Por: ABC
La tecnología está siendo la gran aliada en esta etapa en la que hay que evitar las agrupaciones de personas.
Suspender las clases supone romper bruscamente la rutina de las familias y tiene implicaciones para los niños, especialmente para los más pequeños. Según Suzanne Barchers, doctora en Educación y vicepresidenta del Plan de Estudios de Lingokids, es en esta etapa cuando las personas aprendemos a gestionar nuestro tiempo, a diferenciar espacios y tipos de actividades.
Apunta que pintar, leer, bailar, ver películas o dar una vuelta en bici son algunas opciones recomendables para hacer con los niños durante estos días. Pero además, en estas dos semanas, los escolares tienen que realizar desde casa sus tareas lectivas, y para ello es importante que cuenten con las herramientas más adecuadas, aquellas que están adaptadas para su desarrollo cognitivo.
«La tecnología está siendo la gran aliada en esta etapa de evitar las agrupaciones de personas. En algunos casos, los centros educativos han elaborado sus propios vídeos o contenido online para que los alumnos puedan mantener el ritmo de aprendizaje. Pero los días son largos y muchas las horas que los niños tendrán que permanecer en casa, a veces junto a adultos que están teletrabajando».
Diseñadas para ellos
Apunta que para aprovechar al máximo las ventajas de los dispositivos móviles, existen multitud de aplicaciones educativas que pueden resultar tan atractiva para el niño como ver un contenido de vídeo, por ejemplo, pero le ofrecen muchos más beneficios: desde la mejora en habilidades específicas (idiomas, lengua, matemáticas…) al desarrollo cognitivo y la atención.
«Las aplicaciones educativas para smartphones y tablets están diseñadas para captar y mantener la atención de los niños. En edades entre 2 y 8 años es especialmente importante la motivación de los pequeños. Las actividades deben suponerles una estimulación y un reto intelectual. Ha de ser suficientemente asequible como para que consigan resolverlo, pero no demasiado sencillo, o perderá el interés».
Señala que algunas han sido desarrolladas por los propios grupos editoriales «y se basan en los mismo métodos educativos que ya utilizan los centros, como Pupitre de Santillana, M.A.R.S. de SM o Tatum de Elevives. Otras tienen un enfoque más específico, como Lingokids para aprender inglés, Smartick para matemáticas, o el Juego de la Historia, para conocer mejor la historia de España».
En su opinión, las aplicaciones permiten también desarrollar aquellos ámbitos por los que el niño siente un interés especial. «Profundizar en aquellos temas que le motivan suele tener también un efecto beneficioso en otras materias. Por ejemplo: un niño que disfruta aprendiendo inglés puede estar reforzando al mismo tiempo sumas, restas o países de Europa, pero de forma más amena».
Suzanne Barchers concluye que «las posibilidades son innumerables para aprovechar al máximo un período en el que los pequeños no deben perder su ritmo de aprendizaje. Deben saber diferenciar los tiempos de trabajo y de ocio propios, y los de sus padres, sin dejar de sentir nunca lo importantes que son para ellos».
Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-aplicaciones-educativas-buena-opcion-para-ninos-sin-cole-202003130221_noticia.html