www.unesco.org/07-09-2016/
El aprendizaje de la lectura y la escritura proporcionó a una mujer senegalesa de 60 años independencia y un vínculo directo con su hijo que vive en Europa.
“Cuando ingresó en el programa, esta señora no sabía leer ni escribir”, dijo Souleymane Ly, director de comunicaciones de la Dirección de Alfabetización y Lenguas Nacionales, entidad que obtuvo el Premio UNESCO Confucio de Alfabetización 2016 por su “Programa Nacional de Educación para Jóvenes y Adultos Analfabetos mediante el uso de las TIC”.
“Cuando su hijo le mandaba mensajes de texto, ella tenía que pedirle a alguien que se los leyera. Había perdido su independencia y la intimidad en el contacto con su hijo. Ahora que puede enviar sus propios mensajes, se siente libre. Incluso le gusta mostrar a sus nietos que puede realizar cálculos aritméticos sencillos”.
Las TIC como catalizadoras de la alfabetización
De los 14 millones de habitantes con que cuenta Senegal, sólo el 55,6 por ciento de los mayores de 15 años saben leer y escribir, y en esa categoría el 43,8 por ciento son mujeres (2015).
En ese contexto, la Dirección de Alfabetización y Lenguas Nacionales (DALN, por sus siglas en francés) se creó para aplicar la política gubernamental en materia de alfabetización, enseñanza básica y promoción de las lenguas nacionales.
El Programa Nacional de Educación para jóvenes y adultos analfabetos mediante el uso de las tecnologías de la información y la comunicación se inauguró en 2013 en 14 regiones de Senegal, con el fin de proporcionar a unos 14.000 jóvenes y adultos analfabetos (de 15 o más años de edad) las competencias prácticas necesarias en la lengua nacional y/o en la lengua oficial, con miras a promover su integración en la vida laboral.
Una característica innovadora del programa fue la firma de contratos con las colectividades locales.
El programa DALN se propone facilitar el uso de las TIC para fortalecer el contexto de actividades profesionales de los jóvenes y adultos analfabetos. El programa también trata de empoderar a las comunidades locales con el fin de que creen y apliquen proyectos de enseñanza básica para jóvenes y adultos. Además, el programa contribuye en asuntos relacionados con el ébola, el sida, el paludismo y otras enfermedades. También, ayuda a combatir la pobreza y el deterioro del medio ambiente y contribuye al empoderamiento de las mujeres.
En 2015 el programa benefició a 13.800 personas, de las cuales 12.800 eran muchachas y mujeres.
El Sr. Ly afirmó: “Siento mucha alegría y un gran orgullo, no solo por el programa, sino por todos nuestros estudiantes, entre los cuales las mujeres constituyen la mayoría. Han tenido que hacer grandes sacrificios para dejar sus hogares y familias y venir a clases con el fin de superarse y ser capaces de hallar un empleo mejor o hacer gestos simples, como usar un teléfono móvil. Buscan autonomía y nosotros les ayudamos a conseguirla”.
Tras el éxito alcanzado en Senegal, el programa se replicará ahora en Togo, Gambia, Níger y Nigeria. Con la atención centrada en la erradicación del analfabetismo de aquí a 2025, el programa contempla ahora la creación de bibliotecas en centros regionales y en fecha reciente ha establecido un centro de documentación e información totalmente equipado.
“El premio significa que ahora podremos recabar más recursos y vamos a lanzar una campaña de sensibilización para atraer más financiación. También queremos compartir nuestras ideas y prácticas idóneas con otros países”, dijo el Sr. Ly.