Diana Pinzón enseña a adolescentes «el poder de la consciencia corporal»
Diana Pinzón (37 años) se dedica a enseñar a adolescentes y mujeres adultas a tener «conciencia menstrual», para que «la biología deje de ser un conflicto y el cuerpo un campo de batalla». Les ayuda, dice, a entender que tienen «una biología que afecta a sus emociones» y que funcionan de manera cíclica. Pero antes de nada esta educadora menstrual les invita a mirarse la vagina en un espejo (en casa).
De haberse aprobado la moción de la CUP de Manresa para formar a las y los adolescentes sobre la regla, habría sido ella la encargada de dar las charlas sobre copas mentruales, esponjas marinas y compresas de tela a las chicas de 2º y 4º de la ESO de esa localidad barcelonesa. Finalmente, aunque este fue uno de los temas más comentados en redes durante el miércoles, el Ayuntamiento aprobó el jueves una enmienda del equipo de Gobierno que encarga la gestión de la formación al servicio de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva (ASSIR) de la Generalitat.
La primera lección que suele dar a las adolescentes en los talleres que imparte, después de preguntarles si han visto sus órganos genitales, es que «ser mujer es una opción y ser transexual no es una enfermedad de la sociedad actual». Lo siguiente, como cuenta a Verne por teléfono, «para que entiendan y no juzguen», es que «si decides ser mujer, puedes ser la mujer que quieras: no estás obligada a llevar falda, a ser femenina y te pueden gustar otras mujeres». Y les transmite que «cuando decides que eres mujer, decides amar y cuidar ese cuerpo». A partir de ahí, hablan de la biología y de cómo se manifiesta el ciclo menstrual.
«Somos cíclicas y el sistema nos obliga a ser lineales», dice Pinzón, que anima a reprogramar reuniones, organizar planes acordes al momento del ciclo menstrual en que se encuentre la mujer y reconocer que no existe el mundo feliz de los anuncios de compresas. A las niñas les explica que en la fase ovulatoria las mujeres están más lúcidas, mientras «en la premenstrual estamos a otra cosa», y lo aborda con ejemplos: «El día que pensaste que tu mejor amiga te miró mal, ¿era verdad o estabas más susceptible?»
La niña que tenía miedo a desangrarse sin compresa
Las adolescentes tienen muchas preguntas y a veces encuentran muy pocas respuestas en casa o en clase. A esta educadora menstrual le han llegado a preguntar que cuántos orificios tienen las mujeres. Que de qué color es el sangrado, si duele y cuánto sale. Y la clásica de si se pueden quedar embarazas mientras tienen la regla (la respuesta, para despistados, es sí).
Una chica quiso saber si podría llegar a desangrarse si no tenía compresa. Otras creen que es malo estar de mal humor cuando se tiene el síndrome premenstrual y ella les explica que no, que hay que escuchar al cuerpo. También ha dado con «niñas muy potentes», como una que le dijo que con su primera regla iba a pintar un cuadro.
Los adolescentes saben aún menos y hacen bromas de mal gusto sus compañeras, del tipo «oye, que se te ha caído el tampón». A un taller que hizo en un instituto de Manresa se apuntaron tres chicos pero al final no fue ninguno «porque había un taller de lucha libre». «Son los hijos a los que nunca nadie les enseñó nada», dice Pinzón. Ahora son sus compañeras «empoderadas» las que les explican que el tampón no se cae, «que la regla no es cochina», y que son mujeres y les gusta su menstruación. Son las mismas chicas que escribieron a su profesor de educación física para pedirle hacer actividades alternativas relacionadas con el deporte los días que tienen el periodo.
Cómo no sufrir con la regla
Además de dar talleres (también entre madres e hijas o solo para adultas), tiene una consulta en la casa de partos Migjorn donde atiende los viernes a mujeres que llegan muchas veces «desesperadas de dolor porque el ibuprofeno ya no funciona». Pinzón sostiene que es posible no sufrir con la regla. «Cuando sabes que te va a doler -hay que tener un calendario y saber en qué momento del ciclo estamos- puedes tomarte un paracetamol y empezar a bajar el ritmo de actividad». Darse un baño, dedicarse un tiempo para cuidarse, hacer ejercicios con los músculos vaginales. «La contracción será igual, pero te dolerá menos», asegura.
Pinzón, madre de dos hijos, es licenciada en Humanidades y máster en Estudios de Género. Se ha formado durante cuatro años sobre ginecología «natural y respetuosa», salud sexual y reproductiva y terapia Gestalt. También ha trabajado con otras pedagogas menstruales y doulas como la británica Sophie Style y la estadounidense DeAnna L’am. «No hace falta ser médico para conocer tu cuerpo; aplico mi formación histórica», defiende.
En su web Pinzón habla de rituales como «la tienda roja» -encuentros de mujeres que se reúnen en torno a la menstruación para compartir conocimientos, leer, darse masajes- o la sanación y la bendición del útero, pero asegura rechazar el «misticismo» o del «sectarismo». No vive de este trabajo, y a pesar del debate y las críticas que generó la propuesta de la CUP, piensa continuar con ello: «Si estamos ayudando a la salud de la mujer, aunque no nos hagan caso, vamos a seguir haciéndolo».
Fuente de la noticia: http://verne.elpais.com/verne/2016/04/21/articulo/1461254244_144837.html
Fuente de la Imagen: http://ep01.epimg.net/verne/imagenes/2016/04/21/articulo/1461254244_144837_1461264663_noticia_normal.jpg