Por: 20minutos.es/Europa Press/ 12-01-2017
La Comisión de Acoso Escolar vinculada a la Consejería de Educación, Cultura y Deportes ha iniciado un informe para esclarecer un presunto caso de acoso escolar a cuatro chicas de 1º de Bachillerato en la Escuela de Arte de Toledo por parte de otro menor de la misma clase.
En declaraciones a Europa Press, el director provincial de Educación en Toledo, José Manuel Almeida, ha confirmado el inicio de este estudio a raíz de este supuesto caso, que adelantaba el diario la Tribuna de Toledo, y del que no consta denuncia ante la Policía. Almeida ha relatado como, presuntamente, estas cuatro chicas estaban recibiendo mensajes «fuera de tono» a través de WhatsApp y en redes sociales por parte de este chico, una información que llega al profesorado, pues percibe en una de las chicas que «algo le pasa».
Esta menor, la más afectada, les traslada los profesores que además de esos mensajes el presunto agresor ha tenido un «comportamiento no adecuado» con ella. Seguidamente, desde la Dirección Provincial de Educación se pone en marcha el protocolo ante este tipo de casos, una vez constatan la información por parte de las presuntas víctimas y del presunto agresor, que en palabras de Almeida «no era consciente de que este tipo de actuaciones podían constituir acoso».
Asimismo, el director provincial de Educación ha destacado la «absoluta y total colaboración» de la familia del menor, que ante los hechos reconocen que es «no es un comportamiento adecuado y por ello hay que poner medidas». MEDIDAS INMEDIATAS Este protocolo, según Almeida, marca que una vez se pone en marcha, se deben tomar medidas inmediatas, por lo que el presunto agresor ha sido trasladado a otro grupo de clase como medida cautelar.
De este modo, la Dirección Provincial de Educación trabaja en ultimar este informe, que dependiendo de la gravedad de los hechos tarda «más o menos» en arrojar conclusiones. Tanto el equipo directivo de la Escuela de Arte de Toledo, los tutores y los orientadores colaboran, desde el momento que se pone en marcha el protocolo de acoso, en seguir observando la situación y los comportamientos del presunto acosador y de las presuntas víctimas.