Sudáfrica, el nuevo boom del turismo de idiomas

Sudàfrica/11 mayo 2016/Autor: Carolina Valdehìta/Fuente:El Mundo

Quizá por ser el país con mejor oferta educativa del continente africano. Quizá por ser un destino atractivo para hacer viajes o, quizá, por la historia que le acompaña y la mezcla de culturas que ofrece. Sea cual sea el incentivo determinante para cada alumno, el resultado es que Sudáfrica se está convirtiendo en un destino cada vez más demandado entre los estudiantes internacionales para realizar un curso de inglés o como una nueva forma de intercambio entre universidades más allá del mítico Erasmus.

Se podría decir que acoger el Mundial de Fútbol en 2010 fue la mejor inversión que hizo Sudáfrica. Desde entonces, las academias para estudiar idiomas están en alza, especialmente en Ciudad del Cabo, una urbe que lo tiene todo: atractiva, moderna, cultural y con una gran oferta de ocio.

Aunque la forma de hablar sea al principio complicada de entender a pie de calle -que nadie se desespere si las primeras semanas le tienen que repetir las frases por no haber entendido nada-, los profesores suelen tener buena retórica y acentos propios de Reino Unido.

Anthea Carolus es profesora en la academia de EC de Ciudad del Cabo y habló con ELMUNDO para explicar el balance de los últimos años: «Llevo una década en la enseñanza y puedo decir que, desde hace unos años, ha habido un boom en la llegada de estudiantes internacionales que vienen a aprender inglés, a hacer un examen oficial o a prepararse para la Universidad. En la temporada alta -de octubre a marzo- llegamos a tener 300 alumnos y en la temporada baja unos 120″.

La caída del rand

Que el país esté entrando en crisis económica y el valor del rand, la moneda local, haya caído en favor del euro, es otro de los atractivos para que los estudiantes apuesten por la ciudad. Si bien el precio de un curso de idiomas no tiene una gran diferencia con destinos como Canadá, Australia, EEUU o Reino Unido, -por un intensivo de seis meses se pagan alrededor de 4.000 euros-, el coste de la vida es mucho más asequible y los exámenes oficiales también.

Un alquiler de una habitación en un piso compartido oscila entre 250 y 500 euros mensuales, dependiendo de la zona donde se quiere vivir y de las características de la casa. Los gastos personales suponen entre 100 y 150 euros gracias a que el transporte, la comida y el ocio son muy asequibles.

Pero, sobre todo, que muchos decidan huir de los típicos destinos como Europa o América para mejorar el idioma se debXe a que buscan un camXXio en sus vidas. Es el caso de Sergio, de 21 años y natural de Alcossebre, Castellón, que permanecerá seis meses en la ciudad estudiando un programa de Cambridge. «Vine a la aventura cuando mis amigos me decían que era una ciudad muy peligrosa, aunque nunca he tenido ningún problema de atraco porque voy siempre con mucho cuidado».

Sergio rebosa entusiasmo a la hora de hablar de la cosmopolita Ciudad del Cabo: «El paisaje es precioso y el clima es muy parecido al de mi tierra. Además, tienes la posibilidad de viajar por el país. Hasta ahora todo ha sido muy positivo».

Sudáfrica es un gran destino por descubrir: el alquiler de coche es muy asequible (hay ofertas desde 10 euros al día), la red de infraestructuras es muy buena así como las instalaciones para alojarse. Fauna, flora, playas y naturaleza están a lo largo y ancho del territorio, haciendo del país un enclave perfecto.

Al lado de Sergio se encuentra Alicia, una profesora de música valenciana que se ha tomado un año y medio de asuntos propios para mejorar su nivel de inglés, primero en Australia y ahora en África. «Quise venir a ambos destinos porque tenía tiempo suficiente para hacerlo. Pero mientras que en Australia tienes que trabajar para poder sobrevivir, en Ciudad del Cabo puedes estar más tranquilo«.

También españoles

Miguel, madrileño y licenciado en políticas, escogió Ciudad del Cabo para perfeccionar el nivel de inglés antes de comenzar un MBA. «Lo bueno de vivir aquí es que es una ciudad muy multicultural, tanto porque hay gente de otros países como las diferencias dentro del propio país. Y, pese a ellas, han conseguido hacer un país juntos».

Sin embargo, quien vaya a Sudáfrica convencido de que tendrá una experiencia 100% africana, se puede ir olvidando. Hay más similitudes entre Sudáfrica y EEUU que entre Sudáfrica y cualquier otro país del continente. No obstante, la mayor parte de la población originaria no puede mantener el nivel que los blancos impusieron, con lo que hay varios programas de voluntariado y ayuda a los más desfavorecidos.

La mejora del sistema educativo ha dado a las universidades un valor añadido para los estudiantes, y eso se demuestra en el aumento de las matriculas internacionales cada año. El país ofrece la mejor educación del continente, lo que ha llevado tradicionalmente a las familias adineradas de países árabes y africanos a enviar a sus hijos a estudiar allí. Ahora, Europa y EEUU están copiando el ejemplo. De las 23 universidades sudafricanas, las que más intercambios reciben son las de Johannesburgo y la de Ciudad del Cabo. Con 4.405 estudiantes, ésta última es la de mayor prestigio y está situada en el puesto 120 del ránking mundial de Times Higher Education.

Ester -francesa- y Anne -danesa- estudian en la Universidad de Johannesburgo y ambas coinciden en el motivo que las llevó a lanzarse a la aventura de formarse a miles de kilómetros de sus casas. «Buscaba un destino alejado de Europa o EEUU para perfeccionar el inglés. Además, quiero estudiar Relaciones Internacionales y me interesa mucho África como continente para especializarme», explica Ester.

Un cambio cultural

«Yo buscaba algo diferente a lo que estaba acostumbrada en Dinamarca, un cambio cultural pero que tampoco me hiciera perder la calidad de los estudios», puntualiza Anne. «Es muy positivo estar conviviendo con personas de otras partes del mundo, porque te acercas a otras culturas que te muestran cosas típicas de sus países, como la cocina o las costumbres que de otra manera no podrías haber hecho». Además, una habitación compartida en la residencia de estudiantes de su campus les cuesta 120 euros al mes, una cuantía considerablemente más barata de lo que hubieran pagado en Europa. «No me quiero ni imaginar lo que me costaría el alquiler en París, probablemente el triple», ríe Ester.

Otro aliciente es que Sudáfrica tiene mayor facilidad a la hora de conseguir un visado para entrar y permanecer tres meses como turista o estudiante, con una prórroga de otros tres de manera gratuita para la mayor parte de nacionalidades europeas. El alumno recibe el visado de estudios según la duración del curso que vaya a realizar, previa aprobación y carta de recomendación de la universidad donde estudiará.

Así tienen asegurada su estancia sin exponerse a una caótica burocracia. Lamentablemente, eso no ocurre con quiénes llegan al país para realizar un curso de idiomas, que sí deben solicitar in situ las prórrogas pertinentes del departamento de inmigración.

Los alumnos españoles que viven en Ciudad del Cabo recomiendan a los futuros estudiantes que pidan las prórrogas de seis meses «en cuanto lleguen al país», pues los trámites suelen tardar más de dos meses en gestionarse. También se requiere de un seguro médico con una empresa local para otorgar el visado de estudios.

Sin duda, lo que más frena a los estudiantes de intercambio a la hora de ir a Sudáfrica es la alta tasa de criminalidad y robos que hay en las ciudades principales, especialmente en Johannesburgo. No en vano, se sitúa en el top ten de los países con mayor tasa de criminalidad del mundo, y las universidades no lo esconden.

«Sudáfrica y criminalidad se han convertido en sinónimos», advierten algunas webs universitarias. Según las últimas estadísticas publicadas por la policía local, entre abril de 2014 y marzo de 2015 se cometieron 2.206 millones de delitos y 17.805 asesinatos, lo que equivale a 49 asesinatos al día, un incremento de 782 frente al año anterior en una población de 54 millones.

Quienes viven en el país asumen que en algún momento tendrán algún incidente, pero eso no les preocupa para seguir adelante con la aventura. «Lo que hay que hacer es tomar algunas medidas para ir preparado, como llevar siempre 10 euros para dárselos al ladrón o, por la noche, salir con un teléfono móvil antiguo y hacer los desplazamientos en Uber», propone Miguel.

Gracias a la aplicación americana, se pueden realizar desplazamientos a cualquier hora del día a sabiendas de que se está tomando un transporte de fiar. Uber ha desbancado por completo al transporte público y a los taxistas de a pie, quienes han tenido que bajar el precio de las carreras para poder adecuarse a los precios de su competencia.

En definitiva, con un poco de cuidado no hay problema para disfrutar del país más occidentalizado de África, que alberga algunas de las ciudades más cosmopolitas del mundo.

 

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