13 de octubre de 2016/Fuente: el mundo
La ingeniera de telecomunicaciones Eva Bailén se puso a recoger firmas el año pasado pidiendo la racionalización de los deberes ante la «impotencia» que decía sentir por ver cómo su hijo, de 10 años, tenía que dedicarle tres horas diarias a hacer todo tipo de ejercicios en casa. Su campaña en change.org fue un éxito de más de 215.000 rúbricas que ha popularizado el debate sobre los tiempos escolares. Acaba de sacar un libro, Cómo sobrevivir a los deberes de tu hijo(Planeta), en el que, como la Ceapa, anima a las familias a no hacer la tarea.
¿Cuál es, en su opinión, el tiempo razonable que se puede dedicar a hacer deberes?
En Secundaria, no más de una hora. En 5º y 6º de Primaria, media hora como mucho. Y en los cursos anteriores no me parece que necesiten hacer deberes, porque con las horas lectivas es suficiente. Son niños y necesitan jugar. Lo que sí creo que es bueno es que lean todos los días.
¿La Lomce ha supuesto más deberes?Eso es algo que yo he notado. El curso 2014/2015, cuando comencé a recoger firmas, fue el primero en el que se implantó la Lomce en los cursos impares. La duración de las clases en el colegio de mi hijo pasó de 60 a 45 minutos. Como eran clases más cortas y la dinámica seguía siendo la misma, no les daba tiempo a acabar los ejercicios en clase. En 5º de Primaria mi hijo empezó a tener una hora más diaria de deberes. Pasó de dos a tres horas diarias con 10 años.Entonces le cambió de colegio…Yo le decía: «No hagas los deberes» y él respondía: «No, no, que, si no, me castigan».Le decía a su hijo que no hiciera los deberes. En su libro llama a otras familias a no hacerlos.
¿No le parece ésta una actitud irresponsable?
Lo que es irresponsable es seguir permitiendo que nuestros hijos lleguen a Secundaria y no quieran seguir estudiando. Debemos posicionarnos y empezar a pedir cambios. Hay padres que me dicen que están objetando a los deberes y han asumido que sus hijos van a sacar menos notas, pero, a cambio, aprovechan mejor las tardes. Esta postura, en cualquier caso, sería aplicable a Primaria. En Secundaria ya deben ser capaces de abordar los deberes.En su libro afirma: «Me he dado cuenta de que ni las extraescolares ni los deberes van a convertir a mis hijos en adultos más felices».
¿Depende de los padres que sean felices o su misión debe ser enseñarles a ser responsables?
Al final, lo más importante es la felicidad. Con eso no quiero decir que no haya que ser responsable. Un niño para ser feliz necesita tener cubiertas sus necesidades básicas y tener tiempo de juego.
¿Hay que hacer los deberes con los hijos?
Eso depende. Con mis dos hijas no he tenido que hacerlo pero con mi hijo, sí. A los padres nos han echado una carga encima con lo de que no acompañemos a nuestros hijos con los deberes, cuando en la escuela están acompañados. El sistema educativo español está muy uniformizado y la escuela pública no personaliza el nivel de cada niño. Yo creo que poner los mismos deberes a los 25 niños de una clase es erróneo, los colegios deberían personalizar los deberes.Cuando los padres no están en casa por las tardes, ¿qué es mejor?
¿Que estén haciendo deberes o que estén viendo la tele o jugando a la consola?
Son dos problemas paralelos. En España los padres tenemos unos horarios que no piensan en los niños. La falta de conciliación es un problema muy grave, pero tampoco podemos solventarla a base de fastidiar a los niños. Yo no prefiero ninguna de las dos cosas.
¿Y si hay que elegir?
Si hay que elegir y mi hijo ya ha estado en el colegio, pues que juegue a la consola.
¿Sirven para algo tantas actividades extraescolares?
Las extraescolares existen por la necesidad de rellenar el tiempo de los padres mientras están trabajando y porque hay padres que quieren que sus niños sepan más que nadie. Es mejor estar en el parque, jugando o dando un paseo.
¿Para qué eran las tardes cuando usted estudiaba?
Soy de Alicante y me pasaba toda la tarde jugando en la calle con mis amigas y el perro.Nos tomábamos un bocata en la calle y a jugar. Mis tardes eran para jugar. Hasta 6º de EGB no tuve ni idiomas, ni extraescolares ni, desde luego, deberes.
Fuente: http://www.elmundo.es/sociedad/2016/09/23/57e4421d468aeb44148b45a0.html
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