Fuente: Diario de la Educación
Directora y presentadora del programa de informativos para niños y niñas InfoK, Laia Servera celebra la popularidad del programa y defensa hacer «partícipes» los niños de los debates públicos.
El día que Cataluña sufrió su peor atentado terrorista en décadas buena parte del equipo del InfoK estaba de vacaciones. Los que pudieron reincorporarse al trabajo decidieron preparar un programa especial para explicar los hechos. “Mucha gente lo esperaba”, explica Laia Servera, directora y presentadora de este programa informativo para niños y niñas de la televisión pública catalana, el único en toda España.
Bajo la máxima de que “cualquier tema puede ser explicado, pero no enseñado” a los niños, la InfoK emitió el domingo 27 de agosto Juntos contra el miedo, un programa que en las encuestas internas de TV3 recibió una valoración de 9,1 sobre 10. Pero este es sólo el último éxito de una trayectoria consolidada de 16 años de InfoK, que este año ha culminado con el premio Zapping como mejor programa informativo y una renovada popularidad gracias a las plataformas digitales.
La conversación que sigue tuvo lugar en medio de un septiembre ya bastante complicado para la comunidad educativa y con muchas preguntas difíciles de responder a los niños. El día 1 de octubre se han añadido unas cuantas más. E InfoK ha continuado tratando de responderlas. Es por ello que, al final de la entrevista, incorporamos un agregado con las preguntas que Servera ha contestado por teléfono sobre su programa del día 2 de octubre.
¿Por qué decidisteis que había que hacer un especial sobre los atentados?
Había sólo tres personas del InfoK trabajando aquellos días, y estaban en Informativos de TV3, que es lo que hacemos en verano [el programa se para con las vacaciones escolares y se reanuda con el inicio de curso]. Propusimos hacer el especial porque como servicio público que somos teníamos la necesidad, y porque también percibíamos una demanda a través de las redes sociales. En un momento así, el InfoK no puede fallar, así que los que pudieron se incorporaron al trabajo. Fue muy positivo, con muchos espectadores, también porque se emitió por TV3 y no por el Super3, como sería habitual. Hemos recibido muchos comentarios de que ha sido útil. Esta era nuestra intención.
El de los atentados es el último ejemplo de que la InfoK ha convertido también en una herramienta de los adultos para abordar cuestiones delicadas con los niños.
¿Al hacer el programa lo piensa, que puede ser un recurso así?
Sí, pensamos primero en que interese a los niños, y después en que pueda ser útil en este sentido. La prioridad absoluta es que sea útil a los niños, pero si podemos añadir elementos para que los padres y madres o los profesores puedan retomar el tema, mejor. Ahora bien, el objetivo principal son los niños y niñas. Por ejemplo, el especial sobre los atentados podría haber ido en un horario de mayor audiencia, pero decidimos que se emitiera a las 20.30 h. Si los padres lo quieren mirar, genial, pero es a los niños a los que va dirigido. A veces nos proponen políticos o expertos para aparecer en el programa, pero si no sabe hablar para los niños no tiene cabida; antes hablaremos con los mismos niños y niñas y será más interesante.
¿Esto hace que no sólo haga un informativo de actualidad, sino que se centre en el contexto y en las herramientas para gestionar la información? Pienso en el especial sobre terrorismo, que hablaba de gestionar los miedos.
El contexto del aportamos siempre. La diferencia entre un niño y un adulto es que este último tiene más experiencia y, por tanto, contexto. Si no has oído hablar de Israel no entenderás nada si ha habido un atentado allí. Si no sabes qué es una momia, no entenderás la trascendencia de descubrir una. La actualidad, para el InfoK, es la excusa para explicar el contexto, a diferencia de los informativos para adultos.
Esta pregunta ya te la han hecho estos días: ¿se puede explicar todo?
Aun así, por audiencias y por comentarios de los propios niños y niñas sí sabréis qué temas despiertan más interés, ¿no?
Los que más interés despiertan son lo que los adultos, por defecto en su día a día, les esconden. Lo que más les preocupa, y lo sabemos por los mails que nos llegan, es ,por ejemplo, el problema de los refugiados. Les indigna y preocupa muchísimo.
¿Por qué?
¡Porque no lo pueden entender! Les cuesta entender cómo puede ser que los adultos provocamos la avalancha de refugiados y luego no los sabemos ayudar. Les cuesta entender la maldad. Además, para ellos la solución es simple y desconocen los impedimentos burocráticos. A esto se le añade la empatía con los que son como ellos, y con el hecho de que sea un tema bastante tabú. Hasta que no aparece en el InfoK muchos adultos no lo comparten con ellos, y lo saben. Cuando a un niño le haces partícipe de un tema para el que habitualmente no se le tiene en cuenta, esto lo hace sentir orgulloso y no quiere decepcionar. Están más atentos porque los mayores han confiado en ellos y esperan una respuesta.
¿Una de las claves del InfoK es que no es sólo un informativo hecho para niños y niñas, sino también hecho con niños y niñas?
Más allá de tenerlos como audiencia, ¿contáis con otros canales para relacionaros con los niños y niñas?
Cada semana visitamos una escuela o sus alumnos vienen aquí. Durante el encuentro les explicamos qué es un informativo, qué diferencias tiene respecto a un anuncio, cuáles son los puntos fuertes y débiles de los medios de comunicación… Es una charla pedagógica que acabamos con intercambio de información. Nos es muy útil porque entonces les preguntamos qué les gusta, qué leen, qué está de moda… Pero también qué no entienden del InfoK o qué destacan. Así descubrimos que una sección que tiene un éxito escandaloso es la meteo [risas].
¿En el programa tiene especialistas pedagogos que le ayuden a elaborar la información?
Una de las redactoras es pedagoga, sí. Al principio necesitábamos mucha más ayuda de expertos, pero llega un momento en que te has enfrentado tantas veces con las mismas noticias que ya tienes un rodaje. En casos excepcionales, como el día de los atentados, volvemos a usarlos. Fue un caso tan bestia y difícil de digerir que nos limitamos, de hecho, a hacer de transmisores entre los niños y los expertos.
Lo preguntaba para saber si seguís criterios pedagógicos a la hora de tratar las imágenes, el vocabulario…
Hemos aprendido que las imágenes que no se pueden enseñar no son sólo las que contienen muertos o heridos, también un niño con un arma en las manos puede ser violenta. O una familia llorando por una pérdida. Cosas que los adultos, quizá porque hemos desarrollado una piel más gruesa, pensamos que podemos manejar. En cuanto al lenguaje, hemos aprendido a no evitar el uso de palabras complejas, pero las hemos de describir. Una vez en un vídeo apareció la palabra embajada, y al día siguiente en un reportaje un niño nos comentaba que no había entendido lo “de unos que bajaban …”. Nos planteamos esquivar las palabras complicadas, pero entonces los niños nunca las incorporarían a su vocabulario. Así que optamos por usarlas, siempre que no se acumulen en una sola frase, y acompañarlas de una definición.
¿Te da la sensación de que el InfoK está viviendo una ola de popularidad? Más allá de los premios, en las redes sociales se percibe así. ¿Os llega?
Sí, es una mezcla de cosas. Por un lado, es cierto que el programa se ha consolidado con el tiempo: llevamos años de buena trayectoria. Los premios vinculados a ello. Pero un elemento que nos ha dado un gran empuje son las redes y el hecho de poder ver el programa en plataforma digital. Esto hace que lleguemos a otros niveles de público: profesores, psicólogos, aulas de acogida, centros… Gente que antes no nos veía y ahora sí que utilizan nuestros contenidos como recurso. Familias que lo ven conjuntamente con sus hijos. ¡Esto nos encanta!
Muchas familias dicen que cuando acaban de ver el programa con los hijos después no paran de hacer preguntas.
¿Tú sabes qué significa esto para nosotros? ¡Es un orgullo inmenso! Quién mejor que los padres para responder estas preguntas, para charlar juntos. Hace poco hicimos un especial sobre la regla y, la semana siguiente, una profesora nos decía que en el patio los niños y las niñas estaban hablando juntos del tema. Haber promovido esto, para nosotros, es oro.
Este es un tema para niños quizás mayores. El InfoK es un programa dirigido a una franja de niños entre 8 y 12 años. ¿Os habéis planteado llegar a los adolescentes?
Es una batalla perdida … No debería ser complicado, pero los medios de comunicación no hemos encontrado la fórmula. Sí lo han hecho los YouTubers, por ejemplo, o Instagram. Lo que es evidente es que el InfoK, tal como está planteado, no es para adolescentes. Llegar a niños y adolescentes a la vez es inviable, porque son muy diferentes. Debería haber un producto pensado para ellos, que quizá tengan que hacer ellos mismos.
¿Y para los menores de 8 años?
Nos ven niños muy pequeños… El InfoK es como el Principito: con cinco años interpretas algo, con 12 otra cosa, y con 35 una diferente. Un niño de cinco años que nos mira verá que nace un elefante en tal sitio, quizá poco más. Puede empezar a ver y entender hasta donde alcance, pero lo que es seguro es que ningún contenido será ofensivo para ellos porque los programas los miramos con ojos de niño de 3 años. Es como cuando yo de pequeña miraba La bruja avería, ¡que no entendía nada pero me lo pasaba bien igualmente! Es cierto que la prioridad número uno es que los niños entiendan el contenido, porque esta es la base del conocimiento, junto con el hecho de que te apasione. Un poco de cabeza y un poco de corazón, para entendernos. Pero si en algún caso hay menos cabeza y más corazón, pues tampoco pasa nada …
El InfoK se estrenó en 2001, inspirado en modelos como el Newsround de la BBC, de larga trayectoria. ¿Sigue teniendo los mismos referentes a día de hoy?
¿Os conocéis, entre vosotros?
Miramos mucho, los otros informativos. Yo lo hago cada mañana cuando preparo los temas del programa. Con el de la BBC coincidimos bastante, aunque ellos son muy monárquicos y priorizan mucho el fútbol. Ellos también nos miran, bebemos mutuamente unos de otros. De hecho, nos conocemos, pero hace tiempo que no nos vemos. Su programa me gusta mucho porque es muy innovador, y hablan de una forma más directa y desacomplejada con los niños. Supongo que es la experiencia…
¿Hace falta mucha mano izquierda para hacer información con niños?
Sí y no. No les puedes hacer preguntas como a los adultos, con quienes a menudo te puedes permitir omitir cosas que se dan por sentadas. Los niños y niñas tienen tendencia a responder al inicio con respuestas cortas, pero una vez que llevas un rato con ellos te regalan comentarios que no te hará ningún adulto, más desacomplejados. Los adultos tenemos una mochila de disgustos, vergüenzas, malas experiencias, que hacen que nos reprimamos a la hora de expresar según qué opiniones. Los niños no, y eso es muy gratificante. Ahora bien, necesitan un espacio y un tiempo para hacerlo, no podemos colocarles el micrófono en la boca y pedir que hablen. Necesitan confianza, conversación, rato… Y cuando logras eso, la conversación puede ser más rica que con un adulto.
¿Ha habido algún tema que te haya costado especialmente de abordar?
¿Cuando se conoció el caso del profesor de los Maristas?
Sí, aunque lo hicimos al cabo de un tiempo, porque si una ventaja tenemos al InfoK es que si no sabemos cómo publicar una información, no lo hacemos. No tenemos ninguna prisa. La visión de la actualidad de los niños es relativa, hay temas que al cabo de un mes para ellos siguen siendo de actualidad. Dicho esto, pensábamos que el de los abusos nos costaría mucho, hablamos con muchos expertos, y a la hora de la verdad los niños y niñas nos dieron una lección porque hablaban con una gran facilidad del tema. Pensábamos que el sexo sería un tabú para ellos, pero el enfoque nos ayudó. Nuestro mensaje era: “Cuando te digan un secreto, si te hace sufrir, que sepas que tienes que excontarlo”. Y fue fácil de entender para cualquier niño, en realidad.
¿Y el segundo tema?
Este fue difícil hasta el punto de que no lo llegamos a explicarlo porque no supe cómo hacerlo. El accidente de Germanwings lo explicamos sin imágenes, con un gráfico, y como eran días antes de Semana Santa nuestro objetivo consistió en tranquilizar a los niños que tenían que coger aviones. Así que dedicamos 30 segundos a la noticia y dos minutos a explicar con un piloto los detalles de seguridad de los aviones. Al cabo de unos días, sin embargo, se supo que no había sido un accidente, sino que una persona intencionadamente había hecho estrellar el avión. ¿Cómo explicas esto? ¿Hablas de la depresión o de la salud mental? No, porque tampoco quieres estigmatizar… Pues bien, pasaron los días y al final optamos por dejarlo. Es la única vez que por cobardía o por incapacidad no hemos sabido explicar un tema.
¿Esto es porque con el tiempo se ha descubierto que el InfoK no debe ser exclusivamente un programa informativo sino también formativo?
A los niños, la actualidad rigurosa les es relativamente trascendente. Pueden conocer los datos, como por ejemplo los muertos de los atentados del mes pasado, pero no les servirán de casi nada. Lo que se desprenda de la actualidad es el que les puede resultar útil: ¿qué es el Islam? ¿Qué es el terrorismo? Quién lo hace? ¿Dónde? ¿Cómo se gestionan emociones que a priori nos parecen malas? ¿Quiénes son los Mossos? Toda esta información la pueden masticar bien y, aunque no está estrictamente vinculada a los hechos, les puede ser útil en la actualidad que vendrá. Herramientas para entrar a razonar y crearse una opinión propia, para crecer, en definitiva.
El día 1 de octubre, ¿los periodistas del InfoK fueron a trabajar?
Sí, pero para los informativos de TV3. Decidimos que no queríamos grabar ese día para el InfoK, porque, aplicando la filosofía del programa, nos hubiera comportado ir a buscar niños que querrían votar sí y otros que querrían votar no, con el añadido de que también deberíamos recoger que estaban en contra de la votación, lo que conllevaría ir a su casa. Esto los pondría a todos a la palestra, y no queríamos vivir de nuevo la experiencia que padecimos en la Vía Catalana, cuando sacamos niños que expresaban opiniones políticas y terminaron en la portada de un periódico [El Mundo] a cara destapada y con nombres completos. No queríamos que nuestros niños acabaran así. Y yendo en contra la filosofía de la InfoK, priorizamos su seguridad. En el programa del día 2, de hecho, no había niños expresando posiciones.
Iba, de nuevo, de cómo gestionar lo que había pasado.
Exacto, de cómo gestionar los hechos y de cómo tratar palabras complicadas que no entienden y que nosotros los podemos explicar, como por ejemplo, la democracia.
Hablabas de que hay imágenes que no se pueden enseñar, y sin embargo muchos niños y niñas vieron numerosos vídeos de la aplicación de la violencia por parte de la policía. ¿No cambia esto tu planteamiento?
Actuamos igual. Sabemos que cuando nos miran ya vienen distorsionados por lo que han visto. Lo que tenemos que hacer, precisamente, es aclararles conceptos para que lo que han visto no les angustie, no utilizar las mismas imágenes que los pueden haber generado miedo.
¿Cómo se explican unos hechos que polarizan tanto buena parte de la sociedad?
Es difícil. Si la cuestión fuera explicar cómo lo ven los del sí y los del no en una situación, sería más sencillo, pero lo dificulta el hecho de que una de las posturas anule el planteamiento anterior. En cualquier caso, en InfoK siempre hemos estado a favor de escuchar, de consensuar y de la democracia.
Me sorprendió que al final del programa utilizara las palabras de Gerard Piqué. ¿Por qué?
En primer lugar, porque nos gustó ver a un jugador de fútbol, hombre, llorando. Expresando emociones abiertamente. Como concepto, nos convenció. Aparte de que a muchos niños les gusta el fútbol y el Barça. No era un tema prioritario, de hecho quedó al final como una anécdota, pero sí pensamos que quizás era uno de los temas de los que pueden hablar a los niños a la hora del patio. Y no podemos ser ajenos a su realidad.