16 de noviembre de 2016 / Fuente: http://www.isep.es/
Por: Maribí Pereira
La discapacidad auditiva o hipoacusia es la incapacidad total o parcial para escuchar sonidos en uno o ambos oídos. Los niños con esta discapacidad tienen dificultades para adquirir y reproducir el lenguaje, por tanto, les suele ser más complicado adquirir conocimientos y comprender los eventos a su alrededor.
De hecho, un estudio realizado en Australia en el que participaron 86 niños con audífonos de 7 a 8 años, encontró que los niños con discapacidad auditiva tenían una media de 10 meses de retraso en lectura, en comparación con los niños con audición normal de su edad. Además, en dicha investigación se comprobó que la capacidad de los niños de entender el lenguaje y de hablar estaba directamente relacionada con su capacidad auditiva (Wake M, Hughes EK, Poulakis Z, Collins C, Rickards FW, 2004).
Apoyándose en las pruebas de habilidad de los niños para expresarse por sí mismos, el estudio encontró que los participantes con pérdida de audición estaban un 26% por debajo de los niños con audición normal y en comprensión del habla, los niños con discapacidad auditiva estaban un 20% por debajo de los demás niños (Wake M, Hughes EK, Poulakis Z, Collins C, Rickards FW, 2004).
Por otro lado, los autores también señalaron que la pronunciación correcta es otro de los retos de los niños discapacitados auditivos. Los resultados de las pruebas mostraban que los niños con pérdida de audición tenían tres veces más errores de pronunciación que los niños con audición normal y se estimó que el 66% de los niños con discapacidad auditiva presentaba un déficit importante en el aprendizaje del habla (Wake M, Hughes EK, Poulakis Z, Collins C, Rickards FW, 2004).
Cuando la discapacidad auditiva se debe a déficits auditivos neurosensoriales, implica que hay daños en las células ciliadas de la cóclea. Si el alcance de los daños a estas células es leve/moderado, las personas pueden beneficiarse de audífonos o de otros medios de amplificación de sonido, en cambio, si los daños son muy severos, el oído interno es incapaz de transferir los impulsos eléctricos de forma adecuada y el nervio auditivo no puede transmitir prácticamente ninguna información del sonido al cerebro; en ese caso estaríamos hablando de sordera. El Implante Coclear (IC) es un tratamiento eficaz y seguro en la hipoacusia neurosensorial grave y profunda.
En estos casos de hipoacusia, la escuela y el profesional en dificultades del aprendizaje deben realizar varias actividades para promover la adaptación del niño a su entorno. Cómo profesionales con formación en intervención en dificultades del aprendizaje, ¿qué actividades debemos potenciar?
Los niños con hipoacusia suelen tener deseo de tocar los objetos; se ven muy atraídos por los colores llamativos, las figuras en movimiento y las ilustraciones y fotografías. Por ello, es importante además de potenciar su autoestima y en algunos casos, enseñar el lenguaje de signos:
1. Acompañar los signos de la palabra,es decir, verbalizándole al niño cómo suena cada palabra, de manera que pueda aprender a leer los labios (Rodríguez, 2016).
2.Estimular el lenguaje, ya que la falta de capacidad auditiva, no implica incapacidad de hablar. Hay que reforzar mucho este aspecto puesto que, al no escuchar los sonidos, los niños suelen presentar dificultades para hablar y expresarse. Emplear letras de canciones, por ejemplo, para que el niño cuando las escuche las repita, o incluso, potenciar la lectura de cuentos e historias que le motiven, facilitará que adquiera un vocabulario rico y pueda expresarse con mayor fluidez.
3. Realizar juegos de integración con otros niños, en donde el paciente con hipoacusia deba atender a instrucciones claras y breves y pueda participar de la dinámica lúdica con otros (Rodríguez, 2016).
4. Utilizar otras vías para llegar a los aprendizajes,como la visual y la táctil, colocando, por ejemplo, un objeto que suene en la mano del niño, para que éste sienta las vibraciones (Rodríguez, 2016).
5. Emplear algunos juegos de ordenador como buscaminas, laberinto y el dedo tic-tac que son simples y sencillos de jugar. Hay juegos interactivos como los que ofrece el sitio web de Funbrain, que muestra señales del alfabeto las cuales pueden enseñar el lenguaje de señas a los niños. El sitio web Kinderart propone pintar y dibujar, moldear con plastilina, crear máscaras, títeres, pintar con los dedos y otras ideas artesanales que son fáciles y tienen éxito con los niños. Los rompecabezas y los juegos como Twister y Pictionary son agradables para todos los niños, ya sea que tengan problemas de audición o no, y promueven la interacción social (Kim, 2016).
Con una formación específica como el Máster en Intervención en Dificultades del Aprendizajede ISEP los profesionales del ámbito de la educación estamos mejor capacitados para ofrecer a niños con hipoacusia las herramientas necesarias para mejorar su aprendizaje y nivel académico.
Fuente artículo: http://www.isep.es/actualidad-educacion/hipoacusia-en-ninos/