América del Sur/ Argentina/30 de agosto de 2016/Fuente: lacapital
Se trata de la Upami, un programa de aprendizajes. Ofrece clases de idiomas, radio.
Simpre levantan la mano para pasar al pizarrón, piden hacer ejercicios, quieren tener tareas y todo lo hacen con ganas», dice Norma Tonelli, coordinadora del taller de francés, espacio de la Universidad para Adultos Mayores Integrados (Upami). «No se sienten con una obligación y ganan espacios al sentirse con la posibilidad de aprender», dice la profesora del programa que funciona en la Facultad de Humanidades, de la UNR.
Teresa, una de las alumnas, explica: «No hay edad para empezar a aprender, también es bueno para las relaciones entre nosotras, nos hacemos amigas y nos acompañamos, a nuestra edad no debemos quedarnos».
Desde Tiro Suizo llega a la clases Gladis. «Siempre había querido aprender francés, me apasiona, vengo en colectivo y me alegro podre hacer este taller», dice la entusiasta alumna de 86 años (ver aparte).
La Upami nace de un convenio entre la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y el Pami (Programa de Atención Médica Integral). «El programa comienza desde en la Universidad de Bahía Blanca y en Rosario lo implementamos en 2009», dice Lucrecia Dasso, docente a cargo del Área de Inclusión y Desarrollo de Adultos Mayores de la UNR.
Sesenta talleres
«De los primeros cursos — todos gratuitos— llegamos hoy a más de 60 talleres cursados por más de 700 personas. Se trata de espacios para aprender informática básica, avanzada e internet, informática especial y android, cuatro niveles de Italiano, inglés y francés, dos niveles de portugués y ruso; comunicación social, escritura, radio y jardinería, entre otros», resalta Dasso.
En el caso de la computación, señala que son cursos anuales y se trabaja en los niveles básicos, luego se toma la cuestión de internet y de redes sociales, además de abarcar también el manejo de celulares y disponer de programas para que participen personas con problema de visión o escucha».
Los encuentros se realizan en las Facultades de Derecho y Humanidades y en la sede universitaria de Maipú 1065. «Son coordinados todos por docentes universitarios, contratados por el Pami», explica.
»Es importante que también estén en la facultad, que usen la fotocopiadora y transiten por el espacio universitario. Llegan desde el Pami, desde ese grupo de pertenencia de adultos. Parece más difícil el ir solito a la Facultad, pero es venir parte de cuidar la salud, también es incluir desde la educación», sostiene la profesora de química en la Facultad de Veterinaria y también graduada en una maestría en salud pública.
Además, remarca que es un programa de educación no formal, partimos de un itinerario tentativo, que luego se adapta al grupo. «Son espacios con lazos afectivos, faltan poco a clase y se teje un compromiso colectivos y no se registra casi deserción», comenta Dasso.
«También hacemos otras actividades, charlas o viajes como los que se hicieron hasta el año pasado a Tecnópolis, y un grupo que estudia ruso gestiona con la embajada de ese país un viaje para conocer Rusia», advierte la profesora.
Para más información sobre los cursos gratuitos del programa se puede consultar el facebook upami.unr, email upami@unr.edu.ar, teléfono 4201200, interno 322.
Actitud crítica
Vanina Lanati, coordinadora del Taller de Medios y Comunicación de la Upami, señala que el «espacio fue creado para pensar los medios en general y en particular los medios gráficos, ya que hay otros talleres como radio donde exploran el lenguaje sonoro».
Sobre las actividades, la docente de Comunicación Social de la UNR, resalta: «Nos hemos propuesto conocer las características de la noticia, la crónica, la entrevista, distinguir como una misma noticia es presentada por diferentes medios. Pero también hemos organizado charlas con periodistas, participado del rodaje de un documental que produce Señal Santa Fe. Es decir, que el taller tiene una parte dedicada a la reflexión y otra de carácter «vivencial» de los medios».
También indica que «esto es posible ya que los alumnos se muestran muy entusiasmados, con ganas constantes de aprender cosas nuevas. Han ido adquiriendo una actitud crítica acerca del rol de los medios en la sociedad y lo comparten clase a clase a través de sus comentarios». El taller funciona los sábados de 11.30 a 13, en la Facultad de Derecho.
Testimonios sobre el valor de los talleres
«Mi hija está muy contenta, anoche me llamó y me preguntó si vendría», agrega otra alumna, en medio del bullicio y las preguntas, comentarios y risas de una clase muy dinámica.
Rita hace el tercer nivel en francés y agradece el haber descubierto el curso hace unos años y el poder estudiar. «Desde que me tocó francés en la escuela me gusta el idioma. Pero también voy a otros talleres para aprender otras cosas», indica.
Noemí también dice concurre a otros talleres, «por ejemplo, el de italiano y vengo a pesar de tener un problema físico», advierte.
Cristina admite que fue un desafío estudiar francés, «en el primer año para mí era chino básico. Pero seguí y ahora puedo gozar con una película, puedo leer textos escritos en ese idioma. Pero también fui a italiano, portugués, se forman unos grupos bárbaros».
Para Teresa: «Tendría que divulgarse más esta posibilidad, hay gente que no conoce estos talleres gratuitos y son fantásticos. Antes hice el de inglés, ya que tenía conocimientos previos».
También Silvia llega al taller tras estudiar el idioma desde la escuela. «También hice talleres de neurociencia y criminología», resalta.
Estima que «es bueno el juntarse entre amas de casas, profesionales, algunos que estudiaron y otros que no lo hicieron, pero formar juntos un grupo para hacer algo en común, tener un espacio para construir» .
En tanto, Raquel, licenciada en comunicación y editora del periódico Nuevos Rumbos, cuenta que «siempre trabajé y estudié. Además formamos aquí un grupo muy activos, nos encontramos, salimos y estamos siempre armando proyectos. Además, sostiene que «es muy bueno que sea gratuito».
Profesores que aprenden. «Los profesores son jóvenes y también aprenden al estar con personas mayores. Son de unos treinta años y dicen que ellos tienen la experiencia de estudiar y nosotros la experiencia de vida, por lo que también aprendemos de ustedes. A veces se sorprenden de nuestras vivencias y participación en diversos momentos históricos», señalan.
La profesora Norma, quien lleva tres años en el curso, resalta que «es bueno sentirse en carrera, para hacer cosas y tener esta posibilidad de educación libre y gratuita, como el estar en un ambiente universitario, lo que único que se debe poner es la fuerza de voluntad y se puede aprovechar e integrar un grupo con inquietudes».
Por otra parte, cuentan que la actividad no termina con las clases, «en vacaciones visitamos museos y hacemos trabajos sobre esa actividad, vamos a ver obras de teatro y siempre hacemos el pic nic del Día de la Primavera en el parque Urquiza». También a fin de año se hace una muestra de actividades, como las realizadas con los grupos de los talleres de otros idiomas, como inglés e italiano, entre otros».
Fuente: http://www.lacapital.com.ar/la-universidad-y-el-pami-un-proyecto-comun-los-adultos-mayores-n1215161.html
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