Estados Unidos/10 de Octubre de 2016/Univisión
Apalear a un niño en la escuela por motivos disciplinarios es legal en 19 estados de EEUU y durante el año académico 2013-2014 fueron agredidos 160 mil niños.
Los castigos físicos se siguen utilizando de manera generalizada en los 19 estados del país en donde aún son legales y quienes más los sufren son los niños de minorías y discapacitados, según un nuevo estudio que analizó 160 mil casos registrados durante el año académico 2013-2014.
El estudio, publicado por la Sociedad para la Investigación del Desarrollo de la Niñez (SRCD), agrega que los 31 estados en donde están prohibidos los castigos corporales no han reportado aumentos en sus índices de delincuencia juvenil desde que los prohibieron, lo que sugiere que los defensores de esta política punitiva están equivocados en sus razones para mantenerla.
Los castigos físicos son legales
Los castigos corporales tienen el visto bueno de la Corte Suprema desde 1977, cuando declaró que los mismos no son inconstucionales porque no violan los derechos de los estudiantes ni representan castigo cruel e inusitado.
Sin embargo, las investigadoras afirman que lejos de disciplinar lo que hacen es provocarles daños físicos a los niños y perjudicar su desempeño académico, además de que se aplican de manera parcializada.
«Documentamos que los niños afroamericanos, niños con discapacidades y niños tienen más posibilidades de recibir castigos físicos» que el resto de los grupos demográficos, dijo una de las autoras del estudio, Elizabeth Gershoff, de la Universidad de Texas en Austin.
Según Gershoff y su colega Sarah A. Font, de Penn State University, quienes analizaron reportes de más de 36,000 escuelas en los 19 estados en donde los castigos físicos son legales, los niños negros y los niños con discapacidades tienen 50% más probabilidades de ser castigados físicamente que sus compañeros blancos y sin discapacidades, respectivamente.
El estudio halló que durante el año 2013-2014 se aplicaron castigos físicos a estudiantes que cometieron faltas graves como encender fuegos artificiales en la escuela, pelear, acosar a otro compañero o embriagarse en una excursión, pero también a otros que cometieron faltas menores como llegar tarde a clase, no entregar la tarea, dormir en clase, o recibir malas calificaciones.
A menudo los administradores escolares castigaron físicamente a los niños con discapacidades por conductas que son manifestaciones de su discapacidad, como el autismo o el Síndrome de Tourette, lo que es ilegal.
«Estas desigualdades violan varias leyes federales de derechos civiles que prohíben la discriminación y sugieren que algunos sesgos ocultos pueden incidir en qué niños son apaleados en la escuela», dijo Gershoff.
El reporte no incluye cifras sobre estudiantes hispanos porque «la cantidad de niños latinos en muchos distritos escolares en estados en donde los castigos físicos son legales era muy pequeña como para que el Departamento de Educación generara información confiable», aclaró Gershoff.
Miles de estudiantes resultan heridos por los castigos
Los castigos físicos, además, son peligrosos. Un estudio de la Sociedad para la Medicina Adolescente calculó que entre 10,000 y 20,000 estudiantes buscan atención médica cada año por lesiones provocadas por los castigos.
Entre las lesiones se han reportado hematomas, daño muscular y al sistema nervioso, cortaduras y fracturas óseas.
Según el informe, los estados que más apalean a sus estudiantes están ubicados mayormente en el sureste de EEUU, y entre esos, los peores son Arkansas, Alabama y Mississippi, en donde más de la mitad de las escuelas recurren a los castigos corporales como método de disciplina.
Sin embargo, en otros nueve estados en donde aún son legales (Arizona, Colorado, Florida, Idaho, Indiana, Kansas, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Wyoming) la práctica ha desaparecido virtualmente, y menos del 5% de las escuelas reportaron haberlos utilizado.
Los castigos físicos también son permitidos en las escuelas privadas de 48 estados del país, excepto Iowa y Nueva Jersey, pero el Departamento de Educación no recopila datos sobre cómo se administran en esos lugares.
Las investigadoras piden en el informe desistir de estas prácticas porque no tienen beneficio alguno.
«Los estados que han prohibido los castigos físicos en sus escuelas no han visto un aumento en la delincuencia juvenil a través del tiempo, contrario a los argumentos de los defensores de los castigos corporales en las escuelas, de que prohibirlos provocaría un aumento en el mal comportamiento y la actividad delictiva», indica el reporte.
«Docenas de estudios e investigaciones han confirmado que el castigo físico no promueve una mejor conducta en los niños», explicó Gershoff. «Un estudio internacional reciente halló que los niños sometidos a castigos corporales en las escuelas tienen desempeño académico más a través del tiempo», agregó.
Para cambiar esta política punitiva en el país se necesita legislación federal que la prohíba o cambios de política pública mediante el cual los distritos escolares abandonen la práctica voluntariamente en favor de métodos disciplinarios no físicos, argumentaron las investigadoras.
Fuente: http://www.univision.com/noticias/politica-de-educacion/escuelas-emplean-los-castigos-fisicos-con-mas-frecuencia-contra-ninos-negros-y-discapacitados