con el preservativo, es decir, que tomaron la píldora porque ocurrió “algo anormal”.
Un estudio a jóvenes de EEUU: el 71% de los que habían usado condón en los últimos tres meses experimentaron al menos un error durante el periodo de utilización
Los resultados de otros estudios van encaminados en la misma dirección. Se trata del realizado por G. Paz-Bailey a jóvenes de Estados Unidos: el 71% de los que habían usado condón en los últimos tres meses experimentaron al menos un error durante el periodo de utilización (el 41% se olvidaba de su uso, el 31% sufría roturas y el 15% deslizamientos, y solamente un 16% se podía clasificar como “usuario consistente”.
No hace mucho en Colombia volvió a quedar en evidencia la fiabilidad de los preservativos. En 2011 el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos decomisó casi 100.000 condones de las marcas Deluxe, Eclipse de Amor, Condon Life y Green Mate. Los preservativos, que se habían distribuido en los barrios más humildes de Bogotá, presentaban problemas de calidad tales como orificios.
En Sudáfrica el ministerio de Salud se vio obligado a retirar en 2007 millones de preservativos de la compañía Kohrs Medical Supplies porque no superaron el test de aire que garantiza la seguridad de estos productos.
Fuente: http://www.actuall.com/vida/pedro-perez-autor-de-sida-repensar-la-prevencion-animar-al-uso-del-condon-se-ha-demostrado-ineficaz/