La Universidad y el futuro

Centroamérica/Honduras/22 de Julio de 2016/Autor: Edmundo Orellana/Fuente: La Tribuna

Si aceptamos que en la universidad se forman los que tendrán la responsabilidad de impulsar el desarrollo del país hacia estadios superiores, también debemos admitir que es responsabilidad de la sociedad verificar que la educación universitaria sea congruente con las exigencias de la dinámica económica, social, política y cultural.

La primera prioridad en esta responsabilidad es asegurar las condiciones en la que se desarrolla el binomio docente- estudiante, entidad fundamental de la universidad, a cuyo fortalecimiento coadyuvan todos los demás factores (administrativos, financieros, materiales, etc.). La savia que nutre a esa entidad, es la ciencia, cuya enseñanza debe responder a los objetivos que se proponga alcanzar la nación, a corto, mediano y largo plazo.

La enseñanza debe insertarse en el contexto nacional, entendido retrospectiva y prospectivamente, para conocer la sociedad en que está inmerso ese binomio, diseccionándola en sus particularidades, para identificar los factores que la asemejan y la diferencian de las demás. De este análisis sobre el ayer, el hoy y el mañana de la sociedad, deben extraerse los elementos de su formación, para su indisoluble incorporación al cuerpo social, a cuyo destino une el suyo. Que esta pertenencia sea por convicción, no simplemente por necesidad, es lo que afirma la identidad nacional.

También habrá de responder al contexto global en el que se inserta la sociedad a la que el binomio pertenece. Ninguna sociedad, en efecto, puede progresar sin aprovechar el avance de la ciencia y de la tecnología que desarrollen las sociedades más avanzadas. La relación con esas sociedades, superiores en el plano científico y tecnológico, deviene, en consecuencia, imperiosa e ineludible para la evolución del conocimiento local.

Desde esta perspectiva, lo nuestro es no solamente el conocimiento local, sino también el global. Acceder a éste para potenciar aquel es un deber inexcusable que recae en la universidad. Ésta, en el cumplimiento de esa misión, se convierte en el crisol en el que se fusiona el conocimiento local y el global, cuidando de preservar impecablemente los elementos que constituyen la identidad nacional.

La universidad, entonces, tiene el deber de armonizar el pasado y el presente del conocimiento, atisbando su futuro, para convertirlo en algo digerible para las generaciones en formación, estimulando la investigación científica, alentando la duda, provocando la crítica e incitando a la propuesta audaz, para verificar la certeza de lo oficialmente aceptado por la academia. En este ambiente nada puede juzgarse como herejía ni irreverencia.

La universidad, sede del cultivo del saber y del conocimiento, debe preparar y guiar la nuestra, hacia lo que el recién fallecido Toffler denomina la sociedad del conocimiento, sin extravíos ni desvaríos y sin descanso, haciendo acopio de cuanto recurso disponga. Esta es la misión esencial del binomio docente- estudiante.

Muy difícil cometido, considerando que nuestro sistema educativo general, enclavado en el pasado, es incapaz de preparar a nuestra juventud para el futuro. Lo ideal sería acoger lo que Bill Gates aconseja para el sistema educativo de su país: reemplazarlo, no reformarlo; tarea imposible, por ahora, por supuesto.

Mientras eso suceda, es deber de nuestra sociedad garantizar, en el nivel universitario, la máxima excelencia del binomio docente- estudiante, que las circunstancias permitan. Para ello, es ineludible la aplicación de modernas normas académicas, cuyo cumplimiento debe ser supervisado en el aula y en el laboratorio, sin lesionar la libertad de cátedra, verificando la cantidad y calidad de los conocimientos que se trasmiten, sin entrar en juicios de valor, y exigiendo la pertinente producción científica al docente.

La garantía del éxito profesional del graduado universitario, radica, incuestionablemente, en el prestigio académico de la universidad.

Fuente: http://www.latribuna.hn/2016/07/18/la-universidad-futuro/

Fuente de la imagen: http://radio.uchile.cl/2013/08/17/expertos-debaten-ante-aumento-de-profesores-extranjeros-en-educacion-superior/

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Edmundo Orellana

Catedrático Universitario. Columnista en La Tribuna. Honduras