Centro América/Honduras/19 Abril 2018/Fuente: Prensa Latina
Los mismos síntomas presentan los padres, maestros y personal de las instituciones de enseñanza, quienes viven atemorizados por los altos índices de criminalidad y la muerte de jóvenes en los últimos meses, indicó.
‘La situación para todos los hondureños es caótica, ya no hay una buena salud metal, porque existe una epidemia de odio, ansiedad, de angustia, de miedo y violencia’, lamentó Uclés.
De acuerdo con el especialista, los sistemas de educación y salud están abandonados y urge una atención del Gobierno.
Alrededor de 800 instituciones educativas piden protección a la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional, según afirmó el subteniente José Coello.
Un informe divulgado en febrero por el Ministerio de Educación revela que unos 180 mil alumnos sufren de agresiones.
La inseguridad está asociada a la venta de narcóticos, violencia interna, acoso escolar y la influencia de maras (pandillas), sobre todo en localidades de San Pedro Sula y Cortés, conforme con investigaciones de organizaciones internacionales.
Una estudiante de 17 años fue asesinada la semana pasada cerca del Instituto Central y un niño murió producto de un tiroteo entre delincuentes en la localidad capitalina de Suyapa, reflejo de la inseguridad latente en esta nación.
Al menos dos menores mueren diariamente por la violencia en Honduras, según datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma.
El año pasado ese flagelo privó de la vida a 262 pequeños y adolescentes, y a unos 12 mil en la última década, conforme con la fuente.