Estados Unidos/09 marzo 2017/Fuente: Univision
A pesar de las garantías que ha ofrecido la ciudad de proteger la información personal de los estudiantes, expertos y activistas están preocupados porque ahora los estudiantes inmigrantes dejen de ir al colegio.
Después de la elección presidencial, un estudiante de un programa de actividades extraescolares en el Bronx le entregó un dibujo a su directora con la imagen de un agente de inmigración arrestando a una mujer.
Escrito arriba decía, «Donald Trump, ¿por qué deportas a nuestros padres? No te das cuenta de que los niños están muy asustados».
Ese estudiante sigue asistiendo al programa, pero la directora, Helena Yordan, dice que le preocupa mantener a otros estudiantes en la escuela y en los programas extraescolares a medida que la ansiedad crece y consume a muchas familias de inmigrantes.
La madre de este niño, una inmigrante indocumentada de El Salvador que prefirió no dar su nombre, dijo que algunos padres hispanos tenían miedo a visitar la escuela y una de sus amigas estaba considerando retirar a su hijo por completo.
Aunque la madre con la que hablamos no tiene planes de mantener a sus hijos en casa, ella entiende este impulso.
«Yo tenía los mismos temores», dijo ella. «A veces me sentía demasiado insegura para salir a la calle. Tenía pesadillas».
Esos temores se reflejan en toda la ciudad. Conforme el gobierno federal se involucra de lleno en la aplicación de las leyes de inmigración –de forma más reciente al ampliar drásticamente el grupo de inmigrantes indocumentados que pueden ser deportados– las familias están escondiéndose cada vez más en sus casas. A pesar de las garantías por parte de la ciudad de que protegerá a los estudiantes, los defensores temen que las familias empiecen a abandonar las escuelas.
Los efectos del terror
«El gran problema es que existe una ansiedad generalizada entre las comunidades de inmigrantes», dijo Kim Sykes, quien trabaja en educación en la Coalición de Inmigración de Nueva York. «Tienen miedo de ir a la lavandería. Tienen terror de que los separen. Esta inquietud se extiende a todos los ámbitos de la vida y la escuela no está exenta».
Sykes relató una instancia en la que los padres, de camino a dejar al hijo en un centro de cuidado infantil en el Bronx, pensaron que estaban siendo seguidos por agentes del ICE. Por miedo, no llevaron a su hijo al centro ese día.
Roksana Mun, directora de estrategia y capacitación de DRUM, una organización que ayuda a los inmigrantes del sur de Asia, ha escuchado algunas de las mismas preocupaciones que Sykes. En conversaciones privadas y llamadas de teléfono, dijo, tres familias distintas le han dicho que les preocupa mandar a sus hijos a la escuela.
Hasta ahora en la ciudad de Nueva York éstos son temores e historias anecdóticos. El Departamento de Educación dijo que no hay pruebas de un descenso generalizado en la asistencia en la ciudad o entre comunidades inmigrantes específicas.
La ciudad responde
«Queremos asegurarnos de que los padres envíen a estos niños a la escuela. El mejor lugar para estar protegidos es la escuela«, afirmó la Canciller Escolar Carmen Fariña en una conferencia de prensa el martes. «No hemos visto una disminución en la asistencia y quiero que siga siendo así».
La ciudad envió una carta a los padres en enero explicando que las escuelas no mantienen registros del estado migratorio y no permitirá que los agentes del ICE accedan a edificios escolares sin la «autoridad legal adecuada». El martes, también dijo que la ciudad está preparando una segunda carta que detalla el protocolo si los agentes de inmigración se presentan en una escuela.
La presidenta del Consejo Municipal Melissa Mark-Viverito, quien hizo de la protección a los inmigrantes el tema central de su reciente discurso sobre el estado de la ciudad, dijo que está considerando si la ciudad puede fortalecer su respuesta. Incluso le preocupan los rumores de que los estudiantes están evitando la escuela, dice.
«Puede que no esté ocurriendo a gran escala», dijo Mark-Viverito, «pero el hecho de que está comenzando a suceder en algunos casos es una preocupación para nosotros».
Los últimos acontecimientos parecen justificar los temores de los padres. En Virginia y Texas, varios padres han sido detenidos o recogidos por agentes de ICE mientras dejaban a sus hijos en la escuela, según el Washington Post. En Connecticut, hay evidencia de que algunas familias podrían estar evitando que sus hijos vayan a la escuela, según una portavoz del departamento de educación.
Y la educación superior ya ha sido afectada también en California. El número de estudiantes indocumentados que solicita ayuda financiera estatal en ese estado disminuyó en más de un 40% en comparación con el año pasado.
Un miedo con antecedentes
Ésta no sería la primera vez que el temor a las leyes de inmigración evita que los estudiantes vayan a la escuela.
En Durham, Carolina del Norte, la asistencia al bachillerato disminuyó un 20% el año pasado, después de que un estudiante fuera arrestado en una redada de inmigración. Cuando Alabama promulgó una amplia ofensiva contra los inmigrantes indocumentados en 2011, la cual inicialmente les exigía a las escuelas registrar el estatus migratorio de los alumnos, el Departamento de Justicia documentó un incremento en las ausencias de estudiantes hispanos.
Los temores de algunos padres no se centran en la seguridad de la escuela, sino en la amenaza de ser separados de sus hijos, dijo Ref Rodríguez, miembro de la Junta Escolar de Los Ángeles. Él comenzó a presionar para que Los Ángeles aumentara las protecciones para los estudiantes inmigrantes después de que escuchó sobre una familia que pegaba números de teléfono en su refrigerador para que los niños tuvieran a alguien a quien llamar si algún día llegaban a casa después de la escuela y descubrían que sus padres ya no estaban.
«Ningún niño debería llegar a casa y preguntarse si su mamá o su papá va a regresar esa noche», dijo Rodríguez. «Hemos hecho las cosas de manera que podamos ayudar a la gente a sentirse segura».
Muchos de los defensores locales quieren que la ciudad de Nueva York haga aún más para tranquilizar a las familias inmigrantes. El temor, dicen, es palpable, y generalizado.
Darnell Benoit, director de Flanbwayan, un grupo que ayuda a jóvenes inmigrantes de Haití, dice que sabe de padres haitianos que están planeando regresar a Haití y dejar a sus hijos menores de edad en custodia de otras personas. Ninaj Raoul, directora ejecutiva de Haitian Women for Haitian Refugees, explicó que ha recibido al menos 20 llamadas diarias de personas nerviosas desde la elección.
En este punto, precisó Benoit, «cualquier cosa puede ocurrir», incluso que los padres saquen a sus hijos de la escuela. «Definitivamente la gente tiene miedo».
Fuente:http://www.univision.com/noticias/educacion/como-afectan-las-redadas-contra-inmigrantes-la-asistencia-de-estudiantes-en-las-escuelas-de-nueva-york