Colombia/ 16 de Junio de 2016/El Tiempo
Por: Asia Society
Las ciudades son fábricas de niños. Con un porcentaje cada vez mayor de personas viviendo en ellas, sin duda las familias y la infancia merecen que los gobiernos le presten atención a su formación y futuro.
Niños más y mejor educados significan mayor mano de obra calificada, más cabezas pensando y mejor productividad. En el largo plazo, las urbes con políticas públicas educativas serias son las que suelen tener un mejor comportamiento económico.
Y son las ciudades que basan su modelo en la equidad las que tienen más éxito, según Asia Society, organización no gubernamental fundada en 1956 por John D. Rockefeller y que promueve las alianzas educativas. Con base en información de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), dice que “los sistemas con el mejor desempeño reducen el impacto del estatus socioeconómico en los logros académicos, creando sociedades abiertas al talento de cualquier fuente”.
Esto quiere decir que los sistemas educativos donde estudiantes de diferentes contextos e ingresos asisten a las mismas instituciones y tienen más o menos las mismas oportunidades de acceso a la educación superior son más exitosos.
Asia Society resalta el caso de Estados Unidos, donde “las grandes inequidades en los logros educativos, incluyendo las altas tasas de deserción escolar en bachillerato, le cuestan a la sociedad cerca de US$ 3 trillones al país, valor que equivale a una recesión”.
El portal open.dataforcities.org muestra, por ejemplo, que en San Diego (California) solo el 54,04 % de la población termina el bachillerato.
En Los Ángeles se gradúa el 75 %, mientras que en ciudades latinoamericanas –donde la pobreza es mayor, y la inequidad, menor– como Buenos Aires y Guadalajara, los graduados del colegio llegan al 65,8 y 83,4 %, respectivamente.
Según le dijo a Asia Society Andreas Schleicher, subdirector de educación de la Ocde, son tres las características de los países y ciudades con los mejores resultados en esta materia.
En primer lugar, invierten en la educación temprana. Segundo, apoyan a los colegios que presentan las mayores desventajas y los peores desempeños y, por último, eliminan los obstáculos que generan los sistemas por niveles y que pueden profundizar la inequidad.
El artículo científico Educación y crecimiento económico, de los profesores Eric A. Hanushek (Universidad de Stanford, Estados Unidos) y Ludger Woessmann (Universidad de Múnich, Alemania), señala que “la calidad de la educación tiene un profundo impacto en la economía, que depende de las habilidades y conocimientos de los trabajadores”. Ambos critican que los países en vías de desarrollo se enfoquen más en la cobertura y no en la calidad.
Mejores prácticas
En el mundo, uno de los casos más conocidos es el de Finlandia. De hecho, siempre aparece en los primeros puestos de las pruebas Pisa, de la Ocde. En su capital, Helsinki, el 99 % de los estudiantes termina la primaria, y el 72 %, la secundaria.
Según el portal independiente de noticias, Libertad Digital, de España, el éxito de este país no es la inversión anual por estudiante (9.162 dólares), sino su sistema incluyente que ha tenido continuidad a pesar de los cambios de gobierno. Además, el 95 % de sus colegios son públicos.
“No lo ha logrado con normas centralizadas, sino a través de un sistema que da una gran autonomía a los centros, en los cuales sus profesores son los que controlan los planes de estudios. Todo ello está enmarcado en una ley de educación estable, que no se cambia con el color del gobierno de turno”, señala el portal.
Dar oportunidades implica no solo tener colegios y profesores de calidad, sino también transporte para que todos puedan estudiar.
Libertad Digital destaca además que, a diferencia del sistema español donde el Gobierno central define los currículos académicos, Finlandia les da autonomía a los municipios y luego a los profesores para que el seguimiento a los estudiantes sea más personalizado.
Barcelona, por su parte, tiene resultados interesantes: el 100 % de los niños y niñas están en el sistema educativo, según le reportaron a Open Data for Cities en el 2013 y el 2014. No obstante, la falla está en la educación superior, pues de 100.000 habitantes solo 28.268 obtiene algún tipo de título, mientras que en Helsinki la tasa llega a 33.361.
De acuerdo con las pruebas Pisa, Shanghái (China) es la que tiene los mejores puntajes en matemáticas y la mayor proporción de estudiantes en los niveles más altos de calificación (5 y 6). Open Data no tiene los datos completos, que suele obtener directamente de las ciudades.
Sin embargo, el columnista Jaap Dronker, del Huffington Post, señala que esta ciudad china seleccionó para las pruebas solo a los jóvenes que viven legalmente ahí y excluyó a los inmigrantes, lo que pudo incidir en el resultado, pues al ser los más vulnerables, son los que pueden tener mayores falencias.
Fuente: http://www.eltiempo.com/bogota/equidad-en-la-educacion-como-motor-de-desarrollo-segun-expertos/16622563